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Con la respiración contenida el lector sigue el informe del narrador Marlow quien,
con una prosa poética, describe su viaje por el Congo al corazón de África y al
corazón de las inieblas. Pero también es un viaje a los lugares más oscuros del alma
humana. Marlow se hace cargo del mando del barco de vapor en mal estado de una
empresa comercial belga durante el periodo final del colonialismo europeo. Al
llegar a África, escucha rumores sobre un tal señor Kurtz que supuestamente vive y
gobierna cientos de kilómetros río arriba. Kurtz es el agente comercial de mayor
éxito de la compañía. Suministra cantidades inimaginables de marfil y parece ser
un personaje carismático. A pesar de todos los inconvenientes, Marlow viaja río
arriba para conocer a este hombre. No olvidará durante toda su vida lo que ve ahí.
Si bien las imágenes con las que Conrad describe la selva y la crueldad del dominio
colonial son concretas, al autor le interesa poco el realismo narrativo. A partir de la
confrontación del hombre blanco con el mundo primitivo, que es descrito como
aterrador, el autor forma un reflejo lúgubre de la existencia humana y una de las
representaciones más oscuras del colonialismo europeo en la literatura.
Ideas fundamentales
El corazón de las tinieblas es la primera novela moderna del siglo XX. Nos
lleva a las tinieblas más profundas de África… y del alma humana.
En esencia, la novela consiste en el informe del capitán Marlow sobre una
navegación por el Congo.
En ese tiempo la región del Congo estaba bajo el dominio colonial belga, que
saqueaba el país sistemáticamente con métodos brutales.
El viaje lleva a lo más profundo del interior de África, donde un agente
comercial llamado Kurtz ha establecido un verdadero régimen de terror.
Después de todo lo que ha oído sobre el legendario Kurtz, Marlow espera la
reunión con curiosidad y escepticismo.
No solo la nave de Marlow se hunde y tiene que ser reparada, sino que
también las personas están cambiando en su propio detrimento.
Enfermo de muerte, Kurtz cumple los peores temores de lo que las personas
son capaces de hacer en condiciones extremas.
El libro alcanza su clímax lingüístico en la descripción del viaje a través de la
selva que se presenta como un reflejo de los temores humanos.
El corazón de las tinieblas puede interpretarse como una profunda crítica al
colonialismo europeo.
Francis Ford Coppola realizó la versión cinematográfica del libro bajo el
título Apocalypse now, en la que el director cambió el lugar de la acción a
Camboya.
Resumen
A bordo de un yate en el Támesis
A la puesta del sol, en un sólido yate de altamar que se encuentra
silenciosamente anclado en el Támesis, en Londres, se sientan juntos cinco
hombres que, de alguna manera, tienen que ver con la navegación. Uno de
ellos es Charlie Marlow, que está sentado algo alejado de los demás.
Mientras a la vista del tranquilo puerto cavilan sobre el pasado marítimo de
Inglaterra, Marlow hace, de repente, una observación: “Y también fue este
uno de los lugares más oscuros de la tierra”. Marlow explica su idea de cómo
llegaron los romanos al lugar salvaje que ahora es Londres, cómo
conquistaron esta colonia y luego la explotaron con fuerza bruta.
La costa frente a mí era casi informe, como si estuviera en proceso de
creación, una visión de completa monotonía”.
En la compañía es bien sabido que Marlow suele fantasear; sin embargo, sus
historias se consideran más importantes que las anécdotas comunes de los
marineros, así que todos escuchan fascinados cuando relata el punto
culminante de sus vivencias, porque Marlow es un viajero que busca
experiencias, a diferencia del marinero común que es, en esencia, una
persona casera que da la vuelta por el mismo mar en la protección de su
barco, indiferente frente a las costas extranjeras a las que llega.
El señor Marlow busca un puesto de mando
Ya desde niño Marlow se sentía profundamente fascinado por los mapas. En
aquella época, todavía había espacios en blanco que resultaban
especialmente atractivos. Un cierto anhelo por descubrir lo llevó a su
profesión.
Morían lentamente… eso estaba claro. No eran enemigos, no eran
criminales, no eran nada terrenal, solo sombras negras de enfermedad y
hambre, que yacían confusamente en la tiniebla verdosa”.
Después de varios años como capitán de barco en el Lejano Oriente, lleva un
tiempo en Londres buscando en vano un nuevo puesto de mando. Sabe que
los espacios en blanco de África se han convertido ahora en lugares oscuros,
pero, aun así, se siente atraído por ellos.
A través de la mediación de una tía, consigue un puesto en un barco de
vapor que subiría por el Congo, el río en forma de serpiente de las
profundidades del continente africano. El barco le pertenece a una compañía
comercial belga. Marlow va a Bruselas a presentarse.
La costa africana
En cuanto llega, le dicen a Marlow que dos días antes su barco había
naufragado en el río. Un timonel poco hábil había rajado el casco con unas
piedras. Marlow saca el barco e intenta repararlo. Esto le lleva tres meses,
porque no llega el material. Sobre todo, hacían falta remaches. Aunque hay
muchos en la costa, durante mucho tiempo no consiguen llevarlos a la
estación central. Según la impresión de Marlow, el gerente general de la
estación tiene muy pocas habilidades que justifiquen su denominación. Solo
es capaz de mantener el curso usual de los acontecimientos. Nada se mejora,
todo se abandona. El poder del hombre se basa únicamente en su salud
inquebrantable, que lo hace indispensable en su puesto y en su capacidad
para expresar con energía sus insignificantes órdenes. Explica el percance
del barco diciendo que tenían que ayudar a las estaciones de aguas arriba.
Estaban en peligro porque el señor Kurtz estaba muy enfermo.
En la estación central
Durante los tres meses de reparación, Marlow conoce a un joven
aristócrata, junto con agentes comerciales insignificantes y los
“peregrinos” que solo andan merodeando a la espera de una oportunidad
para participar de alguna manera en el comercio del marfil. En realidad, el
joven aristócrata debe fabricar ladrillos, pero para ello le falta un material
específico. Este joven caballero, por su tipo, es capaz de mantener a
distancia a los otros peregrinos y se muestra muy amable con Marlow. Por
él, Marlow se entera de más cosas sobre Kurtz.
Remontar el río era como regresar a los inicios del mundo, a un tiempo en
el que las plantas cubrían por completo la tierra y los árboles grandes se
convertían en reyes”.
En la morada del joven aristócrata fabricante de ladrillos –por lo menos
dispone de una vela colocada encima de una botella de champaña–, Marlow
descubre un pequeño cuadro al óleo de una mujer. Lo había pintado Kurtz, y
el joven empieza a entusiasmarse con Kurtz. Este es una especie de salvador,
un hombre con habilidades superiores al promedio, al que le espera una
gran carrera. Marlow tiene la impresión de que Kurtz es un hombre dotado
artísticamente y también muy elocuente, en todo caso, un hombre con ideas
morales.
¿El hombre prehistórico nos maldecía, nos veneraba, nos daba la
bienvenida? ¿Quién lo sabe?
Con cada caravana semanal aparecen más grupos de filibusteros coloniales
blancos. Después de una breve escala, desaparecen tierra adentro. En la
cubierta de su barco ahora levantado, Marlow escucha sin querer una
conversación entre el gerente general y su tío, que es el líder de los
filibusteros. Queda claro que ambos se sienten amenazados por Kurtz. Suponen que
Kurtz tiene excelentes relaciones en su tierra natal, también hablan de la visión
civilizadora que tiene Kurtz. Sin embargo, ambos piensan que es ridícula y
perjudicial para el curso de sus negocios. Con la supuesta enfermedad de Kurtz,
abrigan la esperanza de que el problema pueda resolverse de forma natural.
Río arriba
El horror
Estructura y estilo
Planteamientos de interpretación
El corazón de las tinieblas puede y debe entenderse como una crítica
al colonialismo: las condiciones en las que los gobernantes coloniales explotaron
África son tan aterradoras y desoladoras que provocan la visión de un verdadero
infierno.
Sin embargo, en un nivel más profundo, la novela también puede considerarse
como una reflexión sobre la lucha humana por la existencia.
El escéptico y humanitario Marlow solo encuentra dos tipos de europeos en
su viaje: codiciosos brutales (los miembros de la empresa comercial) o locos
(el joven aristócrata y el ruso). Su esperanza de encontrar en Kurtz a alguien
de quien se pueda hablar positivamente, a pesar de las circunstancias, se ve
frustrada; por el contrario, Kurtz aparece como la encarnación del mal.
La selva impenetrable y amenazadora y el calor inhumano son la esencia de
la naturaleza primitiva y hostil. Los africanos son percibidos como parte de
esto. Por esa razón, la novela fue criticada como racista, si bien denuncia
claramente el racismo de los explotadores coloniales.
Gran parte de la novela es difusa y ambivalente. Así, por ejemplo, queda
abierta la interpretación de si los blancos ya traían consigo su maldad. El
médico que examina a Marlow habla de “cambios mentales en el sitio”.
Antecedentes históricos
El colonialismo europeo
Origen
El viaje fue una experiencia traumática para Conrad. Una malaria y una
disentería severas lo llevaron al borde de la muerte y arruinaron su salud
para el resto de su vida. Además, fue víctima de intrigas que pusieron en
duda sus calificaciones profesionales. Finalmente, descubrió la verdadera
naturaleza del colonialismo europeo y una África más allá de todos los
clichés románticos. Su crítica al colonialismo ya había influido en trabajos
anteriores, pero en El corazón de las tinieblas se amplía a un apocalipsis de
la existencia humana.
El corazón de las tinieblas, junto con Lord Jim, se cuenta hoy día entre los
textos más conocidos de Joseph Conrad. Sus novelas son consideradas obras
maestras de la literatura inglesa, a pesar de que Conrad aprendió inglés ya
de adulto. Al principio no pudo alcanzar el éxito deseado con el público; lo
logró solo con sus últimas obras Azar, Victoria y La línea de sombra,
publicadas entre 1913 y 1917, que le aseguraron un sustento suficiente
además de fama, aun cuando, hoy día, estas novelas se consideran menos
importantes. Muchos de sus colegas escritores lo apreciaron enormemente,
Sobre el autor
Joseph Conrad nació como Józef Teodor Konrad Korzeniowski el 3 de
diciembre de 1857 en la ciudad polaca de Berdyczow. En esa época, Polonia
no era un Estado independiente, sino que estaba dividida entre Rusia,
Austria y Prusia. El padre de Joseph, que pertenecía a la nobleza, se
involucró en la lucha contra el dominio ruso, por lo que la familia fue
desterrada a Rusia. La madre murió por las consecuencias del exilio en su
salud. Al morir también su padre en 1869, Joseph quedó bajo la custodia de
su tío. Este se horrorizó cuando el chico le comunicó su deseo de navegar.
Hizo todo lo que pudo para disuadirlo, pero finalmente tuvo que ceder. En
1874 Joseph entró al servicio de la marina mercante francesa. Pronto se
involucró en el contrabando y perdió todo su dinero. Sumamente
endeudado, intentó suicidarse. Después decidió unirse a la marina mercante
inglesa y seguir la carrera de oficial. En 1886 recibió su grado de capitán y la
ciudadanía británica. En 1889 comenzó su primera novela, La locura de
Almayer, en inglés, su tercera lengua. Un viaje al Congo en 1889 le dejó una
experiencia traumática debido al trato cruel que los blancos daban a los
lugareños, lo que escandalizó a Conrad.
Además su salud se vio tan gravemente afectada que tuvo que regresar a
Inglaterra antes de lo planeado. Al no encontrar trabajo debido a la
persistencia de sus problemas psíquicos y de salud, terminó su primera
novela en 1894 y la publicó bajo el nombre de Joseph Conrad, el cual
conservó a partir de entonces. La obra fue bien recibida por la crítica, así que
Conrad decidió instalarse en Kent y vivir como escritor. Muchos de sus
textos retoman sus experiencias como marinero. Una obra importante es la
narración El corazón de las tinieblas (1899), en la que plasmó sus
experiencias en el Congo. Conrad murió de insuficiencia cardiaca el 3 de
agosto de 1924.