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PERICARDITIS

I. INTRODUCCION:

El pericardio contribuye a mantener el corazón en su sitio, a evitar que se llene


excesivamente de sangre y a protegerlo de posibles lesiones producidas por
infecciones torácicas. Aun así, no es indispensable para la vida. Si se extirpa, el
efecto sobre el funcionamiento del corazón es mínimo.

Por lo general, el pericardio contiene entre sus dos capas una cantidad suficiente
de líquido lubricante para que una capa se pueda deslizar con facilidad sobre la
otra. Este espacio entre las dos capas es muy pequeño. Sin embargo, en
algunos trastornos se acumula líquido adicional en este espacio (denominado
cavidad pericárdica), lo que provoca su agrandamiento.

II. OBJETIVOS

Objetivo general
Explicar que es la pericarditis, cuales son los síntomas, causas,
complicaciones, diagnóstico y su tratamiento para el paciente que la
padezca

Objetivo especifico
Identificar las causas que provoca una pericarditis
Describir los signos y síntomas así como las complicaciones de dicha
enfermedad
Describir el diagnóstico y tratamiento utilizados para una pericarditis

III. MARCO TEORICO


PERICARDITIS

La pericarditis es la inflamación y la irritación del pericardio, la membrana delgada


con forma de saco que rodea el corazón. A menudo, la pericarditis causa dolor en
el pecho y, a veces, otros síntomas. El dolor agudo en el pecho asociado a la
pericarditis se produce cuando las capas irritadas del pericardio se frotan entre sí.

Por lo general, comienza de forma repentina, pero no dura mucho tiempo (aguda).
Cuando los síntomas se manifiestan de manera más gradual o continúan, la
pericarditis se considera crónica.
De forma excepcional, puede que el recién nacido nazca sin pericardio o que
presente defectos tales como zonas débiles u orificios. Estos defectos son
peligrosos porque el corazón o un vaso sanguíneo principal pueden llegar a salir
(herniarse) por un orificio del pericardio y quedar atrapados. En estos casos, la
muerte puede producirse en minutos. Por ello, estos defectos se suelen corregir
mediante una intervención quirúrgica. Si no es posible corregirlo, se extirpa la
totalidad del pericardio. Otros trastornos se deben a infecciones, a heridas o a la
diseminación de un cáncer.

El trastorno más frecuente del pericardio es la inflamación (pericarditis). La


pericarditis puede ser

 Aguda (inflamación desarrollada poco después del suceso


desencadenante)
 Subaguda (inflamación desarrollada entre unas cuantas semanas y unos
cuantos meses después de la enfermedad desencadenante)

 Crónica (inflamación que se prolonga durante más de 6 meses)


Otros trastornos del pericardio incluyen

 Derrame pericárdico

 Pericarditis constrictiva

 Fibrosis del pericardio

Un derrame pericárdico es la acumulación de líquido en el pericardio.


El taponamiento cardíaco se produce cuando un gran derrame pericárdico
impide que el corazón se llene de sangre de forma adecuada, y por lo tanto
impide que el corazón bombee suficiente sangre al resto del cuerpo.

La pericarditis constrictiva, que es poco frecuente, se produce cuando el fluido


que se acumula es espeso y fibroso, y provoca que las capas del pericardio se
unan entre sí. La pericarditis constrictiva puede ser transitoria, por ejemplo si
está provocada por una infección, o crónica, si se produce después de un
trastorno que causa pericarditis aguda.

La fibrosis del pericardio puede seguir a una pericarditis purulenta (pericarditis


causada por una infección y en la cual el derrame pericárdico es de tipo pus) o
acompañar a un trastorno del tejido conjuntivo como la artritis reumatoide. En los
pacientes de edad avanzada, las causas comunes son tumores
malignos, ataques cardíacos y la tuberculosis.

El hemopericardio (acumulación de sangre en el interior del pericardio) puede


provocar pericarditis o fibrosis pericárdica. Entre las causas más frecuentes se
encuentran las lesiones torácicas, lesiones derivadas de procedimientos médicos
tales como cateterismo cardíaco y la inserción de un marcapasos, y la ruptura de
un aneurisma de la aorta torácica

SÍNTOMAS:

La pericarditis tiene distintos tipos de clasificaciones en función del patrón y la


duración de los síntomas. Según el tipo, los signos y síntomas de la pericarditis
pueden comprender algunos de los siguientes o todos ellos:

 Dolor de pecho punzante e intenso, en el centro o el lado izquierdo del


pecho, por lo general más intenso al inhalar

 Dificultad para respirar al reclinarse

 Palpitaciones cardíacas

 Poca fiebre

 Sensación general de debilidad, fatiga o náuseas

 Tos

 Hinchazón abdominal o en las piernas


CAUSAS:

Bajo circunstancias normales, el saco pericárdico de dos capas que rodea el


corazón contiene una pequeña cantidad de líquido lubricante. En la pericarditis, el
saco se inflama y la fricción resultante del saco inflamado produce dolor en el
pecho.

Con frecuencia, la causa de la pericarditis es difícil de determinar. En la mayoría


de los casos, los médicos no pueden determinar una causa (idiopática) o
sospechan que hay una infección viral.
Puede manifestarse poco después de un ataque cardíaco grave, a causa de la
irritación del músculo cardíaco dañado subyacente. Además puede haber una
manifestación tardía de pericarditis semanas después de un ataque cardíaco o de
una cirugía cardíaca.

Esta pericarditis tardía se conoce como Síndrome de Dressler. El síndrome de


Dressler también se denomina «síndrome pospericardiotomía», «síndrome de
infarto postmiocardial» y «síndrome de lesión poscardíaca».

Otras causas de pericarditis son:

 Trastornos inflamatorios sistémicos. Estos pueden comprender lupus y


artritis reumatoide.

 Traumatismo. Las lesiones en el corazón o el tórax pueden deberse a un


accidente en un vehículo, u otro tipo de accidente.

 Otros trastornos de salud. Estos pueden comprender insuficiencia renal,


sida, tuberculosis y cáncer.

 Ciertos medicamentos. Aunque es poco frecuente, algunos medicamentos


pueden causar pericarditis.
COMPLICACIONES:

Las complicaciones de la pericarditis pueden comprender:

 Pericarditis constrictiva. Aunque es poco frecuente, algunas personas que


padecen pericarditis, en especial quienes sufren de inflamación a largo plazo
y recurrencias crónicas, pueden presentar engrosamiento, cicatrización y
contracción del pericardio.

En estos casos, el pericardio pierde mucha elasticidad y se asemeja a una


caja rígida ajustada alrededor del corazón, lo que evita que el corazón trabaje
correctamente. Este trastorno se llama «pericarditis constrictiva» y a menudo
produce hinchazón intensa de piernas y abdomen, y también dificultad para
respirar.
 Taponamiento cardíaco. Cuando se acumula demasiado líquido en el
pericardio, puede presentarse un trastorno muy peligroso llamado
«taponamiento cardíaco».

El exceso de líquido produce presión en el corazón y no le permite llenarse


correctamente. Eso significa que fluye menos sangre del corazón y esto
causa una caída importante de la presión arterial. El taponamiento cardíaco
puede ser mortal si no se lo trata con urgencia.

Por lo general, el diagnóstico y tratamiento tempranos reducen el riesgo de


complicaciones a largo plazo.

DIAGNÓSTICO:

Es probable que el médico comience por leer tu historia clínica y hacer preguntas
sobre tu dolor en el pecho y otros síntomas. Además, como parte de tu evaluación
inicial, el médico te hará una exploración física y controlará los sonidos cardíacos.

Al oír tu corazón, el médico usará un estetoscopio sobre el pecho para buscar los
sonidos característicos de la pericarditis, que se producen cuando las capas
pericárdicas se rozan entre sí. Este sonido característico se llama «roce
pericárdico».

Es posible que el médico deba realizar pruebas para ayudar a determinar si


sufriste un ataque cardíaco, si se acumuló líquido en el saco pericárdico o si hay
signos de inflamación. El médico puede realizar análisis de sangre para
determinar si hay una infección bacteriana u otro tipo de infección.

Es posible que te realicen uno o más de los siguientes procedimientos de


diagnóstico:
 Electrocardiograma (ECG). En esta prueba, se colocan parches con cables
(electrodos) en la piel para medir los impulsos eléctricos producidos por el
corazón.

Los impulsos se registran como ondas que se muestran en un monitor o se


imprimen en papel. Ciertos resultados del electrocardiograma pueden indicar
pericarditis, mientras que otros pueden indicar un ataque cardíaco.

 Radiografía de tórax. Con una imagen de rayos X del tórax tu médico puede
estudiar el tamaño y la forma del corazón y sus vasos sanguíneos. Las
imágenes del corazón mostrarán un corazón dilatado si se acumuló exceso
de líquido en el pericardio.

 Ecocardiograma. Esta prueba utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para


producir imágenes del corazón y de sus estructuras, incluso la acumulación
de líquido en el pericardio. El médico puede ver y analizar esta imagen en un
monitor.

 Tomografía computarizada (TC). Esta técnica de rayos X puede producir


imágenes más detalladas del corazón y del pericardio que las radiografías
convencionales.

 Resonancia magnética del corazón. En esta técnica se utiliza un campo


magnético y ondas de radio para generar imágenes transversales del
corazón que pueden revelar un engrosamiento, una inflamación u otros
cambios en el pericardio.
TRATAMIENTO:

El tratamiento para la pericarditis depende de la causa, así como de la gravedad.


Los casos leves de pericarditis pueden mejorar por su cuenta sin tratamiento.

Medicamentos:

Por lo general, se recetan medicamentos para reducir la inflamación y la


hinchazón asociadas con la pericarditis. Entre ellos, los siguientes:

 Analgésicos. La mayoría de los dolores asociados con la pericarditis


responden bien al tratamiento con analgésicos disponibles sin receta, como
la aspirina o el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros). Estos medicamentos
también ayudan a disminuir la inflamación. También pueden utilizarse
analgésicos de venta con receta médica.

 Colquicina (Colcrys, Mitigare). Este medicamento, que reduce la


inflamación en el cuerpo, puede recetarse para casos de pericarditis aguda o
como tratamiento para los síntomas recurrentes.

La colquicina puede reducir la duración de los síntomas de la pericarditis y


disminuir el riesgo de que este trastorno vuelva a aparecer. Sin embargo, el
medicamento no es seguro para personas con ciertos problemas de salud
preexistentes, tales como enfermedades hepáticas o renales ni para aquellas
que toman ciertos medicamentos. Tu médico revisará cuidadosamente tus
antecedentes médicos antes de recetar colquicina.

 Corticoesteroides. Si no respondes a los analgésicos ni a la colquicina o si


tienes síntomas recurrentes de pericarditis, es posible que el médico te recete
un medicamento esteroide, como la prednisona.

Los episodios agudos de pericarditis generalmente duran unas pocas semanas,


pero pueden presentarse otros con posterioridad. Algunas personas con
pericarditis experimentan una reaparición de la misma dentro de los pocos meses
luego del primer episodio.

Cuando una infección bacteriana es la causa oculta de la pericarditis, te tratarán


con antibióticos y drenaje de ser necesario.

IV. CUIDADOS DE ENFERMERIA

Control de los signos vitales:

Control de la frecuencia respiratoria, si presenta signos de


respiración trabajosa, taquipnea, disnea, cianosis

Realizar venoclisis si el paciente lo requiere


Administración de oxigeno si precisa.
Extracción de analítica de sangre, comprobando electrolitos,
hemograma completo y enzimas cardiacos CPK-MB.
Facilitar el bienestar del paciente:
Después de valorar el dolor, según prescripción médica, se puede
administrar un analgésico.

Colocar al paciente en posición cómoda.

Proporcionar al paciente periodos de descanso y aumentar


gradualmente la actividad.

Mejorar la ansiedad del paciente:

Tranquilizar al paciente.
Proporcionarle información sobre la enfermedad, pruebas diagnósticas,
medicación y procedimientos.
TRATAMIENTO (Administrar la medicación prescrita)
Valoración continua del dolor, controlar el tipo de dolor, irradiación, si
empeora con la respiración o la tos.

V. CONCLUSIONES:

La mayoría de los casos son leves y, por lo general, mejoran sin tratamiento. El
tratamiento de los casos más graves puede comprender la administración de
medicamentos y, rara vez, cirugía. El diagnóstico y tratamiento tempranos
pueden ayudar a reducir el riesgo de tener complicaciones a largo plazo a
causa de la pericarditis.

VI. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS


https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000182.htm
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/pericarditis/symptoms-
causes/syc-20352510
https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-del-coraz%C3%B3n-y-los-
vasos-sangu%C3%ADneos/enfermedad-peric%C3%A1rdica-del-pericardio-y-
miocarditis/introducci%C3%B3n-a-la-enfermedad-peric%C3%A1rdica

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