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TEMA 3

Desarrollo
Psicomotor
2 EIT/3 EDI
Dra. Alicia Villán
avillan@nebrija.es
TEMA 3 CONDUCTAS PERCEPTIVO MOTRICES

Tema 1 Aproximación a la psicomotricidad: concepto


y origen
Tema 2 Desarrollo de las conductas neuromotrices
2.1. Tonicidad
2.2. Equilibrio
2.3. Esquema corporal
2.4. Lateralidad
2.5. Coordinación motriz
Tema 3 Conductas perceptivo motrices
3.1. Percepción espacial
3.2. Percepción temporal
3.3. Funciones del psicomotricista
LA ESTRUCTURACIÓN ESPACIO-TEMPORAL
El espacio y el tiempo, aunque sean conceptos abstractos y de difícil aprehensión desde la filosofía, son
más fáciles de comprender cuando se circunscriben a las experiencias de un individuo, porque cada
una de las percepciones o actuaciones se producen en un lugar concreto ( ESPACIO) y en un momento
determinado (TIEMPO). Estando íntimamente relacionados ambos conceptos.

El conocimiento del espacio evoluciona en el niño La estructuración del tiempo


en tres períodos:
Podemos definir el tiempo como la duración de
- El primero el referido al ESPACIO CORPORAL un acontecimiento o la duración (intervalo)
- Después el período del ESPACIO AMBIENTAL entre dos acontecimientos.
- Finalmente el ESPACIO REPRESENTATIVO o Diferencia entre tiempo objetivo y subjetivo
SIMBÓLICO

Picq y Vayer establecen tres etapas en la organización progresiva de las relaciones en el tiempo:
1ª etapa: Adquisición de los elementos básicos
- noción de velocidad estrechamente ligada a la acción propia del niño
- noción de duración, que se valora en función del camino recorrido o del trabajo realizado (enlace entre espacio y tiempo) y
noción de continuidad y reversibilidad
2ª etapa: Toma de consciencia de las relaciones en el tiempo
- Crear la espera paciente (lucha contra la ansiedad, inestabilidad...), aprehender los diversos momentos del tiempo (el instante,
el momento justa, antes, después, durante...) y simultaneidad y sucesión
3ª etapa: Alcance del nivel simbólico
- Coordinación de diferentes elementos, extensión y aplicación a los aprendizajes escolares de base y transposición y
asociación a los ejercicios de coordinación dinámica
FUNCIONES DEL PSICOMOTRICISTA

 Poner palabras a las emociones y acciones del niño/a


 Capacidad de responder simultáneamente a diferentes niños
 Favorecer relaciones de diálogo, respeto y cooperación en el grupo
 Capacidad de responder consecutivamente a situaciones diferentes
 Aprender la importancia de la mirada periférica

“El docente ha de interiorizar que no es el protagonista del


proceso de enseñanza aprendizaje, sino que son sus
alumnos, los protagonistas de las actuaciones
psicomotrices”

• El docente es un mediador
• El docente será un gran transmisor de conocimientos
• El docente es un dinamizador
• El docente solucionará conflictos
FASES DE UNA SESIÓN PSICOMOTRIZ

• Ritual de entrada
Supone el primer contacto que tienen los niños
con el espacio/ sala de psicomotricidad
ase de expresividad motriz
loba:
La explicación de la actividad (física y/o simbólica)
La realización de la actividad
Aviso de los tiempos (también cuando queden unos minutos para finalizar)
Recogida del material /como un juego, un hábito o con una canción)
Fase de la historia y/o cuento
• Fase de expresividad plástica o gráfica.
Esta fase se produce de una forma individual, ya que es la
representación de la emoción de cada alumno, durante la
realización de la sesión de psicomotricidad. El educador, les
ofrecerá diferentes tipos de materiales para que puedan expresar
lo que han sentido durante la sesión, lo que han hecho, lo que más
les ha gustado…
• Ritual de salida.
Es el último momento de la sesión y se usa
para cerrar la sesión de psicomotricidad.
- Se puede hacer una asamblea de cierre de
una forma general (los niños expresen
libremente lo que quieran, lo que más les ha
gustado de la sesión, que
materiales han jugado, con quien, etc)
- En este momento de salida del aula, se
puede utilizar una canción de despedida
Las normas en la sesión:
• Colocaremos los zapatos en el lugar que les
corresponde.
• Seguiremos las instrucciones de la educadora
o del educador.
• Respetaremos el material de la sala.
• Nos respetaremos entre nosotros.
• No pegaremos a nuestros compañeros.
• Recogeremos el material.
• Colocaremos el material en el lugar que le
corresponde.
• En los momentos de relajación, estaremos en
silencio.
• Nos quitaremos y nos pondremos los zapatos.
• Si necesitamos ayuda, se la pediremos al
educador.
• Podemos correr, saltar, botar…
• Tenemos que respetar el turno.
• No podemos quitar el material a nuestros
compañeros.
• Pararemos de jugar cuando la educadora nos
diga que hemos terminado.
• Quien no cumpla con las normas deberá
abandonar la actividad
La sala de psicomotricidad debe:

• Debe ser un lugar cálido, con una temperatura ambiente adecuada.


• Tiene que ser un lugar confortable para los alumnos.
• Debe ser un ambiente acogedor, que incite al movimiento y al juego.
• Se debe decorar con imágenes o dibujos relacionados con la psicomotricidad.
• La decoración no debe ser muy recargada.
• La sala tiene que estar bien iluminada, con la posibilidad de aumentar o disminuir la
intensidad de la luz.
• Tiene que tener una buena entrada de luz natural.
• La sala no tiene que tener obstáculos que impidan el movimiento y desplazamiento
de los alumnos.
• Debe ser amplia pero no excesivamente amplia, ya que puede provocar dispersión del
grupo.
• Tiene que tener un suelo apropiado y con cierta calidad, permitiendo al niño a
desplazarse descalzo.
• Hay que tener el material que se va a utilizar en la sesión dentro de la sala.
• El material estará clasificado en diferentes cajas o secciones para facilitar que los
niños lo ordenen.
• El material debe estar ordenado siempre y limpio.
• No puede faltar entre el material: el espejo, las pizarras, pelotas, cuerdas, piezas…
• El techo tiene que ser un poco alto, para poder realizar juegos de subidas o escalada.
• Se debe tener un lugar habilitado para poner los zapatos de los alumnos y del
educador.
• La sala tiene que tener una zona de vuelta a la calma o de relajación, donde los niños
El material dentro de una sesión de psicomotricidad es
infinito.
• Diferentes tipos de telas. De diferentes tamaños, colores,
tejidos, formas…
• Cojines para el momento de relajación o el momento del
cuento.
• Pelotas de diferentes tamaños, pesos y texturas.
• Cuerdas y gomas elásticas de colores.
• Aros de diferentes tamaños.
• Colchonetas.
• Diferentes espejos.
• Diferentes piezas de psicomotricidad: arcos, balancines,
cuadrados, cilindros…
• Triciclos.
• Conos, marcadores flexibles o soportes de plástico.
• Toboganes.
• Escaleras o escalones.
• Piscinas de bolas.
• Rampas y espalderas.
• Ruedas de diferentes tamaños.
• Churros de goma espuma.
• Picas y ladrillos de plástico.
• Tacos de madera.
• Túneles de tela, etc…
LOS ESPACIOS
Los tres primeros, se presentan al inicio
de la actividad y el cuarto al final de ella.
• Espacio blando.
• Espacio duro.
• Espacio simbólico.
• El espacio de representación o distanciamiento.
El espacio blando
Se llama de este modo por las características del material
que contiene: espumas grandes de
formas diversas, colchones, cojines, telas…
• Carácter. Afectivo acogedor. Facilita las relaciones
corporales cercanas. Asimismo,
permite un movimiento placentero, más impulsivo y menos
controlado. Los alumnos,
tienen la opción de la relajación y aparecen episodios de
juego afectivo.
• Objetivos. Experimentar y adquirir conocimientos
generales de carácter quinestésico.
Adquirir la seguridad profunda. Progresar en las capacidades
comunicativas y de
relación.
• Acciones. Relajarse, rodar sobre sí mismo, arrastrarse,
caer, lanzarse, balancearse…
El espacio duro
En este espacio se propone material duro como, rampas,
escaleras, plataformas, bancos… El
niño experimenta todas sus posibilidades motrices y entra
en el juego de la competencia
consigo mismo, intentando hacer saltos, giros…
• Carácter. Motor, facilita el hecho de buscar las propias
posibilidades motoras.
• Objetivos. Controlar los patrones del repertorio de
habilidades motrices básicas, como
la marcha, salto, giro o el equilibrio. Coordinar general del
cuerpo. Controlar la
situación que se encuentra en el espacio. Ser capaz de
calcular las distancias.
• Acciones. Correr, saltar, equilibrios, giros, escalar,
deslizarse…
El espacio simbólico
Este espacio posibilita a los alumnos, la posibilidad de vivir
distintas situaciones de
relación y comunicación con el adulto y con otros niños. A
través de los objetos, pueden
expresar vivencias, emociones y representarlas.
Generalmente, en este espacio, se viven
fuertes emociones y se expresan fantasías y miedos. Es fácil
que aparezcan juegos de carácter
simbólico, pero también favorece poder seguir practicando
actividades motrices.
• Carácter. Relacional, creativo, imaginativo…
• Objetivos. Crear una autoimagen positiva. Ser capaz de
expresar los propios
sentimientos, miedos o fantasías.
• Acciones. Aparecer, desaparecer, esconderse, escapar,
atrapar, construir, inventar,
adoptar roles…
El espacio de representación o de distanciamiento
Tiene como finalidad, la de conseguir que el niño se distancie de su vivencia
sensomotora
para comenzar a pensarla. Se ofrece al final de la actividad sensoriomotriz y donde
es una
actividad relajada.
• Material. Mural, ceras, folios, imágenes, lápices de colores, construcciones,
peluches…
• Objetivos. Representar mentalmente la historia que están narrando. Potenciar la
motricidad fina. Concentrarse en la historia. Progresar en la utilización del lenguaje
verbal.
• Acciones. Construir, modelas, expresarse, representar, manipular…
EVALUACIÓN
Los instrumentos de evaluación utilizados por un docente durante
la sesión serán:
• Registro individual de cada niño a través de una observación
directa y sistemática para saber si ha alcanzado los objetivos
propuestos, es decir, una tabla de evaluación con los diferentes
ítems de evaluación.
• Registro de problemas surgidos durante el aula, evaluaremos cada
actividad, para
poder mejorar como educadoras.
• Anotaciones por parte de la educadora de las observaciones que
debe tener en cuenta en un futuro.
• Diario de la educadora, donde llevará un seguimiento de las
sesiones llevadas a cabo durante todo el curso escolar.
• Cámara de fotos y video.
• Y si es posible, tener una segunda persona en la sala. Ya que, si
tenemos otra persona que observa la sesión, tendremos otro punto
de vista que nos puede ayudar en la evaluación
El docente tendrá que realizar tres tipos de evaluaciones y son:
• La evaluación de nuestra propia tarea docente. Donde el
propio docente se realizará una autoevaluación. Es decir,
evaluará la acción llevada a cabo, los materiales…
• La evaluación de las propias actividades. El psicomotricista
evaluará como ha
funcionado la actividad, los materiales, los objetivos
propuestos…
• La evaluación individual de nuestros alumnos. Será una
evaluación individual de cada alumno y donde evaluará los
objetivos propuestos en la sesión psicomotriz. En dicha tabla
pondrá si los ha alcanzado, si no los ha alcanzado,
observaciones…
La observación debe
ser:
• Directa y
sistemática.
• Global
• Continua
• Formativa
ALTERACIONES PSICOMOTRICES

LA PSICOMOTRICIDAD COMO MÉTODO EDUCATIVO Y TERAPÉUTICO


La psicomotricidad, con publicaciones en castellano, surge en los años 60.
Con un cuerpo coherente y la aplicabilidad tanto en la enseñanza normal como en la especial,
pues ya disponían de estudios sobre las edades madurativas y sus correspondientes edades
psicomotrices.

En la actualidad, la enseñanza preescolar debe asumir la responsabilidad del desarrollo integral


de la infancia. Si bien es cierto que la psicomotricidad también se trabaja en otros ámbitos, desde
la estimulación temprana hasta la atención temprana o paliativa.

Como técnica terapéutica, en psicomotricidad hemos de prestar atención a las características del
niño/a (edad, sexo, interés, nivel, historial personal, etc...) para que realmente sea eficaz.
LOS TRASTORNOS PSICOMOTRICES
Las alteraciones que a continuación se presentan pertenecen a niños/as considerados
“normales” dentro del centro ordinario, ya que no tienen anomalías neurológicas, ni
anatómicas, ni de personalidad, sin embargo su rendimiento en el área psicomotriz sufre un
desfase con respecto a su edad.
Siendo los siguientes:

La inmadurez psicomotriz
Hablamos de inmadurez en los casos de los niños/as de 3 a 6 años, que presentan un
desarrollo lento en toda el área psicomotriz, que puede ir acompañado de leves alteraciones
neurológicas.
Suele aparecer retraso en la articulación del lenguaje, movimientos torpes y lentitud en los
aprendizajes, mientras que el nivel de vocabulario y de razonamiento no se ven afectados.
Requieren una atención inmediata.
Son niños/as que requieren más tiempo, pues su evolución es más lenta.
Alteraciones en las coordinaciones
Este apartado comprende dos tipos de alteraciones:
· La torpeza motriz
La característica fundamental es la deficiencia en sus movimientos, que son torpes, lentos y mal
coordinados. Estos niños/as presentan grandes dificultades para la ejecución de los trabajos que
implican precisión y discriminación de los movimientos de la mano. Se ve afectada la motricidad
gruesa y fina. Si se realiza una exploración neurológica, pueden aparecer leves alteraciones.
Su pronunciación no es totalmente correcta. En la evaluación psicomotriz descienden las conductas
motrices de base:
- la coordinación dinámica general
- la dinámica de las manos
- el equilibrio
Este niño/a suele tropezar continuamente, se cae, arrastra los pies al caminar, se le caen las cosas
o las estropea involuntariamente. Se fatiga fácilmente. Su atención es escasa. Sus escritos están
mal acabados, y tienen una presencia de aspecto sucio y de difícil comprensión. Los realiza a
impulsos, precisamente para eludir la dificultad que le supone. Suelen presentar alteraciones en la
lectura y en la escritura. El niño/a torpe en motricidad percibe sus fallos y tiende a retraerse, a no
manifestarse con espontaneidad.
Las alteraciones en la coordinación visomotriz
En estos niños/as se ven afectadas las coordinaciones visomotrices, es decir, aquellas actividades
motrices, ya sean manuales o corporales, que son respuesta a un estímulo visual.
Siendo la consecuencia, una alteración de los aprendizajes escolares del lenguaje escrito,
fundamentalmente la escritura, pues la madurez en la coordinación visomotriz es uno de los
aspectos determinados para su superación.
Se produce una escritura ininteligible-disgráfica. El niño/a siente inseguridad o inferioridad
respecto al tema escolar. Al copiar dibujos comete fallos de ejecución, pero integra y organiza
debidamente las formas; asimismo, es capaz de percibir sus fallos y hacer un juicio acertado sobre
éstos. Suelen fracasar en aquellos juegos que requieren rapidez, precisión y habilidad.
En el ambiente familiar no surgen anomalías serias, aunque pueden aparecer rechazo o
desgana por las tareas escolares de tipo gráfico. Se observan igualmente leves alteraciones
emocionales, tales como sentimientos de inseguridad y retraimiento en cuanto a los comentarios
espontáneos sobre el tema escolar.
En la exploración psicomotriz destaca un retraso evidente de la coordinación visomotriz y
manual. El resto de los aspectos psicomotrices no se ven alterados.
La lectoescritura es deficiente teniendo en cuenta su edad y nivel intelectual. La escritura está
mal trazada, poco organizada y es confusa. Las alteraciones del tipo confusiones, inversiones,
etc... en caso de que aparezcan, son son significativas.
Los trastornos de lateralidad
Todas las anomalías en la lateralidad producen una serie de retrasos en la adquisición de las
nociones espaciales y espacio-temporales.
Al fallar el punto de referencia de su propio esquema corporal (su derecha-su izquierda), el niño/a se
ve totalmente desubicado en aquella situaciones que implican un dominio del espacio.
El niño/a se enfrenta a los primeros aprendizajes escolares de símbolos (1-2-3//p-m-q)) saturados de
aspectos espacio-temporales, que poseen una orientación espacial concreta y se organizan en una
dirección determinada: de izquierda a derecha y de arriba abajo.
Asimismo, surgen anomalías en el carácter durante las épocas de enfrentamiento escolar, que se
traducen en retraimiento, labilidad en el estado de ánimo, sentimientos de inferioridad y una continua
incertidumbre e inseguridad personal.
Diversos cuadros de alteraciones:
- Lateralidad zurda de la mano

El niño/a zurdo es aquel que espontáneamente maneja


su hemicuerpo izquierdo (mano-ojo-oído-pie) con mayor
fuerza, precisión y habilidad a causa del dominio
cerebral del hemisferio derecho.
Para detectarlo observando la evolución que sufre de
los 3 a los 6 años y averiguar si hay otros zurdos en la
historia familiar del niño/a.
El niño/a zurdo escribe de derecha a izquierda,
produciendo la llamada escritura en espejo.
Su capacidad intelectual no tiene por qué ser deficiente
y su razonamiento lógico no verbal suele ser bueno.
Sus trazos gráficos suelen ser inseguros, micrográficos. Distorsionan los ángulos de las figuras
geométricas, invirtiéndolos o adicionando otros.
Las nociones de derecha-izquierda en su propio esquema corporal, y simbólicamente, en los demás y
en los objetos, se adquieren con cierto retraso.
Suelen tener dificultades en el mantenimiento prolongado de la atención, y una personalidad infantil e
inseguros.
El niño/a zurdo elabora una imagen deteriorada de sí mismo, se considera incapaz de llegar a superar
lo que consiguen los demás niños. Además suele ser enjuiciado negativamente, por su lentitud y sus
fallos. Una vez superados estos fallos, desaparecen.
- Lateralidad contrariada
Suelen ser casos de niños zurdos que, por influencia cultural, son contrariados. Son niños que aún
con un dominio cerebral derecho (zurdo en las realizaciones de la mano), son forzados a emplear la
mano derecha por falsa creencias de que es la mano que “debe emplearse”. Sin embargo , al actuar
así, no estamos consiguiendo más que someterle a un gasto superior de energías, con lo que
incrementamos sus problemas de aprendizaje, al igual que las alteraciones de carácter que,
lógicamente, les acompañarán (oposicionismo, rebeldía, insatisfacción, etc.). Su dominancia cerebral
no va a cambiar por mucho que le enseñemos una serie de habilidades, gestos y hábitos motrices
con la mano derecha.
Los síntomas que aparezcan en el trabajo escolar pueden ser similares a los que los niños/as
zurdos. Suelen sentir alteraciones en la lecto-escritura, retrasos en la adquisición de las nociones
espaciales, sincinesias en la mano dominante al realizar praxias con la otra mano, trastornos en la
direccionalidad y fallos en la postura del cuerpo al trabajar con papel y lápiz.
El comportamiento y la personalidad se ven más afectados que en los niños zurdos no contrariados.
En este caso no sólo poseen las mismas dificultades, sino que además se ven sometidos a una
tensión emocional mucho mayor ya que ha tenido que adaptarse a un “comportamiento de diestros”.
Las familias suelen sentirse inseguras y con preocupaciones, pero si lo aceptan y colaboran es un
tipo de trastorno con un pronóstico favorable.
- Lateralidades sin definir
Denominamos Lateralidades sin definir, tanto zurdas como diestras, a aquellas que se
encuentran en un momento en el que el empleo de una de las dos manos (la dominante) no es
constante, ni totalmente diferenciado. El niño/a empleará la mano dominante en algunas
circunstancias o para ejecutar determinadas tareas, y la mano no dominante para otras, que
igualmente exigen precisión o habilidad. También puede ocurrir que, para una misma tarea y
según el momento, emplee una mano u otra.
Conviene tratar estos casos para prevenir así la acumulación de experiencias de fracaso
escolar, ayudar al niño en la adquisición de las nociones espaciales y favorecer una
lateralización real (no equivocada) y un desarrollo más armónico.

- Ambidextría
Los casos de ambidiextría son aquellos en los que existe la
posibilidad de utilizar una u otra mano; es idéntica para
praxias tales como la escritura. Es frecuente escuchar el
siguiente comentario: “será mejor que aprenda a manejar
ambas manos, ¿no?”. Este planteamiento es totalmente
erróneo, ya que siempre hay que tender a favorecer una
adecuada lateralización.
Ante la tesitura de tener que elegir entre una de las
Lateralidades conviene inclinarse por la derecha, ya que los
diestros se ven más favorecidos que los zurdos en el
aprendizaje del lenguaje escrito, así como en otras
acciones cotidianas. Pero hemos de ser cautelosos, antes
de cuatro o cinco años no se da una clara diferenciación.
7.2.4.- Los trastornos espacio-temporales
Producidos normalmente por un desarrollo perceptivo insuficiente, una falta de vivenciación e
interiorización del esquema corporal o una perturbación de la dominancia lateral.
Los síntomas aparecen de manera evidente cuando el niño se enfrenta a una simbolización
compleja, como es el caso del lenguaje escrito. Sin embargo ya antes de que el niño llegue a la
lectura y a la escritura, pueden observarse rastros propios de su futura desadaptación escolar.
Ya a edad de los cinco o seis años, se les observa:
•Desorientación espacial
Sin haber interiorizado las nociones de derecha e izquierda, lo que les conduce a una confusión de
las letras simétricas (b-d/p-q) en el eje derecha-izquierda, o en el eje arriba-abajo (u-n).
•Desorientación temporal
Provocar desórdenes en la sucesión de los elementos de cada palabra y no respetando la exigencia
de contigüidad (antes y después), dando lugar a las inversiones (se por es, le por el, rabol por árbol,
etc...) con lo cual se ve afectada de inmediato la velocidad, la entonación y la comprensión en la
lectura y la escritura.
En el aula, estos niños se muestran tensos y violentos ante la lectura. Adoptan comportamientos
compensatorios que pueden darnos una impresión de “a mi no me interesa, o a mi no me afecta”.
Rechazan el trabajo escolar y les atrae la naturaleza, así como todos los temas referentes a ella.
En la exploración psicológica, su nivel intelectual no tiene por qué verse alterado, aunque pueden
existir dificultades de discriminación auditiva.
Presentan retraso en las evaluaciones escolares. En cuanto al comportamiento, se apreciarán
conductas dispares según el ambiente en el que se desenvuelva el niño/a: escasa comunicación
de sus problemas, conductas extravagantes y demandas de afecto.
Estos trastornos son de gran importancia, ya que afectan directamente al aprendizaje del lenguaje
escrito, que es un sistema de signos ordenados bajo condiciones espacio-temporales. En todos
los casos de dislexia aparecen este tipo de trastornos.
Como el rendimiento escolar es uno de los criterios evaluativos más importantes en el niño, no
conseguirlo en los primeros años le ocasiona alteraciones de comportamiento y de personalidad
que son importantes de valorar, y que mejorarán indirectamente al tratar el problema psicomotriz
en el momento idóneo.

La inquietud o la inestabilidad psicomotriz


El niño/a inquieto o inestable psicomotriz es aquel que es incapaz de inhibir sus movimientos.
Todo lo que le rodea le resulta motivante y le produce la necesidad de “toquetearlo”.
Su eficacia no es continua, sino impulsiva, momentánea, y dura poco tiempo. Responde de forma
irreflexiva, impulsiva, con escaso contenido y poca precisión. No planifica su trabajo, ni prevé
mentalmente sus respuestas. Le es muy difícil mantener la atención durante largos períodos de
tiempo, y ante varios estímulos, la fatiga mental surge rápidamente.
Fin …

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