Está en la página 1de 17

Cuadernos de Bioética

ISSN: 1132-1989
bioética@um.es
Asociación Española de Bioética y Ética
Médica
España

Requena Meana, Pablo


Dignidad y autonomía en la bioética norteamericana
Cuadernos de Bioética, vol. XIX, núm. 2, mayo-agosto, 2008, pp. 255-270
Asociación Española de Bioética y Ética Médica
Murcia, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87506605

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
DIGNIDAD Y AUTONOMÍA EN LA BIOÉTICA
NORTEAMERICANA

DIGNITY AND AUTONOMY IN


NORTHAMEARICAN BIOETHICS

Pablo Requena Meana


Università Romana della Santa Croce
00186 Roma
requena@usc.urbe.it

Resumen

Si la bioética desea continuar protegiendo los valores que se propuso en su origen,


necesita de un concepto de dignidad humana que sea inherente a todo individuo de
nuestra especie. Esta afirmación resultará evidente para muchos, para otros discutible,
y para algunos «bioeticistas», sobre todo del área anglosajona, inconcebible. El prin-
cipio de autonomía es capaz de evitar algunos de los abusos que dieron origen a la
bioética, pero no es suficiente para evitarlos todos. Se requiere también la dignidad,
o un concepto similar.
Palabras clave: dignidad, autonomía, eugenesia, origen bioética.

Abstract

Bioethics needs an inherent concept of dignity for each human being if it wants
to protect the same values it assigned to itself at the beginning of its history. This
affirmation will be evident for many, dubious for others, and for many in the Anglo-
Saxon world, unacceptable. The principle of autonomy is avoids some of the abuses
that effected the birth of bioethics, but it is not enough to avoid them completely.
Dignity or a similar concept is also required.
Key words: dignity, autonomy, eugenics, birth of bioethics.

Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª 255


Pablo Requena Meana

En un reciente artículo en el New York En este artículo no se pretende dar


Times, el filósofo australiano Peter Singer una respuesta definitiva a la pregunta
sostenía nuevamente que el concepto de Singer2. Su propósito es bastante más
de dignidad no puede ser utilizado en limitado: se sugiere un camino negativo
bioética para dirimir ciertas cuestiones para mostrar cómo la ausencia de un
debatidas. En este caso se trataba de criterio universalista de igualdad en la
la valoración ética de un tratamiento consideración ontológica de todo ser
médico-quirúrgico aplicado a una niña humano mina las bases de cualquier
de 9 años con un grave retraso mental sociedad democrática; y más concreta-
(conocida en los medios de comunica- mente, por lo que se refiere a la bioética,
ción como Ashley), con la intención de la haría incapaz de acometer las tareas
evitar su normal desarrollo corporal. La que se propuso en su nacimiento.
intervención, que incluía la extirpación En este recorrido es necesario comen-
del útero y de los senos, había sido jus- zar con una precisión terminológica para
tificada por sus padres como un medio entender a qué tipo de dignidad nos
para mejorar su calidad de vida, y evitarle referimos. En un segundo momento se
molestias innecesarias. Singer sostiene analizará brevemente la discusión que,
que los niños de 3 meses (edad mental de sobre la utilidad de este concepto, tuvo
Ashley) pueden considerarse adorables, lugar en el British Medical Journal durante
pero no por eso gozan de dignidad. Y los últimos días de 2003 y los primeros
esta dignidad que no poseen, tampoco de 2004. En tercer lugar se estudiarán al-
crece con la edad, mientras mantenga gunas de las consecuencias que tendría la
el mismo nivel de capacidad mental. Al desaparición de dicho concepto. El cuarto
final de su reflexión, formula la siguiente apartado consistirá en la presentación,
pregunta: «¿por qué la dignidad debería bajo esta perspectiva, de tres famosos
ir asociada con la pertenencia a la especie, casos de abusos sobre seres humanos, que
independientemente de las características se citan siempre al hablar del origen de
que el individuo posea?»1. la bioética. En la última parte se relacio-
na la pérdida del concepto de dignidad
con la consolidación de ideas y prácticas
1 Singer, P., «A convenient Truth». New eugenésicas.
York Times (January 26, 2007), en www.nytimes.
com (disponible en abril 2007). Esta valoración del
concepto de dignidad no es nueva. En uno de sus
libros escribe que los filósofos tienden a refugiarse 2 Una posible respuesta puede encontrarse en
en la palabrería y utilizan «frases grandilocuentes el excelente libro de Torralba, F., ¿Qué es la dignidad
como ‘la dignidad intrínseca del individuo humano’; humana? Herder, Barcelona, 2005. También es de
hablan del ‘valor intrínseco de todos los hombres’ gran interés el capítulo «La bioética utilitarista de
como si los hombres poseyeran algún valor que Peter Singer» del libro de Ferrer, J. J. y Álvarez,
los otros seres no tuvieran» (Desacralizar la vida J. C., Para fundamentar la bioética. Teorías y paradigmas
humana. Ensayo de ética. Cátedra, Madrid, 2003, teóricos en la bioética contemporánea. Desclée De
122). Brouwer, Bilbao, 2003.

256 Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª


Dignidad y autonomía en la bioética norteamericana

1. Precisión terminológica la persona en la sociedad), la dignidad


como estatura moral (dependiente del
La palabra dignidad y todo su campo comportamiento de la persona), y la dig-
semántico se ha utilizado en el ámbito nidad de identidad (más difícil de definir,
médico desde tiempos inmemoriales, y se refiere a aquella dignidad que recono-
continúa usándose ampliamente en bio- cemos en nosotros mismos, enraizada en
ética. Se emplea como sustantivo (la dig- nuestra historia y en la relación con los
nidad humana, o simplemente, la dignidad, demás; puede sufrir alteraciones por ve-
la dignidad del paciente), como adjetivo jaciones o malos tratos por parte de otros,
(muerte digna, vida digna de ser vivida), o también en algunas enfermedades). En
o también en su forma adverbial (tratar estas tres acepciones, la dignidad admite
al paciente dignamente). El sentido del un crecimiento, una disminución, o inclu-
término puede variar notablemente de un so la pérdida por parte del sujeto del que
caso a otro. Es más, algunas afirmaciones se predica. A estos significados se añade
sobre la dignidad conducen a conclusio- un cuarto, que «es un tipo de dignidad
nes contrarias desde el punto de vista completamente diferente», que poseemos
ético. Mientras que algunos consideran los humanos en cuanto humanos: no pue-
justificados ciertos tipos de eutanasia para de perderse, ni admite gradación alguna.
permitir una «muerte digna», otros dirán Se refiere a ella con el término alemán
que nunca es lícita esa opción, porque Menschenwürde, y es a esta dignidad a la
atenta precisamente contra la «dignidad que hace referencia el primer artículo de
de la persona». Esto no implica la impo- la Declaración Universal de los Derechos
sibilidad de encontrar un sustrato común Humanos (1948), cuando sostiene que to-
dentro de este campo semántico, pues dos los seres humanos han nacido libres,
resulta bastante claro que no se hablaría con igual dignidad y son titulares de los
de muerte digna, si no se considerara, al derechos humanos3.
menos en cierta manera, la dignidad de La terminología varía según los
la persona que muere. En todo caso, es autores, pero es frecuente encontrar la
evidente que no todos entienden lo mis- distinción entre un tipo de dignidad
mo al utilizar este vocablo. Se hace por común a todos los seres humanos, que
tanto necesario un cierto discernimiento no admite grados y no puede perderse;
terminológico, cuya ausencia provoca en y otro, u otros, que pueden variar o in-
no pocos casos la incapacidad de enten- cluso desaparecer4. Singer parece admitir
der, y poder confrontar, las posiciones de
los diferentes autores. 3 Nordenfelt, L., «The Varieties of Dignity»,
En un artículo reciente, Lennart Nor- Health Care Analysis 12 (2004), 69-81.
4 Eric Cohen distingue entre la dignidad
denfelt distingue cuatro significados del
ontológica y la dignidad experiencial (cfr.
término dignidad. Tres de ellos son rela- «Conservative Bioethics & the Search for Wisdom».
tivos, o no esenciales: la dignidad como Hastings Center Report 36 (2006), 44-56); German
mérito (referida a la especial situación de Grisez y Joseph M. Boyle describen dos tipos de

Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª 257


Pablo Requena Meana

la existencia de este último sentido, pero propiedad metafísica poseída por todos
no del primero. El objeto de este artículo los seres humanos. Esta posición sería,
es por tanto el de intentar responder a siguiendo con Ashcroft, la paradigmática
la pregunta sobre qué es lo que pierde en la bioética europea5.
el hombre, y la sociedad, si carece de Al explicar las diferentes posiciones,
un concepto de dignidad del tipo Men- este autor cita como modelo de la prime-
schenwürde. ra, a la que podemos adscribir también
a Singer, un editorial de Ruth Macklin,
2. El debate en el British Medical conocida profesora de Ética Médica en
Journal el Albert Einstein College of Medicine (New
York). Se trata de un breve escrito con
Richard E. Ashcroft, en un escrito de el provocativo título Dignity is a useless
2005 titulado Making sense of dignity, dis- concept. Teniendo en cuenta lo señalado
tingue en el campo de la bioética cuatro en el párrafo anterior, podría no resultar
posiciones en relación a la dignidad. Un demasiado chocante en una autora ame-
primer grupo está formado por los que ricana. Sin embargo, es interesante notar
defienden que este término es incoheren- que no se trata del editorial de una revista
te, o en todo caso inútil para la resolución de bioética, sino de una de las más impor-
de problemas. Según este autor, esta tantes revistas de Medicina. La aclaración
opinión sería prevalente en la bioética no es irrelevante, pues una cosa es lo que
anglosajona. Un segundo grupo sostiene escriben los teóricos de la bioética en sus
que la palabra dignidad puede ayudar revistas, y otra muy distinta, lo que llega
a arrojar luz en muchas cuestiones, al ámbito de la Medicina. El hecho de que
pero sería reducible a la de autonomía. se haya publicado un editorial de este tipo
El tercer grupo la considera como una en una revista médica europea, señala
posibilidad dentro de la constelación de claramente la influencia que la bioética, y
términos que se utilizan en bioética para concretamente la bioética norteamericana,
referirse a capacidades, funcionalidad e está teniendo en la Medicina.
interacciones sociales. Por último, el cuar- La tesis fundamental de Macklin es
to grupo sostiene que la dignidad es una que la bioética está llena de referencias
a la dignidad que no son más que meros
dignidad: una elitista o extrínseca, y otra universal o eslóganes, o en algunos casos, indicacio-
intrínseca (Life and Death with Liberty and Justice. nes que podrían expresarse con mayor
A Contribution to the Euthanasia Debate. University
precisión utilizando otros términos. Con-
of Notre Dame Press, Notre Dame 1979); por su
parte, Luke Gormally habla de dignidad connatural, cretamente, el contenido moral relevante
dignidad existencial y dignidad definitiva (cfr. que pueda encontrarse en esta palabra
«Pope John Paul II’s Teaching on Existential queda incluido en el concepto de respeto
Dignity», FAITH Magazine July-August (2005), en
http://www.faith.org.uk/Publications/Magazines/
Jul05/Jul05JPIITeachingExistentialDignity.htm, 5 Ashcroft, R. E., «Making Sense of Dignity»,
disponible en abril 2007). Journal of Medical Ethics 31 (2005), 679-682.

258 Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª


Dignidad y autonomía en la bioética norteamericana

a la autonomía. La conclusión parece ob- contestar la pregunta de por qué debería


via, y coincide con el título del editorial: ser misterioso señalar que una técnica de-
«la dignidad es un concepto inútil para terminada atenta contra la dignidad de la
la ética médica, y puede ser eliminado persona, y no sea igualmente misterioso
sin que se pierda ningún contenido im- decir que supone un abuso.
portante».6 En todo caso, la crítica más interesan-
Cabe una primera observación de te, y a mi entender definitiva, a la tesis
naturaleza epistemológica: la autora cae de Macklin procede del ámbito clínico.
en el mismo error que pretende criticar, y Definitiva porque la práctica médica
que se refiere a la significación y funda- ordinaria es, o debería ser, el laboratorio
ción del vocabulario ético. Al hablar de las en el que se confirman o desmienten las
intervenciones que se realizan en el cam- hipótesis sugeridas desde el despacho o
po de la fecundación in vitro, de una parte la biblioteca en la que trabaja el teórico
señala que supone un misterio averiguar de la bioética. En este caso, la misma
qué técnicas han de considerarse «contra revista nos ofrece en su sección on-line
la dignidad» de la persona; mientras que, de «respuestas rápidas» un material de
en la misma frase, escribe que fácilmente enorme interés para valorar esta propues-
se pueden identificar acciones que son ta7. Entre el 19 de diciembre de 2003 y el
«abusivas o degradantes». No añade, sin 1 de marzo de 2004 encontramos treinta y
embargo, información alguna sobre lo cuatro comentarios, muchos de los cuales
que suponga abuso o degradación, como están firmados por personas del mundo
si se tratara de términos evidentes. Pero universitario. Las opiniones, como puede
sabemos que, concretamente en el ámbito suponerse, son de todo tipo. Se debe notar
de la fecundación asistida, hay diversidad que las respuestas más críticas a la tesis
de opiniones morales sobre las diferentes sobre la inutilidad del concepto de digni-
intervenciones; y técnicas que para al- dad proceden del ámbito médico, mien-
gunos suponen un abuso (por ejemplo, tras que las posiciones que simpatizan en
la llamada reducción embrionaria), para mayor o menor medida con esa propuesta
otros no son más que un ejemplo del pertenecen a filósofos o bioeticistas. De
progreso científico que evita las posibles entre las primeras, al menos en algunos
complicaciones que podría tener un em- casos, se deja ver un cierto malestar, por
barazo múltiple. Queda, por tanto, sin no decir enfado, al analizar las afirma-
ciones de la profesora Macklin desde la
perspectiva de largos años de ejercicio de
6 Macklin, R., «Dignity is a useless concept»,
British Medical Journal 327 (2003), 1419-1420. Algunas la Medicina. El director del departamento
de las explicaciones que se ofrecen no parecen bien de nefrología de un hospital de Israel
fundadas: por ejemplo, las anotaciones históricas
sobre la aparición del concepto, o el papel que la
religión puede jugar en su uso. Sin embargo, no nos 7 Pueden consultarse en http://www.bmj.
detenemos a considerarlas ahora, pensamos que es com/cgi/eletters/327/7429/1419 (disponible en
preferible centrarse en la tesis de fondo. abril 2007).

Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª 259


Pablo Requena Meana

escribe que «si el concepto de dignidad la dignidad humana, aunque no atenten


es inútil para la ética médica, entonces contra la autonomía: comer la carne de
uno debería cuestionarse la utilidad de un cadáver, realizar experimentos sobre
la ética médica». Algo similar sostiene pacientes en estado vegetativo, o vender
el director de salud pública de un centro partes de una persona fallecida. Caplan
médico inglés: «el concepto de dignidad sostiene que la palabra dignidad no es
puede ser inútil para un profesor de bioé- inútil, sino engañosa. Refleja un estatuto
tica, pero es de vital importancia para los ético que unos agentes morales asignan
médicos y los pacientes». Un cardiólogo a los otros: no sería algo inherente a la
de Liverpool explica que no sabe mucho persona, sino una concesión de la co-
de ética médica, pero «sí sabe cuándo se munidad.
ha perdido la dignidad en el modo de Pensamos que su crítica sobre la re-
tratar a un paciente». Como puede fácil- ducción de la dignidad a pura autonomía
mente observarse, estas contestaciones no resulta adecuada, pero la justificación que
aportan complejas argumentaciones cuya ofrece no parece suficiente para evitar
conclusión sea la necesidad de mantener algunas acciones contra la dignidad. Si
el concepto de dignidad, sino que apelan no se trata de una propiedad inherente,
simplemente a la experiencia profesional la sociedad siempre podrá encontrar
en los sectores respectivos. motivos (ejemplos hay en la Historia)
Otros comentarios intentan un mayor que justifiquen la discriminación de al-
diálogo con el editorial de Macklin y, gunos de sus miembros por el interés de
aunque reconocen que la dignidad está en la mayoría. Sobre este punto volveremos
relación con la autonomía, sin embargo, más adelante.
para varios de ellos no cabría una identi-
ficación de los dos conceptos: la dignidad 3. ¿Qué se pierde si desaparece el con-
va más allá de la autonomía y, por tanto, cepto de dignidad?
no se puede eliminar aquélla sin perder
un espacio importante de moralidad. Esta pregunta podría comenzar a con-
Una de las respuestas más extensas testarse dando respuesta a otra cuestión,
corre a cargo de Arthur L. Caplan, otro en cierto modo previa: ¿por qué no es
famoso bioeticista americano. Agradece suficiente respetar la autonomía de los
a la colega de New York su estimulante individuos? Es cierto que muchas accio-
escrito, y coincide con ella en que en nes que atentan contra la dignidad de la
muchas ocasiones la palabra dignidad se persona suponen también una violación
utiliza a modo de eslogan. Sin embargo, del respeto a la autonomía. Pero en al-
escribe que algunos contextos en los que gunos casos, como bien señala Caplan,
se utiliza con sentido este término no esto no es así; pues, o esa autonomía se
tienen nada que ver con la autonomía. ha perdido (ancianos con demencia), o
Pone algunos ejemplos de acciones que todavía no se ha alcanzado (embriones,
no se deben realizar porque van contra fetos, neonatos), sin entrar a considerar

260 Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª


Dignidad y autonomía en la bioética norteamericana

todo el campo de grises constituido por cerrar una discusión. Se trata de una afir-
las situaciones de autonomía disminui- mación que no añade nada a otras como:
da. Además de los ejemplos que ofrece esta acción es contraria al valor de la
este autor, encontramos en otros comen- persona, o esta acción supone ver al otro
tarios al editorial de Macklin algunas como un medio y no como un fin, o se
indicaciones para contestar a esas cues- trata de una acción inhumana, etc. Todas
tiones. Un profesional de cuidados pa- estas frases se utilizan, y tienen su lugar,
liativos señala tres manifestaciones muy tanto en el lenguaje común como en el
sencillas de lo que significa respetar la discurso ético. Pero es necesario explicar
dignidad, también cuando se ha perdido por qué un determinado comportamiento
la autonomía: lavar a los moribundos en hurta la dignidad, disminuye el valor de
lugar de dejarlos sucios, humedecerles la persona, o es realmente inhumano.
la boca para que no la tengan reseca, y En algunos ámbitos, como el médico,
trasladarlos cuidadosamente una vez existe una tradición que hace innecesario,
han fallecido. en muchas ocasiones, dar esas ulteriores
Son muchas las situaciones que se explicaciones, pues la supuesta falta de
presentan en la práctica clínica diaria dignidad resulta evidente a los que per-
donde la actuación de los profesionales tenecen a la comunidad sanitaria. Y esta
de la sanidad responde principalmente es la razón por la cual muchos de los
al criterio de la dignidad, y no al de la comentarios al editorial lo contestan sin
autonomía. Junto a tantos ejemplos po- dar especiales explicaciones, haciendo re-
sitivos que podrían señalarse, también ferencia a la experiencia profesional. Esto,
se cuentan, desgraciadamente, ejemplos de todos modos, no disminuye la impor-
de falta de respeto de esa dignidad. ¿Qué tancia de profundizar en las razones de
puede decir la mera autonomía ante los fondo de por qué un comportamiento u
abusos sexuales sobre mujeres en estado otro resultan lesivos para la dignidad.
vegetativo, algunas de las cuales han La segunda idea pacíficamente ad-
quedado embarazadas después de esas mitida es que dignidad y autonomía se
agresiones? relacionan de algún modo. Que exista
Con las indicaciones que proceden del una relación no significa que sean tér-
ámbito clínico, la tesis central del editorial minos equivalentes, ni que la autonomía,
de Macklin parece insostenible. De todas sobre todo entendida como lo hace la ma-
formas, hay dos ideas en el escrito, que yor parte de la bioética norteamericana,
incluso los más críticos con la idea de cubra todo el espacio de la dignidad8.
fondo podrían compartir. La primera, con Se podría decir, más bien, que en la re-
la que coincidimos plenamente, es que
en ocasiones se abusa de la palabra dig- 8 Esta bioética considera la autonomía como
capacidad actual para tomar decisiones. El respeto
nidad. Decir que una acción no se debe de la autonomía supone por tanto evitar cualquier
realizar porque atenta contra la dignidad imposición externa al individuo que tiene que
humana, puede no ser suficiente para decidir.

Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª 261


Pablo Requena Meana

flexión filosófica la idea de dignidad se El criterio fuerte de autonomía, que


apoya sobre la idea de autotrascendencia propugnan algunas escuelas de bioética,
propia del ser humano, que significa au- pone el acento en una propiedad de la
todeterminación, pero también dominio persona que sin duda alguna es funda-
de sí e incomunicabilidad9. Propiedades mental, pero que deja al descubierto, en el
que pertenecen a la especie humana y a plano ético, la protección de los miembros
cada individuo, aunque no sean poseídas de la especie humana que no han conse-
actualmente y de igual modo por todos. guido todavía, tienen disminuida o han
En este sentido, parafraseando a Spae- perdido dicha autonomía. En este sentido,
mann, cabe afirmar que es la dignidad se podría decir que el concepto fuerte de
humana el fundamento del respeto de la autonomía se aproxima al criterio de su-
autonomía, y no al revés10. De otro modo, perioridad (del más fuerte) propio del rei-
¿por qué una persona debería respetar la no animal, y que se rige por las reglas de
autonomía de otra, y no imponerse sin la selección natural, como explicaban las
más por la fuerza? Esta pregunta no es teorías darwinianas. Este modo de pensar
posible contestarla de modo convincente pone el acento en la proximidad entre el
sin la referencia a una categoría onto- hombre y el animal, más que en su dife-
lógica como la de dignidad. Es el «ser rencia. En cambio, las corrientes bioéticas
hombre», no el poseer mayor o menor que proponen como criterio fundante la
autonomía, lo que hace gozar de una dignidad de todos los seres humanos
dignidad incontestable, lo que ofrece un intentan, a través de la reflexión racional,
fundamento sólido para construir una evitar que las diferencias determinadas
sociedad que respete la igualdad de por la biología supongan un criterio de
todos y la no discriminación de algunos discriminación de unos hombres con res-
de sus miembros. pecto a otros. Este es el sentido de cuidar
a los enfermos, de asistir a los ancianos,
de intentar sacar adelante personas que
9 Cfr. Rodríguez Luño, A., «La dignità
umana al centro della Medicina: la visione quizá no podrán ser de utilidad para la
cattolica» Medic 13 (2005), 66: «Caratteristiche sociedad. Estas notas hacen que hablemos
della vita umana che riempie l’interiorità umana de sociedades más «humanas»; que no es
sono la autodeterminazione, la padronanza di sé,
e l’essere incomunicabile nel senso di inalienabile
otra cosa que decir más racionales, menos
e insostituibile: gli atti propri dell’interiorità non «animales».
possono essere esercitati ‘dal di fuori’. Tutto ciò
fonda la convinzione che le persone umane hanno
4. El concepto de dignidad y el nacimien-
un valore eccellente, sovra-cosale e sovra-utilitario,
non negoziabile, non sottoposto a ponderazione to de la bioética
né a scambi. Le persone hanno dignità, e non un
prezzo». El nacimiento de la bioética responde
10 Spaeman, R., «¿Son todos los hombres
personas?» Cuadernos de bioética 31 (1997), 1027-1033. a la necesidad de una reflexión racional,
En su escrito se refiere no a la dignidad, sino a los ética, de algunos problemas que comen-
derechos. zaban a plantearse, o llevaban tiempo

262 Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª


Dignidad y autonomía en la bioética norteamericana

apareciendo, en el ámbito biomédico de De entre los experimentos a los que se


la segunda mitad del siglo XX. Entre los hacía referencia, muchos textos recogen
múltiples elementos que contribuyeron a tres, que vale la pena recordar en este
su aparición ocupan un lugar de primer escrito. El primero tuvo como escenario
orden los abusos sobre seres humanos la Willowbrook State School, una escuela
que se habían dado los decenios anterio- para niños con retraso mental grave. En
res en el contexto de la experimentación esta institución un pediatra especialista
clínica. Algunos de esos abusos, entre los en enfermedades infecciosas inició un
que siempre se destacan los llevados a estudio con la intención de obtener una
cabo por algunos médicos nazis11, se han vacuna eficaz contra la hepatitis. Entre
convertido en ejemplos paradigmáticos 1956 y 1970 algunos médicos infectaron
de lo que la bioética debería impedir intencionadamente entre 700 y 800 niños
que volviera a repetirse. En el año 1979 con distintas cepas del virus. Los padres
se publicó el Informe Belmont, cuyo ob- habían firmado previamente un módulo
jetivo era precisamente proporcionar un de consentimiento en el que se ocultaba
conjunto de principios éticos que pudiera el verdadero objetivo del estudio. Ade-
guiar la investigación científica que se más, habían sufrido amenazas de perder
realiza sobre el hombre. Este documento la plaza en el colegio si rechazaban la
que propone como principios básicos el participación de sus hijos en la experi-
respeto a las personas, la beneficencia mentación. El segundo estudio, realizado
y la justicia, ha tenido desde entonces en 1963, tuvo lugar en el Jewish Chronic
una gran importancia en el ámbito de la Disease Hospital de Nueva York, donde un
bioética12. grupo de investigadores inyectó células
tumorales a 22 ancianos, algunos de los
cuales sufrían demencia, con el fin de
aumentar los conocimientos científicos
11 Es importante señalar que las aberraciones en el área de los tumores. La tercera
a las que se llegaron en ciertas experimentaciones
de la época nazi son solamente uno de los
experimentación es conocida como Tus-
apartados de una larga y triste historia de abusos y kegee Syphilis Study, y tuvo lugar entre
discriminaciones. En el libro de Wolfgang Weyers, 1932 y 1972. Su promotor fue el Servicio
titulado The Abuse of Man. An Illustrated History of
Sanitario Público del Gobierno Federal, y
Dubious Medical Experimentation (Ardor Scribendi,
LTD, New York 2003), la medicina nazi ocupa su objetivo era el estudio de la evolución
solamente 2 de los 26 capítulos del libro (73 de las natural de la sífilis dejada sin tratamiento
más de 750 páginas). médico alguno. Los sujetos de la inves-
12 Puede ser útil recordar para los no
especialistas que la propuesta canónica de la tigación eran trabajadores de color de
bioética norteamericana, el principialismo, extiende Alabama (399 los infectados y 201 como
estos tres principios —a los que añade el de no- grupo de control). Se les dijo que tenían
maleficencia— a todo el ámbito de la bioética. El
texto paradigmático es el de Beauchamp, T. L. y
una enfermedad denominada «mala
Childress, J. F., Principles of Biomedical Ethics. Oxford sangre», para la que estaban recibiendo
University Press, New York 2001 (5 edición). un tratamiento. A pesar de la extensión

Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª 263


Pablo Requena Meana

a final de los años Cuarenta del uso de Pero resulta también claro que, como han
la penicilina, estos pacientes siguieron señalado acertadamente muchos autores,
sin recibir tratamiento alguno. Muchos no es suficiente, puesto que la bioética,
llegaron a desarrollar las graves mani- si quiere ser fiel al empeño que se pro-
festaciones de la sífilis cerebral, propias puso en los no tan lejanos años Setenta,
de los estadios finales de la enfermedad. necesita contar entre su instrumental con
La publicación de estos trabajos provocó categorías como la de dignidad. Concep-
gran revuelo en la opinión pública y tos morales que le ayuden a establecer
obligó al gobierno nacional a tomar cartas los límites dentro de los cuales cabe la
en el asunto13. discusión ética. El concepto de dignidad
Si se analizan estos tres casos desde puede ser muy útil para señalar que no
la perspectiva de la tesis de Macklin, no es lícito atentar contra la vida o la salud
es difícil llegar a la conclusión de que, de ningún ser humano, independiente-
dejando de lado el concepto de digni- mente de sus capacidades actuales, de
dad y quedándose sólo con el criterio su estado de salud, de su raza, de su
de la autonomía, no es posible, al menos sexo, de su edad, con el fin de obtener
en línea teórica, evitar que se repitan un beneficio para otro individuo o para
experimentos como los realizados sobre la colectividad. Dentro de estos extremos,
los niños con retraso mental y sobre los que como puede fácilmente intuirse están
ancianos dementes. El mismo Informe muy próximos a los que aparecen en
Belmont, aunque no utiliza expresamente la segunda formulación del imperativo
la palabra dignidad, se apoya sobre las categórico kantiano, se podría invocar el
indicaciones anteriores de la Declaración principio ético de la dignidad humana
de Helsinki (1964)14, que sí la utiliza; y sin necesidad de ofrecer mayores expli-
además señala que se debe garantizar la caciones. En cambio, en los casos en que
protección de las personas cuya autono- no exista dicho atentado contra la vida
mía pueda estar mermada15. o la salud de un ser humano, el uso del
Sin duda el respeto de la autonomía principio exigirá una ulterior explicación
supone un pilar importante de la bioética. de los bienes humanos que lesiona una
determinada acción que se dice contraria
13 Cfr. Reich, W., «La bioetica negli Stati Uniti» a la dignidad.
en Viafora, C., Vent’anni di bioetica. Fondazione Los intentos de justificar excepciones
Lanza, Padova 1990, 144-46. a este principio a través, por ejemplo,
14 «It is the duty of the physician in medical
research to protect the life, health, privacy, and
de la distinción entre personas y seres
dignity of the human subject» (n. 10). humanos, podrán ser más o menos
15 Cfr. National Commission for the Protection estimulantes dependiendo del espesor
of Human Subjects of Biomedical and Behavioral
teorético sobre el que apoyen, pero supo-
Research, «The Belmont Report». Ethical principles
and guidelines for the protection of human subjects nen siempre una falla en la tan codiciada
of research. DHEW Publication OS 78-0012, y difícil consecución de la igualdad de
Washington DC 1978, 4-5. todos los seres humanos, que tantos do-

264 Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª


Dignidad y autonomía en la bioética norteamericana

cumentos internacionales después de la 5. La dignidad humana y la nueva eu-


Declaración Universal han sancionado. genesia
Además, en no pocos casos, suponen
un salto metodológico que no parece Quizá un ejemplo paradigmático del
lícito. Se parte del plano fenoménico, uso de este tipo de argumentaciones sea
de la descripción de la incapacidad de la multiplicación en la práctica clínica
realizar ciertas operaciones propias de de la reproducción humana de algunos
la persona, para acabar concluyendo, en procedimientos que tienen un carácter
el terreno moral, que el respeto debido marcadamente eugenésico17. Se trata de
a esos seres humanos es menor que el un fenómeno que requiere un estudio
que exige la persona adulta que goza de en profundidad. Aquí sólo será posible
todas sus capacidades. Este menor res- apuntarlo como una de las consecuencias
peto sirve para justificar la eliminación que lleva consigo la pérdida práctica del
de algunos seres humanos, que no llegan concepto de dignidad humana.
al «mínimo» establecido por los que de- En un interesante artículo de 2006,
terminan en cada momento las normas Dónal P. O’Mathúna estudia las raíces
sobre la materia. Con frecuencia, se cae filosóficas que condujeron a los abusos
en la falacia naturalista que los mismos sobre seres humanos en la era nazi18.
autores critican en otras propuestas, pues Se trata de un trabajo de notable rigor
se da un salto privado de justificación del
plano del ser (aunque no se utilicen cate- • The embryo of the human specie has a
gorías metafísicas, sino fenomenológicas) special status but not the same status as a
al plano del deber ser. Y en esta línea se living child or adult.
• The human embryo is entitled to a measure
pretende caracterizar la cualidad ontoló- of respect beyond that accorded to an
gica de un ser a partir de la descripción embryo of other species.
de algunas de sus propiedades, como • Such respect is not absolute and may be
weighed against the benefits arising from
modo de justificar la posibilidad de tratar proposed research.
como medio y no como fin (siguiendo la • The embryo of the human species should be
fórmula kantiana) a algunos individuos afforded some protection in law.
Resulta bastante claro que cuando cae una
de la especie humana16.
categoría de dignidad que cubre a todos los seres
humanos, el respeto que merecen unos y otros varía;
pudiéndose llegar, como en este caso, a sopesar
16 Esta reflexión puede parecer un poco dicho respeto con los intereses de la investigación.
teórica, y lejana a la realidad. Sin embargo, es la 17 El mismo Didier Sicard, presidente del
argumentación que se encuentra, más o menos Comité francés de bioética, reconocía recientemente
desarrollada, en la justificación de ciertos abortos, que el diagnóstico prenatal está convirtiéndose en
o del uso de embriones para investigación. Por un factor de eugenesia.
ejemplo, el informe Donaldson, sobre el posible 18 O’Mathúna, D. P., «Human dignity
uso científico de células madre, presentado al in the Nazi era: implication for contemporary
Parlamento inglés en junio de 2000, al tratar de bioethics», BMC Medical Ethics, 7 (2006) en
las consideraciones éticas con respecto al embrión http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.
humano escribe lo siguiente (n. 4.6): fcgi?artid=1484488 (accesible en abril 2007).

Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª 265


Pablo Requena Meana

científico, lejano a todo uso polémico de El Darwinismo social, como una


la comparación fácil. Su tesis de fondo forma naturalista del evolucionismo
es que algunos de los postulados que ético, tiene una cimentación polimorfa.
minaban entonces la dignidad inheren- Sin duda alguna, los escritos de Mal-
te a todo ser humano, pueden encon- thus, del que Darwin expresamente se
trarse hoy en el debate bioético. Esta reconoce deudor, han tenido gran im-
constatación no le lleva a conclusiones portancia en su nacimiento. También el
catastrofistas, sino a poner en alerta a pensamiento de Herbert Spencer supone
la comunidad académica, y de modo una influencia notable en la filosofía
particular a la bioética, de manera que política del siglo XIX, y en la gestación
sea prudente a la hora de utilizar sus del movimiento eugenésico posterior.
argumentos y sacar conclusiones. Este autor lamenta que en su época se
Este autor explica que en las primeras hicieran, mucho más que en tiempos pa-
décadas del siglo XX fue cristalizando lo sados, grandes esfuerzos para lograr la
que se conoce como Darwinismo social, supervivencia de los individuos menos
cuyos postulados podrían resumirse en adaptados. En todo caso, la raíz central
los siguientes puntos: de todo este movimiento cultural lo
constituye el libro de Darwin, «El origen
• las leyes biológicas gobiernan toda la de las especies» (1859), donde desarrolla
naturaleza, y por tanto también a los las ideas de la selección natural y de
humanos; la herencia propias del mundo animal,
• el crecimiento de la población supone aplicándolas al hombre. A estos autores
una amenaza para los recursos, y esto se une desde el mundo de la ciencia
genera una lucha por la existencia; Ernst Haeckel, cuya concepción ética,
• las características físicas y mentales siguiendo los escritos de Darwin, parte
que confieren ciertas ventajas en esta del postulado de que la dignidad no es
lucha por la existencia se pueden ex- algo inherente del hombre, sino que de-
tender a través de la herencia; pende de su adaptación y de su posible
• la selección y la herencia conducen a contribución a la sociedad.
la aparición de nuevas especies, y a la
desaparición de otras;
• todo lo anterior se aplica a la cultura
humana, y se puede decir concre- Western society is currently enamoured by many
tamente que la selección natural ha of these some beliefs. They are not labelled as
such, and are often promoted independently.
condicionado una evolución en el But the ideas themselves are there and already
pensamiento humano, en la religión, impacting current thinking within medical ethics
la política y la ética19. and bioethics». O’Mathúna recoge estas ideas de
Hawkins, M., Social Darwinism in European and
American Thought, 1860-1945: Nature as Model and
19 «The influences of social Darwinism on Natural as Threat. Cambridge University Press,
medical ethics must be examined carefully because Cambridge 1977.

266 Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª


Dignidad y autonomía en la bioética norteamericana

O’Mathúna en su escrito señala cinco que procuran la muerte de los menos


ideas, que denomina creencias, en la adaptados20.
bioética actual, que de un modo u otro
estarían relacionadas con el Darwinismo Al principio de este apartado se hacía
social. No es del parecer de que en nues- referencia a las prácticas eugenésicas
tra época se vaya a repetir algo similar cada vez más frecuentes en el campo
a las atrocidades de que fueron testigos de la reproducción humana. En uno de
los campos de concentración nazis, pero los números del Journal of Medical Ethics
señala que aquéllos que realizaron estas de 2006 se recoge la tendencia cada vez
acciones eran personas como nosotros, mayor al diagnóstico prenatal. Entre otros
y que por tanto hemos de estudiar datos se indica que en los últimos 10 años
detenidamente las conexiones entre el debido al aborto no han nacido el 43% de
eugenismo de principios del siglo XX y fetos con palatosquisis (labio leporino) y
la situación actual. Las «creencias» son el 64% de los que padecían deformación
las siguientes: congénita del pie, situaciones ambas
que no suponen riesgo vital, y pueden
• la naturaleza de la ética es relativista, ser tratadas con buenos resultados. El
no universal; por tanto, las creencias artículo concluye diciendo que está cris-
tradicionales sobre la dignidad huma- talizando el pensamiento de que abortar
na pueden cambiar; fetos con discapacidades es una forma
• la distinción entre los hombres y otros de altruismo21.
animales no es neta, puesto que el Escribir sobre aborto, incluso en
hombre procede de la evolución gra- sede académica, resulta cada vez más
dual de otras especies; complicado, debido a la fuerte ideologi-
• las desigualdades entre los hombres zación que ha tomado el problema. Sin
existen en la naturaleza, por lo que la embargo, es necesario seguir estudiando
dignidad humana está determinada el fenómeno en sí y sus motivaciones.
por la raza y las habilidades físicas Pocos autores de entre los que se dedican
y mentales: no existe una dignidad a la bioética negarán que el feto humano
inherente; sea un individuo de la especie humana.
• en uno de los extremos del arco de Sin embargo, algunos de ellos justifican
posibilidades encontramos algunas el aborto e incluso el infanticidio; pero
vidas de tan poco valor (o calidad),
que podemos denominarlas «vidas no
dignas de ser vividas»; 20 En el artículo de O’Mathúna pueden
• la selección natural muestra que la encontrarse ejemplos de cada uno de estos puntos,
así como los autores que promueven dichas ideas
supervivencia de los más adaptados
en la bioética contemporánea.
es una ley de la naturaleza. Como 21 Bromage, D. I., «Prenatal diagnosis and
consecuencia, son éticas las políticas selective abortion: a result of the cultural turn?»,
Journal of Medical Ethics 32 (2006), 38-42.

Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª 267


Pablo Requena Meana

no todo aborto ni todo infanticidio, sino en el ámbito biosanitario, no es un


solamente el de aquellos fetos o neonatos objeto neutro, o carente de contenido,
con patologías más o menos importantes. que se pueda modelar de cualquier
En las páginas anteriores hemos visto manera. Este punto es fundamental para
al menos dos de las justificaciones que afrontar seriamente la epistemología
se ofrecen para sostener esta práctica. bioética, ya que hace ver que no cual-
Algunos sugieren que el respeto debido quier filosofía es igualmente adecuada
a los seres humanos no sería igual para para la nueva disciplina. Y esto es así
todos, sino que iría creciendo, al tiempo porque el universo de la Medicina y
que crece el cuerpo y sus capacidades. del cuidado de la salud, que siempre
Un ejemplo lo tenemos en el informe Do- ha estado relacionado de un modo u
naldson antes mencionado. Otros, como otro con el de la investigación médica,
Singer, distinguen entre seres humanos y poseen una rica tradición ética, que no
personas, de modo que sólo las últimas puede ser dejada de lado, o considera-
gozarían de un respeto incondicional. da simplemente como una opción más
En ambos casos nos encontramos con junto a otros modelos teóricos posibles.
un grupo de hombres que, a través de Esta es la explicación de por qué ante
unos razonamientos más o menos sofisti- escritos provocativos como el editorial
cados, deciden sobre la vida y la muerte de Macklin, procedan respuestas netas
de otros hombres. Se trata, en definitiva del ámbito médico que no argumentan
de un nuevo modo del Darwinismo en contra de la tesis de fondo, sino que
social. Si no se defiende un concepto de traen a colación la tradición médica y la
dignidad inherente al ser humano, un propia experiencia clínica.
concepto de dignidad que obliga a res- Eric Cohen en su artículo antes citado
petar a todos los miembros de la especie sobre lo que se ha comenzado a llamar
humana independientemente de su de- en Estados Unidos la «bioética conser-
sarrollo somático y de sus capacidades, vadora», explica que nunca podremos
los discursos sobre la igualdad y la no probar que todos los seres humanos
discriminación no dejarán de ser algo poseen igual dignidad, o incluso que
puramente retórico. los seres humanos tengan dignidad22.
Quizá sería más adecuado decir que una
5. Reflexiones conclusivas racionalidad práctica que cercena sus
capacidades cognoscitivas al puro dato
La bioética ha nacido ciertamente
como una refl exión fi losófi ca (ética),
y por tanto, es lógico que utilice la 22 Cohen, E. «Conservative Bioethics & the
metodología propia de esta disciplina. Search for Wisdom», Hastings Center Report 36 (2006),
47-48. Este autor soluciona el problema refiriéndose
Sin embargo, es también cierto que a la igualdad, no como un dato de hecho, sino como
aquello sobre lo que reflexiona, que es un ideal que la sociedad democrática debe luchar
fundamentalmente la acción humana por conseguir.

268 Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª


Dignidad y autonomía en la bioética norteamericana

experiencial no es capaz de justificar la en el lugar adecuado a cada uno de los


dignidad, como tampoco podrá defender personajes que colaboran en bioética. La
racionalmente muchas otras categorías filosofía puede iluminar, a través de su
morales que se usan habitualmente en reflexión racional, muchas situaciones
bioética; entre las que habrá que enu- difíciles que se presentan al médico; pero
merar los famosos principios de respeto será siempre este último el que tenga que
a la autonomía, de beneficencia, o de tomar las decisiones. Por tanto, una bio-
justicia. El punto decisivo del problema ética que no esté al servicio del personal
es, por tanto, de naturaleza gnoseológi- sanitario, de aquellas personas a las que
ca; y su disección e intento de solución se presentan los problemas reales de los
supera con mucho la intención de este que debería ocuparse el bioeticista, tiene
artículo. La única anotación que nos poca utilidad.
permitimos hacer en este momento es En los últimos años se han multi-
que el ethos médico tiene una riqueza de plicado enormemente los centros y las
contenidos que habría que desarrollar publicaciones de esta nueva disciplina,
mucho más en el ámbito bioético, sin quizá en un modo excesivo. Aparecen
verlo con recelo, sino como una fuente cada vez más discusiones académicas
de la que poder tomar, no sólo algunas que se sitúan lejos de las necesidades
indicaciones normativas válidas, sino y los problemas reales que se intentan
todo un contexto moral que ha sostenido resolver. El caso de la dignidad, y el
el actuar médico, como acción humana poner en duda su utilidad, tendría que
llena de sentido y valiosa consideración, servir como señal de alarma para intentar
durante muchos siglos. corregir el tiro, y buscar modelos teóricos
Indudablemente el papel del filósofo que se asocien bien a la tradición médi-
en este trabajo es fundamental, pero no ca. Algunos de los nuevos paradigmas,
todo planteamiento filosófico ayudará de más que una ayuda para la Medicina,
igual modo23. Además, es necesario situar suponen una amenaza, pues minan sus
mismos fines. Muchos de los pioneros
de la bioética, aun procediendo de áreas
23 Las distintas corrientes presentes en diversas de la clínica, dedicaron un es-
la bioética contemporánea nos describen los
fuerzo notable a entender, y participar
problemas éticos relacionados con la vida humana
desde diferentes perspectivas. Cada una de ellas de algún modo, en el mundo médico.
subraya uno u otro aspecto de la moralidad, y en
ese sentido, todas son más o menos útiles, pero
indudablemente algunas consiguen ofrecer un que lleva el especifismo) y su opción utilitarista
panorama antropológico y ético más completo. condicionan de tal modo su propuesta ética, que
Es indudable, por ejemplo, que Peter Singer ha no es capaz de evitar, al menos en el plano teórico,
conseguido sensibilizar el discurso ético con las algunos de los abusos de los que hablábamos
cuestiones referentes al trato que merecen los antes, al referirnos al origen y al papel de la
animales; y este aspecto resulta positivo. Sin bioética. Algunos de estos problemas aparecen en el
embargo, su insistencia en el abajamiento del artículo de Pardo, A., «La bioética de los filósofos»,
hombre a nivel puramente animal (que es a lo Cuadernos de bioética 16 (2005), 163-174.

Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª 269


Pablo Requena Meana

De esta forma, consiguieron que sus es- Sería deseable que en esta nueva etapa
peculaciones respondieran lo más posible de la bioética se recuperara aquella fuerte
a los problemas reales que encuentra el conexión entre el mundo de los filósofos
médico, la enfermera, el investigador. y mundo de los médicos.

Recibido: 14-02-2008
Aceptado: 17-04-2008

270 Cuad. Bioét. XIX, 2008/2ª

También podría gustarte