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CONTRATACIÓN ELECTRÓNICA

EN EL MERCADO DE SEGUROS
por Matías A. Acrogliano1

Sumario: 1. Introducción. 2. La contratación electrónica en el Código Civil y Co-


mercial de la Nación y en la Ley de Defensa del Consumidor. 3. La contratación
electrónica en los contratos de seguro. 3.1. El marco regulatorio de seguros. 3.2.
La propuesta y la oferta de seguros. 3.3. La intermediación electrónica en contratos
de seguro. 3.4. La aceptación de la oferta. 3.5. La prueba de los contratos de
seguros celebrados por medios electrónicos. 3.6. Los seguros de vida y la con-
tratación electrónica. 3.7. El botón de baja en contratos de seguro celebrados por
medios electrónicos. 3.8. El derecho de revocación. 4. Conclusión.

1. Introducción
El desarrollo tecnológico y económico generado fundamentalmente
a partir de la utilización masiva de Internet desde principios de los
años 90 y el consecuente desarrollo del comercio electrónico, que fue
particularmente exponencial durante los últimos años y especialmente
durante la pandemia de COVID-19, modificaron radicalmente la forma
en que nos vinculamos y contratamos.
Los medios electrónicos de comunicación permitieron que dos par-
tes que se encuentran físicamente muy alejadas una de la otra realicen
ofertas, incluso de manera despersonalizada, y que las acepten de forma
inmediata haciendo sólo un click. Ello tiene un impacto tanto en la
forma en que se efectúa esa oferta como en la forma en que el aceptante
puede manifestar su aceptación, en la forma en que debe resguardarse

1 Agradezco a Agustín N. Caramés Strano y a Jano Mourier por su asistencia en


la investigación para la redacción de este artículo.

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Doctrina

la información relativa a la oferta y a la aceptación, en el derecho a


la información del destinatario de la oferta y en el derecho a retractarse
de la aceptación, etcétera.
El mercado de seguros no está exento del avance tecnológico ni
de los cambios que este avance impone. Por el contrario, en los últimos
años la contratación de seguros por medios electrónicos ha experimen-
tado un notable crecimiento, impulsado principalmente por la adopción
de nuevos medios de contratación por parte de las compañías asegu-
radoras, que permiten a los clientes contratar seguros de manera simple
y ágil.
En este sentido, la contratación electrónica ofrece a los asegurados
comodidad y rapidez tanto en la contratación como en la recepción
de la póliza. El cliente ya no necesita trasladarse a una sucursal de la
compañía aseguradora o de un productor de seguros para contratar
una póliza sino que, en algunos casos, puede realizar todo el proceso
de contratación a través del dispositivo electrónico que prefiera (una
computadora de escritorio, una computadora portátil, una tablet o in-
cluso un celular), desde la selección del producto hasta la suscripción
y el pago de la prima. Tampoco necesita esperar a recibir la póliza
por correo ni archivarla en algún rincón de su casa, sino que puede
recibirla por distintos medios electrónicos en cuestión de segundos y
mantenerla en algún sitio accesible desde cualquier dispositivo elec-
trónico.
Por otra parte, la contratación electrónica resulta beneficiosa para
la sociedad en general, en tanto reduce en gran medida la utilización
de papel para la impresión de documentos y disminuye el impacto en
el medio ambiente.
Además, promueve la innovación permitiendo, por ejemplo, que
las aseguradoras lancen al mercado productos que si no fuera por la
contratación electrónica sería demasiado costoso comercializar, que
celebren contratos inteligentes autoejecutables, que eliminen o reduzcan
al máximo el proceso de liquidación de siniestros, que apliquen la
telemática para conocer más certeramente los riesgos y poder deter-
minar adecuadamente la prima necesaria para soportarlos, etcétera.
Sin embargo, la contratación electrónica también presenta algunos
desafíos que deben ser abordados de manera especial. Los principales

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Contratación electrónica en el mercado de seguros

desafíos probablemente estén relacionados con la seguridad de los datos


que los asegurados brindan de manera electrónica, con la prevención
y detección de fraude, y con el diseño de estrategias dirigidas a facilitar
la contratación electrónica a aquel sector de la población que todavía
no se siente tan cómodo con el uso de nuevas tecnologías.
En este artículo abordaremos algunos aspectos legales de los de-
safíos que la innovación presenta para el mercado de seguros. Para
ello haremos un breve repaso de algunas normas aplicables a la con-
tratación en general y a la contratación electrónica en particular, para
luego centrarnos en las regulaciones específicas que se dictaron en
materia de contratación electrónica de seguros en Argentina y en el
impacto que la contratación por medios electrónicos tiene en algunos
aspectos de la celebración de contratos de seguros.

2. La contratación electrónica en el Código Civil y Comercial


de la Nación y en la Ley de Defensa del Consumidor
En primer lugar, debemos preguntarnos de qué hablamos cuando
hablamos de contratación electrónica. El Código Civil y Comercial de
la Nación (“CCC”) define al contrato como “el acto jurídico mediante
el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para crear,
regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimo-
niales”2. Es decir, un contrato es básicamente un acuerdo de voluntades
que rige relaciones jurídicas patrimoniales.
La contratación electrónica no es más que la celebración de un
acuerdo de voluntades, destinado a regir relaciones jurídicas patrimo-
niales, que se perfecciona sin la presencia física de las partes y a
través de medios electrónicos. Por lo tanto, entran dentro de esta ca-
tegoría desde los más simples contratos celebrados a través del inter-
cambio de correos electrónicos hasta los más complejos contratos in-
teligentes.
El CCC regula de manera general la celebración de los contratos,
estableciendo que éstos “se concluyen con la recepción de la aceptación

2 Art. 957 del CCC.

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Doctrina

de una oferta o por una conducta de las partes que sea suficiente para
demostrar la existencia de un acuerdo”3.
Respecto de la oferta, establece que debe estar dirigida a persona
determinada, que en caso de no estarlo puede ser entendida como una
invitación a ofertar4 y que debe contener las precisiones necesarias
para determinar los efectos del contrato5. Asimismo, establece que la
oferta obliga a quien la emite por el plazo expresamente establecido
en ella o por el plazo en que pueda razonablemente esperarse una
respuesta de parte de su receptor, a menos que haya sido realizada a
una persona presente o por un medio de comunicación instantáneo,
en cuyo caso la aceptación sólo puede ser inmediata6, y que puede
ser retractada si la comunicación de la retractación es recibida antes
o al mismo tiempo que la oferta7.
Por otra parte, respecto de la aceptación de la oferta establece que
puede ser expresa o tácita8 y, al igual que la oferta, puede ser retractada

3Art. 971 del CCC.


4Art. 973 del CCC: “La oferta dirigida a personas indeterminadas es considerada
como invitación para que hagan ofertas, excepto que de sus términos o de las cir-
cunstancias de su emisión resulte la intención de contratar del oferente. En este caso,
se la entiende emitida por el tiempo y en las condiciones admitidas por los usos”.
5 Art. 972 del CCC: “La oferta es la manifestación dirigida a persona determinada

o determinable, con la intención de obligarse y con las precisiones necesarias para


establecer los efectos que debe producir de ser aceptada”.
6 Art. 974 del CCC: “La oferta obliga al proponente, a no ser que lo contrario

resulte de sus términos, de la naturaleza del negocio o de las circunstancias del caso.
”La oferta hecha a una persona presente o la formulada por un medio de comu-
nicación instantáneo, sin fijación de plazo, sólo puede ser aceptada inmediatamente.
”Cuando se hace a una persona que no está presente, sin fijación de plazo para la
aceptación, el proponente queda obligado hasta el momento en que puede razonablemente
esperarse la recepción de la respuesta, expedida por los medios usuales de comunicación.
”Los plazos de vigencia de la oferta comienzan a correr desde la fecha de su
recepción, excepto que contenga una previsión diferente”.
7 Art. 975 del CCC: “La oferta dirigida a una persona determinada puede ser

retractada si la comunicación de su retiro es recibida por el destinatario antes o al


mismo tiempo que la oferta”.
8 Art. 979 del CCC: “Toda declaración o acto del destinatario que revela confor-

midad con la oferta constituye aceptación. El silencio importa aceptación sólo cuando
existe el deber de expedirse, el que puede resultar de la voluntad de las partes, de
los usos o de las prácticas que las partes hayan establecido entre ellas, o de una
relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes”.

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Contratación electrónica en el mercado de seguros

si la comunicación de la retractación es recibida por el oferente antes o


al mismo tiempo que la aceptación9. La aceptación debe ser total e in-
condicional, y en caso de que no lo sea y contenga alguna modificación
a la oferta original, será considerada como una nueva oferta10.
Además de estas normas generales que aplican a todos los contratos
salvo que exista una norma más específica que las contradiga, el CCC
contiene en el Título III algunas normas relativas a la celebración de los
denominados contratos de consumo11. Por ejemplo, establece la obligación
del proveedor de brindar información cierta, detallada y gratuita respecto
de las características esenciales de los bienes y servicios que comerciali-
za12, establece determinados supuestos de publicidades prohibidas13 y,
fundamentalmente, prevé que todas las precisiones efectuadas en publici-
dades, anuncios, etcétera, serán vinculantes y obligan al oferente14.

9 Art. 981 del CCC: “La aceptación puede ser retractada si la comunicación de

su retiro es recibida por el destinatario antes o al mismo tiempo que ella”.


10 Art. 978 del CCC: “Para que el contrato se concluya, la aceptación debe expresar

la plena conformidad con la oferta. Cualquier modificación a la oferta que su desti-


natario hace al manifestar su aceptación, no vale como tal, sino que importa la propuesta
de un nuevo contrato, pero las modificaciones pueden ser admitidas por el oferente
si lo comunica de inmediato al aceptante”.
11 Art. 1093 del CCC: “Contrato de consumo es el celebrado entre un consumidor o

usuario final con una persona humana o jurídica que actúe profesional u ocasionalmente
o con una empresa productora de bienes o prestadora de servicios, pública o privada, que
tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por parte de los
consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social”.
12 Art. 1100 del CCC: “El proveedor está obligado a suministrar información al

consumidor en forma cierta y detallada, respecto de todo lo relacionado con las ca-
racterísticas esenciales de los bienes y servicios que provee, las condiciones de su
comercialización y toda otra circunstancia relevante para el contrato. La información
debe ser siempre gratuita para el consumidor y proporcionada con la claridad necesaria
que permita su comprensión”.
13 Art. 1101 del CCC: “Está prohibida toda publicidad que:

”a) contenga indicaciones falsas o de tal naturaleza que induzcan o puedan inducir
a error al consumidor, cuando recaigan sobre elementos esenciales del producto o
servicio;
”b) efectúe comparaciones de bienes o servicios cuando sean de naturaleza tal
que conduzcan a error al consumidor;
”c) sea abusiva, discriminatoria o induzca al consumidor a comportarse de forma
perjudicial o peligrosa para su salud o seguridad”.
14 Art. 1103 del CCC: “Las precisiones formuladas en la publicidad o en anuncios,

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Doctrina

Si bien algunas de estas normas pueden resultar aplicables y útiles


para regular tanto a los contratos celebrados en forma tradicional como
a aquellos celebrados por medios electrónicos, el avance tecnológico
impulsó nuevas formas de contratar con determinadas particularidades
que el CCC recogió, por ejemplo, cuando incluyó a los contratos ce-
lebrados por medios electrónicos dentro de la enumeración de los con-
tratos celebrados a distancia15 (lo que tiene efectos tanto en la deter-
minación del lugar de cumplimiento del contrato16 como en el derecho
de revocación del aceptante17), cuando estableció que el requisito de
escritura debe entenderse satisfecho si el contrato se encuentra en un
soporte electrónico o en una tecnología similar18, cuando reguló la
oferta realizada por medios electrónicos19, etcétera.

prospectos, circulares u otros medios de difusión se tienen por incluidas en el contrato


con el consumidor y obligan al oferente”.
15 Art. 1105 del CCC: “Contratos celebrados a distancia son aquellos concluidos

entre un proveedor y un consumidor con el uso exclusivo de medios de comunicación


a distancia, entendiéndose por tales los que pueden ser utilizados sin la presencia
física simultánea de las partes contratantes. En especial, se consideran los medios
postales, electrónicos, telecomunicaciones, así como servicios de radio, televisión o
prensa”.
16 Art. 1109 del CCC: “En los contratos celebrados fuera de los establecimientos

comerciales, a distancia, y con utilización de medios electrónicos o similares, se con-


sidera lugar de cumplimiento aquel en el que el consumidor recibió o debió recibir
la prestación. Ese lugar fija la jurisdicción aplicable a los conflictos derivados del
contrato. La cláusula de prórroga de jurisdicción se tiene por no escrita”.
17 Art. 1110 del CCC: “En los contratos celebrados fuera de los establecimientos

comerciales y a distancia, el consumidor tiene el derecho irrenunciable de revocar la


aceptación dentro de los diez días computados a partir de la celebración del contrato.
”Si la aceptación es posterior a la entrega del bien, el plazo debe comenzar a
correr desde que esta última se produce.
”Si el plazo vence en día inhábil, se prorroga hasta el primer día hábil siguiente.
”Las cláusulas, pactos o cualquier modalidad aceptada por el consumidor durante
este período que tengan por resultado la imposibilidad de ejercer el derecho de re-
vocación se tienen por no escritos”.
18 Art. 1106 del CCC: “Siempre que en este Código o en leyes especiales se exija que

el contrato conste por escrito, este requisito se debe entender satisfecho si el contrato con
el consumidor o usuario contiene un soporte electrónico u otra tecnología similar”.
19 Art. 1108 del CCC: “Las ofertas de contratación por medios electrónicos o

similares deben tener vigencia durante el período que fije el oferente o, en su defecto,
durante todo el tiempo que permanezcan accesibles al destinatario. El oferente debe
confirmar por vía electrónica y sin demora la llegada de la aceptación”.

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Contratación electrónica en el mercado de seguros

En el mismo sentido, la Ley de Defensa del Consumidor 24.240


(“LDC”) y sus reglamentaciones también contienen algunas previsiones
específicas relativas a la contratación electrónica20. Probablemente la
norma más resonante sea el artículo 34 de la LDC21 que regula el
derecho de revocación de la aceptación en las contrataciones celebradas
por medios electrónicos.
En los próximos capítulos analizaremos cómo impactan estas nor-
mas en la contratación electrónica de seguros y cuáles son las regu-
laciones específicas aplicables a esta materia.

3. La contratación electrónica
en los contratos de seguro
3.1. El marco regulatorio de seguros
El marco regulatorio argentino del seguro no aborda de manera
extensa o profunda la contratación electrónica.
El artículo 11 de la Ley de Seguros 17.418 (“Ley de Seguros”)
establece, desde la modificación introducida por la ley 27.444 llamada
de “Simplificación y Desburocratización para el Desarrollo Productivo
de la Nación”, que “El contrato de seguro sólo puede probarse por es-
crito; sin embargo, todos los demás medios de prueba, inclusive cual-
quier medio digital, serán admitidos, si hay principio de prueba por
escrito…” (lo destacado es la parte que incorporó la ley 27.444). Como
veremos más adelante, esta norma complementa al artículo 1106 del

20 De hecho, la LDC original, tal como fue promulgada el 13-10-93, ya incluía

en el art. 33 a las ventas cuyas propuestas fueran realizadas por medios electrónicos,
y preveía en el art. 34 el derecho de revocación sobre esas contrataciones.
21 Art. 34 de la LDC: “En los casos previstos en los artículos 32 y 33 de la

presente ley, el consumidor tiene derecho a revocar la aceptación durante el plazo de


diez (10) días corridos contados a partir de la fecha en que se entregue el bien o se
celebre el contrato, lo último que ocurra, sin responsabilidad alguna. Esta facultad no
puede ser dispensada ni renunciada.
”El vendedor debe informar por escrito al consumidor de esta facultad de revo-
cación en todo documento que con motivo de venta le sea presentado al consumidor.
”Tal información debe ser incluida en forma clara y notoria.
”El consumidor debe poner el bien a disposición del vendedor y los gastos de
devolución son por cuenta de este último”.

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Doctrina

CCC que ya establecía claramente, al menos respecto de los contratos


de consumo, que el requisito de que el contrato conste por escrito
debía tenerse por satisfecho si su texto se encontraba en algún soporte
electrónico u otra tecnología similar22.
Por su parte, el Reglamento General de la Actividad Aseguradora
(“RGAA”) que reglamenta la Ley 20.091 de Entidades de Seguros y
su Control contenía ya desde la modificación introducida por la reso-
lución 33.463/2008 de la Superintendencia de Seguros de la Nación
(“SSN”) algunas normas relativas a la entrega de documentación por
medios electrónicos. Esa versión del RGAA fue reemplazada por un
nuevo texto aprobado por la resolución SSN 38.708/2014, que a su
vez fue luego modificado por distintas resoluciones hasta llegar a su
texto actual.
Probablemente la modificación más importante que se produjo en
materia de contratación electrónica sea la que introdujo la resolución
SSN 219/2018 que, con la expresa intención de “ampliar los medios
de entrega de la documentación brindada a los tomadores y/o asegu-
rados, toda vez que las nuevas tecnologías han sido adoptadas masi-
vamente por la población”, “contribuir a la digitalización de la industria
de seguros, facilitando la agilización y simplificación de procesos al
ampliar los medios a través de los cuales los asegurados se vinculan
con sus coberturas”, dar lugar al “desarrollo de la actividad aseguradora
del mercado interno, potenciándose y consolidándose la industria del
seguro”, y en el entendimiento de que “el punto 25 del Reglamento
General de la Actividad Aseguradora vigente no prevé la posibilidad
de realizar contrataciones de seguros a través de medios de comuni-
cación electrónica a distancia” y de que “con la incorporación del
canal de venta electrónico se propende al crecimiento del sector ase-
gurador, siendo deber de este Organismo velar por la excelencia de
servicio, buenas prácticas, competitividad y desarrollo del mismo”,
modificó algunas normas del RGAA relativas principalmente a la uti-
lización de medios electrónicos para la emisión y envío de documen-
tación.
22 Más allá de la deficiente redacción del art. 1106 del CCC, parece claro que la

intención del legislador fue decir que el soporte electrónico debía contener al contrato
y no al revés, como surge de la literalidad de la norma.

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Contratación electrónica en el mercado de seguros

En este sentido, al momento de la redacción de este artículo, el


RGAA prevé, por ejemplo, que las aseguradoras deben garantizar un
trato digno y equitativo verificando la identidad del tomador que de-
signe beneficiarios por medios electrónicos, conservando una constan-
cia del registro informático en el que conste el consentimiento del
tomador o asegurado, etcétera23.
Además, prevé que las compañías de seguros pueden entregar las
pólizas, endosos y demás documentación por medios electrónicos, a
través de correo electrónico, puesta a disposición en su página web o
a través de aplicaciones móviles, y que deben garantizar la inaltera-
bilidad de la información remitida, así como la seguridad y confiden-
cialidad de la información procesada por estos medios24.
23 “25.2.2. En todo proceso de comercialización de seguros, debe garantizarse al

asegurable/tomador un trato digno y equitativo cumpliendo con las siguientes condi-


ciones:
”...d. En los seguros de personas que cubran el riesgo de fallecimiento, deberá
informarse al Tomador acerca del derecho a designar beneficiarios. En caso que la
designación se efectúe por medios electrónicos, la Aseguradora deberá adoptar los
recaudos necesarios de seguridad para verificar la identidad de quien realiza la de-
signación.
”e. Deberá obtenerse y conservar una grabación de la venta telefónica o bien el
registro informático de la transacción, según corresponda, donde conste el consenti-
miento expreso de la contratación del Tomador/Asegurado.
”f. Cuando la venta es a distancia, el contratante deberá poder tener acceso en
forma previa, a las condiciones contractuales de la póliza”.
24 “25.3.1. Las aseguradoras deben entregar o poner a disposición del tomador,

la póliza, endosos emitidos y demás documentación, en un plazo de quince (15) días


corridos de celebrado el contrato.
”La entrega o puesta a disposición debe ser realizada a través de los medios
mencionados en el presente punto, siendo exclusiva responsabilidad de la entidad
aseguradora.
”A los fines de corroborar lo dispuesto en el párrafo anterior, se consideran medios
fehacientes de comprobación de entrega de la documentación, los siguientes:
”...c. Constancia de la entrega de documentación por medios electrónicos:
”La documentación deberá remitirse a través de un medio electrónico que permita
su lectura, el cual debe incluir el enlace para su descarga.
”La entrega por medios electrónicos puede efectuarse a través de:
”I. Envío de la documentación por correo electrónico del asegurado y/o tomador,
que debe ser declarado al momento de solicitar la contratación, sea ésta en forma
personal o por medios electrónicos.
”II. Puesta a disposición en la página web de la aseguradora, cuya dirección debe

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Doctrina

Asimismo, establece que las rescisiones de contratos de seguro serán


admisibles cuando sean realizadas mediante nota firmada por el tomador
o asegurado y enviada por medios electrónicos, cuando sea efectuada
directamente a través de la página web o aplicación móvil de la asegura-
dora, o a través del denominado botón de baja en la página web25.
Otra modificación importante al RGAA fue la que introdujo la
resolución SSN 685/2021, que modificó el punto 25.4.1 del RGAA al
reglamentar el uso de la baja electrónica del servicio (el denominado
“botón de baja”).
constar en los formularios de propuesta del seguro o en la página web por la cual,
el asegurado y/o tomador haya solicitado la contratación de la póliza.
”III. Puesta a disposición a través de aplicaciones móviles, que deben ser indicadas
por la aseguradora al momento de la contratación de la póliza.
”La entrega de su póliza y/o endosos a través de medios electrónicos no impide
la solicitud de la documentación física, si el asegurador o tomador lo requiere.
”25.3.2. Las aseguradoras que utilicen los medios electrónicos conforme lo dis-
puesto en el inciso c del punto 25.3.1 deberán contar con una página web institucional,
mediante la cual en su página de inicio y de manera fácilmente visible se brinde la
información acerca de la forma de requerir copia de la póliza u otra documentación
contractual, efectuar una denuncia de siniestro, acceder al Servicio de Atención al
Asegurado y solicitar la rescisión del seguro.
”25.3.3. Las aseguradoras deben garantizar la inalterabilidad de los contenidos de la
información emitida, remitida, transferida o publicada por los procesos de medios electró-
nicos, particularmente en lo referido a las fechas y numeración correlativa de emisión.
Asimismo, deben adoptar los recaudos necesarios para garantizar la seguridad y confiden-
cialidad de la información procesada por medios electrónicos con sus asegurados”.
25 “25.4.1. Las rescisiones de contratos sólo resultan procedentes cuando exista

notificación fehaciente al Tomador y/o Asegurado de tal circunstancia. En caso que


la rescisión del contrato se haya originado por solicitud del Tomador y/o Asegurado,
la misma sólo puede llevarse a cabo si existe un pedido expreso al efecto. A tales
fines se considera admisible:
”...e. Nota firmada por el Tomador y/o Asegurado y enviada por medios electró-
nicos, en la medida que sea desde la última dirección de correo electrónico declarada
por el Tomador y/o Asegurado, sea la consignada en la propuesta u otra, en caso de
informar modificaciones a lo largo de la vigencia del contrato.
”f. A través de página web o aplicación móvil de la aseguradora.
”g. Solicitud de baja a través del acceso a un link dentro de la página web o
aplicación móvil de la aseguradora. Dicho link deberá ser de primer acceso e iden-
tificable fácilmente. Este mecanismo de solicitud de rescisión del contrato es de apli-
cación obligatoria para las pólizas que fueran contratadas a través de medios electró-
nicos y que correspondan a las ramas: Automotores, Motovehículos, Combinados,
Robo y Riesgos Similares, Cristales, Riesgos Varios y Accidentes Personales”.

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Contratación electrónica en el mercado de seguros

Finalmente, la resolución SSN 517/2019 aprobó el “Comprobante


del Seguro Obligatorio Automotor Conforme Decreto Nº 1716/2008
(Reglamentario de la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial
Nº 26.363) en Formato Digital” para que los conductores/dueños
de vehículos automotor puedan acreditar el cumplimiento de la obli-
gación establecida en el artículo 68 de la Ley de Tránsito 24.449
de contar con el seguro automotor obligatorio, en forma electrónica,
directamente desde la aplicación Mi Argentina.
En los próximos puntos analizaremos cómo afectan estas normas
distintos aspectos de la contratación electrónica en seguros.

3.2. La propuesta y la oferta de seguros


Tradicionalmente, el proceso de contratación de un seguro comienza
con la presentación de una propuesta por parte de quien pretende con-
tratar un seguro como tomador o asegurado, en la que manifiesta bá-
sicamente qué tipo de riesgo quiere asegurar y brinda algunos datos
mínimos que considera importantes o que el asegurador o el productor
asesor de seguros pudieran requerirle para conocer lo más certeramente
posible las características particulares del riesgo, determinar si es po-
sible asegurarlo y calcular la prima necesaria para hacerlo. De acuerdo
con el artículo 4º de la Ley de Seguros, esa propuesta no obliga al
asegurado/asegurable ni al asegurador.
Recién una vez que el asegurador cuenta con toda la información
que entiende necesaria para analizar el riesgo y determinar la prima
correspondiente para cubrirlo emite la oferta contractual en los términos
del artículo 972 del CCC.
En principio, este sistema no se ve afectado por el hecho de que
la contratación se celebre en forma electrónica. En efecto, por más
inmediata que pueda ser la contratación por medios electrónicos, lo
cierto es que en la generalidad de los casos la iniciativa en la nego-
ciación continúa estando en cabeza del asegurado, que su propuesta
no obliga a ninguna de las partes y que la aseguradora recién podría
verse obligada una vez que haga la oferta contractual con todas las
precisiones necesarias para determinar los efectos que habrían de pro-
ducirse en caso de que fuera aceptada.

217
Doctrina

Sin embargo, en el supuesto de que todo el proceso de contratación


se lleve a cabo por medios electrónicos, surgen algunas cuestiones a
tener en cuenta.
Por un lado, el RGAA establece en el punto 25.2.3.m que el for-
mulario de solicitud del seguro –la propuesta– debe contar con la firma
del solicitante, bajo apercibimiento de incurrir en ejercicio anormal de
la actividad aseguradora en los términos del artículo 58 de la ley 20.091.
El artículo 288 del CCC establece que la firma consiste en el nombre
del firmante o en un signo y que “en los instrumentos generados por
medios electrónicos, el requisito de la firma de una persona queda
satisfecho si se utiliza una firma digital, que asegure indubitablemente
la autoría e integridad del instrumento”. De este modo, parecería ser
que la única manera de cumplir con el requisito de firma del RGAA
en caso de contrataciones electrónicas es mediante una firma digital.
Ahora bien, la Ley de Firma Digital 25.506 exige una serie de
requisitos para que el titular de la firma pueda obtener el certificado
digital que le permita firmar documentos digitalmente, que hacen muy
improbable que un consumidor cuente con firma digital, además de
que resulta costosa. Por lo tanto, lo más probable es que las solicitudes
presentadas de manera electrónica cuenten sólo con firma electrónica26,
que no cuenta con la presunción de autoría ni de integridad que tiene
la firma digital y cuya validez deberá ser probada por quien la invoque.
Por otro lado, es importante destacar que si la oferta se realizara
por medios electrónicos, obviamente quedaría sujeta a las previsiones
del artículo 1108 del CCC y, por lo tanto, debería tener vigencia durante
el plazo que fije el asegurador o durante el tiempo que permanezca
accesible al tomador/asegurado, además de que el asegurador estará
obligado a confirmar por vía electrónica y sin demora la recepción de
la aceptación.

26
Art. 5º de la Ley de Firma Digital: “Se entiende por firma electrónica al conjunto
de datos electrónicos integrados, ligados o asociados de manera lógica a otros datos
electrónicos, utilizado por el signatario como su medio de identificación, que carezca
de alguno de los requisitos legales para ser considerada firma digital. En caso de ser
desconocida la firma electrónica corresponde a quien la invoca acreditar su validez”.

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Contratación electrónica en el mercado de seguros

3.3. La intermediación electrónica en contratos de seguro


La oferta de seguros puede llevarse a cabo de distintos modos. En
muchos casos son las propias aseguradoras quienes ofrecen y celebran
contratos de seguro en forma directa con los asegurables, pero en
muchos otros se valen de productores asesores de seguros o de agentes
institorios para hacerlo.
Los productores asesores de seguros son terceros independientes
que intermedian en la concertación de contratos de seguros, asesorando
a asegurados y asegurables27. Su actividad se encuentra regulada bá-
sicamente por la ley 22.400, que establece que sus funciones son las
de gestionar las operaciones de seguros, informar sobre la identidad
de las personas que contraten por su intermedio, sus antecedentes y
solvencia moral y material, informar al asegurado sobre las condiciones
en que se encuentre el riesgo y asesorar al asegurado respecto de la
más adecuada cobertura, las cláusulas del contrato, su interpretación
y extensión y verificar que la póliza contenga las estipulaciones y
condiciones bajo las cuales el asegurado ha decidido cubrir el riesgo,
comunicar a la entidad aseguradora cualquier modificación del riesgo
de que hubiese tenido conocimiento, asesorar al asegurado durante la
vigencia del contrato, ejecutar las instrucciones que reciba de los ase-
gurables, asegurados o de las entidades aseguradoras en relación con
sus funciones, etcétera.
Por su parte, los agentes institorios son representantes de la ase-
guradora, que cuentan con mandato para celebrar contratos de seguros,
pactar modificaciones o prórrogas y recibir notificaciones. Su actividad
está regulada básicamente por el artículo 54 de la Ley de Seguros y
por la resolución SSN 38.052/2013.
Si bien ninguna de estas normas contiene previsión alguna relativa
a la intermediación de seguros por medios electrónicos, no vemos que
haya impedimentos para que los productores asesores o los agentes
institorios desarrollen su actividad por medios electrónicos.

27 Art. 1º de la ley 22.400.

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Doctrina

3.4. La aceptación de la oferta


La Ley de Seguros no tiene previsión alguna relativa al consenti-
miento o aceptación de la oferta por parte del asegurado. Simplemente
establece que el contrato de seguro es consensual y que puede probarse
por cualquier medio siempre que haya principio de prueba por escrito,
dejando abierta la cuestión de la manifestación de voluntad del acep-
tante.
Sin embargo, el punto 25.2.2.e del RGAA establece que el asegu-
rador deberá obtener y conservar una grabación de la venta telefónica
o bien el registro informático de la transacción, donde conste el con-
sentimiento expreso de la contratación por parte del tomador/asegurado.
Esta norma claramente busca resguardar los derechos de los asegurados
poniendo en cabeza de la aseguradora la carga de custodiar la prueba
del consentimiento contractual.
Cabe preguntarse qué ocurriría en caso de que por alguna razón
una aseguradora no pudiera resguardar o mantener esa grabación o
registro informático y, por tratarse de un contrato celebrado por medios
electrónicos, no tuviera otra constancia de la aceptación.
Parece claro que cuando el consentimiento surja de algún acto del
propio asegurado28 como, por ejemplo, el pago de la prima correspon-
diente al seguro, la aceptación del contrato debería tenerse por acre-
ditada, especialmente cuando el aceptante haya recibido la póliza en
cuestión y no la haya cuestionado dentro de los 30 días en los términos
del artículo 12 de la Ley de Seguros. De cualquier forma, entendemos
que es una cuestión muy particular que dependerá de las circunstancias
de cada caso.

3.5. La prueba de los contratos de seguros


celebrados por medios electrónicos
Tal como afirma el doctor López Saavedra, en materia de seguro
“la prueba capital de la celebración del contrato es la póliza que emite
el asegurador y en la que figuran las condiciones, términos, exclusiones

28
Recordemos que el art. 979 del CCC prevé que “Toda declaración o acto del
destinatario que revela conformidad con la oferta constituye aceptación...”

220
Contratación electrónica en el mercado de seguros

y límites del seguro”29. En este sentido, resulta vital tanto para el


asegurador como para el asegurado que estos elementos puedan acre-
ditarse de alguna forma.
El artículo 11 de la Ley de Seguros establece que “El contrato de
seguro sólo puede probarse por escrito; sin embargo, todos los demás
medios de prueba, inclusive cualquier medio digital, serán admitidos,
si hay principio de prueba por escrito”30.
Históricamente, una vez definidas las condiciones del contrato, la
compañía de seguros enviaba al domicilio del asegurado el texto com-
pleto de la póliza, en formato papel, cumpliendo claramente con la
necesidad de que haya un principio de prueba por escrito. Sin embargo,
una de las ventajas que ofrece la celebración de contratos por medios
electrónicos es el ahorro en la impresión de las pólizas.
El artículo 286 del CCC establece que “La expresión escrita puede
tener lugar por instrumentos públicos, o por instrumentos particulares
firmados o no firmados, excepto en los casos en que determinada
instrumentación sea impuesta. Puede hacerse constar en cualquier so-
porte, siempre que su contenido sea representado con texto inteligible,
aunque su lectura exija medios técnicos” (el destacado nos pertenece).
Por otra parte, como ya dijimos, el artículo 1106 del CCC establece
que “Siempre que en este Código o en leyes especiales se exija que
el contrato conste por escrito, este requisito se debe entender satisfecho
si el contrato con el consumidor o usuario contiene un soporte elec-
trónico u otra tecnología similar”. Por lo tanto, no hay dudas de que
el requisito de escritura debe tenerse por cumplido aun cuando fuera
en un soporte electrónico, siempre que conste de un texto inteligible.
Además, como ya mencionamos, el RGAA prevé en el punto 25.3.1
que, a los efectos de la entrega de las pólizas, endosos y demás do-
cumentación, los medios electrónicos serán considerados medios feha-

29 LÓPEZ SAAVEDRA, Domingo M., Ley de Seguros 17.418 comentada, 2ª ed.

act., La Ley, Buenos Aires, 2012.


30 En principio es importante señalar que este artículo no exige la escritura como

un requisito formal para la validez del contrato sino únicamente para su prueba. Por
lo tanto, el contrato de seguro podrá celebrarse por cualquier medio y probarse también
por cualquier medio, siempre que haya principio de prueba por escrito.

221
Doctrina

cientes de entrega de documentación siempre y cuando permitan su


lectura e incluyan un enlace para su descarga.
Los medios electrónicos autorizados para el envío de las pólizas,
endosos y demás documentación, al momento de la redacción del pre-
sente son: (i) correo electrónico del asegurado y/o tomador, declarado
al momento de solicitar la contratación; (ii) puesta a disposición en
el sitio web de la aseguradora, o (iii) puesta a disposición a través de
aplicaciones móviles, aunque tal como aclara la norma sobre el final,
“[l]a entrega de su póliza y/o endosos a través de medios electrónicos
no impide la solicitud de la documentación física, si el asegurador o
tomador lo requiere”.
Por otra parte, como también ya mencionamos, la resolución SSN
517/2019 previó un comprobante especial denominado “Comprobante
del Seguro Obligatorio Automotor en formato digital” para la acredi-
tación de los seguros obligatorios de responsabilidad civil automotor,
que puede visualizarse directamente desde la aplicación Mi Argentina
y tiene la misma validez que su equivalente en formato físico.
De esta manera, los asegurados y aseguradores podrán probar no
sólo la existencia y los términos de los contratos de seguro de manera
electrónica, sino también la entrega de la póliza por medios electró-
nicos.

3.6. Los seguros de vida y la contratación electrónica


El artículo 143 de la Ley de Seguros prevé que en los seguros de
vida se puede pactar que el capital o renta a pagarse en caso de muerte
se abone a un tercero sobreviviente, determinado o determinable al
momento del evento y que, salvo que la designación fuera onerosa,
el tercero recién adquiere un derecho propio cuando se produzca el
siniestro, por lo que el contratante puede revocar la designación libre-
mente.
Por otra parte, el artículo 146 de la misma ley establece que “La
designación de beneficiario se hará por escrito sin formalidad deter-
minada aun cuando la póliza indique o exija una forma especial. Es
válida aunque se notifique al asegurador después del evento previsto”.
De esta manera, los asegurados pueden modificar indefinidamente

222
Contratación electrónica en el mercado de seguros

y de manera informal la designación de beneficiarios. La importancia


y trascendencia de esta designación de beneficiarios impone a las ase-
guradoras la carga de verificar adecuadamente la identidad de quien la
efectúa, especialmente cuando ésta se realiza por medios electrónicos.
El RGAA aborda específicamente la cuestión de la designación de
beneficiarios por medios electrónicos, estableciendo en el punto 25.2.2
que “d. En los seguros de personas que cubran el riesgo de falleci-
miento, deberá informarse al Tomador acerca del derecho a designar
beneficiarios. En caso que la designación se efectúe por medios elec-
trónicos, la Aseguradora deberá adoptar los recaudos necesarios de
seguridad para verificar la identidad de quien realiza la designación”.
Es claro que la trascendencia de la designación o modificación de
beneficiarios de un seguro de vida impone a las aseguradoras un es-
tándar elevado de cuidado para corroborar la identidad de quien realiza
la designación y evitar así el fraude, aunque ni la Ley de Seguros ni
el RGAA contienen una norma específica respecto de qué mecanismos
adoptar para considerar satisfecho ese estándar.

3.7. El botón de baja en contratos de seguro


celebrados por medios electrónicos
El artículo 10 ter de la LDC prevé que cuando la contratación de
un servicio se haya realizado a través de medios electrónicos, podrá
ser rescindido por el mismo medio utilizado para contratarlo.
Como consecuencia de esa norma, la Secretaría de Comercio de
la Nación dictó la resolución 316/2018 que estableció que los provee-
dores que ofrezcan sus servicios a través de páginas web, y que se
encuentren enumerados en el Anexo que se acompañó a la resolución,
deberán tener a simple vista y en el primer acceso, el link mediante
el cual el consumidor podrá solicitar la baja del servicio contratado.
Los servicios de seguros fueron incluidos en ese Anexo mediante la
disposición 357/2021 de la Dirección Nacional de Defensa del Con-
sumidor y Arbitraje del Consumo.
En este contexto, la SSN dictó la resolución 685/2021 que regla-
mentó el uso de la baja electrónica del servicio (el denominado “botón
de baja”) modificando el punto 25.4.1 del RGAA que establece las

223
Doctrina

formalidades exigidas para rescindir los contratos de seguros, así como


los medios admitidos para hacerlo.
La resolución incorporó al punto 25.4.1 del RGAA un inciso g,
sumando a los medios ya admitidos la posibilidad de solicitar la res-
cisión de los seguros cuya vigencia inicie luego de la entrada en vi-
gencia de la resolución, a través de un botón de baja, esto es, un link
dentro de la página web o aplicación móvil de la aseguradora, que
deberá ser accesible y fácilmente identificable para quien desee soli-
citarla. Si la rescisión es solicitada a través del botón de baja, una
nota firmada por el tomador y/o asegurado y enviada por medios elec-
trónicos, o a través de página web o aplicación móvil, la aseguradora
deberá entregar o poner a disposición del tomador y/o asegurado el
comprobante de rescisión. Podrá hacerlo enviándolo al correo electró-
nico o poniéndolo a disposición en la página web o aplicación móvil
de la aseguradora.
Si bien la disposición 357/2021 de la Dirección Nacional de Defensa
del Consumidor y Arbitraje del Consumo, que incluyó a los seguros
dentro de los servicios alcanzados por la obligación de contar con un
botón de baja, no limitó esa obligación a algún tipo de contrato de
seguro en particular, la resolución de la SSN estableció que el botón
de baja sólo es obligatorio para las pólizas que sean contratadas a
través de medios electrónicos y que correspondan a las ramas auto-
motores, motovehículos, combinados, robo y riesgos similares, crista-
les, riesgos varios y accidentes personales.
La resolución no aclara si los seguros de otras ramas, o los seguros
de las ramas mencionadas que no hayan sido contratados por medios
electrónicos, pueden ser también dados de baja mediante este link.
Parece claro que no debería haber inconveniente alguno en que los
seguros de las ramas incluidas en la resolución, aun cuando no hayan
sido contratados por medios electrónicos, puedan ser rescindidos a
través del botón de baja, aunque su uso no sería obligatorio.
En la misma línea, si bien existen opiniones en diversos sentidos,
entendemos que la rescisión a través del botón de baja también debería
ser considerada válida para los seguros de las ramas no incluidas en
la resolución, siempre y cuando pueda identificarse adecuadamente
a la persona que solicita la baja.

224
Contratación electrónica en el mercado de seguros

En efecto, el punto 25.4.1.f del RGAA admite la rescisión “A través


de página web o aplicación móvil de la aseguradora” sin limitación
alguna y el botón de baja no es más que un link insertado en la página
web del proveedor, que lleva a un formulario electrónico, con el fin
de “simplificar la gestión de los trámites que, cotidianamente, deben
realizar los consumidores, brindando agilidad, celeridad y eficiencia
a éstos”31. Además, de los considerandos de la resolución 316/2018
surge que el criterio para determinar qué servicios fueron alcanzados
por la obligación de contar con el botón de baja fue la masividad y
la alta conflictividad.
Por lo tanto, no parecería haber un argumento técnico para consi-
derar válida la rescisión por la página web o aplicación móvil del
asegurador de, por ejemplo, un seguro de vida, pero no a través del
botón de baja.

3.8. El derecho de revocación


El artículo 34 de la LDC establece que, en los casos de venta por
medios electrónicos, el consumidor tendrá el derecho de revocar su
aceptación en el plazo de 10 días corridos contados desde la fecha en
que se entregue el bien o se celebre el contrato, lo último que ocurra.
La revocación de la aceptación implica la rescisión del contrato.
Además, prevé que el consumidor debe poner el bien a disposición
del proveedor y que los gastos de la devolución correrán por cuenta
de este último. Una norma similar contiene el CCC en el artículo 1110.
Por su parte, el artículo 34 del Anexo I del decreto 1798/94 que
reglamenta la LDC prevé que el consumidor no debe haber utilizado
la cosa, y mantenerla en el mismo estado en que la recibió.
El artículo 1116 del CCC regula las excepciones al derecho de
revocar, estableciendo que, salvo pacto en contrario, el derecho de
revocación no aplica a supuestos tales como productos que, por su
naturaleza, no pueden ser devueltos, programas informáticos que hayan
sido decodificados por el consumidor, suministro de prensa diaria, pu-
blicaciones periódicas y revistas, etcétera.

31 Ver los considerandos de la resolución 316/2018 de la Secretaría de Comercio


de la Nación.

225
Doctrina

Parece claro que, dada la naturaleza de los contratos de seguro,


éstos no quedarán alcanzados por el derecho de revocación de la acep-
tación cuando la cobertura haya empezado a correr porque una vez
comenzado el período de vigencia, el asegurado ya habría gozado de
la cobertura.
En este mismo sentido, de los considerandos de la resolución
685/2021 de la SSN que comentamos, relativa al botón de baja, surge
que las rescisiones que se efectúen a través de ese botón operarán
a partir de su comunicación y hacia el futuro, es decir, no podrán
realizarse con efecto retroactivo. Ello parece confirmar que los con-
tratos de seguro cuya vigencia comenzó a correr no podrán ser res-
cindidos, y que únicamente podrán dejar de surtir efectos para el
futuro.
Por lo tanto, el derecho de revocación de la oferta podrá únicamente
ejercerse respecto de aquellos contratos de seguro que no hayan entrado
en vigencia.

4. Conclusión
Como adelantamos, el marco regulatorio específico de seguros abor-
dó únicamente y de manera limitada algunos aspectos de la contratación
electrónica de seguros, con normas que buscan en general proteger
los derechos de los asegurados, garantizar la seguridad y privacidad
de la información, y establecer reglas para la validez y legalidad de
los contratos celebrados electrónicamente.
Si bien en un futuro podrá mejorarse y complementarse, confor-
me continúe el desarrollo tecnológico y se vayan identificando nuevas
problemáticas, en principio este marco parece adecuado para promo-
ver el crecimiento de la comercialización electrónica de contratos de
seguros.

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