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ENFERMEDAD PERICÁRDICA

Los trastornos pericárdicos más importantes suponen acumulación de líquido,


inflamación, constricción fibrosa o alguna combinación de estos procesos, a menudo
asociados con otros trastornos cardíacos o enfermedad sistémica.

El pericardio es una membrana que rodea el corazón y contiene una pequeña cantidad de
líquido para facilitar su movimiento. Sin embargo, en ciertas circunstancias, puede
acumularse líquido (derrame pericárdico) o sangre (hemopericardio) en exceso, lo que
puede llevar a complicaciones graves.
Derrame Pericárdico:

 Acumulación gradual de líquido seroso en el saco pericárdico.


 En casos crónicos, el pericardio se estira para adaptarse al aumento de volumen,
lo que puede no limitar la función cardíaca.
 Manifestación clínica: aumento en el tamaño del corazón detectado en radiografías
de tórax.
Hemopericardio:

 Acumulación rápida de sangre en el espacio pericárdico, a menudo debido a


trauma como un infarto de miocardio roto o una disección aórtica.
 Aún pequeñas cantidades de sangre pueden ejercer presión sobre el corazón,
limitando su capacidad de bombeo.
 Riesgo de taponamiento cardíaco mortal: la presión del líquido acumulado
comprime el corazón, afectando su capacidad de bombear sangre de manera
efectiva.
Pericarditis Purulenta:

 Condición en la que el espacio pericárdico se llena de pus, resultado de una


infección bacteriana que puede diseminarse desde otras partes del cuerpo o surgir
tras procedimientos cardíacos invasivos.
 Síntomas incluyen fiebre, dolor torácico intenso, dificultad para respirar, fatiga y
malestar general, además de síntomas asociados con la infección subyacente.
 Diagnóstico basado en evaluación clínica, pruebas de laboratorio (análisis de
sangre, cultivos de líquido pericárdico) y pruebas de imagen (ecocardiografía).
 Tratamiento requiere administración de antibióticos intravenosos para combatir la
infección y drenaje del líquido infectado del saco pericárdico.
PERICARDITIS
La inflamación pericárdica puede producirse secundariamente a distintos trastornos
cardíacos, torácicos o sistémicos, metástasis de neoplasias alejadas o intervenciones
quirúrgicas cardíacas.
CAUSAS:
Organismos infecciosos
 Virus: Muchos virus pueden producirla, como el Coxsackie, herpes, paperas,
citomegalovirus, Epstein-Barr o VIH.
 Bacterias piógenas: Los organismos más comunes que producen esta afección
son: Haemophilus influenzae (también llamado hemófilo de la influenza),
Meningococos, Neumococos, Estafilococos, Estreptococos
 Hongos: La coccidioidomicosis es una infección sistémica causada por
el Coccidioides immitis que se adquiere principalmente por la inhalación de las
artroconidias.
 Tuberculosis
 Otros parásitos
Presuntamente mediadas por la inmunidad
 Fiebre reumática
 Lupus eritematoso sistémico
 Escleroderma
 Poscardiotomía
 Postinfarto de miocardio (síndrome de Dressler)
 Reacción de hipersensibilidad a fármacos
Miscelánea

 Infarto de miocardio
 Uremia
 Después de cirugía cardíaca
 Neoplasias
 Traumatismos
 Radiación
La mayoría provocan pericarditis aguda, pero unas pocas, como tuberculosis y hongos,
causan solo reacciones crónicas.

PERICARDITIS AGUDA
La pericarditis aguda puede ser serosa, fibrinosa, purulenta o hemorrágica, cada una con
sus características y causas específicas.
Pericarditis Serosa:

 Causas: Enfermedades inflamatorias no infecciosas como la fiebre reumática,


lupus eritematoso sistémico (LES), esclerodermia, tumores y uremia.
 Evolución: Puede derivar en derrame seroso estéril y progresar hacia pericarditis
serofibrinosa y, en casos extremos, a una reacción supurativa evidente.
 Presentación Clínica: Dolor punzante y pleurítico en el tórax, fiebre, roce
pericárdico.
Pericarditis Fibrinosa y Serofibrinosa:

 Causas: Infarto de miocardio agudo, síndrome postinfarto, uremia, fiebre


reumática, LES, traumatismos o cirugía cardíaca.
 Características: Presencia de líquido seroso mezclado con exudado fibrinoso
en el espacio pericárdico.
 Síntomas: Dolor torácico, fiebre, insuficiencia cardíaca congestiva.
Pericarditis Purulenta:

 Causas: Infección activa del espacio pericárdico, puede ser por extensión directa
de infecciones cercanas, siembra desde la sangre, extensión linfática o
introducción directa en la cardiotomía.
 Presentación: Acumulación de pus en el espacio pericárdico, riesgo de
complicaciones graves como taponamiento cardíaco.
Pericarditis Hemorrágica:

 Causas: Asociada a neoplasias malignas, infecciones bacterianas, tuberculosis,


cirugía cardíaca u otras diátesis hemorrágicas.
 Características: Presencia de sangre mezclada con derrame fibrinoso o supurativo
en el espacio pericárdico.
 Complicaciones: Puede causar hemorragias importantes o taponamiento cardíaco,
a veces requiere intervención quirúrgica adicional.
PERICARDITIS CRONICA O CICATRIZADA
La pericarditis crónica o cicatrizada es una condición donde la inflamación del pericardio
resulta en engrosamientos fibrosos y adherencias que pueden variar en su impacto sobre
la función cardíaca. En algunos casos, pueden formarse placas poco llamativas o
adherencias delicadas que no afectan significativamente la función cardíaca. Sin
embargo, en otros casos, la fibrosis puede ser más extensa, obliterando el espacio
pericárdico y llevando a la pericarditis adhesiva o constrictiva.
La mediastinopericarditis adhesiva:

 Se caracteriza por la formación de adherencias fibrosas que obliteran el espacio


pericárdico.
 Puede estar asociada a una variedad de causas, como infecciones pericárdicas
previas, cirugía cardíaca o radiación en el mediastino.
 Las adherencias pueden limitar la función cardíaca al restringir la expansión del
corazón durante la sístole y la distensión durante la diástole.
 Los pacientes pueden experimentar síntomas como pulso paradójico, retracción
sistólica de la caja torácica y el diafragma, así como signos de insuficiencia
cardíaca congestiva.
Pericarditis Constrictiva:

 En esta forma, el pericardio se encuentra encerrado en una cicatriz densa, fibrosa


o fibrocalcificada, lo que limita la expansión diastólica del corazón.
 Puede presentarse con síntomas similares a una miocardiopatía restrictiva, como
fatiga, disnea y signos de insuficiencia cardíaca derecha.
 Los signos característicos incluyen ruidos cardíacos apagados, presión venosa
yugular elevada y edemas periféricos.
 La confirmación del diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen, como
ecocardiografía, resonancia magnética cardíaca o tomografía computarizada.
 El tratamiento principal es la resección quirúrgica de la coraza de tejido fibroso
constrictor, aunque en algunos casos puede ser necesaria la terapia médica para
controlar los síntomas de insuficiencia cardíaca.

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