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Ilustración de cubierta:
Sin el sueño del gato no habría onirología
CSIC CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Luis Montiel
NEUROFILOSOFÍA DEL SUEÑO
ESTUDIOS SOBRE LA CIENCIA, 51
Director
José Luis Peset Reig, Instituto de Historia. CSIC (Madrid)
Secretario
Jon Arrizabalaga Valbuena, Institución Milá y Fontanals. CSIC (Barcelona)
Comité Editorial
Antonio Lafuente García, Instituto de Historia. CSIC (Madrid)
Rafael Huertas García-Alejo, Instituto de Historia. CSIC (Madrid)
Miguel Ángel Puig-Samper Mulero, Instituto de Historia. CSIC (Madrid)
M.ª Luz López Terrada, Instituto López Piñero. CSIC (Valencia)
M.ª Isabel Vicente Maroto, Universidad de Valladolid
Mauricio Jalón Calvo, Universidad de Valladolid
Víctor Navarro Brotons, Universidad de Valencia
Consejo Asesor
Manuel Sellés García, UNED (Madrid)
Luis Montiel Llorente, Universidad Complutense de Madrid
M. Christine Pouchelle, CNRS (París, Francia)
Thomas Glick, Universidad de Boston (USA)
Antonello la Vergata, Universidad de Módena (Italia)
Julio Samsó, Universidad de Barcelona
Javier Puerto Sarmiento, Universidad Complutense de Madrid
Concepción Vázquez de Benito, Universidad de Salamanca
Marisa Miranda, CONICET (La Plata, Argentina)
Raquel Álvarez Peláez, Instituto de Historia. CSIC (Madrid)
Leoncio López-Ocón Cabrera, Instituto de Historia. CSIC (Madrid)
Rosa Ballester Añón, Universidad Miguel Hernández (Alicante)
Emilio Balaguer Perigüell, Universidad Miguel Hernández (Alicante)
Francisco Pelayo López, Instituto de Historia. CSIC (Madrid)
Nicolás García Tapia, Universidad de Valladolid
José Manuel Sánchez Ron, Universidad Autónoma de Madrid
Ricardo Campos Marín, Instituto de Historia. CSIC (Madrid)
Juan Pimentel Igea, Instituto de Historia. CSIC (Madrid)
Jorge Molero Mesa, Universidad Autónoma de Barcelona
CLAUDE DEBRU
© CSIC
© Claude Debru
Traducción de Gonzalo Peña
Revisión de Luis Montiel
NIPO: 653-08-120-9
ISBN: 978-84-00-08758-6
Depósito Legal: M-995-2009
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
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Neurofilosofía del sueño
3. LA ONIROQUÍMICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
CONSIDERACIONES SOBRE LA PLURALIDAD DE LAS CAUSAS . . . 188
Causalidad y experimentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
Las propiedades singulares de la causalidad. . . . . . . . . . . . . . . . . 192
CONCEPCIONES HUMORALES Y LOCALIZADORAS
DEL DORMIR ............................................... 197
La hipnotoxina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197
La localización hipotalámica de los mecanismos de vigilancia. . 199
Las experiencias de estimulación eléctrica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
La aportación de las lesiones hipotalámicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
La concepción neurohumoral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204
LA MONOAMINAS CEREBRALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
La histofluorescencia y la anatomía bioquímica del encéfalo. . . . 206
Historia y funciones de la serotonina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
La interpretación de los datos farmacológicos. . . . . . . . . . . . . . . . . 211
LAS MONOAMINAS Y EL DORMIR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
Los primeros resultados farmacológicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
Una nueva forma de pensamiento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217
Primer modelo explicativo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
Lesiones del rafe e hipótesis bioquímicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
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PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA
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LUIS MONTIEL
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PREFACIO PARA LA SEGUNDA EDICIÓN
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de causas? Yo pensaba que las puertas del dormir eran muchas, pero
que todas daban al final a un solo vestíbulo. La causa próxima: creía
haberla descubierto mediante experimentos con los sistemas serotoni-
nérgicos del cerebro. Claude Debru describe detalladamente en la
segunda edición de su libro esta historia, aún inacabada.
Si la hipótesis y las conclusiones de nuestras búsquedas se nos apa-
recen como erróneas, tienen al menos la cualidad de habernos condu-
cido hasta un sitio (¿“el” sitio?) hipnógeno principal hipotalámico.
¿No es un camino falso un resultado en sí mismo, como sugiere nues-
tro filósofo? Pues existen muchos caminos falsos que han sido recorri-
dos por los investigadores durante años antes de descubrir que estaban
en un callejón sin salida. Una de esas rutas debería conducir al descu-
brimiento de las funciones del dormir y/o del sueño.
La hipnología y la onirología ocupan un lugar particular en el seno
de la fisiología. Efectivamente, el enfoque natural del fisiólogo consis-
te en descubrir los mecanismos de una función de la que se conocen
las metas, por ejemplo, la respiración, la circulación, la marcha, la
visión o los recuerdos. Haciendo variar las “entradas” y las “salidas” de
una función (por lesión, estimulación y diversos métodos farmacoló-
gicos) los mecanismos se vuelven poco a poco inteligibles. No ocurre
lo mismo en la fisiología del dormir, ya que se ignora la o las funcio-
nes que realiza. Cierto es que los investigadores han intentado, desde
hace ya bastante tiempo, suprimir el dormir o el sueño (o los dos al
mismo tiempo) con el fin de conocer los hipotéticos déficit cognitivos
o vitales que deberían acaecer. Estas privaciones “instrumentales” efec-
tuadas despertando a los sujetos cada vez que éstos se dormían, o bien
al principio de cada episodio de dormir paradójico, eran seguidas de
trastornos de la memoria e incluso de la muerte (en la rata). Sin
embargo, estas privaciones no operaban sobre el proceso hipnógeno
per se, sino sobre su expresión, aunque la vigilia se perturba a causa del
aumento de la “causa próxima” del dormir. Esto se traduce en trastor-
nos considerables de la concentración y la memoria. De todas formas,
es imposible suprimir el dormir sin provocar un estrés, y es muy pro-
bable que la muerte de las ratas después de haber sufrido privaciones
del dormir paradójico en un periodo de dos a tres semanas (mediante
choques eléctricos) se deba a un desmoronamiento inmunitario que
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MICHEL JOUVET
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PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
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INTRODUCCIÓN
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1
Claude Bernard (1966): Introduction à l’étude de la médecine expérimentale. Paris,
Garnier-Flammarion, pp. 69-70.
2
Pierre Duhem (1981): La théorie physique. Son objet. Sa structure. Paris, Vrin, p. 273.
3
Ibíd., p. 277.
27
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4
Maurice Arthus (1921): De l’anaphylaxie à l’immunité. Paris, Masson, p. XIV.
5
Ibíd., p. XV.
28
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6
Jules Soury (1891): Les fonctions du cerveau. Doctrines de l’école de Strasbourg,
doctrines de l’école italienne. Paris, Lecrosnier et Babé, p. VIII.
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1
LA INVENCIÓN DE LAS PARADOJAS
1
Denis Diderot: “Le rêve de d’Alembert”. En: Œuvres philosophiques. Paris, Garnier,
pp. 360-361.
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LA TRADICIÓN FILOSÓFICA
Aristóteles sostuvo que los sueños reflejan la actividad sensorial
fuera de cualquier sensación presente. Son comparables a las impresio-
nes que persisten cuando el objeto que las provocó ha desaparecido.
Así, son también comparables a las alucinaciones, a las ilusiones pro-
ducidas por la pasión, por la emoción o la enfermedad. Pero el sueño
pertenece propiamente al dormir. Durante el dormir la inactividad de
los sentidos deja entrever los movimientos grabados en los órganos
sensoriales por las impresiones sensibles, así como las propias sensa-
ciones del cuerpo. La sensibilidad se vuelve apta para percibir los suti-
les movimientos que se producen en los órganos. Después de comer o
en los niños no hay sueños, porque el calor producido por los alimen-
tos es demasiado considerable; éste agita la sensación, la desorganiza y
la aniquila2. Contrariamente, en los animales de sangre roja, cuando la
sangre se ha calmado o cuando se ha producido la separación entre las
partes más ligeras y más pesadas de ella, subiendo las unas al cerebro y
refluyendo las otras hacia las partes inferiores, el principio de sensibi-
lidad no es ni enturbiado ni obturado. Se vuelve apto para captar los
más pequeños movimientos que se producen los órganos sensoriales
que suscitan así la vista, la audición, la percepción de imágenes y su
interpretación en el pensamiento. El Tratado de los sueños muestra cla-
2
Aristóteles, “Des rêves”. En: Petits traités d’histoire naturelle. Trad. R. Mugnier
(1965). Paris, Les Belles Lettres, pp. 83-84.
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3
Lucrecio, De Rerum natura. Libro IV, vers. 962-1036.
4
René Descartes: “Traité de l’Homme”. En: Œuvres. Edición de Ferdinand Alquié,
Paris, Garnier, t. 1 p. 475.
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5
Buffon (1812): Morceaux choisis. Paris, Renouard, pp. 78-83.
6
J. G. Frazer (1961): The golden bough. New-York, Anchor Books, p. 89.
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ligero. Si las razones de los unos y los otros no siempre concuerdan, sus
conclusiones se aproximan. No hace más de treinta años que sabemos
que esta visión es errónea, y esto se lo debemos al trabajo de los neu-
rofisiólogos, y en particular al de Michel Jouvet.
Sin embargo, a mediados del siglo XIX se abordó de diversas mane-
ras el estudio fisiológico del sueño. Los médicos y los fisiólogos que se
plantean el problema de las funciones y operaciones del dormir esbo-
zan el programa: ¿es el dormir una acción o una interrupción de la
acción?7. ¿Es un fenómeno activo o pasivo? La respuesta a estas cues-
tiones fue durante mucho tiempo imprecisa. No hace tanto tiempo,
en la década de los cincuenta algunos neurofisiólogos como Frédéric
Bremer consideraban todavía positivamente la teoría pasiva del dor-
mir. Pero a finales de esa década los neurofisiólogos comprendieron
que el sueño era un fenómeno activo y que estaba compuesto por
varios estadios diferentes. Y si el dormir y el sueño son procesos neu-
robiológicos activos, queda planteado el problema de su función bio-
lógica. Un gran hipnólogo, Nathaniel Kleitman, consideró escéptica-
7
En su prefacio del libro de Macario (1857), Du sommeil, des rêves et du somnambu-
lisme dans l’état de santé et de maladie (Lyon-Paris, Périssé Frères, pp. VIII-IX), el doctor
Laurent Cerise escribe estas líneas: “Se ha dicho y repetido que el dormir es el reposo de
los órganos de la vida de relación, que es la manifestación más marcada de la ley de inter-
mitencia que preside las funciones del sistema nervioso en general y del cerebro en par-
ticular. Quisiera creer que todo eso es verdad. Evidentemente el dormir es el reposo, es la
intermitencia en las operaciones del entendimiento, en los fenómenos de la sensibilidad,
en los esfuerzos de la locomoción. Sin embargo, me parece que la inacción sola, es decir,
la suspensión voluntaria o forzada de los movimientos, del pensamiento y de las sensa-
ciones, bastaría para bajar el telón de la escena animada de la vida, y para reprimir en las
profundidades del organismo el movimiento que agitaría la superficie. Entre el reposo y
el dormir hay un abismo, cuya extensión les ruego que perciban. Es inmensa. El animal
que duerme reposa sin duda, pero también hace otra cosa y más que esto. Para mí, no se
trata de saber si la transformación extraña que llamamos dormir es un intervalo de repo-
so, sino de saber si, durante este reposo, no hay en el sistema nervioso en general y en el
cerebro en particular una parte de acción especial, un trabajo distinto, claro, que tiene
por objeto el interés de todo el organismo. Dicho de otra manera, ¿el dormir es una fun-
ción o una interrupción de función, una operación activa o una inacción momentánea?
Aquí está la cuestión primera, la cuestión fisiológica por excelencia. Para mí, la solución
no es difícil. El dormir es una función nerviosa, con toda la fuerza del término”. No se
podría plantear mejor el problema de las funciones del dormir.
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mente la idea que postula que el sueño podría tener una función bio-
lógica8. El propio Aristóteles, por más finalista que haya sido, emitió la
hipótesis según la cual el sueño podía encontrarse desprovisto de
causa final. Kant opina de forma diferente cuando se pregunta si los
sueños “no habrían sido establecidos por la naturaleza” para el mante-
nimiento de la actividad de los órganos vitales, y si el dormir sin sueño
no provocaría la extinción de la vida9.
Pero la idea de que el sueño posee una función dentro de la biolo-
gía cerebral es tan reciente como revolucionaria. Constituye una
novedad decisiva con respecto a la tradición filosófica, que definía
generalmente al sueño como la actividad del alma durante el dormir.
Menos proclives que sus homólogos estadounidenses a considerar el
dormir y el sueño bajo el ángulo psiquiátrico y psicoanalítico, los hip-
nólogos franceses insistieron particularmente en la dimensión bioló-
gica del sueño y comprendieron que posee una función biológica sui
géneris.
8
N. Kleitman (1963): Sleep and wakefulness. University of Chicago Press, 2.ª ed.,
p. 107.
9
Kant (1960): Critique du jugement. Trad. Philonenko, Paris, Vrin, p. 186.
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10
A. Maury (1878): Le sommeil et les rêves. 4.ª ed. Paris, Didier, pp. 161-162. Sobre
Maury, véase Y. Pélicier (1983): La serrure et le songe. Paris, Economica, pp. 217-221.
45
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11
W. Dement (1967): “Psychophysiologie du rêve”. En: R. Caillois y G.E. von
Grunebaum (eds.), Le rêve et les sociétés humaines. Paris, Gallimard, pp. 73, 86.
12
A. Maury, op. cit., p. 45.
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estado momentáneo del cerebro en el que, escribe él, “el cerebro puede
reproducir independientemente de la voluntad, de manera autónoma,
actos de la vida mental e impresiones sensibles”13.
El sinólogo Hervey de Saint-Denys fue también un psicólogo sutil
y penetrante del sueño. En su obra Les rêves et les moyens de les diriger
(1867) intentó demostrar que la voluntad, así como otras facultades
del alma (la atención, la inteligencia), está activa durante el sueño, y
que el soñador que estuviese suficientemente atento a sus propios sue-
ños podría guiar su contenido. Hervey de Saint-Denys mostró parti-
cularmente que el soñador que se ejercitaba en recordar los sueños
adquiría una capacidad de rememoración y precisión en la percepción
de éstos cada vez más certera. Una larga práctica de observador de sus
propios sueños condujo a Hervey de Saint-Denys a sostener que no
existen el dormir sin sueño, idea que es todavía debatida y controver-
tida por los psicofisiólogos. Según él, el pensamiento no se apaga
jamás de una manera absoluta14. Esto tiene una original consecuencia,
pues contraría las opiniones corrientes: cuanto más completo y pro-
fundo es el dormir, más claro, vivo y sensible es el sueño15. Pero la dis-
tinción entre sueño y alucinación hipnagógica, propuesta por Maury,
ya no tiene sentido para Hervey, puesto que toda actividad mental que
se produce en el curso del dormir, tanto en su comienzo como en su
final, puede ser considerada como un sueño.
Hervey de Saint-Denys fue, sin duda, un “soñador lúcido” si por
ello entendemos que alguien posee la facultad de preservar, durante el
sueño, una cierta cualidad de conciencia de lo real que hace que éste
sepa que sueña. Esta lucidez se acompaña, como él mismo escribió, de
una cierta libertad de espíritu16. Extremadamente crítico sobre las opi-
niones materialistas que apuntaban a fundar la psicología del sueño
basándose en consideraciones obtenidas de la psicología cerebral,
Hervey quiso explorar el onirismo solamente con los recursos de la
13
Ibíd., p. 170.
14
H. de Saint-Denys (1977): Les rêves et les moyens de les diriger. Editions
d’Aujourd’hui, Le Plan de la Tour (Var), p. 68.
15
Ibíd., p. 143.
16
Ibíd., p. 59.
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17
E. Cox (1878): A monograph on sleep and dream: their physiology and pathology.
Londres, Longman, p. 33.
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18
M. de Manacéïne (1896): Le sommeil, tiers de notre vie. Pathologie, physiologie,
hygiène, psychologie. Paris, Masson, p. 39.
19
E. Berger y R. Loewy (23 de abril de 1898): Comptes-rendus des séances de la Société
de biologie, décima serie, t. V, pp. 448-450.
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20
M. de Manacéïne (1896), op. cit. , p. 276. Cf. igualmente pp. 277-278: “El hombre
reproduce frecuentemente en sus sueños los estados precedentes de su desarrollo personal
así como los de su especie”.
21
Ibíd., p. 281.
22
Cf. N. Vaschide (1911): Le sommeil et les rêves. Paris, Flammarion, pp. 102-103.
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23
S. Freud. Le rêve et son interprétation. Paris, Gallimard, col. Folio Essais, p. 101.
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24
E. Claparède (1905): “Esquisse d’une théorie biologique du sommeil”. Archives de
Psychologie 4, p. 325.
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25
N. Vaschide, op. cit., p. 78.
26
H. Piéron (1913): Le problème psychologique du sommeil. Paris, Masson.
27
N. Kleitman (1963), op. cit., p. 4.
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28
N. Kleitman (1939), op. cit., 1ª ed., University of Chicago Press, p. 156.
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29
A. L. Loomis, E. Newton Harvey y G. A. Hobart III (1937): “Cerebral states
during sleep, as studied by human brain potentials”. Journal of experimental psychology 21,
p. 142.
55
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30
N. Kleitman (1939), op. cit., 1.ª ed., p. 159.
31
C. Kayser (junio de 1951): “Le sommeil”. Strasbourg Médical, pp. 5-8.
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32
E. Aserinsky y N. Kleitman (1953): “Regularity occuring periods of eye motility,
and concomitant phenomena, during sleep”. Science 118, pp. 273-274.
57
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33
W. Dement y N. Kleitman (1955): “Incidence of eye motility during sleep in
relation to varying EEG pattern”. Federation Proceedings 14, p. 37.
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34
E. Aserinsky y N. Kleitmann (1955): “Two types of ocular motility occuring in
sleep”. Journal of Applied Physiology 8, p. 8.
35
Ibíd., p. 8.
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36
Ibíd., p. 10.
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37
W. Dement y N. Kleitman (1957): “Cyclic variations in EGG during sleep and
their relation to eye movements, body motility, and dreaming”. Electroencephalography
and Clinical Neurophysiology 9, p. 689.
62
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38
William Dement, M. D. (1958): The physiology of dreaming. PhD, Universidad de
Chicago, Departamento de Fisiología, pp. 23-25.
39
W. Dement (1958): “The occurrence of low voltage, fast, electroencephalogram
patterns during behavioral sleep in the cat”. Electroencephalography and Clinical
Neurophysiology 10, p. 292.
63
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40
W. Dement (1955): “Dream recall and eye movements during sleep in schizophrenics
and normals”. Journal of Nervous and Mental Disease 122, p. 266.
64
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41
W. Dement (1960): “The effect of dream deprivation”. Science 131, pp. 1705-
1707.
65
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42
K. L. Chow, W. Dement y S. Mitchell (1959): “Effects of lesions of the rostral
thalamus on brain waves and behavior in cats”. Electroencephalography and Clinical
Neurophysiology 11, pp. 107-120.
66
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43
Los fisiólogos hispanohablantes utilizan el término “sueño paradójico”, pero en
la traducción se ha optado por “dormir” para “sommeil”, con el fin de diferenciarlo de
“rêve” (sueño). (N. del E.)
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importante del arte del neurofisiólogo, que desde ese ángulo puede ser
considerado como un etólogo, un especialista del comportamiento.
Desde el principio, Jouvet intentó combinar los diversos métodos
que tenía a su alcance: el pavloviano de investigación del condiciona-
miento, la electrofisiología, la experimentación agresiva (fisiología
experimental propiamente dicha). El recurso a las formas más duras de
la fisiología experimental (resecciones de cerebro, destrucción de la
parte del encéfalo anterior al puente) tiene necesidad de dominar la
fisiología animal en condiciones extremas de supervivencia y reanima-
ción. Además de etólogo, el neurocirujano es también reanimador.
Sin embargo el objeto de la curiosidad de Jouvet fue ante todo el ani-
mal, sus condiciones de vida, su comportamiento, del cual el sueño es
sólo un aspecto, lo que hay de innato y específico en esos comporta-
mientos generales, así como los mecanismos de adaptación que los
sostienen. Michel Jouvet aborda la neurofisiología como un biólogo
preocupado por tomar en consideración todas las dimensiones de los
fenómenos.
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44
F. Bremer (1949): “Considérations sur l’origine et la nature des ondes cérébrales”.
Electoencephalography and Clinical Neurophysiology 1, pp. 183-184.
69
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45
G. Moruzzi y H. W. Magoun (1949): “Brain stem reticular formation and
activation of the EGG”. Electroencephalography and Clinical Neurophysiology 1, pp.
455-473. Sobre las consecuencias y las circunstancias de este descubrimiento cf. G.
Lemaine et al. (1977): Stratégies et choix dans la recherche. À propos des travaux sur le
sommeil. Paris-La Haye, Mouton, pp. 66-68.
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46
R. Hernández-Peón, H. Scherrer y M. Jouvet (1956): “Modification of electric
activity in cochlear nucleus during ‘attention’ in unanesthetized cats”. Science 123,
pp. 331-332.
47
M. Jouvet (1956): Etude électroencéphalographique de l’établissement des liaisons
temporaires dans le système nerveux central. Lons-le-Saunier, Imprenta Maurice Declume,
p. 7.
71
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48
Ibíd., p. 56.
49
M. Jouvet y F. Michel (1958): “Recherches sur l’activité électrique cérébrale au
cours du sommeil ”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 152, p. 1170.
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50
M. Jouvet y F. Michel (1959): “Corrélations électromyographiques du sommeil
chez le chat décortiqué et mésencéphalique chronique”. Comptes-rendus de la Société de
Biologie153, pp. 422-423.
51
Ibíd., p. 425.
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Sean cuales sean los mecanismos considerados para esta fase para-
dójica, el reconocimiento inmediato de su carácter paradójico era el
signo de una notable penetración. Paradójica, en efecto, era la coexis-
tencia de una actividad cerebral rápida y de la desaparición total del
tono muscular. Esta intuición seminal orientó durante mucho tiempo
la reflexión y la investigación del neurofisiólogo. La activación visible
en el electroencefalograma, la actividad rápida de todo el cerebro, eran
tan misteriosas de por sí como lo era el silencio muscular. Su coexis-
tencia lo era aún más.
¿A qué podría corresponder ese sueño rápido? ¿Era otra cosa que la
pura creación del experimentador, disecando los mecanismos y estruc-
turas del dormir? Una iniciativa experimental permitía descubrirlo:
mediante la ablación del córtex el experimentador retira la inhibición
que afecta a la actividad de las estructuras profundas del cerebro en el
dormir lento.
Empero, este fenómeno era tan singular que debía tener una exis-
tencia propia. Era necesario encontrarlo nuevamente bajo condicio-
nes normales. Y es de hecho lo que se logró estudiando la actividad
eléctrica de las diferentes estructuras cerebrales en el curso del dor-
mir del gato. Se pudo observar de esta manera que la fase paradójica
sucede siempre a una fase duradera de dormir lento. El umbral de
despertar a un estímulo auditivo es más elevado que el sueño lento.
La amplitud de los potenciales evocados recogidos a nivel del córtex
y de la formación reticular en respuesta a un estímulo auditivo está
notablemente disminuida. Se recupera la actividad cortical rápida,
idéntica a la del estado de vigilia.
Esta actividad, declaran Michel Jouvet y François Michel, “fue
señalada en el nivel del cuero cabelludo por Dement en el gato, y por
Dement y Kleitman en el hombre. Estos autores describen igualmen-
te los mismos movimientos rápidos de los ojos y aportan numerosos
argumentos que permiten pensar que esta actividad rápida es simultá-
nea al sueño en el hombre. Para Dement y Kleitman, esta actividad
rápida representaría un estadio intermedio entre la vigilia y el dormir.
Nosotros pensamos más bien que se trata de un estadio del dormir
más profundo, dadas la elevación del umbral de vigilia y los fenóme-
nos periféricos. Por ello resulta muy paradójica semejante actividad
74
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52
M. Jouvet, F. Michel y J. Courjon (1959): “Sur un stade d’activité électrique
cérébrale rapide au cours du sommeil physiologique”. Comptes-rendus de la Société de
Biologie 153, p. 1028.
53
W. Dement (1983): “A life in sleep research”. En: M. H. Chaise y E. D. Weitzmann
(eds.), Advances in Sleep Research 8, p. 528.
54
M. Jouvet, F. Michel y D. Mounier (1960): “Analyse électroencéphalographique
comparée du sommeil physiologique chez le chat et chez l’homme”. Revue Neurologique
103, p. 196.
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dormir arcaico, el dormir paradójico. Los dos tipos del dormir refle-
jarían la historia del cerebro. Hacer de la fase paradójica un sueño
arcaico equivale a llamar la atención sobre el tema de las dimensiones
filogenética y ontogenética de los fenómenos. Y esto no caerá en el
olvido. Filogénesis y ontogénesis se revelarán como los caminos prin-
cipales para penetrar en el continente del sueño.
Desgraciadamente, el paralelismo postulado por Michel Jouvet
entre la evolución de las estructuras cerebrales y la evolución de los
estados del dormir no podrá verificarse. El arqueodormir no es más
arcaico que el neodormir. Jouvet descubrirá en el curso de sus investi-
gaciones sobre la filogénesis del dormir la falacia de estas hipótesis y
hasta qué punto la interpretación del dormir paradójico está sembra-
da de trampas. A pesar de la localización de sus centros ejecutores en
las partes antiguas del cerebro, el dormir paradójico parece más
reciente en la filogénesis que el dormir lento. El estudio de la filogéne-
sis y el de la ontogénesis harán, más bien, aparecer extrañas correlacio-
nes entre el dormir paradójico y la homeotermia, entre el dormir para-
dójico y la maduración cerebral. Estas correlaciones resultarán plenas
de nuevas interrogaciones sobre las funciones biológicas del sueño,
sobre el lugar del sueño en la fisiología cerebral, la economía compor-
tamental y la adaptación biológica.
En estas primeras reflexiones sobre la fase paradójica se observa
cómo el pensamiento del neurofisiólogo se encuentra con varias pistas.
Estas ideas, estas intuiciones son tan ricas en promesas como en dificul-
tades. Detrás de las ambigüedades inherentes al procedimiento experi-
mental se contempla el trabajo de un pensamiento que intenta dominar
los procederes y las concepciones de la neurofisiología, para resituar los
hechos descubiertos en perspectivas más vastas y sintéticas. Esta liber-
tad que el neurofisiólogo se toma en relación con su propio descubri-
miento será uno de los rasgos constantes de su modo de proceder, una
fuente de su creatividad. Guiado por la intuición así como por la expe-
riencia, intenta avanzar adivinando lo esencial, y toma atajos para
esquivar los meandros que le parecen poco significativos. Esta arries-
gada manera de proceder expone al fisiólogo a más fracasos que éxi-
tos. Pero él sabe que para arrancarle los secretos a la naturaleza se
deben combinar constancia y flexibilidad, violencia y delicadeza.
76
Neurofilosofía del sueño
55
Ibíd., p. 202.
77
Claude Debru
56
Ibíd., p. 202.
57
M. Jouvet (1962): “Sur l’existence d’un système hypnique pontolimbique.
Ses rapports avec l’activité onirique”. En: Physiologie de l’hyppocampe. Colloques
internationaux du CNRS, nº. 107, Paris, Editions du CNRS, p. 326.
78
Neurofilosofía del sueño
58
C. Batini, G. Moruzzi, M. Palestini, G. F. Rossi y A. Zanchetti (1959): “Effects of
complete pontine transections on the sleep-wakefulness rhythm: the midpontine
pretrigeminal preparation ”. Archives Italiennes de Biologie 97, pp. 1-12.
79
Claude Debru
córtex cerebral
tálamo
ant.
hipotálamo
post. hipófisis
puente
mesencéfalo bulbo
Figura 1: Estructuras del sistema nervioso central implicadas en la regulación de los esta-
dos de vigilancia: desencadenamiento del despertar (rayado vertical), del dormir lento S1
(rayado horizontal), del dormir lento S2 (punteado) y del dormir paradójico (zonas gri-
ses). (Según Mme. M. Sallanon.)
CO quiasma óptico
FRM formación reticular mesencefálica
LC núcleo locus coeruleus
Mc formación reticular magnocelular
NTS núcleo del fascículo solitario
Pbl núcleo parabraquial lateral
Pc núcleo pontis caudalis
Po núcleo pontis oralis
PGCL núcleo paragigantocelular
RD núcleo del rafe dorsalis
RM núcleo del rafe magnus
RPa núcleo del rafe pallidus
TDL región tegmentaria póntica dorsolateral
Tb telencéfalo basal
TPD región tegmentaria póntica dorsal
80
Neurofilosofía del sueño
81
Claude Debru
82
Neurofilosofía del sueño
59
M. Jouvet (1962): “Recherches sur les structures nerveuses et les mécanismes
responsables des différentes phases du sommeil physiologique”. Archives Italiennes de
Biologie 100, pp. 178-179.
83
Claude Debru
60
M. Jouvet (1965): “Etude de la dualité des états du sommeil et des mécanismes de
la phase paradoxale”. En: Aspects anatomofonctionnels de la physiologie du sommeil.
Colloques internationaux du CNRS, nº. 127, Paris, Editions du CNRS, pp. 416-417.
61
Ibíd., p. 420.
84
Neurofilosofía del sueño
62
Los estudios sobre la ontogénesis del dormir paradójico han sido realizados desde
1961 en la perspectiva del “arqueodormir”. Cf. D. Jouvet, J.-L. Valatx y M. Jouvet (1961):
“Étude polygraphique du sommeil du chaton”. Comptes-rendus des Séances de la Société de
Biologie 155, pp. 1660-1664.
85
Claude Debru
63
G.E.W. Wolstenholme y M. O’Connor (eds.) (1961): Ciba Foundation symposium
on the nature of sleep. Londres, Churchill, p. 207.
86
Neurofilosofía del sueño
64
Ibíd., p. 370.
65
N. Kleitman (1963): Sleep and Wakefulness. University of Chicago Press, p. 94.
66
Ibíd., p. 103.
87
Claude Debru
67
Ibíd., p. 107.
68
Cf. F. Snyder (1967): “In quest of dreaming”. En: H. A. Witkins y H. B. Lewis
(eds.), Experimental studies of dreaming. New-York, p. 63.
69
W. Dement (1965): “Studies on the function of rapid eye movement (paradoxical)
sleep in human subjects”. En: Neurophysiologie des états de sommeil. Paris, Editions du
CNRS, pp. 598-599.
70
Ibíd., p. 599.
88
2
¿CON QUÉ SUEÑAN LOS GATOS?
89
Claude Debru
1
Aristóteles Des rêves. En: Petits Traités d’histoire naturelle. Trad. de R. Mugnier
(1965). Paris, Les Belles Lettres, p. 78.
2
Ibíd., p. 86.
90
Neurofilosofía del sueño
3
Leibniz. Philosophische Schriften. Ed. Gerhart (1965), Hildesheim, Olms, t. 6,
p. 533.
91
Claude Debru
La transformación psicofísica
4
Ibíd., t. 5, pp. 102-107.
5
Hermann Lotze (1876): Principes généraux de psychologie physiologique. Trad. de
A. Penjon, Paris, Germer Baillière et Cie, pp. 92-93.
6
Ibíd., p. 72.
92
Neurofilosofía del sueño
7
Hermann Lotze (1852): Medicinische Psychologie, oder Psysiologie der Seele. Leipzig,
Weidmann’sche Buchhandlung, p. 203.
8
Gustav Fechner (1851): Zend-Avesta oder über die Dinge des Himmels und des
Jenseits vom Standpunkt der Naturbetrachtung. Zweite Auflage, ed. a cargo de von Kurt
Lasswitz. Hamburg-Leipzig, L. Voss, t. 2, pp. 173-174.
93
Claude Debru
9
Ibíd., t. 2, p. 152.
10
Ibíd., t. 2, p. 178.
11
Henri Bergson (1896): Matière et mémoire. Paris, Alcan, p. 16.
94
Neurofilosofía del sueño
12
Henri Bergson (1957): Ecrits et paroles. Paris, PUF, t. 1, p. 147.
13
Henri Bergson (1962): L’énergie spirituelle. Paris, PUF, p. 104.
95
Claude Debru
14
H. Blake, R. W. Gerard y N. Kleitman (1939): “Factors influencing brain poten-
tials during sleep”. Journal of Neurophysiology 2, p. 53.
96
Neurofilosofía del sueño
15
D. Foulkes (1962): “Dream reports from differents stages of sleep”. Journal of
Abnormal and Social Psychology 65, p. 14-25.
16
D. Foulkes (1966): “The psychology of sleep”. New-York, Scribner’s, pp. 43-44.
97
Claude Debru
17
Ibíd., p. 90.
18
Ibíd., p. 110.
98
Neurofilosofía del sueño
19
Ibíd., p. 50.
20
Ibíd., p. 167.
21
G. Lemaine et al. (1977): Stratégies et choix dans la recherche. À propos des travaux
sur le sommeil. Paris-La Haye, Mouton, p. 107.
99
Claude Debru
22
Colloques internationaux du CNRS, n° 127 (1965): Aspects anatomofonctionnels
de la physiologie du sommeil. Paris, Editions du CNRS, p. 639.
100
Neurofilosofía del sueño
23
E. Aserinsky (1965): “Brain wave patterns during the rapid eye movement period
of sleep”. The Physiologist 8, 104.
24
E. Aserinsky (1967): “Physiological activity associated with segments of the rapid eye
movement period”. En: S. S. Kety, E. V. Evarts y H. L. Williams (eds.): Sleep and altered
states of consciousness. Association for Research on Nervous and Mental Disease Research
Publication, vol. XLV, Baltimore, Williams y Wilkins, p. 347.
101
Claude Debru
25
S. Molinari y D. Foulkes (1969): “Tonic and phasic events during sleep:
psychological correlates and implications”. Perceptual and Motor Skills 29, p. 354.
102
Neurofilosofía del sueño
26
Ibíd., p. 362.
103
Claude Debru
27
G. Lemaine et al. (1977): op. cit., p. 119.
28
P. Salzarulo, C. Cipolli, G. C. Lairy y M. Pêcheux (1973): “L’étude psycho-
physiologique de l’activité mentale du sommeil: analyse critique des méthodes et théories”.
L’évolution Psychiatrique 38, pp. 60 y 65.
29
Ibíd., p. 64.
104
Neurofilosofía del sueño
105
Claude Debru
106
Neurofilosofía del sueño
107
Claude Debru
30
H. P. Roffwarg, W. C. Dement , J. N. Muzio y C. Fischer (1962): “Dream imagery:
relationship to rapid eye movements of sleep”. Archives of General Psychiatry 7, p. 239.
31
Ibíd., p. 250
32
Ibíd., p. 252.
33
Ibíd., p. 254.
108
Neurofilosofía del sueño
34
J. P. Cordeau, J. Walsh y H. Mahut (1965): “Variation dans la transmission des
messages sensoriels et fonction des différents états de sommeil”. En: Aspects
anatomofonctionnels de la physiologie du sommeil. Colloques internationaux du CNRS,
n.° 127, Paris, Editions du CNRS, p. 504.
35
M. Jeannerod y J. Mouret (1962): “Etude des mouvements oculaires observés chez
l’homme au cours de la veille et du sommeil”. Comptes-rendus des Séances de la Société de
Biologie 156, p. 1409.
109
Claude Debru
36
M. Jeannerod y J. Mouret (1963): “Etude comparative des mouvements oculaires
observés chez le chat au cours de la veille et du sommeil”. Journal de Physiologie (Paris) 55,
p. 268.
37
M. Jeannerod y J. Mouret (1963): “Recherches sur les mécanismes des
mouvements des yeux observés au cours de la veille et du sommeil”. Pathologie-Biologie
11, p. 1056.
110
Neurofilosofía del sueño
38
W. Dement (1965): “Studies on the function of rapid eye movement (paradoxical),
sleep in human subjects”. En: Aspects anatomofonctionnels de la physiologie du sommeil.
Paris, Editions du CNRS, p. 610.
111
Claude Debru
39
D. C. Brooks y E. Bizzi (1963): “Brain stem electrical activity during deep sleep”.
Archives Italiennes de Biologie 101, p. 661.
40
J. Mouret, M. Jeannerod y M. Jouvet (1963): “L’activité électrique du système
visuel au cours de la phase paradoxale du sommeil chez le rat”. Journal de Physiologie
(Paris) 55, pp. 305-306.
112
Neurofilosofía del sueño
41
F. Michel, A. Rechtschaffen y P. Vimont-Vicary (1964): “Activité électrique des
muscles oculaires extrinsèques a cours du cycle veille-sommeil”. Comptes-rendus des
séances de la Société de Biologie 158, pp. 106-109.
42
J.A. Hobson. “L’activité électrique phasique du cortex et du thalamus au cours du
sommeil désynchronisé chez le chat”. Ibíd., p. 2131.
43
M. Jeannerod , J. Mouret y M. Jouvet (1965): “Etude de la motricité oculaire au
cours de la phase paradoxale du sommeil chez le chat”. Electroencephalography and
Clinical Neurophysiology 18, p. 561.
113
Claude Debru
114
Neurofilosofía del sueño
44
W. C. Dement (1964): “Experimental dream studies.” En: J. H. Masserman (ed.),
Sciences and psychoanalysis, t. 7: Development and research. New-York-London, Grune y
Stratton, pp. 147-148. La idea había sido sugerida por Allan Rechtschaffen.
45
W. C. Dement (1965): op. cit. En: Aspects anatomofonctionnels de la physiologie du
sommeil. Paris, Editions du CNRS, p. 610.
46
J. Mouret (1964): Les mouvements oculaires au cours du sommeil paradoxal.
Recherches sur leur nature et leurs mécanismes chez le rat et chez l’homme. Lyon, Imprimerie
des Beaux-Arts, pp. 109-110.
47
Ibíd., p. 113.
115
Claude Debru
48
W. C. Dement (1964): op. cit. En: J. H. Masserman (ed.): Sciences and psychoanalysis,
p. 149.
49
J. Mouret (1964): op. cit., p. 37.
116
Neurofilosofía del sueño
APO P1 P3
LC KF
nRD
PBL
Ldt
LSC LC␣
BC PBL LSC
117
Claude Debru
50
J. Matsumoto y M. Jouvet (1964): “Effets de réserpine, DOPA et 5-htp sur les deux
états de sommeil”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 158, pp. 2137-2140.
51
F. Delorme, M. Jeannerod y M. Jouvet (1965): “Effets remarquables de la réserpine
sue l’activité EEG phasique ponto-géniculo-occipitale”. Comptes-rendus des Séances de la
Société de Biologie 159, p. 900.
52
M. Jeannerod (1965): Organisation de l’activité électrique phasique du sommeil
paradoxal, étude électrophysiologique et neuropharmacologique. Lyon, Imprimerie LMD, p. 35.
118
Neurofilosofía del sueño
53
Ibíd., p. 45. Existe igualmente una inhibición tónica del sistema visual, propia del
síndrome reserpínico.
54
Ibíd., p. 76.
55
Ibíd., pp. 77-78.
119
Claude Debru
56
D. Dusan-Peyrethon, J. Peyrethon y M. Jouvet (1967): “Etude quantitative des
phénomènes phasiques du sommeil paradoxal pendant et après sa déprivation
instrumentale”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 161, p. 2530.
57
S. Kiyono y M. Jeannerod (1967): “Relations entre l’activité géniculée phasique et les
mouvements oculaires chez le chat normal et sous réserpine”. Comptes-rendus des Séances de
la Société de Biologie 161, p. 1607.
120
Neurofilosofía del sueño
58
Ibíd., p. 1610.
121
Claude Debru
59
M. Jeannerod y S. Kiyono (1969): “Décharge unitaire de la formation réticulée
pontique et activité phasique ponto-géniculo-occipitale chez le chat sons réserpine”.
Brain Research 12, p. 124.
60
Ibíd., p. 124.
122
Neurofilosofía del sueño
las vías PGO, los movimientos oculares tan característicos del dormir
paradójico. Ahora bien, los movimientos oculares en el estado de vigilia
provocan también variaciones fásicas de potencial eléctrico en el sistema
visual, en los cuerpos geniculados y el córtex occipital. A fin de tener una
visión clara de los acontecimientos que afectan a los cuerpos geniculados
laterales, era necesario estudiar esos potenciales asociados a los movimien-
tos oculares en los diversos estados de alerta donde se pudiesen observar,
así como las analogías o las diferencias con las PGO propiamente dichas.
Este estudio largo y complejo, que duró más de cinco años, desembocó en
el descubrimiento, en el interior de la fase paradójica, de potenciales de
movimientos oculares que poseen las mismas características que los de la
vigilia y que están entrelazados con las PGO. La existencia de tales poten-
ciales sería el signo de una asociación entre los movimientos de los ojos y
la imaginería visual. De esta manera, volvía a plantearse el problema del
paralelismo psicofísico y el de la significación de los movimientos ocula-
res del sueño. ¿Cómo se había producido ese resurgimiento?
123
Claude Debru
se propagan por medio de otras vías nerviosas desde los núcleos ocu-
lomotores del tronco cerebral hacia el sistema visual (cuerpos genicu-
lados laterales y córtex y visual) tienen otra función y otro significado
que el de determinar los movimientos de los ojos. Se pudieron consi-
derar como descargas corolarias, asegurando la coordinación y la inte-
gración de la información motora y de la información sensorial. La
descarga propiamente oculomotora tendría como consecuencia una
descarga destinada al sistema visual, que estaría conectado con el ocu-
lomotor. Esta imbricación aseguraría la estabilidad del mundo visual
tal como es percibido subjetivamente, pese a los incesantes desplaza-
mientos de la mirada. Permitiría la atribución de los desplazamientos
de la imagen retiniana a los movimientos de los ojos, y no al de los
objetos. La necesidad de un mecanismo de este género había sido ya
reconocida por Helmholtz en su Manual de óptica fisiológica61.
En un momento en el que los potenciales PGO y los potenciales de
movimientos oculares no estaban todavía bien distinguidos, Bizzi,
que estudiaba estos fenómenos eléctricos a nivel geniculado, propuso
que los cuerpos geniculados laterales constituían “una región de inte-
gración visomotora”. Se preguntó si dicha integración “representa una
particularidad de los movimientos oculares del dormir, en relación
con el mecanismo de formación de las imágenes del sueño”. En efecto,
este tipo de integración visomotora podría presentarse durante los
movimientos oculares del animal despierto. En ese caso, los potencia-
les de origen no retiniano que alcanzan las neuronas geniculadas
“representarían un caso de descarga central que alcanzaría al sistema
visual simultáneamente a la descarga eferente que da nacimiento a un
movimiento de los ojos. La existencia de semejantes descargas centra-
les ‘corolarias’ fue postulada para rendir cuentas sobre la constancia
perceptiva del entorno durante los movimientos oculares”62.
Los electrofisiólogos comprendieron, justamente, que no bastaba
con estudiar los potenciales geniculados durante el dormir paradójico,
61
M. Jeannerod y P. T. S. Putkonen (1970): “Oculomotor influences on lateral geniculate
body neurons”. Brain Research 24, p. 125.
62
E. Bizzi (1966): “Discharge patterns of single geniculate neurons during the rapid
eye movements of sleep”. Journal of Neurophysiology 29, p. 1092.
124
Neurofilosofía del sueño
sino que había también que compararlos con los potenciales que se
presentan durante los movimientos oculares en la vigilia. Estos poten-
ciales han sido particularmente estudiados por Jeannerod, así como
por Brooks, quien, después de haber creído en la identidad del fenó-
meno entre la vigilia y el dormir paradójico, se empeñó en distinguir
las PGO del dormir de los fenómenos eléctricos asociados a los movi-
mientos oculares de la vigilia63. Esta distinción fue establecida por
Marc Jeannerod y Kazuya Sakaï en 196964.
63
D. C. Brooks y M. D. Gershon (1971): “Eye movement potentials in the oculomotor
and visual systems of the cat: a comparison of reserpine induced waves with those present
during wakefullness and rapid eye movement sleep”. Brain Research 27, pp. 223-239.
64
M. Jeannerod y K. Sakaï (1970): “Occipital and geniculate potentials related to eye
movements in the unanaesthetized cat”. Brain Research 19, pp. 361-377.
125
Claude Debru
los EMP en el sistema visual. Toda una serie de argumentos les condu-
jeron a admitir que los EMP serían descargas corolarias de la descarga
oculomotora propiamente dicha, partiendo de estructuras pónticas y
destinadas a los cuerpos geniculados laterales y al córtex visual, por vías
aparentemente independientes para ambos destinos65. Quedaba pen-
diente profundizar en el estudio de la organización neurofisiológica de
los EMP, así como de sus características distintivas respecto de las PGO.
Jeannerod estudió la actividad unitaria de neuronas aisladas en los
cuerpos geniculados laterales durante los movimientos oculares y en
ausencia de todo estímulo visual. En esas condiciones existe una pobla-
ción de neuronas geniculadas en las que la frecuencia de descarga aumen-
ta a consecuencia de los movimientos oculares. Ciertas neuronas, al con-
trario, disminuyen su frecuencia de descarga después del comienzo de los
movimientos oculares66. Existe pues, una correlación neta entre movi-
mientos oculares y actividad eléctrica de las neuronas de los cuerpos geni-
culados. Estas modificaciones de la actividad geniculada son de origen
reticular, ya que una estimulación de la formación reticular modifica la
transmisión de información visual a nivel geniculado. Ciertos EMP han
sido registrados en la formación reticular en proximidad de los núcleos
oculomotores, precediendo a los que habían sido registrados a nivel geni-
culado. La descarga corolaria, destinada a los cuerpos geniculados poste-
riores y al córtex visual, tendría, de este modo, un origen reticular. Su
acción sobre la transmisión de señales visuales a nivel geniculado podría
ser una inhibición presináptica o bien una acción postsináptica, a condi-
ción de que la descarga corolaria llevase una información compleja sobre
la estructuración o la estabilización del espacio percibido67.
Durante la actividad PGO, la participación de mecanismos inhibito-
rios presinápticos a nivel de los cuerpos geniculados ha sido demostrada.
Cuando dicha actividad llega a los cuerpos geniculados, se produce una
facilitación de la transmisión entre los cuerpos geniculados y el córtex
65
Ibíd., pp. 373-374.
66
M. Jeannerod y P. T. S. Putkonen (1970): “Oculomotor influences on lateral
geniculate body neurons”. Brain Research 24, pp. 126-127.
67
M. Jeannerod y P. T. S. Putkonen (1971): “Lateral geniculate unit activity and eye
movements saccade-locked changes in dark and in light”. Experimental Brain Research 13,
p. 544.
126
Neurofilosofía del sueño
68
J. P. Laurent, F. Ayala-Guerrero y M. Jouvet (1974): “Reversible suppression of the
geniculate PGO waves and of the concomitant increase of excitability of the
intrageniculate optic nerve terminals in cats”. Brain Research 81, p. 588.
69
K. Sakaï (1973): “Phasic electrical activity in the brain associated with eye
movement in waking cats”. Brain Research 56, p. 148.
127
Claude Debru
VER EMP
Figura 3: Comparación entre la respuesta evocada visual (VER) a un flash luminoso y los
potenciales de movimientos oculares (EMP) registrados a nivel del córtex ante un estímulo
luminoso en damero, en un campo homogéneo blanco y en la oscuridad. Las flechas indi-
can el comienzo del estímulo visual en el caso de la VER y el comienzo del movimiento ocu-
lar para los EMP.
La inclinación hacia arriba de los registros corresponde a ondas “superficie positivas”. Se
remarca la similitud aparente entre el potencial evocado y los EMP en el caso de un estí-
mulo estructurado (damero), aunque también la diferencia de los potenciales de movi-
mientos oculares en las tres condiciones de registro. Esta comparación muestra la existen-
cia de tres componentes: la primera “superficie positiva” (inclinación hacia arriba) existe
para el estímulo estructurado (damero), pero se encuentra atenuada o desaparece en las
otras condiciones (blancura u oscuridad). En esas dos últimas condiciones de estudio se
observa un segundo componente de débil amplitud seguido de una onda de fuerte ampli-
tud, que subsiste solamente en la oscuridad. Según K. Sakaï (1973), Brain Research.
128
Neurofilosofía del sueño
70
M. Gadea-Ciria (1972): “Etudes des latences entre les activités ponto-géniculo-
occipitales au niveau du pont, des noyaux géniculés latéraux et des muscles droits externes
chez le chat”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 166, p. 637.
129
Claude Debru
71
J. P. Laurent, R. Cespuglio y M. Jouvet (1974): “Délimitation des voies ascendan-
tes de l’activité ponto-géniculo-occipitale chez le chat”. Brain Research 65, p. 43.
130
Neurofilosofía del sueño
72
R. Cespuglio, J. P. Laurent y M. Jouvet (1975): “Etude des relations entre l’activité
ponto-géniculo-occipitale (PGO) et la motricité oculaire chez le chat sous réserpine”.
Brain Reseach 83, p. 326.
131
Claude Debru
porcentaje de las
ondas recogidas
40
contralateral (n = 517)
30
EMP w (n = 125)
10
tiempo en milésimas
Figura 5: Histograma de las latencias entre el inicio de la onda registrada a nivel del
núcleo del VI (núcleo abducens) y la onda registrada a nivel del cuerpo geniculado duran-
te la vigilia (EMP W) y el dormir paradójico (EMP ps y PGO).
“Ipsilateral” significa que la onda PGO registrada está referida al núcleo del VI ipsilateral.
Se nota aquí la doble población de latencias, separadas claramente.
(Según K. Sakaï y R. Cespuglio, 1974. Electroencephalography and clinical neurophy-
siology).
132
Neurofilosofía del sueño
133
Claude Debru
73
K. Sakaï y R. Cespuglio (1976): “Evidence for the presence of eye movement
potentials during paradoxical sleep in cats”. Electroencephalography and Clinical
Neurophysiology 41, p. 45.
134
Neurofilosofía del sueño
74
M. Jeannerod y K. Sakaï (1971): “Potentials related to visual field motions as
compared to eye movement potentials in the cat’s visual system”. Vision Research 11, p. 163.
135
Claude Debru
75
M. Jeannerod y P. T. S. Putkonen (1971): “Lateral geniculate unit activity and eye
movements: saccade locked changes in dark and in light”. Experimental Brain Research 13,
p. 544.
76
F. Vital-Durand y M. Jeannerod (1975): “Eye movement related activity in the visual
cortex of dark-reared kittens”. Electroencephalography and Clinical Neurophysiology 38,
p. 300.
77
J. P. Laurent y F. Ayala-Guerrero (1975): “Reversible suppression of ponto-geniculo-
occipital waves by localized cooling during paradoxical sleep in cats”. Experimental
Neurology 49, p. 368.
136
Neurofilosofía del sueño
78
K. Sakaï, F. Petitjean y M. Jouvet (1976): “Effects of ponto-mesencephalic lesions
and electrical stimulation upon PGO waves and EMPS in unanesthetized cats”.
Electroencephalography and Clinical Neurophysiology 41, pp. 59-60.
137
Claude Debru
138
Neurofilosofía del sueño
éstos poseen tres componentes, de los cuales dos son calificados de tar-
díos, que serían los equivalentes de los EMP81. Estos potenciales de tres
componentes se encuentran nuevamente durante la vigilia, precisa-
mente durante las sacudidas oculares. En la oscuridad, solamente el
primer componente subsiste en el hombre despierto. Estos potenciales
parecen estar asociados al ejercicio de la función visual. Tendrían el
papel de integrar los aspectos visuales y los oculomotores, que estarían
combinados a un nivel cognitivo superior. Sin embargo esto no signi-
fica necesariamente que todo tipo de movimiento ocular esté asociado,
en el sueño, a la imaginería onírica. Demasiados argumentos demues-
tran que en el dormir paradójico la relación entre movimientos ocula-
res e imagen visual no es obligatoria.
81
S. Miyauchi, R. Takino, H. Fukuda y S. Torii (1987): “Electrophysiological
evidence for dreaming: human cerebral potentials associated with rapid eye movements
during REM sleep”. Electroencephalography and Clinical Neurophysiology 66, p. 383.
139
Claude Debru
82
M. Jeannerod (1975): “Eye movements during sleep in man: in search for a model”.
En: G. C. Lairy y P. Salzarulo (eds.): The experimental study of human sleep. Amsterdan,
Elsevier, p. 386.
140
Neurofilosofía del sueño
83
J. H. Herman et al. (1984): “Evidence for a directional correspondence between
eye movements and dream imagery in REM sleep”. Sleep 7, pp. 52-63.
141
Claude Debru
142
Neurofilosofía del sueño
84
A.R. Morrisson y R.M. Bowker (1975): “The biological significance of PGO
spikes in the sleeping cat”. Acta Neurobiol, exp. 35, p. 821.
143
Claude Debru
144
Neurofilosofía del sueño
145
Claude Debru
146
Neurofilosofía del sueño
85
M. Jouvet y D. Jouvet (1963): “A study of the neurophysiological mechanism of
dreaming”. Electroencephalography and Clinical Neurophysiology, supl. 24, p. 143.
147
Claude Debru
86
M. Jouvet y F. Delorme (1965): “Locus coeruleus et sommeil paradoxal”. Comptes-
rendus des Séances de la Société de Biologie 159, pp. 898-899.
148
Neurofilosofía del sueño
Hipótesis funcionales
87
E. Hennevin y P. Leconte (1971): “La fonction du sommeil paradoxal: faits et
hypothèses”. L’Année Psychologique 71, pp. 489-519.
149
Claude Debru
88
H. P. Roffwarg, J. N. Muzio y W. C. Dement (1966): “Ontogenetic development
of the human sleep-dream cycle”. Science 152, p. 616.
89
Ibíd., p. 606.
150
Neurofilosofía del sueño
90
M. Jouvet (1978): “Does a genetic programming of the brain occur during
paradoxical sleep”. En: P. A. Buser y A. Rougeul-Buser (eds.): Cerebral correlates of
conscious experience. Symposium INSERM, n° 6, Amsterdam, North-Holland, p. 256.
91
E. M. Dewan (1967-1968): “The P. (programming) hypothesis for REMS”.
Psychophysiology 4, p. 365.
92
E. M. Dewan (1970): “The programming (P): hypothesis for REM sleep”. En:
E. Hartmann (ed.): Sleep and dreaming. International Psychiatry Clinics, vol. 7, n° 2,
Boston, Little Brown, p. 296.
151
Claude Debru
93
M. Jouvet (1972): “The role of monoamines and acetylcholine containing neurons
in the regulation of the sleep-waking cycle”. Ergebnisse der Physiologie 64, p. 270.
152
Neurofilosofía del sueño
153
Claude Debru
Lo innato y lo adquirido
94
Ibíd., p. 271.
154
Neurofilosofía del sueño
95
Ibíd., p. 272.
155
Claude Debru
96
M. Jouvet (1973): “Essai sur le rêve”. Archives Italiennes de Biologie 111, p. 572.
156
Neurofilosofía del sueño
97
Ibíd., pp. 572-573.
157
Claude Debru
Jouvet imagina, pues, que existe en el curso del sueño una síntesis
de moléculas peptídicas que servirían, de alguna manera, como prime-
ros mensajes de la reprogramación genética. Estas moléculas podrían
accionar por vía humoral. Pero es posible y más racional considerar un
segundo mensajero para la reprogramación, que transformaría la
información genética de su forma bioquímica a una forma más adap-
tada al funcionamiento del sistema nervioso central, la de excitaciones
eléctricas caracterizadas por sus frecuencias98. Habría, en el sistema
nervioso central, una estructura especializada (verosímilmente pónti-
ca) que tendría como función transformar el mensaje bioquímico en
un mensaje eléctrico. Esta estructura engendraría la serie de excitacio-
nes eléctricas portadoras, en última instancia, de la función reprogra-
madora. Lo esencial del modelo de Jouvet reside en la transformación
del código genético bioquímico en código nervioso.
Es verdad que las células nerviosas, por sus propiedades de base,
asocian señales químicas a señales eléctricas y transforman las unas en
las otras. Pero la hipótesis de Michel Jouvet va mucho más lejos.
Consiste en suponer que una transformación de la información gené-
tica molecular contenida en una proteína en información eléctrica, en
secuencia repetitiva de influjo. Un mensaje molecular podría modifi-
car el ritmo de actividad de ciertas células, las células llamadas pace-
makers u osciladores. El problema planteado por este modelo, si se
98
M. Jouvet (1978): “Le sommeil paradoxal est-il responsable d’une reprogrammation
génétique du cerveau?”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 172, p. 10.
158
Neurofilosofía del sueño
99
Ibíd., p. 18.
159
Claude Debru
¿El repertorio onírico del gato está codificado por las ondas PGO?
100
Ibíd., p. 19.
160
Neurofilosofía del sueño
101
J. P. Sastre y M. Jouvet (1979): “Le comportement onirique du Chat”. Physiology
and Behaviour 22, p. 982.
161
Claude Debru
102
L. Léger (1983): “Le complexe coeruléen. Contribution à l’étude anatomique des
systèmes monoaminergiques centraux”. Tesis doctoral, Universidad Claude Bernard, Lyon, p. 56.
162
Neurofilosofía del sueño
163
Claude Debru
103
J.-P. Sastre (1978): “Effet des lésions du tegmentum pontique sur l’organisation
des états de sommeil chez le chat. Analyse des mécanismes des comportements oniriques”.
Tesis doctoral, Universidad Claude Bernard, Lyon, p. 171.
164
Neurofilosofía del sueño
104
R. Cespuglio, R. Musolino, G. Debilly, M. Jouvet y J.-L. Valatx (1975):
“Organisation différente des mouvements oculaires rapides du sommeil paradoxal chez
deux souches consanguines de souris”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences 280,
p. 2681.
165
Claude Debru
105
M. Jouvet (1978): “Le sommeil paradoxal est-il responsable d’une programmation
génétique du cerveau?”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 172, p. 24.
166
Neurofilosofía del sueño
106
A. Fessard (1969): “Les problèmes du code nerveux”. En: M. Marois (ed.):
Theoretical physics and biology. Amsterdam, North-Holland, p. 233.
167
Claude Debru
código del comportamiento onírico no es, sin lugar a dudas, una qui-
mera científica o desprovista de importancia y sentido, pero sólo
puede ser actualmente abordada a través del análisis estadístico de los
intervalos. Análisis que tienen en realidad otro alcance diferente, el de
informarnos sobre la actividad de los diferentes mecanismos fisiológi-
cos subyacentes. Como suele ocurrir en materia de fisiología, Chouvet
encontró lo que no buscaba. El análisis estadístico de los intervalos le
informó sobre las tendencias globales, aunque no pudo darle la clave
de un código.
Las numerosas pruebas efectuadas por Chouvet muestran que los
instantes de ocurrencia de puntas PGO no transcriben un proceso de
renovación, si éste se entiende como un proceso en el cual la génesis de
un acontecimiento es independiente de los acontecimientos prece-
dentes. La aparición de una punta PGO no es entonces un proceso
enteramente aleatorio. El análisis de la secuencia de los intervalos
muestra que el proceso posee una cierta memoria107. Pueden distin-
guirse dos tipos de intervalos: cortos y largos. Asimismo, las probabi-
lidades de cuatro tipos de transición diferentes de un intervalo a otro
pueden ser estimadas (fig. 7). La organización de las PGO en trenes
separados por puntas aisladas es, de esta manera, objetivada. La apari-
ción de picos aislados correspondería a un proceso primario, que
podría ser regido por la ley de Poisson. Este proceso primario puede o
no engendrar un proceso secundario, la aparición de un tren de pun-
tas. El fenómeno global sería, pues, ramificado. Efectivamente, el pro-
ceso primario aparece desprovisto de memoria; la memorización en el
interior del proceso secundario no ha podido ser probada, dada la
ausencia de métodos de análisis de la estructura de ocurrencia local.
Solamente las propiedades generales de la ocurrencia de las puntas
durante una fase del dormir paradójico han podido ser analizadas. El
resultado principal es que la secuencia de los intervalos entre las PGO
no corresponde a un proceso de renovación, y no es entonces entera-
mente aleatoria.
107
G. Chouvet (1981): “Structures d’occurrence des activités phasiques du sommeil
paradoxal chez l’animal et chez l’homme”. Tesis doctoral, Universidad Claude Bernard,
Lyon, p. 59.
168
Neurofilosofía del sueño
108
Ibíd., p. 235.
169
Claude Debru
170
Neurofilosofía del sueño
109
Ibíd., pp. 316-317
171
Claude Debru
172
Neurofilosofía del sueño
110
Ibíd., p. 322.
173
Claude Debru
111
C. Bowe-Anders, J. Adrien y H. P. Roffwarg (1974): “Ontogenesis of ponto-
geniculo-occipital activity in the lateral geniculate nucleus of the kitten”. Experimental
Neurology 43, pp. 242-260.
174
Neurofilosofía del sueño
112
M. Jouvet (1986): “Programmation génétique itérative et sommeil paradoxal”.
Confrontations Psychiatriques 27, p. 171.
113
E. Hennevin y P. Leconte (1971): “La fonction du sommeil paradoxal: faits et
hypothèses”. L’A nnée Psychologique 71, p. 507.
114
Ibíd., p. 509.
175
Claude Debru
115
K. Kitahama, J.-L. Valatx y M. Jouvet (1981): “Paradoxical sleep deprivation and
performance of an active avoidance task: impairment in C57 BR mice and no effect in
C57BL/6 mice”. Physiology and Behavior 27, pp. 41-50.
116
M. Jouvet (1986), op. cit., pp. 170-171.
176
Neurofilosofía del sueño
EL CEREBRO Y EL PENSAMIENTO
En el estudio de los fenómenos fásicos del dormir paradójico, dos
grandes tipos de concepciones se han diferenciado y a veces opuesto. La
primera, dominada por el paralelismo psicofísico, pretendía interpretar
los movimientos oculares del sueño por analogía con los de la vigilia, que
son movimientos de observación. La interpretación de los movimientos
oculares fue el tema privilegiado de las concepciones paralelistas, pero,
hasta el día de hoy, esas concepciones no han podido imponerse. La
segunda ha puesto menos el acento en los supuestos correlatos psíquicos
del dormir paradójico que sobre su naturaleza comportamental escondi-
da: el hecho de que el dormir paradójico corresponda a un comporta-
miento inhibido subsistirá, pero su interpretación permanece abierta.
¿Cuáles son las relaciones del comportamiento onírico con la actividad
fásica central, con las ondas PGO? ¿Cuál es la función de las ondas PGO
respecto del comportamiento, y más generalmente, de los aspectos “cog-
nitivos” del sueño? Las ideas en este campo han evolucionado mucho,
desde la teoría de la reprogramación instructiva de los comportamientos
de base de la especie hasta la reprogramación selectiva y, finalmente, hasta
la programación iterativa de las diferencias fenotípicas entre individuos.
Pero el aspecto comportamental del sueño es el que más se presta a la
experimentación. El progreso de la interpretación, la secuencia de hipó-
177
Claude Debru
117
D. Foulkes (1982): “A cognitive-psychological model of REM dream production”.
Sleep 5, p. 170.
178
Neurofilosofía del sueño
118
S. Purcell et al. (1986): “Dream self reflectiveness as a learned cognitive skill”. Sleep 6,
pp. 423-437.
179
Claude Debru
180
Neurofilosofía del sueño
119
H. H. Kornhuber (1978): “A reconstitution of the brain-mind problem”. En: P. A.
Buser y A. Rougeul-Buser (eds.): Cerebral correlates of conscious experience. Amsterdam,
Noth-Holland, p. 321.
181
Claude Debru
Tentativas filosóficas
182
Neurofilosofía del sueño
120
G. Canguilhem (1981). En: Bulletin de la Société Française de Philosophie 75, p. 101.
183
Claude Debru
184
Neurofilosofía del sueño
121
C. H. Schenk, S. R. Bundlie, A. L. Patterson, M. W. Mahowald (1987): “Rapid
eye movement sleep behavior disorder”. Journal of the American Medical Association 257,
pp. 1786-1789.
185
Claude Debru
186
3
LA ONIROQUÍMICA
187
Claude Debru
188
Neurofilosofía del sueño
1
Anne Fagot-Largeault (1989): Les causes de mort. Histoire naturelle et facteurs de
risque. Lyon, IIEE, Paris, Vrin.
189
Claude Debru
juego de contrarios es, sin duda, artificial, ya que deja intacto el verda-
dero problema fisiológico, que no consiste solamente en determinar la
molécula desencadenante, sino en elaborar un modelo fisiológico que
describa bajo la forma un gráfico las diferentes interacciones molecula-
res y haga, de este modo, visibles los mecanismos de la funciones.
Unicidad de la causa o pluralidad de las causas, el espíritu no se satis-
face enteramente con esta falsa alternativa. Si el dormir paradójico es un
fenómeno enteramente homogéneo (y a veces se ha dudado de que lo
sea), entonces la unicidad de la causa se confunde con la homogeneidad
del fenómeno y la pluralidad de las causas representa la diversidad de
condiciones que pueden afectarlo. No hay que abandonar ni a una ni a
la otra de estas concepciones. Buscar la unicidad de la causa es reflexio-
nar sobre la unidad del fenómeno y, de esta manera, establecer un mode-
lo fisiológico. Esta ejecutoria es realmente la del fisiólogo. ¿La unicidad
del fenómeno está materializada en la unicidad de una molécula desen-
cadenante, activa sobre los receptores según la concepción sináptica, o
es resultante de mecanismos más complejos? La concepción de la uni-
dad de la causa es al mismo tiempo ingenua y obligatoria, implica una
cierta unicidad, que puede ser la de una molécula pero también la de los
mecanismos concertados, sinérgicos, actualmente mal aprehendidos.
La filosofía y la epistemología no son de una gran ayuda para res-
ponder a una pregunta quizá mal formulada, y a la cual solamente la
naturaleza puede responder. A una pregunta mal hecha, la respuesta
de la naturaleza sólo puede ser ambigua, incluso indescifrable. Pero el
tema de la unicidad o de la pluralidad de las causas es un tema recu-
rrente de la reflexión filosófica, particularmente cuando ésta se aplica
a las ciencias experimentales, biológicas y médicas. Algunos filósofos
como John Stuart Mill, y más recientemente Anne Fagot-Largeault,
han aportado elementos de reflexión sobre este problema, al que yo
añadiría los míos propios.
Causalidad y experimentación
190
Neurofilosofía del sueño
2
Anne Fagot-Largeault (1985): Recherches sur l’explication causale. Tesis doctoral,
Universidad de Paris X, vol. 3, Apéndice 2, Logiques causales.
3
Ibíd., vol. 2, p. 291.
191
Claude Debru
192
Neurofilosofía del sueño
pluralidad de las causas. Subrayó varias veces que la causa es una com-
binación de condiciones, circunstancias, acontecimientos o estados.
Combinación de la cual se extraerá un elemento, generalmente el
acontecimiento que precede inmediatamente al fenómeno considera-
do para atribuirle la dignidad de verdadera causa. Mill ilustra este
punto con el ejemplo de las causas de muerte4. La causa es “la suma
total de condiciones, positivas y negativas”, excitadoras e inhibidoras,
que actúan sobre un fenómeno5. La causa no es el antecedente invaria-
ble del fenómeno, pues en tal caso habría que enunciar que la noche es
causa del día y el día de la noche; ejemplo sorprendente para el hipnó-
logo al que le acontece pensar, como Descartes lo hacía en el Traité de
l’homme, que la vigilia es, por algún mecanismo, causa del dormir y
el dormir de la vigilia. Sin embargo, el día sucede a la noche por el
efecto de una tercera condición, la salida del sol. Esta sucesión no es,
entonces, incondicional sino condicional. No es una verdadera causa-
lidad, ya que al vínculo temporal la causalidad añade un elemento de
necesidad incondicional6. ¿La relación entre la vigilia y el dormir es
más íntima que la que existe entre el día y la noche? Si, efectivamente,
éste es el caso, sería la expresión de una ley fisiológica. Pero este fenó-
meno está también condicionado: está sometido, desde hace muchí-
simo tiempo, a la alternancia del día y la noche, o al menos está calcado
sobre ella.
Para ser causal, la sucesión debe, entonces, ser incondicionada.
¿Pero la relación causal necesita, para existir, la sucesión temporal?
Dicho de otra manera: ¿la relación causa-efecto es siempre una rela-
ción de antecedente a consecuente en el sentido temporal de estos tér-
minos? ¿No debe haber simultaneidad de la causa y del efecto, acción
continuada de la causa en la creación del efecto? Este es frecuente-
mente el caso, aunque el efecto pueda igualmente sobrevivir a la causa
por la sola ausencia de condiciones inhibidoras, de fuerzas opuestas7.
4
John Stuart Mill (1973): Collected works, vol. VII, System of logic. University of
Toronto Press, Routledge and Kegan Paul, p. 328.
5
Ibíd., p. 332.
6
Ibíd., p. 339.
7
Ibíd., p. 343.
193
Claude Debru
8
J. Louis-Condet y C. Debru (1988): “Increase of paradoxical sleep episodes after
electrical stimulation of lateral and third ventricles in the rat”. Neuroscience Letters 91,
165-171.
9
John Stuart Mill (1973): op. cit., p. 371.
10
Ibíd., p. 376-377.
194
Neurofilosofía del sueño
11
Ibíd., p. 437.
12
Ibíd., p. 447, 449.
13
Ibíd., p. 451.
14
Ibíd., pp. 458-459.
195
Claude Debru
15
Claude Bernard (1966): Introduction à l’étude de la medicine expérimentale. Paris,
Garnier-flammarion, p. 91.
16
Ibíd., pp. 27, 28, 108.
196
Neurofilosofía del sueño
La hipnotoxina
197
Claude Debru
18
G. Schnedorf y A.C. Ivy (1939): “An examination of the hypnotoxin theory of
sleep”. American Journal of Physiology 125, 491.
198
Neurofilosofía del sueño
19
C. von Economo (1928): “Théorie du sommeil”. Journal de Neurologie et de
Psychiatrie 28, 456-458.
199
Claude Debru
20
J. Lhermitte y A. Tournay (1927): “Rapport sur le sommeil normal et pathologie”.
Revue Neurologique 815, 801-802.
21
C. von Economo (1928), ibíd., p. 838. Debate del informe.
200
Neurofilosofía del sueño
22
W. R. Hess (1931): “Le sommeil”. Comptes-rendus des Séances de la Société de
Biologie 107, 1353-1355.
23
Ibíd., p. 1356.
24
Ibíd., p. 1341.
201
Claude Debru
25
S. W. Ranson y H. W. Magoun (1939): “The hypothalamus”. Ergebnisse der
Physiologie 41, 106.
26
Ibíd., p. 111.
27
Ibíd., p. 119.
202
Neurofilosofía del sueño
28
W. H. J. Nauta (1946): “Hypothalamic regulation of sleep in rats”. An experimental
study”. Journal of Neurophysiology 9, 309.
203
Claude Debru
La concepción neurohumoral
29
M. Jouvet y F. Michel (1960): Déclenchement de la phase paradoxale du sommeil
par stimulation du tronc cérebral chez le chat intact et mésencéphalique chronique.
Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 154, 641.
30
Cf. K. A. C. Elliott, I. H. Page y J. H. Quastel (1962): Neurochemistry. 2.° ed.,
Thomas, Springfield, 431.
204
Neurofilosofía del sueño
205
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34
B. Falck, N. A. Hillarp, G. Thieme y A. Torp (1962): “Fluorescence of
catecholamines and related comprounds condensed with formaldehyde”. Journal of
Histochemistry and Cytochemistry 10, 348.
35
B. Falck (1964): “Cellular localization of monoamines”. En: Biogenic amines. H. E.
Himwich y W. A Himwich (eds.): Progress in Brain Research 8, 35.
206
Neurofilosofía del sueño
36
A. Dahlström y K. Fuxe (1964): “Evidence for the existence of monoamine-
containing neurons in the central nervous system”. Acta Physiologica Scandinavica, vol. 62,
supl. 232, p. 13.
207
Claude Debru
37
Ibíd., p. 48.
38
F. Delorme (1966): Monoamines et sommeil. Lyon, LMD, p. 119.
208
Neurofilosofía del sueño
39
I. H. Page (1954): “Serotonin (5-Hydroxytryptamine)”. Physiological Reviews 34, 565.
40
Ibíd., p. 583.
209
Claude Debru
41
I. H. Page (1958): “Serotonin (5-Hydroxytryptamine); the last four years”.
Physiological Reviews 38, 309.
42
Ibíd., p. 315.
210
Neurofilosofía del sueño
211
Claude Debru
212
Neurofilosofía del sueño
toca al dormir señala una dialéctica casi inasible. Activo o pasivo, pri-
mitivo o derivado, ¿qué es el dormir respecto de la vigilia? ¿A qué
extraños juegos de activación e inhibición se entrega el sistema nervio-
so central en los estados de vigilancia?
De esta forma, se ve que para abordar una situación tan fluctuante
(donde el arte del fisiólogo confluye con el del político, si no es con el
arte militar), la epistemología de los problemas resueltos es de una
débil ayuda. ¿Qué quiere (qué puede) el epistemólogo que se vuelve
historiador de una ciencia en movimiento? Aunque lo deseara sería
incapaz de sustituir al fisiólogo, ya que no tiene un dominio suficien-
te de hechos como para elaborar modelos e interpretaciones. Aunque,
sin embargo, él puede ser útil, o al menos no estorbar. Reconstituir la
historia reciente no puede, en absoluto, servir para prever lo que se
producirá incesantemente: la historia reciente muestra con creces que
la naturaleza responde de una manera imprevisible. En el diálogo del
fisiólogo con la naturaleza, diálogo que no siempre se establece, y que
puede tornarse monólogo, el filósofo no debe intervenir, pero sí
puede escuchar. La epistemología, ya se ha dicho, sería un psicoanáli-
sis del conocimiento objetivo.
Además de esto, es vano creer que se puede resumir en algunas
decenas de páginas veinte años de investigaciones asiduas, que repre-
sentan miles de experiencias. Es imposible incluso reconstituir la com-
plicidad de los procedimientos que suscitaron dichas experiencias. No
se puede pretender instalarse en el espíritu del fisiólogo. No será aquí,
entonces, cuestión de presentar otra cosa que no sea un mero esbozo
de la dirección del conjunto, para intentar sacar ciertas conclusiones
sobre las causalidades, regulaciones y funciones en el sistema nervioso
central.
213
Claude Debru
214
Neurofilosofía del sueño
215
Claude Debru
43
J. Matsumoto y M. Jouvet (1964): “Effets de réserpine, DOPA et 5-HTP sur les
deux états de sommeil”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 158, 2137.
44
F. Delorme, M. Jeannerod y M. Jouvet (1965): “Effets remarquables de la réserpine
sur l’activité REG phasique ponto-géniculo-occipitale”. Comptes-rendus des Séances de la
Société de Biologie 159, 900.
45
M. Jouvet, P. Vimont y F. Delorme (1965): “Suppression élective du sommeil
paradoxal chez le chat par les inhibiteurs de monoamine oxydase”. Comptes-rendus des
Séances de la Société de Biologie 159, 1598.
216
Neurofilosofía del sueño
46
M. Jouvet (1967): “Mechanisms of the states of sleep: a neuropharmacological
approach”. En: S. S. Kety, E. V. Evarts y H. L. Williams (eds.), Sleep and altered states of
consciousness”. Baltimore, Williams and Wilkins, p. 101.
217
Claude Debru
47
F. Delorme (1966): Monoamines et sommeil. Lyon, LMD, p. 119.
218
Neurofilosofía del sueño
48
B. K. Koe y A. Weissman (1966): P-chlorophenylalanine: a specific depletor of
brain serotonin. The Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics 154, 499.
49
F. Delorme, J. L. Froment y M. Jouvet (1966): “Suppression du sommeil par la
p-chlorométhamphétamine et la p-chlorophénylalanine”. Comptes-rendus des Séances de
la Société de Biologie 160, 2347.
219
Claude Debru
50
F. Delorme (1966): Monoamines et sommeil. Lyon, LMD, p. 125.
51
Ibíd., p. 126.
52
Ibíd., p. 129.
220
Neurofilosofía del sueño
53
Ibíd., p. 136.
221
Claude Debru
54
M. Jouvet y J. Renault (1966): “Insomnie persistante après lésions des noyaux du
raphé chez le chat”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 160, 1461.
55
M. Jouvet, P. Bobillier, J. F. Pujol y J. Renault (1966): “Effets de lésions du système
du raphé sur le sommeil et la sérotonine cérébrale”. Comptes-rendus des Séances de la
Société de Biologie 160, 2343.
222
Neurofilosofía del sueño
duración total del registro de los datos56. Esta condición no es, sin
embargo, obligatoria ya que la lesión del rafe anterior provoca estados
narcolépticos. Las conclusiones sacadas de los efectos observados en
lesiones del rafe eran bastante seguras. Pero coagulaciones laterales,
situadas fuera del rafe, acarrean igualmente insomnios, acompañados
de una disminución de la serotonina en el cerebro anterior. Estos
hechos no han sido todavía explicados.
Si el rafe era, en efecto, la estructura hipnógena, se podía suponer
que su actividad se ejercía por medio de una acción inhibidora sobre
el sistema de vigilia (o sistema reticular activador ascendente), situado
delante del rafe en la formación reticular mesencefálica. El insomnio
provocado por la destrucción subtotal de los núcleos del rafe se expli-
caría así por la desaparición de su actividad inhibidora sobre el siste-
ma de vigilia. La serotonina podría ser el neurotransmisor portador de
esta función inhibidora; pero para ser estudiadas mejor, tales hipóte-
sis necesitaban el recurso a instrumentos distintos de la fisiología
experimental: la bioquímica y el estudio del metabolismo y de sus
correlaciones temporales57. Había que ejecutar otras medidas que las
que permitían establecer correlaciones estáticas, como las correlacio-
nes entre las tasas de serotonina medidas en el cerebro anterior, el por-
centaje de rafe destruido y el insomnio provocado, correlaciones con
las que no podía estarse satisfecho. Michel Jouvet y sus colaboradores
comprendieron que era necesario recurrir a la nueva bioquímica diná-
mica de los neuromediadores, desarrollada particularmente por B. B.
Brodie y Julius Axelrod en los Estados Unidos.
56
J. Renault (1967): Monoamines et sommeil. Rôle su système du raphé et de la
sérotonine cérébrale dans l’endormissement. Lyon, Imprimerie des Beaux-Arts, pp. 79-80.
57
Ibíd., pp. 105-107.
223
Claude Debru
58
B. Roussel (1967): Monoamines et sommeil IV. Suppression du sommeil paradoxal et
diminution de la noradrénaline cérébrale par les lésions des noyaux locus coeruleus. Lyon,
Imprimerie des Beaux-Arts, p. 64.
59
Ibíd., p. 78.
224
Neurofilosofía del sueño
60
Ibíd., p. 84.
61
Ibíd., p. 98.
62
Ibíd., p. 105.
63
J. Mouret y F. Delorme (1967): “Lésions du tegmentum pontique et sommeil chez
le rat”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 161, 1606.
225
Claude Debru
S. L.
(Rafe) MAO
PCPA IMAO
5 HTP 5 HIAA
atropina
ACh
␣M DOPA
DOPA
E. S. P.
(SRAA) (locus NA
DA ? coeruleus)
226
Neurofilosofía del sueño
Figura 9: Estructuras responsables de los estados del dormir. (Según B. Roussel, 1967.)
A: Sistema del rafe, con células serotoninérgicas que se proyectan sobre los núcleos
locus coeruleus.
B: Núcleos locus coeruleus, cuya parte posterior noradrenérgica inerva los núcleos C.
C: Núcleos reticularis pontis caudalis, responsables de la inhibición del tono muscu-
lar durante el dormir paradójico.
D: Sistema de vigilia.
E: Córtex.
D y E: reciben inervaciones serotoninérgicas del rafe.
227
Claude Debru
64
D. Peyrethon-Dusan (1968): Etude dynamique et neuropharmacologique des
phénomènes phasiques du sommeil paradoxal. Lyon, Imprimerie des Beaux-Arts, p. 90.
65
Ibíd., p. 78.
66
Ibíd., p. 92.
228
Neurofilosofía del sueño
67
A. Buguet (1969): Monoamines et sommeil V. Etudes des relations entre les structures
monoaminergiques du pont et les pointes ponto-géniculo-occipitales du sommeil. Lyon,
Imprimerie des Beaux-Arts, pp. 143-144.
68
Ibíd., p. 163.
69
A. Buguet, F. Petitjean y M. Jouvet (1970): “Suppression des pointes ponto-géniculo-
occipitales du sommeil par lésion ou injection in situ de 6-hydroxydopamine au niveau du
tegmentum pontique”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie 164, 2297.
229
Claude Debru
70
C. Pin, B. Jones y M. Jouvet (1968): “Topographie des neurones monoaminergi-
ques du tronc cérébral du chat: étude par histofluorescence”. Comptes-rendus des Séances
de la Société de Biologie 162, 2140.
230
Neurofilosofía del sueño
71
B. Jones (1969): Catecholamine-containing neurons in the brain stem of the cat their
role in waking. Lyon, imprimerie des Beaux-Arts, p. 69.
231
Claude Debru
72
M. Jouvet (1967): “Neurophysiology of the states of sleep”. Physiological Reviews 47,
159.
232
Neurofilosofía del sueño
Fisiología y bioquímica
233
Claude Debru
bral. ¿Se pueden establecer funciones sin pasar por ciertos mecanis-
mos? ¿La experimentación, de alguna manera, permite ir directamen-
te al objetivo en este dominio, ahorrarse el rodeo a través de la bioquí-
mica? Esta economía es posible pero tiene un aroma de renuncia.
Frente a la dificultad de establecer mecanismos, la experimentación
ofrece recursos y hace posibles nuevos comienzos. Experimentar siem-
pre de nuevo, experimentar sin cesar, esa es la salida y de cierta forma
el lema. La experimentación permitirá el descubrimiento de correla-
ciones nuevas que enriquecen el dominio de la fisiología general. Sin
embargo, descubrir relaciones funcionales no permite escapar a la
cuestión de las causas y los mecanismos.
La práctica experimental del fisiólogo apenas le permite ir más allá
de estas correlaciones. Este último se contenta estableciendo las leyes
cuantitativas que las gobiernan. El modo de pensar del bioquímico y
sus procedimientos no se sitúan en el mismo plano. La visión de los
fenómenos a nivel molecular no tiene gran cosa en común con la
visión de los fenómenos que afectan al organismo entero. La distancia
que subsiste en ciertos casos entre los dos puntos de vista es todavía
una dificultad no resuelta.
234
Neurofilosofía del sueño
73
J. F. Pujol (1967): Monoamines et Sommeil II. Aspects techniques et intérêt de l’étude
du métabolisme central des monoamines au cours du sommeil. Lyon, Imprimerie des Beaux-
Arts, pp. 65-67.
74
Ibíd., p. 79, 83.
235
Claude Debru
75
Ibíd., p. 88.
76
J. F. Pujol, J. Mouret, M. Jouvet, J. Glowinski (1968): “Increased turnover of cerebral
norepinephrine during rebound of paradoxical sleep in the rat”. Sciences 159, 113.
77
J. F. Pujol, F. Héry, M. Durand y J. Glowinski (1968): “Augmentation de la synthè-
se de la sérotonine dans le tronc cérébral chez le rat après privation sélective du sommeil
paradoxal”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences 267D, 372.
78
J. F. Pujol, P. Bobillier, A. Buguet, B. Jones y M. Jouvet (1969): “Biosynthèse de la
sérotonine cérébrale: étude neurophysiologique et biochimique après P-chlorophénylalanine
et destruction du système du raphé”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences 268D, 102.
236
Neurofilosofía del sueño
79
J. F. Pujol, A. Buguet, J. L. Froment, B. Jones y M. Jouvet (1971): “The central
metabolism of serotonin in the cat during insomnia. A neurophysiological and
biochemical study after administration of P-chlorophénylalanine or destruction of the
raphé system”. Brain Research 29, 208.
80
M. Jouvet (1972). “The role of monoamines and acetylcholine-containing neu-
rons in the regulation of the sleep-waking cycle”. Ergebnisse der Physiologie 64, 197.
81
J. F. Pujol (1970): Contribution à l’étude des modifications de la regulation du
métabolisme des monoamines centrales pendant le sommeil et la veille. Association
Corporative des Étudiants ne Médecine de Lyon, p. 169.
82
Cf. F. Lambrey-Sakaï (1972): Incorporation d’un mélange d’acides aminés tritiés
dans les protéines cérébrales du rat, en rapport avec les privations de sommeil. Universidad
de Lyon I.
237
Claude Debru
83
T. Satoh (1970): “Quantitative evaluation of the effect of electrical stimulation on
sleep: failure in producing sleep following stimulation of the raphé nuclei”. Journal of the
Physiological Society of Japan 32, 184-185.
238
Neurofilosofía del sueño
y en particular en los procesos fásicos, las puntas PGO, que podían ser
considerados como buenos testigos de las modificaciones del equili-
brio en los sistemas hipnógenos.
La PCPA tiene como efecto deprimir las puntas PGO que se pro-
ducen antes del dormir paradójico, y aumentar la frecuencia de las
puntas durante las fases de dormir paradójico. Este desequilibrio toca
su techo cuando el dormir lento está en lo más bajo y comienza a redu-
cirse cuando el dormir lento retorna. En este estadio, la reaparición de
los procesos fásicos fuera del dormir paradójico se retranscribe gene-
ralmente mediante la aparición de PGO durante la vigilia y por com-
portamientos de tipo alucinatorio. Las variaciones de equilibrio en los
sistemas hipnógenos tenían también expresiones comportamentales.
La conclusión extraída por Dement y Henriksen es que la serotonina
inhibe los procesos fásicos, ya que la disminución de la serotonina
días
Figura 10: Evolución del dormir lento (punteado) y del dormir paradójico (línea conti-
nua) en un mismo gato durante un periodo de control (días uno a cinco), después de un
tratamiento crónico de nueve días con PCPA. Los datos se presentan en porcentajes de
las cantidades de base. (Según W. Dement, M. M. Mitler y S. Henriksen, 1972.) Revue
Canadienne de Biologie.
239
Claude Debru
84
W. C. Dement, M. M. Mitler y S. J. Henriksen (1972): “Sleep changes during
chronic administration of parachlorophenylalanine”. Revue Canadienne de Biologie 31,
supl. 239-246.
85
J. F. Pujol et al. (1971): “The central metabolism of serotonin in the rat during
insomnia”. Brain Research 29, 209.
240
Neurofilosofía del sueño
241
Claude Debru
86
J. F. Pujol et al. (1972): “Insomnie et métabolisme central de la sérotonine chez le
chat”. Brain Research 39, 137-149.
87
P. Bobillier et al. (1973): “Effets de la P-chlorophénylalanine et du 5-hydroxy-
tryptophane sur le sommeil et le métabolisme central des monoamines et des proteines
chez le chat”. Blochemical Pharmacology 22, 3088.
242
Neurofilosofía del sueño
88
R. Laguzzi et al. (1972): “Effets de l’injection intraventriculaire de la 6-hydroxy-
dopamine sur le cycle veille-sommeil du chat”. Brain Research 48, 295-310.
89
C. Blondaux et al. (1973): “Modification du métabolisme de la sérotonione cérébrale
induite chez le rat par administration de 6-hydroxydopamine”. Brain Research 50, 101-114.
90
J. F. Pujol et al. (1973): “Biochemical evidence for interaction phenomena between
noradrenergic and serotoninergic systems in the cat brain”. Frontiers in Catecholamine
Research, 771.
243
Claude Debru
91
J. L. Froment et al. (1974): “Effets de l’injection intracérébrale de 5,6-hydroxy-
tryptamine sur les monoamines cérébrales et les états de sommeil du chat”. Brain Research 67,
416.
92
B. Renaud et al. (1975): “Effects of 5,6-dihydroxytryptamine on tyrosine hydroxylase
activity in central catecholaminergic neurons of the rat”. Biochemical Pharmacology 24,
1739-1742.
93
R. Douglas-Lewis et al. (1976): “Time-course variation in tyrosine hydroxylase
activity in the rat locus coeruleus after electrolytic destruction of the nuclei raphe dorsalis
or raphe centralis”. Brain Research 108, 347.
94
C. Blondaux et al. (1975): “Hypersomnie par lésion isthmique chez le rat. I. Etude
du métabolisme des monoamines cérébrales”. Brain Research 88, 434.
95
F. Petitjean et al. (1975): “Hypersomnie par lésion isthmique chez le rat. II Etude
neurophysiologique et pharmacologique”. Brain research 88, 449.
244
Neurofilosofía del sueño
96
C. Fischer-Perroudon (1973): Insomnie totale pendant plusieurs mois et métabolisme
de la sérétonine. A propos d’un cas de chorée fibrillaire de Morvan. Lyon, Imprimerie des
Beaux-Arts, p. 202.
245
Claude Debru
246
Neurofilosofía del sueño
99
Ibíd., p. 82.
100
Ibíd., p. 88.
101
J. A. Hobson (1969): “Sleep: biochemical aspects”. The New England Journal of
Medicine 281, 1469.
247
Claude Debru
102
D. J. McGinty y R. M. Harper (1976): “Dorsal raphe neurons: depression of firing
during sleep in cats”. Brain Research 101, 572.
103
Ibíd., p. 573.
104
J. Heym, G. F. Steinfels y B. L. Jacobs (1982): “Activity of serotonin-containing
neurons in the nucleus raphé pallidus of freely-moving cats”. Brain Research 251, 259-276.
248
Neurofilosofía del sueño
105
R. Cespuglio, M. E. Gómez, E. Walker y M. Jouvet (1979): “Effets du
refroidissemnt et de la simulation des noyaux du système du raphé sur les états de
vigilance chez le chat”. Electroencephalography and Clinical Neurophysiology 47, 305.
106
R. Cespuglio, M. E. Gómez, H. Faradji y M. Jouvet (1982): “Alterations in the
sleep-waking cycle induced by cooling of the locus coeruleus area”. Electroencephalography
and Clinical Neurophysiology 54, 570-578.
107
R. Cespuglio, H. Faradji, M. E. Gómez y M. Jouvet (1981): “Single unit recordings
in the nuclei raphé dorsalis and magnus during the sleep-waking cycle of semi-chronic
prepared cats”. Neuroscience Letters 24, 133-138.
249
Claude Debru
108
J. P. Puizillout et al. (1979): “Release of endogenous serotonin from ‘encéphale
isolé’ cats. II. Correlations with raphé neuronal activity and sleep and wakefulness”.
Journal de Physiologie (Paris): 75, 531-537.
109
J. Mouret y J. Coindet (1980): “Polygraphic evidence against a critical role of the
raphé nuclei in sleep in the rat”. Brain Research 186, 285.
110
H. Fardji, R. Cespuglio y M. Jouvet (1983): “Voltammetric measurements of
5-hydroxyindole compounds in the suprachiasmatic nuclei: circadian fluctuations”. Brain
Research 279, 117.
111
R. Cespuglio, H. Fardji y M. Jouvet (1984): “Detection by voltammetry of
5-hydroxyindole compounds in the rat cerebral cortex: their fluctuations during the
sleep-waking cycle”. En: L. Descarries, H. Reader y H. Jasper, Monoamines innervation of
cerebral cortex. Alan Liss, New-York, p. 293.
250
Neurofilosofía del sueño
112
Ibíd., p. 293.
251
Claude Debru
252
Neurofilosofía del sueño
113
F. Petitjean et al. (1980): “L’insomnie provoquée par la P-chlorophénylalanine chez
le chat. Sa réversibilté par l’injection intraventriculaire d’indolamines”. Comptes-rendus de
l’Académie des Sciences 291D, 1063-1066.
114
K. Kitahama y J. L. Valatx (1975): “Effets du chloramphénicol et du thiamphé-
nicol sur le sommeil de la souris”. Comptes-rendus des Séances de la Société de Biologie
169, 1522-1524-F. Petitjean et al. (1979): “Effets du chloramphénicol sur le sommeil
du chat. Comparaison avec le thiamphénicol, l’érythromycine et l’oxytétracycline”.
Psychopharmacology 66, 147-153.
253
Claude Debru
115
M. Sallanon, C. Buda y M. Jouvet (1982): “Restoration of paradoxical sleep by
cerebrospinal fluid transfer to PCPA pretreated insomniac cats”. Brain Reseach 251, 145.
254
Neurofilosofía del sueño
116
P. Bobillier et al. (1976): “The raphé nuclei of the brain stem: a topographical atlas
of their efferent projections as revealed by radioautography”. Brain Reseach 113, 449-486.
255
Claude Debru
mir lento117. Este hecho fue establecido por el método de estudio del
metabolismo de la glucosa elaborado por Louis Sokoloff en Bethesda.
Esta técnica se apoyó sobre la propiedad de la desoxiglucosa de ser
captada, como la glucosa, por la neurona. Como la glucosa, la desoxi-
glucosa es entonces fosforilada pero su metabolismo se frena en ese
momento y esta falsa glucosa se acumula entonces en la célula, prove-
yendo así un testigo de la velocidad metabólica de la glucosa. La utili-
zación de la desoxiglucosa radiactiva permite medir, sobre cortes de
tejido cerebral, el consumo cerebral local de glucosa, que aumenta
durante el dormir lento respecto de la vigilia. Este aumento de activi-
dad de los plexos coroideos podría ser el signo de una síntesis aumen-
tada de factores hipnógenos liberados en el líquido cefalorraquídeo o
en la sangre118.
Algunos hechos podían ser reinterpretados a la luz de la hipótesis
que le otorgaba a la serotonina un papel casi hormonal de inducción
de un segundo mensajero del dormir. Según esta hipótesis, la seroto-
nina podría tener dos modos de acción: ella actuaría como neuro-
transmisor sincrónico inhibiendo el generador de las PGO durante la
vigilia y el dormir lento, mediante una acción sináptica, y actuaría
también como una neurohormona o un neuromodulador, desencade-
nando la síntesis de un factor hipnógeno peptídico en el interior del
cuerpo celular de las neuronas diana.
La función neurohumoral de la serotonina era indicada por una cier-
ta cantidad de hechos. La anatomía y la morfología mostraban la exis-
tencia de terminaciones no sinápticas de las células con serotonina, par-
ticularmente en las regiones periventriculares, sugiriendo así una libera-
ción de tipo hormonal en el medio interno del cerebro, la sangre y el
líquido cefalorraquídeo. La inyección de 5,6-dihidroxitriptamina en los
ventrículos cerebrales provoca la destrucción de las terminaciones sero-
toninérgicas periventriculares así como una disminución prolongada de
los dos estados del dormir. Por otra parte, había quedado establecida la
117
P. Bobillier et al. (1980): “Augmentation de la consummation cérébrale locale de
glucose dans le plexus choroïdes au cours du sommeil lent chez le chat”. Comptes-rendus
de l’A cadémie des Sciences 291D, 93.
118
Ibíd., p. 95.
256
Neurofilosofía del sueño
119
Cf. F. Petitjean et al. (1985): “Insomnie par administration de parachlorophényla-
laanine: réversibilité par injection périphérique ou centrale de 5-hydroxytryptophane et
de sérotonine”. Sleep 8, 56-67.
120
F. Petitjean et al. (1978): “Sommeil et monamines: radioautographie différentielle
de neurones centraux après injection periphérique de 5-hydroxytryptophane ou de
dihydroxyphénylalanine tritiée”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences 287D, 1138.
121
J. A. Hobson (1974). “The cellular basis of sleep cycle control”. En: E. D. Weitzmann
(ed.): Advances in Sleep Research, vol. 1. Spectrum publ., p. 232.
257
Claude Debru
122
F. Petitjean (1981): Insomnie et hypersomnie chez le chat. Universidad Claude
Bernard, Lyon I, pp. 362-363.
123
J. A. Hobson (1974): op. cit., 244 sq.
258
Neurofilosofía del sueño
Hobson supuso que existía una interacción recíproca entre esos dos
grupos de neuronas. Por las propiedades dinámicas que se deducen,
esta interacción podría generar el ciclo de los estados de vigilancia.
Atribuyendo al locus coeruleus una actividad inhibidora tónica sobre
el FTG, y a las células gigantes del FTG una actividad que se vuelve
autoexcitadora durante la retirada de la inhibición, Hobson y
MacCarley podían engendrar la secuencia vigilia-dormir lento-dormir
paradójico. El dormir paradójico correspondería al momento de la
retirada de la inhibición, cuando se produce la autoexcitación del
FTG.124 Además, atribuyendo al FTG una actividad excitadora sobre
el locus coeruleus, se podía comprender el retorno de la inhibición
tónica ejercida por el locus sobre el FTG, y asimismo la aparición o
bien del despertar, o bien del dormir lento. Estando, además, dotado
el locus coeruleus en este modelo de un sistema de feedback autoinhi-
bidor, debía terminar por disminuir para dejar lugar al retorno del
dormir. Al no ser sinusoidal la actividad periódica resultante del FTG,
se eligió un modelo no lineal, apoyándose sobre el postulado que dice
que la acción inhibidora o excitadora ejercida sobre un sistema es pro-
porcional al nivel de actividad de ese sistema. De aquí se deduce una
ecuación del tipo Lotka-Volterra, de interacción presa-predador125.
Por más sugestiva que fuese en sí misma esta tentativa de modeliza-
ción matemática, sus bases neurofisiológicas fueron discutidas. Se pro-
vocaron lesiones de neuronas gigantes del tegmento póntico mediante
ácido kaínico. Inyectada en poca cantidad, esta sustancia destruye
selectivamente los cuerpos celulares de las neuronas sin afectar a las ter-
minaciones ni a las fibras de paso. Semejantes lesiones efectuadas en el
FTG no afectaron al dormir paradójico126. Pero como Hobson señaló
repetidamente, el problema fisiológico del dormir no se plantea ya úni-
camente en términos de estructuras o de centros, sino a nivel celular.
Todo un camino intelectual desemboca en esta conclusión.
124
J. A. Hobson, R. W. McCarley y P. W. Wysinski (1975): “Sleep cycle oscillation:
reciprocal discharge by two brainstem neuronal groups”. Science 189, 57.
125
R. W. McCarley y J. A. Hobson (1975): “Neuronal excitability modulation over
the sleep cycle: a structural and mathematical model”. Science 189, 58-59.
126
J. P. Sastre, K. Sakaï y M. Jouvet (1981): “Are the gigantocellular tegmental field
neurons responsible for paradoxical sleep?”. Brain Research 229, 159.
259
Claude Debru
127
T. Sakumoto et al. (1984): “Possible role of serotonin in the secretory activity of
the subcommissural organ of the cat”. Neuroscience Reseach 1, 196.
128
M. Sallanon, C. Buda, M. Janin y M. Jouvet (1984): “Effect of lesion of
subcommissural organ on sleep in cat”. Neuroscience Letters 49, 124.
129
T. Sakumoto et al. (1982): “Neurones de type APUD dans le système nerveux
central: mise en evidence d’un groupe de neurones dans l’hypothalamus ventrolatéral du
rat et du chat par l’immunohistochimie de la sérotonine après administration de
5-hydroxytryptophane”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences, serie III, 295, 634.
T. Sakumoto et al. (1984): “5HT immunoréactive hypothalamic neurons in rat and
cat after 5-http administration”. Brain Research Bulletin 12, 721-733.
260
Neurofilosofía del sueño
130
K. Sakaï et al. (1983): “Projections ascendantes et descendantes des neurones
dans l’hypothalamus postérieur immunoréactifs à la sérotonine après administration
de 5- hydroxytryptophane chez le chat”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences,
serie III, 296, 1017.
131
M. Sallanon et al. (1983): “Mise en jeu de structures hypothalamiques dans les
mécanismes indolaminergiques du sommeil paradoxal”. Comptes-rendus de l’A cadémie des
Sciences, serie III, 297, 534.
261
Claude Debru
132
Cf. G. Moruzzi (1972): “The sleep-waking cycle”. Ergebnisse der Physiologie 64,
78-81.
133
J. D. Vincent, O. Benoit, J. Scherrer y J. M. Faure (1967): “Activités élémentaires
recueillies dans l’hypothalamus au cours de la veille et du sommeil chez le lapin
chronique”. Journal de Physiologie 59, 527.
262
Neurofilosofía del sueño
134
T. Hökfelt et al. (1978): “Immunohistochemical evidence of substance P-like
immunoreactivity in some 5-hydroxytryptamine-containing neurons in the rat central
nervous system”. Neuroscience 3, 517-538.
263
Claude Debru
135
M. F. Belin et al. (1979): “GABA-accumulating neurons in the nucleus raphé
dorsalis and periaqueductal gray in the rat: a biochemical and radioautographic study”.
Brain Research 170, 291-293.
136
D. Nanopoulos et al. (1982): “Immunocytochemical evidence for the existence of
GABAergic neurons in the nucleus raphé dorsalis. Possible existence of neurons
containing serotonin and GABA”. Brain Research 232, 386.
137
M. F. Ladevèze-Belin (1982): Systèmes GABAergiques et systèmes sérotoninergiques.
Universidad Claude Bernard, Lyon I, cap. 6, p. 72.
264
Neurofilosofía del sueño
138
G. Vanni-Mercier, K. Sakaï y M. Jouvet (1984): “Neurones spécifiques de l’éveil
dans l’hypothalamus postérieur du chat”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences, serie
III, 298, 195.
265
Claude Debru
139
M. Monnier, Th. Koller y S. Graber (1963): “Humoral influences of induced sleep
and arousal upon electrical brain activity of animals with crossed circulation”.
Experimental Neurology 8, 264-277.
140
M. Monnier et al. (1977): “The delta sleep inducing peptide (DSIP). Comparative
properties of the original and synthetic nonapeptide”. Experimentia 33, 548.
266
Neurofilosofía del sueño
141
H. Nagasaki, K. Kitahama, J. L. Valatx y M. Jouvet (1980): “Sleep-promoting effect
of the sleep-promoting substance (SPS): and delta sleep inducing peptide (DSIP): in the
mouse”. Brain Research 192, 276-280.
142
J. R. Pappenheimer, T. B. Miller y C. A. Goodrich (1967): “Sleep-promoting
effects of cerebrospinal fluid from sleep-deprived goats”. Proceedings of the National
Academy of Science US 58, 513-517.
143
F. Riou (1981): Peptides et sommeil. Universidad Claude Bernard Lyon I, pp. 225-226.
144
J. P. Sastre, M. Sallanon, C. Buda y M. Jouvet (1983): “La bacitracine, un inhibiteur
des peptidases, augmente le sommeil paradoxal chez le chat”. Comptes-rendus de l’A cadémie
des Sciences, serie III, 296, 965.
267
Claude Debru
145
N. Chastrette y R. Cespuglio (1985): “Effets hypnogènes de la Des-acétyl-alpha-
MSH et du CLIP (ACTH 18-39): chez le chat”. Comptes-rendus de l’A cadémie des
Sciences, serie III, 301, 527.
268
Neurofilosofía del sueño
269
Claude Debru
146
K. Kitahama, K. Sakaï, M. Jouvet y P. Dubois (1984): “Mise en évidence de la
projection directe des neurones immunoréactifs à l’ACTH sur le complexe du locus
coeruleus chez le chat”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences, serie III, 298, 163.
147
M. Jouvet et al. (1984): “La pars intermedia de l’hypophyse est-elle responsable du
déclenchement du sommeil paradoxal chez le chat pontique avec hypophyse isolée?”.
Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences, serie III, 299, 883.
148
J. P. Sastre et al. (1985): “L’injection systémique ou intracérébrale d’extraits de lobe
neuro-intermédiaire de bœuf peut induire le sommeil paradoxal au cours de l’insomnie
provoquée par la P-chlorophénylalanine chez le chat”. Comptes-rendus de l’Académie des
Sciences, serie III, 300, 14.
270
Neurofilosofía del sueño
149
M. Sallanon et al. (1988): “Hypophysectomy does not disturb the sleep-waking
cycle in the cat”. Neuroscience Letters 88, 173-178.
271
Claude Debru
150
N. Piepenbrock et al. (1985). “Effects of hypothalamic paraventricular lesions on
sleep in rats”. Neuroscience Letters 62, 154.
151
M. Sallanon et al. (1987): “Effects of electrolytic lesions of hypothalamic
paraventricular nucleus and its related areas on the sleep-waking cycle in the cat”. Archives
Italiennes de Biologie 125, 314.
152
D. J. McGinty y M. B. Sterman (1968): “Sleep suppression after basal forebrain
lesions in the cat”. Science 160, 1253-1255.
153
M. Sallanon et al. (1986): “Insomnie de longue durée après lésions des périkaryons
de l’aire préoptique paramédiane chez le chat”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences,
serie III, 303, 403.
154
M. Sallanon et al. (1986): “Augmentation du sommeil paradoxal, induite par
l’injection d’acide iboténique dans l’hypothalamus ventrolatéral, postérieur chez le chat”.
Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences, serie III, 303, 177.
272
Neurofilosofía del sueño
155
M. Sallanon et al. (1987): “L’insomnie consécutive à la lésion de la région
préoptique paramédiane est réversible par inactivation de l’hypothalamus postérieur chez
le chat”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences, serie III, 303, 563-565.
156
J. S. Lin, K. Sakaï y M. Jouvet (1988): “Evidence for histaminergic arousal
mechanisms in the hypothalamus of cat”. Neuropharmacology 27, 120-121.
273
Claude Debru
sistemas
ejecutivos
hipófisis
Figura 11: Representación esquemática de uno de los modelos posibles de regulación del
dormir paradójico. (Según M. Sallanon.)
HLA, hipotálamo lateral posterior; LC, locus coeruleus; NSC, núcleo supraquiasmático;
RPO, región preóptica; RD, núcleo del rafe dorsalis; TM, núcleo tuberomamilar.
Las flechas negras simbolizan las conexiones activadoras, las punteadas las influencias
inhibidoras y las blancas las conexiones inactivas durante el dormir paradójico. La flecha
que simboliza las aferencias del rafe dorsalis sobre la RPO pretende representar el carác-
ter diacrónico del control serotoninérgico del dormir paradójico.
Dormir y termorregulación
274
Neurofilosofía del sueño
157
Cf. J.-L. Valatx (1973): Cycle veille-sommeil et température cérébrale du rat albinos.
Universidad Claude Bernard, Lyon I, pp. 63-64.
158
P. L. Parmeggiani, C. Franzini, P. L. Lenzi y T. Clanci (1971): “Inguinal sub-
cutaneous temperature changes in cats sleeping at different environment temperatures”.
Brain Research 33, 398.
275
Claude Debru
159
M. Jouvet et al. (1988): “La température centrale est le facteur principal de régulation
du sommeil paradoxal chez le chat pontique”. Comptes-rendus de l’Académie des Sciences,
serie III, 306, 72.
160
M. Jouvet et al.(1988): “Hypothermie et sommeil paradoxal I. Chat pontique sans
îlot hypothalamo-hypophysaire”. Comptes-rendus de l’Académie des Sciences, serie III, 306, 72.
276
Neurofilosofía del sueño
161
K. Sakaï (1988): “Executive mechanisms of paradoxical sleep”. Archives Italiennes
de Biologie 126, 241.
162
R. W. McCarley y S. G. Massaquoi (1986): “A limit cycle mathematical model of
the REM sleep oscillator system”. American Journal of Physiology 251, R1011-R1029.
163
Cf. C. P. Bruter (1976): Topologie et perception, t. II: Aspects neurophysiologiques.
Paris, Maloine, p. 140.
277
Claude Debru
278
Neurofilosofía del sueño
164
K. Sakaï (1988): “Executive mechanisms of paradoxical sleep”. Archives Italiennes
de Biologie 126, 254.
165
R. Cespuglio, N. Chastrette y M. Jouvet (1988): “Variations opposées des
concentrations extracellulaires de l’acide 5-hydroxyindolacétique (5-HIAA) mesurées par
la voltamétrie au niveau des terminaisons axonales et des corps cellulaires du noyau raphé
dorsalis à travers le cycle veille-sommeil”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences,
serie III, 307, 817-823.
279
Claude Debru
166
J.-D. Vincent (1986): Biologie des passions. Paris, Odile jacob, p. 259.
280
Neurofilosofía del sueño
167
R. Tissot (1970): “Monoamines et régulations thymiques”. Confrontations
Psychiatriques 6, 121.
281
Claude Debru
282
4
LA SONRISA DEL RECIÉN NACIDO
283
Claude Debru
1
Cf. J. H. Masserman (ed.) (1964): Sciences and psychoanalysis, vol. 7, Development
and Research, New-York London, Grune and Stratton, p. 175.
284
Neurofilosofía del sueño
2
W. Dement (1960). “The effect of dream deprivation”. Science 131, 1706.
3
C. Fisher y W. Dement (1963): “Studies on the psychopathology of sleep and
dreams”. American Journal of Psychiatry 119, 1163.
285
Claude Debru
4
W. C. Dement (1964): “Experimental dream studies”. En: J. H. Masserman (ed.):
Sciences and psychoanalysis, vol. 7, p. 157.
5
Ibíd., p. 160.
6
J. Ferguson y W. Dement (1967): “The effect of varations in total sleep time on the
occurrence of rapid eye movement sleep in cats”. Electroencephalography and Clinical
Neurophysiology 22, 2-10.
286
Neurofilosofía del sueño
7
W. C. Dement (1965): “Recent studies on the biological role of rapid eye movement
sleep”. American Journal of Psychiatry 122, 405.
8
Ibíd., p. 407.
287
Claude Debru
9
L. C. Johnson, E. S. Slye y W. Dement (1965): “Electroencephalographic and
autonomic activity during and after sleep deprivation”. Psychosomatic Medicine 27, 415-423.
10
G. Gulevich, W. Dement y L. Johnson (1966): “Psychiatric and EEG observations
on a case of prolonged (264 hours): wakefulness”. Archives of General Psychiatry 15, 31.
288
Neurofilosofía del sueño
11
H. B. Cohen, R. F. Duncan y W. C. Dement (1967): “Sleep the effect of
electroconvulsive shock in cats deprived of REM sleep”. Science 156, 1646-1648.
12
V. Zarcone, G. Gulevich y W. Dement (1967): “Sleep and electroconvulsive
therapy”. Archives of General Psychiatry 16, 571.
13
H. Cohen, J. Thomas y W. C. Dement (1970): “Sleep stages, REM deprivation and
electroconvulsive threshold in the cat”. Brain Reseach 19, 317-321.
14
W. Dement, P. Henry, H. Cohen y J. Ferguson (1967): “Studies on the effect of
rem deprivation in humans and in animals”. En: S. Kety, E. Evarts y H. Williams (eds.):
Sleep and altered states of consciousness. Baltimore, Williams and Wilkins, p. 466-467.
289
Claude Debru
15
S. R. Clemes y W. C. Dement (1967): “Effect of REM sleep deprivation on
psychological functioning”. The Journal of Nervous and Mental Disease 144, 489-490.
16
G. D. Gulevich, W.C. Dement y V.P. Zarcone (1967): “All-night sleep recording of
chronic schizophrenics in remission”. Comprehensive Psychiatry 8, 142-144.
290
Neurofilosofía del sueño
17
V. Zarcone, G. Gulevich, T. Pivik y W. C. Dement (1968): “Partial REM phase
deprivation and schizophrenia”. Archives of General Psychiatry 18, 198.
18
Ibíd., pp. 200-201.
291
Claude Debru
19
V. Zarcone, G. Gulevich, T. Pivik, K. Azumi y W. Dement (1969): “REM
deprivation and schizophrenia”. Biological Psychiatry 1, 184.
292
Neurofilosofía del sueño
20
W. C. Dement (1969): “The biological role of REM sleep (circa 1968)”. En: A. Kales
(ed.), Sleep, physiology and pathology, a symposium. Philadelphie-Toronto, Lippincott, p. 252.
21
Ibid, p. 258.
293
Claude Debru
22
C. D. King (1970): “The pharmacology of rapid eye movement sleep. PhD,
Departamento de Farmacología, Universidad de Emory, Atlanta, p. 82.
23
M. Mitler, B. Morden, S. Levine y W. Dement (1972): “The effects of parachloro-
phenylalanine of the mating behavior of male rats”. Physiology and Behavior 8, 1147-1150.
294
Neurofilosofía del sueño
24
R. J. Wyatt et al. (1971): “Effects of 5-hydroxytryptophan on the sleep of normal
human subjects”. Electroencephalography and Clinical Neurophysiology 30, 505-509.
25
V. Zarcone et al. (1973): “Repeated oral ingestion of 5-hydroxytryptophan”. Archives
of General Psychiatry 28, 843-846.
295
Claude Debru
26
W. C. Dement (1972): “Sleep deprivation and organisation of the behavioral
states”. En: C. D. Clemente, D. P. Purpura y F. E. Mayer (eds.): Sleep and the maturing
nervous system. New-York, Londres, Academic Press, pp. 349-350.
27
A. Rechtschaffen et al. (1983): “Physiological correlates of prolonged sleep
deprivation in rats”. Science 221, 182-184.
28
J. Horne (1988). Why we sleep, Oxford University Press, pp. 19-20.
296
Neurofilosofía del sueño
El síndrome narcoléptico
29
A. Rechtschaffen et al. (1963): “Noctural sleep of narcoleptics”. Electroencephalography
and Clinical Neurophysiology 15, 604-605.
297
Claude Debru
30
W. Dement, A. Rechtschaffen y G. Gulevich (1966): “The nature of the narcoleptic
sleep attack”. Neurology 16, 30.
31
A. Rechtschaffen y W. Dement (1967): “Studies on the relation of narcolepsy,
cataplexy, and sleep with low voltage random EEG activity”. En: S. Kety, E. Evarts y W.
Williams (eds.): Sleep and altered states of consciousness. Baltimore, Willams and Wilkins,
p. 494.
298
Neurofilosofía del sueño
32
Ibíd., p. 502.
33
S. Kessler, C. Guilleminault y W. Dement (1974): “A family study of 50 REM-
narcoleptics”. Acta Neurological Scandinavica 50, 503-512.
34
J. Montplaisir, M. Billiard et al. (1978): “Twenty-four hour recording in REM-
narcoleptics with special reference to noctural sleep disruption”. Biological Psychiatry 13, 86-87.
35
P. Passouant, M. Baldy-Moulinier y Ch. Aussilloux (1970): “Etat de mal cataplec-
tique au cours d’une maladie de Gélineau”. Revue Neurologique 123, 56-60.
299
Claude Debru
36
P. Passouant, J. Cadilhac y M. Ribstein (1972): “Les privations de sommeil à
mouvements oculaires rapides par les antidépresseurs”. Revue Neurologique 127, 190-191.
37
C. Guilleminault et al. (1976): “Evaluatin of short-term and long-term treatment
of the narcolepsy syndrome with clomipramine hydrochloride”. Acta Neurological
Scandinavica 54, 84-85.
38
J. B. Delashaw Jr, A. S. Foutz, C. Guilleminault y W. C. Dement (1979):
“Cholinergic mechanisms and cataplexy in dogs”. Experimental Neurology 66, 754.
39
K. F. Faull, J. D. Barchas, A. S. Foutz, W. C. Dement y R. B. Holman (1982):
“Monoamine metabolite concentrations in the cerebrospinal fluid of normal and
narcoleptic dogs”. Brain Research 242, 141.
300
Neurofilosofía del sueño
Narcolepsia y genética
40
A. S. Foutz, J. B. Delashaw, C. Guilleminault y W. C. Dement (1981):
“Monoaminergic mechanisms and experimental cataplexy”. Annals of Neurology 10, 375.
41
I. N. Mefford et al. (1983): “Narcolepsy: biogenic amine deficits in animal model”.
Science 220, 631.
301
Claude Debru
42
Y. Honda, A. Asaka, Y. Tanaka y T. Juji (1983): “Discrimination of narcoleptic
patients by using genetic markers and HLA”. Sleep Research 12, 254. También J. Seignalety
y M. Billiard (1984): “Possible association between HLA-B7 and narcolepsy”. Tissue
Antigens 23, 188-189.
302
Neurofilosofía del sueño
303
Claude Debru
43
H. Piéron (1913): Le problème physiologique du sommeil. Paris, Masson, p. 16.
44
En la actualidad parece, al menos según criterios electrográficos, que algunos rep-
tiles no duermen. Cf. S. S. Campbell y I. Tobler (1984): “Animal sleep: a review of sleep
duration across phylogeny”. Neuroscience and Biobehavioral Reviews 8, 276.
45
Ibíd., p. 21.
46
H. Hermann, M. Jouvet y M. Klein (1964): “Analyse polygraphique du sommeil de
la tortue”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences 258, 2177.
304
Neurofilosofía del sueño
47
J. Peyrethon (1968): Sommeils et évolution. Etude polygraphique des états de sommeil
chez les poissons et les reptiles. Lyon, Imprimerie des Beaux-Arts, pp. 67, 69.
48
Ibíd., p. 75.
49
Ibíd., p. 84.
50
M. Klein (1963): Etude polygraphique et phylogénique des états de sommeil. Lyon,
Imprimerie Bosc, pp. 43, 49.
305
Claude Debru
51
D. Jouvet y J.-L. Valatx (1962): “Etude polygraphique du sommeil chez l’agneau”.
Comptes-rendus de le Société de Biologie 156, 1411-1414. Se deben mencionar también los
trabajos de Y. Ruckebusch sobre los rumiantes.
306
Neurofilosofía del sueño
52
M. y D. Jouvet (1964): “Le sommeil et les rêves chez l’animal”. En: A. Brion y H.
Ey (eds.), Psychiatrie animale. Paris, Desclée de Brouwer, p. 165.
53
F. Snyder (1969): “Sleep and REM as biological enigmas”. En: A. Kales (ed.): Sleep,
physiology and pathology, a symposium. Philadelphie-Toronto, Lippincott, p. 273.
307
Claude Debru
54
Ibíd., pp. 274-275.
308
Neurofilosofía del sueño
55
F. Snyder (1966): “Toward an evolutionary theory of dreaming”. American Journal
of Psychiatry 123, 129.
56
M. Jouvet (1968): “Phylogenèse et ontogenèse du sommeil paradoxal: son
organisation ultradienne”. En: Cycles biologiques et psychiatrie. Genève-Paris, pp. 191-192.
309
Claude Debru
57
I. G. Karmanova (1982): Evolution of sleep, stages of formation of the wake fulness-
sleep cycle in vertebrates. Bâle, Karger, p. 3.
58
T. Allison y H. van Twyver (1970). “The evolution of sleep”. Natural History 79, 56-66.
310
Neurofilosofía del sueño
59
I. G. Karmanova (1982): op. cit., p. 31.
60
Se sigue aquí la terminología del autor.
61
Ibíd., p. 50.
311
Claude Debru
62
Ibíd., p. 62.
63
Ibíd., p. 60.
312
Neurofilosofía del sueño
64
Ibíd., p. 70.
313
Claude Debru
65
Ibíd., p. 80.
66
Ibíd., pp. 88, 91.
67
Ibíd., p. 138.
314
Neurofilosofía del sueño
68
L. M. Mukhametov (1984): “Sleep in marine mammals”. En: A. Borbely y J.-L. Valatx
(eds.): Sleep mechanisms. Springer, pp. 233-234.
315
Claude Debru
LA ONTOGÉNESIS DE LA VIGILANCIA
La idea de que los estadios del desarrollo del embrión correspon-
den a las grandes etapas de la evolución de las especies, de que la
ontogénesis recapitula la filogénesis y que aquélla es incluso una pre-
sentación acelerada de ésta, fue formulada por Haeckel en 1866. Pese
a sus diversas peripecias, esta teoría sigue siendo considerada y discu-
tida por los biólogos. Los hipnólogos se preguntaron a menudo si la
ontogénesis del dormir no recapitularía la filogénesis. El descubri-
miento del dormir paradójico suscitó muchos trabajos sobre la onto-
génesis, paralelos a las investigaciones sobre el dormir en el mundo
animal.
El dormir del recién nacido y el del feto con diversos estadios de
prematuridad han sido estudiados en el animal y en el hombre. Se
pudo así mostrar la predominancia masiva, durante la ontogénesis,
de una forma de dormir análoga al dormir paradójico, y que produce
el nacimiento de este último. Este dormir, que Jean-Louis Valatx
316
Neurofilosofía del sueño
69
J.-L. Valatx (1963): Ontogenèse des différents états de sommeil. Etude comportementale,
EEG et polygraphique chez le chaton. Lyon, Imprimerie des Beaux-Arts, p. 74.
70
T. Allison y H. van Twyver (1970): “The revolution of sleep”. Natural History 79, 2,
p. 60.
71
I. G. Karmanova (1982): op. cit., pp. 144-145.
317
Claude Debru
72
D. Jouvet, J.-L. Valatx y M. Jouvet (1961): “Etude polygraphique du sommeil du
chaton”. Comptes-rendus de la Société de Biologie 155, 1663.
318
Neurofilosofía del sueño
73
J.-L. Valatx, D. Jouvet-Mounier y M. Jouvet (1964): “Evolution electroencéphalo-
graphique des différents états de sommeil chez le chaton”. Electroencephalography and
Clinical Neurophysiology 17, 222-223.
319
Claude Debru
74
J.-L. Valatx (1963): Ontogenèse des différents états de sommeil. Lyon, Imprimerie des
Beaux-Arts, pp. 65-66.
320
Neurofilosofía del sueño
75
H. P. Roffwarg, J. N. Muzio y W. C. Dement (1966): “Ontogenetic development
of the human sleep-dream cycle”. Science 152, 612.
321
Claude Debru
estado de vigilia
dormir paradójico
tiempo total del dormir (horas)
dormir lento
322
Neurofilosofía del sueño
años se traducen en relatos de sueños y esta cifra debe ser moderada por
el hecho de que la credibilidad a esta edad no es segura. A la edad de
cinco a seis años, la proporción de los relatos se duplica y su credibili-
dad no puede ser puesta en duda. Su contenido es de tipo visual y espa-
cial más que verbal, lo que es significativo para los mecanismos de pro-
ducción del sueño (quizá en relación con la especialización de los
hemisferios cerebrales). La ontogénesis del sueño depende de la madu-
ración de las capacidades cognitivas, y no solamente de la maduración
de las estructuras cerebrales de activación.
Así, Foulkes intentó rediseñar los comienzos del sueño mediante el
análisis de los primeros relatos. Estos relatos contienen una mínima
cantidad de representación del yo, que es poco activo, así como poco
afecto, muchas figuras de animales y el niño sueña frecuentemente
que duerme. Estos sueños estáticos parecen formar una etapa impor-
tante en los comienzos del sueño. Foulkes sugirió también que las
figuras animales podrían ser sustitutos del yo, en un momento en que
el niño no es todavía capaz de una verdadera representacion del yo. El
sueño aparece dependiendo de procesos de simbolización que no se
forman antes del final del segundo año. La pobreza y la rareza de los
relatos de sueños obtenidos entre los 3 y los 5 años muestran hasta qué
punto el sueño es dependiente de la maduración de las capacidades
cognitivas. Según Foulkes estas constataciones concuerdan bien con
las conclusiones y periodizaciones de Piaget76. Si la formación del
sueño refleja la maduración de las capacidades cognitivas, la experien-
cia onírica más primitiva, preverbal, precognitiva, y su vínculo con la
formación del pensamiento se nos escapan todavía.
76
D. Foulkes (1983): “Drean ontogeny and dream psychophysiology”. En: M. H. Chase
y E. D. Weitzmann (eds.): Advances in sleep research, vol. 8. New-York, Spectrum, p. 356.
323
Claude Debru
77
H. P. Roffwarg et al. (1966): op. cit., p. 612.
324
Neurofilosofía del sueño
78
Ibíd., p. 616.
79
Ibíd., p. 616.
325
Claude Debru
Como todas las hipótesis sobre las funciones del dormir paradóji-
co, la hipótesis de Roffwarg no ha podido ser confirmada ni invalida-
da. La ontogénesis del dormir en los mamíferos fue estudiada en rela-
ción con la maduración del cerebro. Durante muchos años Danièle
Jouvet-Mounier estudió la ontogénesis comparada de los estados de
vigilancia en el gato, la rata y el cobaya. A partir de esta notable serie
de estudios concluyó que la proporción del dormir paradójico en el
nacimiento depende del estado de maduración del cerebro. Pero no
quiso extraer de este hecho ninguna conclusión especulativa sobre la
función del dormir paradójico. Esta prudencia, que contrasta con la
audacia interpretativa de sus colegas, merece tanto más ser subrayada
por cuanto el trabajo de Danièle Jouvet-Mounier es de una particular
precisión, seguridad y amplitud.
80
Ibíd., p. 617.
326
Neurofilosofía del sueño
rata
gato
cobaya
Figura 13: Evolución de la relación entre el tiempo de dormir paradójico y el dormir total
en función de la edad después del nacimiento (en días) en el gato, la rata y el cobaya.
(Según D. Jouvet-Mounier, Astic y Lacote; (1970). Developmental psychobiology.)
81
D. Jouvet-Mounier (1968): Ontogenèse des états de vigilance chez quelques
mammifères. Lyon, Imprimerie des Beaux-Arts, p. 71.
327
Claude Debru
82
Ibíd., pp. 158-161.
83
L. Astic y D. Jouvet-Mounier (1969): “Mise en évidence du sommeil paradoxal in
utero chez le cobaye”. Comptes-rendus de l’A cadémie des Sciences 269D, 2578-2581.
328
Neurofilosofía del sueño
84
D. Jouvet-Mounier, L. Astic y D. Lacote (1970): “Ontogenesis of the states of sleep in
rat, cat and guinea-pig during the first postnatal month”. Development Psychobiology 2, 216-239.
85
D. Jouvet-Mounier (1968): Ontogenèse des états de vigilance chez quelques
mammifères. Lyon, Imprimerie des Beaux-Arts, p. 199.
86
M. Jouvet (1973): “Essai sur le rêve”. Archives Italiennes de Biologie 111, 570.
329
Claude Debru
87
Ibíd., p. 571.
88
Ibíd., p. 572.
89
M. Jouvet (1986): “Programmation génétique itérative et comportements innés”.
Confrontations Psychiatriques 27, 171.
330
Neurofilosofía del sueño
331
Claude Debru
Los movimientos oculares rápidos no son los únicos signos del dormir
agitado; el recién nacido se abandona igualmente a toda una serie de
juegos de mímica en los que su rostro expresa la tristeza, la felicidad,
el desconcierto. Esta expresión de una motricidad organizada que tra-
duce emociones se produce casi exclusivamente durante el dormir agi-
tado. Este hecho significativo ha podido servir de argumento en favor
de la teoría del dormir paradójico como reprogramación de los com-
portamientos innatos.
Nuevos datos sobre la ontogénesis del dormir en el hombre apor-
tan igualmente ciertos argumentos. El dormir ha podido ser estudia-
do en diversos estadios de premadurez o de inmadurez. Hablando
con propiedad, no existe antes de las veintisiete semanas de gesta-
ción. Una primera diferencia entre el dormir tranquilo y el dormir
agitado aparece entre las veintiocho y las treinta semanas, pero estos
estados no están completamente individualizados sino a partir de las
treinta y cinco semanas. La distinción entre la vigilia y el sueño apa-
rece solamente a partir de las treinta y seis o treinta y siete semanas,
hacia su término90.
A estos datos resumidos por Marie-José Challamel hay que añadir
que la definición misma de estos estados evoluciona durante la madu-
ración a causa de la ausencia de concordancia, de aparición y de coe-
xistencia progresiva de los diferentes parámetros que sirven para defi-
nirlos. Se designa así como indeterminado el dormir que no puede
entrar en los dos estados definidos. El dormir indeterminado es el que
predomina hasta las treinta y dos semanas, heredero de un ritmo fetal
de actividad y de reposo que se instala hacia la vigésima semana. Entre
las treinta y dos y treinta y seis semanas el dormir agitado pasaría del
45% al 65% del dormir total, para disminuir ligeramente hacia el fin
del periodo de gestación. El aumento del dormir tranquilo es mucho
más lento, representa un 35% del sueño a las treinta y siete o treinta y
ocho semanas. Los estados de vigilia representan menos del 10% del
total. La coincidencia de los diferentes parámetros (movimientos
90
M. J. Challamel (1988): “Development of sleep and wakefulness”. En: I. Meisami
y P. S. Timiras (eds.): CRC Handbook of human sleep and developmental biology, vol.1,
part B. CRC Boca Raton, Florida, pp. 272-273.
332
Neurofilosofía del sueño
91
Ibíd., pp. 273-274.
92
M. J. Challamel (1988): Communication au Congrès de Neuropédiatrie
Européenne. Rome, 14-15 de octubre de 1988.
333
Claude Debru
93
M. J. Challamel (1985): “Sleep and smiling in neonate: a new approach”. En: W. P.
Koella, E. Rüther y H. Schulz (eds.): Sleep 84. Stuttgart-New-York, Gustav Fischer, p. 292.
334
Neurofilosofía del sueño
335
CONCLUSIÓN
337
Claude Debru
338
Neurofilosofía del sueño
1
H. Ephron y P. Carrington (1966): “Rapid eye movement sleep and cortical
homeostasis”. Psychological Review 73, 500-526.
339
Claude Debru
2
G. W. Vogel (1979): “A motivational function of REM sleep”. En: R. Drucker-
Colin, M. Shkurovitch y M. B. Sternman (eds.): The functions of sleep. New-York,
Academic Press, pp. 233-250.
3
V. H. Denenberg y E. B. Thoman (1981): “Evidence for a functional role for active
(REM): sleep in infancy”. Sleep 4, 185-192.
340
Neurofilosofía del sueño
4
J. Ferguson y W. Dement (1967): “The effect of variations in total sleep time on the
occurrence of REM sleep in cats”. Electroencephalography and Clinical Neurophysiology 22,
2-10.
5
E. Hennevin y P. Leconte (1971): “La function du sommeil paradoxal: faits et
hypothèses”. L’année Psychologique 71, 501.
6
R. Berger(1969): “Oculomotor control; a possible function of REM sleep”.
Psychological Review 76, 144-164.
341
Claude Debru
7
M. T. Perenin y M. Jeannerod (1971): “Lésions internucléaires; effets sur la motricité
oculaire pendant l’éveil et le sommeil paradoxal chez le chat”. Brain Research 32, 308.
342
Neurofilosofía del sueño
8
M. A. Corner, M. Mirmiran et al. (1980): “Does, rapid eye movement sleep play a
role in brain development?”. En: M. A. Corner et al. (eds.): Adaptive capabilities of the
nervous system. Progress in brain research, vol. 53. Elsevier North-Holland, pp. 347-356.
9
F. Crick y G. Mitchison (1983): “The function of dream sleep”. Nature 304, 112.
343
Claude Debru
10
Cf. E. Hennevin y P. Leconte, op. cit., p. 509, que citan los trabajos efectuados con
Vincent Bloch. Véase también J. Horne (1988): Why we sleep. Oxford University Press,
pp. 273-274.
11
K. Kitahama, J.-L. Valatx y M. Jouvet (1981): “Paradoxical sleep deprivation and
performance o fan active avoidance task: impairment in C57BR mice and no effect in
C57BL/6 mice”. Physiology and Behaviour 27, 41-50.
344
Neurofilosofía del sueño
12
M. Jouvet (1986): “Programmation génétique iterative et sommeil paradoxal”.
Confrontations Psychiatriques 27, 170.
13
M. Touret, J.-L. Valatx y M. Jouvet (1982): “The locus coeruleus: a quantitative
and genetic study in mice”. Brain Research 250, 353-357.
345
Claude Debru
minutos de dormir
paradójico
Figura 16: Ritmos del dormir paradójico en dos cepas de ratones consanguíneos (C57B6
y BALBc) y su híbrido (B6CF1). El híbrido presenta un comportamiento intermedio.
(Según J.-L. Valatx.)
346
Neurofilosofía del sueño
347
Claude Debru
348
Neurofilosofía del sueño
349
Claude Debru
14
A. Comte (1975): Philosophie première. Cours de philosophie positive, leçons 1 à 45.
Paris, Hermann, p. 870.
350
POST SCRÍPTUM
1
Este período fue descrito en la primera edición de este libro. Dejé el laboratorio de
Michel Jouvet en 1989, al cabo de ocho años maravillosos.
351
Claude Debru
2
En el marco de este capítulo, nos limitaremos a describir ciertos aspectos de los
desarrollos recientes que nos han parecido los más importantes desde una perspectiva
filosófica y epistemológica, sin pretensión alguna de exhaustividad.
352
Neurofilosofía del sueño
3
Patricia Mack Whitaker-Azmitia (1999): “The discovery of serotonin and its role
in neuroscience”. Neuropsychopharmacology 21 (2S), 2S.
353
Claude Debru
4
Michel Jouvet (1999): “Sleep and serotonin: an unfinished story”. Neuropsycho-
pharmacology 21 (2S), 25S.
354
Neurofilosofía del sueño
5
Charles Nicolle (1933): Destin des maladies infectieuses. Obra reeditada por la aso-
ciación de ex alumnos del Instituto Pasteur, París, Editions France Lafayette, 1993, p. 124.
El comentario de Charles Nicolle hace referencia a los mecanismos de transformación del
virus de la rabia en vacuna por Louis Pasteur.
355
Claude Debru
6
Cf. Pierre Hervé Luppi et al. (2004): “Brainsterm structures responsible for paradoxical
sleep onset and maintenance”. Archives Italiennes de Biologie 142, 398.
356
Neurofilosofía del sueño
7
Romuald Boissard et al. (2002): “The rat ponto-medullary network responsible for
paradoxical sleep onset and maintenance: a combined microinjection and functional
neuroanatomical study”. European Journal of Neuroscience 16, 1959-1973.
8
Romuald Boissard et al. (2003): “Localization of the GABAergic and non-
GABAergic neurons projecting to the sublaterodorsal nucleus and potentially gating
paradoxical sleep onset”. European Journal of Neuroscience 18, 1627-1639. También
Pierre-Hervé Luppi et al. (2004), p. 400-401.
357
Claude Debru
9
Ibíd., p. 1637.
10
Romuald Boissard et al. (2002): p. 1970.
11
Pierre-Hervé Luppi et al. (2004): p. 401.
358
Neurofilosofía del sueño
359
Claude Debru
12
Ibíd., p. 403.
360
Neurofilosofía del sueño
13
Ibíd., pp. 404-405.
361
Claude Debru
siderable como el producido por las lesiones del rafe. Michel Denoyer
practicó con inyecciones de 5-HTP en el área preóptica de un animal
insomne, restaurando así el dormir con un retraso de 50 minutos (y de
90 minutos para la aparición del dormir paradójico)14. El área preóp-
tica constituye el único territorio en el que se puede observar este efec-
to de la inyección de 5-HTP. El hipotálamo anterior forma pues, en la
sucesión de acontecimientos que conducen al sueño, una región real-
mente hipnógena, supuestamente bajo la influencia de fibras serotoni-
nérgicas que parten del tronco cerebral. Se suponía también que el
área preóptica gobernaba los mecanismos responsables de la sincroni-
zación cortical característica del dormir lento. La explicación del dor-
mir paradójico a partir del área preóptica parecía más difícil. Para
alcanzarla era necesario recurrir a una lógica de facilitación por inhi-
bición doble, suponiendo que el área preóptica ejerce un poder inhi-
bidor sobre un mecanismo conocido para inhibir el dormir paradóji-
co, situado en el hipotálamo ventrolateral15. ¿Cuáles son, pues, los
mecanismos hipotalámicos del dormir y de la vigilia? ¿Qué neuronas,
qué receptores y qué mediadores participan? El tema ha sido revisado
recientemente, obteniéndose nuevos resultados que demuestran la
implicación del hipotálamo posterior.
El estudio del dormir paradójico en el gato póntico mostró que el
tronco cerebral contiene las estructuras responsables del desencade-
namiento del dormir paradójico, pero no las estructuras responsa-
bles de su regulación homeostática. En efecto, el gato póntico ya no
presenta rebote del dormir paradójico después de la privación.
Contrariamente, el gato póntico portador de un hipotálamo aislado
sobrevive más tiempo. Se ha demostrado que el hipotálamo posterior
contiene entre un 9 y un 15% de neuronas activas durante el dormir
paradójico16. Se ha probado que el hipotálamo posterior está implica-
do en la regulación homeostática del dormir paradójico, así como en
14
M. Denoyer, M. Sallanon, K. Kitahama, C. Aubert y M. Jouvet (1989):
“Reversibility of para-chlorophenylalanine induced insomnia by intra-hypothalamic
microinjection of L-5-hydroxytryptophan”. Neuroscience 28, 83-94.
15
Ibíd., p. 91.
16
Cf. Romain Goutagny et al. (2004): “Posterior hypothalamus and regulation of
vigilance states”. Archives Italiennes de Biologie 142, 487-500.
362
Neurofilosofía del sueño
17
Marcelle Sallanon, Kazuya Sakai, Colette Buda, M. Puymartin y Michel Jouvet
(1988): “Increase of paradoxical sleep induced by microinjections of ibotenic acid into
the ventrolateral part of the posterior hypothalamus in the cat”. Archives Italiennes de
Biologie 126, 87-97
18
S. Fromherz y E. Mignot (2004): “Narcolepsy research: past, present and future
perspectives”. Archives Italiennes de Biologie 142, 479-486. Emmanuel Mignot, biólogo
francés, instalado en Stanford.
363
Claude Debru
364
Neurofilosofía del sueño
365
Claude Debru
del área preóptica y del hipotálamo lateral en los gatos privados del
dormir19. Barbara Jones utilizó sistemáticamente este marcador para
estudiar la actividad de las neuronas monoaminérgicas, colinérgicas
y GABAérgicas del tronco cerebral durante el rebote que sigue a la
privación.
La inmunohistoquímica aplicada a la hipocretina, a la proteína
MCH y a la proteína Fos, y practicada post mórtem sobre ratas que
presentaban rebote después de privaciones de dormir paradójico,
muestra la presencia de la hormona MCH y una presencia muy débil
de hipocretina. Las neuronas Fos+ están significativamente elevadas
en el hipotálamo posterior. Pocas neuronas con hipocretina expresan
la proteína Fos, testigo de la activación, en esas condiciones. Por el
contrario, la mayoría de las células de MCH son inmunorreactivas a la
proteína Fos en las mismas condiciones. Además, la administración de
la hormona por vía ventricular cerebral aumenta el dormir paradójico
así como el dormir lento. Estos resultados pueden ser correlacionados
con otros que conciernen a la actividad unitaria de las neuronas del
hipotálamo posterior durante el dormir paradójico. Por el contrario,
las neuronas de hipocretina están activas solamente durante la vigilia.
El hipotálamo posterior contiene, pues, redes de neuronas que contro-
lan los estados de vigilancia. Su papel sería el de la regulación homeos-
tática más que el del desencadenamiento y del mantenimiento, fun-
ciones atribuibles a las estructuras ejecutivas del tronco cerebral. La
neuronas con MCH controlarían el dormir inhibiendo las neuronas
inhibidoras (quizá las neuronas GABAérgicas), según la lógica de
doble negación bien conocida en biología20. Estos mecanismos, u
otros, están aún sin confirmar. No obstante, una cosa está establecida
con firmeza: la existencia en el hipotálamo posterior de poblaciones
de neuronas que son específica y fuertemente activas durante el dor-
mir paradójico21.
19
Laurence Ledoux, Jean-Pierre Sastre, Colette Buda, Pierre-Hervé Luppi y Michel
Jouvet (1966): “Alterations in c-fos expression procedures of sleep deprivation in the cat”.
Brain Research 735, 108-118.
20
Laurence Verret et al. (2003): “A roke of melanin-concentrating hormone produ-
cing neurons in the central regulation of paradoxical sleep”. BMC Neuroscience 4, 19.
21
R. Coutagny et al., op. cit. (2004): p. 492.
366
Neurofilosofía del sueño
22
Joëlle Adrien, C. Alexandre, B. Boutrel y D. Popa (2004): “Contribution of the
‘knock-out’ technology to understanding the role of serotonin in sleep regulations”.
Archives Italiennes de Biologie 142, 369-377.
367
Claude Debru
23
Kazuya Sakaï y Barbara Jones mostraron recientemente la existencia de neuronas
serotoninérgicas del tronco cerebral activas durante el dormir paradojal (Michel Jouvet,
comunicación personal).
368
Neurofilosofía del sueño
24
Barbara Jones (2004): “Paradoxical REM sleep promoting and permitting neuro-
nal networks”. Archives Italiennes de Biologie 142, 385.
25
Barbara Jones, op. cit., p. 388.
369
Claude Debru
pues, a la orden del día. Las neuronas con GABA desinhibirían las
neuronas con glutamato, estas últimas excitadas por las neuronas coli-
nérgicas. El “tándem” glutamato-acetilcolina sería responsable de la
activación cortical así como de la inhibición motora26. Se ve así hasta
qué grado de conocimiento del detalle de las distribuciones, activida-
des y propiedades neuronales hay que llegar, actualmente, para poder
presentar elementos de comprensión que se sitúen a nivel de redes de
neuronas muy fuertemente interconectadas, actuando por una espe-
cie de juego de activaciones e inhibiciones con la ayuda de distintos
neurotransmisores (como ya se ha visto, otros neurotransmisores dis-
tintos de los indicados aquí son, por otra parte, puestos en marcha en
el ciclo de los estados de vigilancia). La intrincación extrema de estas
diferentes neuronas impresiona el observador. ¿Sería esta intrincación
el signo de la relación entre los estados de vigilancia y otras variadas
funciones fisiológicas?
Frente a estos modelos bioquímicos, por más elaborados que sean,
no puede dejar de plantearse otra pregunta: ¿estos modelos son sufi-
cientes? O, en otros términos, ¿se sostienen por sí mismos? Parecería
que no es el caso ya que falta, para comprender la génesis del ciclo de
los estados de vigilancia, las causas o las razones del hecho de que se
pase de un estado al otro, lo que es de otro orden que la descripción de
las relaciones entre neurotransmisores según la lógica bien establecida
de las activaciones y las inhibiciones de unas neuronas sobre otras.
Esta cuestión es la del reloj biológico. ¿Mediante qué mecanismos y
con ayuda de qué procesos de registro de las duraciones funciona? Se
sabe, por ejemplo, que el núcleo supraquiasmático del hipotálamo
tiene un papel esencial en la creación de los ritmos cerebrales en rela-
ción con otras estructuras como la glándula pineal. Como han recor-
dado Jean Boissin y Bernard Canguilhem, la destrucción del núcleo
supraquiasmático en el animal suprime el ritmo circadiano del dormir
lento y del dormir paradójico sin afectar a su duración cotidiana27.
Jean-Louis Valatx descubrió una cepa de ratas de laboratorio que pre-
26
Barbara Jones, op. cit., p. 390.
27
Jean Boissin y Bernard Canguilhem (1998): Les rythmes du vivant. Origine et
contrôle des rythmes biologiques. Paris, Nathan Université, CNRS Editions, p. 254.
370
Neurofilosofía del sueño
28
Jean Boissin y Bernard Canguilhem, op. cit., p. 254.
29
Se trata de la respuesta a una pregunta planteada durante una entrevista que él me
concedió.
371
Claude Debru
372
Neurofilosofía del sueño
30
Barbara Jones (1998): “The neural basis of consciousness across the sleep-waking
cycle”. En: Consciousness. At the frontiers of neuroscience. Advances in Neurology, vol. 77,
editada por H. H. Jasper, L. Descarries, V. F. Castellucci y S. Rossignol. Philadelphie,
Lippincott-Raven Publishers, p. 77.
31
Nina Hofle et al. (1997): “Regional cerebral blood flow changes as function of
delta and spindle activity during slow wave sleep in humans”. The Journal of Neuroscience
17, 4800-4808.
373
Claude Debru
32
Pierre Maquet (1996): “Le sommeil paradoxal humain”. Revue de Médecine de Liège
51, 10, 632.
33
Pierre Maquet et al. (1996): “Functional neuroanatomy of human rapid-eye-movement
sleep and dreaming”. Nature 383, 165.
374
Neurofilosofía del sueño
375
Claude Debru
35
Aristóteles, Les Parties des animaux, 643a, texto corregido y traducido por Pierre
Louis, Paris, Belles Lettres, 1956, p. 12.
376
Neurofilosofía del sueño
36
Ibíd., 643b, p. 14.
37
Aristóteles, Organon IV, Los Segundos analíticos, I, 25, nueva traducción y notas de
J. Tricot, Paris, Vrin, 1987, p. 138.
38
W. D. Ross, Aristote, traducido por Jean Samuel, Paris-Londres-New-York,
Publications Gamma, Gordon & Breach, 1971, p. 39.
39
Aristóteles, La Métaphysique, t. I, B, 2, 996b 14-15, Introducción, notas e índice
por J. Tricot, Paris, Vrin, 1974, p. 127.
377
Claude Debru
40
David Foulkes (1996), “Dream Research: 1953-1993”. Sleep, 19, 611.
378
Neurofilosofía del sueño
41
Ibíd., p. 613.
42
John Antrobus (1983), “REM and NREM Sleep Reports: Comparison of Word
Frequencies by Cognitive Classes”. Psychophysiology, 20, 562 sq.
379
Claude Debru
43
David Foulkes, op. cit., p. 618.
380
Neurofilosofía del sueño
44
Ibíd., p. 621.
45
Marino Bosinelli (1995): “Mind and consciousness during sleep”. Behavioural
Brain Research, 69, 197.
46
Ibíd., p. 197.
381
Claude Debru
47
Tore A. Nielsen (2000): “A review of mentation in REM and NREM sleep:
‘Covert’ REM sleep as a possible reconciliation of two opposing models”. Behavioral and
Brain Sciences, 23, 851 sq.
48
J. Allan Hobson, Edward F. Pace-Schott y Robert Stickgold (2000): “Dreaming
and the brain. Toward a cognitive neuroscience of conscious states”. Behavioral and Brain
Sciences, 23, 823.
382
Neurofilosofía del sueño
49
Barbara E. Jones (2000): “The interpretation of physiology”. Behavioral and Brain
Sciences, 23, 956.
50
J. Allan Hobson, Edward F. Pace-Schott y Robert Stickgold (2000): “Dreaming
and the brain. Toward a cognitive neuroscience of conscious states”. Behavioral and Brain
Sciences, 23, 804-805.
383
Claude Debru
penetra el no-rem. Estas ideas han sido desarrolladas, por ejemplo, por
Tore Nielsen en su concepción del covert rem sleep o dormir rem furti-
vo o subrepticio, de algún modo a cubierto, que surge intermitente-
mente en el interior del dormir no-rem51. La solución que consiste en
decir que la actividad mental del dormir no-rem (o lento) en sus
aspectos más próximos al onirismo es debida a la actividad de meca-
nismos de tipo rem no ha dejado de provocar las críticas de los que,
como Bosinelli y Foulkes, piensan que la actividad mental obedece a
sus propia reglas de producción y que puede separarse de la fisiología.
Puede observarse que este campo permanece saturado de presupues-
tos filosóficos, que no aseguran necesariamente una visión más clara.
Desde los trabajos de Dement y Kleitman en los años cincuenta se
han producido fluctuaciones considerables en los juicios sobre la activi-
dad mental del dormir. Cuando se observan esas controversias desde el
exterior no se puede evitar la sensación de que los datos son variados,
heterogéneos y a veces demasiado diferentes según los investigadores;
de que la actividad mental del dormir y del sueño no ha sido aún sufi-
cientemente bien descrita; de que los datos registrados pueden interpre-
tarse en un sentido o en otro; de que las mínimas diferencias en los
datos suscitan opiniones diametralmente opuestas. En síntesis, da la
impresión de que existe una cierta inmadurez en este campo del lado de
la psicología. Los mecanismos cognitivos son casi desconocidos y el
papel de la memoria sigue siendo objeto de controversia. Los diferentes
modelos de correlaciones psicofisiológicas, ya sean monistas o dualistas
en cuanto a los “generadores” implicados, no presentan nada demasiado
novedoso respecto de lo que se hizo en los años cincuenta y sesenta.
Por su parte, la neurofisiología celular y molecular da la impresión
de descubrir muchos fenómenos nuevos en términos de actividades y
de funciones neuronales, como demuestran los trabajos recientes sobre
el marcado celular mediante la expresión del gen c-fos, que ya se ha
comentado aquí, pero sobre el que es posible volver. Un ejemplo de
estos trabajos es el estudio de Jean-Pierre Sastre, Colette Buda, J. S. Lin
y Michel Jouvet, que estudiaron mediante la inmunocitoquímica la
expresión diferencial del gen c-fos en el curso de los estadios de vigilan-
51
Tore A. Nielsen, op. cit., p. 851 ss.
384
Neurofilosofía del sueño
cia en las diversas estructuras cerebrales del gato, comparando muy par-
ticularmente la vigilia y el dormir paradójico. Dichos estudios mostra-
ron que existe una correlación fuerte entre el nivel de expresión del gen,
traducido por la inmunorreactividad a nivel del núcleo celular, y la can-
tidad de dormir paradójico. Esta expresión es fuerte en estructuras del
rinencéfalo (hipocampo, amígdala, septum) y del striatum (núcleo
caudado, núcleo accumbens). Es particularmente fuerte en las estruc-
turas límbicas, el hipocampo (en particular el hipocampo dorsal) y la
amígdala. Estos datos concuerdan con los de la imaginería. De aquí se
extraen varias consecuencias: la diferencia entre sistema activador
ascendente de la vigilia y sistema activador del dormir paradójico, el
papel posible del dormir paradójico en la consolidación de los circuitos
de la memoria, los aspectos emocionales y vegetativos del dormir para-
dójico, la diferencia en las bases neurofisiológicas, áreas y vías, entre el
sueño del dormir paradójico y los pensamientos del dormir lento52.
Este ejemplo, que se añade a otros del mismo tipo, precedentemente
discutidos, muestra la madurez adquirida por el enfoque celular y
molecular. Este enfoque está lejos de darse por terminado ya que varias
preguntas quedan sin contestar. Los datos que aporta a la interpreta-
ción pueden revelarse mucho más turbadores cuando se consideran
fuera de la pareja rem/no-rem, que conlleva a un bloqueo del pensa-
miento. Hay que pensar de una manera que no sea dicotómica.
52
Jean-Pierre Sastre, Colette Buda, J. S. Lin y Michel Jouvet (2000): “Differential c-fos
expression in the rhinencephalon and striatum after enhanced sleep-wake states in the cat”.
European Journal of Neuroscience 12, 1397-1410.
385
Claude Debru
53
Arlette Rougeul, A. Letalle y J. Corvisier (1972): “Activité rythmique du cortex
somesthésique primaire en relation avec l’immobilité chez le chat éveillé”.
Electroencephalography and Clinical Neurophysiology 33, 23.
386
Neurofilosofía del sueño
54
Marie-Françoise Montaron, Jean-Jacques Bouyer y Arlette Rougeul-Buser (1979):
“Relations entre l’attention et le rythme mu chez le chat et le singe”. Revue d’Électroencephalo-
graphie et de Neurophysiologie Clinique 9, 333-339.
55
Arlette Rougeul-Buser (1994): “Electrocortical rhythms in the 40 Hz band in cat:
in search of their behavioural correlates”. En: G. Buzsaki, R. Llinás, W. Singer, Z. Berthoz
y Y. Christen (eds.), Temporal coding in the brain. Berlin, Springer, 103. También Arlette
Rougeul-Buser, Jean-Jacques Bouyer y Pierre Buser (1978): “Transitional states of
awareness and short-term fluctuations of selective attention: neurophysiological
correlates and hypotheses”. En: Pierre Buser y Arlette Rougeul-Buser (eds.), Cerebral
correlates of conscious experience, Amsterdam, North-Holland, 215-232.
56
Rodolfo R. Llinás y D. Paré (1991): “Of dreaming and wakefulness”. Neuroscience
44, 521-534.
387
Claude Debru
388
Neurofilosofía del sueño
57
Ibíd., p. 531.
58
Rodolfo Llinás y Urs Ribary (1993): “Coherent 40-Hz oscillation characterizes
dream state in humans”. Proceedings of the National Academy of Science USA 90, 2078-
2081.
389
Claude Debru
59
Mircea Steriade (1993): “Cholinergic blockage of network and intrinsically
generated slow oscillations promotes waking and REM sleep activity patterns in thalamic
and cortical neurons”. Progress in Brain Research 98, 353.
390
Neurofilosofía del sueño
60
Mircea Steriade, R. Curro Dossi y D. Contreras (1993): “Electrophysiological
properties of intralaminar thalamocortical cells discharching rhythmic (+40 Hz): spike-
bursts at +1000 Hz during waking and rapid eye movement sleep”. Neuroscience 56, 1-9.
61
Mircea Steriade, F. Amzica y D. Contreras (1996). “Synchronization of fase (30-40
Hz): “spontaneous cortical rhythms during brain activation”. The Journal of Neuroscience
16, p. 392.
62
Mircea Steriade, F. Amzica y D. Contreras (1996): “Synchronization of fase (30-40
Hz): spontaneous cortical rhythms during brain activation”. The Journal of Neuroscience
16, p. 402.
63
Ibíd., p. 409.
391
Claude Debru
64
Ibíd., p. 415.
65
Florin Amzica y Mircea Steriade (1996): “Progressive cortical of synchronization of
ponto-geniculo-occipital potentials during rapid eye movement sleep”. Neuroscience 72,
P. 313.
392
Neurofilosofía del sueño
66
Florin Amzica, Dag Neckelmann y Mircea Steriade (1997): “Instrumental
conditioning of fats (20- to 50-Hz): oscillations in corticothalamic networks”.
Proceedings of the National Academy of Science USA 94, 1985-1989.
67
Mircea Steriade (2004): “Slow-wave sleep: serotonin, neuronal plasticity, and
seizures”. Archives Italiennes de Biologie 142, 359-367.
393
Claude Debru
68
Jean-Louis Valatx, comunicación al coloquio Visions du rêve de la Facultad de
Letras de la Universidad de Lausana, diciembre de 1999.
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Neurofilosofía del sueño
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Lo que sigue retoma ciertos comentarios ya publicados. Cf. Claude Debru (1997):
“Le rêve, matrice de la pensée?”. Critique 603-604, 571-579.
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Claude Debru
70
Michel Jouvet y Monique Gessain (1997): Le grenier des rêves, Paris, Odile Jacob,
p. 247.
71
Ernst Hartmann (1968): “The day residue: time distribution of waking events”.
Psychophysiology 5 (2), 222.
396
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72
Ibíd., p. 248.
397
Claude Debru
73
Por lo que sigue, cf. Claude Debru (2004): “Michel Jouvet: the enigma of scienti-
fic creativity”. Archives Italiennes de Biologie 142, 353-357.
74
Nicholas Rescher (1978), Scientific Progress. A Philosophical Essay on the Economics
of Research in Natural Science. Oxford, Basil Blackwell.
398
Neurofilosofía del sueño
75
Jean Bernard y Marcel Bessis (1981): “Leukemic cells: What are the right questions
to ask?”. Blood Cells 7, 7-9.
399
Claude Debru
ellas tenían que ver con hechos, otras con conceptos o con teorías.
Queremos proponer algunas observaciones sobre las cuestiones teóri-
cas en el tema del dormir y del sueño.
En la época del simposio, que tuvo lugar en Lyon en 196376, diez
años después del descubrimiento de Aserinsky y Kleitman, muchas
eran las hipótesis, las intuiciones y las preguntas formuladas por los
investigadores, preguntas inesperadas algunos años antes del aconteci-
miento. Las discusiones de aquella época estuvieron cada vez más mar-
cadas por la introducción de ideas procedentes de la genética y de la
informática (programación y reprogramación) en el campo fisioló-
gico. El descubrimiento en 1965 de los comportamientos oníricos por
Michel Jouvet y la definición propuesta por su discípulo Marc
Jeannerod en 1963, de las manifestaciones musculares periféricas del
dormir paradójico como esbozos de comportamientos, dieron lugar a
formulaciones sorprendentes por su audacia y su novedad; como la
proposición hecha por Michel Jouvet en 1972 de considerar el dormir
paradójico como un despertar genotípico. En algo así se percibe vívi-
damente la creatividad del científico. ¿Cómo caracterizarlo mejor? La
audacia extrema fue la de acercar entidades –el sueño, la vigilia y el
genoma– que se consideraban tan alejadas como era posible imaginar.
¿Cómo imaginar una vigilia del genoma, una forma de conciencia
abierta a las propiedades genéticas? ¡Se trataba de una fisiología casi
inimaginable! Sin embargo, de esta forma se diseñaba todo un progra-
ma de investigación que queda en parte por explorar, aunque ya haya
dado resultados que dan la medida de su pertinencia.
El vínculo entre genética y sueño, a veces esbozado en el pasado en
los términos de la psicología de la herencia, se encontraba así refor-
mulado de una manera tan audaz como brillante sobre el plano fisio-
lógico. Otras formulaciones siguieron a esta primera, como hemos
podido comentar aquí ampliamente, y en particular la formulación
más precisa en la actualidad: ¿es el dormir paradójico el guardián de
la variancia fenotípica entre individuos? Ciertas formulaciones
tuvieron que ser abandonadas frente a la experiencia contraria. Si se
76
Michel Jouvet (ed.) (1965): Aspects anatomo-fonctionnels de la physiologie du
sommeil. Colloques internationaux du CNRS n°. 127, Paris, Éditions du CNRS.
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Este libro, editado bajo la supervisión del
Departamento de Publicaciones del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
se terminó de imprimir en el mes de
febrero de 2009, en los talleres
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Sin el sueño del gato no habría onirología
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