Una alimentación basada en grasas y azúcares
genera cambios a largo plazo
Con una ingesta de alimentos con gran cantidad de
azucares y grasas afecta nuestro cerebro, las neuronas
y su desarrollo
lo que pasa por nuestra mente depende de lo
que comemos
Gracias a una mala alimentación se nuestro cerebro se
reprograma, es decir nuestro estado de animo, ciertos
impulsos y decisiones depende de nuestra comida.
El comportamiento de los niños depende de la
alimentación de la madre.
El desarrollo del cerebro es gracias a lo que come la
madre durante los nueve meses porque en esta etapa
el cerebro se desarrolla.
La comida procesada industrialmente no
proporciona los nutrientes necesarios para las
neuronas.
Esta comida tiene una gran cantidad de grasas y
azúcares lo que hace que no solo tengamos problemas
con las neuronas, si no también problemas
cardiovasculares.
El cerebro no puede desarrollarse sin Omega 3.
El cerebro no puede desarrollarse ni funcionar
normalmente ya que nuestras células grises se
componen de un 90% de grasa que el cerebro no
puede producir por sí mismo.
Cuando somos jóvenes y ancianos la ingesta de
Omega 3 tiene que ser mayor.
Nuestro
cerebro y lo
que
comemos
Una alimentación variada que contenga
nutrientes es la mejor forma de fortalecer
nuestras capacidades mentales.
La ciencia comienza a creer que “somos lo que
comemos. Aunque sea muy pronto puede que si
evitamos las deficiencias en la alimentación la taza de
criminalidad seria menor.
Cuando somos niños o jóvenes el cerebro esta en
desarrollo, cuando somos ancianos el cerebro no
absorbe bien el Omega 3, por lo que en ambas etapas
la ingesta tiene que ser mayor.
Las personas con más tirosina son más probables
de aceptar ofertas injustas.
Esto lo podemos comprobar cuando hicieron el
experimento de las personas aceptando el dinero, las
personas que habían consumido mas proteína antes
aceptaron la oferta injusta, mientras que los que no
habían consumido tanta proteína se mostraron mas
sensibles.
Una alimentación con vitaminas y ácidos grasos
puede disminuir el comportamiento agresivo y
refuerza ciertos impulsos de una persona.
Podemos comprobar esto con el experimento de los
hámsteres y los presos, cuando los hámsteres comen
maíz no asesinan a sus crías y su comportamiento es
pacifico, cuando los presos comen mas vitaminas su
comportamiento es menos agresivo y ellos lo aceptan.
La comida chatarra empeora nuestra memoria
espacial
Lo podemos observar en el experimento con ratas, la
rata sobrealimenta no solo tiene una memoria espacial
dañada, también se daño el aprendizaje, hipocampo,
la materia gris y la materia blanca, la mala
alimentación provoca también una reacción
inflamatoria que se propaga a las neuronas.