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OBLIGACIONES

EN EL DERECHO
ROMANO

PABLO CRESPO MORALES


PABLO
Introducción
El derecho romano es uno de los sistemas jurídicos más antiguos del mundo. Sus
principios y normas aún son usadas en muchos países, incluso en la actualidad. El sistema
jurídico romano se basó en el concepto de las obligaciones, que son las deudas o
promesas que se hacen entre personas. Estas obligaciones estaban reguladas por los
principios y normas del derecho romano, lo que significa que todos los contratos y
acuerdos debían ser acatados por los implicados. El presente trabajo explicará el concepto
y evolución histórica, los elementos y clasificación, los efectos de las obligaciones, los
modos de extinción ipso jure y ope exceptionis, así como concluirá con una reflexión
acerca de la importancia de las obligaciones en el derecho romano.

Concepto y evolución histórica


Las obligaciones en el derecho romano tuvieron una larga evolución a lo largo de los
siglos. En la época de la República romana, las obligaciones se regulaban por el derecho
civil, que era el derecho aplicable a la ciudadanía romana. Estas obligaciones se basaban
en la ley de los doce tablas, que formaron el marco básico del derecho romano. Esta ley se
promulgó en el año 450 a.C. y regulaba el derecho privado de los romanos, lo que significa
que establecía los derechos y deberes de los ciudadanos.

Durante el Imperio Romano, se desarrollaron nuevas obligaciones para diferentes ámbitos


como la familia, los contratos y el derecho penal. Estas obligaciones se basaban en el
principio de la responsabilidad civil, el cual exigía que los ciudadanos tomaran
responsabilidad por cualquier daño causado a otra persona o bien. Estas obligaciones se
regulaban por el derecho de Justiniano, que fue promulgado en el año 534 d.C. y
establecía los principios básicos de las obligaciones y responsabilidad civil en el derecho
romano.

Elementos y clasificación
Las obligaciones en el derecho romano se componen de tres elementos principales, a
saber: la prestación, el deudor y el acreedor. La prestación es la acción o entrega que el
deudor debe realizar al acreedor. Esta prestación puede ser un pago en dinero, una
entrega de bienes o cualquier otra acción que el deudor tenga que realizar. El deudor es la
persona que tiene la obligación de realizar la prestación. Por último, el acreedor es la
persona a quien se le debe la prestación.

Las obligaciones en el derecho romano se pueden clasificar en tres tipos principales:


obligaciones naturales, obligaciones civiles y obligaciones cuasi-contratuales. Las
obligaciones naturales son aquellas que surgen de las leyes naturales, como el deber de
los padres de cuidar de sus hijos. Las obligaciones civiles son aquellas que surgen de los
contratos entre dos personas. Por último, las obligaciones cuasi-contratuales son aquellas
que surgen del incumplimiento de los deberes de una persona en relación con otra, como
el deber de pagar una deuda.

Efectos de las obligaciones


Las obligaciones en el derecho romano tienen diversos efectos. En primer lugar,
establecen una relación legal entre el deudor y el acreedor, lo que significa que ambas
partes están obligadas a cumplir con sus respectivas obligaciones. En segundo lugar, las
obligaciones también establecen los derechos de los acreedores para exigir el
cumplimiento de la prestación. Esto significa que los acreedores tienen el derecho de
demandar judicialmente al deudor si éste no cumple con su obligación. Por último, las
obligaciones también establecen los derechos de los deudores para exigir el cumplimiento
de la prestación por parte del acreedor. Esto significa que los deudores tienen el derecho
de demandar judicialmente al acreedor si éste no cumple con su obligación.

Extinción de las obligaciones


Las obligaciones en el derecho romano pueden extinguirse de dos formas principales: ipso
jure y ope exceptionis. La extinción ipso jure se produce cuando el deudor cumple con su
obligación, mientras que la extinción ope exceptionis se produce cuando el acreedor
renuncia a su derecho de exigir el cumplimiento de la prestación.

Modos de extinción ipso jure


Los modos de extinción ipso jure son aquellos en los que el deudor cumple con su
obligación. Estos modos incluyen el cumplimiento de la prestación, el pago de una
indemnización, el perdón del acreedor, la prescripción de la deuda y la compensación. El
cumplimiento de la prestación se produce cuando el deudor cumple con su obligación,
mientras que el pago de una indemnización se produce cuando el deudor paga una
cantidad en dinero para compensar al acreedor por el incumplimiento de la obligación. El
perdón del acreedor se produce cuando el acreedor renuncia a su derecho de exigir el
cumplimiento de la prestación. La prescripción de la deuda se produce cuando el deudor
demuestra que la deuda ha prescrito, mientras que la compensación se produce cuando el
deudor compensa al acreedor con una cantidad igual a lo que se le debe.

Modos de extinción ope exceptionis


Los modos de extinción ope exceptionis son aquellos en los que el acreedor renuncia a su
derecho de exigir el cumplimiento de la obligación. Estos modos incluyen el novación, la
confusión, la remisión y la renuncia. La novación se produce cuando el acreedor renuncia
a su derecho a exigir el cumplimiento de la obligación y transfiere ese derecho a un
tercero. La confusión se produce cuando el deudor y el acreedor se fusionan en una sola
persona, lo que significa que el deudor ya no tiene la obligación de realizar la prestación.
La remisión se produce cuando el acreedor renuncia a su derecho de exigir el
cumplimiento de la prestación, mientras que la renuncia se produce cuando el acreedor
renuncia a su derecho de exigir el cumplimiento de la prestación por completo.

Conclusión
Las obligaciones en el derecho romano tienen una larga y antigua historia. Estas
obligaciones se componen de tres elementos principales, a saber: la prestación, el deudor
y el acreedor. Las obligaciones en el derecho romano también tienen diversos efectos,
como el establecimiento de la relación legal entre el deudor y el acreedor, así como los
derechos para exigir el cumplimiento de la prestación. Estas obligaciones también pueden
extinguirse de dos formas principales: ipso jure y ope exceptionis.
En conclusión, las obligaciones en el derecho romano han desempeñado un papel
importante en el desarrollo de la ley y en la vida de los ciudadanos romanos. Estas
obligaciones establecen los derechos y deberes de los ciudadanos en relación con la
propiedad, los contratos y la responsabilidad civil. Estas obligaciones también establecen
los derechos de los ciudadanos para exigir el cumplimiento de las obligaciones, lo que
significa que pueden demandar judicialmente si alguna de las partes no cumple con sus
obligaciones. Por lo tanto, las obligaciones en el derecho romano han sido una parte
importante del sistema jurídico romano y siguen siendo una parte importante del derecho
moderno.

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