Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Eclesiología
SEGUNDA UNIDAD
◦ como una maquinaria de mediación jerárquica, de los poderes y del primado de la sede romana,
en una palabra, «jerarcología». De otra parte, los dos términos entre los que la mediación tuvo
lugar, el Espíritu Santo de un lado y el pueblo creyente o el sujeto religioso del otro, quedaron
fuera de la consideración eclesiológica.
◦ Enseñamos y declaramos: La Iglesia tiene todas las marcas de una sociedad verdadera. Cristo no dejó
a esta sociedad indefinida y sin su forma. Sino que más bien él mismo la dio existencia, y su voluntad
determinó la forma de esta existencia y la dio su constitución. La Iglesia no es parte ni miembro de
ninguna otra sociedad y no tiene nada que ver en ningún sentido con ninguna otra sociedad. Es tan
perfecta en sí misma que es esto lo que la distingue de todas las demás sociedades humanas y la
sitúa por encima de todas ellas.
Algunos de los temas del esquema del Concilio Vaticano I pasaron a los decretos sobre el papado
adoptados por el Concilio. Otras ideas del esquema fueron usadas más tarde por los Papas posteriores
—León XIII, Pío XI y Pío XII— en sus encíclicas. Los ecos del esquema del Concilio Vaticano I se
encuentran en la primitiva constitución sobre la Iglesia preparada para la primera sesión del Vaticano II.
En la eclesiología institucionalista los poderes y funciones de la Iglesia están generalmente divididos en
tres: enseñar, santificar y gobernar. Esta división de poderes da lugar a posteriores distinciones entre la
Iglesia docente e Iglesia discente. Iglesia santificante e Iglesia santificada. Iglesia que gobierna e Iglesia
gobernada. Así estos autores dicen: La Iglesia enseña, santifica y manda identificando en cada caso a la
Iglesia misma con el cuerpo gobernante o jerarquía.
Enseñar: el obispo es considerado como poseedor de un carisma especial de la verdad (la frase es de San
Ireneo, pero el significado ha sufrido un cambio desde su tiempo)5. Así se mantiene que los creyentes
están ligados en conciencia a creer lo que el obispo declara. La Iglesia es de esta manera una escuela de
tipo único —en la que los maestros tienen el poder de imponer su doctrina con sanciones espirituales y
judiciales. Esta enseñanza pasa a quedar jurídicamente sancionada e institucionalizada.
Santificar: Algunos autores hablan casi como si santificar fuera una especie de subsistencia inherente a la
Iglesia. El Papa y los obispos asistidos por sacerdotes y diáconos son en algunas ocasiones descritos como
si fueran ingenieros que abrieran y cerraran las válvulas de la gracia.
Gobernar: es puesta enteramente en manos de la jerarquía. Aquí hay una diferencia: mientras
enseñando y santificando la jerarquía tiene una función meramente ministerial, transmitiendo la
doctrina y la gracia de Cristo, el regular es algo que lo hacen en nombre propio. Gobiernan el rebaño con
autoridad pastoral, y en cuanto vicerregentes de Cristo, imponen nuevas leyes y preceptos bajo pena de
pecado.
Una característica del modelo institucional de la Iglesia en las formas que estamos considerando es la
concepción jerárquica de la autoridad. La Iglesia no es concebida como una sociedad democrática o
representativa, sino que la plenitud del poder se concentra en las manos de la clase dirigente que
seperpetúa a sí misma por designación.
Esta visión queda perfectamente expuesta en el esquema del Concilio Vaticano I:
◦ Pero la Iglesia de Cristo no es una comunidad de iguales en la que todos los creyentes tuvieran los
mismos derechos. Sino que es una sociedad de desiguales, no solamente porque entre los
creyentes unos son clérigos y otros laicos, sino que de una manera especial porque en la Iglesia
reside el poder que viene de Dios por el que es dado a unos el santificar, enseñar y gobernar, y a
otros, no.