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UNIVERSIDAD NACIONAL DANIEL ALCIDES CARRIÓN

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS


E. F. P. AGRONOMÍA
FILIAL LA MERCED

VII
LA MERCED – CHANCHAMAYO
2021
CLIMA EN EL CULTIVO DE PALMITO

Está adaptado a un gran rango


de condiciones ecológicas.
Desarrolla con buenos
resultados en zonas con
altitudes desde el nivel del mar
hasta los 1,200 m en el Perú y
Ecuador. De manera natural se
encuentra con mayor frecuencia
en zonas con lluvia entre los
1,500 y 6,000 mm/año.
SUELOS EN EL CULTIVO DE PALMITO

Algunas de las características de los suelos en los que se tiene mejor desarrollo, son las
siguientes:
•Profundidad efectiva. Se recomienda suelos con profundidad efectiva mayor que 50
cm y sin problema de mal drenaje.
•Textura. Suelos de textura franco arenosa a franco arcillosa, con buen drenaje.
•Reacción del suelo. Crece mejor en suelos con pH entre 5.0 y 7.2
•Materia orgánica. Crece mejor en suelos con más de 2% de materia orgánica.
•Fósforo disponible. Se cultiva en suelos con niveles muy bajos en fósforo disponible.
•Potasio disponible. Debe ser mayor que 0.15 meq/100 g de suelo.
•Calcio y magnesio disponible. Aún cuando no existen estudios para determinar sus
niveles óptimos o por lo menos los niveles críticos en el suelo, se sugiere que en los
suelos ácidos el contenido de calcio y de magnesio intercambiable no debe ser menor de
2.50 y 0.25 meq/100 g de suelo, respectivamente.
•Saturación con aluminio. Tolera bien los suelos con alto nivel de saturación con
aluminio, siempre y cuando exista un adecuado contenido de calcio y magnesio
intercambiable, así como de fósforo y potasio disponible.
SUELOS EN EL CULTIVO DE PALMITO

Las principales limitantes ecológicas para el


desarrollo del pijuayo son los siguientes:
•Drenaje del suelo, ya que el pijuayo no tolera
suelos con mal drenaje.
•Distribución de las lluvias. Factor relacionado a
las condiciones del suelo. Lluvias deficientes por
tres meses, unidas a suelos arenosos, limitarán
fuertemente el desarrollo. Por otro lado, lluvias
excesivas, unidas a suelos arcillosos de drenaje
deficiente, puede producir la muerte de plantas.
•Fertilidad del suelo. El crecimiento será mejor en
suelos de mayor fertilidad y con menos de 50% de
saturación con aluminio.
VARIEDADES DE PALMITO

Las plantaciones comerciales de palmito no tienen variedad definida, la semilla se obtiene de


diversos lugares del país y por el tipo de polinización la variabilidad genética es alta. Sin embargo
existe una variedad conocida como Diamantes 10 (sin espinas) con rendimientos superiores y con
un valor agregado, la ausencia de espinas facilita el manejo y disminuye los accidentes
VARIEDADES DE PALMITO

Una variedad que sea adecuada para la producción de palmito debe tener un tallo largo y de buen
diámetro. Otras características deseables son precocidad de cosecha, tolerancia a plagas y
enfermedades, adaptación a climas lluviosos y a suelos ácidos de baja fertilidad y ausencia de
espinas en el tallo.
El Perú es uno de los principales países productores de semilla para las siembras en la Amazonía,
resultado de la alta disponibilidad y variabilidad en razas de pijuayo, especialmente la existencia de
poblaciones de plantas sin espinas en el tallo.
Sin embargo, esta preferencia por la siembra de semillas de pijuayo sin espinas, conocidas como
"tipo Yurimaguas", podría tener alguna de las siguientes limitaciones:
•Las plantas de los tipos sin espinas tienen una menor capacidad de macollamiento y menor
anclaje.
•Los tipos sin espina requieren 7% más de tallos para producir el mismo número de latas de
palmito que los tipos con espina..
•Mayor suavidad del tallo. Lo cual, si bien da mayor facilidad de cosecha, también hace a la planta
más susceptible al ataque de los insectos.
Este es el caso del palmito euterpes, un género silvestre muy difundido en el Brasil. Esto no sucede con
especies cultivadas como la bactris gasipaes (conocida en el Ecuador como “chonta duro” y en Costa Rica
como “pejibaye”).
las tres especies que se listan a continuación como las más comunes:
a) E edulis: Debe ser sembrada y permanecer bajo sombra leve a moderada de tres a cinco años. La
planta de esta especie sufre de un nivel alto de mortalidad durante la etapa de formación del cultivo. En
plantaciones de alta densidad (6.666 a 10.000 plantas/ha) la producción es excelente, pero los
corazones de palmito son pequeños (200 a 250 g.). Inversamente, en plantaciones de menor densidad, la
producción es menor pero los corazones de palmito son más grandes (600 g.). La cosecha inicia de 6 a 8
años después de sembrada la planta y debido a que estas palmas sólo tienen un tallo, la
plantación debe ser resembrada en su totalidad. La productividad de los cultivos que combinan plantas de
distintas edades es, en el mejor de los casos, apenas la mitad de aquélla de un cultivo de baja densidad.

b) E oleracea: Crece más rápidamente que E edulis, pues alcanza el tamaño de cosecha entre 4 y 6 años
después de sembrada la planta, tanto en su ecosistema natural como bajo condiciones artificiales de
cultivo. Esta especie debe ser sembrada bajo una sombra leve, que puede ser eliminada después de
un año. En comparación con E edulis, la mortalidad de la planta durante la formación del cultivo es baja
en tierras húmedas y alta en las tierras de la
meseta amazónica. Su productividad es similar a la de E edulis y muestra similares tendencias respecto de la
densidad. Debido a que es una palma de tipo "caespitose", cada grupo de plantas produce otro tallo de palmito
después de 18 a 24 meses de sembrada la planta, permitiendo que la producción sea continua. Se estima que
después de la primera cosecha, la productividad de una hectárea de E oleracea es 1.4 veces mayor.

c) Pejibaye o Chonta Duro: Esta variedad puede ser sembrada bajo pleno sol y necesita una sombra leve
durante el período de desarrollo de la plántula. Si se la maneja bien, no sufre de un alto nivel de mortalidad
durante los primeros años de vida. Bajo condiciones agrícolas similares a las de su ecosistema
natural, la palma crece rápidamente y responde positivamente a la aplicación de fertilizantes y otros insumos, y
alcanza el tamaño ideal para la cosecha de 18 a 30 meses después de sembrada la planta. Al igual que E
oleracea, el pejibaye o chonta duro es una caespitose que se presta para la producción continua. Cada grupo
de plantas produce un nuevo corazón de palmito cada 9 a 15 meses. En Costa Rica, la producción de esta
variedad se duplica después de la primera cosecha.
SELECCIÓN DE SEMILLAS

El pijuayo es una especie que se puede propagar


agronómicamente por la vía sexual y por la vía asexual.
La vía sexual utiliza las semillas botánicas contenidas
en los frutos, mientras que la asexual emplea los
hijuelos de las cepas. La forma más común y más fácil
es la utilización de semillas botánicas.
Las plantas de donde se obtengan las semillas deben
ser sanas, vigorosas, con buena productividad de frutos
(si el uso de la plantación será para frutos) o de tallos y
de palmito (si se sembrará para la producción de
palmito).
En el caso de la siembra para producción de fruto se
requiere de 278 a 400 plantas/ha, mientras que en la
siembra para palmito se requiere de 4,444 a 5,000
plantas/ha.
SELECCIÓN DE SEMILLAS

El fruto maduro y fresco se despulpa y esta semilla se lava para luego secarla
a la sombra. Las semilla seca la desinfectan y la colocan en un saco o
recipiente donde se le agrega un fungicida protector como el captan,
clorotalonil, mancozeb o benomil y se revuelve hasta que adquiera una ligera
película color del fungicida usado.
SISTEMA Y METODO DE SIEMBRA

En el caso del cultivo de pijuayo para palmito el


distanciamiento recomendado era de 1.5 x 1.5 m
para suelos de buena fertilidad y de 2.0 x 1.5 m para
suelos de baja fertilidad, o el distanciamiento de 2.0
x 1.25 m, con 4,000 plantas/ha. Las experiencias
que se están obteniendo con experimentos
instalados en la Amazonía en los últimos años
indican que probablemente los mejores
distanciamientos sean el de 2 m entre filas y 1 m
entre plantas con una densidad de 5,000 matas/ha,
pudiendo el distanciamiento reducirse a 1.5 m entre
filas y aumentar a 1.5 m entre plantas con una
densidad de 4,444 matas por ha.
COSTO DE PRODUCCIÓN

Se presenta un
estimado de costo
de producción para
una hectárea en la
localidad de
Pucallpa, Perú, zona
con 1,700 mm
anuales de lluvia
MANEJO DEL CULTIVO

• Drenaje. Las áreas con mal drenaje o aquellas que en época de lluvia no
drenen adecuadamente deben evitarse para sembrar pijuayo
• Combate de malezas. Los deshierbos deben ser efectuados teniendo
cuidado de no dañar las raíces superficiales, ni de formar depresiones en
las que se acumule agua alrededor del tallo. En lo posible se debe
acumular tierra alrededor del tallo, lo cual contribuye a un mejor desarrollo
radical y mejor sustento de la planta. En sistemas en monocultivo sin
cultivos asociados el uso de herbicidas debe ser evaluado
cuidadosamente. En Costa Rica se utilizan herbicidas premergentes como
la terbutilazina, el oxiflurofen o el diuron, o post emergentes como el
glifosato o el paraquat, evitando que el producto químico alcance a la
planta de pijuayo
MANEJO DEL CULTIVO

• Raleos y podas. Existen dos tendencias en relación al raleo del pijuayo


cultivado para palmito. La primera es manejar la plantación con el número de
hijuelos que emerjan naturalmente de cada cepa, un promedio de cuatro
hijuelos (rango 1 a 6) de diferentes edades y tamaño (tamaño mayor que 30
cm). La segunda posibilidad es manejar las plantaciones controlando el
número de hijuelos (pueden ser dos, tres o cuatro), lo cual implica un mayor
costo
• Fertilización. Requerimientos nutricionales (kg//año) para palmito
BIBLIOGRAFIA

• -Pérez, J. M., L. Z. Szott y L. A. Arévalo. 1993a. Pijuayo con cobertura de


leguminosas. pp:309-322. En: J. Mora-Urpí et al. (eds). IV Congreso
internacional sobre biología, agronomía e industrialización del pijuayo.
Editorial de la Universidad de Costa Rica, San José. Costa Rica.
• CIPRONA. 1986. Usos industriales del pijuayo (Bactris gasipaes). Reporte
de Investigación del Centro de Investigaciones de Productos Naturales.
Univ. de Costa Rica. San José.
• Collazos, C., P. L. White, H. S. White et al. 1975. La composición de los
alimentos peruanos. Instituto de Nutrición. Minist. de Salud. Lima. 35 p.
• López, A. y H. Sancho. 1990. Observaciones sobre la distribución radical
del pijuayo (Bactris gasipaes Kunth.) para palmito en un Andosol. Asbana.
Revista de la Asociación Bananera Nacional (Costa Rica). 14(34):9-15.
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