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VII
LA MERCED – CHANCHAMAYO
2021
CLIMA EN EL CULTIVO DE PALMITO
Algunas de las características de los suelos en los que se tiene mejor desarrollo, son las
siguientes:
•Profundidad efectiva. Se recomienda suelos con profundidad efectiva mayor que 50
cm y sin problema de mal drenaje.
•Textura. Suelos de textura franco arenosa a franco arcillosa, con buen drenaje.
•Reacción del suelo. Crece mejor en suelos con pH entre 5.0 y 7.2
•Materia orgánica. Crece mejor en suelos con más de 2% de materia orgánica.
•Fósforo disponible. Se cultiva en suelos con niveles muy bajos en fósforo disponible.
•Potasio disponible. Debe ser mayor que 0.15 meq/100 g de suelo.
•Calcio y magnesio disponible. Aún cuando no existen estudios para determinar sus
niveles óptimos o por lo menos los niveles críticos en el suelo, se sugiere que en los
suelos ácidos el contenido de calcio y de magnesio intercambiable no debe ser menor de
2.50 y 0.25 meq/100 g de suelo, respectivamente.
•Saturación con aluminio. Tolera bien los suelos con alto nivel de saturación con
aluminio, siempre y cuando exista un adecuado contenido de calcio y magnesio
intercambiable, así como de fósforo y potasio disponible.
SUELOS EN EL CULTIVO DE PALMITO
Una variedad que sea adecuada para la producción de palmito debe tener un tallo largo y de buen
diámetro. Otras características deseables son precocidad de cosecha, tolerancia a plagas y
enfermedades, adaptación a climas lluviosos y a suelos ácidos de baja fertilidad y ausencia de
espinas en el tallo.
El Perú es uno de los principales países productores de semilla para las siembras en la Amazonía,
resultado de la alta disponibilidad y variabilidad en razas de pijuayo, especialmente la existencia de
poblaciones de plantas sin espinas en el tallo.
Sin embargo, esta preferencia por la siembra de semillas de pijuayo sin espinas, conocidas como
"tipo Yurimaguas", podría tener alguna de las siguientes limitaciones:
•Las plantas de los tipos sin espinas tienen una menor capacidad de macollamiento y menor
anclaje.
•Los tipos sin espina requieren 7% más de tallos para producir el mismo número de latas de
palmito que los tipos con espina..
•Mayor suavidad del tallo. Lo cual, si bien da mayor facilidad de cosecha, también hace a la planta
más susceptible al ataque de los insectos.
Este es el caso del palmito euterpes, un género silvestre muy difundido en el Brasil. Esto no sucede con
especies cultivadas como la bactris gasipaes (conocida en el Ecuador como “chonta duro” y en Costa Rica
como “pejibaye”).
las tres especies que se listan a continuación como las más comunes:
a) E edulis: Debe ser sembrada y permanecer bajo sombra leve a moderada de tres a cinco años. La
planta de esta especie sufre de un nivel alto de mortalidad durante la etapa de formación del cultivo. En
plantaciones de alta densidad (6.666 a 10.000 plantas/ha) la producción es excelente, pero los
corazones de palmito son pequeños (200 a 250 g.). Inversamente, en plantaciones de menor densidad, la
producción es menor pero los corazones de palmito son más grandes (600 g.). La cosecha inicia de 6 a 8
años después de sembrada la planta y debido a que estas palmas sólo tienen un tallo, la
plantación debe ser resembrada en su totalidad. La productividad de los cultivos que combinan plantas de
distintas edades es, en el mejor de los casos, apenas la mitad de aquélla de un cultivo de baja densidad.
b) E oleracea: Crece más rápidamente que E edulis, pues alcanza el tamaño de cosecha entre 4 y 6 años
después de sembrada la planta, tanto en su ecosistema natural como bajo condiciones artificiales de
cultivo. Esta especie debe ser sembrada bajo una sombra leve, que puede ser eliminada después de
un año. En comparación con E edulis, la mortalidad de la planta durante la formación del cultivo es baja
en tierras húmedas y alta en las tierras de la
meseta amazónica. Su productividad es similar a la de E edulis y muestra similares tendencias respecto de la
densidad. Debido a que es una palma de tipo "caespitose", cada grupo de plantas produce otro tallo de palmito
después de 18 a 24 meses de sembrada la planta, permitiendo que la producción sea continua. Se estima que
después de la primera cosecha, la productividad de una hectárea de E oleracea es 1.4 veces mayor.
c) Pejibaye o Chonta Duro: Esta variedad puede ser sembrada bajo pleno sol y necesita una sombra leve
durante el período de desarrollo de la plántula. Si se la maneja bien, no sufre de un alto nivel de mortalidad
durante los primeros años de vida. Bajo condiciones agrícolas similares a las de su ecosistema
natural, la palma crece rápidamente y responde positivamente a la aplicación de fertilizantes y otros insumos, y
alcanza el tamaño ideal para la cosecha de 18 a 30 meses después de sembrada la planta. Al igual que E
oleracea, el pejibaye o chonta duro es una caespitose que se presta para la producción continua. Cada grupo
de plantas produce un nuevo corazón de palmito cada 9 a 15 meses. En Costa Rica, la producción de esta
variedad se duplica después de la primera cosecha.
SELECCIÓN DE SEMILLAS
El fruto maduro y fresco se despulpa y esta semilla se lava para luego secarla
a la sombra. Las semilla seca la desinfectan y la colocan en un saco o
recipiente donde se le agrega un fungicida protector como el captan,
clorotalonil, mancozeb o benomil y se revuelve hasta que adquiera una ligera
película color del fungicida usado.
SISTEMA Y METODO DE SIEMBRA
Se presenta un
estimado de costo
de producción para
una hectárea en la
localidad de
Pucallpa, Perú, zona
con 1,700 mm
anuales de lluvia
MANEJO DEL CULTIVO
• Drenaje. Las áreas con mal drenaje o aquellas que en época de lluvia no
drenen adecuadamente deben evitarse para sembrar pijuayo
• Combate de malezas. Los deshierbos deben ser efectuados teniendo
cuidado de no dañar las raíces superficiales, ni de formar depresiones en
las que se acumule agua alrededor del tallo. En lo posible se debe
acumular tierra alrededor del tallo, lo cual contribuye a un mejor desarrollo
radical y mejor sustento de la planta. En sistemas en monocultivo sin
cultivos asociados el uso de herbicidas debe ser evaluado
cuidadosamente. En Costa Rica se utilizan herbicidas premergentes como
la terbutilazina, el oxiflurofen o el diuron, o post emergentes como el
glifosato o el paraquat, evitando que el producto químico alcance a la
planta de pijuayo
MANEJO DEL CULTIVO