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Signos Vitales.

Dr. José Alfredo Urrutia Pacay.


Semiología I.
Alta Verapaz, febrero 2024.
Se denominan así, a los datos que el examinador encuentra en un
paciente, como expresión de vida.

• De una manera clásica, estos datos han incluido:


• Temperatura.
• Presión arterial.
• Respiraciones.
• Frecuencia cardiaca
• Además se debe de incluir los estados de conciencia así como
debemos de anotar el peso y la talla.
Estados de Conciencia.

• Orientación; se refiere al grado de vigilia y de orientación


relacionado al medio ambiente que en ese momento lo rodea.

• Si se notara que el paciente tiene algún grado de compromiso en


su estado de conciencia, se debe investigar con preguntas que
tienden a establecer situaciones de tiempo, espacio y relación
personal.
• Están determinados por la condición anatómica y funcional del
encéfalo. Cualquier lesión que afecta al cerebro, cerebelo o tallo
encefálico, producirá alteración de la conciencia, la cual se
distingue al inicio del Examen clínico y aun dentro del
Interrogatorio.
Hiperalerta.

• Es un estado que se acompaña casi siempre de hiperactividad y


casi nunca es por algún daño neurológico. La persona se encuentra
en constante movimiento, aún estando grave.

• Habla rápido, está enterada de lo que sucede a su alrededor y


sufre de insomnio a pesar de estar exhausta.

• Se queja de escuchar ruidos y ver luces débiles. A veces se observa


en los estados de Hipertiroidismo.
Vigilia.

• Es el estado de alerta normal en el cual nos relacionamos con el


resto de individuos.

• La persona es capaz de mantener una conversación y responde


adecuadamente a los estímulos que recibe del medio ambiente.
Sincope.

• Es la pérdida momentánea de la conciencia e incluso caída al


suelo, por la falta de irrigación sanguínea del cerebro y
disminución del aporte de oxígeno, que puede obedecer a varias
causas, cuya consecuencia se traduce en un trastorno en la
oxigenación de las neuronas.
Conmoción Cerebral.

• Se trata de la pérdida de conciencia, que es producida por un


traumatismo craneano y que con mucha frecuencia es de corta
duración.

• Sin embargo, no es posible predecir el tiempo que el paciente


pueda permanecer en tal situación de inconciencia.
Somnolencia.

• EI paciente presenta tendencia al sueño y cierra los ojos, pero es


capaz de despertar ante una orden verbal.

• El despertar es seguido del estado de vigilia y se conecta


adecuadamente al medio ambiente.

• La Somnolencia se observa después de trabajos extenuantes,


desvelos de más de 24 horas o posterior a situaciones de
emotividad intensa y estresante.
Obnubilación.

• La persona se encuentra dormida o con fuerte tendencia al sueño.

• Despierta ante una orden verbal, pero se encuentra mentalmente


confuso.

• Se le dificulta la orientación en tiempo, espacio y relación personal, está


indiferente al medio ambiente o a su enfermedad.

• Pasados unos segundos y si el estímulo no sigue actuando, vuelve a


dormirse.
Estupor.

• Aquí el paciente se encuentra inconsciente, sin ninguna relación


con el medio ambiente que lo rodea.

• Las órdenes verbales no lo vuelven al estado de vigilia y sólo


responde a sacudidas fuertes, abriendo los ojos y regresando a una
pasajera condición de obnubilación.

• Al suprimirse el estímulo, vuelve a la inconsciencia y al estado de


Estupor.
Coma.

• Este estado de Coma algunos autores lo denominan Semi-Coma;


otros lo llaman Estupor profundo, se reconoce porque la persona
se encuentra inconsciente, sin responder a órdenes verbales ni a
sacudidas.

• Sólo lo hará ante estímulos dolorosos, con maniobras


incoordinadas de defensa que más parecen reflejas, alejándose
del estímulo o separando la mano del clínico.
Coma Profundo.

• Se reconoce esta alteración, porque el paciente está inconsciente


y no responde ni aun a los estímulos dolorosos, manteniéndose
exclusivamente, como el coma, con las funciones eminentemente
vegetativas que permiten aún establecer que el paciente está
vivo.
Temperatura.

• La Temperatura del cuerpo es el producto del calor generado por


todos los procesos metabólicos y bioquímicos que se realizan
dentro del organismo.

• Se mantiene normalmente dentro de pequeños márgenes y


dependiendo del sitio de su registro, varía desde 36.5° grados
cetigrados hasta 37.5° grados centígrados.
• La temperatura corporal puede presentar variaciones que
dependen de condiciones fisiológicas o patológicas. Normalmente
hay variaciones en el día, se puede registrar una temperatura
mínima de 36.5 grados centígrados entre las 5 y 6 de la mañana,
mientras que una máxima de 37.5 grados centígrados, se obtiene
entre las 2 y 3 de la tarde.

• Se pueden encontrar alzas después de ingerir alimentos, o


descensos durante el sueño.
• Es común encontrar Hipotermia entre los niños prematuros, en las
hemorragias masivas, los estados de choque, en los pacientes
deshidratados e hipotiroideos.

• En el curso de algunas enfermedades infecciosas y en la sepsis, la


Hipotermia se considera como un signo de mal pronóstico, sobre
todo tratándose de niños pequeños y prematuros.
Fiebre Remitente.

• Es aquella en que la temperatura sube a cifras cercanas de 40° C.


pero al descender en el mismo día, no se llega a los límites
normales. Se observa en la Endocarditis bacteriana, Fiebre
Reumática, Fiebre Tifoidea, Sarampión, Hepatitis viral, Sepsis.
Fiebre Intermitente.

• La temperatura después de estar en cifras altas, desciende el


mismo día a valores normales. Es típica del Paludismo.
Fiebre Recurrente.

• La fiebre se presenta con leves variaciones durante 5 o 6 días para


luego descender a cifras normales por otros 5 ó 6 días y después
volver a repetir el ciclo.

• Se observa este tipo de fiebre en algunas formas de Tuberculosis


Pulmonar, Septicemias y Meningitis.
Fiebre Ondulante.

• Aquí la temperatura va aumentando progresivamente y al cabo de


6 a 8 días, desciende también de modo progresivo para después
volver a repetir el ciclo de ascenso y descenso alternante,
formándose con la gráfica térmica, ondulaciones periódicas.

• Se observa en la enfermedad de Hodgkin en donde se conoce como


Fiebre de Pel-Ebstein.
Fiebre Continua.

• Se caracteriza porque la temperatura permanece alta, de una


manera constante, con muy pocas fluctuaciones, las cuales son
menores de un grado centígrado.

• Se puede observar una fiebre Continua cuando ya está


desarrollada la Fiebre Tifoidea.
Fiebre Héctica.

• Es la que presenta grandes oscilaciones con remitencias o


intermitencias, sin patrón específico.

• Se le encuentra en la Tuberculosis, la Septicemia, los Abscesos y


otros procesos supurativos.
• Una fiebre se puede iniciar de manera brusca, en una o dos horas, o
bien en forma lenta ascendiendo progresivamente, hasta instalarse
totalmente en 5 o más días.

• En el primer caso de instalación brusca, se acompaña de escalofríos,


temblor de cuerpo, castañeteo de dientes, piel de gallina, sensación
de malestar y dolor de cuerpo generalizado.

• La Neumonía Lobar es el ejemplo típico de la instalación brusca de la


fiebre.
• En el segundo caso, la fiebre de instalación lenta y progresiva, sólo
se acompaña del malestar general, dolor de cuerpo generalizado y
a veces cefalea, tal como ocurre con la Fiebre Tifoidea. No hay
escalofríos, temblores ni castañeteo de dientes y la enfermedad se
instala lenta y progresivamente.
Etiología de Fiebre.

• La presencia de fiebre es una respuesta del cuerpo y obedece a


múltiples causas. Cerca del 85 % de todos los casos, la fiebre es
producida por agentes infecciosos como virus, bacterias, hongos.
• Infecciones (Bacterias, virus, hongos, ricketsias.).
• Deshidratación (Diarrea, vómitos, sudoración profusa, fístulas).
• Tumores (cáncer, enfermedad de Hodgkin).
• Trastornos hematopoyéticos (Leucemias, enfermedad hemolítica).
• Drogas (Pirógenos, sulfas, antibióticos.)
• Fiebre quirúrgica (después de operaciones).
• Introducción o destrucción de proteínas (Transfusiones, heridas por
aplastamiento).
• Procedimientos de diagnóstico (cateterismo cardíaco, endoscopias).
• Enfermedades del tejido colágeno (Lupus eritematoso, Esclerodermia,
Periarteritis nudosa, Dermatomiositis).
• Trastornos de los centros de regulación térmica (traumatismos cerebrales,
trombosis y hemorragias cerebrales).
• Trastornos metabólicos (Hipertiroidismo, "golpe de calor" o exposición
solar por muchas horas).
• Fiebre de origen psicógeno (emociones intensas, separación brusca de
seres queridos).
• Fiebre de causa desconocida (después de haber descartado
completamente, todas las demás causas y casi por exclusión después de
análisis negativos).
Complicaciones de la Fiebre.

• En niños pequeños, la fiebre es capaz de desencadenar


convulsiones generalizadas, tónico-clónicas, que ponen en peligro
la vida y la integridad neurológica del paciente. Con frecuencia la
fiebre ocasiona náusea y vómitos, capaces de complicar aún más,
con deshidratación y choque, al paciente.
• También en niños y con alguna frecuencia en adultos, la fiebre
provoca episodios de diarrea sin características especiales, diarrea
que puede conducir al paciente a diversos grados de
deshidratación.

• Son comunes otros síntomas como anorexia, cefalea, sed de grado


variable, dolor de cuerpo generalizado, dolores musculares e
insomnio, o por el contrario, somnolencia y decaimiento.
Pulso.

• Representa una de las manifestaciones de la actividad del corazón,


que al contraerse al nivel del ventrículo izquierdo, ejerce una
presión sobre la sangre y la impulsa por la arteria Aorta,
produciendo una onda expansiva que, gracias a la elasticidad de
las arterias, provoca ensanchamiento de las mismas, de una
manera intermitente y repetitiva.
• Esta onda se percibe en todas las arterias que sean accesibles a la
palpación y en algunos casos hasta puede observarse una discreta
elevación de la piel, al estar situados estos vasos sanguíneos de
manera superficial.
• La palpación del pulso se realiza con la yema de los 3 dedos
intermedios (índice, Medio y Anular), juntos uno al otro,
ejerciendo moderada presión a lo largo de la arteria y procurando
que el dedo índice esté colocado en posición proximal sobre la
arteria, respecto al corazón.
Temporal Superficial.

• Sobre la arteria de igual nombre, por delante del Trago de la


oreja, bajo el Arco Cigomático, al nivel de la articulación
Temporo-maxilar.
Maxilar Inferior.

• Sobre la arteria del mismo nombre, en el borde inferior del hueso


Maxilar Inferior, en la parte media de su rama horizontal.
Carotideo.

• Sobre la arteria Carótida, en la parte media del borde anterior del


músculo Esternocleidomastoideo del cuello.
Humeral.

• En la arteria Humeral, en el borde interno del músculo Bíceps, en


su porción intermedia.
Radial.

• Sobre la arteria homóloga, a 0.5 cm por dentro de la apófisis


Estiloides del Radio, cerca de la línea articular de la muñeca.
Femoral.

• En la arteria de igual nombre, debajo del Ligamento Inguinal, en


su parte media y siguiendo la bisectriz del llamado Triangulo de
Scarpa.
Poplíteo.

• Sobre la arteria del mismo nombre, en la bisectriz del Rombo


Poplíteo, detrás de la articulación de la rodilla.
Tibial Posterior.

• Debajo y atrás del Maléolo Interno, de la articulación del tobillo,


sobre la arteria del mismo nombre.
Pedio.

• En la parte media del ángulo formado por los tendones extensores


del Primero y Segundo dedos del pie.
Frecuencia.

• En el recién nacido la frecuencia del pulso varía alrededor de 140


pulsaciones por minuto.
• En niños de 2 años está cercana a 110 por minuto.
• A los 6 años desciende a 100 por minuto.
• En escolares está alrededor de 90.
• A los 15 años se encuentra en 80.
• En adultos, entre 60 y 80 por minuto.
• La fiebre constituye la causa más frecuente de incremento, con un
aumento de 8 a 10 pulsaciones por minuto, por cada grado
centígrado de alza en la temperatura.

• Es común tal hallazgo en los procesos febriles de origen infeccioso,


exceptuando la Fiebre Tifoidea en la cual el paciente presenta
temperatura elevada y el pulso se encuentra en cifras menores a
lo esperado de acuerdo a la fiebre.
• Puede encontrarse también un aumento del número de pulsaciones
en los casos que el paciente presenta anemia, hemorragia aguda,
insuficiencia cardiaca e hipertiroidismo, condiciones que hacen
aumentar la actividad cardiaca y por lo tanto, la frecuencia del
pulso.
Pulso de Quinke.

• Se observa cómo el área rosada avanza hacia la punta de la uña y


luego retrocede en forma intermitente y sincrónica con el pulso.

• Tambien llamado pulso capilar.


Presión Arterial.

• La Presión sanguínea o Presión Arterial, es la fuerza ejercida por la


sangre sobre las paredes arteriales a medida que se contrae y
relaja el ventrículo izquierdo

• Se tienen dos métodos clínicos para el registro de la Presión


Arterial.
Método Palpatorio.

• El brazalete con el manguito neumático se coloca en el brazo, con


su borde inferior a 2 ó 3 centímetros por encima del pliegue del
codo. A este nivel, hacia adentro en el borde interno del músculo
Biceps, se perciben con los dedos de una mano, los latidos de la
arteria Humeral, mientras que con la otra mano se insufla el
manguito hasta hacer que desaparezcan los latidos arteriales.
• Luego lentamente, se deja escapar el aire por la llave de escape,
hasta que los latidos arteriales vuelvan a aparecer. En este
momento se establece la Presión Sistólica. Al continuar el escape
de aire, los latidos se hacen más intensos, a veces con un carácter
vibratorio, que luego desaparecen. Aunque difícil de evaluar, este
momento en que los latidos desaparecen, se señala la Presión
Diastólica.
Método Auscultatorio.

• Es semejante al método Palpatorio, pero en lugar de usar la


palpación para registrar las pulsaciones de la arteria, se utiliza el
estetoscopio para escuchar los latidos arteriales y es cuando se
evidencia el FENÓMENO DE KOROTKOFF.

• Este último incluye una gradación de ruidos que se auscultan en la


arteria cuando se descomprime el manguito del brazalete, ruidos
originados por la súbita tensión de las paredes al llegar de nuevo
la onda de presión a las arterias.
• Si la insuflación del manguito hace desaparecer los latidos de la
arteria, al auscultar no se percibe ningún ruido. Pero al iniciar la
descompresión del aire, llega el momento en que aparecen unos
ruidos sordos, señalándose entonces la Presión Máxima o Sistólica.

• Al continuar la descompresión, los ruidos se hacen secos y


retumbantes con aumento de su intensidad. Abruptamente los
ruidos disminuyen de intensidad en el momento que señala la
Presión Mínima o Diastólica.
Valores Normales de la Presión Arterial.

• Existen variaciones de los valores de la Presión Arterial,


considerados como normales, de acuerdo con la edad, sexo, etnia,
género de vida, clima y otras circunstancias, pero se consideran
normales, las cifras entre los valores de 90 a 120 mm de mercurio
para la Presión Sistólica y entre 60 y 90 mm para la Diastólica.
• Al nacimiento, la Presión Sistólica está entre 50 y 60 mm de
mercurio.
• Cerca de los 8 años alcanza 80 a 90 mm.
• En el período de 15 a 25 años, se le encuentra entre 110 Y 120
mm.
• Después de los 30 años la presión asciende progresivamente de
modo que entre 40 y 60 años está alrededor de 140 mm
• Después de los 60 años se sitúa en 140 mm de mercurio.
• Las cifras de la presión arterial son menores cuando la persona
está en reposo físico y mental.

• Aumentan con las emociones y el esfuerzo muscular.

• En el varón las cifras son mayores en 10 a 15 mm de mercurio, que


en la mujer.
Respiraciones.

• Se refiere a la actividad desarrollada por la función del Aparato


Respiratorio, lo que implica la expansión del tórax en un tiempo
llamado Inspiración y la relajación del mismo, período que se
conoce como Espiración.

• La frecuencia respiratoria puede variar aún en condiciones


normales, de acuerdo a la edad, el sexo, la actividad, el sueño.
• En el adulto oscila de 14 a 18 respiraciones por minuto, pero
puede alterarse en diversos estados patológicos.
GRACIAS.

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