Contusión con lesión del Vasto Intermedio del cuádriceps.
Tratamiento mediante Diatermia
Autor José Manuel Sánchez
Domingo 10 de Febrero de 2008
Futbolista de 24 años que hace quince días recibió un
impacto con rodilla a nivel del tercio medio de su muslo derecho. Durante estos 15 días seguía entrenando pero con molestias, sobre todo en la acción excéntrica del cuádriceps y cuando realiza estiramientos más allá de los 80º de flexión de rodilla.
En la primera entrevista y una vez realizada la anamnesis, se
aprecia una región sensible a la palpación a nivel del tercio medio del muslo, localizado en la zona anterolateral del vasto externo.
Concretamente existe un punto muy doloroso a nivel del
vasto lateral y este dolor se incrementa cuando la palpación es más profunda. La marcha es normal, sin claudicación y el movimiento de flexión/extensión de rodilla está conservado, sólo se aprecia un límite elástico del movimiento más allá de los 90º grados de flexión, lo que me hace sospechar de una compresión hemática en este compartimento anterolateral del muslo.
La primera impresión diagnóstica es una lesión con contusión
del vasto intermedio del músculo cuádriceps derecho de grado III. Este tipo de lesión se produce siempre con el músculo contraido y cursan con importantes manifestaciones hemáticas y vasculares. Esta lesión sino se trata tempranamente y de forma adecuada puede evolucionar a entidades más graves como la miositis osificante y/o sindrome compartimental.
En el caso clínico, el hematoma es intramuscular, es decir,
éste queda confinado en el interior del músculo vasto intermedio. La hemorragia se inicia en la fascia muscular y provoca un aumento de la presión intramuscular que oblitera la hemorragia de los vasos sanguíneos como consecuencia de la presión que ejercen.
La tumefacción puede aumentar a medida que el hematoma
intramuscular absorbe líquido a partir de los tejidos circundantes dando lugar a una lesión secundaria por hipoxia en los tejidos que estaban previamente sanos.
Este tipo de hematomas concinados intramuscularmente si no
se tratan con la precocidad y adecuada rehabilitación suelen ser de mal pronóstico. Con el fin de delimitar e identificar la extensión de la lesión se realiza una ecografía.
La ecografía muestra una zona anaecoica del músculo vasto
intermedio a nivel del tercio medio del muslo. Con aumento del grosor y volumen del músculo y separación de sus haces musculares.
En la eco 1 se puede apreciar que es un hematoma de gran
extensión y tensión, que bajo control ecográfico se podría realizar una punción evacuadora
Eco 1: Ecografía en corte longitudinal del músculo vasto
intermedio (vi) del cuádriceps. Se observa un hematoma intramuscular a tensión de 15 días de evolución, que corresponde a la zona menos ecogénica o anecoica. El vasto lateral (vl) conserva su estructura fibrilar sin que se visualice ninguna lesión. El hematoma diseca gran parte del vasto intermedio.
Se puede ver que no existe presencia de calcificaciones ni de
miositis osificante. Igualmente se observa el realce del contorno del fémur como consecuencia de la poca reflectividad de los ecos al paso por la región hemática.
La etiopatogenia de este tipo de lesión se produce por la
contusión en el músculo vasto lateral que alcanza la región muscular yuxtaperióstica, de tal manera que se producirá una desestructuración de fibras musculares del vasto intermedio y lesión vascular.
El impacto en la región del músculo vasto lateral produce
unos vectores de fuerza de reacción sobre el periostio que se traduce en una lesión del componente fibrilar del músculo yustaperióstico como el vasto intermedio.
Si no hay lesión de la aponeurosis intermuscular el hematoma
queda concinado a nivel intramuscular como se observa deforma evidente en la eco 1.
El tratamiento durante estos primeros días ha consistido en
aplicación de Diatermia focalizada de alta potencia (DFAP), de tal manera que conseguimos un aumento de la temperatura intrínseca de hasta 42 ºC hasta una profundidad de 10cm durante tiempo prolongado (valores de acción más elevados que las hipertermias convencionales).
En el caso clínico la profundidad de lesión se encuentra a
unos 4 cm, medidos mediante ecografía. Para mejorar la eficacia de la Diatermia se focaliza el transductor guía justo en la región de máximo volumen hemático. Inmediatamente después de la DFAP se le coloca un vendaje elástico compresivo en el muslo. El tratamiento con DFAP fue realizado en 2 sesiones durante una semana y en la eco 2 observamos los excelentes resultados.
Eco 2. Ecografia en corte longitudinal a nivel del tercio medio
del muslo, donde se observa claramente la reabsorción del contenido hemático del vasto intermedio del cuádriceps después del tratamiento con diatermia focalizada de alta potencia (DFAP)