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Saltar La Cuerda
Saltar La Cuerda
SEGUNDOS: A,B,C.
INSTRUCCIONES:
Copia y dibuja la siguiente información, en hojas tamaño carta en blanco o con líneas engraparlo,
y con carátula.
SALTOS A LA CUERDA
Piensa en un entrenamiento rápido, efectivo, para el que no necesites mucho material y que se
pueda llevar a cabo en cualquier sitio. ¿Parece imposible? Un entrenamiento con una simple
cuerda para saltar tiene todas esas características y, sin embargo, es ignorado por mucha gente.
Saltar a la cuerda nos ayudará a poner nuestro corazón a punto, a trabajar nuestra coordinación y
a mejorar el tono de nuestras piernas y de nuestros hombros.
Coloca tus codos flexionados cerca de tus costados: no deberían moverse de ahí mientras
estás saltando. Esto quiere decir que el movimiento que imprimimos a la cuerda para que esta
se mueva se origina en nuestras muñecas, no en nuestros hombros. Los hombros no
describen círculos para hacer girar la cuerda, ni los antebrazos se mueven arriba y abajo. Todo
el movimiento fluye desde las muñecas.
Aterriza siempre sobre la punta de los pies: no aterrices en el suelo con el pie plano, ya que
esto puede generar daños en las rodillas principalmente. Impúlsate desde la punta de los pies
y aterriza sobre ella, manteniendo siempre las rodillas ligeramente flexionadas, nunca rígidas.
Activa tu core para mantener una buena postura: según van pasando los segundos y cuando
comienza a aparecer la fatiga, es muy típico que nos vayamos encorvando hacia adelante,
escondiendo el pecho y redondeando la zona dorsal. Para evitar esto, intenta mantener la
espalda bien erguida, realizando una elongación axial (intenta que tu cabeza llegue alto
mientras que empujas el suelo fuertemente con los pies al tocarlo).