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INTRODUCCIÓN
Las prótesis de rodilla son reproducciones de los huesos de la zona de la rodilla, de metal,
resinas o materiales cerámicos, que se colocan en el lugar de la articulación .
En más del 90% de los casos, las enfermedades subyacentes que precisa prótesis de rodilla son
gonartrosis y las artritis reumatoides, y aproximadamente el 40% refiere dolor. Muchos de
estos pacientes sufren dolor intenso e importante deterioro funcional, que al no responder a
tratamientos conservadores ni a tratamientos quirúrgicos menos radicales hacen necesaria la
sustitución protésica.
La intervención de realiza mediante una incisión para cortar y extraer parcialmente los huesos
(fémur, tibia y peroné) en la zona próxima a la rodilla. El tipo de prótesis a utilizar depende del
paciente, de su edad y estado de los huesos.
Paciente de 80 años de edad intervenida de artroplastia total de rodilla derecha, que inicia su
rehabilitación en el gimnasio a los 10 días de la intervención (en planta se le ha puesto el
artromotor desde el segundo día de la intervención).
En este caso el objetivo del Drenaje Linfático Manual (DLM)l será disminuir el edema
postraumático, que va a ser la prioridad al principio del tratamiento para así poder conseguir
otros objetivos. Reducir la formación del edema conducirá a reducir la fibrosis tisular, acelerar
el proceso de cicatrización y acelerar el retorno del paciente en sus actividades diarias. Se
podrán aplicar desde el inicio del tratamiento ya que las maniobras convencionales de DLM
respetan el dolor y el material de osteosíntesis.
Otros métodos utilizados para minimizar la formación del edema será la utilización de
crioterapia y la aplicación de vendajes neuromusculares. La aplicación del vendaje hace que los
capilares linfáticos se puedan abrir mejor las uniones intercelulares y así favorecer la entrada
de líquido intersticial. La disminución de la presión en el espacio intersticial, provocada por
esta función, mejora el flujo linfático hacia la región de menos presión. Ambos factores
provocan una estimulación de la eliminación linfática .
EXPLORACIÓN
-Inspección visual:
-Cicatriz de 22 cm de longitud:
-Con grapas.
-Hematomas en:
PALPACIÓN
-Los hematomas: Son de consistencia blanda excepto en la cara externa que es más firme.
BALANCE MUSCULAR:(según escala de Daniels)
-Cuadriceps:2
-Isquiotibiales:3
-Triceps Sural:4
BALANCE ARTICULAR
FLEXIÓN EXTENSIÓN
VALORACIÓN DE LA MARCHA
-Apoyo bipodal .
PROPUESTA DE TRATAMEINTO
Tres semanas de tratamiento diario, 5 días a la semana. Cada sesión dura 60-90 minutos.
No todas las técnicas se realizan todos los días dependerá de la evolución de la paciente y de
las indicaciones de las mismas.
El Drenaje Linfático Manual se realizará diariamente durante las dos primeras semanas y en la
tercera a días alternos. Se realizará al final de la sesión debido a que los ejercicios propuestos y
las movilizaciones pueden aumentar la filtración.
-Aplicación de la secuencia básica de miembro inferior según “El Método del Dr. Vodder”
siguiendo las vías anatómicas de drenaje.
-En la rodilla donde hay más edema: Se aplican maniobras de reabsorción (Manobras de
Leduc).
2-Cinesiterapia:
-Se inicia con ejercicios isométricos, que se aumentarán a isotónicos y ejercicios con
resistencia.
– Se debe realizar periodos de relajación muscular de 1-2 segundos entre cada contracción.
Tiempos más cortos de 1 segundo son desaconsejables porqué generan hiperemia reaccional,
y por lo tanto aumenta la carga venosa y linfática (aumentaría el edema)
3-Movilizaciones de la rótula
-Se realiza está técnica para trabajar los mecanoreceptores presentes en los pies y la posición
de supinación de los pies de la paciente.
6-Propiocepción:
-Se aplica desde la ingle hasta la rodilla porqué es la zona de más edema.
El dolor ha disminuido durante la primera semana de tratamiento haciéndose cada vez menos
intenso a medida que avanzaban las sesiones.
Hay una mejora del edema lo que conlleva a una disminución del dolor y a una sensación de
menor presión en la pierna, como así refiere la propia paciente.
La musculatura se ha ido fortaleciendo a medida que pasaban los días, si bien es cierto, que el
balance muscular en todos los músculos no se ha alcanzado en un 100%, por la edad y
actividad diaria de la paciente se puede dar por satisfactorio (Balance muscular final:
Cuadriceps:4,Isquitibiales:3-4;Triceps sural:4-5;Flexores del pie:5; Extensores del pie:5)
El balance articular es correcto y al finalizar el tratamiento le permite realizar su vida diaria con
bastante autonomía, aún necesita ayuda para las tareas del hogar pero ella ya va realizando
algunos trabajos en casa (Balance articular final: Flexión activa: 110º; flexión pasiva rodilla:
100º; Extensión activa rodilla: -5º; Extensión pasiva rodilla: -5º)
La marcha es muy correcta y sólo lleva una muleta cuando sale a la calle. Subir y bajar
escaleras lo realiza correctamente durante la sesión de rehabilitación no obstante, dice que al
llegar a su casa le da un poco de miedo subir los escalones que tiene para llegar al ascensor ya
que se nota insegura.
CONCLUSIÓN
En este caso el DLM se utiliza como una técnica complementaria para mejorar y acelerar el
proceso de recuperación. Por los efectos que produce (aumento de la reabsorción, efecto
sedante, efecto analgésico) y por las características de sus técnicas se pueden aplicar al inicio
del tratamiento por tanto, el DLM constituye la primera especialidad kinésica para abordar el
edema de etiología postquirúrgica. Por el contrario la presión de las técnicas de masaje clásico
provocaría la liberación de histamina, que aumenta la permeabilidad del capilar, lo que
favorece el aumento de la filtración y por tanto del edema. También ayuda a que no se formen
adherencias en la cicatriz favoreciendo una pronta cicatrización.
Rodilla: En la rodilla, se procederá a la aspiración de los ganglios poplíteos. Presionando con los
pulgares hacia arriba. Se estimulará desde el hueco poplíteo hasta llegar a la rótula, primero el
lado interno y después el externo.
Masaje drenante
Es muy recomendable, en las primeras fases después de una rotura fibrilar, la realización de
una masaje drenante (el drenaje linfático manual y otras técnicas de masaje drenante) ayudan
a evacuar el exceso de inflamación que se produce, mejorando así el cuadro doloroso
característico de los primeros días y poniéndose las bases de una correcta recuperación
posterior.