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Curso de

Especialización de
Psicopatología

Sesión 6
Trastornos de ansiedad
Primera Parte
Ps. Eduardo Moras Rosado
Psicólogo Clínico y de la Salud
Agenda de hoy

01
Criterios
Diagnósticos

02
Diagnóstico
Diferencial

03
Análisis de casos
Introducción

La ansiedad no sólo es normal, sino adaptativa y quizá vital para nuestro bienestar y desempeño
normal. Por ejemplo, cuando estamos por someternos a un examen o hablar en público (o escribir un
libro), el temor al fracaso nos induce a lograr una preparación adecuada.
De manera similar, el temor normal se encuentra detrás de la cautela saludable que tenemos para evitar
el endeudamiento excesivo, a los criminales violentos y la hiedra venenosa.

La ansiedad también es un síntoma que se encuentra en muchos, quizá en casi todos, los trastornos
mentales. Puesto que es tan dramática, en ocasiones se centra la atención en la ansiedad y se ignora
datos de los antecedentes y otros síntomas (depresión, consumo de sustancias y problemas de la
memoria, por mencionar algunos) que resultan cruciales para el diagnóstico.
1. Criterios Diagnósticos
¿Qué entendemos por ansiedad? Podríamos decir que se trata de la anticipación de un peligro (físico y/o
emocional) que amenaza al sujeto y que le pone en estado de alerta (dimensión cognitivo-emocional) y de tensión
(dimensión fisiológica). Por tanto, esta reacción debemos entenderla como normal y adaptativa. No podemos vivir
sin ansiedad. Pero, ¿qué ocurre cuando el sujeto percibe que no dispone de recursos para afrontar una situación, o
que los que ya ha usado han resultado infructuosos? Entonces opta por huir como una forma de defensa, evitando
así daños mayores. Estaríamos en ese caso ante un trastorno de ansiedad.

En tanto que la ansiedad es experimentada por el sujeto como algo contra lo que no puede luchar, ésta lleva (salvo
que sea totalmente imposible por el sujeto) a poner en marcha una conducta de evitación. En el caso de las fobias,
ésta es claramente la conducta que más define al propio trastorno, en tanto que se convierte en una huida y/o
evitación permanente del estímulo fóbico. En los casos de fobia social y agorafobia esta evitación puede llevar al
sujeto a situaciones realmente incapacitantes, en tanto que restringe ampliamente sus posibilidades de actuación
y/o relación con el entorno. En el trastorno obsesivo-compulsivo el sujeto evita su ansiedad a través de la
realización de rituales, y en los trastornos de estrés agudo y estrés postraumático adopta la forma de una huida
fóbica hacia los estímulos que le recuerdan al trauma que haya experimentado.
Siguiendo la clasificación de trastornos de ansiedad que
propone el DSM-5, tendríamos que hablar de los
siguientes:

— Fobia específica.
— Fobia social o ansiedad social.
— Trastorno de pánico o trastorno de angustia.
— Agorafobia.
— Trastorno de ansiedad generalizada.
— Ansiedad por separación.
TRASTORNO DE PÁNICO

Estos pacientes experimentan repetidos ataques de pánico, episodios breves de temor intenso acompañados
por distintos síntomas físicos y de otros tipos, aunado a la inquietud de desarrollar otras crisis y otros
cambios conductuales relacionados.
Por lo general, el trastorno de pánico inicia poco después de los 20 años. Es uno de los trastornos de
ansiedad más frecuentes, y se identifica en 1 a 4% de la población general adulta (10% es la cifra
aproximada de ataques de pánico en general). En particular, es común entre mujeres.
Si no se tratan, pueden ser muy debilitantes. Muchos individuos cambian su comportamiento en respuesta
al temor de que los ataques sean de tipo psicótico o deriven de alguna enfermedad física.
A veces, su tratamiento es sencillo, quizá sólo tranquilizar un poco al individuo o darle una bolsa de papel
para que respire dentro de ella.
INDUCIDOS O VINCULADOS A SITUACIONES

NO INDUCIDOS

PREDISPOSICIÓN SITUACIONAL

Los ataques de pánico patológicos suelen iniciar después de los 20 años. Los
ataques de pánico pueden presentarse sin otros síntomas (cuando pueden calificar
para un diagnóstico de trastorno de pánico) o relacionados con otros trastornos
más.
AGORAFOBIA
El ágora era la plaza del mercado de los antiguos griegos. En el uso contemporáneo, agorafobia se refiere al temor que
algunas personas sienten ante cualquier situación embarazosa o lugar del que parezca difícil escapar, o donde pudiera no
haber ayuda disponible en caso de que se desarrollaran síntomas de ansiedad. Son válidos los espacios abiertos o públicos,
como los cines y los supermercados concurridos; también los viajes lejos del hogar. Las personas con agorafobia pueden
evitar por completo el lugar o la situación temidos, o bien, en caso de necesitar enfrentarlos, sufren ansiedad intensa o
requieren la presencia de un acompañante. En todo caso, la agorafobia es un concepto para el cual los griegos no tenían un
término; se utilizó por vez primera en 1873.
En los años recientes, los cálculos en cuanto a la prevalencia de la agorafobia se han elevado alrededor de 1 a 2%. Al igual
que en el caso del trastorno de pánico, las mujeres son más susceptibles que los varones. El trastorno suele iniciar durante
la adolescencia o después de los 20 años; no obstante, algunos pacientes desarrollan sus primeros síntomas luego de los 40
años.
Con frecuencia, los ataques de pánico preceden al desarrollo de la agorafobia. Ésta tiene una carga hereditaria intensa.
FOBIA ESPECÍFICA
Los pacientes con fobias específicas sienten temores injustificados ante objetos o
situaciones específicos. Las que se reconocen mejor son las fobias a animales, sangre,
alturas, viajes en avión, enclaustramiento y tormentas eléctricas. La ansiedad que
produce la exposición a uno de estos estímulos puede manifestarse por medio de un
ataque de pánico o una sensación más generalizada de ansiedad, pero siempre se dirige
a algo específico (sin embargo, estos individuos también pueden sentirse preocupados
por lo que pudiera pasarles –desmayarse, entrar en pánico, perder el control– si
tuvieran que confrontar lo que les genera temor). Por lo general, mientras más cerca se
encuentren del estímulo temido (y más difícil sea escapar del mismo), peor es la
sensación.
Los pacientes suelen tener más de una fobia específica. Una persona que está por enfrentar una de las actividades u
objetos temidos de inmediato comenzará a sentirse nerviosa o en pánico, condición que se conoce como ansiedad
anticipatoria. Sin embargo, el grado de malestar con frecuencia es leve, de modo que la mayor parte de los
individuos no solicita ayuda profesional.
Cuando obliga al paciente a evitar las situaciones temidas, la ansiedad anticipatoria puede ser un inconveniente
importante; incluso puede interferir en el trabajo.

En la población general, la fobia específica es uno de los trastornos de ansiedad que se refiere con mayor
frecuencia. Hasta 10% de la población mundial ha sufrido hasta cierto punto por una de estas fobias específicas.
El inicio suele presentarse durante la niñez o la adolescencia; las fobias a animales en particular tienden a comenzar
de manera temprana. Algunas inician después de un evento traumático, como ser mordido por un animal. Un temor
situacional (como estar encerrado o viajar por aire) tiene mayor probabilidad que otros tipos de fobia específica de
coincidir con un trastorno como la depresión o el consumo inapropiado de sustancias; no obstante, la regla es la
comorbilidad con una gran diversidad de trastornos mentales. Las mujeres rebasan en número a los varones, quizá
con una proporción 2:1.
TRASTORNO DE ANSIEDAD
SOCIAL
(FOBIA SOCIAL)
El trastorno de ansiedad social (TAS) se debe al miedo a parecer torpe, tonto o apenado. Los
pacientes temen los errores sociales, como atragantarse al comer en público, temblar cuando
escriben o ser incapaces de tener un buen desempeño al hablar o tocar un instrumento
musical. Para algunos varones, usar el mingitorio público puede generar ansiedad. El temor a
ruborizarse afecta en particular a las mujeres, que pudieran no ser capaces de poner en
palabras lo que es tan terrible de ponerse rojas. El temor de atragantarse de nuevo se
desarrolla a menudo después de un episodio de este tipo, y puede ocurrir en cualquier
momento, desde la niñez hasta la edad adulta. Algunos pacientes temen (y evitan) numerosas
situaciones públicas semejantes.
Por lo general, el inicio tiene lugar durante la
fase intermedia de la adolescencia. Los
síntomas del TAS se sobreponen a los del
trastorno de la personalidad por evitación; este
último es más grave, pero los dos se originan
prematuramente, tienden a durar muchos años
y muestran algunas similitudes en cuanto a
antecedentes familiares. En efecto, se informa
que el TAS tiene una base genética.
3. CASOS CLÍNICOS

MOTIVO DE ANTECEDENTES
CONSULTA

CRITERIOS PRESUNCIÓN
DIAGNÓSTICOS DIAGNÓSTICA
MUCHAS
GRACIAS

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