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Tratamiento del duelo complejo

El duelo no es una condición psicopatológica, y como tal no ha de ser tratado desde un punto de vista psicológico ni
farmacológico.
Sin embargo, cuando el duelo se trasforma en duelo complejo o complicado, es necesario una evaluación personalizada de
la persona en duelo que incluya un examen de las relaciones pasadas y la forma en que dieron forma al mundo mental y la
forma de ver el mundo del sujeto son imprescindibles.
El tratamiento del duelo complejo requiere de un abordaje individual y específico dependiendo de la personalidad previa
del sujeto.
El abordaje terapéutico del duelo patológico según Rubio Espindola pasa por las siguientes fases de tratamientos
psicológico:
1. De forma preventiva a evitar un duelo complejo, la contemplación del cuerpo de la persona fallecida, evita la
cristalización de fantasías, imaginaciones o temores a lo desconocido, ya que para poder iniciar el duelo, muchas
personas necesitan la oportunidad de decir “adiós”.
2. Facilitar el que el paciente hable sobre el fallecido y las circunstancias de su muerte. Para las personas
desconsoladas, contar y volver a contar historias sobre su ser querido y su pérdida puede servir tanto para las
funciones sociales como personales. Es importante que las personas tengan un entorno social de apoyo en el que
puedan expresar su dolor y trabajar para construir una historia más positiva y redentora.
3. Propiciar la expresión emocional del paciente, siendo frecuente además de las vivencias de tristeza, pesar o
desesperación, los sentimientos de hostilidad hacia el fallecido y la cólera hacia el médico o el hospital donde se
produjo la muerte del ser querido.
4. Explicación al paciente que los síntomas que padece como: ansiedad, sentimientos de culpa, preocupación por
la imagen del difunto, son reacciones normales y que desaparecerán con el paso del tiempo.
5. Asegurar que aunque inicialmente puede ser necesario que reduzca sus compromisos laborales o sociales, se debe
facilitar el retorno a sus actividades habituales en un plazo de 3-6 semanas.
6. Recomendar el acompañamiento de familiares y amigos y facilitar la realización de las tareas domésticas durante
el período inicial.

De las técnicas utilizadas para el tratamiento del duelo podemos destacar (2,4,11-13):

a) Herramientas útiles para cualquier ayuda psicológica aplicables también al duelo complicado.

1. Actitud no verbal (la mirada, los gestos..)

2. Facilitaciones como pueden ser el silencio empático, preguntas facilitadoras, parafrasear…

3. Preguntas abiertas, cerradas, menú de sugerencias

4. Señalamientos de cogniciones, de esquemas cognitivos, de sentimientos

5. Resúmenes o síntesis

6. Interpretaciones de los sentimientos e ideas del consultante, de la relación…

7. Trabajo para casa

b) Técnicas específicas dirigidas a objetivos más concretos en el tratamiento del duelo complicado.

1. Técnicas de reestructuración cognitiva. Estas técnicas son de gran en el tratamiento de diversas distorsiones cognitivas
relativamente frecuentes en algunos tipos de duelos complicados como son: el principio del todo o nada, la
generalización excesiva, la abstracción selectiva o la personalización entre otros.
2. La técnica guestáltica de “la silla vacía” (contraindicada en pacientes esquizofrénicos o con trastorno límite de la
personalidad). Es útil para explorar los sentimientos hacia el fallecido y la relación mantenida con el mismo.

3. Psicodrama. El paciente es estimulado a representar su rol y el del fallecido.

4. Técnicas de resolución de problemas. Especialmente útiles cuando la persona en tratamiento no está acostumbrado a
tomar decisiones en solitario.

5. Conversación con fotos. Generalmente se utilizan las fotografías para estimular recuerdos y emociones. Inicialmente
conviene estimular los recuerdos positivos, para más adelante poder ir introduciendo los más ambivalentes o directamente
negativos.

6. Conversación dirigida. Es el terapeuta el que propone los aspectos a introducir en la conversación con el fallecido, de
forma que puedan explorarse aspectos importantes a juicio del terapeuta y que el paciente no afronta de manera más
espontánea.

7. Cartas dirigidas al fallecido. La persona en duelo se dirige al fallecido con el fin de poder resolver temas que quedaron
pendientes.

8. Exposición en imaginación y en vivo. Esta técnica resulta útil para afrontar determinados sentimientos o situaciones que
se han estado evitando, lo cual dificulta o impiden la elaboración del duelo.

9. Técnicas de autocontrol como la realización de programas de actividades agradables o la planificación de la reintegración


a las actividades de la vida diaria.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL DUELO

Los psicofármacos más estudiados en el duelo han sido los antidepresivos. Existe cierto acuerdo entre los distintos autores
en que los antidepresivos son sólo eficaces en reducir los síntomas depresivos, pero no modifican los síntomas específicos
del duelo (15,16).

Cuando un duelo se complica con un episodio depresivo mayor deben considerarse las técnicas psicoterapeúticas para este
trastorno. En una depresión leve o moderada este abordaje suele ser suficiente. En las más graves o cuando no se intentó la
psicoterapia, debe considerarse la intervención psicofarmacológica. Por lo tanto, las medicaciones antidepresivas estarían
indicadas principalmente cuando el paciente tiene antecedentes de depresión mayor o si el episodio depresivo es grave o se
asocia con ideación suicida, retraso psicomotor o sentimientos mórbidos de inutilidad o culpa (17).

Reynolds y cols. (1999) plantean la hipótesis de que la nortriptilina y la psicoterapia interpersonal, solos o en combinación,
son superiores al placebo en los episodios depresivos mayores que complican la reacción de duelo. Realizan un estudio con
80 sujetos con episodios depresivos mayores después de una pérdida y obtienen que la nortriptilina es superior a placebo y
que la combinación de medicación y psicoterapia asociada, obtenía los mejores resultados. Concluyen que es eficaz el uso
de tratamiento farmacológico en los episodios depresivos mayores que complican un duelo (18).

Los síntomas depresivos pueden interferir en la evolución natural del duelo. El tratamiento con antidepresivos en las
indicaciones anteriormente referidas, facilitarán los procesos adaptativos y podrán servir como prevención de
complicaciones ulteriores.

El otro grupo de fármacos que pueden tener alguna indicación en el tratamiento del duelo son los ansiolíticos. La utilización
de fármacos ansiolíticos-hipnóticos en las personas en duelo es controvertido, ya que no está claro, si pueden suprimir el
proceso de duelo o interferir con el resultado adaptativo. Debe considerarse la administración de benzodiazepinas durante
un periodo breve de tiempo, no superior a tres o seis semanas, en los síntomas de hiperactividad del duelo agudo y cuando
existan trastornos del sueño persistentes (15).

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