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Desiderio Pérez López, 2º Bach.

EXAMEN SELECTIVIDAD: ALEGORIA DE LA LINEA

“Toma ahora una línea dividida en dos partes desiguales; divide nuevamente
cada sección según la misma proporción, la del género de lo que se ve y otra la del que
se intelige, y tendrás distinta oscuridad y claridad relativas; …¿Estás dispuesto a
declarar que la línea ha quedado dividida, en cuanto a su verdad y no verdad, de modo
tal que lo opinable es a lo cognoscible como la copia es a aquello de lo que es
copiado?.”

(Platón, República, VI)

CUESTIONES

1. Descripción del contexto histórico-cultural y filosófico que influye en el autor


del texto. (2 Ptos)

2. Comentario de texto:

a. Explicación de las expresiones subrayadas (1 pto)


b. Exposición temática (2 ptos)
c. Justificación desde la posición filosófica del autor (2 ptos)
2. Relaciona el tema elegido con otra posición filosófica y valoración razonada de
su actualidad. (3 ptos)

1.

Platón (428 -347a.C), nace y vive en un periodo de gran agitación social y política,
consecuencia de las Guerras del Peloponeso entre los pueblos del Ática, en Atenas y los
del Peloponeso, en Esparta. Es una época de corrupción política tanto en el periodo de
los treinta tiranos, que protagonizaron un golpe de estado en el año 404, como en el
periodo democrático, al que Platón criticó duramente como el gobierno de una mayoría
ignorante, que lleva al poder las opiniones equivocadas.

La injusticia del orden oligárquico y los errores de la democracia, hacen que Platón
busque un planteamiento más racional y justo. Él mismo lo expresa en una de sus
Cartas, la VII, documento fundamental para conocer la autenticidad de la mayor parte
de sus escritos.
"Desde tiempo atrás, en mi juventud, sentía yo lo que sienten tantos jóvenes? tenía el
proyecto de dedicarme por entero a la política? Después de una revolución, se
pusieron en el gobierno algunos conocidos míos que me invitaron a colaborar ?Yo me
hice ilusiones, que no sorprenden a causa de mi juventud. Me imaginaba que ellos iban
a gobernar la ciudad, conduciéndola de los caminos de la injusticia a los de la justicia?
cuanto más iba avanzando en edad tanto más difícil me fue pareciendo administrar
bien los asuntos del estado? la legislación y la moralidad estaban corrompidas hasta el
punto que acabé por quedar aturdido? Finalmente llegué a comprender que todos los
estados actuales están mal gobernados? Entonces me sentí irresistiblemente movido a
alabar la verdadera filosofía y a proclamar que sólo con su luz se puede reconocer
dónde está la justicia en la vida pública y en la privada? No se acabarán los males
para el hombre, hasta que lleguen los auténticos filósofos al poder, o hasta que los
jefes de las ciudades no se pongan verdaderamente a filosofar".

Carta VII

Esta crítica a la democracia y oligarquía, la realizó genialmente Platón sirviéndose del


mito de la Caverna, que aparece en su libro de La República, donde nos presenta a unos
encadenados que viven engañados y prisioneros en un mundo de sombras y de falsas
opiniones, en el interior de una gruta, de la que nunca han salido. Este mundo interior de
la caverna y de los prisioneros, simboliza entre otras cosas el estado de injusticia y
opresión de la sociedad ateniense, especialmente las revueltas oligárquicas y
democráticas de su época. El encadenado que, tras ser liberado de sus ataduras y
conducido al mundo exterior, contempla el mundo real, y la luz del sol, (símbolo del
mundo ideal y de la Idea de Bien), siente el deber de volver de nuevo a la caverna para
salvar o liberar a sus compañeros; aunque éstos desean matarle, porque siguen esclavos
de sus ataduras y sobre todo son prisioneros de su ignorancia, de su conocimiento de
sombras y falsas opiniones. Este hombre simboliza a Sócrates, o mejor aún, a sus
enseñanzas sobre la investigación de la auténtica ciencia y filosofía.

Este ideal político le lleva a fundar la Academia. En ella se estudian todas las ciencias y
conocimientos necesarios para la formación de los filósofos gobernantes, tal como
explica en el libro VI de la República: aritmética, geometría, música y dialéctica. La
dialéctica era más o menos lo que hoy entendemos por Lógica y Metafísica, un arte de
la argumentación, del lenguaje, y a la vez, un conocimiento profundo de los auténticos
seres o realidades, que son las Ideas.

Por otro lado, la Academia se convirtió en el foco de la ciencia y el arte griego de la


época, donde brillaron grandes matemáticos como Teeteto, al que Platón dedica uno de
sus diálogos. De la Academia también salió otra de las grandes figuras de la filosofía y
ciencia griega, su discípulo Aristóteles.
2.

a)

Opinable: según Platón, la opinión o doxa es una de las formas de conocimiento


que se refiere al mundo sensible, es decir a las entidades corporales y en la
escala de conocimientos, es el género inferior. La opinión se divide a su vez en
dos tipos de conocimientos, la conjetura, que es el conocimiento que tenemos de
las cosas cuando vemos sus sombras o reflejos, y la creencia, que es el
conocimiento que tenemos de las cosas cuando las percibimos directamente.

Cognoscible: para Platón lo cognoscible, es todo aquello que podemos saber con
toda seguridad, esto implica el que no dependa del mundo material puesto que
éste está en continuo cambio. Son por lo tanto áreas cognoscibles para él la
noesis o mundo de las ideas, donde, todo es ideal e incorruptible y, el mundo
matemático o dianoia el cual es el que más se acerca a las ideas y nos da
verdades que no varían con el paso del tiempo.

b)

La temática de este texto es epistemológica, nos representa lo que se conoce


como la alegoría de la línea. Imaginemos una línea, que dividimos en dos partes,
una será mayor que otra. La parte menor la conoceremos como el mundo
sensible, en el que solo existe la opinión o doxa, la parte más grande
corresponde al Mundo de las Ideas, en el que existe la ciencia o episteme.

El mundo sensible a su vez lo dividiremos en dos partes, una es la imaginación,


con la que conocemos la realidad a través de las imágenes que tenemos sobre
ella; y la creencia que es el conocimiento de las cosas físicas.

Al igual que el mundo sensible, el Mundo de las Ideas lo dividiremos a su vez en


dos partes, una será el pensamiento discursivo, que recurre al mundo sensible
para comprender las ideas, y la noesis que será el conocimiento puro y seguro,
en lo más alto de esta cumbre encontraremos la Idea del Bien.

c)

Al igual que Platón mantiene una posición dualista en la epistemología, también


la mantendrá tanto en la ontología como en la antropología.

Centrándonos en la ontología, Platón defiende que la realidad se encuentra


compuesta por dos mundos: el mundo sensible o doxa, que es el que podemos
percibir por los sentidos, y el Mundo de las Ideas o episteme que solo podemos
percibir por la razón. Y por encima de todo como idea suprema encontramos la
Idea del Bien, que no la explica mediante la alegoría del Sol.
Al igual que en ontología, antropología también sufre una división, ya que
Platón divide el ser humano, en cuerpo y alma, el cuerpo pertenece al mundo
sensible mientras que el alma pertenece al Mundo de las Ideas.

3.

Voy a comparar el pensamiento filosófico de Platón con el de los sofistas, los sofistas
fueron un grupo de pensadores griegos que florecieron en torno a la segunda mitad del
siglo V a.C. Fueron los primeros profesionales de la enseñanza. Hacían cursos
completos y cobraban por enseñar. En sus enseñanzas incluían la retórica, la dialéctica,
el derecho, la moral….

Con los sofistas se da un giro antropológico y aparece una preocupación por el hombre
más que por la naturaleza. Los sofistas establecen una contraposición entre naturaleza y
convención (physis y nomos), con la que expresan que las leyes de los hombres, las
leyes políticas y morales son convencionales, al contrario que las leyes naturales. Platón
niega esto, ya que él piensa que estas leyes políticas y morales deben tener como objeto
el bien, que es inamovible, y por ello deben ser leyes fijas. Para los sofistas no hay una
verdad universal; mientras que para Platón, la verdad es única y susceptible de
definición inequívoca, y se llega a ella a través del conocimiento de las Ideas. Para
Platón, el conocimiento es fijo, mientras que para los sofistas es una cuestión de mera
habilidad argumentativa. Platón se opone al relativismo de los sofistas, ya que piensa
que el bien es único y el mismo para todos.

Vamos a citar el “Protágoras” de Platón, en el que se aprecian las


diferencias entre el pensamiento de éste y el pensamiento de los sofistas.
Esta obra es un diálogo en el que Platón enfrenta a su maestro Sócrates con
el sofista Protágoras, que es uno de los sofistas más importantes. La escena
es la casa del rico ateniense Calias. Hipócrates quiere dedicarse a la política
y le pide a Sócrates que le presente a Protágoras, Sócrates intentará
convencer a Hipócrates de que la educación que ofrece Protágoras no es la
adecuada para la política. En este diálogo se contraponen dos modelos de
educación: la educación de los sofistas (relativismo); y la educación
socrática (intelectualismo moral). El modelo que expone Sócrates es el
modelo que Platón propone en “La República” en el libro VII, en el mito de la
caverna donde se representa la educación como el ascenso para salir de la
caverna hacia el mundo de las ideas. En platón hay una huella del
intelectualismo moral de Sócrates, que dice que aquel que conoce el bien,
obra bien y es quién debe gobernar en la polis. Por tanto, piensa que
Protágoras no es capaz de enseñar lo que es el bien, ya que él piensa que el
bien es relativo .

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