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El grupo cónico-diferencial
Los frenos
El bastidor
La suspensión
Ruedas y neumáticos
Seguridad
Deportivos
Se tratan de vehículos de lujo donde sus transmisiones incorporan la vanguardia de la
tecnología en materia de cálculos, materiales y tratamientos.
Clásicos
En este sector de coches antiguos a menudo surgen reconstrucciones donde se deben
reproducir diseños de otras épocas. Los constructores evocan su historía realizando réplicas de
todos sus componentes.
4x4 pickups
Este tipo de vehículo se enmarca en un mercado altamente competitivo con una
variedad muy amplia de relaciones de transmisión adecuada para cada orografía y condiciones
climatológicas.
Híbridos
La investigación de este sector en auge requiere la fabricación de diversos tipos de
engranajes muy silenciosos y con altos requerimientos de par proveniente de sus motores
eléctricos.
Competición
A menudo los profesionales del deporte de motor recurren a nosotros para la
fabricación de relaciones de transmisión diferentes que se adapten a la modalidad de su
carrera. Nuestra contribución propone diseños que aligeran la pieza y al mismo tiempo mejoran
sus características de funcionamiento.
Piñón más grande ⇒ más velocidad, menos aceleración, menos frenada Piñón más
pequeño ⇒ menos velocidad, más aceleración, más freno Corona más grande ⇒ menos
velocidad, más aceleración, más freno Corona más pequeña ⇒ más velocidad, menos
aceleración, menos frenada
Engranajes helicoidales y
cónicos-helicoidales
Haga frente a las duras condiciones de
funcionamiento y del mercado con SKF
Los pares cónicos hipoides, dada la posibilidad del descentrado, permiten una colocación
más baja del árbol de transmisión, con las consiguientes ventajas de habitabilidad y una
mejor posición del baricentro. El mecanizado de estos engranajes es muy largo y costoso;
cada par debe ser rodado previamente para conseguir una perfecta adaptación entre piñón
y corona, y el montaje debe ajustarse a unas determinadas cotas de acoplamiento
establecidas en una prueba previa de ruido. En el caso de rotura de uno de los engranajes,
deben substituirse los dos que forman el par, puesto que no son intercambiables
individualmente. La primera aplicación de los engranajes hipoides fue realizada por la
empresa Packard.
Merecen mencionarse también los pares cónicos dobles helicoidales (o cheurón) utilizados
durante cierto tiempo en los vehículos Citroen. Tienen la ventaja, dada la forma simétrica
de los dientes, de anular los empujes axiles, pero su mecanizado es muy costoso.
La costumbre de utilización del par cónico ha hecho que el término se aplique para indicar,
en general, los pares de reducción final, constituidos también por ruedas dentadas de tipo
diverso.
Entre éstos, reviste particular importancia el par de tornillo sin fin y rueda helicoidal (un
ejemplo es el Peugeot 404). El tornillo tiene 3-4 pasos y se fabrica con acero de
cementación; es solidario con el árbol de transmisión. La rueda, con la corona dentada de
bronce, es solidaria con la caja del diferencial. Este sistema presenta la desventaja de tener
un rendimiento bajo; sin embargo, puede ser mejorado aumentando el ángulo de
inclinación del tornillo (generalmente, de 35 a 40°), con lo que varía la relación de
transmisión. El rendimiento del par disminuye cuando se viaja en descenso, o sea cuando
el vehículo arrastra el motor. Si el ángulo de inclinación de los filetes de rosca es muy
pequeño, en el límite, no es posible hacer que gire el motor empujando el vehículo.
Disponiendo el tornillo por debajo de la rueda, se puede reducir el volumen del árbol de
transmisión.
En los vehículos de motor transversal, el par de reducción está constituido por engranajes
cilindricos de dientes helicoidales.
Cuando son necesarias reducciones notables, como en los vehículos pesados, se puede
recurrir a una doble reducción, obtenida con un par cónico y uno cilindrico. De este modo,
la relación de reducción total puede llegar a ser de 10-20.