4pm3 13/09/16 GENERALIDADES • Su nombre se deriva de su capacidad para infectar los tejidos epiteliales y linfoides del tracto intestinal y excretarse en heces. • Resistentes a un pH ácido. • Viriones desnudos extremadamente pequeños (22 a 30 nm de diámetro) de simetría icosaédrica. Poseen un RNA positivo de cadena única y una cápside formada por 60 copias de cuatro proteínas no glucosiladas (VP1, VP2, VP3, VP4). EPIDEMIOLOGÍA • Los enterovirus tienen una distribución mundial y son comunes las infecciones asintomáticas. • Se considera que la transmisión fecal-oral directa o indirecta es la vía de propagación más común. Después de la infección, el virus persiste en la orofaringe de una a cuatro semanas y puede depurarse por heces durante 1 a 18 semanas. • Los periodos de incubación varían, pero son frecuentes los intervalos relativamente cortos (2 a 10 días). • También se pueden transmitir a través de partículas aerosolizadas y causar infecciones de vías respiratorias. PATOGÉNESIS • La unión inicial de un enterovirus a la superficie celular por lo común se lleva a cabo entre una proteína de unión en una configuración de “cañón” sobre la superficie del virión y los receptores celula. • Tras la unión al receptor, la proteína VP4 se desprende y el virión se debilita. A continuación se inyecta el genoma directamente a través de la membrana por un canal creado por la proteína VP1 en uno de los vértices del virión. El genoma se une directamente a los ribosomas • Posee una secuencia poliA (poliadenosina) en el extremo 3’ y una pequeña proteína, VPg (proteína vírica ligada al genoma), unida al extremo 5’ secuencia poliA potencia la infectividad del ARN, mientras que la VPg puede desempeñar una función clave en el empaquetamiento del genoma en la cápside y el inicio de la síntesis del ARN vírico. • Después de la replicación primaria en las células epiteliales y tejidos linfoides en los tractos respiratorio superior y gastrointestinal superior, puede presentarse la difusión virémica a otros sitios. Los órganos blanco potenciales varían según la cepa viral y su tropismo, MANIFESTACIONES ENTEROVIRUS NO POLIO • Son responsables de un gran número de enfermedades muy frecuentes en niños y en recién nacidos con una gran variabilidad de cuadros clínicos. • manifestaciones clínicas más frecuentes son: • 1. Tracto respiratorio: resfrío común, faringitis, herpangina, estomatitis, neumonía y pleurodinia. • 2. Tracto gastrointestinal: vómitos y diarrea, dolor abdominal y hepatitis. • 3. Ojo: conjuntivitis aguda hemorrágica. • 4. Corazón: miocardio-pericarditis • 5. Piel: exantema • 6. Neurológicas: meningitis aséptica, encefalitis y parálisis. DX • Analítica de LCR. El LCR carece de neutrófilos, y la glucorraquia acostumbra a ser normal o ligeramente reducida. La proteorraquia del LCR es normal o ligeramente elevada. • Cultivo. los echovirus se pueden aislar de la faringe y de las heces durante la infección, y frecuentemente del LCR de pacientes aquejados de meningitis. • Neutralización, inmunofluorescencia, análisis de inmunoadsorción ligada a enzimas o la reacción en cadena de la polimerasa-transcriptasa inversa (RT-PCR) para la detección de ARN vírico. • Detección de la inmunoglobulina M DX • Los hallazgos histopatológicos incluyen necrosis celular e infiltrados inflamatorios de células mononucleares; • Se piensa que el daño hístico inicial puede deberse al ciclo lítico de la replicación viral; luego puede presentarse una propagación secundaria a otros sitios. TX • Existe un fármaco antiviral, plecoranil, el cual contienen un grupo 3- metilisoxazol que se une a la base de este cañón y altera su conformación para impedir que el virus se desprenda de su cápside. PREVENCIÓN • Se recomienda la adecuada eliminación de las heces y una higiene personal meticulosa, las medidas habituales de cuarentena o aislamiento son relativamente ineficaces para controlar el contagio de los enterovirus a la familia o comunidad. • No existen vacunas contra los virus Coxsackie o echovirus. Es probable que la transmisión de estos virus se pudiera reducir mediante la mejora de las medidas higiénicas y las condiciones de vida. Los enterovirus son resistentes a la mayoría de los desinfectantes y detergentes, pero pueden inactivarse mediante el uso de formaldehído, hipoclorito y cloro.