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El trabajo grupal, como uno de los factores esenciales de la propuesta de Taller, por
supuesto que no exclusiva de él, implica el uso de técnicas de dinámica de grupos que
faciliten su concreción.
2. El Taller como práctica autogestionaria: Perspectiva histórica. Aportes de
E.AnderEgg.1
2.1 La modalidad de enseñanza universitaria vigente como origen de esta
propuesta.
En este capítulo de una de sus obras, E. Ander Egg explica el modo cómo se origina la
propuesta de Taller como una alternativa pedagógica en el nivel universitario. En estas
apreciaciones, de las cuales extraemos algunos con ceptos que nos interesan, se pueden
encontrar algunas razones históricas de la relevancia actual de esta modalidad también en
los otros niveles del sistema educativo.
Podemos encontrar que el sistema de taller como modalidad de enseñanza comenzó en
el nivel universitario como un intento de superación de la concepción de aprendizaje que
subyacía a las prácticas pedagógicas en ese nivel.
El proceso de aprendizaje se asociaba a cinco componentes:
• el profesor-informador
• los alumnos oyentes
• entre unos y otros el libro de texto
• y el aula como lugar de encuentro, en donde
• se dictan las clases que producen el aprendizaje.
El profesor-informador aparece como el principal sujeto del proceso. La comunicación es
unidireccional: la clase o lección sea o no magistral es la transmisión del “que sabe” a los
“que no saben”. En el otro extremo tenemos el alumno-oyente que escucha, lee y memoriza
de acuerdo a lo que indica el profesor, para después repetir de memoria lo aprendido conel
fin de aprobar exámenes.
El libro de texto simboliza el manejo abstracto y conceptual de la realidad; es la ciencia que en
lugar de “conceptuar la realidad” sólo sirve para “conceptuar conceptos”. O lo que es lo
mismo, es una forma de sacrificar la realidad al mun do de los conceptos.
Y por último, el recinto sacro donde se adquiere el saber: el aula, y dentro del aula, la
actividad específica para la adquisición del saber: la clase. Este modo de concebir el
proceso de aprendizaje produce un corte entre el aprender y la vida. Es como si la vida
fuese puesta entre paréntesis todo el tiempo de la clase, con apenas algunas bocanadas
en los recreos. Esto es lo que el sistema de Taller pretende superar.
Frente a una situación de crisis, en algunos centros universitarios el Taller apareció como
una primera res puesta a los problemas fundamentales que se planteaban en ese
momento: reformular los contenidos de la enseñanza, establecer más claramente el perfil
profesional y repensar la concepción de la profesión.
A nuestro juicio, el sistema de Taller en sí mismo no ayuda a resolver cuestiones como
estas: establecer los objetivos de una carrera o dar sentido a una profesión. El aporte
sustancial del Taller apunta fundamental mente a una reformulación de la metodología
de la enseñanza. Es un nuevo enfoque en el modo de conce bir el proceso de enseñanza
y aprendizaje; en el Taller no se abordan los conocimientos como algo ya dado, sino que
se busca el proporcionar los instrumentos y la capacidad para adquirir y aplicar
conocimientos.
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Sin embargo, para no inducir a equívocos, hay que tener en cuenta que el Taller, o mejor,
los participantes del Taller, no parten desde una tábula rasa, sino que inician el trabajo
contando con una taxonomía o es quema conceptual mínimo. Si la docencia del taller
privilegia la práctica prestando especial interés al “hacer”, no por ello descuida la teoría.
En el Taller la teoría siempre está referida a una práctica concreta que se presenta
como problema; ella aparece como una necesidad para iluminar una práctica, ya sea
para interpretar lo realizado, ya sea para orientar una acción.
Práctica y teoría son dos polos en permanente referencia uno del otro. Práctica y teoría,
además, son dos aspectos que carecen de sentido el uno sin el otro, aunque en el Taller
la práctica sea lo principal y la teoría tenga un carácter secundario.
En el Taller se trata de evitar lo que Wright Mills llama “la ceguera de los datos empíricos
sin teoría y el vacío de la teoría sin datos empíricos”.
Así como el Taller no tiene como finalidad principal la adquisición de teoría, pero se
adquiere teoría, tampoco tiene como finalidad principal adquirir conocimientos
metodológicos; sin embargo, en el Taller se aplican y se profundizan esos conocimientos
participando en un trabajo concreto.
Como ocurre con la teoría, la formación metodológica se enriquece con la experiencia
inmediata del trabajo sobre el terreno, puesto que la índole del trabajo exige la aplicación
y perfeccionamiento de los métodos y técnicas aprendidos.
El Taller procura que la práctica se transforme en fuente de teoría, o para ser más
modestos y realistas, que la práctica sea una praxis y que las acciones concretas puedan
insertarse y considerarse como dentro del marco de la formulación teórica.
4.2 Organización del Taller
Dentro del Taller, tanto la enseñanza como el aprendizaje tienen una fuerte implicación
personal: los participantes (ya sean profesores o alumnos) se encuentran insertos en un
proyecto de trabajo que constituye una situación educativa. Esta implicación personal
que permite el Taller tiene otros significados: si en última instancia es el hombre el que
aprende por sí mismo, el Taller ofrece un marco y una modalidad de acceso a los
conocimientos que desarrolla la capacidad de autoformación.
El sistema de Taller tiene un carácter autogestionario: actuación directa de cada uno en
cooperación con todos los demás, en un contexto pedagógico y en una acción educativa
responsable y participativa. Estas características se ponen particularmente de relieve en
el tipo de relaciones pedagógicas que se establecen en el Taller.
4.3 Las relaciones pedagógicas participativas dentro del Taller
La pedagogía universitaria tradicional sólo atiende a un tipo de relación educativa:
“docentealumno”; las otras relaciones educativas (“docentedocente”, “alumnoalumno”)
están descuidadas, o al menos no son consideradas de modo expreso. Por otra parte, el
dogmatismo, la verticalidad y en el mejor de los casos el paternalismo, son los modos
ordinarios de la relación pedagógica tradicional.
El proceso de enseñanza y de aprendizaje se centra en el profesor, de ahí la importancia
que se le ha otorga do a la “clase” como el “lugar” específico para el aprendizaje. Freire
ha caracterizado estas relaciones como de “naturaleza fundamentalmente narrativa,
discursiva, disertante. Narración de contenidos que por ello mismo, tiende a petrificarse
o a transformarse en algo inerme, sean éstos valores o dimensiones empíricas de la
realidad. Narración o disertación que implica un sujeto el que “narra” y objetos pacientes,
oyentes los educandos ”.
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Joan Rué, Cuadernos de Pedagogía. Nº 200. 1992
En cualquier caso, debe estar en sintonía con lo que significa la escuela básica, es decir,
ha de estar al servicio de la capacidad de reflexionar. Esta capacidad de reflexión, debe
necesariamente extenderse a las características de los propios materiales y sus
propiedades, a los procedimientos, y a la configuración de los objetos e instrumentos o
máquinas.
5.1.8 La evaluación y la autoevaluación.
En una actividad como la de Talleres, los alumnos tienen una extraordinaria oportunidad
de realizar un análisis de los caminos recorridos en el aprendizaje. Para ello es necesario
que los enseñantes tengan formula dos claramente sus objetivos y los ejes básicos del
aprendizaje por medio de esta propuesta curricular.
5.2 La experiencia en España.
En España han acumulado una importante experiencia sobre la modalidad curricular de
Talleres en el perío do de la escolaridad básica. Analizando los textos que se han
publicado en algunas revistas pedagógicas, se puede afirmar que la actividad de Talleres
en la realidad española se introduce atendiendo a una serie de objetivos. Estos se
pueden clasificar en atención a las argumentaciones siguientes:
• Un primer grupo nos remite a aspectos que se relacionan con la búsqueda de la
integración escolar de los alumnos y con la voluntad de establecer una mayor relación
entre escuela y entorno para organizar proyectos de actuación de la escuela.
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La propuesta de Talleres significa, además, un elemento intrínseco de emancipación
profesional para los enseñantes, ya que permite relacionar conocimientos, habilidades y
prácticas curriculares con experiencias vitales de alumnos y maestros. En este marco, el
papel del maestro es doble. Por una parte, necesita ser un facilitador, es decir, una
persona con capacidad de diagnóstico y de establecer relaciones entre el estudiante y
los recursos disponibles, con la finalidad de que aquél pueda desarrollar todo su
potencial. En segundo lugar, necesita ser un mediador entre el estudiante y los recursos,
con la habilidad de un diagnosticador de las dificultades del aprendizaje.
Los Talleres, al ser una posibilidad de diferenciación curricular, al facilitar la adaptación del
curriculum y al exigir una metodología abierta, basada en problemas concretos y perceptibles
para todos, constituyen un instrumento notable de innovación didáctica, de mejora profesional
y de participación en la transformación democrática de la escuela como institución escolar.
7. ¿Qué pasa con el coordinador de una propuesta de Taller?
El coordinador de una propuesta de Taller deberá abarcar el rol de facilitador de los
procesos grupales, animador de las propuestas grupales, facilitador de informaciones,
consignas y materiales; y además de ello, y por sobre todo, asumir un carácter de
“disponibilidad” ante las necesidades, manifiestas o no, del grupo que trabaja con la
modalidad de Taller.
Se trata de proporcionar un tiempo y un espacio para que todos, de manera cooperativa,
produzcan conocimientos, ideas, hipótesis, “teorías”. Para lograrlo, el coordinador deberá
ocuparse de generar situaciones desestructurantes, desequilibrantes y deberá sostener
ese largo tránsito del grupo hacia nuevos equilibrios que no serán, entonces, “respuestas
correctas”, sino tan sólo bases para nuevos descubrimientos. Debe considerar la
posibilidad de integración teórico-práctica, ya se trate de aprendizaje por descubrimiento
o resolución de problemas y aún por el retrabajo de clases magistrales.
Si la conducción del Taller se da bajo una modalidad de cocoordinación se considera
conveniente considerar una serie de aspectos:
▪ El conocimiento previo entre los cocoordinadores.
▪ Un análisis de la complementariedad de los roles.
▪ La posible aparición de rivalidades.
▪ La distribución de tareas.
▪ La conveniencia de tener reuniones previas, sin que ello descarte sucesivos ajustes en la
puesta en marcha de los roles.
▪ El riesgo de alianzas, si la coordinación conjunta no es clara y constantemente
analizada.
▪ El peligro que se constituye para la vida del grupo si el equipo cocoordinador no
comprende que el eje no radica en “dominar al grupo” sino, en todo caso, en “estar
con el grupo” y “estar en el grupo”.
▪ La necesidad de conservar la “distancia óptima”, pertinente a cada situación, tanto
con los participantes del Taller, como entre los mismos coordinadores.
7.1 ¿Qué características tiene este “espacio” que se constituye en el Taller?
▪ Permite la construcción individual y colectiva de conocimiento.
▪ Maximiza el juego de lo relacional, la comunicación, la cooperación.
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▪ Permite que el tema u objeto de estudio se pueda “fragmentar” en partes, aspectos,
momentos o pasos; que pueden ser resueltos con aportes particulares, para volver a
articularse en un producto colectivo, más complejo que el ini cial.
▪ Son las dudas, cuestiones y aportes de cada uno de los integrantes los que clarifican
y despejan y a su vez son los errores los que llevan a la necesaria confrontación,
corrección y verificación colectiva.
▪ La descentración se convierte en uno de los procesos esenciales, que permitirán la
inclusión de los demás.
7.2 ¿Qué temáticas pueden ser abordadas en un Taller?
No existe ninguna temática que no pueda llevarse a cabo bajo la propuesta de Taller: desde
contenidos escolares, temas de organización didáctico pedagógica, pasando por aspectos
relacionales y vinculares, hasta llegar también al abordaje de todas las problemáticas que la
vida cotidiana extraescolar presenta a los individuos, incluso las opciones valorativas, y ético
ideológicas. Si pensamos en criterios clasificatorios de las temáticas que pueden ser
abordadas en un Taller, veremos que se pueden armar Talleres de acuerdo a Áreas de trabajo
o Áreas de conocimientos disciplina res, Talleres de acuerdo a grupos de edad, Talleres de
acuerdo a roles que desempeñan los participantes, o Talleres quecrucen, atraviesen o sean
paralelos a estas categorizaciones.
Quizás la tarea más difícil sea la determinación de la temática del Taller. No nos referimos
al título o al encabezamiento, sino a todos aquellos conceptos, relaciones, análisis,
síntesis, generalizaciones, abstracciones, extrapolaciones, en fin; a todas las
construcciones y reconstrucciones que se supone puedan realizar los participantes.
Creemos que para determinar la temática o los contenidos es conveniente:
• Señalar los ejes temáticos o ideas principales, o los conceptos clave o nociones
básicas de la o las asignaturas o situación a trabajar.
• Ordenarlas en bloque, unidades o núcleos permeables.
• Tener en cuenta todas las relaciones e integraciones posibles con otras áreas del
conocimiento o asignaturas y con la realidad cotidiana de los participantes.
7.3 ¿Cuál es la duración ideal, o la duración propuesta para un Taller?
Los tiempos de duración de un Taller son absolutamente relativos, tienen que tener
congruencia con los objetivos, con la tarea y con los participantes implicados en ella.
El taller puede ser breve, una o dos reuniones, o abarcar semanas y semanas. Lo que
es importante es que dure tanto como su problemática genere interés y demande
esfuerzo. Ello no impide que se pueda extender en el tiempo a partir de generarse
nuevos propósitos y temáticas a resolver.
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Lo ideal sería poder desarrollar los Talleres en ambientes adecuadamente climatizados,
bien iluminados y confortables. Sin embargo, sabemos por experiencia que es posible
trabajar con 35º a la sombra, en un patio de escuela embaldosado, corriéndose el grupo
a medida que el sol avanzaba.
Las características del espacio serán distintas si se trata de un Taller sobre Ciencias
Sociales o sobre Cocina.
Otros requerimientos: iluminación, silencio, fuentes de energía o calor, espacio para
depósito o resguardo de materiales y producciones, condiciones de orden e higiene.
Materiales: Los materiales pueden ser bibliográficos, audiovisuales o instrumentales;
según las orientaciones de la propuesta, el nivel de los destinatarios y la necesidad de
utilizarlos frecuente o periódicamente.
7.5 ¿Quiénes son los destinatarios de una propuesta de Taller?
La del Taller es una modalidad operativa viable para todo grupo de personas: niños
pequeños, escolares, adolescentes y adultos. Los grupos pueden organizarse
institucionalmente o reunirse en torno a un interés manifiesto. Es ésta la oportunidad
para recordar el valor de la heterogeneidad, característica que encuentra en el Taller su
mejor expresión, ya que su enriquecimiento depende muchas veces de los aportes
diferencia dos en cuanto a sexo, edad, niveles de experiencia o entrenamiento previos,
saberes anteriores y roles específicos.
Si bien el tamaño ideal de un grupo es de 15 a 18 participantes, es posible trabajar con
multitudes de hasta 150 personas difícilmente reunidas por un mismo interés, aptitud o
actitud hacia la tarea propuesta. De todos modos podemos afirmar que las condiciones
necesarias pueden y deben ser flexibles.
Las únicas condiciones que se constituyen en imprescindibles son aquellas que no tienen
que ver con recursos materiales sino con la actitud hacia la tarea: la disponibilidad, el
deseo, las ganas de trabajar en Taller, el atreverse a cambiar, el animarse a planear y
coordinar el trabajo. También es necesaria la disponibilidad para ir creciendo y
cambiando ante las dificultades y su propuesta de resolución.
7.6 ¿De dónde surge la propuesta del Taller?
El Taller se puede organizar a partir de un proyecto grupal o se puedebuscar que el grupo
se adhiera a la propuesta del coordinador.
7.7 ¿Quiénes pueden intervenir en la tarea de planificar y proyectar el Taller?
El proyecto puede ser delineado:
▪ Sólo por el docente o coordinador, a partir de sus propios intereses, o desde la
percepción de una necesidad en el grupo, sin confrontar sus ideas con nadie hasta la
puesta en marcha.
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• colaboración y cooperación
• realización
• cuidado y orden de materiales
• capacidad creadora ( persona humana con capacidad para crear)
• vivencia
• reflexión
• conceptualización
• construcción compartida de conocimientos y socialización de saberes
• circulación de logros y dificultades
9. Bibliografía
Ander Egg, E. : El taller. Una alternativa para la renovación pedagógica.
Magisterio Río de La Plata.
Ander Egg, E. : Hacia una pedagogía autogestionaria. Ed.. Humanitas. Bs.As.
1983.
Pasel, S. : Aulataller. Ed. Aique. Buenos Aires. 1992.
PEC. Equipo de coordinación del Proyecto de capacitación de Directivos de
Nivel Inicial.
Rué, J.: La innovación por medio de Talleres. Cuadernos de Pedagogía. Nº 200. Barcelona. 1992.
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