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326 Al Cursillo podría aplicársele una frase de Pablo VI: La Iglesia es una sociedad de oración.
Le es esencial a la Iglesia una actitud de oración.
¿Qué sería de la Iglesia sin ella?
En la órbita de Cursillos ha tenido fortuna aquella frase: "Hablar a Dios de los hombres, antes
de hablar a éstos de Dios". La oración es el medio principal, de orden sobrenatural, sobre el que
descansa el éxito del Cursillo. Ora intensamente la comunidad cristiana o parte de ella, antes y
durante el Cursillo; oran, desde el momento de su designación, los dirigentes del equipo,
acudiendo en todo momento a la oración, para resolver sobre la marcha, los problemas y
dificultades que vayan surgiendo.
amistad cristiana;
335 Es natural que, principalmente después del Rollo de "Sacramentos", se prevean tiempos
para la reflexión, a fin de que los cursillistas que lo deseen puedan acercarse responsablemente
al Sacramento de la Penitencia. "Sería insensato, además de presuntuoso, querer prescindir
arbitrariamente de los instrumentos de Gracia y de salvación que el Señor ha dispuesto, y, en
su caso específico, pretender recibir el perdón prescindiendo del sacramento instituido por
Cristo, precisamente para el perdón".
9. Las celebraciones de la Eucaristía.
337 La Eucaristía es "Sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de caridad, banquete
pascual", "fuente de vida de la Iglesia, a la cual hace vivir y crecer", "fuente y cima de toda la
vida cristiana".
338 La Eucaristía es el centro de la vida durante los tres días del Cursillo; todo en él tiende a
crear en los cursillistas conciencia de que luego, en el "cuarto día", la Eucaristía deberá
seguir siendo el centro de su vida, su encuentro con el Señor, el encuentro en la comunidad de
los hermanos. Las celebraciones eucarísticas deben ser diaria y diligentemente preparadas, a
fin de que sean intensamente vividas
339 La Virgen fue quien apuntaló, desde sus mismos orígenes, el MCC. No es extraño que
sintamos por Ella -Madre del Redentor, Madre de la Iglesia, "signo de esperanza cierta y de
consuelo para el peregrinante Pueblo de Dios"- singularísima devoción.
343 Nuestra actitud ante el Señor en el constante encuentro con los hermanos, se concreta en
un compromiso de honor con El, según las posibilidades, la vocación y los carismas de cada uno, a
base de utilizar los medios concretos para hacer realidad, día tras día, el ideal jubiloso de
nuestro hacer cristiano. Dentro de esta finalidad se inserta la "Hoja de compromiso".