Escuela de

Administración

GESTIÓN DE PROCESOS
SESIÓN: 06
Gestíón estratégica de procesos
Análisis de un proceso
1. Gestión Estratégica de los
Procesos

El proceso de gestión estratégica es más que un conjunto de reglas a

seguir. Es un enfoque filosófico para los negocios. La alta gerencia debe
pensar primero estratégicamente, luego aplicar ese pensamiento a un
proceso. El proceso se implementa mejor cuando todos dentro del
negocio entienden la estrategia.
Etapas del proceso de gestión

estratégica
Las cinco etapas del proceso son: la fijación de metas u objetivos,
el análisis, la formación de estrategias, la implementación de
estrategias y el monitoreo de estrategias.
a. Establecimiento de metas

El propósito de establecer metas es aclarar la visión del

negocio. Esta etapa consiste en identificar tres facetas: En
primer lugar, definir los objetivos a corto y largo plazo. En
segundo lugar, identificar el proceso de cómo lograr los
objetivos.
b. Análisis

El análisis es una etapa clave, recopila información y datos relevantes para

lograr la visión.

El enfoque del análisis estratégico debe ser entender las necesidades del
negocio como una entidad sostenible, con estrategia e identificar las
iniciativas que ayudarán al negocio a crecer.
c. Formulación de la estrategia

El primer paso para formar una estrategia es revisar la información obtenida

del análisis. Determinar qué recursos tiene el negocio actualmente que
puedan ayudar a alcanzar las metas y objetivos definidos. Identificar las
áreas en las que se deban buscar recursos externos.
Los problemas que enfrenta la empresa deben ser priorizados por
su importancia para tener éxito. Una vez priorizado, comienza a
formular la estrategia. Debido a que las situaciones empresariales
y económicas son fluidas, es crítico en esta etapa desarrollar
enfoques alternativos que apunten a cada paso del plan.
d. Implementación de la estrategia

La implementación exitosa de la estrategia es fundamental para el éxito de la

empresa. Esta es la etapa de acción del proceso de gestión estratégica. Si la
estrategia general no funciona con la estructura actual del negocio, se debe
instalar una nueva estructura al comienzo de esta etapa.

Todos dentro de la organización deben tener claro sus responsabilidades y

deberes, y cómo ello encaja con la meta general. Además, todos los recursos
o fondos para la empresa deben estar garantizados en este momento. Una
vez que el financiamiento está en su lugar y los empleados están listos, se
ejecuta el plan.
e. Evaluación y control

Las acciones de evaluación y control de estrategias incluyen mediciones del

desempeño, la revisión de asuntos internos, externos y acciones correctivas
cuando sea necesario. Cualquier evaluación exitosa de la estrategia
comienza con la definición de los parámetros a medir. Estos parámetros
deben reflejar las metas establecidas en la primera etapa. Se determina su
progreso midiendo los resultados reales versus el plan.
El monitoreo de problemas internos y externos permite reaccionar ante
cualquier cambio sustancial en el entorno empresarial. Si se determina que
la estrategia no está moviendo a la compañía hacia su meta, se toman
acciones correctivas. Si esas acciones no tienen éxito, se repite el proceso
de gestión estratégica.
2. Análisis de un
Proceso
El análisis de procesos es el acto de llevar a
cabo una revisión exhaustiva y llegar a una
comprensión completa de un proceso de la
empresa (o parte de éste) con el objetivo de
lograr la excelencia del proceso,
mejoras incrementales
y transformacionales en un
proceso empresarial.

El análisis de procesos implica mirar

todos los
componentes de un proceso – entradas,
salidas.
El análisis consiste en la comparación de
los resultados obtenidos de la medición y
del seguimiento, se compara con las metas
definidas para cada indicador con el
propósito de cuantificar el desempeño de
los procesos.

El análisis debe realizarse a intervalos

planificados y periódicos, en función a cada
proceso, con el propósito de identificar
tendencias, así como para evaluar los
progresos de la entidad en el logro de sus
objetivos y, en función a ello, tomar
decisiones que tengan un impacto relevante
en el funcionamiento de la entidad.
Del análisis de los resultados se identifican las brechas de cumplimiento
de las metas, de las que se desprenden los potenciales problemas a
resolver en los procesos, de acuerdo con los pasos establecidos para la
siguiente fase.