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En Europa durante el siglo XIX los principales aspectos son el liberalismo, la Revolución

industrial y, por otro lado, el aumento de la población, de la riqueza y de la educación.


Se trata de una época donde Inglaterra es la potencia mundial y el común denominador
es el trabajo que produce capital y la consecuente explotación de los trabajadores. Las
máquinas automatizadas que utilizaban el carbón y el vapor hicieron la producción de
bienes cada vez más ágil y cada vez con mayores productos para más gente que los
compraba. Otros países importantes son Francia y Alemania, y por otro lado Estados
Unidos comienza a formarse como un país próspero después de la Guerra de Secesión.

La industria y la técnica funcionaron en cuanto a la producción de libros en una


producción masiva de textos que se abarataron. Los comerciantes estuvieron con las
posibilidades de editar y vender libremente y los lectores abundaron en toda clase de
sectores sociales. Los temas ya fueron de carácter contemporáneo y los autores que se
editaban eran los que escribían en ese mismo siglo. Los libros de autores
contemporáneos al siglos XIX se vendían mucho, no solo los de tipo romántico, sino
también los realistas. Autores importantes en Europa y Estados Unidos fueron editados
masivamente y producían ganancias. La novela sentimental y la novela por entregas
produjo gran interés en las personas que daban dinero por adelantado para recibir sus
entregas, se trataba de suscripciones para obras que causaban gran interés así como
hoy se espera un nuevo capítulo de una serie en la televisión o en los sitios de paga.

El liberalismo nace sobre todo en Estados Unidos con las ideas de Adam Smith sobre la ciencia
económica. En 1776 publica La riqueza de las naciones donde se manifiesta que el interés
personal es lo más importante para la economía. El Estado no debería intervenir en el comercio de
las personas. Según el liberalismo el beneficio personal originaba la riqueza de las mayorías. Su
discípulo fue Jeremías Benthan, quien hablaba del utilitarismo que significa que la política
económica debería producir bienes para la mayoría de las personas. El liberalismo tiene como
principales ideas las libertades individuales, las libertades legales sobre todo en el sentido del
nivel económico o el de las clases sociales, y el de la soberanía nacional. El liberalismo es un
resultado del poder de la burguesía y nace con las revolución francesa que tenía como objetivo
terminar con los abusos de la monarquía y dar libertad a los individuos. Sin embargo, el poder
que se le va a dar a los individuos es el de poder obtener ganancias libremente sin los controles
que antes hacía el rey o la Iglesia sobre la producción de toda clase de bienes. En el caso de los
libros esto no es la excepción y la técnica y la industria favorecieron el libre comercio de los libros.

El romanticismo tiene antecedentes en el siglo XVIII en Alemania, pero se desarrolla en Europa


sobre todo en la primera mitad del siglo XIX. Coincide con el liberalismo y con los nacionalismos
que hay en muchos países durante este siglo. Coincide con la burguesía y la lucha individual
contra los excesos del autoritarismo. Es un movimiento de rebeldía e individualismo que busca el
sentimiento y la pasión del individuo frente a la frialdad neoclásica que estaba más cerca de la
nobleza y la realeza. Es un movimiento contradictorio que por un lado busca las independencias y
el deseo de libertad en el mundo, pero por otro lado tiene características de evasión de la realidad
y en la búsqueda de lugares lejanos o tiempos antiguos como la Edad Media. El individualismo, la
búsqueda de lo absoluto, lo eterno, lo desconocido y lo arriesgado. La eterna frustración del
romántico se conoce como el “mal del siglo” por esta depresión que se convirtió en un lugar
común con los desmayos o los suicidios. Por otro lado está la rebeldía que tuvo como símbolos a
Prometeo, Caín, Luzbel o Don Juan, como buscadores de lo absoluto. Los países donde se
desarrolló el romanticismo son Alemania e Inglaterra, pero también se extendió a otros países
como España, e incluso, de forma tardía a los países de América española y la Unión americana
donde tuvo formas góticas como el mundo de terror del que es representante Edgar Allan Poe.

El papel durante trescientos cincuenta años se fabricaba a mano una hoja por una, pero
en el siglo XIX se fabricó una hoja continua y la utilización de pasta de madera como
materia prima en lugar de trapos

Con las nuevas técnicas de impresión la tira continua de papel se enrollaba en una
bobina. Las hojas se cortaban al tamaño deseado desde esta tira continua de papel. El
papel ya no se hacía con trapos sino con pasta de madera y se buscaron otros materiales
como fibras de cortezas, pajas y plantas. Por otro lado la impresión se hizo con tipos de
hierro y se logró imprimir todo de una sola vez, lo que le dio velocidad al proceso. En la
impresión de diarios se utilizó el vapor y solo dos hombres eran necesarios para meter y
sacar el papel impreso de una máquina automática. Se hicieron placas de cartón con las
que se podía imprimir de una sola vez una misma hoja. Se inventó la linotipia que es una
técnica que hacía más rápida la impresión y con gran calidad.

Los periódicos como El Times de Londres se imprimieron en grandes tiradas por primera
vez en la Historia, ya que se podían hacer grandes tiradas para grandes ventas con las
nuevas técnicas y las nuevas máquinas. Se hacían tiradas de periódicos hasta de un
millón de ejemplares.

En cuanto a los libros se hacían ediciones muy dignas y en buen papel. Como los
periódicos se vendían y leían más, se empleo el uso de dos columnas para atraer más
lectores. También se utilizaron cada vez más ilustraciones que ayudaban al lector a
entender la obra. El uso de viñetas que venía de tiempos anteriores también fue
frecuente para adornar los textos. Los libros infantiles con ilustraciones tuvieron mucha
importancia ya que fueron creación de este siglo XIX y porque se utilizó el color.

La litografía o grabado en piedra es una técnica para la impresión de imágenes. Utiliza


minerales como la piedra calcárea para la absorción de sustancias grasas. Utiliza el agua
para repeler la grasa. La técnica consiste en hacer un dibujo en una piedra porosa.
Luego se le da consistencia con una solución de goma acidulada. Después en la tirada,
solo recogerá la tinta del rodillo una parte, pues el resto la rechaza. Después de la
piedra se utilizó el zinc y luego el aluminio, ambos metales con un tratamiento especial.

El fotograbado utiliza la fotografía y permite la reproducción de textos, estampas y


fotografías en una plancha de metal, generalmente de zinc. Se trata de utilizar la luz que
actúa sobre una preparación sobrepuesta.

Las encuadernaciones también respondían a la era industrial o masiva. Los libros se


encuadernaban de modo sencillo en un estilo llamado rústica. Cuando se quería se más
elegante se encuadernaba en tela. Las tapas de cartón se forraban de tela. Para los
niños las pastas se cubrían con una ilustración. El lomo del libro se reforzaba con tela.
Cuando no era encuadernación masiva se utilizaba piel para uniformar los libros y se
usaba para adornar las bibliotecas. Era una encuadernación de tipo artesanal. Para los
ricos y poderosos se utilizaban los materiales de otros siglos como las pieles finas, la
seda y los metales. Para el periodo romántico se utilizaron motivos góticos o escenas
relacionadas con las obras de este estilo.

Los libros fueron adquiridos por mucho más gente que una minoría. El abaratamiento de
los textos se da por el proceso industrial que utilizó nuevos procedimientos técnicos. Las
ediciones de libros se hicieron cada vez con más ejemplares y las ventas fueron más
grandes. Los contenidos se relacionaron con la transmisión de información reciente que
lo mismo se refería a asuntos científicos como a temas de actualidad. Lo mismo se
trataba de sucesos relacionados con personajes del momento. Los acontecimientos
científicos fueron dados a conocer y se trataba de situaciones que podían suceder en
diferentes partes del mundo. Se dejó la cultura clásica para los especialistas. Los autores
de moda del romanticismo y después del naturalismo se editaron para lectores que
esperaban las ediciones de sus autores favoritos. Otros temas importantes fueron los
relacionados con la política y la caricatura. El realismo y sus autores fueron también el
otro gran contenido del siglo XIX. En general los contenidos de divulgación que abarcan
los conocimientos científicos, geográficos, históricos o médicos. La literatura sentimental
también fue importante, con su variante más esperada, la novela por entregas. La
literatura infantil también se editó como una aportación de este siglo XIX.

La comercialización del libro correspondió a esta variedad de temas en este siglo XIX que
tuvo tantos autores importantes. Ya no hubo gremios medievales, así que muchos
pudieron fundar una imprenta o tener una librería. Se destacó la figura del editor por
encima del impresor. Los editores podían tener una librería para vender sus obras al
público. Se utilizó la suscripción como un modo de vender las obras a un público
interesado que pagaba previamente la entrega de ejemplares. De entre los “éxitos” de
ventas estaban los libros por entregas como las novelas de folletín.
El grabado en acero tiene como ventaja sobre el grabado en cobre que el acero es más
duro. El grabado en acero puede considerarse “relamido” y “dulzón” por los que se
puede anular el “vigor artístico”. El Grabado en acero duró poco cuando se cubrió la
placa de cobre con acero.

William Morris, un artista inglés, estuvo en la reacción contra el exceso de publicaciones


en el siglo XIX que se debió a las aportaciones de la técnica. Él encabezó un movimiento
llamado de los prerrafaelistas que estaban en contra del exceso de la técnica. Como un
regreso al pasado, característico del romanticismo, el grupo encabezado por Morris tuvo
la actividad de hacer las cosas como en la Edad Media. Utilizó los utencilios antiguos y
los viejos métodos. En 1891 fundó junto al río Támesis la imprenta Kelmkott Pressen
donde produjo en el lapso de cinco años libros impresos en cortas tiradas, todo de forma
artesanal como una reacción a la producción masiva de la era industrial. La influencia de
Morris en otros impresores fue importante. Retomó varios tipos que estaban en desuso y
amplió el decorado de las ediciones que consideraba muy simples. Las llenó de hojas y
otros adornos.

En Alemania se utilizó un método o sistema de comisión que consistía en que el librero


recibía una cierta cantidad de ejemplares, y los que no vendía los devolvía. En ese
mismo país se creó en 1825 una organización que apoyaba al comercio de librería
llamada la Börsenverein der deutschen Buchhändler, o La asociación de libreros
alemanes. Esa asociación estaba contra las ediciones fraudulentas, y apoyaba a los
derechos de autor. Otra aportación alemana al comercio de libros fue la Barsotiment que
se trataba de mayoristas de libros editados en Alemania y los vendía encuadernados con
un descuento especial tanto a alemanes como a extranjeros.

En Francia estuvieron funcionando grandes casas de editores que todavía hoy existen
como Hachette o Larousse, entre otros. También se utilizó un sistema como en
Alemania, pero no era el de comisión, sino el sistema de depositarios que consistía en
hacer la entrega de libros en exclusiva a ciertos libreros. Ni en Francia ni en Alemania
existía como hoy un precio fijo y esto motivaba que los precios marcados en el libro
simplemente no tenían ningún sentido. Había grandes descuentos.

En Inglaterra no había sistema de comisión y los libros que no se vendían se subastaban


a un precio bajo. Tampoco había descuentos. Las editoriales también en este país tienen
gran tradición y todavía funcionan algunas de ellas con mucho prestigio.

El comercio del libro en Estados Unidos era de tipo mixto. Había vendedores ambulantes
en el oeste. En el Este, en Boston, Filadelfia y Nueva York estuvieron algunas de las
editoriales más importantes, y al igual que en Europa de gran tradición y prestigio que
todavía hoy se conservan. Un ejemplo es la Macmillan, de origen inglés, pero que se
independizó de la rama europea y ahora es americana.
Las bibliotecas públicas tuvieron la intención de acercar el conocimiento y la información
recreativa a toda clase de clases sociales. La era industrial proporcionaba la capacidad de
cambiar de clase social mediante la adquisición de nuevos conocimientos. Los nuevos
lectores formaban parte de todo tipo de clases y no solo a los grupos privilegiados. Las
colecciones de libros se dirigían a toda clase de lectores.

En Inglaterra una de las primeras bibliotecas fue la de Glasgow en donde se daba clases
a los grupos de obreros. Se les proporcionaban colecciones de consulta. La formación
moral y profesional de los obreros fueron dos de los objetivos de las bibliotecas publicas
inglesas. Los obreros que estaban cansados después de jornadas muy largas no siempre
aprovechaban estas buenas intenciones de filántropos ingleses. Muchos pensaban que
los obreros y las clases no privilegiadas debían mantenerse en la ignorancia porque era
una forma de control. Se pensó en poner una biblioteca junto con un museo en las
ciudades que tuvieran más gente. La idea causó polémica y se pensó en que los obreros
podían tener acceso a otras actividades como el fútbol. Fue una empresa que procuraba
la educación de las mayorías.

En Francia las bibliotecas nacieron de la incautación de los bienes que la revolución hizo
de los bienes de la iglesia y de los aristócratas. Esos bienes fueron a dar a la biblioteca
real y a otras bibliotecas. Se crearon también las bibliotecas departamentales que debían
estar abiertas a la enseñanza de alumnos y también de profesores. También tenía acceso
el público en general. Las bibliotecas francesas no fueron tan importantes como las
inglesas y las de Estados Unidos.

En Alemania las bibliotecas también incautaron los bienes de los religiosos que pasaron a
las bibliotecas de Munich y Breslau. Se hicieron depósitos de libros que fueron parte de
bibliotecas de provincia. Las bibliotecas más importantes en Alemania fueron las de las
universidades quienes contaron con sistemas de catalogación y clasificación de libros
como el Preussische Instruchtiotem que apareció en 1899 e influyó en las normas de
catalogación española.

Los habitantes de Estados Unidos en el siglo XIX tuvieron muchos menos libros que los
de Europa en el mismo periodo. Después de las librerías parroquiales del siglo XVIII, en
el siglo XIX aparecieron las Bibliotecas mercantiles. Estas a la manera de las bibliotecas
inglesas buscaban la educación de los usuarios. Los contenidos eran de carácter
científico, técnico y literario. Otro tipo de bibliotecas fueron creadas por el YMCA, cuya
primer biblioteca se fundó en 1851 en Boston. De esa primera se establecieron después
500 bibliotecas con 150,000 volúmenes. La primer biblioteca pública importante también
fue fundada en Bostón en 1854. Tuvo sistema de préstamo que podía durar 14 días.
Tuvo 150,000 volúmenes y 50,000 folletos. La otra biblioteca fundamental en Estados
Unidos fue la del Congreso, que tenía más ejemplares que la pública de Boston. Las
bibliotecas públicas en Estados Unidos no causaron polémicas pues se pensaba que el
conocimiento es para todos. El desarrollo de las bibliotecas en Estados Unidos vino
después de la Guerra de Secesión con benefactores como Andrew Carnegie quien dio
gran parte de sus dinero al establecimiento de bibliotecas en Estados Unidos y en su país
natal, Escocia. Los sistemas bibliotecarios en Estados Unidos funcionaron con
importantes beneficios y facilidades para sus lectores y ayudaron al progreso de ese
país. La biblioteca del Congreso es una de las más importantes de este siglo y servía en
un principio a la gente del gobierno. Con innumerables volúmenes es la biblioteca más
importante de ese país además de la mejor organizada. Fomentó el préstamo
interbibliotecario y es ejemplo de biblioteca en el mundo.

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