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ENUNCIADO (DESCRIPCIÓN) Andrés es un experto en comunicación que ha sido contratado

por la residencia Tercera Juventud para realizar una formación teórico- práctica
destinada al personal del centro con el objetivo de ofrecerles técnicas y elementos
de comunicación que les permitan establecer comunicación fluida y eficaz con los
usuarios de la residencia que son, en su mayoría, personas mayores con algún tipo
de dependencia o carencia. Además de la parte de formación más teórica, Andrés ha
pensado desarrollar una actividad práctica con el personal, que consista en
comunicar una misma información de distintas maneras al grupo, para poder detectar
la importancia de la adecuación de la comunicación verbal y no verbal
(paralenguaje, kinesia y proxemia) a la hora de comunicarse con estas personas que
además tienen necesidades especiales. De esta manera, ha preparado diferentes
supuestos de comunicación no verbal: entonación (entonación amable, firme, alta,
baja), volumen (alto, bajo), posición del cuerpo (erguido, de pie, sentado),
distintas expresiones faciales, diferentes canales (en personal, por teléfono,...),
actitud, etc., con la que se comunicará el siguiente mensaje: “A partir de mañana
el horario de visitas al centro por parte de las familias no estará restringido,
sino que será libre, a excepción del respeto por las horas de sueño. Asimismo, las
visitas deberán realizarse preferentemente en las habitaciones en vez de en los
salones comunes”. Después del ejercicio, establecerán un debate sobre la
importancia de la comunicación no verbal en la transmisión de mensajes.

ACTIVIDADES A REALIZAR 1. Para tener una idea del tipo de comunicación verbal y no
verbal que deberemos poner en marcha con los usuarios de esta institución, responde
a la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las principales necesidades comunicativas en
la vida diaria que tienen las personas mayores en una residencia?, ¿qué podemos
hacer para paliarlas? Las personas adultas mayores, en muchos casos, ya no tienen
la misma facilidad de comunicarse que las personas de otros grupos de edad, sin
embargo, presentan muchas necesidades comunicativas que van desde expresar sus
gustos y preferencias, realizar solicitudes de ayuda y demás necesidades,
establecer relaciones sociales con otros usuarios basadas en la comunicación y así
infinidad de situaciones del día a día en que la comunicación es fundamental, pero
que se hace, para los mayores, cada vez más compleja. Para paliar estas necesidades
comunicativas existen una serie de técnicas en que apoyarse: Tener en cuenta sus
problemas de salud y como estos pudiesen afectar su comunicación. Articular muy
bien las palabras.

Cuidar el ambiente donde se establece la comunicación, para evitar ruidos u otras


interrupciones, para ello reconocer las barreras de comunicación que pudiesen estar
generándose, y luego solucionarlas, a través de estrategias de la comunicación.
Ajustar el volumen de la voz. Usar oraciones y preguntas sencillas, precisas y con
respuestas de opciones cerradas. Ser paciente y mostrarse sonriente. Aplicar la
escucha activa, la empatía y la asertividad. 2. Señala cómo deberán ser los
elementos principales de comunicación no verbal que contribuyen a que el mensaje
llegue de la manera más clara y positiva a los compañeros. El paraleguaje La
Kinesia La Proxemia La apariencia personal Comunicación paralingüística Este tipo
de comunicación no verbal está muy vinculado al lenguaje oral, pues se trata de
sonidos emitidos con la boca, concretamente de los aspectos no semánticos del
lenguaje. Sin embargo, al estar asociados a sensaciones y sentimientos del emisor
se integran dentro de la no verbal. Cuando hablamos de comunicación
paralingüística, nos referimos a los siguientes actos: 


Tono de la voz. Da sentido a los que queremos trasladar al oyente o, si no usamos


el adecuado, confundirlo. Así, un tono ascendente denota duda, indecisión o
pregunta; uno descendente aporta solidez y confianza; y uno que fluctúe entre los
anteriores suele indicar un sentido sarcástico. Ritmo. Si estamos cansados,
hablamos despacio, mientras que, si tenemos prisa o estamos sometidos a estrés,
aceleramos el habla. El ritmo con el que nos comuniquemos también nos da claves de
cómo nos encontramos. Volumen. La intensidad con la que hablamos sirve para dar a
conocer algunas de nuestras características y para enfatizar o enriquecer el
discurso. Una persona tímida o insegura susurrará sus opiniones y alguien que
quiera resaltar una idea, elevará el volumen. Silencios. Incluso cuando no decimos
nada, estamos interaccionando. Los silencios y pausas esconden mucha información:
expresan reflexión, invitan a la otra persona a hablar o se usan para resaltar lo
que viene a continuación. Timbre. Es cierto que es algo inherente a cada persona,
pero aun así el timbre de voz interviene en la comunicación, haciéndonos
reconocibles y activando los prejuicios del oyente cuando no nos conoce en
profundidad. Fluidez. Se refiere a la forma como se van pronunciando y emitiendo
las palabras. Evitar los balbuceos, repeticiones, vacilaciones. Se debe hablar con
el menor número de repeticiones posibles. Claridad. Es muy importante, para
garantizar que el mensaje sea escuchado, ya que, si no se habla claro, el receptor
puede que no reciba el mensaje adecuadamente.

Comunicación kinésica

La disciplina kinésica estudia la capacidad expresiva del movimiento corporal.


Estos actos de comunicación no verbal resumen los siguientes aspectos: 

 

Expresión facial. No sonreímos igual al encontrarnos con un amigo, mostrando los


dientes superiores, que cuando nos presentan a un desconocido, solo elevando
ligeramente las comisuras de la boca. Mirada. Nuestros ojos reflejan nuestro estado
anímico, tanto de forma voluntaria (mirar a alguien fijamente en un gesto
amenazador) como involuntaria (bajar la mirada en señal de vergüenza). De hecho, en
el ámbito laboral, se recomienda que la mirada no se dirija por debajo de los ojos
del interlocutor. Postura. Tanto si nos movemos como si permanecemos quietos, la
postura que adoptemos estará informando al oyente sobre nuestro estado de ánimo,
intenciones, necesidades. Gestos. Se refiere a los movimientos rápidos de todo el
cuerpo y aportan muchos datos sobre el estado anímico del emisor. Postura. Hace
referencia a la posición del cuerpo, e indica la actitud y sentimientos de una
persona, y su relación y predisposición a relacionarse con las demás personas.

Comunicación proxémica. Se encarga de estudiar la proximidad y distancia que


guardan las personas al hablar entre ellas y que va a depender del grado de
confianza entre ambas, la personalidad de los interlocutores, el tipo de encuentro,
la edad o la cultura. Se distinguen 4 distancias: Intima (hasta los 0,45 cm),
personal (46 a 120 cm), social (120 a 360 cm) y pública (más de 360 cm). Apariencia
personal. Es el aspecto exterior de una persona, transmite aspectos de la
personalidad, posición social, inteligencia, estética, etc. Los aspectos esenciales
seria: El vestido, acicalado y aseo, el atractivo físico.
3. Indicar, dentro del perfil de los usuarios del centro, qué necesidades
específicas habrá que considerar a la hora de transmitirles mensajes. Dentro de los
usuarios del centro y sus necesidades específicas debemos considerar: Si presenta
deficiencia auditiva y en qué nivel. Si presenta deficiencia visual y en qué
medida. Cómo se encuentra a nivel cognitivo. Su estado anímico y situación
emocional en ese momento, entre otros. Según sus necesidades y conocimiento de su
limitación le apoyaremos utilizando sistemas aumentativos y alternativos de
comunicación, entre otros.

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