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Gestal
Qué es la terapia Gestalt
La terapia Gestalt es un modelo de tratamiento
humanístico y experimental que se desarrolló en
los años cuarenta como una forma alternativa de
psicoterapia.
Este tipo de enfoque psicológico se centra en la
idea de que todo lo que nos rodea forma parte
del entorno en el que vivimos. Está vinculado a
cómo vemos el mundo, cómo nos posicionamos
ante los desafíos y cómo nos vemos a nosotros
mismos.
La terapia Gestalt es bastante reciente desde
el punto de vista histórico. Esta estudia la
percepción y la sensación de movimiento, los
procesos psicológicos que intervienen ante
un estímulo y cómo reaccionamos las
personas ante los mismos.
La terapia Gestalt parte del principio de que el
contexto afecta a la experiencia. Para
comprender cómo las personas nos
enfrentamos a la vida, también es necesario
comprender el contexto en el que se inserta.
La terapia de la Gestalt, una forma de
terapia existencial desarrollada por Fritz
Perls, se basa en la premisa de que los
individuos deben encontrar su propio
camino en la vida y aceptar la
responsabilidad personal. El centro de
interés reside en lo que experimentan las
personas en el momento presente y en
los impedimentos que la persona debe
superar para adquirir la completa
conciencia del aquí y ahora.
El aquí y ahora
Una de las contribuciones más
significativas de Perls es su énfasis por
aprender a apreciar y experimentar en
totalidad la experiencia presente: el
presente es el tiempo más significativo,
porque el pasado ha finalizado ya y el
futuro no ha llegado aún. Señala que
para la mayoría de las personas el
poder del presente se pierde porque en
vez de estar en el presente, rumian
sobre el pasado o se dedican a planes y
resoluciones inacabables para el futuro
El terapeuta puede decir: "Trae a tu padre a este
recinto ahora y permítete retroceder en el tiempo
hasta tu infancia. Dile ahora, como si el estuviera
aquí y tu fueras una niña, lo que más deseas
decirle".
• Ahora puede decir todas las cosas que le hubiera
gustado decir a su padre durante su infancia y, que
por temor, mantuvo guardadas dentro de sí. Puede
decir a su padre lo que más deseó obtener de él en
aquel entonces y lo que aún sigue deseando hoy en
día.
• Como la terapia Gestalt se centra en el poder del
presente, la mayoría de las técnicas van destinadas a
establecer contactos más cercanos entre los clientes
y las situaciones que experimentan y a aumentar su
conciencia de lo que están sintiendo en cada
momento. Del mismo modo que hay ventajas al
centrarse en el aquí y ahora, se originan desventajas
si se eliminan el pasado y el futuro
De acuerdo con la descripción de Perls, las dos
piernas sobre las que camina la terapia gestáltica
son el ahora y el cómo. La esencia de la teoría
gestáltica gira en torno a estas dos palabras: el
ahora cubre todo lo que existe y constituye la base
de la conciencia; el cómo cubre la conducta y lo que
está involucrado en el proceso. Perls manifiesta que
todo lo restante es irrelevante. Para ayudar a los
clientes a centrarse en el presente y experimentar
con mayor intensidad sus sentimientos inmediatos,
el terapeuta gestáltico formula preguntas que
ayudan a centrarse en el presente
* "¿Qué estás experimentando ahora?“
• * "¿Qué está sucediendo dentro de tí mientras
hablas?“
• * "¿Cómo estás experimentando la ansiedad
en tu cuerpo?"
• * "¿Cómo tratas de evadirte en este momento
y cómo estás
evitando el contacto con los sentimientos
desagradables?“
• * "¿Qué sientes en este momento mientras
permaneces ahí
sentado y tratas de hablar?“
• * "¿Qué sucede a tu voz mientras hablas con
tu padre en este
momento?
Los asuntos pendientes incluyen los
sentimientos no expresados, como el
resentimiento, odio, ira, dolor, ansiedad,
culpa y aflicción, y los hechos y memorias de
nuestro bagaje que claman por ser
completados. Salvo que estas situaciones
inconclusas y sentimientos no expresados
sean reconocidos y manejados, siguen
interfiriendo con la conciencia presente y
con nuestro funcionamiento efectivo.
Perls menciona las expectativas catastróficas que
conjuramos y que nos mantienen
psicológicamente paralizados: "Si expreso la
totalidad de mi dolor, las personas se
avergonzarán y no tendrán nada que hacer
conmigo"; "Si expresara mi agresividad a las
personas significativas en mi vida, me
abandonarían"; "Si en algún momento siento
melancolía por mis pérdidas, puedo caer en una
depresión tan profunda que nunca saldría del
agujero".
La silla vacía