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La historia de la lengua y la historia de la gramática están relacionadas y son importantes para entender la

evolución del lenguaje.

Algunos cambios morfológicos y sintácticos ocurridos al final del siglo XV cambiaron el sistema gramatical
español.

La Gramática castellana de Nebrija en el ano 1492 es un ejemplo de cómo la gramática influyó en la evolución
del español.

Los textos gramaticales de los siglos XVI y XVII pueden ser una fuente para la historia de los usos reales de la
lengua y las gramáticas son las fuentes imprescindibles para esa historia.

Los cuatro cambios gramaticales mencionados afectan a los significantes y a las oposiciones del plano del
contenido, pero no son cambios simultáneos.(los cambios sob : Empleo de "haber" como único verbo auxiliar en
los tiempos compuestos y la pérdida de "ser" en esa función.
Pérdida de la concordancia del participio con el objeto directo en los tiempos compuestos.
Uso de "haber" como verbo transitivo de posesión.
Cambio en la norma, una generalización de las reglas que configuran las determinaciones sistemáticas)

El cambio de norma y la generalización de las reglas se deben a factores culturales y sociales en el siglo XV.

F. Tollis destacó la importancia teórica de la clase de palabra llamada "nombre participial infinito".

La gramática surge en momentos de inflexión en la evolución lingüística y la historia de la lengua es importante


para comprender la historia de la gramática.

La lengua evoluciona sin necesidad de gramáticas, pero la intervención de éstas es crucial en algunos momentos
de la evolución lingüística.

Rufino José Cuervo es conocido por haber documentado la historia de las desinencias en las gramáticas.

Las desinencias llanas perduraron en la lengua literaria hasta finales del siglo XVII e incluso principios del
XVIII.

Se menciona la pérdida de la -d- y el diptongo en las desinencias llanas de los presentes de indicativo y
subjuntivo y del futuro de indicativo y la sustitución de la forma etimológica cantastes por el diptongo analógico
cantasteis en la segunda persona del plural del perfecto.

Cuervo considera que el Arte breve es una excepción y que codifica el uso popular y familiar, pasando por alto la
norma literaria.

Linguae Hispanicae Compendium es una gramática para daneses escrita por Carlos Rodríguez en 1662.

Se describe un cambio morfológico sincrónico en la lengua española en 1619.


La forma más prestigiosa en ese momento era la esdrújula, mientras que la forma diptongada era la menos
prestigiosa.
Las gramáticas normativas eran más conservadoras que las gramáticas comunicativas destinadas a extranjeros.
Carlos Rodríguez de 1662 sólo documentó las formas diptongadas.
La forma cantasteis fue desatendida por Blaylock y no aparece en gramáticas anteriores.
Las gramáticas para extranjeros del primer cuarto del siglo XVII codificaban una lengua más viva y
evolucionada que las normativas.
En el siglo XV, Nebrija y Correas plantearon la importancia de tener una lengua codificada y escribieron
gramáticas. Nebrija escribió una gramática castellana y una latina, abogando por un castellano culto como
antídoto a la latinización. Él era más filólogo que gramático y estaba más interesado en el uso de la lengua que
en las reglas gramaticales. La gramática castellana de Nebrija es una gramática de autoridades y él considera que
la inclusión de autoridades es importante para ser un gramático.

El texto trata sobre la lengua codificada por Nebrija, que es más compleja que la lengua literaria de su época y
abarca tanto la variedad literaria como cualquier otra variedad interna del diasistema.
Nebrija trata de aplicar la razón a la lengua, pero a veces propone soluciones que nunca se hicieron realidad.
Algunas de las propuestas de Nebrija han sido desmentidas por la historia, como la falta de concordancia de
tratamientos y negación.
Se necesita un análisis más detallado de la norma descrita en sus gramáticas para tener conclusiones más
matizadas

En la obra "Manual de escribientes" de Antonio de Torquemada, se percibe el cambio hacia el sistema


adversativo moderno, con la sustitución de "mas" por "pero" y la creación de una oposición bimembre.
La Gramática de Villalón es una colección de la lengua castellana hablada por los sabios de Castilla la Vieja.
Gonzalo Correas es un gramático atento a la variedad interna del idioma y documenta diferentes variedades
diastráticas y cliafásicas.Su norma lingüística se guía por la verborum proprietas, encontrada en los usos
tradicionales y populares y en la razón.Admite usos desechados por la norma cortesana de su época y aboga por
la preservación de antiguallas.

El texto analiza la historia de la lengua española y su documentación a través de las gramáticas.Las gramáticas
renacentistas se dividen en normativas o descriptivas y comunicativas.Las gramáticas normativas buscan fijar la
lengua vernácula y compararla con el latín.Las gramáticas comunicativas pretenden enseñar el español a
extranjeros y codificar la lengua realmente hablada.Los primeros gramáticos renacentistas tenían dificultades
para distinguir la lengua hablada y literaria.Con el tiempo, los métodos comunicativos ganaron terreno a los
antiguos planteamientos filológicos en las gramáticas para extranjeros.El cambio de paradigma científico en el
tránsito del siglo XVI al XVII influyó en el auge de los métodos comunicativos y en la atención a la lengua
hablada.Se pasó de un paradigma de la monumentalidad del latín a un paradigma del dinamismo de las lenguas
vulgares.El cambio fue gradual y al principio ambos paradigmas se solaparon, pero eventualmente el paradigma
del dinamismo prevaleció.

En el siglo XVI y XVII, las gramáticas renacentistas -tanto normativas como comunicativas- documentaron una
lengua compleja que incluía variaciones diatópicas, diastráticas y diafásicas. Estas gramáticas ofrecen una
aproximación a la lengua real o histórica de la época y son un documento importante para la historia de la
lengua. Para el historiador de la lengua es importante tener en cuenta la complejidad del diasistema documentado
en estas gramáticas para poder contar la historia de la lengua, que no debería ser solo la historia de la lengua
literaria.

Usos prescritos: son aquellos que el gramático dice que se deben decir, pero pueden ser correctos o
incorrectos.Usos descritos: son aquellos que el gramático dice que se dicen, y se descubre una gran variedad,
incluyendo usos diatópicos, diastráticos, diafásicos y diacrónicos.
Usos escritos: son aquellos que el gramático realmente dice o escribe, que son la dimensión menos aprovechada
por la historia de la lengua, pero pueden ser interesantes para iluminar problemas teóricos y cambios lingüísticos
en marcha.Comparación entre uso escrito y uso prescrito puede ser interesante para la historia de la lengua y la
gramática.

En la Edad Media, el uso de preposición con objeto directo personal variaba dependiendo del tipo de referencia,
siendo más frecuente con nombres colectivos y plurales. A principios del siglo XVI, Bartolomé Jiménez Patón
enunció una regla que centraba la oposición en "animado / no animado", pero aún no había sido consumada. El
gramático Correas prescribe el uso de preposición para señalar el carácter definido, pero registra también la
preposición con nombres comunes en plural en variación sincrónica con el uso viejo. Este ejemplo demuestra
que una historia de la lengua debe incluir tanto el español de las gramáticas como las gramáticas del español para
tener una comprensión completa.

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