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LIC. EN ENFERMERÍA
BIOÉTICA
El análisis filosófico crítico del uso de la noción de dignidad en los discursos bioéticos
que propone el autor, es el siguiente:
1. Un uso limitado, diverso y controversial
de la dignidad.
El uso de la noción de dignidad en las argumentaciones bioéticas está lejos de estar
expandida universalmente.
a. R. Junquera de Estéfani
Señala que la dignidad está relacionada con el reconocimiento social y es típica de las
sociedades jerarquizadas en las cuales la dignidad más elevada expresa la
superioridad social y la autoridad. A ella se opone la concepción onto-teológica que
identifica dignidad y valor en sí de todo ser humano, por Naturaleza, por Esencia o por
Dios. Estima que la dignidad inherente y universal del ser humano requiere del
reconocimiento social, no para existir sino con el fin de ser garantizada y respetada.
b. Max Charlesworth
Critica la expresión “morir con dignidad”; es mejor decir: morir con autonomía. Otros
estiman que la expresión “morir con dignidad”, como apoyo del derecho a la eutanasia
o al suicidio asistido en situaciones de miseria, confunde la exigencia de dignidad con
la exigencia de “calidad de vida”. Una interpretación matizada de la expresión “derecho
a morir con dignidad” permite, no obstante, una referencia triple: a la calidad de vida, a
la autonomía y a la dignidad.
El individuo debe ser libre (es la autonomía) de estimar que en ciertas circunstancias
(es la calidad de vida) su vida, a su manera de ver, ya no puede ser vivida con
suficiente dignidad (autoestima) y a la manera de ver de los otros (tal y como percibe la
mirada de los otros)las antinomias constitutivas de la noción de dignidad: la dignidad
como realidad y valor psicosociales y la dignidad onto-teológica asociada al carácter
sagrado, intangible de la vida humana, que se debe preservar incluso cuando se
reduce a una supervivencia simplemente biológica.
Algunas opiniones de bioeticistas.
b. Peter Singer
En “All Animals are equal” critica la noción de dignidad porque eleva a la especie
humana por encima de las otras en nombre de su valor intrínseco superior. La
aplicación exclusivamente humana de la dignidad sería una operación retórica
especiecista que tiene consecuencias para el trato que les concedemos a los vivientes
no humanos.
Los “Basic Principles in European Bioethics and Law”, coordinados por Peter Kemp y
Jacob Rentdorff, aparecen como una respuesta bioética europea al principialismo
norteamericano que ignora el principio de dignidad. El estudio europeo mantiene,
también, cuatro principios fundamentales en bioética: autonomía, dignidad, integridad y
vulnerabilidad. El único principio explícitamente común a los dos principialismos –
norteamericano y europeo – es el principio de autonomía.
Pero, sólo ve un término vago que repite nociones más precisas como el respeto de la
persona en su autonomía, su vida privada y la protección contra las prácticas abusivas
o discriminatorias o que se limita a un eslogan. La noción de dignidad habría emergido
en los años 1970 en el marco del “derecho de morir con dignidad”
Los modelos animales de enfermedades humanas han sido utilizados desde hace
muchos años en distintas áreas de la investigación, constituyendo uno de los pasos
fundamentales en la biomedicina. Se requieren tanto para proyectos de investigación
como en pruebas diagnósticas y terapéuticas y en los controles de productos
farmacológicos. Este avance, sin embargo, debe ir asociado al cumplimiento de normas
éticas.
Los experimentos con animales tienen su fundamento en el hecho de considerar a otras
especies animales como modelos en miniatura de los problemas humanos. Se realizan
experimentos con animales básicamente en tres campos: la docencia, la industria y la
investigación.
En docencia, las prácticas con animales tienen como objetivo aprender ciertos procesos
fisiológicos, características anatómicas o adquirir habilidades clínicas y quirúrgicas
como forma de entrenamiento.
En la industria, la biotecnología animal ha experimentado un gran desarrollo en las
últimas décadas con el uso de tecnologías reproductivas, la creación de organismos
genéticamente modificados, la producción masiva de moléculas de interés y la prueba
de productos de consumo para probar que no son dañinos.
En efecto, en los códigos de ética para la investigación biomédica los ensayos con
animales es una obligación. Según el Código de Nuremberg, cualquier experimento
hecho en seres humanos “debe ser diseñado y basado en los resultados de
investigación animal”. La Declaración de Helsinki, adoptada en 1964 por la XIII
Asamblea Médica Mundial y revisada en cinco ocasiones, cita también que la
investigación médica en sujetos humanos “debe estar basada en pruebas de laboratorio
adecuadamente realizadas y en experimentación con aminales.
Artículo
Generalidades y aplicaciones de las células madre
La publicidad farmacéutica
La publicidad farmacéutica viola ciertos principios éticos cuando transmite afirmaciones
falsas sobre los fármacos, suprime u olvida informaciones sobre los riesgos y efectos
secundarios, proporciona beneficios materiales (viajes, regalos, etcétera) o financieros
a los médicos para que los prescriban, y utiliza la información sobre las enfermedades
para promover los medicamentos y no para promover la salud.
Es evidente que esta situación no es uniforme, sino que ella varía de país en país, con
un denominador común: las mayores anomalías se dan en los países en desarrollo
En 1985, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una serie de normas
para la promoción ética de los medicamentos, pero estos criterios no tienen una
obligación legal. Según la OMS, la promoción de medicamentos debe ser precisa, veraz
y demostrable, y no debe dar lugar a una utilización incorrecta o implicar riesgos
innecesarios. La información sobre los medicamentos dirigida a los profesionales de la
salud debe ser compatible con las pruebas y los resultados científicos demostrados y
aprobados, y la información proporcionada al paciente debe ser redactada en términos
comprensibles y reflejar adecuadamente los conocimientos médico-farmacológicos de
acuerdo con las normas éticas.
En ciertos países europeos, la propia industria se autorregula porque los gobiernos no
son muy activos para controlar los abusos. En algunos países de Asia, América Latina y
África, este tipo de control es aún modesto, a causa de la corrupción y de los malos
gobiernos. A pesar de que, tanto a nivel internacional y regional, como nacional, la
industria farmacéutica ha establecido normas para hacer frente a estas actividades, en
la práctica, las mismas no son aplicadas.
Existe pues, conflicto de intereses cuando una persona tiene la obligación moral de
actuar en nombre de otros y esta acción se ve comprometida por los estrechos vínculos
que tiene con un tercero.
En los países donde no existen reglamentos sobre el tema, los conflictos de intereses
en materia biomédica pueden ser de diversas formas:
– regalos directos e indirectos
– patrocinio de actividades culturales y científicas
– formación continuada (seminarios, mesas redondas, conferencias) financiada por la
industria farmacéutica
– posesión de acciones o títulos financieros
– investigación financiada por la industria farmacéutica
– financiamiento de cátedras académicas o de asociaciones de profesionales
– actividades de consultor
– redacción por parte de terceros de artículos «científicos»