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(Platón, República, VI).

“Quieres distinguir lo que de lo real e inteligible es estudiado por la ciencia dialéctica,


estableciendo que es más claro que lo estudiado por las llamadas “artes”, para las cuales
los supuestos son principios. Y los que los estudian se ven forzados a estudiarlos por medio
del pensamiento discursivo, aunque no por los sentidos. Pero a raíz de no hacer el examen
avanzando hacia un principio sino a partir de supuestos, te parece que no poseen inteligencia
acerca de ellos, aunque sean inteligibles junto a un principio. Y creo que llamas “pensamiento
discursivo” al estado mental de los geómetras y similares, pero no “inteligencia”; como si el
“pensamiento discursivo” fuera algo intermedio entre la opinión y la inteligencia”.

1º: Describe el contexto histórico-cultural-filosófico que influye en el autor del texto.


En el siglo V a.C, lo que hoy conocemos como Grecia, se hallaba dividido en dos grandes bloques
de carácter antagónico; Esparta, de carácter unitario, formando una nación; y regida por un sistema
de gobierno bimonárquico, un rey para la defensa (muy importante, en un pueblo muy guerrero y
resistente como el espartano), y otro dedicado más al tema religioso, aun cuando ambos codirigían a
nivel global; y las Polis, ciudades-estado que se mantenían bajo un régimen político de Democracia
Directa (no como la actual, pues en ésta nos encontraríamos en un sistema que requiere plebiscitos
continuos, y restringido a los ciudadanos, ni mujeres, ni extranjeros nacionalizados, ni algunos
estamentos), cuya economía basculaba entre un sistema agrario y un fuerte comercio y con una
cultura entre la religión y los primeros brotes de lo que hoy conocemos como Ciencia; a la cabeza
de éstas, se encontraba Atenas, dirigida en esta época por Pericles, militar de enorme prestigio y
formación, que dotó a la Ciudad de esplendor cultural, construyendo la famosa Acrópolis, de la cual
conservamos, en un razonable estado de conservación, el Partenón.
Ambos Estados, se habían unido contra un enemigo común de mayor calibre, el Persa, en las
llamadas Guerras Médicas con episodios que llegan al heroísmo épico, como, por ejemplo, la
batalla de Maratón (con victoria griega en el 490 a.C), o la defensa del paso de las Termópilas por
parte del rey espartano Leónidas y trescientos de sus guerreros que, aun siendo una derrota permitió
a los Aliados ganar tiempo para contraatacar y terminar venciendo a los Persas.
La unión entre ambos pueblos hermanos, era débil y al poco de concluir la guerra se sumieron en
otra entre ellos, la conocidad como Guerra del Peloponeso que terminará con victoria espartana.
Volviendo a Atenas, culturalmente cabe destacar la presencia de escultores como el famoso Fidias,
creador del conjunto escultórico, en su mayoría desaparecido, del Partenón; o dramaturgos como
Sófocles, creador de la obra “Filipo Rey”, muy importante esta última referencia, pues en el mundo
heleno el teatro era la gran escuela ético-lúdica de la población como así la literatura, en el caso de
Homero.
Entre esta clase cultural, se encuentran los llamados Sofistas, los sabios, investigadores, filósofos,
pensadores, cabe destacar entre ellos a Parménides, Heráclito, Empédocles, muy centrados en
teorías que explicasen la realidad de la formación y sentido del ser del universo, en la metafísica.
De entre éstos aparece Sócrates, hijo de un escultor y de una comadrona, es el filósofo que a la
postre, marcará la principal diferencia, entre sus predecesores, él y sus discípulos y posteriores;
provocará un cambio tema en la principal duda filosófica, centrándose más en la relación entre la
ética y la epistemología, pero para ello valiéndose de un instrumento que desconcertaba a sus
coétaneos y que parece ser la causa de su “impuesto suicidio”; uno de sus principales discípulos,
Aristocles, conocido por Platón, que era el “cronista” del grupo, ve así el fracaso de la democracia
que rige a la ciudad, por haber terminado así con la vida de su maestro.
En este conjunto de situaciones, Platón, describirá sus tesis a lo largo de publicaciones como la
República o Fedón, entre otros.
2º: Comentario de Texto.

2ºA: Explica las expresiones subrayadas.

− “Ciencia Dialéctica”: la diálectica consiste en la abstracción que pueden realizar una


élite de sabios que les permite alcanzar el mundo de las ideas de Platón para entender de
forma verdadera lo que sus sentidos les muestran.
A nivel epistemológico, supone la más sublime versión del conocimiento, para Platón, pues supone
el contacto directo con la idea subyaciente al objeto perceptible; como correlación ontológica,
supone la parte del mundo inteligible que no requiere de las matemáticas para su comprensión, y
que se aproxima al ente superior a todo que es el BIEN en sí.

− “Artes”: sinónimo para matemáticas, y geometría, son los primeros instrumentos


abstractos que se utilizan para comprender el mundo visible. No son del todo perfectos
pues requieren de la referencia tangible, corruptible e imperfecta para Platón.
A nivel epistemológico, suponen el Pensamiento Discursivo, conocido hoy por método Hipotético
Deductivo.

− “Pensamiento Discursivo”: conocido en la actualidad como método hipotético


deductivo, es una forma de pensamiento, que a partir de una hipótesis provoca una
abstracción que nos lleva a buscar una explicación de la misma desde lo general a lo
particular. A nivel ontológico, son las matemáticas. En griego se conoce con el término
Dianoia.

2º B: Expón la temática del texto y Justificación desde el Autor.


Platón tiene una gran cantidad de ramas estudiadas en la filosofía, la política, la antropología, la
epistemología y la ontología.
Estas dós últimas, son relacionadas en una de sus metáforas dialogadas, la metáfora de la línea.
Para ello, hemos de imaginarnos una línea sobre un papel, a la izquierda se situarían conceptos de
carácter ontológico, y a la derecha, conceptos de carácter epistemológico, ambas son correlativas.
Dicha línea se quiebra en dos; una parte para lo tangible (ontología) cuyo conocimiento es sensorial
y es una opinión (en griego Doxa, epistemológicamente), y otra para lo trascendente, que requiere
del razocinio (ontología), cuyo conocimiento es ciencia (en griego Episteme, esto se referiere a la
epistemología).
Las mitades obtenidas se dividen en dos cada una, obteniéndose cuatro partes:
De la parte Tangible (opinión), obtendríamos:
1. Objetos, (cuyo conocimiento supone la Pistis)
T 2. Reflejos, imagen de los objetos, (cuyo conocimiento es la llamada
R Imaginación o Eikasía).
A Ontología
De la parte Trascendente (ciencia), obtendríamos: Epistemología
S 1. Matemáticas, que toman referencia del mundo tangible, (cuyo conocimiento
C
se manifiestan en el Pensamiento Discursivo).
Inteligencia
E Mundo de la s Ideas
N 2. EL MUNDO DE LAS IDEAS, cuyo máximo referente es la idea del bien
D superior a todo (hecho que le enfrentará a los relativistas sofistas) y que sólo
E es apreciable, en parte, por los sabios entre los sabios ( el conocimiento de
N Pensamiento
éste se expresa en la Inteligencia, que usa la Dialéctica, como nexo entre el
Matemáticas
T
E
sabio y dicho mundo.
T
A Objetos Creencia
N
G
I
B Imaginación
L Imágenes
E
A

A= Dialéctica

Se produce así una gradación en el conocimiento y en la realidad que va desde lo más fácil, lo más
imperfecto, a lo complejo pero a la vez sublime.
En el texto se hace ver que aquellos que son capaces de trabajar y comprender los supuestos en sí,
sin partir de un principio tangible, es decir los que usan la dialéctica, poseen un nivel de
conocimiento superior, situando a la Dianoia o Pensamiento Discursivo entre la Inteligencia y la
Doxa (aquí hace un conjunto completo, sin separarlo en creencia o imaginación).

3º: Relación del tema elegido con otra posición filosófica y, valora, razonadamente su
actualidad.

Se nota de una forma muy clara la influencia de Sócrates en su discípulo y el enfrentamiento de éste
contra los relativistas; por parte de su maestro, hemos de recordar la máxima socrática del
conocimiento como virtud y de la maldad como la ignorancia, Platón, abunda en este concepto y lo
profundiza compartimentándolo, es así que podríamos comparar la virtud en Sócrates como el
alcance a la idea del Bien en Platón, y la maldad, como la renegación de la educación y la
comodidad del conocimiento fácil y burdo.
Contra los sofistas Platón mantiene dos luchas sobre su concepción y extensión del concepto de
idea; para Platón, las ideas son constantes e inmanentes a todo el mundo, no son distintas para cada
sociedad, son las mismas, lo que cambia puede ser su manifestación; para los sofistas, las ideas
pertenecen a los pueblos, y otra lucha que sostenía era con Heráclito, por su modelo global del
cambio por acción del tiempo, hecho que supone una contradicción en la teoría platónica de las
ideas (alma sustancial de todo) como entes estáticos, constantes inmutables y por tanto no
modificables.
En la actualidad, Platón continúa influyendo en numerosos campos, en la política, la mayoría de las
democracias actuales se acercan a su concepto de gobierno de los sabios, puesto que son
democracias indirectas, representativas (el representante, suele ser alguien con una cierta formación,
un grado de conocimiento, en cualquier forma de éste) y puntuales, lo cual provoca que a largo
plazo los que gobiernan son esos sabios, esos en cuya alma influye sobre todo la prudencia, y no la
masa “iletrada” y “concupisciente” dedicada a cosas banales, desde el punto de vista de este
filósofo.
Influye en Ciencia, puesto que la mayoría de matemáticos, y científicos buscan el alcanzar la verdad
de lo que observan, aun cuando la percepción de lo que están observando les pueda engañar, para
ello se valen de modelos matemáticos, que no dejan de ser abstracciones; a la hora de hablar de
Cultura, grandes éxitos de taquilla como Matrix, o la reciente Ágora, tienen, ya sea encarnados en
sus personajes, o de una forma implícita en el argumento, sus teorías, por ejemplo; Neo, el
protagonista de Matrix, no deja de ser el esclavo que escapa de la caverna, y llega a conocer la
verdad de las cosas reales y no la percepción que de ellas tenía, siendo la verdad, el código
informático y la percepción un perro, por ejemplo, y que es capaz de liberar al resto de los esclavos
de la realidad virtual en la que se mueven, cuando al final de la saga derrota a los robots, que les
hacen ver el reflejo en la pared de los objetos que van pasando, mostrándoles la crudeza de la
realidad en la que están sumidos.
Hipatia, la protagonista de Ágora, filósofa real del siglo V D.C, no deja de encarnar el espíritu
científico, que investiga y prefiere quedarse con la abstracción que más le cuadra, la órbita elíptica,
demostrada hoy en día; que con la percepción geocéntrica y circular que sus sentidos le muestran.

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