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Evaluar a los alumnos es una de las principales obligaciones que recae en la función docente. Evaluar los
procesos de enseñanza-aprendizaje se convierte en una necesidad en el momento en el que debemos rendir
cuentas de nuestro trabajo y del trabajo de nuestros alumnos en cada una de las sesiones de evaluación que
conforma un curso escolar. La palabra evaluar dentro del campo educativo es un concepto muy amplio y que
se puede entender desde diferentes puntos de vista.
Es por eso que el artículo de hoy no tiene otra finalidad que la de explicaros cómo evalúo a mis alumnos en
cada trimestre o evaluación.
Falta de comportamiento leve (-0,2 puntos): llegar tarde a clase, comer chicle en clase, no traer el
material escolar…
Falta de comportamiento grave (-0,4 puntos): atentar contra las normas del centro, falta de respeto
al profesor o a los compañeros, expulsiones de clase…
2. Actitud (20%). En este apartado se evalúa la actitud del alumno exclusivamente hacia la asignatura. En
este apartado se evalúan dos aspectos:
Revisión de los deberes (15%). En este apartado el profesor revisa al inicio de la clase si ha realizado
o no los deberes. Pasa uno por uno y pone la nota en el cuaderno del profesor.
Si ha realizado los deberes: 10 puntos.
Si ha realizado los deberes a medias: 5 puntos.
Si no ha realizado los deberes: 0 puntos.
Revisión del libro de texto digitalizado (5%). Como cada evaluación consta de tres Unidades
Didácticas, se evaluará cada unidad didáctica de 0 a 10 puntos.
4. Actividades (10%). Evaluación inicial, ejercicios de expresión oral y escrita, pruebas de lectura, reseñas
de libros. En este apartado tiene cabida todas aquellas actividades que el profesor en un principio se lleva a
casa para corregir. Son actividades que manda hacer en casa o en clase y que el profesor recoge y corrige
puntuando de 0 a 10 cada uno de los ejercicios.
5. Exámenes (50%). Durante una evaluación suele haber un examen por Unidad Didáctica. Aun así en
algunas ocasiones algunas Unidades Didácticas constan de dos exámenes debido a las vacaciones de Navidad
o Semana Santa. Los exámenes se puntúan de 0 a 10.
Comentario de la imagen:
Estas serían las cinco partes en que se divide la nota de mi asignatura en cada evaluación. En cada uno de los
porcentajes aparecen dos decimales y se redondea la nota al entero siguiente a partir de 0’75, es decir, si el
alumno, después de haberle restado el comportamiento obtiene una nota final de 5,55 se mantiene en 5. Si
obtiene una nota de 5,75 se redondea a 6.
Así es como obtengo la nota final de cada evaluación. Normalmente en cursos como 1º o 2º de la ESO suelo
acumular un total de 20-25 notas u observaciones. Esta gran cantidad de notas me permite evaluar a un alumno
de una forma muy objetiva dado el alto número notas. Una vez introducidas las notas en la hoja de cálculo
sólo debemos esperar que el ordenador saque la media por nosotros.
Evaluar a los alumnos supone una enorme responsabilidad. Y como se trata de una enorme responsabilidad
debemos esforzarnos en obtener en cada evaluación el máximo número de observaciones o notas para ser lo
más objetivos posible. Si así lo hacemos evitaremos dudas y dilemas que en nada benefician ni al docente ni
al alumno. Soy de la opinión que todo lo que realiza un alumno fuera y dentro de un aula en nuestras
respectivas asignaturas es cuantificable. Hoy os lo he querido demostrar a través de esta entrada. Repito que
los porcentajes pueden cambiar en función del curso y de la asignatura, ya que en mi caso doy cuatro sesiones
lectivas a la semana en cada grupo, frente a otras asignaturas que tan sólo tiene una, dos o tres horas lectivas.