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TRASTORNO DE ANSIEDAD.

Descripción general

Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las
personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos
intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en los
trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de
ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de
minutos (ataques de pánico).

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son
difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y
pueden durar un largo tiempo. Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede
suceder que evites ciertos lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la
infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.

Algunos ejemplos del trastorno de ansiedad son: trastorno de ansiedad generalizada,


trastorno de ansiedad social (fobia social), fobias específicas y trastorno de ansiedad
por separación. Puedes tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad
surge de una enfermedad que requiere tratamiento.

Cualquiera sea el tipo de ansiedad que padezcas, un tratamiento puede ayudar.

Síntomas

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

 Sensación de nerviosismo, agitación o tensión

 Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe

 Aumento del ritmo cardíaco

 Respiración acelerada (hiperventilación)

 Sudoración

 Temblores
 Sensación de debilidad o cansancio

 Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la


preocupación actual

 Tener problemas para conciliar el sueño

 Padecer problemas gastrointestinales (GI)

 Tener dificultades para controlar las preocupaciones

 Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad:

 La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que temes a lugares y


situaciones que pueden causarte pánico o hacerte sentir atrapado, indefenso o
avergonzado y a menudo intentas evitarlos.

 El trastorno de ansiedad debido a una enfermedad incluye síntomas de


ansiedad o pánico intensos que son directamente causados por un problema de
salud físico.

 El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una ansiedad y una


preocupación persistentes y excesivas por actividades o eventos, incluso
asuntos comunes de rutina. La preocupación es desproporcionada con respecto
a la situación actual, es difícil de controlar y afecta la forma en que te sientes
físicamente. A menudo sucede junto con otros trastornos de ansiedad o con la
depresión.

 El trastorno de pánico implica episodios repetidos de sensaciones repentinas


de ansiedad y miedo o terror intensos que alcanzan un nivel máximo en minutos
(ataques de pánico). Puedes tener sensaciones de una catástrofe inminente,
dificultad para respirar, dolor en el pecho o latidos rápidos, fuertes o como
aleteos (palpitaciones cardíacas). Estos ataques de pánico pueden provocar que
a la persona le preocupe que sucedan de nuevo o que evite situaciones en las
que han sucedido.

 El mutismo selectivo es una incapacidad constante que tienen los niños para
hablar en ciertas situaciones, como en la escuela, incluso cuando pueden hablar
en otras situaciones, como en el hogar con miembros cercanos de la familia.
Esto puede afectar el desempeño en la escuela, el trabajo o en la sociedad.
 El trastorno de ansiedad por separación es un trastorno de la niñez que se
caracteriza por una ansiedad que es excesiva para el nivel de desarrollo del niño
y que se relaciona con la separación de los padres u otras personas que
cumplen una función paternal.

 El trastorno de ansiedad social (fobia social) implica altos niveles de


ansiedad, miedo o rechazo a situaciones sociales debido a sentimientos de
vergüenza, inseguridad y preocupación por ser juzgado o percibido de manera
negativa por otras personas.

 Las fobias específicas se caracterizan por una notable ansiedad cuando la


persona se ve expuesta a un objeto o situación específicos, y un deseo por
evitarlos. En algunas personas, las fobias provocan ataques de pánico.

 El trastorno de ansiedad inducido por sustancias se caracteriza por


síntomas de ansiedad o pánico intensos que son el resultado directo del uso
indebido de drogas, como tomar medicamentos, estar expuesto a una sustancia
tóxica o tener abstinencia a causa de las drogas.

 Otro trastorno de ansiedad específico y no específico es un término para la


ansiedad y las fobias que no cumplen con los criterios exactos para algún otro
trastorno de ansiedad pero que son lo suficientemente relevantes para ser
alarmantes y perturbadores.

TRASTORNOS FÓBICOS

Una fobia específica es el miedo y la ansiedad a una situación o frente a un


objeto en particular (véase tabla Algunas fobias frecuentes) a un nivel fuera de
proporción respecto del riesgo o el peligro real. La situación generalmente se
evita cuando es posible, pero si ocurre la exposición, la ansiedad se desarrolla
rápidamente. Y puede intensificarse hasta llegar a provocar una crisis de
angustia. Las personas que tienen fobias específicas reconocen que su miedo es
irracional y excesivo.

Las fobias específicas son los trastornos de ansiedad más frecuentes. Algunas
de las más frecuentes son miedo a los animales (zoofobia), a las alturas
(acrofobia) y a las tormentas (astrafobia o brontofobia).

Las fobias específicas afectan al 13% de las mujeres y al 4% de los varones en


cualquier período de 12 meses. Algunas provocan pocos inconvenientes, como
cuando los residentes de una ciudad tienen miedo a las serpientes (ofidiofobia),
a menos que se les pida que caminen por una zona en que haya serpientes. Sin
embargo, otras fobias interfieren gravemente en el funcionamiento, como cuando
las personas que deben trabajar en un piso superior de un rascacielos les temen
a los espacios cerrados, (claustrofobia), como los ascensores.

El miedo a la sangre (hemofobia), a las inyecciones (tripanofobia), a las agujas u


otros objetos punzantes (belonefobia) o a las heridas (traumatofobia) aparecen
en ciertos grados en un 5% de la población.

Las personas que tienen fobia a la sangre, a las agujas o a las heridas pueden
llegar a desvanecerse realmente porque un reflejo vasovagal excesivo produce
bradicardia e hipotención ortostática, cosa que no sucede en las personas que
tienen otras fobias o trastornos de ansiedad.

DE PÁNICO

Descripción general

Un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que provoca


reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente. Los
ataques de pánico pueden provocar mucho miedo. Cuando se presenta un ataque de
pánico, puedes sentir que estás perdiendo el control, que estás teniendo un ataque
cardíaco o, incluso, que vas a morir.

Muchas personas tienen solo uno o dos ataques de pánico en toda su vida, y el
problema quizás desaparece cuando se resuelve una situación estresante. Sin
embargo, si tienes ataques de pánico inesperados y recurrentes, y pasas mucho
tiempo con miedo constante de sufrir otro ataque, es probable que tengas una
afección llamada «trastorno de pánico».

A pesar de que los ataques de pánico en sí mismos no ponen en riesgo la vida,


pueden provocar mucho miedo y afectar, de manera significativa, tu calidad de vida.
Sin embargo, el tratamiento puede ser muy eficaz.

Síntomas
Los ataques de pánico suelen comenzar de forma súbita, sin advertencia. Pueden
aparecer en cualquier momento: cuando estás conduciendo, en un centro comercial,
cuando estás profundamente dormido o en medio de una reunión de negocios.
Puedes tener ataques de pánico ocasionales o con frecuencia.

Los ataques de pánico tienen muchas variantes, pero los síntomas suelen alcanzar su
punto máximo en cuestión de minutos. Después de que el ataque de pánico
desaparece, puedes sentirte fatigado y exhausto.

Los ataques de pánico suelen comprender alguno de estos signos o síntomas:

 Sensación de peligro o fatalidad inminente

 Miedo a perder el control o a la muerte

 Taquicardia y palpitaciones

 Sudor

 Temblores o sacudidas

 Falta de aliento u opresión en la garganta

 Escalofríos

 Sofocos

 Náuseas

 Calambres abdominales

 Dolor en el pecho

 Dolor de cabeza

 Mareos, sensación de desvanecimiento o desmayos

 Sensación de entumecimiento u hormigueo

 Sentimientos de irrealidad o desconexión

Uno de los peores aspectos de los ataques de pánico es el miedo intenso a que se
repitan. Ese miedo puede ser tan fuerte que puede hacerte evitar determinadas
situaciones en las que podrían ocurrir.
Cuándo debes consultar con un médico

Si tienes síntomas de ataque de pánico, busca ayuda médica lo más rápido posible. Si
bien los ataques de pánico son sumamente incómodos, no son peligrosos. Sin
embargo, son difíciles de controlar por cuenta propia y pueden empeorar si no se
tratan.

Los síntomas de los ataques de pánico pueden ser similares a los de otros problemas
de salud graves, como un ataque cardíaco, por lo que es importante que el proveedor
de atención médica te evalúe si no estás seguro de qué está causando tus síntomas.

Causas

Se desconoce la causa de los ataques de pánico o del trastorno de pánico pero estos
factores pueden influir:

 La genética

 Un alto nivel de estrés

 Un carácter que es más sensible al estrés y proclive a las emociones negativas

 Ciertos cambios en la manera en que funcionan las partes del cerebro

Los ataques de pánico pueden aparecer de forma repentina y sin previo aviso la
primera vez, pero con el paso del tiempo, generalmente se desencadenan a causa de
ciertas situaciones.

Algunas investigaciones sugieren que la reacción natural de nuestro cuerpo de luchar


o huir ante el peligro está relacionada con los ataques de pánico. Por ejemplo, si un
oso pardo te persiguiera, tu cuerpo reaccionaría de forma instintiva. La frecuencia
cardíaca y la respiración se acelerarían ya que tu cuerpo se prepara para una
situación potencialmente fatal. Muchas de las mismas reacciones suceden en un
ataque de pánico. Pero se desconoce por qué ocurren los ataques de pánico cuando
no hay un peligro evidente.
TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA

Descripción general

Es normal sentirse ansioso en algunos momentos, en especial, si tu vida es


estresante. Sin embargo, la ansiedad y la preocupación excesivas y continuas que
son difíciles de controlar e interfieren en las actividades diarias pueden ser signo de
un trastorno de ansiedad generalizada.

Es posible padecer un trastorno de ansiedad generalizada en la niñez o en la edad


adulta. El trastorno de ansiedad generalizada tiene síntomas similares a los del
trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo y otros tipos de ansiedad, pero
todas son enfermedades diferentes.

Vivir con trastorno de ansiedad generalizada puede ser un desafío de largo plazo. En
muchos casos, se produce junto con otros trastornos de ansiedad o emocionales. En
la mayoría de los casos, el trastorno de ansiedad generalizada mejora con
psicoterapia o medicamentos. También puede ser útil hacer cambios en el estilo de
vida, aprender a hacer frente a desafíos o situaciones y practicar técnicas de
relajación.

Síntomas

Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada pueden variar. Algunos de ellos
son los siguientes:

 Preocupación o ansiedad persistentes por determinados asuntos que son


desproporcionados en relación con el impacto de los acontecimientos

 Pensar demasiado los planes y las soluciones a todos los peores resultados
posibles

 Percibir situaciones y acontecimientos como amenazantes, incluso cuando no


lo son

 Dificultad para lidiar con situaciones de incertidumbre

 Temperamento indeciso y miedo a tomar la decisión equivocada


 Incapacidad para dejar de lado u olvidar una preocupación

 Incapacidad para relajarse, sensación de nerviosismo y sensación de


excitación o de estar al límite

 Dificultad para concentrarse, o sensación de que la mente se «pone en


blanco»

Los signos y síntomas físicos pueden ser los siguientes:

 Fatiga

 Trastornos del sueño

 Tensión muscular o dolores musculares

 Temblor, agitación

 Nerviosismo o tendencia a los sobresaltos

 Sudoración

 Náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable

 Irritabilidad

Puede haber momentos en que las preocupaciones no te consumen por completo,


pero de todos modos te sientes ansioso aunque no haya motivos evidentes. Por
ejemplo, podrías sentir una gran preocupación sobre tu seguridad o la seguridad de
tus seres queridos, o tal vez sientas que algo malo está por sucederte.

Tu ansiedad, tu preocupación y los síntomas físicos te provocan angustia


considerable en situaciones sociales, laborales y en otros ámbitos de tu vida. Las
preocupaciones pueden cambiar de una inquietud a otra, y pueden variar según el
momento y la edad.

Síntomas en los niños y adolescentes

Los niños y los adolescentes pueden tener preocupaciones similares a las de los
adultos, pero también pueden preocuparse en exceso por lo siguiente:

 Desempeño en la escuela o en eventos deportivos


 Seguridad de los familiares

 Llegar a tiempo (puntualidad)

 Terremotos, guerras nucleares y otras situaciones catastróficas

Un niño o adolescente con preocupación excesiva puede manifestar lo siguiente:

 Sentirse demasiado ansioso por tratar de integrarse

 Ser un perfeccionista

 Volver a hacer algunas tareas porque no salieron perfectas la primera vez

 Pasar demasiado tiempo haciendo las tareas de la escuela

 Carecer de confianza

 Esforzarse para obtener la aprobación

 Exigir demasiada atención sobre su desempeño

 Tener dolores de estómago frecuentes u otros síntomas físicos

 Evitar ir a la escuela o evitar situaciones sociales


Cuándo consultar al médico

Un poco de ansiedad es normal, pero consulta con el médico en los siguientes casos:

 Sientes que te preocupas demasiado y eso interfiere en tu trabajo, tus


relaciones u otros aspectos de tu vida

 Te sientes deprimido o irritable, tienes problemas con el alcohol o con las


drogas, o tienes otros problemas de salud mental además de la ansiedad

 Si tienes conductas o pensamientos suicidas, busca atención de urgencia de


inmediato

Es poco probable que tus preocupaciones desaparezcan solas e, incluso, pueden


empeorar con el tiempo. Trata de buscar ayuda de un profesional antes de que la
ansiedad se agrave. Puede ser más fácil tratarla al comienzo.

Causas
Como sucede con muchas enfermedades mentales, la causa del trastorno de
ansiedad generalizada probablemente surge de una interacción compleja de factores
biológicos y ambientales, que pueden incluir los siguientes:

 Diferencias en la química y la función del cerebro

 Genética

 Diferencias en la forma de percibir las amenazas

 Desarrollo y personalidad

Factores de riesgo

A las mujeres se les diagnostica trastorno de ansiedad generalizada de manera un


poco más frecuente que a los hombres. Los siguientes factores podrían aumentar el
riesgo de padecer un trastorno de ansiedad generalizada:

 Personalidad. Una persona que es tímida o que tiene un temperamento


negativo o que evita cualquier situación peligrosa puede ser más propensa a
padecer un trastorno de ansiedad generalizada que otras.

 Genética. El trastorno de ansiedad generalizada puede ser hereditario.

 Experiencias. Es posible que las personas con trastorno de ansiedad


generalizada tengan antecedentes significativos de cambios de vida,
experiencias negativas o traumáticas durante la infancia, o un suceso negativo o
traumático reciente. Las enfermedades crónicas u otros trastornos de salud
mental podrían aumentar el riesgo.

Complicaciones

Tener trastorno de ansiedad generalizada puede ser incapacitante. Este estudio


puede:

 Afectar tu capacidad de realizar ciertas tareas de manera rápida y eficiente,


porque te cuesta concentrarte

 Quitarte tiempo y hacer que no te concentres en otras actividades

 Reducir tu energía
 Aumentar el riesgo de que sufras depresión

El trastorno de ansiedad generalizada también puede provocar o empeorar otras


afecciones físicas, tales como las siguientes:

 Problemas digestivos o intestinales, como el síndrome del intestino irritable o


úlceras

 Dolores de cabeza y migrañas

 Dolor y enfermedad crónicos

 Problemas para dormir e insomnio

 Problemas del corazón

El trastorno de ansiedad generalizada a menudo se presenta junto con otros


problemas de salud mental, lo cual puede hacer que el diagnóstico y el tratamiento
resulten más desafiantes. Algunos trastornos de salud mental que con frecuencia se
manifiestan junto con el trastorno de ansiedad generalizada comprenden los
siguientes:

 Fobias

 Trastorno de pánico

 Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

 Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

 Depresión

 Pensamientos suicidas o suicidio

 Abuso de sustancias

Prevención

No hay forma de predecir con certeza qué hará que una persona padezca un trastorno
de ansiedad generalizado, pero puedes tomar medidas para disminuir el efecto de los
síntomas si tienes ansiedad:
 Pide ayuda enseguida. La ansiedad, al igual que muchos otros trastornos
mentales, puede ser más difícil de tratar si no buscas ayuda de inmediato.

 Lleva un diario personal. Llevar un registro de tu vida personal puede


ayudarlos a ti y a tu proveedor de atención médica mental a identificar cuál es la
causa del estrés y qué parece ayudarte a sentirte mejor.

 Establece prioridades en tu vida. Puedes disminuir la ansiedad si


administras bien tu tiempo y tu energía.

 Evita el consumo de sustancias no saludables. El consumo de alcohol y


drogas, e incluso de nicotina o cafeína, puede provocar ansiedad o empeorarla.
Si tienes una adicción a estas sustancias, dejarlas puede provocarte ansiedad.
Si no puedes dejarlas solo, consulta con tu médico o busca un programa de
tratamiento o un grupo de ayuda que te sirva.

OBSESIVO COMPULSIVO

Descripción general

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por un patrón de pensamientos


y miedos no deseados (obsesiones) que provocan comportamientos repetitivos
(compulsiones). Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades
diarias y causan un gran sufrimiento emocional.

Puedes intentar ignorar o detener tus obsesiones, pero eso solo aumenta tu
sufrimiento emocional y ansiedad. Finalmente, sientes la necesidad de realizar actos
compulsivos para tratar de aliviar el estrés. A pesar de los esfuerzos por ignorar o
deshacerte de los pensamientos o impulsos que te molestan, estos vuelven una y otra
vez. Esto conduce a más comportamientos ritualistas, el círculo vicioso del trastorno
obsesivo compulsivo.

El trastorno obsesivo compulsivo a menudo se centra en ciertos temas, por ejemplo,


un miedo excesivo a contaminarse con gérmenes. Para aliviar los temores de
contaminación, puedes lavarte compulsivamente las manos hasta que estén irritadas
y agrietadas.
Si tienes un trastorno obsesivo compulsivo, puedes sentirte avergonzado y apenado
por la afección, pero el tratamiento puede ser eficaz.

Síntomas

El trastorno obsesivo compulsivo suele incluir tanto obsesiones como compulsiones.


Pero también es posible tener solo síntomas de obsesión o solo síntomas de
compulsión. Puedes o no darte cuenta de que tus obsesiones y compulsiones son
excesivas o irrazonables, pero ocupan mucho tiempo e interfieren en tu rutina diaria y
en tu funcionamiento social, escolar o laboral.

Síntomas de obsesión

Las obsesiones del trastorno obsesivo compulsivo son pensamientos, impulsos o


imágenes repetidos, persistentes y no deseados que son intrusivos y causan aflicción
o ansiedad. Podrías tratar de ignorarlos o deshacerte de ellos realizando un
comportamiento o ritual compulsivo. Estas obsesiones suelen entrometerse cuando
intentas pensar o hacer otras cosas.

Las obsesiones a menudo tienen temáticas, tales como las siguientes:

 Miedo a la contaminación o a la suciedad

 Dudar y tener dificultades para tolerar la incertidumbre

 Necesidad de tener las cosas ordenadas y simétricas

 Pensamientos agresivos u horribles sobre la pérdida de control y el daño a sí


mismo o a otros

 Pensamientos no deseados, incluida la agresión, o temas sexuales o religiosos

Algunos ejemplos de los signos y síntomas de la obsesión incluyen lo siguiente:

 Miedo a ser contaminado por tocar objetos que otros han tocado

 Dudas de que hayas cerrado la puerta o apagado la estufa

 Estrés intenso cuando los objetos no están ordenados o posicionados de cierta


manera
 Imágenes de conducir tu automóvil entre una multitud de gente

 Pensamientos sobre gritar obscenidades o actuar inapropiadamente en público

 Imágenes sexuales desagradables

 Evitar las situaciones que pueden desencadenar obsesiones, como el apretón


de manos

Síntomas de la compulsión

Las compulsiones del trastorno obsesivo compulsivo son comportamientos repetitivos


que te sientes impulsado a realizar. Estos comportamientos repetitivos o actos
mentales tienen como objetivo reducir la ansiedad relacionada con las obsesiones o
evitar que algo malo suceda. Sin embargo, dejarse llevar por las compulsiones no trae
ningún placer y puede ofrecer solo un alivio temporal de la ansiedad.

Puedes inventar reglas o rituales que te ayuden a controlar la ansiedad cuando tengas
pensamientos obsesivos. Estas compulsiones son excesivas y a menudo no están
relacionadas de manera realista con el problema que pretenden solucionar.

Al igual que las obsesiones, las compulsiones suelen tener temas como:

 Lavado y limpieza

 Comprobación

 Recuento

 Orden

 Seguir una rutina estricta

 Exigir tranquilidad

Algunos ejemplos de signos y síntomas de compulsión incluyen los siguientes:

 Lavarse las manos hasta que la piel se vuelve áspera

 Comprobar las puertas repetidamente para asegurarnos de que están cerradas

 Revisar la cocina repetidamente para asegurarnos de que está apagada


 Contar en ciertos patrones

 Repetir en silencio una oración, palabra o frase

 Arreglar las conservas para que tengan el mismo frente

La gravedad varía

El trastorno obsesivo compulsivo suele comenzar en la adolescencia o en la edad


adulta joven, pero puede comenzar en la infancia. Los síntomas suelen comenzar
progresivamente y tienden a variar en su gravedad a lo largo de la vida. Los tipos de
obsesiones y compulsiones que experimentas también pueden cambiar con el tiempo.
Los síntomas suelen empeorar cuando se experimenta un mayor estrés. El trastorno
obsesivo compulsivo, que suele considerarse un trastorno de por vida, puede tener
síntomas de leves a moderados o ser tan grave y prolongado que se vuelve
incapacitante.

Cuándo debes consultar a un médico

Hay una diferencia entre ser un perfeccionista (por ejemplo, alguien que busca
resultados perfectos o un rendimiento impecable) y tener un trastorno obsesivo
compulsivo. Los pensamientos de una persona con trastorno obsesivo compulsivo no
son simplemente preocupaciones excesivas por problemas reales en sus vidas o el
placer de tener las cosas limpias u ordenadas de una manera específica.

Si tus obsesiones y compulsiones están afectando tu calidad de vida, consulta al


médico o a un profesional de la salud mental.

Causas

Se desconoce la causa del trastorno obsesivo-compulsivo. Las principales teorías


son:

 Biología. El TOC puede resultar del cambios en la química natural del cuerpo


o en las funciones cerebrales.

 Genética. El TOC puede tener un componente genético, pero aún no se han


identificado genes específicos.
 Aprendizaje. Los miedos obsesivos y los comportamientos compulsivos se
pueden aprender al observar a los familiares o de forma gradual a lo largo del
tiempo.

Factores de riesgo

Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenar el


trastorno obsesivo compulsivo se incluyen los siguientes:

 Antecedentes familiares. El hecho de tener padres u otros miembros de la


familia con el trastorno puede aumentar el riesgo de desarrollar trastorno
obsesivo compulsivo.

 Acontecimientos estresantes en la vida. Si has experimentado eventos


traumáticos o estresantes, tu riesgo puede aumentar. Esta reacción puede, por
alguna razón, desencadenar los pensamientos intrusivos, los rituales y el
sufrimiento emocional característicos del trastorno obsesivo compulsivo.

 Otros trastornos de salud mental. El trastorno obsesivo compulsivo puede


estar relacionado con otros trastornos de salud mental, como los trastornos de
ansiedad, la depresión, el abuso de sustancias o los trastornos de tic.

Complicaciones

Los problemas derivados del trastorno obsesivo compulsivo pueden incluir los
siguientes, entre otros:

 El tiempo excesivo dedicado a los comportamientos rituales

 Cuestiones de salud, como la dermatitis de contacto por el lavado frecuente de


manos

 Dificultad para asistir al trabajo, la escuela o las actividades sociales

 Relaciones problemáticas

 Mala calidad de vida en general

 Pensamientos y comportamiento suicidas

Prevención
No hay una forma segura de prevenir el trastorno obsesivo compulsivo. Sin embargo,
recibir tratamiento lo antes posible puede ayudar a evitar que el trastorno obsesivo
compulsivo empeore y altere las actividades y la rutina diaria.

B)  TRASTORNOS DEL ESTADO DE ANIMO.

Descripción general

La depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza


constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. También
denominada «trastorno depresivo mayor» o «depresión clínica», afecta los
sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar
una variedad de problemas físicos y emocionales. Es posible que tengas dificultades
para realizar las actividades cotidianas y que, a veces, sientas que no vale la pena
vivir.

Más que solo una tristeza pasajera, la depresión no es una debilidad y uno no puede
recuperarse de la noche a la mañana de manera sencilla. La depresión puede requerir
tratamiento a largo plazo. Pero no te desanimes. La mayoría de las personas con
depresión se sienten mejor con medicamentos, con psicoterapia o con ambos.

Síntomas

Si bien la depresión puede producirse solamente una vez en la vida; por lo general,
las personas tienen varios episodios de depresión. Durante estos episodios, los
síntomas se producen durante gran parte del día, casi todos los días y pueden
consistir en:

 Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza

 Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca


importancia
 Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o
todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes

 Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado

 Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren
un esfuerzo mayor

 Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de


peso

 Ansiedad, agitación o inquietud

 Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales

 Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o


autorreproches

 Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas

 Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos


suicidas, intentos suicidas o suicidio

 Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza

Para muchas personas con depresión, los síntomas suelen ser lo suficientemente
graves para causar problemas evidentes en las actividades cotidianas, como el
trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones con otras personas.
Algunas personas pueden sentirse infelices o tristes en general sin saber realmente
porqué.

Síntomas de depresión en niños y adolescentes

Los signos y síntomas frecuentes de depresión en los niños y adolescentes son


similares a aquellos en los adultos, pero puede haber algunas diferencias.

 En los niños más pequeños, los síntomas de depresión pueden consistir en


tristeza, irritabilidad, apego, preocupación, dolores, negarse a ir a la escuela o
bajo peso.

 En los adolescentes, los síntomas pueden comprender tristeza, irritabilidad,


sentirse negativo e inútil, ira, bajo rendimiento o poca asistencia a la escuela,
sentirse incomprendido y extremadamente sensible, consumir drogas de uso
recreativo o alcohol, comer o dormir demasiado, autolesionarse, perder el interés
por las actividades habituales y evitar la interacción social.

Síntomas de depresión en adultos mayores

La depresión no es una parte normal del envejecimiento, y nunca debe tomarse a la


ligera. Lamentablemente, la depresión a menudo no se diagnostica ni se trata en
adultos mayores, quienes pueden sentir reticencia a buscar ayuda. Los síntomas de la
depresión pueden ser diferentes o menos evidentes en los adultos mayores, entre
ellos:

 Problemas de memoria o cambios en la personalidad

 Dolores físicos

 Fatiga, pérdida del apetito, problemas del sueño o pérdida del interés en el
sexo, que no son resultado de una enfermedad ni de un medicamento

 Querer quedarse en casa con frecuencia, en lugar de salir a socializar o hacer


cosas nuevas

 Pensamientos o sentimientos suicidas, en especial en los hombres mayores

Cuándo consultar al médico

Si te sientes deprimido, pide una cita con un médico o un profesional de salud mental
tan pronto como sea posible. Si no quieres buscar tratamiento, habla con un amigo o
un ser querido, cualquier proveedor de atención médica, un líder religioso u otra
persona en quien confíes.

Cuándo pedir ayuda de urgencia

Si crees que eres capaz de lastimarte o intentar suicidarte, llama al 911 o al número
local de emergencias de inmediato.

Además, considera estas opciones si tienes pensamientos suicidas:

 Llama al médico o al profesional de salud mental.


 Llama a una línea directa de atención al suicida. En los EE. UU., llama a la
National Suicide Prevention Lifeline (Línea Nacional de Prevención del Suicidio)
al 1-800-273-TALK (1-800-273-8255). Usa ese mismo número y presiona «1»
para contactarte con la Veterans Crisis Line (Línea de Crisis para Veteranos).

 Acércate a un amigo cercano o a un ser querido.

 Ponte en contacto con un pastor, un líder espiritual u otra persona de tu


comunidad religiosa.

Si tienes un ser querido que está en peligro de suicidarse o ha intentado hacerlo,


asegúrate de que alguien se quede con esa persona. Llama al 911 o al número local
de emergencias de inmediato. O bien, si crees que puedes hacerlo de forma segura,
lleva a la persona a la sala de emergencias del hospital más cercano.

Causas

Se desconoce la causa exacta de la depresión. Al igual que sucede con muchos


trastornos mentales, puede comprender diversos factores, como:

 Diferencias biológicas. Las personas con depresión tienen cambios físicos en


el cerebro. La importancia de estos cambios aún es incierta, pero con el tiempo
pueden ayudar a identificar las causas.

 Química del cerebro. Los neurotransmisores son sustancias químicas que se


encuentran naturalmente en el cerebro y que probablemente desempeñan un rol
en la depresión. Las investigaciones recientes indican que los cambios en la
función y el efecto de estos neurotransmisores, y cómo interactúan con los
neurocircuitos involucrados en mantener la estabilidad del estado de ánimo
pueden tener un rol importante en la depresión y su tratamiento.

 Hormonas. Es posible que los cambios en el equilibrio hormonal del cuerpo


tengan un rol al causar o desencadenar la depresión. Los cambios hormonales
pueden presentarse en el embarazo y durante las semanas o meses después
del parto (posparto), y por problemas de tiroides, menopausia u otros trastornos.

 Rasgos hereditarios. La depresión es más frecuente en las personas cuyos


parientes consanguíneos también tienen este trastorno. Los investigadores están
buscando genes que puedan intervenir en el origen de la depresión.
MANIA Y TRASTORNOS  BIPOLARES
 
El trastorno bipolar, antes denominado «depresión maníaca», es una enfermedad
mental que causa cambios extremos en el estado de ánimo que comprenden altos
emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).

Cuando te deprimes, puedes sentirte triste o desesperanzado y perder el interés o el


placer en la mayoría de las actividades. Cuando tu estado de ánimo cambia a manía o
hipomanía (menos extrema que la manía), es posible que te sientas eufórico, lleno de
energía o inusualmente irritable. Estos cambios en el estado de ánimo pueden afectar
el sueño, la energía, el nivel de actividad, el juicio, el comportamiento y la capacidad
de pensar con claridad.

Los episodios de cambios en el estado de ánimo pueden ocurrir en raras ocasiones o


muchas veces por año. Aunque la mayoría de las personas presenten síntomas
emocionales entre los episodios, es posible que algunas no presenten ninguno.

Aunque el trastorno bipolar es una afección de por vida, puedes controlar los cambios
en el estado de ánimo y otros síntomas siguiendo un plan de tratamiento. En la
mayoría de los casos, el trastorno bipolar se trata con medicamentos y apoyo
psicológico (psicoterapia).

Síntomas

Existen distintos tipos de trastorno bipolar y de trastornos relacionados. Estos pueden


consistir en manía o hipomanía y depresión. Los síntomas pueden causar cambios
impredecibles en el estado de ánimo y el comportamiento, lo cual da como resultado
un gran sufrimiento e importantes dificultades en la vida.

 Trastorno bipolar I. Has sufrido al menos un episodio maníaco que puede


estar precedido o seguido de un episodio hipomaníaco o un episodio depresivo
mayor. En algunos casos, la manía puede provocar una desconexión de la
realidad (psicosis).
 Trastorno bipolar II. Has sufrido, al menos, un episodio depresivo mayor y,
como mínimo, un episodio hipomaníaco, pero nunca tuviste un episodio
maníaco.

 Trastorno ciclotímico. Has tenido durante al menos dos años —o un año en


el caso de niños y adolescentes— muchos períodos con síntomas de hipomanía
y períodos con síntomas depresivos (aunque menos graves que la depresión
mayor).

 Otros tipos. Estos comprenden, por ejemplo, el trastorno bipolar y los


trastornos relacionados inducidos por ciertos medicamentos o bebidas
alcohólicas, o debidos a una enfermedad, como la enfermedad de Cushing, la
esclerosis múltiple o un accidente cerebrovascular.

El trastorno bipolar II no es una forma más leve de trastorno bipolar I, sino un


diagnóstico diferente. Mientras que los episodios maníacos del trastorno bipolar I
pueden ser graves y peligrosos, las personas que tienen trastorno bipolar II pueden
estar deprimidas durante períodos más largos, lo cual puede causar un deterioro
importante.

Si bien el trastorno bipolar puede aparecer a cualquier edad, generalmente se


diagnostica en la adolescencia o poco después de los 20 años. Los síntomas pueden
variar de una persona a otra y pueden cambiar con el paso del tiempo.

Manía e hipomanía

La manía y la hipomanía son dos tipos diferentes de episodios, pero tienen los
mismos síntomas. La manía es más grave que la hipomanía y causa problemas más
notorios en el trabajo, la escuela y las actividades sociales, así como dificultades en
las relaciones. Además, la manía puede provocar una desconexión de la realidad
(psicosis) y requerir hospitalización.

Tanto los episodios maníacos como los hipomaníacos comprenden tres o más de los
siguientes síntomas:

 Episodios anormales de optimismo, nerviosismo o tensión

 Aumento de actividad, energía o agitación


 Sensación exagerada de bienestar y confianza en sí mismo (euforia)

 Menor necesidad de dormir

 Locuacidad inusual

 Frenesí de ideas

 Distracción

 Tomar malas decisiones, como hacer compras compulsivas, tener prácticas


sexuales riesgosas o hacer inversiones absurdas

Episodio depresivo mayor

Un episodio depresivo mayor consiste en síntomas que son lo suficientemente graves


para causar dificultades evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la
escuela, las actividades sociales o las relaciones. Un episodio comprende cinco o más
de los siguientes síntomas:

 Estado anímico depresivo, como sentirse triste, vacío, desesperanzado o tener


ganas de llorar (en niños y adolescentes, el estado anímico depresivo puede
manifestarse como irritabilidad)

 Marcada pérdida del interés o de la capacidad para sentir placer en todas —o


en casi todas— las actividades

 Adelgazamiento importante sin hacer dieta, aumento de peso, o disminución o


aumento del apetito (en niños, la imposibilidad para aumentar de peso según lo
esperado puede ser un signo de depresión)

 Insomnio o dormir demasiado

 Agitación o comportamiento más lento

 Fatiga o pérdida de la energía

 Sentimientos de inutilidad, o culpa excesiva o inadecuada

 Disminución de la capacidad para pensar o para concentrarse, o indecisión

 Pensar en el suicidio, planificarlo o intentarlo

Otras características del trastorno bipolar


Los signos y síntomas del trastorno bipolar I y II pueden comprender otras
características, como depresión ansiosa, melancolía, psicosis u otros. De acuerdo con
el momento en que ocurren los síntomas, estos pueden tener etiquetas de diagnóstico
tales como «de ciclos rápidos» o «mixtos». Asimismo, los síntomas del trastorno
bipolar pueden presentarse durante el embarazo o cambiar de acuerdo con las
estaciones del año.

Síntomas en niños y en adolescentes

Los síntomas de trastorno bipolar pueden ser difíciles de identificar en niños y en


adolescentes. Con frecuencia es difícil poder decir si esos altibajos son normales, si
son el resultado de estrés o de un trauma, o señales de un problema de salud mental
en lugar de trastorno bipolar.

Los niños y los adolescentes pueden tener episodios diferentes de trastorno depresivo
mayor o de manía o hipomanía; sin embargo, el patrón puede apartarse del de los
adultos con trastorno bipolar. Y los estados de ánimo pueden cambiar con rapidez
durante los episodios. Es posible que algunos niños tengan, entre los episodios,
períodos en los que no presenten síntomas relacionados con el estado de ánimo.

Los signos más notables de trastorno bipolar en niños y en adolescentes pueden


comprender cambios importantes en el estado de ánimo que se diferencian de sus
cambios anímicos habituales.

Cuándo consultar al médico

A pesar de los extremos anímicos, las personas que padecen trastorno bipolar a
menudo no reconocen hasta qué punto su inestabilidad emocional altera su vida y la
de sus seres queridos, y no reciben el tratamiento que necesitan.

Además, si eres como algunas personas que tienen trastorno bipolar, quizás disfrutes
de la sensación de euforia y de los ciclos de ser más productivo. Sin embargo, la
euforia siempre viene seguida de un bajón emocional que puede dejarte deprimido,
exhausto —y hasta quizá con problemas económicos, legales o de relaciones—.
Consulta al médico o a un profesional de salud mental si tienes algún síntoma de
depresión o de manía. El trastorno bipolar no mejora solo. Recibir tratamiento de parte
de un profesional de salud mental con experiencia en trastornos bipolares puede
ayudarte a controlar los síntomas.

Cuándo pedir ayuda de urgencia

Los pensamientos y los comportamientos suicidas son frecuentes en las personas que
tienen trastorno bipolar. Si estás pensando en hacerte daño, llama de inmediato al
911 o a tu número local de emergencias, dirígete a una sala de urgencias o
cuéntaselo a un familiar o amigo de confianza. También puedes llamar a una línea
directa de prevención de suicidios. En los Estados Unidos, comunícate con la National
Suicide Prevention Lifeline (Línea Nacional de Prevención del Suicidio) llamando al 1-
800-273-TALK (1-800-273-8255).

Si tienes un ser querido que está en peligro de suicidarse o ha intentado hacerlo,


asegúrate de que alguien se quede con esa persona. Llama al 911 o al número local
de emergencias inmediatamente. O bien, si crees que puedes hacerlo de forma
segura, lleva a la persona a la sala de urgencias del hospital más cercano.

Descripción general

Si tienes un trastorno del estado de ánimo, tu estado emocional o de ánimo


general está distorsionado o no se condice con tus circunstancias e interfiere en tu
capacidad para funcionar. Puedes estar extremadamente triste, vacío o irritable
(deprimido), o puedes tener períodos de depresión alternados con excesiva
felicidad (manía).

Los trastornos de ansiedad también pueden afectar tu estado de ánimo y suelen


ocurrir junto con la depresión. Los trastornos del estado de ánimo pueden
aumentar el riesgo de cometer suicido.

Algunos ejemplos de trastornos del estado de ánimo comprenden los siguientes:

 Trastorno depresivo mayor: períodos prolongados y persistentes de


tristeza extrema
 Trastorno bipolar: también denominado «depresión maníaca» o «trastorno
afectivo bipolar»; se trata de una depresión que alterna entre momentos de
depresión y manía

 Trastorno afectivo estacional: forma de depresión que, muy a menudo,


está relacionada con tener menos horas de luz solar en las latitudes que se
encuentran más al norte y más al sur, desde fines de otoño hasta principios
de la primavera

 Trastorno ciclotímico: trastorno que provoca altibajos emocionales algo


menos extremos que en el trastorno bipolar

 Trastorno disfórico premenstrual: cambios en el estado de ánimo e


irritabilidad que se producen durante la fase premenstrual del ciclo de la
mujer y desaparecen con el comienzo de la menstruación

 Trastorno depresivo persistente (distimia): forma de depresión a largo


plazo (crónica)

 Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo: trastorno


de irritabilidad crónica, grave y persistente en los niños, que, a menudo,
comprende berrinches frecuentes que no son coherentes con la edad de
desarrollo del niño

 Depresión relacionada con una enfermedad física: estado de ánimo


deprimido persistente y pérdida significativa del placer en todas las
actividades o en gran parte de estas, que tiene relación directa con los
efectos físicos de otra enfermedad

 Depresión inducida por el consumo de drogas o medicamentos:


síntomas de la depresión que se presentan durante el consumo de
sustancias, o poco después de este, de la abstinencia o después de la
exposición a un medicamento

En la mayoría de las personas, los trastornos del estado de ánimo pueden tratarse
con éxito con medicamentos y terapia de conversación (psicoterapia).

Cuándo consultar al médico

Si estás preocupado porque crees que podrías tener un trastorno del estado de
ánimo, pide una consulta con tu médico o con un profesional de salud mental tan
pronto como sea posible. Si tienes reticencia a buscar tratamiento, habla con un
amigo o un ser querido, un líder religioso u otra persona en quien confíes.

Habla con un profesional del cuidado de la salud si ocurre lo siguiente:

 Sientes que tus emociones interfieren en tu trabajo, tus relaciones, tus


actividades sociales u otros aspectos de tu vida

 Tienes problemas con el alcohol o las drogas

 Tienes conductas o pensamientos suicidas (de ser así, procura tratamiento


de urgencia inmediatamente)

Es poco probable que el trastorno del estado de ánimo desaparezca por sí solo e,
incluso, puede empeorar con el tiempo. Busca ayuda profesional antes de que el
trastorno del estado de ánimo se agrave; puede ser más fácil tratarlo al comienzo.

C)   ESQUIZOFRENIA 

La esquizofrenia paranoide es un subtipo de la esquizofrenia. Es una enfermedad


mental que no conlleva alteración anatómica observable, y cuya principal
característica es que afecta a la personalidad del individuo, así como a áreas de
su psique. Sus síntomas se pueden dividir en síntomas positivos (delirios y
alucinaciones) y negativos (déficit cognitivo). La enfermedad se caracteriza por
trastornos tanto en el área de la afectividad, como del pensamiento.

El estado consciente del enfermo es normal; su actitud psíquica se caracteriza por


el egocentrismo y el aislamiento, y expresa una pérdida de contacto con la
realidad, manifiesta ideas delirantes (persecución, intentos de envenenamiento,
influencias extrañas, brujería, etc.) y trastornos de la percepción (en algunos
casos alucinaciones de tipo auditivo, en las que «oye» voces amenazadoras o
críticas). Las causas pueden ser varias y no se conocen con exactitud. Al parecer,
intervienen factores genéticos, psicológicos y socioculturales.

La edad más frecuente de aparición se sitúa entre los 15 y 35 años aunque


también se dan casos en edad ya avanzada y afecta por igual a ambos sexos. La
personalidad se altera de forma gradual o repentina; el contacto con el paciente
resulta cada día más difícil y este se retrae cada vez más en su propio mundo. Es
muy difícil distinguir de otras formas de psicosis los síntomas de la esquizofrenia,
por lo que existe un rechazo general a usar el término esquizofrenia.
Esquizofrenia tipo catatónica, ¿de qué se trata?

La esquizofrenia es uno de los temas relacionados con la psicología que más


llama la atención al público en general. Quizá sea por algún tipo de halo de
misticismo que se ha creado en torno a ella. Sin duda, se trata de un tema que
levanta curiosidad. En este caso, nos adentraremos en un tipo de esquizofrenia
concreta, la esquizofrenia tipo catatónica.
A lo largo del artículo, abordaremos de qué se trata la esquizofrenia para crearnos
un marco contextual. Posteriormente se entrará de lleno en las características de
la esquizofrenia catatónica y el diagnóstico etiológico diferencial. Por último, se
expondrá el tratamiento. De este modo, se hará un recorrido por este tipo de
patología que, sin duda, no deja indiferente a nadie.

Esquizofrenia
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), la
esquizofrenia se caracteriza por al menos dos de los siguientes síntomas durante
el periodo mínimo de un mes:
1. Ideas delirantes.
2. Alucinaciones.
3. Habla desorganizada.
4. Comportamiento muy desorganizado o catatónico.
5. Síntomas negativos como efecto plano, alogia o abulia.
Por otro lado, estos síntomas deben influir y alterar el funcionamiento sociolaboral
del individuo. Es decir, debe interferir en sus relaciones sociales, laborales,
familiares, impidiéndole llevar una vida con normalidad. Los síntomas anteriores
deben estar presentes al menos seis meses.

Los tipos de esquizofrenia están definidos por los síntomas que


predominan en la evaluación del paciente con esquizofrenia y es
frecuente que el cuadro incluya síntomas que son característicos de más
de un subtipo.
Por esta falta de especificidad, en la última actualización de la clasificación
americana de enfermedades mentales recientemente se han suprimido estos
subtipos. No obstante, pasamos a describir las características que más
definían a estos subtipos:
 

 Esquizofrenia paranoide: La característica principal del tipo paranoide


de esquizofrenia consiste en la presencia de claras ideas delirantes y
alucinaciones auditivas sin claras alteraciones en la afectividad, en el
lenguaje y sin mostrar un comportamiento catatónico asociado.
Fundamentalmente, las ideas delirantes son de persecución, de perjuicio
o ambas, pero también puede presentarse ideas delirantes con otra
temática, aunque suelen estar organizadas alrededor de un tema
coherente. También es habitual que las alucinaciones estén
relacionadas con el contenido de la temática delirante. Los síntomas
asociados incluyen ansiedad, ira, retraimiento y tendencia a discutir. El
inicio tiende a ser más tardío que en otros tipos de esquizofrenia y las
características distintivas pueden ser más estables en el tiempo.

 Esquizofrenia desorganizada: Las características principales del tipo


desorganizado de esquizofrenia son el lenguaje desorganizado, el
comportamiento desorganizado y unas alteraciones en las emociones
marcadas. Puede haber ideas delirantes y alucinaciones, pero no suelen
estar organizadas en torno a un tema coherente. Las características
asociadas incluyen muecas, manierismos y otras rarezas del
comportamiento. Habitualmente, este subtipo está asociado a un inicio
temprano y a un curso continuo. Históricamente, y en otros sistemas
clasificatorios, este tipo se denomina hebefrénico.

 Esquizofrenia catatónica: La característica principal del tipo catatónico


de esquizofrenia es una marcada alteración psicomotora que puede
incluir inmovilidad, actividad motora excesiva, negativismo extremo,
mutismo o peculiaridades del movimiento voluntario. Aparentemente, la
actividad motora excesiva carece de propósito y no está influida por
estímulos externos. Puede haber desde el mantenimiento de una
postura rígida en contra de cualquier intento de ser movido hasta una
adopción de posturas raras o inapropiadas. Para diagnosticar este
subtipo, el cuadro debe cumplir en primer lugar todos los criterios para la
esquizofrenia y no ser más explicable por otras causas u enfermedades.

 Esquizofrenia residual: El tipo residual de esquizofrenia debe utilizarse


cuando ha habido al menos un episodio de esquizofrenia, pero en el
cuadro clínico actual no es acusada la existencia de ideas delirantes,
alucinaciones, comportamiento o un lenguaje desorganizado,
sobresaliendo principalmente los síntomas negativos (aislamiento
emocional, social, pobreza del lenguaje, falta de interés...).

 
 Esquizofrenia indiferenciada: cuando una esquizofrenia no reúne los
criterios de los subtipos anteriores o presenta varios de ellos se le llama
indiferenciada.

 Esquizofrenia simple: la esquizofrenia simple constituye uno de los


subtipos de la esquizofrenia donde los síntomas positivos (delirios y
alucinaciones) son mínimos destacando otras alteraciones. Ha sido un
diagnóstico que ha estado envuelto en controversias por lo que en la
última edición del Manual DSM de trastornos mentales se ha suprimido,
así como el resto de subtipos de la esquizofrenia. Se caracteriza por un
deterioro insidioso de las funciones mentales y del afecto emocional
(inhibición psicomotriz, falta de actividad, embotamiento afectivo,
pasividad y falta de iniciativa, empobrecimiento de la calidad o contenido
del lenguaje, comunicación no verbal empobrecida, deterioro del aseo
personal y del comportamiento social...) durante más de un año, pero sin
los síntomas positivos propios de la psicosis. Todos estos posibles
síntomas suponen un empeoramiento significativo de la actividad laboral
o académica y alteraciones en las relaciones personales.

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