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"Manejo de la ansiedad en el

aislamiento social"

Psicólogo – Psicoterapeuta
Ricardo Del Rio Pinedo
Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin
embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia
tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes
sobre situaciones diarias.
¿Qué es el aislamiento social?
se presenta cuando una persona se aleja totalmente de su entorno de
manera involuntaria aunque pueda pensarse lo contrario. También es
intentar o impulsar a la propia persona a que se aleje o se margine.
Algunos ejemplos del trastorno de ansiedad son: trastorno de ansiedad
generalizada, trastorno de ansiedad social (fobia social), fobias
específicas y trastorno de ansiedad por separación. Puedes tener más
de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad surge de una
enfermedad que requiere tratamiento.
Síntomas
• Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
• Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
• Aumento del ritmo cardíaco
• Respiración acelerada (hiperventilación)
• Sudoración
• Temblores
• Sensación de debilidad o cansancio
• Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
• Tener problemas para conciliar el sueño
• Padecer problemas gastrointestinales (GI)
• Tener dificultades para controlar las preocupaciones
• Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad
¿Qué pasa en el cerebro de las personas con ansiedad?
Si hay algo característico de los trastornos de ansiedad, sin duda es el
miedo. Un miedo difuso que produce angustia y que no tiene una causa
clara. Varias zonas del cerebro son claves en la producción del miedo y
la ansiedad. En especial la amígdala, una estructura con forma de
almendra, y el hipocampo.
La amígdala se encarga de alertar al resto del cerebro de posibles
amenazas y de activar una respuesta de miedo o ansiedad. El
hipocampo, fundamental para la consolidación de la memoria y el
aprendizaje, se encarga de almacenar los sucesos peligrosos en forma
de recuerdos.
En una actividad constante de ansiedad, mandando señales de peligro y
luego intentando relajarse. Es imposible mantenerse en un estado de
ansiedad permanente: el cerebro termina por agotarse y las
consecuencias pueden ser peores de lo que crees.
La ansiedad funciona así: el hipocampo, que es quien se encarga de
conservar los recuerdos, almacena algunos sucesos peligrosos vividos
con anterioridad. La amígdala alerta al resto del cerebro de un peligro
—aunque éste no sea real— y hace que el sentimiento de angustia
crezca.
La angustia no sólo es un estado emocional. Es decir, no radica nada
más en la mente sino que afecta todo el cuerpo; el pecho se encoge, la
respiración se acorta, la sangre corre más rápido y la oxigenación al
cerebro disminuye dramáticamente.
Diversos estudios han demostrado que los cerebros de las personas
ansiosas se ven imposibilitados de tomar decisiones, ya sea certeras o
equivocadas. La capacidad de elección se reduce notablemente, lo que
impide avanzar y resolver conflictos.
MANEJO DE LA
ANSIEDAD
EL DIARIO DE TU ESTRÉS
• Solo podemos poner remedio a aquello que comprendemos.
• Elige un cuaderno o bitácora donde apuntar, ese será el diario de tu
estrés, cuando te sientas que algo te está haciendo sentir vulnerable
apuntalo en tu diario.
Fecha y hora:
¿QUÉ ME HA CAUSADO ESTRÉS? ¿CÓMO ME HE SENTIDO DEL 1 AL 10?
(10 es igual al máximo malestar, apunta cuanto malestar sientes y una
palabra que describa tu humor)
SÍNTOMA FÍSICO (Esa sensación física que te produce ese evento
estresante)
¿CÓMO HE REACCIONADO?
¿QUÉ ESTRATEGIA ES ÚTIL PARA GESTIONAR MI ESTRÉS? (Así irás
construyendo un repertorio de estrategias para gestionar esos eventos
estresantes, las puedes utilizar cuando te vuelva a suceder una
situación similar)
COLOREA Y RELÁJATE
Imprime las siguientes mándalas, y mientras las pintas piensa en las
cosas que mejor te hacen sentir y relájate, usa tus colores favoritos.
Disminuye tus niveles de estrés y ansiedad
Cada emoción deja una huella en tu cuerpo, y por el contrario, puedes
transformar, calmar o potenciar las emociones a través de ejercicios
físicos. Uno de los gestos más eficaces para influir en el estado físico y
emocional es la respiración consciente.

Inhala contando
mentalmente hasta 4.
Conten el aire entre 5-7
segundos Exhala entre 7- 8
segundos.
Reinterpretar el problema
La ansiedad lo que hace es que la persona anticipe unas consecuencias
muy negativas por si acaso se producen.
Preguntarse: “si ocurriese lo peor ¿realmente sería tan grave?”
Poner atención en los problemas sólo cuando se puede hacer algo.
“Cuando no hay nada que hacer, hay que seguir la vida normal y
atender otras cosas”.
Audio: Levántate y anda por Facundo Cabral
https://www.youtube.com/watch?v=sNo1hxMHRl8&t=626s
Interpretar los problemas como un desafío,
no como una amenaza
Hacer meditación

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