Está en la página 1de 4

“El Cerebro y la alimentación”

Jacqueline Muñoz Sandi


Universidad Internacional San Isidro Labrador-UISIL
(EDU-15) Educacion para la salud
Diaz Sagot Gidget Maria
22 de mayo del 2023

1
La alimentación es la forma esencial de adquirir nutrientes necesarios para
nuestro cuerpo, porque gracias a ellos nuestro organismo es capaz de llevar a
cabo todas sus funciones con normalidad. Todo comienza desde las primeras
comidas, desde antes de nacimiento, debido a que el rendimiento del cerebro del
feto depende de la alimentación que tenga la madre durante los nueve meses.

Se sabe que los hábitos alimenticios, afecta al comportamiento que


desarrollen las personas, un estudio en Melbourne, Australia demostró que las
personas embrazadas que consumían mayor cantidad de comida chatarra, eran
más propensas a tener hijos más violentos y emocionalmente inestables. Todo
esto se atribuye a la mala alimentación que solemos tener todos los días, ya que
en estas ingestas no se incluyen los nutrientes necesarios, por ejemplo, los ácidos
grasos como el omega 3, el cual no es capaz de sintetizar nuestro cuerpo por sí
mismo y que es necesario porque constituye hasta el 90% de las células grises
que le permiten a nuestro cerebro desarrollarse completamente.

Los alimentos ricos en ácidos grasos de omega 3, cada vez desaparecen


más en las comidas de los países industrializados; como bien se dijo, estos ácidos
grasos permiten funcionar de forma correcta a las neuronas, debido a que mejoran
sus propiedades eléctricas, haciendo la red más eficaz. Carper, J. (2001).

Un estudio con hámsteres europeos demostró que por la falta de consumo


de la vitamina B3, apareció un incremento en un comportamiento violento, dando
lugar inclusive a que mataran a sus propias crías, aunque una vez se le administro
a los hámsteres, se corrigió esta conducta. Esto refuerza la teoría que hace
referencia a que los alimentos modifican la conducta.

Otro ejemplo es el consumo de la tirosina, este es un aminoácido


importante, porque es precursor en la biosíntesis de un neurotransmisor, la
dopamina, la cual garantiza la comunicación entre las neuronas responsables de
la motivación y la disposición a correr riesgos, afectando directamente a la toma
de decisiones que se llevan a cabo. Dejando nuevamente en evidencia que la

2
alimentación es de suma importancia para la formación de nuestro
comportamiento.

El consumo de alimentos altos en azúcar provoca una inflamación creciente


en las neuronas, ocasionada porque el cuerpo libera sustancias que dañan la capa
hematoencefálica que recubre al cerebro, haciéndola permeable y dejando pasar
dichas sustancias, afectando directamente al cerebro. De esta manera, las
sustancias penetran en las meninges, ocasionando que las células microgliares
comiencen a destruir las neuronas, si bien su función principal es comer las
neuronas muertas, esta inflamación genera un descontrol total, ocasionando que
también se coman a las neuronas funcionales, contribuyendo a la destrucción de
las redes neuronales. Carper, J. (2001).

La azúcar influye demasiado en el comportamiento que mostremos debido


a que la glucosa altera todas las aéreas del cerebro, además de que se demostró
que puede ser incluso más adictivas que las drogas duras como la cocaína, ya
que el consumo de alimentos azucarados altera los circuitos neuronales de la
misma manera que lo hacen las drogas. Esto se debe al sistema de recompensa
que se encuentra en el cerebro, el cual se ve afectado haciendo que se genere
placer al consumirla.

Sin embargo, no hay que dejar afuera a los microbiotas incluidas en nuestra
flora intestinal, las cuales también pueden afectar a las decisiones que son
llevadas a cabo sobre la alimentación que se tiene, debido a que es un mediador
entre la comida y el cerebro, haciendo asi que la variedad de alimentación sea
demasiado importante, acostumbrándolas a comer alimentos saludables, aunque
esto aún le queda demasiado por investigar.

El consumo de alimentos saludables tiene demasiados beneficios, tanto


como ayudar al buen desarrollo del cerebro, como a controlar nuestro
comportamiento, por esto mismo es vital tener un control sobre lo que comemos
evitando alimentos procesados industrialmente y ricos en azúcar, para obtener un
rendimiento óptimo de nuestro sistema.

3
Referencias

Carper, J. (2001). Máximo rendimiento: una adecuada alimentación puede mejorar


el funcionamiento de tu cerebro. Ediciones Urano, SA.

También podría gustarte