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PROFESORADO SUPERIOR DE CIENCIAS

SOCIALES.

PROFESORADO DE HISTORIA

Cátedra: Contemporáneos II.

Trabajo: La Revolución Rusa.

Curso: 4° "A”.

Alumno: Corujo, Emiliano.

Profesor: Galarza, Guillermo.

Ciclo lectivo 2023.

Carr, Edward H. (1993). “La revolución rusa: De Lenin a Stalin”. Madrid, Alianza.
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a. Describa el proceso revolucionario. Explique por qué Carr habla de un “doble


poder” tras la caída del zarismo y cuál era la posición de Lenin al respecto.
Refiérase a las primeras medidas revolucionarias.

La imponente fachada de la autocracia zarista encubre una economía rural


estancada , que había hecho pocos avances sustanciales desde la emancipación de los
siervos, y un campesinado hambriento e inquieto. El malestar latente salió a la superficie
con las frustraciones y humillaciones de la guerra ruso-japonesa.
La primera revolución rusa de 1905 tuvo un carácter mixto. Fue una revuelta de los
liberales y constitucionalistas burgueses contra una autocracia arbitraria y anticuada. Fue
una revuelta obrera, desatada por la atrocidad del domingo sangriento, y que condujo a la
elección del primer soviet de diputados obreros de Petersburgo. Fue una extensa revuelta
campesina , espontánea y carente de coordinación, a menudo extremadamente cargada de
resentimiento y violencia. Estos tres cabos nunca llegaron a entrelazar, y la revolución fue
finalmente dominada con el coste de algunas concesiones constitucionales, en buena
medida irreales.
Los mismos factores inspiraron la revolución de febrero de 1917, pero esta vez
reforzados y dominados por el cansancio de la guerra y por el descontento general respecto
a la forma en que esta era dirigida. La abdicación del zar era lo único que podía detener la
marea de revueltas. La autocracia fue reemplazada por la proclamación de un Gobierno
Provisional basado en la autoridad de la Duma.
La revolución de febrero de 1917 trajo de vuelta a Petrogrado, desde Siberia y desde
el exilio en el exterior, a una multitud de revolucionarios anteriormente proscritos. La
mayoría de estos pertenecían a una de las dos ramas (bolchevique y menchevique) del
partido obrero Socialdemócrata, o al partido Socialista Revolucionario, y encontraron una
plataforma ya dispuesta en el soviet de Petrogrado.
Carr (1993) plantea que el soviet era en cierto sentido un rival del Gobierno
Provisional establecido por los partidos constitucionales en la antigua Duma. En este
sentido, el autor señala que la expresión “doble poder” fue utilizada para describir esta
antigua descripción.
Sin embargo, en un primer momento la actitud del soviet fue muy limitada.
Generalmente, la mayoría de los miembros del soviet se conformaban con reconocer que
los acontecimientos de febrero de la revolución burguesa rusa que estableceria un regimen
democratico-burgues según el modelo occidental, y posponian la revolución socialista futura
aún indeterminada.
No obstante, la llegada de Lenin a Petrogrado rompería esta concepción. Este
señalaba que el cataclismo que estaba teniendo lugar en Rusia era una revolución
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burguesa y nada más. El desarrollo de la situación después de la revolución de febrero


confirmarian el punto de vista de Lenin de que aquella no podría mantenerse dentro de los
límites burgueses.
A lo largo de las vicisitudes del verano de 1917 Lenin consiguió gradualmente la
adhesión de los seguidores de su partido a ese programa. El avance en los soviets fue más
lento. Sin embargo, mientras el prestigio y la autoridad del gobierno provisional se
desvanecer, la influencia de los bolcheviques en las fábricas y en el ejército grecia
rápidamente, y en julio el gobierno provisional decidió proceder contra ellos bajo la
acusación de que realizaban propaganda subversiva en el ejército y actuaban como
agentes alemanes. Varios dirigentes fueron detenidos. Lenin debió huir a Finlandia.
En septiembre, tras el abortado intento de toma del poder del general derechista
Kornilov, los bolcheviques obtuvieron la mayoría de los soviets de Petrogrado y Moscú. En
octubre, Lenin regresó disfrazado a Petrogrado para asistir a una reunión del Comité
Central del partido. Persuadido por él, el comité decidió preparar la inmediata toma del
poder. Los preparativos fueron llevados a cabo principalmente por un comité militar
revolucionario que había sido creado por el comité central del Congreso de los Soviets, y
que se encontraba ahora firmemente en manos de los bolcheviques.
El 25 de octubre, la Guardia Roja, formada principalmente por obreros industriales,
tomó posiciones estratégicas en la ciudad y avanzó sobre el Palacio de Invierno. Fue un
golpe sin sangre. El gobierno provisional se vino abajo sin resistencia. El primer ministro
Kerenski huyó al extranjero.

El congreso proclamó la disolución del Gobierno Provisional y el paso de la


autoridad a los soviets, y aprobó por unanimidad tres importantes decretos:
El primero era una proclama, en nombre del Gobierno Obrero y Campesino que
proponia a todos los pueblos y gobiernos beligerantes el comienzo de negociaciones en pro
de una paz justa y democrática, sin anexiones ni indemnizaciones, y pedía particularmente
a los obreros conscientes de las tres naciones más adelantadas de la humanidad
(Inglaterra, Francia y Alemania) su ayuda para poner fin a la guerra.
El segundo era un decreto sobre la tierra, e incluía un texto redactado por los
socialistas revolucionarios, que respondía a las aspiraciones pequeño-burguesas del
campesino antes que a las teorías bolcheviques a largo plazo sobre la socialización de la
agricultura. La propiedad de los terratenientes era abolida sin compensación; tan solo la
tierra de los simples campesinos y cosacos quedaba libre de confiscación. La propiedad
privada de la tierra quedaba abolida a perpetuidad. El derecho a usar la tierra se concedia a
todos los ciudadanos del Estado (sin distincion de sexo) que deseen trabajarla ellos
mismos. Los derechos sobre los minerales, y otros derechos de tipo subsidiario, quedaban
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reservados al Estado. La compraventa y arrendamiento de la tierra, así como el empleo


quedaban prohibidos.
El tercer decreto creaba un consejo de Comisarios del Pueblo, como Gobierno
Provisional Obrero y Campesino que gobierna el país bajo la autoridad del Congreso
Panruso de los soviets y de su comité ejecutivo hasta la formación de la Asamblea
Constituyente.

b. Explique el problema del dualismo entre el “internacionalismo” y la


constitución de un Estado nacional.

En los decretos del Congreso de los Soviets, más formales, los conceptos de Estado
y socialismo permanecieron entre bastidores. En medio del entusiasmo de la victoria,
cuando el viejo estado y sus correspondientes males estaban siendo barridos, nadie
deseaba enfrentarse al problema de la construcción de un nuevo Estado. La revolución era
internacional, y no tenía en cuenta las fronteras nacionales. El gobierno obrero y campesino
carecia de definición o designación territorial: la extensión última de su autoridad no podía
ser prevista.

c. Explique en qué sentido la guerra civil consolida la imagen de “dos


mundos”.

El colapso de Alemania, y el armisticio del 11 de noviembre de 1918, dieron un


nuevo giro a la situación. La incipiente situación revolucionaria en Berlín durante los dos
meses que siguieron al armisticio, el éxito de los golpes revolucionarios en Baviera y
Hungría, unos meses más tarde, así como los disturbios esporádicos en Inglaterra, Francia
e Italia, condujeron a los dirigentes bolcheviques a la creencia de que la tan esperada
revolución europea estaba madurando. Pero los acontecimientos que traen esperanza y
alivio a Moscú intensificaron el temor y odio de los gobiernos occidentales ante el régimen
revolucionario, y agudizaron su determinación de desarraigarlo. Forzosamente se abandonó
el pretexto de que las operaciones militares en Rusia eran parte subsidiaria de la guerra
contra Alemania. Se amplió abiertamente el apoyo a los ejércitos rusos empeñados en la
cruzada contra los bolcheviques.
La guerra civil solidifico el estereotipo, que se había venido formando desde octubre
de 1917 tanto en el pensamiento occidental como en el sovietico, de dos mundos
enfrentados en una contradicción irreconciliable: el mundo capitalista y el mundo de la
revolución dedicado a su derrocamiento. Tras el colapso de la potencia alemana en
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noviembre de 1918, la Europa central se convirtió poco tiempo en el objetivo que ambos
mundos se disputaban.

d. Refiérase a los problemas que debe resolver el “comunismo de guerra” y


explique sus efectos en la organización del trabajo y el papel de los sindicatos. ¿Por
qué, según Carr, sus consecuencias fueron la concentración y la centralización de la
economía?

Después de las amenazantes tormentas de la guerra civil y el colapso económico


condujeron al gobierno, en el verano de 1918, a las drásticas medidas que más tarde se
conocería bajo el nombre de “comunismo de guerra”.
La comida era la principal prioridad. Los trabajadores de las fábricas y la ciudad
estaban hambrientos. En mayo surgió la consigna de organizar destacamentos de
alimentación para marchar al campo y recaudar grano de los Kulaks y especuladores (la
burguesía rural), que se creía lo atesoraban. Se crearon en los pueblos comités de
campesinos pobres que supervisarán la recolección, distribución y envió a las ciudades del
grano y otros productos agrícolas, bajo la dirección general del Comisariado del Pueblo para
los Suministros.
El decreto fue más fácil de redactar que de llevar a la práctica. La acción espontánea
de los campesinos durante el primer año de la revolución se tradujo en la división de la
tierra entre una multiplicidad de pequeños cultivadores que viven al nivel de subsistencia: un
incremento en el número y una disminución en el tamaño de las unidades agrícolas que no
contribuye en nada a la eficiencia de la agricultura o al suministro de alimentos a las
ciudades, ya que era más probable que el pequeño agricultor consumiera para sus propias
necesidades lo que él mismo produce. Los campesinos pobres no eran fáciles de organizar,
y brotó la rivalidad entre los comités y los soviets de los pueblos. La estratificación de la
clase en las aldeas era bastante real.

El comunismo de guerra tuvo importantes consecuencias para la organización del


trabajo. La esperanza inicial de que, aunque la coherencia fuera necesaria frente a los
terratenientes y miembros de la burguesía, el trabajo de los obreros se regulará mediante
autodisciplina voluntaria, pronto se vio frustrada. El control obrero sobre la producción,
ejercido en cada fábrica por un comité de fábrica elegido, que había sido fomentado en el
alborear de la revolución y había desempeñado un papel en la toma del poder, se convirtió
pronto en una receta para la anarquía.
Lenin se pronunció a favor del destajo y del taylorismo, un sistema americano muy
de moda para mejorar la eficiencia del trabajo, que él mismo había denunciado como
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esclavizamiento del hombre a la máquina. Más tarde apoya una campaña a favor de la
introducción en la industria de la llamada dirección por un solo hombre, antítesis directa del
control obrero. El congreso del partido, que votó en marzo de 1918 la ratificación del tratado
de Brest Litovsk, también exige medidas draconianas para elevar la autodisciplina y la
disciplina de obreros y campesinos.
Los mencheviques y algunos bolcheviques, para quienes, como la revolución no
había sobrepasado su etapa democratico -burguesa, los sindicatos aun debían su papel
tradicional, propusieron la completa independencia de los sindicatos frente al Estado. Pero
Zinoviev, que presedia, no tuvo dificultades para conseguir una confortable mayoría a favor
de la tesis oficial, de los bolcheviques de que, en el proceso de la revolución, los sindicatos
debían transformarse inevitablemente en órganos de Estado socialista”, y en este sentido
deben asumir el peso fundamental en la organización de la producción
La elevación de la productividad del trabajo, la mejora de la disciplina laboral, la
regulación de los salarios y la prevención de huelgas eran responsabilidades que los
sindicatos, junto con el Vesenja y otros órganos del Estado, debian asumir ahora.
El comunismo de guerra había costado de dos elementos principales: por una parte
la concentración de la autoridad y el poder económicos, incluyendo un control y
administración centralizados, la sustitución de las pequeñas unidades de producción por
otras grandes y cierto grado de planificación unificada.
Los procesos de concentración y centralización, aunque florecieron especialmente
bajo la incubadora del comunismo de guerra, eran la continuación de procesos que ya
estaban en marcha durante el primer periodo de la revolución y, de hecho, durante la guerra
europea. En este punto, el comunismo de guerra había edificado sobre cimientos
preexistentes, y muchas de sus realizaciones soportaron la prueba; solamente en los
detalles de su aplicación se vieron estas políticas sujetas posteriormente a rechazo y
revocación.
Las políticas de concentración y centralización fueron aplicadas casi exclusivamente
en la industria; los intentos de exportarlas a la agricultura no tuvieron éxito. Era en la
industria donde se encontraba la principal base social de apoyo de la revolución y donde la
economía rusa mostraba algunos de los rasgos de un capitalismo desarrollado.

e. Explique cuáles fueron los objetivos de la Nueva Política Económica (NEP)


¿Cómo se vinculan con los problemas de la agricultura?

La esencia de la nueva política era permitir al campesinado, tras la entrega a los


órganos del Estado de una proporción fija de su producción (un impuesto en especie),
vender el resto en el mercado. Para hacer esto posible era necesario incitar a la industria,
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especialmente a la pequeña industria artesanal, a producir bienes que el campesino


quisiera comprar, lo que suponía invertir el énfasis puesto bajo el comunismo de guerra en
la industria pesada a gran escala. Se debía permitir el renacimiento del comercio privado;
en este punto se confiaba mucho en las cooperativas, una de las pocas instituciones
anteriores a la revolución que conservaban cierto grado de popularidad y de vitalidad.
Las ventajas ofrecidas al campesinado por la NEP, que de todas formas llegaban
demasiado tarde para afectar a la siembra de 1921, se vieron retrasadas por una calamidad
natural. Las cosechas quedaron arruinadas por la sequía en una amplia área,
especialmente en Rusia central y en la cuenca del Volga.
Los horrores del invierno siguiente, en el que millones de personas padecieron
hambre, se vieron parcialmente mitigados por los suministros de las misiones extranjeras de
ayuda, especialmente la Administración Americana de Socorro.
Se observó que la NEP, al reintroducir los procesos de mercado en el campo, había
invertido las medidas igualitarias del comunismo de guerra, potenciando la repartición del
campesino rico, o kulak, como figura clave de la economía rural. El campesino pobre
producía para su propia subsistencia y la de su familia. Consume lo que producía; si se
dirige al mercado era más a menudo como comprador que como vendedor. El kulak
producía para el mercado, convirtiéndose en pequeño capitalista, esta era la esencia de la
NEP.

f. Explique cómo y por qué se organiza el régimen político soviético. Refiérase


al papel del Partido Comunista.

Había llegado el momento de estabilizar las fluidas disposiciones constitucionales


del régimen sovietico. En julio de 1918 se promulgó una constitución de la República
Socialista Federativa Soviética de Rusia. Se haría con la Declaración de Derechos del
Pueblo Trabajador y explotado que había proclamado seis meses antes el Congreso
Panruso de los Soviets.
Confería la autoridad suprema a un Congreso Panruso de los soviets compuesto por
delegados elegidos por los soviets de las ciudades y las provincias, con un sistema de
representación fuertemente sesgado a favor de las ciudades, lugar de residencia de los
obreros. El derecho al voto se restringía a quienes se ganaban la vida en la producción o en
un trabajo socialmente útil, junto con los soldados y las personas inválidas. El congreso
eligió un Comité Ejecutivo Central Panruso para ejercer la autoridad en su nombre en los
intervalos entre las sesiones, y asu vez este nombró un Consejo de Comisarios del Pueblo,
cuyas principales funciones eran administrativas, pero que también tenía autoridad para
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emitir órdenes y decretos, así que no se trazaba una clara línea de demarcación entre los
distintos poderes.
La constitución también enunciaba principios generales como la separación de la
Iglesia y el Estado; la libertad de la palabra, de opinión y de reunión para los trabajadores; la
obligación para todos los ciudadanos de trabajar, sobre la base del principio “el que no
trabaja, no come”; la obligación del servicio militar para la defensa de la republica; y la
abolicion de toda discriminacion por razones de raza o nacionalidad.

g. Describa los lineamientos de la política exterior a comienzos de la década


del veinte.

El fortalecimiento de las organizaciones soviéticas y del partido vino acompañado


por una consolidación de las relaciones soviéticas con el mundo exterior.
En enero de 1920, representantes de las cooperativas rusas discutieron en París
con representantes de los gobiernos occidentales la reanudación del intercambio de bienes
con la Rusia soviética; y en Copenhague Litvinov negoció un acuerdo para la repartición
mutua de prisioneros. El 2 de febrero de 1920 se firmó un tratado de paz con Estonia, y
Lenin comentó: “hemos abierto una ventana a Europa que intentaremos utilizar tanto como
nos sea posible”.
Krasin, el único Bolchevique importante con experiencia extranjera en el campo
industrial y comercial, partió a Escandinavia con una amplia delegación de expertos
comerciales, que fue cortésmente recibida en Londres en mayo.
En otoño de 1920 quedó restaurada la paz. Una compañía comercial rusa se registró
en Londres bajo el nombre de Arcos y Krasin empleo buena parte del invierno en negociar
en Londres con el gobierno britanico y con firmas interesadas en pedidos para la Rusia
soviética. Por último, tan solo una semana después de que Lenin hubiera introducido la
NEP en el congreso del partido en Moscú, se firmó en Londres un tratado comercial anglo-
sovietico el 16 de marzo de 1921.
Las partes acordaron no poner obstáculos al comercio mutuo y, a falta de
reconocimiento diplomático formal, intercambiar representaciones comerciales oficiales.
Desde el punto de vista britanico, la cláusula más importante era aquella en la que cada
parte se compromete a abstenerse de acciones o compromisos y de toda propaganda
oficial, directa o indirecta contra la otra. Se mencionaba en particular toda acción o
propaganda destinada a incitar a cualquiera de los pueblos de Asia a toda forma de acción
hostil contra los intereses británicos o el imperio britanico.El acuerdo anglo sovietico estaba
planteado, como la NEP, seriamente y por largo tiempo.
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El telón de fondo de la aproximación soviética a Gran Bretaña era económico: el


deseo de facilitar un comercio mutuamente provechoso. El telón de fondo de la
aproximación a Alemania fue principalmente político, enraizado en la oposición común del
tratado de Versalles y en la común antipatía hacia las aspiraciones polacas.
Un rasgo de las relaciones germano-soviéticas en esta época fue la búsqueda de
colaboración militar, a causa de la prohibición de la fabricación de armamentos en Alemania
impuesta por el tratado de Versalles.

h. ¿Cuáles fueron los problemas de la NEP que llevaron a la “crisis de las


tijeras” ¿En qué consiste esta crisis?

El impacto de la NEP sobre la industria fue menos directo que sobre la agricultura, y
principalmente negativo. Su primer efecto fue estimular la recuperación de las industrias
rurales y artesanales no solo porque estas industrias habían sufrido menos que la industria
fabril durante la guerra civil, y podían ser reincorporadas más fácilmente a la producción,
sino también porque eran las principales suministradoras de los bienes de consumo simples
que el campesino quería comprar con los ingresos de la venta de sus productos agrícolas.
Se interrumpió la campaña de nacionalización de la industria. Por otro lado, se llevó
adelante una considerable descentralización.
En un primer momento parece haberse planteado el intercambio de bienes entre la
ciudad y el campo como un grandioso sistema de trueque organizado. Pero, como admitiría
más tarde, “el intercambio de bienes se desencadenó” y se convirtió en compraventa; y
escandalizó a algunos incondicionales del partido al decir a sus oyentes que “aprendieran a
comerciar”.
Al cabo de poco tiempo, las implicaciones de la NEP se revelaron a través de varias
crisis interconectadas. La primera fue una crisis de precios. Una vez levantados los
controles del comunismo de guerra, los precios oscilaban salvajemente.
El hambre de productos agrícolas de las ciudades supera el hambre de productos
industriales del campesinado, así que en un primer momento los precios agrícolas se
dispararon en relación a los precios industriales. La industria, descapitalizada y privada de
fuentes de crédito, solo se podía autofinanciarse mediante la venta de sus productos en un
mercado en disminución, lo que deprimió aún más los precios industriales.
Fue la aparición del desempleo, sin embargo, lo que hizo a los trabajadores más
conscientes del descenso de su posición en la economía de la NEP. El continuo
estancamiento de la industria pesada, la crisis de precios de las industrias de consumo, la
llamada a la racionalización de la producción, la insistencia en el jozraschot y en la
obtención de ganancias, todo presionaba fuertemente hacia el despido de los trabajadores
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sobrantes. El desempleo recupera su papel normal en una economía de mercado como


instrumentos de disciplina laboral y de presión sobre los salarios. Si la NEP había rescatado
al campesino del desastre, había reducido a la industria y al mercado de trabajo a
condiciones que bordeaban el caos.
El proletariado, el heroico abanderado de la revolución, se había visto dispersado,
desintegrado y drásticamente reducido en su número bajo el impacto de la guerra civil y del
caos industrial. El obrero industrial se había convertido en el hijastro de la NEP.

En septiembre de 1922 la relación entre los precios industriales y agrícolas había


vuelto a su equilibrio de antes de la guerra; y a partir de ese momento los precios
industriales crecieron espectacularmente a expensas de los precios agrícolas. En su
informe al XII Congreso del partido, en abril de 1923, Trotski presentó un diagrama que
mostraba cómo las tijeras, cuyas hojas mostraban los precios industriales y agrícolas, se
habían abierto más y más en los seis meses anteriores. Todos lamentaban estas violentas
fluctuaciones de los precios.

i. Describa el proceso que llevó a Stalin al poder.

Antes de la revolución, Lenin había concebido al partido como un pequeño grupo


homogéneo de revolucionarios profesionales, consagrados al derrocamiento de un régimen
de desigualdad y opresión. Incluso después de la revolución siguió pensando en el partido
como un grupo de élite de obreros dedicados; y le preocupaba más purgar a los no aptos
que abrir de par en par las puertas al reclutamiento.
El aislamiento de Lenin fue acompañado de una nueva purga de miembros
indeseables , y desde el momento en que tanto la purga como el aislamiento estuvieron
controlados por el secretario del partido, se puede adivinar que la adhesión a la nueva
ortodoxia del partido fue uno de los principales criterios aplicados. El aislamiento de Lenin, y
todo el proceso del que este formaba parte, ampliaron el poder de la maquinaria del partido
y del secretario general que la manipulaba.
Otro cambio más sutil siguió a la sustitución del partido de élite de Lenin por el
partido de masas de Stalin. Una vez que se había tomado una decisión política, los
estatutos del partido imponen a los miembros la obligación de hablar en su apoyo con una
sola voz. La lealtad hacia el partido significaba aceptación de su disciplina.
Lo significativo de la iniciativa de Stalin era la consagración de un específico culto al
leninismo. A partir de este momento, el leninismo sería, en labios de Stalin y otros dirigentes
del partido, un cuerpo de doctrina vagamente definido, pero infalible, que distinguirá la línea
oficial del partido de las herejías de sus críticos.
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Stalin alegaba que la revolución en Rusia era el comienzo y la premisa de la


revolución mundial. Los críticos de la doctrina de Stalin se revelaban, implícita y
explícitamente, como medrosos, tímidos, carentes de confianza en el pueblo ruso,
escépticos sobre su capacidad y determinación. El socialismo en un solo país era una
poderosa llamada al patriotismo nacional.

Carr, Edward H. (1985), “Revolución desde arriba: la vía hacia la


colectivización”, en EDWARD H. CARR, 1917. Antes y después, Madrid, Sarpe, 1985.

a. Describa cuál era la posición soviética respecto a la colectivización de la


tierra antes de 1929.

Hacia mediados de los años 1920, la colectivización consto siempre en el programa


del partido, pero como meta distante e irrealizable. Incluso Molotov se refirió en 1925 a “las
ilusiones de los campesinos pobres acerca de una amplia colectivización campesina”.
Incluso tras la seria cerealista de los primeros meses de 1928, ni a los más
ambiciosos planificadores se les ocurrió la idea de proceder por la fuerza a una
colectivización en masa; los que formularon el primer plan quinquenal redactado en otoño
de 1928 hicieron lo que se juzgó pronósticos optimistas sobre los avances del sector
socializado de la agricultura, pero admitieron con franqueza que nos engañaremos a
nosotros mismos si pretendíamos que la extensión que alcanza a finales del periodo
quinquenal el sector socializado, nos permitiera abandonar la producción que pueden
aportar al mercado los grupos de medianos campesinos.

b. Explique los problemas que planteaba la relación entre industrialización y


agricultura.

La crisis internacional y el fantasma de la guerra de la primavera y en verano de


1927 (desastre en china, ruptura de relaciones con Gran Bretaña), que centró la atención
sobre la necesidad de una rápida industrialización y la importancia de equipo industrial
pesado, base del poder militar.
Nada bastaba, sino la industrialización acelerada a cualquier precio (incluso a costa
de presionar al máximo al campesino). Mientras tanto, todos los problemas se iban
agravando con el creciente desequilibrio entre la industria y la agricultura.
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El valor de la producción industrial total aumentó en 34,2 por ciento en 1926, por un
13, 3 por ciento en 1927 y un 19 por ciento en 1928. Las cifras correspondientes al producto
total agrícola eran del 7,5 y 2,5 por ciento.
La proporción de trigo y centeno, los principales productos de la cosecha, dentro de
la producción total, y la proporción de esta recolección para el mercado, se hallaba en baja.
Mientras la industria iba adelante, la agricultura no avanzaba lo suficiente ni para hacer
frente a las necesidades de una población en aumento.

c. Explique cuáles eran los problemas que afectaban a la agricultura.

En el otoño la carestía se hizo crónica; la recaudación de grano disminuyó


catastróficamente, y la oposición, en el último periodo de su libre actividad, se aprovechó
del fracaso de la política de apoyo al campesino rico, alias el kulak. Pronto se hicieron
aparentes los dos principales elementos del problema.
En primer lugar, la productividad de la agricultura soviética era demasiado baja; por
entonces se pusieron en circulación unas tablas que mostraban el atraso que llevaba
respecto de Europa y América.
En segundo lugar, la comercialización de la cosecha era demasiado baja. De la
cosecha de 1926 sólo se envió al mercado el 16,9 por ciento, es decir, se puso al servicio
de la alimentación de la población urbana, frente a la cifra del 24 por ciento alcanzada antes
de la guerra. Ello era resultado asimismo de contar con demasiadas y diminutas parcelas. El
campesino que contaba con más tierras y más máquinas era el que, al igual que el antiguo
terrateniente, surtía al mercado de más grano. Pero en la recaudación de grano de 1927-
1928, apareció un factor nuevo e inquietante. Tras la tercera buena cosecha sucesiva, los
campesinos más ricos y eficientes cumplieron con la orden de Bujarin de enriquecernos, y
gozaban de una prosperidad jamás conocida desde los tiempos de la revolución.

d. Refiérase a los problemas que implicó la “colectivización forzosa”.

El punto débil de la política reside en que, aunque se había dado ya algún paso, la
mecanización no había avanzado lo suficiente para sostener el peso de una amplia
colectivización. Los primeros tractores no salieron de la fábrica de Stalingrado hasta 1930.
Por regla general, el país se hallaba dependiendo todavía en su mayor parte de la
agricultura privada. Los campesinos cuyas parcelas se incorporaron al sovjos Shevchenko
conservaban parcelas de huerto para su propio uso. Kalinin aclaraba que esto se debía a
que aquellos disponían de mucho tiempo libre merced a la compleja mecanización de las
faenas agrícolas. Por otra parte, todas esas instituciones y en especial el tractor y la MTS se
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veían aquejados de trastornos de crecimiento. Como apuntaba más tarde un comentarista:


“solo se había andado la mitad del camino que lleva desde el arado de madera hasta el
tractor”.

Carr, Edward H. (1985), "Reflexiones sobre la industrialización soviética", en


Edward H. Carr: 1917. Antes y después, Madrid.

a. Explique las características de la industrialización soviética en el contexto


europeo y compártelas con la británica.

Mientras la industrialización británica fue el resultado de decisiones de empresarios


privados, el modelo alemán (del que la industrialización francesa constituye una variante)
dejó toda la iniciativa en manos de los bancos.
El tipo ruso representaba un grado de atraso todavía mayor. El Estado se colocó en
el lugar de los bancos como “el ages movens de la industrialización”; ciertamente, la política
seguida por el gobierno ruso en los años noventa se parecía extraordinariamente a la de los
bancos de la Europa central.
El experimento sovietico de industrialización acelerada se hizo conforme a un
modelo de desarrollo económico que antes de la primera guerra mundial parecía haber sido
relegado al papel de una pieza histórica de museo; era algo anacrónico o incluso
paracronico, lo cual no impidió, sin embargo, que se revelara extraordinariamente eficaz.

b. Describa las etapas de la industrialización en Rusia.

El primer ensayo fue obra de Pedro el Grande. Las industrias de Pedro el Grande
dependen exclusivamente de los pedidos del Gobierno (aunque algunos de los
establecimientos explotacion en regimen de propiedad privada), y pueden englobarse en
tres grupos: fundiciones de hierro para la fabricación de armamento y equipo militar;
factorías textiles dedicadas a la producción de uniformes para el ejército y tejidos para
valman de la Marina, e industria de la construcción encargada de obras públicas de diverso
tipo.
La segunda fase de la industrialización rusa comenzó en la segunda mitad del siglo
XIX y se caracterizó por tres nuevos acontecimientos principales. La emancipación de los
siervos despejó el camino para la creación de un mercado de trabajo libre, y de una
industria que emplea obreros en un sentido moderno. La irrupción en Rusia de la edad del
ferrocarril preparó el camino para grandes proyectos de construcción de ferrocarriles,
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impulsada sobre todo por las necesidades militares, aunque basada en materiales
extranjeros y en el ejemplo del exterior. El crecimiento de una gran industria textil que
utilizaba maquinaria y técnicos extranjeros.

c. Cuáles fueron las condiciones que llevaron en la Unión Soviética a una


industrialización acelerada.

La vía de la industrialización parece haber sido determinada principalmente por dos


factores convergentes. Uno fue el miedo de la guerra de verano de 1927, subsiguiente a la
ruptura de relaciones con Gran Bretaña en mayo del mismo año. Se dice que esto
contribuyó a agravar la deficiencia de los abastecimientos al fomentar el acaparamiento; y
por primera vez dentro de muchos años centró la atención en la defensa militar. Las
necesidades del rearme estimularon o reforzaron, a causa del rápido desarrollo de la
industria pesada.

El segundo factor fue la creciente gravedad del desempleo. Precisamente bajo las
condiciones soviéticas, el paro constituía una categoría difícil de definir. Aunque se trataba
de un fenómeno urbano, su principal causa era la superpoblación rural. A mediados de la
década de 1920 la Unión Soviética, que se había recuperado con extraordinaria rapidez de
los desastres de las guerras mundial y civil, se hallaba inmersa en una explosión
demográfica que aumentaba la población según un índice del 2,2 por ciento anual: y esto
conducía a una continua afluencia de campesinos a las ciudades en busca de trabajo
temporero no cualificado, especialmente en la construcción (la población rural solo
aumentaba en 1,6 por 100 al año, y la urbana, en un 5,1 por 100).

La única solución, aunque a largo término, para un problema tan difícil parecía
residir sólo en la creación de nuevas empresas industriales. La única forma de absorber una
población creciente era aumentar la producción. En la controversia sobre la industrialización
soviética, la mayoría de los críticos occidentales se han sumado a la tesis de Bujarin y
Rykov.

d. Explique por qué Carr señala que “la industrialización soviética no


constituye ni un fenómeno único ni una desviación de un modelo establecido y
aceptado, sino un estadio importante del proceso de desarrollo que se inició
aproximadamente hace dos siglos...”
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La conclusión a la que me gustaría llegar es que la industrialización soviética no


constituye ni un fenómeno único ni una desviación de un modelo establecido y aceptado,
sino un estadio importante del proceso de desarrollo que se inició aproximadamente hace
dos siglos, y que todavía parece tener una larga historia por delante. El rasgo específico de
la industrialización soviética reside en su vinculación a una economía planificada, aunque la
planificación no constituye una innovación tan completa como a veces suele creerse ni tan
exclusivamente limitada a las economías soviéticas y post soviéticas.

e. Describa los principales rasgos de la industrialización planificada de la


Unión Soviética.

1. La unidad de planificación, en su sentido actual, es la nación, y el gestor de la


planificación, la autoridad del Estado. Históricamente, la eficiencia nacional fue el primer
motor de la industrialización planificada, de lo cual Rusia facilitó en 1890 un temprano
ejemplo.

La planificación nacional es tan solo una culminación de un largo proceso que ha


venido a sustituir al artesano individual, o al comerciante, por el pequeño negocio, el
pequeño negocio por la gran compañía por acciones, y la compañía por el mastodóntico
trust o fusión de empresas. La nación ha evolucionado en el sentido de constituirse en la
mayor y, bajo las condiciones modernas, en la más eficiente unidad de mecanismo
económico. Los grupos económicos o fusiones de pequeñas naciones son el paso siguiente
del proceso.

2. La planificación significa la sustitución de los mecanismos espontáneos del mercado, por


decisiones conscientes de una autoridad central. La sustitución de la racionalidad individual,
por la racionalidad social. Las principales decisiones económicas no eran tomadas por
individuos o grupos en la prosecución de sus propios intereses, sino por un órgano
actuando en nombre de la sociedad en su conjunto.

3. Toda industrialización se basa en el postulado tácito de que siendo mayor la


productividad en la industria que en la agricultura, el criterio básico para calibrar el nivel
económico de cualquier nación es la importancia relativa de la industria en su economía. De
esta proposición se sigue que en cualquier programa avanzado de industrialización
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planificado hay que dar prioridad a la expansión en bienes de equipo industrial, que
elevarán la productividad más rápidamente.

4. Finalmente, la industrialización soviética se caracterizaba por una peculiar actitud frente


al comercio exterior, debida en buena parte a las particulares condiciones rusas. Rusia era
un exportador de productos agrícolas y estaba bien pertrechado de casi todas las materias
primas fundamentales, a la vez que importaba productos industriales, bienes de consumo y
en especial bienes de equipo, estado de cosas al que se pretendía atajar con la
industrialización.

Por consiguiente, mientras en Gran Bretaña se consideraba el comercio exterior y la


división internacional del trabajo como parte integral de la economía y como un instrumento
de progreso, para Rusia constituía la prueba de la inferioridad y el atraso.

El impulso hacia la autarquía en la industrialización soviética fue muy fuerte desde el


principio, por un lado, porque parecía algo evidentemente realizable, y por otro porque era
el único camino para escapar a la tutela occidental y de la dependencia del oeste.

BUSHKOVITCH, Paul Historia de Rusia. Madrid, Akal, 2013. Cap. 17,


“Compromiso y preparación”.

1. La Nueva Política Económica (NEP). - Circunstancias que contribuyeron a su


adopción - Medidas que adoptó. Novedades económicas, sociales y culturales del
período. - Dilemas sobre el crecimiento económico: manera y ritmo; el lugar del agro
y de la industria.

Las algaradas y el evidente fracaso del comunismo de guerra llevaron a un drástico


giro en la política económica.

Lenin y el partido abolieron el sistema de entregas obligatorias de grano,


sustituyéndolo por un impuesto en especie. La medida permitía a los campesinos comerciar
libremente con los productos remanentes tras el pago del nuevo impuesto. Este paso fue la
base de la nueva política económica (NEP) Vino seguida de cerca por un regreso a la
economía monetaria, y con ella el permiso, por no decir la inducción, por parte del Estado a
que los individuos privados comerciaron y montaron negocios para abastecer a una
población carente de los más básicos bienes de consumo.
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La ayuda y el retorno a la paz pudieron contener la hambruna, pero aun quedaban


por resolver temas a largo plazo. Como consecuencia de la revolución y la guerra civil, el
campesinado controlaba al fin virtualmente todas las tierras cultivables de Rusia. Sin
embargo, dada la devastación urbana, al principio tenían pocos incentivos para vender sus
cosechas a las ciudades.

La NEP dependía, precisamente, de la venta de grano por parte de los campesinos a


cambio de bienes de consumo. Al final, la cosa funcionó: los campesinos pudieron adquirir
telas, bienes de consumo de fabricación industrial y algo de equipo agrícola a cambio de su
cereal.

El viejo estado, las clases altas y buena parte de la intelectualidad habían


desaparecido o muerto, estaban marginados o en el extranjero. En su lugar, había un nuevo
partido estado, cuyo núcleo era el partido comunista. En los antiguos palacios de la nobleza,
el partido fundó museos y guarderías, despachos y escuelas, cuarteles generales de la
Checa y oficinas administrativas. Intercalados entre nuevas instituciones aparecían los
comercios y restaurantes, más llamativos, de los nepmen (hombres de negocios de la NEP),
con sus propuestas de lujo y hedonismo. Las luces brillantes hicieron su reaparición y en los
restaurantes privados había bandas de jazz o números de cabaret europeo. Junto a carteles
que llamaban a la revolución, colgaban anuncios de botas de goma hechas a la medida y
champán. Prostitutas y contrabandistas se codeaban con agentes alemanes de las
Komintern y oficiales de la Checa. Los obreros eran incorporados a proyectos de educación
superior (las facultades de trabajadores) y los campesinos viajaban a las ciudades en busca
de trabajo no especializado, como antes.

La URSS tendría que moverse muy deprisa si quería ponerse a la altura. Por
desgracia, continuaba rezagada en un tema crucial: la agricultura. El problema no era la
producción total, ya que el país producía exactamente casi la misma cantidad de cereales
que en 1914, pero ahora llegaba menos al mercado. Por término medio, los campesinos
sacaban al mercado algo más de la mitad de la cantidad de grano que circulaba antes de la
guerra. Las explicaciones de este fenómeno son variadas, aunque al parecer fue fruto de la
apropiación de las tierras durante el verano de 1917.

Desaparecieron las grandes explotaciones, orientadas al mercado: la distribución de


tierra entre los campesinos había sido igualada radicalmente. Los más acaudalados (kulaks)
permanecieron en las ciudades y la mayor parte de las tierras fueron a parar a manos de
productores medianos, que consumían una proporción mayor de sus cosechas que antes
de la guerra. Las políticas de precios de los soviéticos acentuaban el problema, porque los
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campesinos pensaban que el precio que pagaba el Estado era demasiado bajo. Este era el
dilema: si el país debía proseguir con la industrialización y mantenerse a la altura de
Occidente, harían falta enormes industrias y ciudades nuevas, y sus trabajadores necesitan
comida.

2. Luchas internas en el Partido Comunista. - Críticas de Trotsky y la


Plataforma de la Oposición de Izquierda respecto de: tendencias burocráticas en el
partido; el socialismo en un solo país; orientación económica.

La primera gran pelea estalló en 1923, al deteriorarse la salud de Lenin tras varios
infartos. Trotski y cierto número de sus aliados de la guerra civil empezaron a criticar las
tendencias burocráticas del partido. La queja de Trotski era que el partido se estaba
volviendo cada vez menos democrático y más burocrático, debido al nombramiento de
cargos a través del secretariado de Stalin y no mediante elecciones.

Trotski respetaba, por principios, la idea de un partido centralizado y autoritario. Lo


único que buscaba era un poco de espacio de maniobra. Por otra parte, comenzaron a
surgir desacuerdos más graves. Trotski creía que la revolución no podía sobrevivir, y que no
se construiría el socialismo en la unión soviética a menos que desataran revoluciones en
países avanzados de Occidente. Solo la fraternidad socialista podía ayudar a Rusia a
remontar su retraso. Entretanto la URSS debía emprender una política de industrialización
ultrarrápida.

Stalin se alió con Bujarin para criticar a los planteamientos de Trotski, y comenzaron
a formular la noción de socialismo en un solo país, la idea de que la URSS podía por sí sola
transformar plenamente su sociedad, incluyendo la agricultura, antes del triunfo definitivo
del socialismo en Occidente. Stalin no rechazaba la perspectiva de una revolución mundial:
estaba seguro de que las potencias capitalistas no tardarían en desencadenar una nueva
guerra mundial y de ella saldría una revolución, si es que no lo hacía antes. Difería de
Trotski en la convicción de que la Unión Soviética pudiera construir una sociedad socialista
por sí misma mientras esperaba la revolución en el extranjero.
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3. Triunfo de Stalin: implicancias políticas y económicas.

La victoria de Stalin vino acompañada de crecientes prohibiciones contra toda


disensión, particularmente la formación de facciones y plataformas de oposición. Stalin y
sus aliados orientaron su política hacia la industrialización rápida y la colectivización de la
agricultura, a todos los efectos el fin de la NEP. La nueva política despertó la discrepancia
de Bujarin, así como la del líder de los sindicatos.

Sin embargo, Stalin combatió a sus opositores hasta la extinción, expulsándolos del
liderazgo y del partido a finales de 1929. Sus muchos adeptos, sobre todo en la
organización del partido de Moscú, fueron detrás. Stalin poseía ahora un control completo
sobre el liderazgo central del partido.

4. La Unión Soviética en el mundo. - Internacional Comunista (Komintern).


Objetivos; lazo con Moscú; oscilaciones en política internacional. - Intentos por salir
del aislamiento.

El lado revolucionario de las relaciones soviéticas con el mundo en la década de


1920 estaba en manos de la Internacional Comunista (la Komintern). Fundada en 1919 en
respuesta a la Internacional Socialista, compuesta de socialistas moderados (en su mayoría
probélicos), se fijó como objetivo organizar y promover la revolución en todo el mundo.

Se jactaba de tener un liderazgo y personal internacionales, pero su cuartel general


en Moscú estuvo firmemente bajo el control soviético de Grigori Zinoviev hasta 1925.
Consiguió agrupar a los socialistas que se habían opuesto a la primera guerra mundial y
después habían abrazado el comunismo, formando partidos comunistas en casi todos los
países. Se trataba de partidos divididos, la mayoría con tácticas mucho más militantes que
las aprobadas por Moscú, pero los dirigentes soviéticos no tardaron en ponerlos en su sitio.

El gobierno soviético era consciente también de que tenía que salir de su


aislamiento. A comienzos de 1921, había firmado con Gran Bretaña un acuerdo de
comercio, la primera ruptura del bloqueo impuesto por las potencias occidentales en 1918.
En 1922, los soviéticos sellaron otro acuerdo con la Alemania de Weimar. Incluía el mutuo
reconocimiento, el comercio conjunto y un protocolo militar secreto, que permitía a los
oficiales alemanes entrenar en territorio soviético y otras formas de cooperación militar.
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Bibliografía.

● CARR, Edward H. (1993), “La revolución rusa: De Lenin a Stalin”, Madrid, Alianza,
pp. 11-20.

● CARR, Edward H. (1985), “Revolución desde arriba: la vía hacia la colectivización”,


en EDWARD H. CARR, 1917. Antes y después, Madrid, Sarpe, 1985, pp. 121-135.

● CARR, Edward H. (1985),"Reflexiones sobre la industrialización soviética", en


Edward H. Carr: 1917. Antes y después, Madrid

● BUSHKOVITCH, Paul. Historia de Rusia. Madrid, Akal, 2013. Cap. 17,


“Compromiso y preparación” (selección).

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