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El pensamiento político en la

edad moderna: del humanismo a


la ilustración.
1. La formación del Estado Moderno y los instrumentos de
poder.
2. Los siglos XV y XVI: la teoría política del Renacimiento.
3. El siglo XVII: Derecho natural y absolutismo.
4. El siglo XVIII: el pensamiento político ilustrado.
1.La formación del Estado Moderno y los instrumentos de poder.

� El pensamiento político de cualquier época es el resultado de todos los


elementos y factores que caracterizan a la sociedad y durante la Edad Moderna el
pensamiento político evoluciona a la par que lo hace la sociedad.
� El proceso comienza en el siglo XV (de transición). El siglo XVI época de
progreso y evolución, a nivel político supone la aparición de nuevas formas de
poder- las monarquías autoritarias- que se consolidan en el siglo XVII dando
lugar al Absolutismo.
� Sin embargo es en el XVII, época de crisis, cuando comienzan a cuestionarse las
bases que sustentan a este sistema y su plasmación política, la monarquía
absoluta.
� Las nuevas ideas darán lugar a la monarquía parlamentaria inglesa y a las
monarquías ilustradas.
� Pero ante la imposibilidad de conjugar tradición y modernidad, se producirá el
estallido revolucionario de 1789 con el que se abre la Edad Contemporánea.
1.La formación del Estado Moderno y los instrumentos de poder.

� Construcción y evolución del estado moderno: A finales de la Edad Media, el


equilibrio entre nobleza y monarquía tiende a romperse debido a la vigorización
de la idea de Estado.
� Se inicia en Europa un largo proceso de integración territorial de señoríos y
antiguos reinos, apareciendo el Estado Moderno, como marco territorial y
político, y orientado a la protección de los súbditos para la única soberanía del
rey.
� En este proceso se debilita el poder de la nobleza, de los gremios, de los
municipios y de las Cortes medievales, en beneficio de la autoridad real.
� Por otra parte la autoridad se podía concretar en oligarquías nobiliarias o
burguesas (como en el caso de las Repúblicas italianas), pero las unidades
estatales de tamaño medio y grande fueron las monarquías, a veces colectivas
(Francia y Polonia), y con mayor frecuencia hereditarias.
1.La formación del Estado Moderno y los instrumentos de poder.

� En cuánto al origen de su legitimidad se distinguían tres tipos de autoridad:


� La tradicional, basada en su antigüedad y en el carácter sagrado de la tradición.
� La racional, apoyada en la vigencia de unas ordenaciones legales de origen
humano (Max Weber desarrolló la idea de que los organismos estatales montados
sobre bases racionales, aunque tuvieran antecedentes muy antiguos, sólo
adquirieron su total configuración en el Renacimiento).
� La carismática, basada en el carácter sobrehumano, heroico o divino del
depositario de la autoridad.
� El ámbito de competencias del Estado en los siglos modernos se centraba en dos
esferas: Interior: suponía el mantenimiento del orden, tanto material como social, lo
que implicaba poderes legislativos y la instancia suprema de la justicia; Exterior:
Hace referencia a las relaciones internacionales.
1.La formación del Estado Moderno y los instrumentos de poder.

� Pero además el Estado Moderno se atribuyó competencias en casi todos los ámbitos
de la vida: Como sostén de todas las actividades políticas se crea la Hacienda Real o
Estatal, muy importante en economía, beneficencia, educación, etc
� El Estado necesitaba funcionarios para cumplir su función. Destacaban así:
� El cargo que sin ser oficial se fue imponiendo en muchos Estados, fue el de
Primer Ministro o Valido, gozaba de la confianza del rey y le ayudaba en las
tareas del gobierno; por lo general eran nobles. Como por ejemplo el conde-
duque de Olivares, Cardenal Richelieu, Mazarino, etc.
� Dos instituciones básicas afianzaban la autoridad real en los Estados
occidentales: Los Consejos y los Secretarios Reales.
� Los consejos son órganos consultivos competentes en las diferentes parcelas del
poder. El rey se vale de su ayuda.
1.La formación del Estado Moderno y los instrumentos de poder.

� También se refuerzan las funciones de los Secretarios Reales, a través de los


cuales gobierna el Rey (SXVI), tomando el nombre de ministros. El rey delega
decisiones en los ministros (aún manteniendo entera su autoridad suprema),
aparece el gabinete de ministros y la figura del Primer Ministro. Al mismo
tiempo que aparecen burócratas, jueces reales, nuevas jerarquías administrativas
que facilitan la consolidación del poder real.
� Se crea un ejército permanente, orientado a afirmar el poder del Estado en el
exterior y producto de la necesidad de disponer en todo momento de un cuerpo
de tropas regulares y profesionales eficaces, que dependían solamente del Jefe
del Estado, y que sustituyeran a las milicias señoriales y municipales
� La Diplomacia, otro instrumento estatal necesaria para las relaciones
internacionales. Comienzan las representaciones permanentes de los
embajadores, siendo en este sentido los italianos los pioneros, sobre todo
Venecia
1.La formación del Estado Moderno y los instrumentos de poder.

� Evolución política. Diferentes tipologías: Siglo XVI: Esta consolidación


del Estado no discurre en todos los países europeos del mismo modo.
Distinguimos 3 grupos:
� Estados en los que las asambleas representativas afirmaron su
supremacía- Polonia, Holanda e Inglaterra.
� Monarquías que se constituyen como poder supremo- Castilla, Francia,
Bohemia, Saboya.
� Situaciones intermedias- Hungría, Sicilia, suecia, algunos Estados
alemanes.
� En general las monarquías autoritarias, nacionales y centralistas, controlaron
a la nación, pero soportando durante este siglo la participación de la sociedad
a través de sus instituciones relativamente representativas: Estados
Generales, Cortes, Parlamentos.
1.La formación del Estado Moderno y los instrumentos de poder.

� Siglo XVII: El poder de los monarcas se fortaleció hasta eliminar cualquier


tipo de representatividad, dando lugar a las monarquías absolutas.
� La Monarquía construyó el Estado Moderno, propio del Antiguo Régimen,
mediante el refuerzo del centralismo y la ampliación de los impuestos para
financiar los gastos del Estado. El mejor representante es Luis XIV de
Francia.
� Hubo una excepción: las revoluciones inglesas de 1688/89. Como
consecuencia del cambio de mentalidad política posterior al Renacimiento y
otras circunstancias propias en las que se mezclan aspectos religiosos,
sociales, económicos, triunfa en 1688/89 la postura antiabsolutista defendida
por el Parlamento frente a los monarcas Carlos I, Carlos II y Jacobo II. Daría
lugar, tras una guerra civil, a otra nueva forma de poder: la Monarquía
Parlamentaria, o lo que es lo mismo, el desmantelamiento de la monarquía
absoluta en beneficio de los sistemas representativos.
1.La formación del Estado Moderno y los instrumentos de poder.

� Siglo XVIII: Surge el Despotismo Ilustrado, versión política de la


Ilustración. No fue otra cosa que el absolutismo puesto a la defensiva.
� El racionalismo del siglo XVIII llevaba gérmenes revolucionarios contra los
cuales había que autodefenderse, para lo cual reformarían las bases del
Estado. Así se concibió el Estado como un servicio a la sociedad, pero no
confundamos con democracia, ya que no requería para nada el
consentimiento ni la colaboración del pueblo.
� El sistema alcanzó la estimación de los intelectuales y enciclopedistas como
Voltaire en Francia o Jovellanos en España, que apoyaban la “revolución
desde arriba”, como la única posible de llevarla a cabo ( no olvidemos que
los ilustrados eran una minoría, una élite culta y consideraban que el pueblo
debía quedar al margen de la dirección política).
� El fracaso del Despotismo Ilustrado provocó en 1789 la “revolución desde
abajo”, o sea la Revolución Francesa.
2.Los siglos XV y XVI: la teoría política del
Renacimiento.
� A partir del siglo XVI las nuevas direcciones de la política, encaminada a
fortalecer el poder real, se expusieron en las obras de tratadistas, los cuales a las
ideas que se tenían en la Antigüedad sobre la autoridad y el poder, añadieron aquellas
formas de gobierno más apropiadas para el tiempo que vivían, circunstancias
internas y relaciones exteriores.
� Nicolás de Maquiavelo (1469-1527): Humanista y diplomático florentino que
retirado de su actividad se dedicó a escribir. Su principal obra, desde el punto de
vista político, fue El Príncipe, publicada en 1513. En ella rechazó los derechos de la
iglesia a la soberanía del Estado, centrándola en el Estado Social no responsable.
� No intentó determinar la estructura del Estado, sino que centró su estudio en el
gobernante, responsable del bienestar e interés del pueblo, y que para conseguirlo no
debía someterse a los derechos de este pueblo ni a ningún poder humano, ni siquiera
a las normas ordinarias de la ética.
� La consecución de este fin es el interés del Estado, para el que justificaba cualquier
medio que el gobernante creyera oportuno emplear. Para Maquiavelo por tanto, el
Estado era completamente amoral y estaba libre de responsabilidades ante una ley
superior
2.Los siglos XV y XVI: la teoría política del
Renacimiento.

� Jean Bodin (1530-1590): Pensador francés que estudió la naturaleza del


Estado y el poder del gobernante, motivado por las guerras civiles que
asolaron Francia en la segunda mitad del siglo XVI.
� Pensaba que el origen fundamental del Estado debía buscarse en la
familia, y que ésta se expandía dentro del Estado mediante la unión de
muchas familias bajo el mando de un gobernante capaz.
� Para Bodin el Estado es absoluto en su poder y no ha de responder ante
ninguna ley. El gobernante es también soberano e irresponsable.
� Sin embargo, Bodin aceptaba la idea de que la ley natural en los asuntos
humanos es la de Dios y que el Estado está sujeto a esa ley (aunque no
encontraba el modo de obligarle a cumplirla).
2.Los siglos XV y XVI: la teoría política del
Renacimiento.
� El inicio de la Modernidad es también el comienzo del Derecho Internacional. El
descubrimiento de nuevas tierras contenía nuevos hombres cuyo estatus conceptual y
jurídico había que definir.
� Francisco de Vitoria (1485-1546): El padre Vitoria, dominico, nacido en Burgos, reside
en Paris entre 1508 y 1522 años claves para su formación. Se planteó el derecho de
España a conquistar las Indias.
� Dice que hay una “ley natural” derivada de Dios, que concede el derecho de libertad y
soberanía a todos los Estados y a las Indias entre éstos. España no podía apropiarse del
Nuevo Mundo por derecho de conquista, pero le reconocía en cambio, el derecho de
comerciar y de propagar el evangelio.
� Solamente la resistencia de los indígenas legitimaría el uso de las armas y la conquista
española.
� Otros autores intentaban regular no sólo las relaciones entre Estados, sino también las
bases legales de la guerra, y encontrar una institución superior que sustituyera la caduca
autoridad papal. Así por ejemplo, en el siglo XV el rey de Bohemia, Jorge Podiebrad,
tuvo la idea de crear un Consejo de Naciones cuyo presidente sería el rey de Francia, pero
la idea no prosperó porque Europa no estaba madura para creaciones políticas abstractas.
2.Los siglos XV y XVI: la teoría política del
Renacimiento.
� Utopías políticas: Tomás Moro: El estado es la expresión de los intereses de la
clase dominante.
� En su obra Utopía (1516), propugna una sociedad diferente en la que se ha
alcanzado la felicidad renunciando a los valores más codiciados por el Hombre del
Renacimiento: la propiedad, el dinero y el ejército.
� Era una sociedad basada en un régimen comunista, el Estado se reduce a la
administración y a la dirección de la economía, y todos los magistrados son
elegidos. Nadie es rico en Utopía, pero a nadie le falta nada. Las discrepancias
religiosas se evitan con una prudente tolerancia y aunque la familia forma el
engranaje de la sociedad, se admite el divorcio.
� Tomás Moro preconiza un sueño irrealizable, hacer compatible el bien de todos sin
sacrificio considerable de la integridad física y espiritual del individuo.
� Campanella: En su Ciudad del Sol concibe una sociedad en la que todos trabajan
de acuerdo a un sistema de división del trabajo, racionalmente establecido según
las distintas capacidades de cada uno. Era una sociedad dirigida por los sabios, y al
frente, el príncipe-sacerdote supremo.
2.Los siglos XV y XVI: la teoría política del
Renacimiento.

� El pensamiento político de la Reforma: Lutero: La reforma protestante


identificó las funciones del Estado con la defensa de la religión. El
luteranismo recurre a la alianza de los príncipes para luchar contra Roma y
las sectas disidentes.
� Su ideal presupone la supresión del Estado eclesiástico y la ampliación del
poder temporal. Consolidó el poder de los príncipes y el obligatorio
acatamiento de los fieles a la autoridad temporal.
� Calvino: Situaba a la iglesia por encima del gobierno temporal y sostiene
que la principal misión del Estado es encaminar a los hombres hacia la
Salvación.
� Estado como instrumento de la fe. Sostenía que la autoridad temporal debía
ser respetada por estar legitimada por dios.
2.Los siglos XV y XVI: la teoría política del
Renacimiento.

� La religión para los reyes significó un asunto de Estado, debido a que


las iglesias disponían de extensos dominios sobre los que los monarcas
querían controlar.
� Así la religión estaba sometida a los designios políticos del gobierno.
Por ello la disidencia religiosa era a la vez un problema político.
� Se dibujan dos vertientes del pensamiento político:
� La idea del origen divino del poder real, junto a la exigencia de una
obediencia pasiva por parte del súbdito.
� La noción de que el poder del monarca deriva del pueblo, y es
legítima la resistencia popular si el monarca, por sus actos, se
transforma en tirano.
2.Los siglos XV y XVI: la teoría política del
Renacimiento.

� Conflictos en toda Europa: En Escocia, John Knox presbiteriano,


sostuvo que sobre todos los hombres pesa la responsabilidad de que se
enseñe la verdadera religión, por lo tanto la resistencia a un poder
herético es legítima y constituye un deber de todo cristiano.
� En Inglaterra los calvinistas desarrollan teorías que no sólo justifican la
sublevación, sino la instauración de la república, e incluso la igualdad
social y económica.
� En Francia los hugonotes reivindicaron los particularismos y libertades
emanadas de la tradición feudal del reino y se difundió una teoría
constitucional que señalaba la limitación del poder monárquico por la
tradición y la costumbre. Así Francisco Hotman recurre a la historia de
Francia para demostrar que nunca había sido una monarquía absoluta.
2.Los siglos XV y XVI: la teoría política del
Renacimiento.

� Antiabsolutismo dentro de la iglesia: Roberto Belarmino: Sostiene


que si el campo de lo temporal pertenece al rey, éste no puede exigir a
sus súbditos una obediencia absoluta, puesto que en lo espiritual el
Papa tiene preeminen-cia.
� El Papa recibe el poder directamente de Dios y tiene derecho, en materia
espiritual, a dictar normas a la autoridad temporal.
� Se admite la posibilidad de que el Papa pueda destituir a un monarca
hereje y autorizar a sus súbditos a ejercer una legítima resistencia
política.
� Padre Mariana: Elaboró tesis limitativas del poder real apoyándose en
las ideas liberales de libertades y representación popular.
� El poder del rey derivaba del pueblo y la existencia del Estado tiene
como finalidad atender las necesidades de los hombres.
3.El siglo XVII: Derecho natural y absolutismo.

� A partir del siglo XVI toman impulso las teorías del Derecho Natural.
� La noción del Derecho Natural no es nueva. Hay antecedentes en la
antigüedad clásica. Las corrientes del pensamiento cristiano tomaron
esta idea subordinándola al derecho divino. Así el Derecho Natural sería
el resultado de la voluntad de Dios.
� En el siglo XVII la concepción del Derecho Natural es laica, se
explica el origen del Estado al margen de la teología, aunque el cambio
fue lento.
� El Derecho Natural es concebido como un conjunto de normas
esenciales, acordes con la razón. Dichas normas son por sí mismas
evidentes y en ellas se basa la posibilidad de toda convivencia humana.
Son universales e inherentes a la propia naturaleza de los hombres.
3.El siglo XVII: Derecho natural y absolutismo.

� El hombre tiende a la sociabilidad como necesidad, y el Derecho


Natural consiste en aquellas normas que la hacen posible.
� Los avances del hombre en el conocimiento, los cambios económicos, el
surgimiento del capitalismo, el desarrollo del comercio de Ultramar
provocan nuevas necesidades y hábitos, tanto a nivel de Estados como
de individuos
� El derecho positivo tradicional es insuficiente. Por ello se apela al
Derecho Natural para regular las relaciones internacionales, el comercio,
la colonización de las nuevas tierras y la actividad bélica.
� Sirvió para justificar un nuevo enfoque del mundo, del Estado y de la
vida política.
3.El siglo XVII: Derecho natural y absolutismo.

� Ámbito del derecho internacional: Hugo Grocio: Plantea la necesidad


de que el derecho regule las relaciones entre Estados soberanos y
para ello recurre al Derecho Natural, al que define como un dictado de la
recta razón, que establece la cualidad buena o mala de las acciones
humanas.
� Los dos puntos más interesantes que desarrolló tratan de las relaciones
internacionales y de la legitimidad de la guerra.
� Sostuvo que el mar ha de ser libre, pues es un camino necesario para las
relaciones y los intercambios entre Estados.
� Pensó que sería inútil prohibir las guerras, por lo que consideró más
positivo influir en que su proceso se humanizara. Elaboró unas normas a
las que las naciones beligerantes deberían someterse; en especial las que
garantizan la vida, el respeto a la población civil y a los Estados neutros.
3.El siglo XVII: Derecho natural y absolutismo.

� Sully: Diseñó un consejo general europeo formado por delegados de


los estados, que se reuniría en una ciudad alemana. No considera lícita la
guerra entre cristianos (católicos, luteranos y calvinistas), sólo se
autorizaba la llevada a cabo contra los turcos otomanos
� Con ello se truncaba la posibilidad de que cualquier Estado quisiera
hacerse con la hegemonía continental.
� Enreric Crucé: Consideró la necesidad de una alianza mundial
orientada a facilitar las relaciones económicas.
� Su proyecto presentaba dos novedades:
� Que en la liga participaran países paganos y cristianos.
� La prohibición absoluta de la guerra, para la que no admite
justificación.
3.El siglo XVII: Derecho natural y absolutismo.

� Teóricos del absolutismo: Bossuet (Bíblico): Obispo y durante años


preceptor del futuro Luis XIV. Afirma que los reyes reciben el poder
directamente de Dios y lo transmiten por sucesión (consentida
tácitamente por el pueblo)
� Por lo tanto son ministros del Creador en la Tierra y no pueden
compartir esa autoridad con nadie.
� Son la fuente de todo derecho, y sólo ante Dios están obligados a rendir
cuentas. Como Príncipes cristianos deben procurar el bien de los
súbditos, por lo que su autoridad debe ser al mismo tiempo paternal y
totalitaria
� Es un absolutismo por tanto, frenado por una norma moral: la de que el
Estado ha de estar sometido a la razón. Pero como la persona del
monarca ha sido consagrada sería un sacrilegio atacarla, de modo que
resulta obligatorio acatar, incluso a un soberano impío.
3.El siglo XVII: Derecho natural y absolutismo.

� Tomás Hobbes (racionalismo): Es el más importante teorizador del absolutismo


� Vivió las convulsiones políticas de su país, Inglaterra en el siglo XVII. Su pensamiento es ateo,
pesimista y anticatólico. A nivel político destacan en él dos ideas básicas: individualismo y
contrato.
� Cree que la igualdad física y mental de todos los hombres les mueve a desear lo mismo y a
encontrarse en perpetuo Estado de guerra. En este plan la humanidad se destruiría rápidamente, sino
fuera por su propio instinto de conservación.
� Por temor a la muerte, los hombres se asocian y delegan sus derechos en uno de ellos, al que
revisten de autoridad absoluta.
� Así destaca la idea de que el soberano sale de los individuos. El contrato lo hacen éstos entre sí, en
plan de igualdad, sin reconocer de antemano a nadie como persona superior. El Estado, por lo tanto,
no es un fin en sí mismo, ha sido creado exclusivamente para servir al individuo y el mejor modo de
servirlo es mantener el orden.
� Así una vez constituido el Estado, al que llama Leviathan, (como su principal obra, 1651), no puede
ser impugnado aunque actúe despóticamente, ya que la anarquía sería peor que cualquier otro mal.
� Hobbes admite un caso en que se justifica la resistencia: el de que el Estado, creado para proteger a
cada individuo, atente contra la vida humana. Para él lo importante es el Estado Absoluto, no la
institución que lo represente.
3.El siglo XVII: Derecho natural y absolutismo.

� Defensores del Parlamentarismo: Jhon Locke: En el siglo XVII se


consolida la hegemonía espiritual, económica y cultural del ámbito
atlántico sobre el Mediterráneo
� Inglaterra se anticipa al continente y en 1688 tras deponer a Jacobo II
ofrecen la corona a Guillermo de Orange, que encarnaba los ideales
políticos y religiosos del parlamento británico
� En 1690 apareció la obra de Jhon Locke: Los dos tratados de gobierno.
En ella Locke pretendía justificar al pueblo de Inglaterra ante el mundo y
decía que su rebelión había tenido como causa la defensa de los derechos
naturales del individuo.
� Parte de las leyes de la Naturaleza, prescindiendo de cualquier vinculación
religiosa. Sus argumentos se basan en un contrato originario, pero al
contrario que Hobbes, afir-ma que los hombres en estado natural no se
aniquilan entre si, sino que actúan al dicta-do de una ley natural y guiados
por la razón.
3.El siglo XVII: Derecho natural y absolutismo.

� Pero si no hay una autoridad superior que lleve el control, los


hombres pueden equivocarse y perjudicar a sus semejantes, que no se
hallan protegidos frente al más fuerte. Por ello deciden asociarse
libremente por medio de un contrato establecido.
� Los poderes del Estado deben estar separados: el legislativo, el
ejecutivo y el judicial.
� Pero si el Estado no sirve a los intereses de la sociedad, ésta no tiene
porqué obedecerle. Así admite el derecho a la rebelión, al contrario
que Hobbes (veía en ella el origen de todos lo males), aunque
aconseja a los ciudadanos que no lo hagan.
� La influencia de Locke es extraordinaria, sobre todo en la
constitución americana y en autores como Montesquieu, que en el
siglo XVIII desarrolló su tesis de la división de poderes.
4.El siglo XVIII: el pensamiento político ilustrado.

� Durante el siglo XVIII la teoría política tuvo su centro en Francia.


� A partir de 1685 la política del Rey Sol decae: tiene en contra a toda Europa, están al borde de la
bancarrota, lo que le obliga a una mayor opresión fiscal, que provoca la miseria
� Esta situación orienta a los filósofos franceses hacia la teoría política y social, publicando teorías
de gobierno, antiguos modos de gobierno...
� A partir de 1750 estos temas fueron obsesivos, los críticos de la monarquía absoluta miraban el
modelo inglés. Voltaire y Montesquieu residen en Inglaterra y la filosofía de Locke se convierte
en el fundamento de la ilustración francesa, pero perdiendo el carácter tradicional y conservador
que tenía la inglesa.
� Pero existían otros elementos: La sociedad francesa estaba profundamente jerarquizada. El clero
poseía la quinta parte de Francia; La burguesía consideraba al clero y a la nobleza como parásitos
protegidos por privilegios sociales que gozaban de exenciones en las cargas impositivas; La
burguesía era urbana, propietaria de casi todo el capital y el principal acreedor del Estado.
� Por todo ello en el pensamiento político francés había una conciencia de clase y una conciencia
de explotación que hizo de la Revolución Francesa una revolución social, mientras que la inglesa
fue esencialmente política.
4.El siglo XVIII: el pensamiento político ilustrado.

� Postulados de la Ilustración: La importancia de la razón, no sólo como un método para alcanzar el


conocimiento científico, sino la norma que debe guiar toda acción moral y social
� La idea de progreso. Mientras la cultura tradicional establecía que la sociedad era inmutable, que sólo
se podía cambiar por la voluntad de Dios, los ilustrados defendían la idea de que la sociedad podía
avanzar hacia una mayor felicidad, riqueza y justicia.
� Se destaca el respeto por la naturaleza, por lo natural abarcado por la razón; religión natural, derecho
natural, razón humana, conciencia libre.. Ideas derivadas del racionalismo y del naturalismo, en
oposición a lo sobrenatural y tradicional.
� Tolerancia religiosa, la idea de que se podía convivir en un mismo país aunque se tuviesen creencias
diferentes
� Propugnan la “utilidad” entendiendo lo útil como aquello que proporciona placer y bienestar
� Estos principios representaron una absoluta novedad y constituyeron la base de las críticas contra la
sociedad del Antiguo Régimen. Influyeron en los gobernantes que pretendieron aplicar determinados
postulados en el terreno del progreso económico, la educación o las mejoras en las condiciones de vida.
Lo que dará lugar a una experiencia política reformista que es el “Desporismo Ilustrado”.
4.El siglo XVIII: el pensamiento político ilustrado.

� El Despotismo ilustrado: Fórmula política que consiste en utilizar el poder de la monarquía


absoluta para llevar a cabo el programa renovador de la Ilustración
� Cuando los monarcas vieron que las reformas no daban el resultado inmediato o que provocaban
el quebrantamiento de su autoridad, renunciaron a todo método ilustrado.
� Montesquieu: Expone sus ideas en tres obras: Cartas persas (Crítica de las ideas y defectos
sociales de su época); Consideraciones sobre la grandeza y decadencia de los romanos; El
espíritu de las Leyes (1748). (considerada la más importante)
� Consideraba que eran absurdas las leyes impuestas a la fuerza y que las leyes eran resultantes de
la misma naturaleza de las cosas.
� Su doctrina era relativista y determinista. Relativista porque no muestra una forma de gobierno
perfecta, sino adaptable a las necesidades naturales de una nación. Determinista porque dadas
estas condiciones naturales, los hombres se hallan forzados a admitir determinados gobiernos.
� Todas las formas de gobierno eran buenas si resultaban convenientes, aunque aconsejaba imitar
el sistema inglés basado en el “equilibrio de poderes”. El estado perfecto será aquel en que los
tres poderes se hallen separados.
4.El siglo XVIII: el pensamiento político ilustrado.

� Voltaire: Por gobierno ilustrado entendía un gobierno que luchase contra la pereza y la
estupidez, que mantuviera al clero en una posición subordinada, que autorizase la libertad
de pensamiento, de religión y que impulsase la causa del progreso material y técnico.
� Voltaire habla de libertades más civiles que políticas, y no cree en la igualdad a la que
considera natural, pero quimérica.
� J.J. Rousseau: Sus ideas políticas aparecen en sus obras: Discurso sobre el origen y la
desigualdad; El contrato social.
� El contrato de Rousseau es un contrato del individuo con la comunidad. Cada ciudadano
renuncia voluntariamente a su independencia a favor del Estado y éste, constituido por la
voluntad general, goza de un poder absoluto.
� La razón siempre la tiene la mayoría. En realidad es quien crea el concepto de
“Totalitarismo democrático”, concepto que influyó mucho en la Revolución Francesa
durante el periodo Jacobino de la Convención.
� El contrato social garantiza a la vez la libertad (obediencia a las leyes para él) y la igualdad
(todos los asociados tienen iguales derechos)
4.El siglo XVIII: el pensamiento político ilustrado.

� La Enciclopedia: Muchas de las ideas de los filósofos se recogen en la


Enciclopedia, el mejor documento sobre las ideas de la burguesía
francesa del siglo XVIII.
� Sus impulsores fueron Diderot y D’Alembert
� La Enciclopedia trataba de dar soluciones a los problemas de la sociedad
de su tiempo. Su contenido es variado. Liberal, monarquizante,
anticlerical y opuesta a los abusos de la monarquía absoluta.
� Toda la doctrina del Utilitarismo está en el germen de la obra que
subordina la política a la economía.
� La libertad es según ella, libertad económica.

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