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MEDIOS DE EXIGIBILIDAD DE

LOS DERECHOS SOCIALES


ANTECEDENTES

• En 1948, por su Resolución Nro. 217, la Asamblea General de Naciones


Unidas pidió a la Comisión de Derechos Humanos la elaboración de un
proyecto de Pacto. Después de largas y difíciles negociaciones en sus primeras
sesiones se considero que los DESC eran demasiado complejos para
incorporarse en un solo documento.

• EUA y Reino Unido solicitan preparar dos pactos


• Los países del bloque socialista solicitaban un solo pacto pero rechazaban los
mecanismosde control.
• Se adoptan dos pactos y se les da un estatus menos protector a los DESC frente a los DCP.
• Esto se observa en diversos documentos:
• En el caso Europeo la Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y de
las Libertades Fundamentales es mucho más vinculante, en los hechos, que la Carta Social
Europea
• . En relación con el continente americano, se puede observar un fenómeno similar, la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana
sobre Derechos Humanos tienen más fuerza en materia de DCP que de DESC, a pesar del pr
ogreso innegable que constituye la entrada en vigor del Protocolo Adicional a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en materia de DESC (Protocolo de San Salvador).
• A pesar de la Declaración de Teherán (1968) y de la Declaración y
Programa de Acción de Viena (1993), todos ellos afirmando con mucha
solemnidad la universalidad, la indivisibilidad y la interdependencia de
todos los derechos humanos, el tratamiento de los DESC ha sido -y
sigue siendo- muy diferente al tratamiento de los DCP. Antes de entrar
en el tema mismo de la exigibilidad, puede ser útil subrayar algunas
diferencias concretas en el tratamiento de las dos series de derechos
• La aplicación de los derechos civiles y políticos es inmediata.
Conforme el artículo 2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos: “Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se
compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se
encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción, los
derechos reconocidos en el pr esente Pacto”...y los Estados Partes
se comprometen a garantizar recursos efectivos en caso de
violación de los derechos. La aplicación de los DESC es progresiva,
• dice el artículo 2.1 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales 5
: “Cada uno de los Estados
Partes en el presente Pacto se compromete a adoptar medidas,
tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación
internacionales, especialmente económicas y técnicas, hasta el
máximo de los recursos de que disponga, para lograr
progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en
particular la adopción de medidas legislativas, la plena efectividad
de los derechos aquí reconocidos.”
Esta aplicación progresiva es fuente de muchos malos
entendidos y de una cierta inacción de los Estados que
interpretan, a veces, este artículo en forma errónea, con la idea
que no crea ninguna obligación inmediata
• La creación del Comité de Derechos Humanos está prevista en
el P acto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Los
artículos 28 y siguientes definen el Comité, su composición, su
modo de elección, sus facultades, la fecha de su entrada en
vigor, y obligan al Secretario General de las Naciones Unidas a
proporcionarle “el personal y los servicios necesarios para el
desempeño eficaz de sus funciones en virtud del presente
Pacto” (artículo 36) . Eso significó que, apenas entró en vigor
el PIDCP, el Comité de Derechos Humanos tuvo la facultad de
velar eficazmente a su aplicación.
Nada similar fue previsto para PIDESC: ni la creación de un
Comité, ni la obligación del Secretario General de darle medios
de funcionamiento, ni siquiera el procedimiento formal de
presentación de informes por los Estados Partes. Dicha
presentación está mencionada en el artículo 16 del Pacto, en
términos bastante vagos:
• Posiblemente, esta actitud “prudente” se puede explicar por una falta de
conocimiento del contenido real de los derechos protegidos por el
PIDESC y de las obligaciones de los Estados Partes. Es probable que el
carácter algo polémico de la justiciabilidad de los DESC siga vigente, a
pesar de los esfuerzos del Comité para explicitar progresivamente el
contenido de cada uno de los derechos, a través de sus Observaciones
Generales.
• Si bien el artículo 2 menciona la adopción de medidas legislativas, es obvio
que se trata de un mínimo aceptable, cuando la legislación nacional no está
en conformidad con el Pacto, por ejemplo en materia de discriminación en
general o en materia de discriminación contra la mujer. Pero la fórmula “por
todos los medios apropiados” es mucho más amplia: si bien le corresponde
a cada Estado escoger los medios que le parezcan más apropiados, el
Comité recomienda la adopción de planes de acción a corto, mediano o
largo plazo, que puedan incluir medidas administrativas, presupuestarias,
judiciales, etc...teniendo en cuenta la necesidad de medir los pr ogresos
realizados a través de la utilización de indicadores nacionales.6
• La interpretación del Comité de esta “efectividad progresiva” del Pacto
implica una obligación de proceder lo más expedita y eficazmente
posible, con miras a lograr el objetivo de la plena efectividad de los
DESC y, una prohibición de tomar medidas de carácter
deliberadamente retroactivo.
Según la Observación General Nro 9 del Comité, los Estados deben tratar
de incorporar el contenido del Pacto en su legislación interna, por los
medios que considere apropiados. Pero, por lo menos, debe tomar en
cuenta dos principios del derecho internacional: el primero resulta del
artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados :
“un Estado parte en un tratado no podrá invocar las disposiciones de su
derecho interno como justificación del incumplimiento del tratado”, y el
segundo está enunciado en el artículo 8 de la DUDH: “Toda persona tiene
derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley”.
• El Comité de DESC ha afirmado en su Observación general Nº 3 (1990) que:
“Entre las medidas que cabría considerar apropiadas, además de las
legislativas, está la de ofrecer recursos judiciales en lo que respecta a derechos
que, de acuerdo con el sistema jurídico nacional, puedan considerarse
justiciables...” (Párr. 5.)
• La obligación del Estado de brindar recursos judiciales efectivos en esta materia ha
sido claramente establecida por el Comité de DESC. Si bien el Pacto de DESC, no
contiene expresamente esta obligación, a diferencia del art. 2.3 del Pacto de
Derechos Civiles y Políticos, el Comité ha considerado que de todos modos surge
del
art. 2.1 del PIDESC, y que se trata de una de las medidas apropiadas que el estado
debe adoptar (Observación General Nro. 3, parrafo 5). Esta interpretación concuerda
con los Principios de Limburgo (Principio 19).
EXIGIBILIDAD
EXIGIBILIDAD SOCIAL

• La exigibilidad social y política persigue la incidencia de los ciudadanos en los


procesos de toma de decisiones para así lograr posicionar planteamientos en
materia de DESCA en escenarios políticos, con el fin de que las
preocupaciones de la sociedad civil se vean traducidos en leyes y en política
social enfocados a garantizar los derechos de manera
integral y universal.
• De lo anterior se desprende que la exigibilidad social y política, entendida
como la
incidencia social en la toma de decisiones por parte de las instituciones del
Estado,
constituye una vía extrajudicial para la exigibilidad de los DESCA.
EXIGIBILIDAD LEGAL O
JUSTICIABILIDAD.

• Los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA)


forman parte
esencial e inseparable del bloque de constitucionalidad tutelado por el artículo
1 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Por ello, su
justiciabilidad
constituye una obligación incondicional del Estado mexicano hacia su
población y hacia
la comunidad internacional.
• La justiciabilidad, también conocida como exigibilidad legal, se refiere a la
posibilidad de reclamar ante un juez o tribunal el cumplimiento de por lo
menos algunas de las obligaciones que constituyen el objeto del derecho.4 De
ahí que la justiciabilidad sea el componente necesario entre el instrumento que
consagra dicho derecho y su goce pleno. De esta forma, un interés únicamente
calificará como derecho cuando exista un sistema efectivo para su defensa, de
lo contrario dicho interés se verá reducido a una mera aspiración.5
• en 1966, ha existido una diferencia significativa entre la justiciabilidad de los
Derechos Civiles y Políticos vis a vis los DESCA. Esto se debe a la aparente
diferencia que suele argumentarse en las responsabilidades del Estado en el
cumplimiento de ambos tipos de derechos, así como al impedimento
económico de los países en desarrollo.
• A pesar de que dicha diferenciación entre derechos de “abstención” (civiles y
políticos) y los “prestacionales” (DESCA) tuvo buenos resultados en la teoría,
toda vez que fue el punto de partida para el estudio de la materia, actualmente
resulta irrelevante e imprecisa por diferentes razones.15 La más evidente es
que la realización de muchos derechos civiles y políticos requiere mucho más
que la simple abstención del Estado. La existencia y mantenimiento de
tribunales, creación de registros públicos y organización de procesos
electorales son algunos ejemplos de acciones comunes a ambos grupos de
derechos que requieren el uso de recursos públicos.

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