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REPRODUCCION l
DOCENTE
ESTUDIANTES
UNIVERSIDAD DE CORDOBA
SEDE BERASTEGUI
2023
1. FREE MARTIN: El síndrome Freemartin es una de las diferentes anormalidades
reproductivas, que se pueden presentar en la cría del ganado bovino y que trae como
consecuencia la disminución en la eficiencia reproductiva del hato y problemas en el
rendimiento económico del mismo. Esta anormalidad es un tipo de infertilidad que afecta
principalmente a hembras del ganado bovino nacidas de partos gemelares heterosexuales,
estando caracterizado por un subdesarrollo del tracto reproductivo.
Las alteraciones anatómicas provocadas por esta afección provocan: reversión gonadal
hacia testículo, presencia de ovotestis (tejido propio de gónadas masculinas y femeninas) y
desplazamiento de los genitales externos femeninos con características de genitales de
macho. Dentro de las posibles causas de esta anormalidad están: el intercambio de sangre
a través una anastomosis vascular corioalantoidea de células germinales primordiales y
hormonas (antiMüllerianas) producidas por las células de Sertoli del embrión macho a su
hermana hembra a partir del día 39 de gestación. El diagnóstico de este síndrome puede
ser dado por la caracterización fenotípica de las hembras quienes poseen tamaños
anormalmente mayores, cuernos gruesos, frente ancha, cuello corto y amplio, tronco
grueso y musculatura desarrollada; la vulva es corta, vello abundante y grueso además de
un clítoris con diferentes tamaños. Los genitales internos presentan hipoplasia gonadal7,
diferentes grados en la longitud vaginal y desarrollo del útero (rangos entre 1,2 hasta 21
centímetros). (1) Éste se origina en la vida fetal entre los 30 y 40 días de gestación
producto del intercambio transplacentario de células mediante anastomosis vasculares,
presentándose fenómenos de quimerismo 60XX/XY en varios tejidos, y esterilidad
consecuente (Lopera 2015) El síndrome freemartin no es heredable, pero la propensión a
engendrar gemelos sí lo es, siendo la incidencia variable entre las razas bovinas (v. gr.,
Simmental del 2.4% al 4.6%, Holstein-Friesian del 0.5% al 4.2% y Charolais del 2.5% al
3.2%). Además, la mayoría de los partos gemelares son dicigóticos (gemelos no idénticos),
y sólo entre el 2% al 10% son monocigóticos (gemelos idénticos). Por otra parte, los
partos gemelares son menos frecuentes en las razas del ganado cebú (Bos indicus; 0.22%)
que en el ganado de origen europeo (Ayala 2012). (2)
2. PIOMETRA: La hiperplasia endometrial quística (HEQ) corresponde a un cambio patológico
progresivo, producto de mediación hormonal en el revestimiento uterino (Root, 1998). La
piómetra es el estado severo de un proceso patológico inicialmente manifestado como
HEQ (Niskanen & Thrusfield, 1998), y que se define como “la acumulación de material
purulento en el interior del lumen uterino” (Purswell, 1997; Hedlund, 1999). El complejo
HEQ – piómetra corresponde clínicamente a la más importante condición patológica del
útero en pequeños animales (Kida et al., 2006). La P4 (La progesterona (P4) es un hormona
esteroide secretada por el cuerpo lúteo (CL) y por la placenta que tiene papel fundamental
en los eventos reproductivos y establecimiento, y mantenimiento de la gestación.) bajo
condiciones normales estimula el crecimiento y la actividad secretora de las glándulas
endometriales, lo cual puede redundar en el desarrollo de HEQ. No se sabe por qué
algunos animales presentan respuesta patológica a la P4 y otros no (Nelson & Couto,
2000). La excesiva influencia progestacional o una respuesta exagerada a P4 , inducen a
que el tejido glandular uterino se vuelva quístico, edematoso y engrosado, lo que origina
acumulación de líquido en las glándulas endometriales y en el lumen uterino (HEQ); el
drenaje está impedido por la inhibición progestacional de la contractibilidad miometrial
(Hedlund, 1999); producto de lo cual se origina una mucómetra o hidrómetra,
dependiendo de la viscosidad del fluido uterino (De Bosschere et al., 2001). Se supone que
la HEQ es producto de una respuesta exagerada y anormal a la estimulación crónica y
repetida de P4 (Feldman & Nelson, 2000). La administración de P4 exógena ha
demostrado causar HEQ y es el modelo experimental utilizado para inducir piómetra
(Purswell, 1997); sin embargo, no se han encontrado diferencias en los cambios
patológicos entre animales tratados y no tratados con P4 , y por lo tanto el tratamiento
con P4 puede predisponer a la presentación de piómetra, pero no es determinante en el
incremento de la patología (De Bosschere et al., 2001). La HEQ no siempre predispone a
piómetra, puede ocurrir una piómetra grave que ponga en peligro la vida del paciente, sin
que se presente HEQ (Felmand, 2000; Feldman & Nelson, 2000). Las piómetras se
clasifican como de cérvix abierto y cerrado, de acuerdo con la presencia o ausencia de
descarga vulvar; el verdadero estado cervical y su permeabilidad rara vez se investigan; no
obstante, suele persistir el término a cuello abierto y a cuello cerrado (Nelson & Couto,
2000). Piómetra abierta: el cuello del útero permanece abierto. Habrá descarga de
material sanguinolento o mucopurulento. Es la forma más frecuente y menos grave. Se
debe acudir al veterinario lo antes posible pero si el animal esta estable no requiere el
ingreso inmediato. Piómetra cerrada: el cuello del útero ya se ha cerrado por lo que no se
evidencia ninguna secreción vaginal. Es más difícil su diagnostico y más grave y
comprometida la situación del paciente. Requiere el ingreso inmediato, estabilización y
cirugía. (3)
3. METRITIS, ENDOMETRITIS: La metritis es definida como una inflamación de las paredes
musculares del útero y del endometrio. La mayoría de los casos serios ocurren durante los
primeros 10-14 días postparto y algunas veces son llamados metritis toxica puerperal,
metritis aguda postparto o simplemente metritis puerperal. La incidencia de metritis
tóxica varía desde 2,2 % a 37,3 %. Las vacas afectadas exhiben diferentes grados de
depresión, inapetencia y disminución de la producción de leche y están predispuestas a
sufrir desórdenes de abomaso.
Endometritis es una inflamación de solamente el revestimiento del útero y las glándulas
circundantes y no implica el músculo circundante. La metritis término se usa a menudo
para describir a una u otra condición.
6. CICLO ESTRAL DE LA VACA Y SUS COMPONENTES: El ciclo estral es el tiempo que ocurre
entre dos periodos estrales, también llamado celo o calor, y varia normalmente entre 17 a
24 días, considerándose 21 días como el tiempo promedio. Ciclos estrales inferiores a este
tiempo se consideran anormales mientras que los ciclos estrales más largos se considera
que se deben muy probablemente a una falla en la detección de calores mientras que
ciclos estrales más largos se consideran como un fallo en la detección de celos.
El ciclo estral se puede dividir en tres fases:
1. Fase Folicular o de regresión del cuerpo lúteo (Proestro): se inicia con la regresión del
cuerpo lúteo del ciclo anterior o luteolisis y termina con el inicio del estro o celo; dura
alrededor de dos o tres días. La destrucción del cuerpo lúteo ocurre gracias a la acción de
la PGF2α de origen uterino. Con la caída de los niveles de progesterona, el efecto de
retroalimentación negativa que ejercía a nivel hipotalámico desaparece y comienza a
aumentar la frecuencia pulsátil de las hormonas FSH y LH las cuales estimulan el
crecimiento folicular. Durante el Proestro o fase folicular ya existe un folículo dominante
que llegara a ser una estructura de ¾ a 1 pulgada de grande y con la apariencia de una
ampolla llena de líquido folicular y el ovulo que será ovulado.
2. Fase Periovulatoria (Estro y Metaestro): El estro se define como un periodo de actividad
y receptividad sexual en donde el signo principal es que el animal se mantiene en pie y
quieto al ser montado por otro. También se observa, entre otros signos, inquietud,
inflamación de la vulva, secreción de moco claro y transparente que sale por la vulva: el
olor del moco atrae y excita al toro debido a la presencia de feromonas. La duración de
celo es muy variable entre grupos de animales variando entre 30 minutos a más de 30
horas, pero se considera que 16 ± 4 horas es el tiempo promedio. Los signos de estro
ocurren gracias a la presencia de los estrógenos provenientes del folículo.
De 12 a 24 horas desde el comienzo del celo , el sistema nervioso central del animal se
hace refractario a los estrógenos y todas las manifestaciones de celo o calor desaparecen.
Inmediatamente después de finalizado el celo se inicia el Metaestro que puede durar de 3
a 5 días. Durante el Metaestro ocurre la ovulación, que tiene lugar entre 28 a 32 horas
después de haberse iniciado el celo, o entre 10 a 15 horas de haber cesado los signos de
celo en respuesta al pico preovulatorio de LH. Después de la ovulación se produce una
hemorragia y el folículo se llena de sangre, convirtiéndose en una estructura conocida
como cuerpo hemorrágico. El proceso siguiente es la luteinización de las células foliculares
que se transformaran en células luteales; estos cambios ocurren entre el día 5 a 7 del ciclo,
finalizando así la fase de Metaestro e iniciándose la fase lútea o diestro
Fase Luteal (Diestro): Esta fase se caracteriza por la presencia y dominio del cuerpo lúteo
en el ovario y la producción de progesterona, y está regulada por las secreciones de la
glándula pituitaria anterior, útero, ovario y la presencia de un embrión, y va desde el día 5
del ciclo estral hasta el día 18. La regulación de la secreción de progesterona esta
probablemente controlada por un equilibrio de estímulos: uno luteotropico o que estimula
la progesterona y otro luteolitico o que inhibe la progesterona; ambos estímulos son
secretados al mismo tiempo durante el ciclo estral. La hormona LH que es considerada
primariamente luteotropico y la concentración de receptores luteales a la LH están
directamente relacionados con los cambios en los niveles de progesterona y el crecimiento
del cuerpo lúteo en el ovario, La hormona FSH también interviene uniéndose a receptores
en el cuerpo lúteo y provocaría un aumento en la secreción de progesterona. El cuerpo
lúteo recibe la mayoría del flujo sanguíneo del ovario y la cantidad de flujo recibido esta
altamente relacionado con la cantidad de progesterona producida y secretada.
Los niveles de progesterona más altos se alcanzan en torno al día 10 del ciclo estral y se
mantienen hasta el día 16 o 18 del ciclo dependiendo de la presencia o no de un embrión.
Si la vaca está preñada, el cuerpo lúteo se mantiene, los niveles de progesterona son altos
y se bloquea la reaparición de celos. El embrión alcanza el útero entre los días 3 a 4 del
ciclo estral; durante los siguientes 10 a 12 días el embrión crecerá rápidamente y
comenzara la formación de la placenta. La presencia de estas células embrionarias son las
responsables de producir una señal probablemente química, que bloquea la producción de
PGF2α por parte del útero, bloqueando la regresión del cuerpo lúteo en torno al día 16 del
ciclo estral; este proceso se conoce con el nombre de “reconocimiento maternal”. Por
tanto el mantenimiento del cuerpo lúteo y los altos niveles de progesterona dependen de
la presencia de un embrión en desarrollo en el útero.
El día 0 del ciclo estral es el día del celo o calor aparente con signos manifiestos y se
considera el día del comienzo del nuevo ciclo; sin embargo, y para efectos de mejor
entendimiento, la descripción se realizara a partir de la destrucción del cuerpo lúteo del
ciclo estral anterior y finalizara con el día de celo del siguiente ciclo. (9)
La duración promedio del ciclo estral de la búfala es de 21 días, pero puede variar entre 18 y 24
días. La fase folicular dura entre 7 y 9 días, mientras que la fase lútea dura entre 12 y 14 días. La
ovulación ocurre aproximadamente 30 horas después del pico de LH. Factores como la nutrición,
el clima y el manejo pueden afectar la duración del ciclo estral de la búfala. Una alimentación
adecuada y balanceada, una temperatura ambiente óptima y un manejo adecuado del estrés
pueden ayudar a mantener un ciclo estral regular y predecible. El conocimiento del ciclo estral de
la búfala es fundamental para maximizar la producción de leche y carne. Al entender las diferentes
fases del ciclo, los productores pueden determinar el momento óptimo para la inseminación
artificial o la monta natural, lo que aumenta la probabilidad de concepción y, en última instancia,
mejora la eficiencia reproductiva. Además, el conocimiento del ciclo estral también puede ayudar
a prevenir problemas de salud en las búfalas. Por ejemplo, una búfala que no ha sido inseminada o
montada durante su período fértil puede desarrollar quistes ováricos, lo que puede afectar su
capacidad para concebir en el futuro. Por lo tanto, comprender el ciclo estral y tomar medidas
preventivas puede mejorar la salud y bienestar de las búfalas y, en última instancia, aumentar la
producción de leche y carne. Una de las prácticas más importantes para optimizar el ciclo estral de
la búfala es mantener una alimentación adecuada y balanceada. Es esencial que la búfala reciba
suficientes nutrientes y vitaminas para mantener su salud y regularidad en su ciclo estral. Otra
práctica clave es monitorear cuidadosamente el comportamiento y los signos físicos de la búfala
durante su ciclo estral. Esto puede incluir observar cambios en su apetito, temperatura corporal y
actividad física. Al identificar estos cambios, se pueden tomar decisiones informadas sobre el
momento ideal para la inseminación artificial o el apareamiento natural.
1. Alaix1 FJV. Revista Lasallista de Investigación. [Online].Acceso 2 de julio de 2005. Disponible en:
https://www.redalyc.org/pdf/695/69520209.pdf.
9. Christian A Rippe MV. EL CICLO ESTRAL. The Dairy Cattle Reproduction Council. 2009.
1 A RDG. TUMORES FUNCIONALES DEL OVARIO. Rev. Col. Obst. y Ginec. ; Vol. XXVII(N9 4).
1.