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ESCUELA DE ECONOMÍA
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN I
TRABAJO FINAL
Becerra Engativá María Camila. C.C. 1000363707
Calderón Herrán María Paula. C.C. 1020838359
Fontecha Bolaños Sara. T.I. 1092850844
Ibarra Fajardo Juana Gabriela. C.C. 1000218771
Rodríguez Bernal Sarah Juliana. T.I. 1016943364
Enfoque Económico
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teórica y empíricamente en los orígenes y los efectos de las distintas desigualdades de género y
su conexión con la economía (Benería, 2018).
A partir de lo dicho anteriormente, este trabajo tiene como objetivo aproximarse, desde la
revisión de diversos estudios, al tema de la economía feminista y su impacto en Latinoamérica, a
la vez que se pregunta por la condición de la mujer en el mercado laboral en Latinoamérica en
los últimos cinco años. Nuestra hipótesis, que dará respuesta a la pregunta, es que la condición
de la mujer ha sido desfavorable, pero no se manifiesta de la misma manera en las dimensiones
internacional y nacional. Esto se comprobará con ayuda del desarrollo del concepto de
“economía feminista” a nivel mundial, luego a nivel Latinoamérica y, por último, mediante una
serie de datos verificados por entidades nacionales.
En la década de los 90's inició el auge de la tecnología del capitalismo, conocida como
neoliberalismo, el cual construye un sistema de mercado más excluyente, donde una de sus
expresiones es el aumento en la brecha salarial entre hombres y mujeres, producto de la
construcción social de género (Gonzales, 2019 & Marchina, 2020). El modelo de estos mercados
de trabajo se conformaba por un hombre proveedor y una mujer cuidadora, es decir, la mujer
debía quedarse en la casa realizando tareas domésticas y los hombres debían salir a trabajar para
proveer lo necesario para el hogar. Como consecuencia, encontramos el crecimiento de la
desigualdad económica y social, por lo que una solución debe partir de un cambio en el análisis
económico que, a su vez, integre una mayor perspectiva social. En este punto, existe una relación
entre lo que proponen los autores anteriormente, como Gonzales (2019) y Marchina (2020), que
dicen que con la llegada del nuevo capitalismo se muestra un aumento en las brechas salariales
entre hombres y mujeres y en la desigualdad de género.
Con el paso del tiempo, la sociedad ha prolongado el mismo modelo empresarial, el cual
se basa en el hombre proveedor y la mujer cuidadora (Zarzoso, 2019); de este modo se empezó a
diferenciar dos tipos de trabajos: los trabajos no remunerados (tareas domésticas) y los trabajos
remunerados (Marchina, 2020). Así, la economía feminista, como alternativa, promueve la
igualdad de oportunidades entre géneros y clases, además de una concientización del trabajo
doméstico o de cuidado no remunerado, que es una de las mayores causas de la brecha salarial.
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De esta manera, como señala Elson (2017), para llegar a una igualdad salarial se debe
acabar con la desigualdad en el trabajo doméstico. Es necesario generar cambios sociales frente a
este, donde se elimine su asociación con responsabilidades de género y que se reconozca la
importancia de este trabajo en la economía. Como respuesta, Zarzoso (2019) propone remunerar
el trabajo doméstico y establecer un ingreso básico de ciudadanía desde el cual poder establecer
los salarios que reflejan los valores de dignidad, autoexpresión, autodesarrollo, y planes de vida.
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etnia, posición socioeconómica o color de piel, como señala Torres (2018), quien aclara que en
los contextos más desfavorecidos las mujeres negras e indígenas son las que sufren mayor
desigualdad. Por ende, esto crea nuevos retos y se recalca la importancia de reconocer las
características de cada región y no caer en la importación de políticas públicas de lugares donde
la crisis no tiene la profundidad y las particularidades del contexto latinoamericano. Del mismo
modo, como lo señala Esquivel (2016) con su idea de los patrones de la feminización y de la
pobreza según el contexto, entre más sea el número de mujeres pobres y violentadas, más se
perpetúan estas conductas, restringiendo su autonomía y el buen desarrollo de sus derechos.
A pesar de los intentos en diferentes países por disminuir los impactos o proporcionar
información para la solución de los diversos problemas de las mujeres, estos no han resultado
suficientes, prolongando el desafío del desarrollo de políticas macroeconómicas que mitiguen los
diferentes niveles de desigualdad (Esquivel, 2016). Concordando con Torres (2018), al replantear
las políticas que se pueden implementar acorde al desarrollo de cada país, ambas coinciden en la
creación de soluciones que tengan en cuenta las situaciones que oprimen a las mujeres, y
entendiendo la condición de mujer latinoamericana, negra, campesina o indígena, que enfrentan
peores condiciones de vida y tienen mayor dificultad para acceder a la educación superior;
recordando que históricamente han sido sometidas a represión y segregación por su origen.
Por último, se realizará una comparación entre Bolivia, Brasil, Chile, Colombia y Perú,
siendo todos países latinoamericanos. Para luego realizar un análisis de la brecha salarial y la
desigualdad que muestra la tasa de ocupación por género desde el año 2017 hasta el año 2021
aproximadamente.
Bolivia:
Mujeres 4 56.6
4
Hombres 3.4 77.8
Mujeres 3.6 61
Total 396,144
Mujeres 323,568
Total 400,32
Mujeres 340,56
Total 401,616
Mujeres 349,632
Hombres 476,064
5
Mujeres 352,368
Total 430,992
Mujeres 381,312
Tabla 2
Brasil:
6
Fuente: Elaboración propia, a partir del Banco Mundial (2020)
Tabla 3
2016 68.73
2017 68.40
2018 68.10
2020 69.10
Tabla 4
Chile:
7
2017 837.88 592.31
Colombia:
Hombres 509.2055723
2018
Mujeres 514.0754403
Hombres 573.4824281
2019
Mujeres 575.0798722
Hombres 524.4546971
2020
Mujeres 526.6207464
Perú:
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Ingreso promedio real mensual (USD)
Hombre
Mujeres s Mujeres Hombres Mujeres Hombres
Con los datos de los países latinoamericanos, se puede evidenciar que el país con menos
participación de mujeres es Chile, donde la brecha de participación tiene un promedio de 20%
mientras que en Colombia y Brasil hay una diferencia de 10% aproximadamente; lo que
demuestra las problemáticas expuestas donde las mujeres tienen menos oportunidades de tener
un lugar en el mercado laboral de los países correspondientes.
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Además, se puede demostrar que dentro de la población que se encuentra
económicamente activa en Perú, los hombres ganan un porcentaje mayor en comparación con las
mujeres, haciendo evidente la brecha salarial más alta de los países analizados, constatando
nuevamente una desigualdad de género que se debe enfrentar con políticas económicas que
busquen realmente solucionar las problemáticas.
Desde otro punto de vista, a pesar del nivel de desarrollo de países como Brasil y Chile,
parece que no han existido políticas por parte del gobierno que lleven a una reducción de esta
brecha, dado que con los datos presentados se exhibe que las mujeres tienen unos ingresos
inferiores a los ingresos de los hombres, esto puede deberse a las políticas económicas
neoliberales empleadas por ambos países, las cuales reproducen estas desigualdades a la par que
mantiene el sistema. En contraste, países en vía de desarrollo como Colombia demuestra que ha
implementado políticas económicas que han ayudado a disminuir esa brecha, mostrándose en los
datos como uno de los únicos países donde los ingresos de las mujeres son mayores que los de
los hombres.
En conclusión, la pandemia ha servido para demostrar una vez más, que la mujer es una
de las más afectadas en situaciones críticas, dado que por su condición enfrenta más
desigualdades y en momentos de crisis es donde más se acentúan. Es por ello por lo que para
lograr el cierre de las brechas de género en Latinoamérica debemos hacer un análisis no solo de
las consecuencias del sistema económico, sino de cómo estas mismas consecuencias construyen
al mismo sistema (Esquivel, 2016).
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Referencias
https://www.eldiario.es/alternativaseconomicas/economia-feminista_132_2172909.html
generó un retroceso de más de una década en los niveles de participación laboral de las mujeres
retroceso-mas-decada-niveles-participacion-laboral
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https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/genero/informes/Informe-participacion-mujer-
mercado-laboral.pdf
género. https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/genero/publicaciones/presentacion-
poblacion-fuera-de-la-fuerza-laboral-en-Colombia.pdf
Elson, D. (2017). Recognize, Reduce, and Redistribute Unpaid Care Work: How to Close
103.
https://www.ine.cl/docs/default-source/genero/infograf%c3%adas/autonomia-economica/
infograf%c3%ada-g%c3%a9nero-e-ingresos-(esi)-2020.pdf?sfvrsn=7737f39f_3
mercado laboral chileno durante 2017, menor al 71,2% de participación de los hombres.
https://www.ine.cl/prensa/2019/09/16/solo-un-48-5-de-las-mujeres-participa-en-el-mercado-
laboral-chileno-durante-2017-menor-al-71-2-de-participaci%C3%B3n-de-los-hombres
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INE, Instituto Nacional de Estadísticas (2020). Las mujeres en Chile ganan en promedio
promedio-27-menos-que-los-hombres
promedio mensual en la ocupación principal por sexo, según características ocupacionales, 2011
– 2020. https://www.ine.gob.bo/index.php/estadisticas-economicas/encuestas-de-hogares-
ingresos/
hogares, PERÚ: Ingreso promedio real mensual proveniente del trabajo de mujeres y hombres,
genero-7913/
geográfico.https://www.inei.gob.pe/estadisticas/indice-tematico/brechas-de-genero-7913/
https://www.ibge.gov.br/estatisticas/multidominio/genero/20163-estatisticas-de-genero-
indicadores-sociais-das-mulheres-no-brasil.html?=&t=downloads
https://doi.org/10.31235/osf.io/e7rvz
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OIT, Organización Internacional del Trabajo (2020). Bolivia (Estado Plurinacional de):
Estadísticas. https://www.ilo.org/gateway/faces/home/statistics?_adf.ctrl-
state=ewoo6qk2h_9&locale=EN&countryCode=BOL
trabajo desde una perspectiva económica feminista. Cuadernos del Caribe, 1(25), 46-55.
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