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Fractura de pelvis

Las fracturas pélvicas están entre las lesiones más serias y representan 3% de todas. El mecanismo
es con frecuencia de alta energía en su naturaleza; 60% resultan de un traumatismo por vehículo de
motor (por ejemplo, automóvil, motocicleta, bicicleta), 30% de caídas y 10% de lesiones por
aplastamiento, lesiones deportivas o traumatismos penetrantes. Las fracturas pélvicas son la tercera
causa más común de las lesiones que acaban de manera fatal, debido a accidentes por vehículos de
motor.

Las hemorragias, deformidades, lesiones neurológicas y genitourinarias que ponen en riesgo la vida
son todas complicaciones potenciales que deben identificarse y tratarse de manera temprana
cuando se está frente a una fractura pélvica. Los pacientes inestables, desde el punto de vista
hemodinámico, que se presentan en el servicio de urgencias con fractura pélvica tienen una tasa de
mortalidad de 40 a 50%.

La hemorragia retroperitoneal es una complicación inevitable de las fracturas de la pelvis y en tal


espacio es posible que se acomoden inclusive 4 L de sangre, hasta que se rebasa la tensión vascular
y surge taponamiento. Casi todas las hemorragias en las fracturas de la pelvis provienen de pérdida
de sangre venosa de baja presión y expulsión de sangre de los cabos de la fractura. Sólo en 10 a 15%
de individuos con fracturas pélvicas la hemorragia es de origen arterial. En forma típica las arterias
afectadas son las ramas del sistema de la iliaca interna, y los vasos afectados más a menudo son la
arteria glútea superior y la obturatriz. El choque y la muerte suelen ser consecuencia de pérdida de
sangre arterial y no de la venosa. La hemorragia de origen arterial puede aparecer en todos los tipos
de fracturas de la pelvis.

Perdidas de sangre potenciales por fracturas cerradas


Localización Cantidad (L)
Pelvis 1-5
Fémur 1-4
Columna vertebral 1-2
Pierna 0.5-1
Brazo 0.5-0.75

La mayor parte de la pérdida sanguínea procede del sitio de la fractura o de venas retroperitoneales
lesionadas; sólo 20% de las muertes se relaciona con una lesión arterial mayor.

DATOS CLÍNICOS

A. Signos y síntomas

Por lo general, el paciente se queja de dolor en la ingle, es común que haya acortamiento de la
pierna afectada, con abducción y rotación externa, pero es posible que esto no sea evidente en
casos de fracturas sin desplazamiento. Debe ejercerse cuidado en la evaluación de los pacientes
ancianos, ya que un tiempo prolongado de espera antes de recibir ayuda puede derivar en
deshidratación, desequilibrios electrolíticos o rabdomiólisis, también existe el potencial de pérdidas
significativas de sangre y lesiones asociadas.

TRATAMIENTO Agudo:
Inmovilice la pierna afectada. Cuando otros sitios hemorrágicos se han descartado, el sangrado
activo a partir de una fractura pélvica puede controlarse mediante la envoltura con una faja o
compresa pélvica que se coloca alrededor de la pelvis. La compresa debe encerrar las espinas iliacas
anterosuperiores y los trocánteres mayores de ambos lados, y puede fijarse en su lugar mediante
grapas colocadas en sus dos extremos con un hemóstato. La envoltura de la pelvis de esta forma
estabiliza los fragmentos de la fractura principal y cierra el volumen de la pelvis, lo que reduce en
forma inmediata la pérdida sanguínea activa.

Los individuos con fracturas pélvicas, al tener hemorragia de la pelvis y lesiones coexistentes,
pueden necesitar fluidoterapia con soluciones de cristaloides o con sangre y hemoderivados.

Casi todos los pacientes con fractura de cadera requieren tratamiento quirúrgico y deben
hospitalizarse para controlar el dolor en espera de la operación. Se recomienda la intervención
quirúrgica en las primeras 24 h porque los estudios muestran que un retraso de 48 h conlleva una
tasa dos veces más alta de complicaciones médicas mayores y menores, que incluyen neumonía,
úlceras por presión y trombosis venosa profunda. Los centros con un gran número de casos han
desarrollado equipos multidisciplinarios (que incluyen cirujanos ortopedistas, médicos internistas,
trabajadores sociales y especialistas en fisioterapia) para el tratamiento multidisciplinario de estos
pacientes, lo que mejora la atención médica perioperatoria y hace más expedita la valoración
preoperatoria, lo que se acompaña de menores costos.

Bibliografía

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