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TRASTORNO DE LA

PERSONALIDAD
HISTRIÓNICA
• Las personas con trastorno de la personalidad histriónica son excitables y
emotivas, y se comportan de manera pintoresca, dramática y extravertida. No
obstante, se une a su aspecto llamativo una incapacidad para mantener
vínculos profundos y duraderos.

• Epidemiología
Los escasos datos procedentes de estudios en la población general sugieren
una prevalencia del 1% al 3%. Valoraciones estructuradas en pacientes
psiquiátricos hospitalizados o ambulatorios muestran una prevalencia del 10%
al 15%.
Mayor frecuencia en mujeres que en hombres.
Diagnóstico
• En las entrevistas, se muestran cooperadores y dispuestos a
contar su historia con detalle.
• El componente afectivo es muy común, pero cuando se les
presiona para que reconozcan ciertos sentimientos (p. ej.,
ira, tristeza o deseos sexuales), pueden responder con
sorpresa, indignación o negación.
• Los resultados de la exploración cognitiva suelen ser
normales
Tratamiento
• Psicoterapia. a menudo no son conscientes de sus verdaderos
sentimientos, por lo que su clarificación es parte importante del
proceso terapéutico. La psicoterapia de orientación psicoanalítica, ya
sea individual o en grupo, es probablemente el tratamiento de
elección para este trastorno.
• Tratamiento farmacológico. Puede añadirse cuando los síntomas
están bien definidos (p. ej., antidepresivos para la depresión y las
dolencias somáticas, ansiolíticos para la ansiedad, y antipsicóticos
para la desrealización y las ilusiones).
Grupo C

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
DEPENDIENTE
• Las personas con trastorno de la personalidad
dependiente subordinan sus propias
necesidades a las de los demás, dejan que
otros asuman su responsabilidad en las
principales parcelas de su vida, carecen de
confianza en sí mismos y pueden sentirse
incómodas cuando están solas durante un
período de tiempo que no sea breve.

• Epidemiología
Es más frecuente en las mujeres que en los
hombres. El DSM-5 estima su prevalencia en un
0,6%.
Cuadro clínico

• El pesimismo, la desconfianza en uno


mismo, la pasividad y el miedo a
expresar sentimientos agresivos o
sexuales. Puede tolerar durante
mucho tiempo un cónyuge
maltratador, infiel o alcohólico con tal
de no alterar el vínculo.
Diagnóstico
En las entrevistas, los
pacientes se muestran
colaboradores. Intentan
cooperar, acogen bien las
preguntas específicas y
buscan que el terapeuta les
oriente.
Tratamiento
• Psicoterapia
Las terapias orientadas a la introspección permiten a estas personas
comprender los antecedentes de su conducta y, con el apoyo del terapeuta,
convertirse en más independientes, asertivas y adquirir mayor confianza. La
terapia conductual, el entrenamiento asertivo, la terapia familiar y la terapia de
grupo también se han utilizado, en muchos casos con buenos resultados.

Tratamiento farmacológico
Se ha utilizado para tratar síntomas específicos como la ansiedad y la depresión.
Las benzodiazepinas y los fármacos serotoninérgicos también son de utilidad.
Pueden utilizarse psicoestimulantes si la depresión o los síntomas de
aislamiento de estos pacientes responden.
TRASTORNO DE LA
PERSONALIDAD OBSESIVO-
COMPULSIVA
• Se caracteriza por la restricción emocional, la conducta metódica, la perseverancia y la
indecisión. La característica esencial es un patrón dominante de perfeccionismo e
inflexibilidad.

• Epidemiología
El DSM-5 estima la prevalencia de este trastorno entre el 2% y el 8%. Es más común en
hombres que en mujeres, y se diagnostica con más frecuencia en niños mayores. Los
pacientes suelen tener una historia previa caracterizada por una disciplina muy rigurosa.
• Diagnóstico
En las entrevistas, pueden mostrar un
comportamiento rígido, formal e inflexible.
Carecen de espontaneidad y su estado de
ánimo suele ser serio. Pueden mostrarse
ansiosos cuando pierden el control de la
entrevista.
Tratamiento
• Psicoterapia
A diferencia de los pacientes con otros trastornos de la personalidad, los que
tienen un trastorno obsesivo-compulsivo acostumbran a ser conscientes de su
sufrimiento y buscan tratamiento por propia iniciativa. No obstante, el
tratamiento suele ser largo y complejo, y son frecuentes los problemas de
contratransferencia. La terapia de grupo y la conductual ofrecen, a veces,
algunas ventajas.

• Tratamiento farmacológico
La clomipramina, así como los serotoninérgicos como la fluoxetina, por lo
general en dosis de 60 a 80 mg/día, pueden utilizarse si surgen signos y
síntomas obsesivocompulsivos. La nefazodona puede ser eficaz en algunos
pacientes.
TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD
• LasEVITATIVA
personas con trastorno de la personalidad evitativa muestran
una extremada sensibilidad al rechazo, lo que puede llevarles a
una vida de aislamiento social. A pesar de ser tímidas, no son
asociales y expresan grandes deseos de compañía, pero
acostumbran a necesitar garantías sólidas de que serán aceptadas
sin crítica alguna. Es frecuente referirse a ellas como individuos
con complejo de inferioridad.
Epidemiología
• El DSM-5 sugiere una prevalencia del trastorno de la personalidad
evitativa del 2% al 3% en la población general. No se dispone de
información sobre las diferencias entre sexos o la existencia de un
patrón familiar. Los niños con temperamento tímido pueden ser más
proclives a este trastorno que los niños con puntuaciones altas en las
escalas de actividad.
Diagnóstico
• En las entrevistas clínicas, el aspecto más llamativo de estos pacientes
es la ansiedad por tener que hablar con el entrevistador. Su estado de
nerviosismo y de tensión oscila al compás de su percepción de si le
complacen o no. Parecen vulnerables a los comentarios y sugerencias
del entrevistador, y pueden considerar una aclaración o una
interpretación como si fuese una crítica.
Cuadro clínico

• La hipersensibilidad al rechazo por parte de los demás constituye el


aspecto clínico fundamental del trastorno de la personalidad evitativa, y
el rasgo más importante de la personalidad es la timidez. Las personas
con este trastorno desean la seguridad y la calidez del compañerismo,
pero justifican su evitación de las relaciones con un supuesto miedo al
rechazo. Cuando hablan con alguien, se expresan con inseguridad,
carecen de confianza en sí mismos y pueden expresarse de forma poco
asertiva. Les asusta hablar en público o pedir algo a los demás, ya que se
muestran hipervigilantes ante un posible rechazo.
Diagnóstico diferencial

• Las personas con trastorno de la personalidad evitativa desean la


interacción social, a diferencia de los pacientes con un trastorno de la
personalidad esquizoide, que quieren estar solos. Estos pacientes no
son tan exigentes, irritables o impredecibles como los pacientes límite
o los histriónicos. Los trastornos de la personalidad evitativa y
dependiente son similares.
Tratamiento farmacológico
• Se ha usado para el control de la ansiedad y la depresión cuando se
presentan asociadas al trastorno. En algunos pacientes se han
utilizado los antagonistas del receptor β-adrenérgico, como el
atenolol, para tratar la hiperactividad del sistema nervioso autónomo,
que tiende a ser alta, en especial cuando se enfrentan a situaciones
temidas.
Personalidad sadomasoquista
• Algunos tipos de personalidad se caracterizan por elementos de sadismo o
masoquismo, o una combinación de ambos. El trastorno de la personalidad
sadomasoquista se cita en este apartado porque es de gran interés clínico e histórico
en psiquiatría. No es una categoría diagnóstica oficial del DSM-5 ni de su apéndice,
pero puede diagnosticarse como un trastorno de la personalidad no especificado.
• El sadismo es el deseo de causar dolor a otros, bien abusando sexualmente de ellos,
bien abusando física y psicológicamente, en un sentido más general. Se llama así en
referencia al marqués de Sade, un escritor de temática erótica del siglo xviii que
describía a personas que experimentaban placer sexual infligiendo dolor a los demás.
Freud creía que los sádicos se protegían de la ansiedad de castración y eran capaces
de alcanzar el placer sexual solo cuando podían hacer a los demás lo que ellos
temían sufrir.
• El masoquismo, así llamado en referencia a Leopold von Sacher-Masoch, un
novelista alemán del siglo xix, es la obtención de gratificación sexual
infligiéndose dolor a uno mismo. En general, las personas con masoquismo
moral buscan la humillación y el fracaso, más que el dolor físico. Freud
pensaba que la capacidad de los masoquistas para lograr un orgasmo estaba
alterada por la ansiedad y los sentimientos de culpa sobre el sexo, que se
mitigaban con el propio sufrimiento y el autocastigo.
• El tratamiento con psicoterapia orientada a la introspección, incluido el
psicoanálisis, ha sido eficaz en algunos casos. Como resultado de la terapia, los
pacientes toman conciencia de la necesidad del autocastigo secundario a una
culpa inconsciente excesiva, y pueden llegar a reconocer sus impulsos
agresivos reprimidos, que se originan a principios de la infancia.
Personalidad sádica
• No se contempla en el DSM-5, aunque aparece en la bibliografía médica y puede
tener una utilidad descriptiva. Los individuos con personalidad sádica muestran un
patrón generalizado de conducta agresiva, humillante y cruel que comienza a
principios de la edad adulta y se dirige hacia los demás. La crueldad física o la
violencia se utilizan para infligir dolor a los demás, no para conseguir otro objetivo,
como agredir a alguien para robarle.
• A estas personas les gusta humillar a la gente delante de otras y, por regla general,
tratan de una forma inusualmente dura a los demás, en especial a los niños.
Suelen mostrarse fascinadas por la violencia, las armas, las heridas o la tortura.
Para ser incluidas en esta categoría, estas personas no pueden estar motivadas
únicamente por el deseo de obtener excitación sexual de su conducta; si esta es la
única motivación, debe diagnosticarse una parafilia: el sadismo sexual

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