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“SEGREGACIÓN OCUPACIONAL POR SEXO Y EDAD.

MÉXICO, 2019”

Nombre del alumno: Mariana Hernández Moreno

Director de tesis: Karina Jazmín Bermúdez García

Torreón, Coahuila

21 de octubre de 2019
Índice

Capítulo I: Introducción..........................................................................................3
1.1 Objetivo general.............................................................................................4
1.2 Objetivos específicos....................................................................................4
1.3 Hipótesis.........................................................................................................4
1.4 Justificación....................................................................................................5
1.5 Preguntas de investigación...........................................................................6
Capitulo II: Marco teórico........................................................................................7
2.1 Teorías explicativas de la segregación ocupacional por sexo.................7
2.2 Teorías explicativas de segregación ocupacional por edad.....................9
2.3 Evidencia Empírica......................................................................................10
Capitulo III: Marco Metodológico.........................................................................11
3.2 Técnicas e instrumentos.............................................................................13
3.3 Marco de datos.............................................................................................14
3.4 Modelo...........................................................................................................15
Descripción del índice: Índice de Theil..........................................................................15
Descripción de las variables............................................................................................18
Capítulo VI: Resultados........................................................................................23
Capítulo V: Conclusiones.....................................................................................26
Bibliografía.............................................................................................................28
Capítulo I: Introducción
“Segregación ocupacional por sexo y edad. México, 2019”

La integración y permanencia de la mujer en el mercado de trabajo remunerado es


uno de los fenómenos socioeconómicos de mayor impacto en las últimas décadas.
A pesar de que la presencia femenina ha incrementado en todos los sectores
económicos y en todas las ocupaciones, las investigaciones empíricas que se han
centrado en el análisis de la posición laboral de las mujeres de diferentes
economías, revelan todavía diferencias importantes con respecto a la posición de
los hombres.

De acuerdo a Reardon y O“Sullivan (2004), la segregación existe si los subgrupos


de población (por sexo, edad, etnia o nacionalidad) en los cuales la economía se
puede dividir de manera mutuamente exclusiva, se distribuyen de manera desigual
entre las unidades organizacionales (barrios, colegios, ocupaciones).

Autores como López y Soto, 2000 y Cebrián y Moreno, 2008, han tratado de
explicar esta desigual distribución de la presencia femenina destacando que las
variables edad y género son fundamentales a la hora de examinar este fenómeno.

Autores como Melkas y Anker (1997), concuerdan que el fenómeno de la


segregación es el principal motivo de inferioridad de las mujeres en el mercado de
trabajo al obstaculizar sus oportunidades laborales, su posibilidad de aspirar a
salarios más altos y el tener una mejor calidad de vida.

Tomando en cuenta que es importante realizar una medición de la participación de


mujeres y hombres dentro de cada ocupación en los diferentes estados de la
República Mexicana, el presente trabajo se dedicará a cuantificar el grado de
segregación ocupacional existente en el mercado laboral mexicano para cada una
de las entidades federativas en el año 2019, desde una perspectiva de sexo y
edad.
El análisis se realiza mediante la utilización del Índice de Entropía (H), también
conocido como el índice de información o índice de Theil.
1.1 Objetivo general

El presente trabajo tiene como objetivo cuantificar el grado de segregación


ocupacional existente en el mercado laboral mexicano para cada una de las
entidades federativas en el año 2019, desde una perspectiva de sexo y edad. El
análisis se realiza mediante la utilización del Índice de Entropía (H), también
conocido como el índice de información o índice de Theil.

1.2 Objetivos específicos

• Establecer las ocupaciones en las que se insertan hombres y mujeres.


• Calcular la proporción de hombres y mujeres dentro de cada ocupación.
• Determinar la proporción de hombres y mujeres en cada ocupación, según
el grupo de edad al que pertenecen.
• Calcular el índice de segregación de Entropía (H) a nivel nacional y para
cada entidad federativa.
• Ordenar los valores de los índices de segregación para cada uno de los
estados de la República Mexicana y representarlos geográficamente.

1.3 Hipótesis

• Existe segregación ocupacional por sexo y edad en el mercado laboral


mexicano y, además, el grado de segregación es diferenciado para cada
una de las entidades federativas analizadas, dependiendo del grupo
objetivo que se tome como referencia.
1.4 Justificación

A partir de la crisis económica que México vivió en 1995, el nivel de vida de la


población mexicana se vio visiblemente deteriorada a consecuencia de una
reducción en los trabajos asalariados.

A raíz de esta crisis y otros factores importantes a tomar en cuenta como el


desarrollo industrial, las mujeres mexicanas, que hasta entonces se habían
desenvuelto únicamente como cuidadoras del hogar, se comenzaron a incorporar
poco a poco al mundo asalariado.

De acuerdo con datos proporcionados por la Encuesta Nacional de Empleo


(INEGI), la población femenina pasó de representar el 17.6% de la población
activa total en 1970 a ascender 31.5% en 1991 y a 35.9% en 2001. Estas mujeres
fueron mayoritariamente jóvenes y solteras. En comparación, la participación de la
población masculina también observó un incremento de 70.1% en 1970 a 77.8%
en 1991 y 75.1% en 2002.

Desde entonces la tasa de participación económica de las mujeres ha continuado


aumentando de forma sostenida, al situarse en 41.4% en 2007 y en 2018 de
42.8% a 43.2%.

Sin embargo, y a pesar de todos los grandes avances que se han propiciado en el
mundo y en México para apoyar el desarrollo y el bienestar de la mujer, su
presencia en el mercado laboral sigue siendo menor en comparación con el de los
hombres.

En México persiste el pensamiento de que el hombre y la mujer cumplen papeles


diferentes en la sociedad: el hombre es el responsable de la economía de la
familia y la mujer es quien se dedica al cuidado de los hijos y de las tareas
domésticas.
Lo mencionado es una clara división de funciones que se convierte en una directa
discriminación hacia la mujer, que claramente forma parte de las exclusiones que
sufre en la sociedad.

Por lo tanto, la eliminación de la segregación ocupacional es fundamental para


rechazar cualquier tipo de prejuicio y estereotipo laboral. La igualdad en el
mercado de trabajo debe ser prioridad para incentivar el buen funcionamiento de
los mercados y la competitividad empresarial.

Esto se relaciona con las afirmaciones de Anker (1997: 343) que expone que “la
segregación de las ocupaciones entre los sexos perjudica a las mujeres, porque
tiene efectos muy negativos sobre cómo las ven los hombres y cómo se ven a sí
mismas. Esto, a su vez, menoscaba la condición social y económica de la mujer y
repercute, por lo tanto, en una larga serie de variables como las tasas de
mortalidad y de morbilidad, la pobreza y la desigualdad de ingresos. La
persistencia de estereotipos socio sexuales entraña asimismo consecuencias
nocivas en el ámbito de la instrucción y la formación profesional, que perpetúan
las desigualdades entre hombres y mujeres de una generación a otra”.

1.5 Preguntas de investigación

 ¿En qué ocupaciones se insertan hombres y mujeres?


 ¿Cuál es la proporción de hombres y mujeres dentro de cada ocupación?
 ¿Dicha proporción, se diferencia según el grupo de edad al que pertenece
la persona?
 ¿Cuál es el patrón que presentan los niveles de segregación para cada
grupo de edad?
 ¿Existen diferencias entre los niveles de segregación para cada uno de los
estados de la República Mexicana?
Capitulo II: Marco teórico

En este capítulo se repasan las principales teorías que estudian el fenómeno de la


segregación ocupacional desde un punto de vista histórico y económico en
relación con las variables que afectan a mujeres y hombres en el mercado laboral:
sexo y edad.

2.1 Teorías explicativas de la segregación ocupacional por sexo

En el artículo “La segregación ocupacional por razón de género en Castilla y León”


por Jorge Julio Maté García, Luis Angel Nava Antolín y Juan Carlos Rodríguez
Caballero, del Departamento de Fundamentos del Análisis Económico Universidad
de Valladolid, se establece que las teorías que explican la segregación
ocupacional por sexo se clasifican en tres grandes categorías: la teoría neoclásica
del capital humano, las teorías de la segmentación de los mercados de trabajo y
las teorías no económicas o feministas, mismas que hacen hincapié en factores
que resultan útiles para este estudio.

Siguiendo a Anker (1997), la teoría del capital humano se divide en los factores de
oferta y demanda. Por el lado de la oferta, Anker menciona que la participación de
las mujeres en el mercado de trabajo es intermitente y corta al tener menos
incentivos para invertir en su educación. Al ser ellas las encargadas del hogar y de
los hijos, y, por lo tanto, más productivas en la realización de tareas domésticas,
las mujeres suelen especializarse en las mismas, mientras que los hombres si
invierten en su educación y por lo tanto se emplean exitosamente en el mercado
laboral.

Por el lado de la demanda, las explicaciones de segregación se concentran en la


teoría de la discriminación de Becker (1971), que se refiere a una división de
ocupaciones a partir de la inclinación de los reclutadores a discriminar. Por lo
general, se tiene la creencia de que contratar a una mujer va a incurrir en mayores
costos laborales para la empresa, como los gastos de incapacidad por maternidad,
horario especial para la lactancia, los costos de disponer de guarderías y permiso
para el cuidado de los hijos, entre otros, por lo que los empresarios se inclinan por
contratar hombres.

Por otro lado, las teorías de la segmentación de los mercados de trabajo se


enlazan directamente con la teoría del mercado de trabajo dual, propuesta por
Doeringer y Piore (1971) que acepta la existencia de un mercado primario y
secundario. En el mercado primario los empleos son más estales, con salarios
bien remunerados y oportunidades de ascenso ya que se localizan en una división
de alto poder de mercado; en cambio, en el secundario los empleos se encuentran
en un sector altamente competitivo en donde hay mayor rotación de personal y,
por lo tanto, mayor inestabilidad.

Bajo esta perspectiva, las mujeres se encuentran en mayores posibilidades de


incluirse en el mercado secundario debido a su condición como responsable del
cuidado de los hijos y del bienestar de la familia. También porque su nivel de
educación suele ser menor en comparación con la formación del hombre.

Por último, la idea básica de las teorías feministas es que la situación de


desventaja que tienen las mujeres en el mercado de trabajo es un reflejo del lugar
subordinado que la sociedad y la familia les asigna. Las teorías feministas hacen
hincapié en que los estereotipos comunes y dominantes en la sociedad sobre las
mujeres y sus presuntas habilidades se plasman en el mercado de trabajo y
explican la división en ocupaciones femeninas y masculinas.

Anker (1997) afirma que estas preferencias podrían estar influenciadas por
estereotipos sociales y culturales impuestos por la sociedad sobre el papel de la
mujer y del hombre que, algunas veces, conllevan una discriminación en contra de
las mujeres y la distinción entre las ocupaciones que son femeninas y masculinas.
2.2 Teorías explicativas de segregación ocupacional por edad

De acuerdo con Tenjo, Ribero y Bernat (2005), las diferencias en las


características personales como sexo, edad, raza, nacionalidad, etc., pueden
generar distintas percepciones por parte de los reclutadores de las empresas a la
hora de contratar trabajadores.

Por lo general, la participación de las personas en el mercado laboral se ve


asociado a la edad, al vincular esta condición con la posibilidad de beneficiarse de
los recursos acumulados a lo largo de la vida laboral como la jubilación. Es
importante detectar si existen grupos ocupacionales en los que las personas
mayores están concentrados de manera desproporcionada con respecto a los
ocupados de menor edad.

Stock y Wise, 1990; Coile y Gruber (2000) mencionaron que la tendencia


descendente de la participación laboral de las personas mayores en países de la
OCDE se debió principalmente a los beneficios de las pensiones y el seguro
social.

Humpert (2013) sitúa a estudios que afirman las preferencias de los reclutadores
por contratar a personas más jóvenes debido a su rápida capacidad de adaptación
y aprendizaje.

Hutchens (ILRR, 1988) mostró que las empresas contratan con menos frecuencia
a personas mayores en comparación con los más jóvenes. Sostiene que las
oportunidades de trabajo se reducen con la edad, ya que mientras los más
jóvenes tienen opciones para elegir, los trabajadores de mayor edad se ven más
limitados. Por consiguiente, la demanda para ellos tiende a ser menor.
Estos dos postulados coinciden con el estudio de Oi (1962) que analizó que la
contratación de nuevos trabajadores está asociada con los gastos fijos de empleo
como lo son los costos de reclutamiento al ser la capacitación un incentivo para
mejorar la productividad del trabajador.

2.3 Evidencia Empírica

Como ya se mencionó antes, la evidencia empírica que respalda a la segregación


por edad es un tema menos discutido. Sólo algunos estudios más recientes dan
una visión general sobre este tipo de segregación como Heywood y Siebert
(2009), O`Brian (2010) y Backes-Gellner y Schneider (2012).

Hutchens (1986) compuso un Índice de Oportunidades para medir las


oportunidades de contratación para los trabajadores mayores, en donde la
proporción de trabajadores mayores recientemente contratados es dividida por la
proporción de todos los trabajadores mayores.

Usando datos de la Encuesta Nacional de Longitudinal de 1970 en Estados


Unidos, Hutchens (1988) calculó las curvas de segregación que muestran que los
trabajadores recién contratados mayores de 55 años tienen menos oportunidades
de empleo que los trabajadores en edades de 24 a 35 años.

Vandenberghe (2011) y Pfeifer y Wagner (2012) calcularon los perfiles de


productividad relacionados con la edad y el género. En el caso de las empresas
belgas, Vandenberghe (2011) muestra que las mujeres mayores tienen menos
probabilidades de ser empleadas que las mujeres más jóvenes u hombres de
cualquier edad, debido a una menor productividad.

En México, las encuestas de fecundidad indican que la participación de las


mujeres de 20 a 49 años, casadas o en unión libre, aumentó 62 por ciento entre
1976 y 1987.
Capitulo III: Marco Metodológico

3.1 Análisis de los métodos

En el trabajo de investigación “Segregación ocupacional por razones de género en


el Estado de México, 1990-2000” por Vera Sollova-Manenova y Jesús Salgado-
Vega, para medir el nivel de segregación por sexo en un momento de tiempo
determinado en el Estado de México, utilizaron el índice de Karmel y MacLachlan.

La metodología consistió en obtener cinco valores para el índice. Los resultados


de la descomposición del índice se calcularon mediante los censos generales de
población y vivienda IX y X de INEGI para el Estado de México, con una
clasificación de 18 ocupaciones.

El efecto de la composición fue negativo, llegando a la conclusión de que la


proporción de las mujeres en la fuerza de trabajo ha aumentado, de manera que
se requiere que una mayor proporción de la fuerza de trabajo cambie de
ocupaciones para igualar las distribuciones masculina y femenina, manteniendo la
estructura ocupacional general constante.

La metodología usada en el documento de investigación “Age and Gender


Differences in Job Opportunities”, por Stephan Humpert consiste en el uso de los
índices de disimilitud y el índice de segregación de Hutchens. Ambos índices se
calculan por separado para tres grupos de edad diferentes: el grupo más joven
(los que tienen entre 18 y 34 años), el segundo grupo (35-54) y el grupo de
personas que tiene 55 años o más. Los miembros del primer grupo son más
probables que cambien de ocupación que los demás miembros. Los miembros del
segundo grupo tienden a ser más estables en su situación laboral, por lo que para
el último grupo se espera encontrar una mayor segregación ocupacional.

Mientras que el Índice D muestra la segregación por edad solo para las mujeres
mayores, el Índice H presenta resultados mucho más claros. Hay evidencia de una
disminución a largo plazo en la segregación ocupacional para ambos géneros en
Alemania.

Mientras que las oportunidades para los hombres parecen incrementar para los
tres grupos de edad, las mujeres aparecen estar más segregadas conforme
aumenta su edad. El grupo de mujeres que son mayores de 55 años son las que
enfrentan una mayor segregación en el mercado laboral.

Entretanto los hombres recién contratados y los trabajadores pertenecientes a los


grupos de edad de 18 a 34 y de 35 a 54 tienen un buen nivel de distribución en los
índices. Sin embargo, el grupo de edad de trabajadores mayores de 55 años es
diferente.
3.2 Técnicas e instrumentos

Para determinar el nivel de segregación ocupacional en los diferentes estados de


la República Mexicana se requiere de una metodología cuantitativa qué conlleve
cifras y datos para poder llevar a cabo la construcción de los índices de
segregación por sexo y edad.

La mayoría de los trabajos de investigación orientados al estudio de la


segregación, utilizan índices para medir la situación de discriminación en un
momento de tiempo.

Los datos estadísticos usados en esta investigación están sustentados en marcos


conceptuales que sirven de base para este estudio cuantitativo. Por lo tanto, es de
suma importancia que a las variables como “ocupación o profesión” se les
proporcione un valor numérico para poder manejarse estadísticamente.

Para la elaboración de los índices se contó con una clasificación y con criterios de
agrupamiento apropiados que tienen significado analítico para la realización de los
datos.

En el caso de la segregación ocupacional por raza, etnia, sexo y edad, las


diferencias entre las distribuciones de estos grupos a través de trabajos pueden
surgir de varias fuentes. Por lo tanto, podrían ser el resultado de las opiniones o
actitudes discriminatorias de los empleadores hacia algunos grupos demográficos.
Además, las disparidades educativas pueden determinar el tipo de trabajos para
los cuales estos grupos pueden aplicar.
Dado que la presente investigación tiene como interés medir la segregación en un
contexto multigrupo, se utiliza el índice de Entropía (H), también conocido como el
índice de información o Índice de Theil, siendo éste la herramienta más adecuada,
dado que permite medir la desigualdad en la uniformidad mediante el cálculo a
varios grupos simultáneamente, y, por lo tanto, proporciona una idea del grado de
esta en la población, relacionando un área con otra para cada variable
seleccionada.

3.3 Marco de datos

Los datos estadísticos usados para realizar el análisis de segregación ocupacional


a nivel nacional y estatal provienen de la Encuesta Nacional de Ocupación y
Empleo 2019 en su primer trimestre, esta encuesta proporciona información muy
completa sobre las características demográficas y laborales que reflejan el
desempeño del mercado laboral en la actualidad.

La medición de la segregación se realizó para la República Mexicana y en cada


una de las entidades federativas y en la Ciudad de México, con una muestra
significativa de los 6 grupos demográficos objetivo analizados (mujeres de 15 a 29
años de edad, mujeres de 30 a 44 años de edad, mujeres de 45 a 65 años de
edad, hombres de 15 a 29 años de edad, hombres de 30 a 44 años de edad y
hombres de 45 a 65 años de edad).

La muestra final utilizada para el cálculo de los índices de segregación incluye un


total de 51,600,263 observaciones (aplicando el factor de expansión), los cuales
son individuos ocupados de entre 15 y 65 años, de los cuales alrededor del 49%
son mujeres y el 61% son hombres.

Con respecto a las ocupaciones, se utiliza la clasificación ofrecida en la encuesta,


que se basa en una descripción detallada del Sistema nacional de clasificación de
ocupaciones (SINCO) 2011, presentado por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI).
Partiendo de los 53 grupos ocupacionales principales, los cuales contienen
observaciones tanto de hombres como de mujeres para cada subocupación por
entidad federativa.

Población económicamente activa

La población en edad de trabajar, la cual consiste en delimitar qué individuos son


económicamente activos y cuáles no.
En términos de mercado laboral, pertenecer a la Población Económicamente
Activa (PEA) significa formar parte del grupo de proveedores u oferentes de
servicios laborales, algunos de los cuales han logrado que sus servicios sean
utilizados (ocupados) mientras que otros buscan que lo sean (desocupados).

Población ocupada

Conjunto de personas que tiene por lo menos una ocupación, es decir que en la
semana de referencia ha trabajado como mínimo una hora (en una actividad
económica).

Población desocupada

Se refiere a personas que, no teniendo ocupación, están buscando activamente


trabajo. Corresponde a desocupación abierta.

3.4 Modelo

Dado que la presente investigación tiene como interés medir la segregación en un


contexto multigrupo, se utiliza el índice de Entropía (H), también conocido como el
índice de información o Índice de Theil, siendo éste la herramienta más adecuada,
dado que permite medir la desigualdad en la uniformidad mediante el cálculo a
varios grupos simultáneamente, y, por lo tanto, proporciona una idea del grado de
la misma en la población, relacionando un área con otra para cada variable
seleccionada.

Descripción del índice: Índice de Theil

Fue desarrollado por Henry Theil como una aplicación de la teoría de información.
Es una medida que permite efectuar ejercicios de descomposición y reúne
propiedades de invariabilidad con respecto a la escala de medición del ingreso
entre los individuos de diferentes niveles de ingreso y sensibilidad a las
transferencias de ingreso entre individuos de diferentes niveles de ingreso.

La fórmula general del Índice H o coeficiente de desigualdad de Theil es:

Donde

n es el número de grupos objetivo que se desean analizar y, xi son las


participaciones porcentuales de cada grupo objetivo dentro del total de
trabajadores por cada ocupación.

Cuando todos los grupos objetivo se distribuyen de manera totalmente equitativa,


todas las xi toman el valor de 1/n. Por consiguiente, todos los ln(xi n) se hacen
iguales a cero (recordando que el logaritmo de uno es cero). Así, cuando hay
perfecta distribución de los grupos objetivo dentro de cada ocupación, el Índice H
toma el valor de cero.

Otra forma de expresar el índice de Theil es:


Donde

n = número total de grupos objetivo,

yi = total de trabajadores en cada grupo objetivo i,

𝑦 media = promedio de trabajadores por ocupación ponderado por número de


grupos objetivo.

La enorme ventaja del coeficiente de Theil o índice H, radica en que puede ser
fácilmente descompuesto por grupos de individuos:

Siendo

T1 La desigualdad total que se puede expresar como el resultado de las


desigualdades dentro de los grupos analizados:

T2 se refiere a las desigualdades entre los grupos objetivo:

Donde

𝑣𝑗= participación del grupo objetivo j en el total de trabajadores para cada


ocupación,

𝑧𝑖𝑗= participación del grupo objetivo j en el total de trabajadores para cada


ocupación (ponderado por número de grupos objetivo,

𝑛𝑗 = número de individuos del grupo objetivo j


n = número total de grupos objetivo.

De forma general, cualquiera que sea la agrupación que se haga de los individuos,
el término T1 mide la contribución al coeficiente de desigualdad total de la
desigualdad dentro de los grupos objetivo, y el término T2 la contribución de la
desigualdad entre los grupos objetivo. Ahora bien, puesto que T1 es la suma
ponderada de las desigualdades dentro de cada grupo objetivo, puede a su vez
descomponerse en j elementos, cada uno de los cuales mide la contribución a la
desigualdad total de la desigualdad existente al interior de cada grupo objetivo j.

Descripción de las variables

Para el presente estudio se crearon las siguientes variables:

Población ocupada: Toma el valor de 1 cuando la persona realiza una actividad


económica remunerada y 0 cuando no.

Hombre: Toma el valor de 1 cuando el individuo es hombre y 0 si es mujer.

Mujer: Toma el valor de 1 cuando el individuo es mujer y 0 si es hombre.

Grupo de edad 15 a 29 años: Se crea a partir de la variable edad, tomando el


valor de 1, las personas que cumplen con esa característica y 0, las que no.

Grupo de edad 30 a 44 años: Se crea a partir de la variable edad, tomando el


valor de 1, las personas que cumplen con esa característica y 0, las que no.

Grupo de edad 45 a 65 años: Se crea a partir de la variable edad, tomando el


valor de 1, las personas que cumplen con esa característica y 0, las que no.

Grupos de ocupación: Se creó a partir de la variable de clasificación de


ocupaciones, tomando 2 dígitos, dando como resultado total de las 53
ocupaciones siguientes:
Funcionarios y altas autoridades de los sectores público, privado y
O1 social.
O2 Directores y gerentes en servicios financieros, administrativos y sociales.
O3 Directores y gerentes en producción, tecnología y transporte.
Directores y gerentes de ventas, restaurantes, hoteles y otros
O4 establecimientos.
Coordinadores y jefes de área en servicios financieros, administrativos y
O5 sociales.
O6 Coordinadores y jefes de área en producción y tecnología.
Coordinadores y jefes de área de ventas, restaurantes, hoteles y otros
O7 establecimientos.
Otros directores, funcionarios, gerentes, coordinadores y jefes de área,
O8 no clasificados anteriormente.
Especialistas en ciencias económico-administrativas, ciencias sociales,
O9 humanistas y en artes.
Investigadores y especialistas en ciencias exactas, biológicas,
O10 ingeniería, informática y en telecomunicaciones.
O11 Profesores y especialistas en docencia.
O12 Médicos, enfermeras y otros especialistas en salud.
Auxiliares y técnicos en ciencias económico-administrativas, ciencias
O13 sociales, humanistas y en artes.
Auxiliares y técnicos en ciencias exactas, biológicas, ingeniería,
O14 informática y en telecomunicaciones.
O15 Auxiliares y técnicos en educación, instructores y capacitadores.
O16 Enfermeras, técnicos en medicina y trabajadores de apoyo en salud.
O17 Otros especialistas y técnicos, no clasificados anteriormente.
Secretarias, capturistas, cajeros y trabajadores de control de archivo y
O18 transporte
O19 Trabajadores que brindan y manejan información.
Otras secretarias, capturistas, cajeros y trabajadores que brindan
O20 información, no clasificados anteriormente.
O21 Comerciantes en establecimientos.
O22 Empleados de ventas en establecimientos.
O23 Trabajadores en el alquiler.
Otros comerciantes, empleados en ventas y agentes de ventas en
O24 establecimientos, no clasificados anteriormente.
Trabajadores en la preparación y servicio de alimentos y bebidas en
O25 establecimientos.
O26 Trabajadores en cuidados personales y del hogar.
O27 Trabajadores en servicios de protección y vigilancia.
O28 Trabajadores de las fuerzas armadas.
Otras ocupaciones en servicios personales y vigilancia, no clasificadas
O29 anteriormente
O30 Trabajadores en actividades agrícolas y ganaderas
O31 Trabajadores en actividades pesqueras, forestales, caza y similares
O32 Operadores de maquinaria agropecuaria y forestal
Otros trabajadores en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza
O33 y pesca, no clasificados anteriormente.
O34 Trabajadores en la extracción y la edificación de construcciones.
Artesanos y trabajadores en el tratamiento y elaboración de productos
O35 de metal.
Artesanos y trabajadores en la elaboración de productos de madera,
O36 papel, textiles y de cuero y piel.
Artesanos y trabajadores en la elaboración de productos de hule,
O37 caucho, plásticos y de sustancias químicas.
Trabajadores en la elaboración y procesamiento de alimentos, bebidas y
O38 productos de tabaco.
Artesanos y trabajadores en la elaboración de productos de cerámica,
O39 vidrio, azulejo y similares.
O40 Otros trabajadores artesanales, no clasificados anteriormente.
O41 Operadores de instalaciones y maquinaria industrial.
Ensambladores y montadores de herramientas, maquinaria, productos
O42 metálicos y electrónicos.
O43 Conductores de transporte y de maquinaria móvil.
Otros operadores de maquinaria industrial, ensambladores y
O44 conductores de transporte, no clasificados anteriormente.
Trabajadores de apoyo en actividades agropecuarias, forestales, pesca
O45 y caza
O46 Trabajadores de apoyo en la minería, construcción e industria.
Ayudantes de conductores de transporte, conductores de transporte de
O47 tracción humana y animal y cargadores.
O48 Ayudantes en la preparación de alimentos.
O49 Vendedores ambulantes.
Trabajadores domésticos, de limpieza, planchadores y otros
O50 trabajadores de limpieza.
O51 Trabajadores de paquetería, de apoyo para espectáculos y repartidores
de mercancías.
Otros trabajadores en actividades elementales y de apoyo, no
O52 clasificados anteriormente.
O53 Ocupaciones no especificadas.

Estas variables de ocupación toman el valor de 1, si las personas que se


desempeñan en ellas y 0, si no.

Entidad: Se toman en cuenta de forma independiente cada una de las 31


entidades federativas y la Ciudad de México. Las cuales se enumeran a
continuación:

Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Chiapas
Chihuahua
Coahuila
Colima
Ciudad de México
Durango
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
México
Michoacán
Morelos
Nayarit
Nuevo León
Oaxaca
Puebla
Querétaro
Quintana Roo
San Luis Potosí
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tlaxcala
Tamaulipas
Veracruz
Yucatán
Zacatecas

Estas variables toman el valor de 1, si las personas viven en esa entidad y 0, si no.

Capítulo VI: Resultados

Elaboración propia con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2019, en su


primer trimestre.
El grafico 1 muestra que el total de ocupados alrededor del 30% tienen entre 15 y
29 años, alrededor del 37% tienen de 30 a 44 años, y el 34% tienen de 45 a 65
años.

Además, muestra que para los 3 grupos de edad analizados alrededor del 60%
son hombres y alrededor del 40% son mujeres.

Elaboración propia con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2019, en su


primer trimestre.

El grafico 2 muestra que del total de ocupados en México para el año 2019, la
mayor proporción está representada por los hombres, más específicamente
hombres de 30 a 44 años.
El cuadro número 1 muestra las 5 ocupaciones más segregadas y las 5 menos
segregadas de las 53 ocupaciones que se analizaron.

Cuando el índice H de segregación tiene un valor cercano a 0, significa que en esa


ocupación los 6 grupos objetivo-analizados están distribuidos uniformemente, es
decir, la cantidad de trabajadores de cada grupo es muy similar.

Por lo tanto, cuanto mayor sea el valor del índice H significa que en esa ocupación
los 6 grupos objetivo no están distribuidos uniformemente, es decir, la cantidad de
trabajadores de alguno(s) grupos es mucho mayor que la de otros.
Capítulo V: Conclusiones

En este documento de investigación se mostró que la edad y el sexo son variables


relevantes en la explicación de la evolución de la segregación ocupacional.

Las 5 ocupaciones más segregadas en el país son en servicios personales y


vigilancia, trabajadores en la extracción y la edificación de construcciones,
ayudantes de conductores de transporte, conductores de transporte de tracción
humana y cargadores, operadores de maquinaria agropecuaria y forestal y
conductores de transporte y de maquinaria móvil, las cuales presentaron un índice
H de segregación ocupacional mayor a 1.

Lo anterior, muestra que, en México, las ocupaciones mencionadas presentan


altos niveles de segregación, demostrando que en esa ocupación los 6 grupos
objetivo no están distribuidos uniformemente, es decir, la cantidad de trabajadores
de alguno(s) grupos es mucho mayor que la de otros.

Esta diferencia puede ser atribuida a que los servicios de transporte en general y
los servicios de maquinaria agrícola suelen están compuestos en su mayoría por
hombres, siendo casi en su totalidad ocupaciones masculinas.

Por otro lado, las 5 ocupaciones menos segregadas son las siguientes: auxiliares
y técnicos en ciencias económico-administrativas, ciencias sociales, humanistas y
en artes, auxiliares y técnicos en educación, instructores y capacitadores,
enfermeras, técnicos en medicina y trabajadores de apoyo en salud, secretarias,
capturistas, cajeros y trabajadores de control de archivo y transporte, trabajadores
en la preparación y servicio de alimentos y bebidas en establecimientos.

Las ocupaciones presentaron un valor del índice H cercano a 0, lo cual indica que
en esa ocupación los 6 grupos objetivo-analizados están distribuidos
uniformemente, es decir, la cantidad de trabajadores de cada grupo es muy
similar.
Además, se pone de manifiesto que, del total de ocupados en México, alrededor
del 30% tienen entre 15 y 29 años, el 37% tienen de 30 a 44 años, y el 34% tienen
alrededor de 45 a 65 años, demostrando que para los 3 grupos de edad
analizados alrededor del 60% son hombres y aproximadamente el 40% son
mujeres. Ello pone de manifiesto que la mayor proporción está representada por
los hombres, más específicamente hombres de 30 a 44 años.

En este sentido, los resultados sugieren que, en general, las mujeres en México
sufren una doble segregación tanto por su sexo como por el grupo de edad al que
pertenecen, afectándolas en mayor medida que a los hombres. Sin embargo,
existen discrepancias en el grado de segregación, dependiendo de la ocupación o
del grupo de edad que se tome como referencia.

Por lo cual se puede concluir que se encontró evidencia que puede confirmar la
hipótesis presentada al inicio del documento de que existe segregación
ocupacional por sexo y edad en el mercado laboral mexicano y, que, además, este
grado de segregación esta diferenciado para cada una de las entidades
federativas analizadas, dependiendo del grupo objetivo que se tome como
referencia.
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