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Vacacione

s
1. Evolución Histórica
La institución de las vacaciones dentro del contexto laboral es un claro ejemplo de la evolución
que inspira y moviliza a esta rama del Derecho.

Hace menos de un siglo, si el trabajador, como toda persona


humana, se cansaba de la rutina de un mismo trabajo, o si
llegaba al límite de sus fuerzas, o si quisiese disponer de una
temporada libre para alguna actividad personal,
sencillamente dejaba de laborar, lo que implicaba que a partir
de esa decisión no devengaría salario alguno, con el
agravante adicional que arriesgaba su empleo. Bajo el
esquema del Derecho Civil entonces imperante, a trabajo
realizado remuneración debida.

Se aceptó que el trabajador necesitaba de un periodo regular de desligue con el


patrono; o sea que, se consentía ese descanso, al término del cual el trabajador debía
reintegrarse a sus actividades.
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Se aseguraba al trabajador que después del
descanso, su trabajo le esperaba y era
asimismo garantía para el patrono que el
trabajador volvería a sus labores.

Pero prácticamente no era más que una


licencia sin goce de salario, ya que, si bien se
admitía la vacación como una suspensión de
las obligaciones de prestar el servicio, ese
tiempo de vacación no se remuneraba, y por
no estar su práctica regulaba en textos
legales, su implementación difería aun en las
mismas regiones y países.

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No fue sino hasta principios de este siglo; que los trabajadores
empezaron a gozar de un período anual CON GOCE DE
SALARIO. (Existe un antecedente aislado en el Reino Unido,
que data de 1872). Se empezó a desarrollar al término de la
Primera Guerra Mundial, salvo en Austria (Imperio
Austrohúngaro) donde se implementó en 1910.
Posteriormente Brasil, en 1920, Rusia en 1921, Italia en 1927,
México en 1931, Francia en 1936, Argentina en 1945,
Guatemala en 1945. Al analizar este fenómeno en el carácter
evolutivo del Derecho Laboral, ya que, con anterioridad a las
citadas fechas, de por sí recientes, las hoy ampliamente
extendidas vacaciones remuneradas NO SE CONOCÍAN, en
los respectivos países como una norma legal.

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2. Definición
La O.I.T. señala que: “Por Vacaciones anuales
retribuidas se entiende un número
previamente de jornadas consecutivas, fuera
de los días festivos, días de enfermedad y
convalecencia, durante los cuales, cada año,
llenando el trabajo ciertas condiciones de
servicio, interrumpe el trabajo y continúa
percibiendo su remuneración”.

Vacaciones, en léxico común, es un periodo de descanso. Vacación anual remunerada, es un


período de descanso que se remunera como si se hubiera trabajado. Es pues una liberación
temporaria del trabajador respecto a su obligación de estar a disposición del empresario, quien
debe pagarle ese tiempo como si lo hubiera laborado

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Es en sí una suspensión del Contrato de Trabajo,
aunque no encaja claramente dentro de esa otra
figura laboral.
Queda claramente marcada la separación de las
instituciones laborales con los principios civiles,
ya que el trabajador no está laborando y el
empleador le tiene que pagar ese periodo de
tiempo.
No hay pues una contraprestación inmediata,
aunque se explica como una derivación del
mismo Contrato de Trabajo.

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3. Fundamento
El fundamento de las vacaciones anuales remuneradas es sabido e indiscutible, debiéndose
considerar en su doble aspecto.
3.1 DESCANSO
Liberación para el trabajador de su obligación de trabajar, para
reponer fuerzas físicas y mentales; lograr un cambio de ambiente o de
la rutina diaria a veces enajenante, para que el trabajador pueda
ocuparse de actividades personales necesarias o distracciones,
esparcimiento, salud psicofísica.

3.2 REMUNERADAS
Para que el trabajador pueda realmente descansar, necesita mantener
por lo menos el mismo nivel de ingresos que cuando efectivamente
labora. Caso contrario, el trabajador consideraría ese periodo como
una pérdida de tiempo y por lo mismo de ingreso, lo que originaria
angustia.
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Asimismo, en algunos lugares son los mismos
sindicatos u organizaciones sindicales los que
promueven el turismo sindical. Este doble aspecto de
las vacaciones conlleva una contrapartida:
Por el descanso el trabajador tiene la obligación de
descansar; una obligación frente a sí mismo y frente a
su patrono.
Ese descanso no se planea solo en interés suyo, sino
que también en interés de su patrono, quien paga el
equivalente del salario por el tiempo de vacaciones y
quien espera que el trabajador regrese renovado,
tonificado y con ímpetus para trabajar bien. Interesa
que el descanso sea real también a la salud pública en
general.

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Hay un deber de lealtad de trabajador. Ni legal ni moralmente debe un trabajador laborar durante las
vacaciones y menos aún con un patrono distinto.

En algunas legislaciones puede considerarse ese hecho


como una violación al deber de fidelidad al patrono y por
lo mismo configurar una causal de despido justo, fijándose
en algunos casos la obligación de retribuir al patrono la
remuneración correspondiente a las vacaciones.
Casi todos los textos legales insisten en el carácter de
irrenunciabilidad de las vacaciones. Quién las podría
renunciar es el trabajador y éste lo haría sólo a cambio de
un beneficio que tuviera un mayor valor y que sería un
ingreso adicional en monetario. Sin embargo, aun en contra
de una preferencia del trabajador, es claro que no se puede
renunciar a ese derecho u obligación de descansar.

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4. Duración de las Vacaciones
La duración de las vacaciones varía según las diferentes
legislaciones y convenios vigentes. En forma genérica se
ha repetido que su duración debe ser de un mínimo de
una semana y un máximo de un mes.
Ese período mínimo tuvo vigencia por mucho tiempo, aún
en nuestra legislación, pero ha ido evolucionando,
creciendo paulatinamente.
Con anterioridad a 1985, los mínimos en nuestra
legislación eran de seis, diez y quince días, dependiendo
de la actividad o trabajo; con la vigencia de la
Constitución en 1986, se estableció por parejo que el
mínimo sería de quince días.

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Prácticamente todas las legislaciones establecen un
mínimo de días de vacaciones, pero no fijan un
máximo, ya que se deja abierta la posibilidad de que
en negociación individual o colectiva, se superen los
eventuales máximos como una mejora adicional
para el trabajador.
En casi todas las negociaciones colectivas se
contemplan previsiones relativas a la superación del
plazo de las vacaciones, como adelante se ve.
Si bien la normatividad laboral pretende una
igualdad en cuanto a las prestaciones de los
trabajadores, respecto a las vacaciones existen
varios criterios diferenciadores.

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4.1 Por el trabajo realizado
Quince días en el comercio, diez días en la industria y seis
días en otras actividades. O como en Francia, que se aumenta
conforme sea el estatuto profesional particular. También se
pacta en negociaciones colectivas para determinados
trabajos, sobre todo aquellos peligrosos o insalubres.
En todo caso, es una práctica que, si bien puede parecer más
equitativa en algunos casos, se presenta a promover
susceptibilidades entre los trabajadores y sobre todo la
conciencia de diferenciaciones entre ellos mismo, contrario a
la unidad que en general se pretende.

Por ello no es muy recomendable esa diferenciación, sobre todo a trabajadores en una misma empresa
(no es el mismo caso de la antigüedad, en la que si bien existe diferenciación, CUALQUIER trabajador
puede tener mayor goce de vacaciones dependiendo de su respectiva antigüedad).
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4.2 Antigüedad del trabajador
Viene a constituir un premio o incentivo al
trabajador o como una compensación regular, ya
que es mayor la rutina, el agotamiento laboral.
En todo caso esta práctica ha rendido buenos
resultados, porque si bien las vacaciones viene a
ser un costo de la mano de obra, por el otro lado
un trabajador con más antigüedad en la empresa,
implica por lo general que es un trabajador bien
ubicado en la misma, integrado a ella y es alguien
que a su vez debe pensar que ha dejado muchos de
sus años en su puesto, por lo que a la empresa
conviene ampliar las vacaciones como un
estímulo.

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Los que se señalan son preceptos legales mínimos, por lo mismo
susceptibles de ser superados como de hecho sucede en casi todos
los lugares. Aquí, como arriba se indicó, tenemos que en las
empresas que realizan negociaciones colectivas (pactos o
convenios) se incluyen siempre previsiones acerca de la
superación de los plazos, tales como:
- De 1 año a 5 años: 20 días de vacaciones.
- De 6 años a 10 años: 22 días de vacaciones.
- De 11 años a 15 años: 25 días de vacaciones.
- De 16 años a 20 años: 26 días de vacaciones.
- De 21 años en adelante: 28 días de vacaciones.
(Pacto Colectivo)

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5. Cómputo Legal de las Vacaciones
Nuestra última entrega legislativa, el Decreto
64-92 del Congreso de la República, establece
un período mínimo y general de QUINCE DÍAS
de vacaciones.
Con tal disposición se supera aún LA MISMA
CONSTITUCIÓN que, en su Artículo 102,
establecía períodos de quince o diez días,
dependiendo de una actividad general o
agropecuaria. Esta diferenciación queda así
rebasada, por cuanto la nueva ley regula en
términos globales, esto es, sin hacer distinción
de actividades.

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5.1. Período Vacacional
Han existido en la práctica algunas diferencias respecto a
la forma de computar el período, divergencias derivadas
de la poca claridad de algunos textos normativos, tales
como: diez días, dos semanas o seis días laborables. En
este último caso, la interpretación es inobjetable, en los
dos primeros se originaron diferencias acerca de la
inclusión o no de los séptimos días y asuetos.
El Ministerio de Trabajo y Previsión Social, en
resolución del 26 de agosto de 1958, declaró que las
vacaciones incluyen días hábiles. Resolución que sirvió
de base para la modificación del Código de Trabajo, que
sobre ese punto se dio en 1961, que, a diferencia del
Código original, incluyó la palabra hábiles.

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6. Compensación de las Vacaciones
El principal problema sobre el cómputo es en relación a el pago del período vacacional. Si la relación de
trabajo es continua, se acostumbra a pagar (debería ser anticipadamente) el mismo salario que venía
devengando, procediendo a señalar los días en que no debe presentarse a laborar.

Si la relación de trabajo ha terminado, las vacaciones


proporcionales deben COMPENSARSE en dinero. El que un
trabajador tenga derecho a quince días de vacaciones, no implica
que matemáticamente le corresponda medio salario.

La ley poco nos informa respecto de la forma de calcular las


vacaciones que se pagan. Nuestra legislación establece que las
vacaciones se calculan tomando como base el promedio del último
año, esto es, para establecer el monto de las vacaciones de un año
determinado de trabajo, debe establecerse cuál es el promedio de
salarios precisamente en ese periodo de labores. Se incluye en el
cómputo el salario ordinario y extraordinario.

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Ese promedio sirve de base para multiplicarse por el número de días a que tuvo derecho el trabajador al
terminarse la relación de trabajo, bajo la premisa que a 365 días corresponden 15 días (o más, según el
centro de trabajo). Ahora bien, existen controversias en cuanto:

● Lo que gana el trabajador por día algunos dividen el


ingreso mensual entre 30; otros entre 22, lo ideal es el número
promedio de días trabajados en el mes.

● Los días que se deben pagar por año laborado unos


consideran que la base debe ser 21 días, que resultan de
calendarizar los 15 días que, comprendiendo los días hábiles e
inhábiles, suman cerca de esa cifra; otros sostienen que la
base por la que debe multiplicarse el promedio diario debe ser
de 15 días.

Los quince días hábiles deben pagarse únicamente cuando el


trabajador va a disfrutar su periodo vacacional. Cuando debe
compensarse en monetario, no debe comprenderse el pago de los
séptimos días y días festivos, solamente los quince días, o el
número que corresponda.
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6.1 Uniformidad de Criterios

Las leyes en general y las laborales en especial,


están llamadas a establecer la armonía entre las
partes. Ese tipo de leyes confusas e interpretables
de diferente forma, sólo invitan a una mayor
discordia. De ahí que sea necesario que el
legislador se pronuncie respecto a esos puntos
oscuros.
No se me escapa el hecho de que la proclamada
irrenunciabilidad de derechos laborales,
plasmada a nivel constitucional, es un obstáculo
para esas revisiones que, son muy necesarias.

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7. Descuentos de días de Vacaciones
El periodo de Vacaciones debe gozarse íntegramente. Por lo
mismo, se prohíbe descontar cualquier permiso extraordinario
o licencia que al trabajador se le haya concedido en el año
laborado. Excepción a lo anterior, que esos días de
inasistencia le hayan sido pagados al trabajador, o sea que no
se le hayan descontado en su oportunidad y siempre que no
excedan de una tercera parte del período vacacional.
En Guatemala, al igual que en Honduras, si el sueldo es por
quincena o mes, no descuentan faltas injustificadas en lo que
exceda la tercera parte del período; o sea, si el periodo es de
quince días, en ningún caso se pueden descontar más de cinco
días.

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8. Requisitos para gozar de las Vacaciones
El ciclo de las vacaciones es anual y
consecutivo que, salvo excepciones,
empieza a computarse a partir del día de
ingreso a la empresa o de iniciada la relación
laboral. El ciclo de trabajo para los efectos
de esa prestación, no puede exceder de un
año, pero no es requisito el haber cumplido
el año de servicios.
Un trabajador puede trabajar menos del año
y tener derecho a gozar de vacaciones, por
haber abonado en los días laborados una
parte alícuota de la prestación total.

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8.1 Derecho a vacaciones, discrepancia normativa
Nuestra legislación establece, que para que el trabajador tenga derecho
a vacaciones “deberá tener un mínimo de ciento cincuenta días
laborados al año”. (Artículo 131 del Código de Trabajo), norma que no
es clara y consecuentemente se ha aplicado en dos sentidos:

a. Cuando un trabajador cumple un año de labores, pero por no ser


un puesto permanente no trabaja todos los días de la semana y por
lo mismo no llega a sumar los citados ciento cincuenta días.

Por ejemplo, a un jardinero o un contador que solo trabaja dos


días a la semana. Al multiplicar 2 días x 52 semanas es igual a
104 días de labores (incluyendo feriados que hubieren
coincidido). El trabajador descansa los otros tres días laborables
de la semana, por lo que el legislador no considera necesario la
obligación de este patrono de otorgarle vacaciones.

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b. Cuando el puesto es permanente pero que termina la
relación de trabajo con cualquier empleado (aunque haya
elaborado todos los días), si éste no ha laborado los ciento
cincuenta días efectivos (digamos que solo laboró noventa
días) no se le compensan las vacaciones dentro de las
prestaciones finales.
Por ejemplo, un trabajador, en lo que lleva de labores no ha
tenido vacaciones. Aunque hubiese laborado todos los días
solo trabajo tres meses, sumó apenas unos setenta y cinco
días (3 x 25).

Es un criterio un poco parcial y de discutida aplicación, ya


que se dan otros casos, las vacaciones se pagan pasado el
período de prueba (no tiene aplicación con vacaciones, solo
con indemnización) en otros casos se paga la parte
proporcional, aunque se haya laborado pocos días.

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9. Ocasión de Disfrute
Como el ciclo de las vacaciones es anual, se completa
al cumplirse el año de labores, al año de iniciarse la
relación de trabajo y así sucesivamente. Es claro que
el descanso debe sobrevenir en los próximos días y en
ello coinciden las legislaciones laborales.

Nuestra legislación establece que el patrono señalará


la época en que dentro de los sesenta días siguientes a
aquel en que se cumplió el año de servicios, debe el
trabajador gozar efectivamente de sus vacaciones.
Las vacaciones se deben gozar sin interrupción, salvo
casos especiales que no permiten la ausencia
prolongada del trabajador, en cuyo caso puede
dividirse en dos períodos.

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Vemos que nuestra legislación, implementando el derecho al
descanso del trabajador, no deja de lado los intereses patronales en
cuanto puedan ser compatibles con tal descanso.
Sin embargo, la norma legal indicada acepta varias excepciones,
las cuales son más marcadas en lugares que por su posición
geográfica o por el grueso de sus actividades, señalan diferentes
temporadas o estaciones.
Así tenemos que, en Argentina, las vacaciones deben gozarse
(previa notificación de cuarenta y cinco días y empezando en día
lunes o hábil siguiente) entre un período comprendido entre el 1 de
octubre y el 30 de abril, claramente en las estaciones
climatológicas más favorables en aquellas latitudes del sur. Es tal
la fuerza de esa disposición, que si al trabajador no se le han fijado
las vacaciones dentro del período previsto para su concesión,
puede o más aún, debe tomarse las vacaciones por su propia
iniciativa, previa notificación al patrono, ya que estaría en uso
legítimo de un derecho.

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Otra excepción son las vacaciones coincidentes o de estación, tienen amplia
difusión, se otorgan en forma general en una empresa en coincidencia con las
fiestas propias del fin de año. Independientemente de las fechas de inicio de
relación laboral de cada empleado, las vacaciones se dan por parejo a todos,
convergiendo con el cierre anual de operaciones.

Aquí el trabajador no está renunciando a un derecho, está consintiendo a que se


desplace cierto tiempo su disfrute y al no impugnar ese desplazamiento, está
aceptando como su período de vacaciones el señalado del fin de año. Dicha
práctica ha encontrado buena aceptación en la mayoría de casos, los cuales se
suman al período vacacional.
Por otra parte está el período de vacaciones escolares y es la época más propicia
a la distensión y descanso. Para las empresas, coinciden las vacaciones con una
época que por lo general es baja en cuanto a movimiento y operaciones lo que
permite un cierre total de operaciones para actividades tales como inventarios,
mantenimiento de planta, etc. En dichas el cierre es conducente.

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10. Prescripción del Derecho a Vacaciones
Como una mejora laboral, el Decreto 64-92
establece que el trabajador puede reclamar la
compensación en efectivo de las vacaciones que se
le hayan omitido correspondientes a los últimos
cinco años. Esta norma amplía el plazo de la
prescripción de las vacaciones que, como
cualquier otro derecho general del trabajador,
prescribía a los dos años.
Por lo mismo, procede el reclamo de un
trabajador, ya no de los últimos dos períodos, sino
que de los últimos cinco períodos vacacionales si
no los hubiere gozado.

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