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• Las bebidas energizantes, a diferencia de las bebidas hidratantes e isotónicas, nos deshidratan. La
cafeína, su principal ingrediente, estimula tu sistema nervioso central y te induce sensaciones
de bienestar y alerta. También actúa como diurético. La cantidad de cafeína de un envase de
bebida energética, es similar a la de una taza de café (70 a 80 mg) y es tres veces el de una bebida
cola. A menudo contienen más cafeína a través de otros componentes, incluyendo guaraná, nuez de
cola, yerba mate y cacao.
• Aún si una persona es sana, el consumo excesivo de cafeína (sobre 500 mg al día), puede
producir taquicardia, diuresis, náusea y vómito, ansiedad, depresión, temblores y dificultad para
dormir. En ocasiones, el consumo de bebidas energéticas se ha asociado con graves
consecuencias como convulsiones, manía, accidente cerebrovascular y muerte súbita.
El consumo de estos productos, que proporcionan una sensación
de mayor vitalidad y energía, puede generar daños en la salud de
quienes lo consuman.
Desde hace dos décadas aproximadamente, estas bebidas se han
hecho muy populares debido a sus efectos estimulantes, a su
facilidad de acceso, a la desinformación que existe sobre sus
efectos en la salud y a la amplia publicidad de la cual gozan sin
restricción.
• Dentro de los posibles efectos secundarios y adversos en la
salud, se citan los más comunes:
Clínica nave 11
09:00 a.m.
24 y 28 febrero