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Los pueblos prerromanos de la Península Ibérica.

Gracias a los avances en investigación, la visión que tenemos ahora de los pueblos
prerromanos de la de Hispania es muy diferente a la que teníamos hace unos 30 años. Las
ciencias auxiliares y la interdisciplinariedad han hecho posible un gran avance en estos
estudios, surgiendo así la paleohispánistica, que busca conocer las poblaciones
prerromanas que habitaron nuestra península. Los anteriores estudios durante la guerra
civil buscaban vincular a España con las poblaciones de Europa Central, por lo que
estaban muy sesgados. Esos primeros estudios en los que primaba la etnia pasaron a un
segundo plano y se pasó a centrar más el interés En aspectos como la organización
económica, social o política. Otro punto de estudio fue conocer las fronteras de los
antiguos pueblos prerromanos, pero es un error, ya que no podemos entender estas
fronteras igual que las entendemos ahora. Los pocos testimonios escritos que
conservamos de estos pueblos prerromanos hacen que nuestra principal fuente de estudio
sean los textos clásicos de autores griegos y latinos, sin embargo, estos textos tienen un
gran sesgo mitológico. A finales del siglo VI a.C. el comercio con los colonizadores
griegos entra en una crisis que perdura hasta el siglo IV a.C. Durante este periodo apenas
tenemos testimonios escritos y para conocer a estos pueblos nos debemos centrar en la
arqueología. A partir de finales del siglo III a.C. volvemos a tener información sobre estos
pueblos debido al interés de los historiadores por II guerra púnica liderada por Aníbal y
que tuvo inicio en Hispania. Cuando se acabó el conflicto, volvemos a dejar de tener
testimonios ya que los conflictos militares eran uno de los grandes campos de estudio de
los historiadores antiguos. A finales del II y comienzos del I milenio llegan a España
pueblos procedentes de Centroeuropa que ya podían hablar en lenguas indoeuropeas, los
llamados celtas. Debemos ver este suceso no como invasiones, sino como movimientos
de gente que interactuaron con el substrato indígena, produciéndose efectos de
aculturación. Vemos como estas poblaciones traen un nuevo rito funerario basado en la
incineración, es por lo que se les conoce como Cultura de los campos de urnas. Con el
paso de los siglos se acabaría llegando a una cotización de gran parte del territorio de la
península. Vemos como antes la llegada de los romanos la Península Ibérica era un crisol
de diferentes pueblos con sus diversidades étnicas y lingüísticas, económicas, sociales y
políticas.
TARTESSOS.

Es el primer Estado organizado, el que tenemos testimonios en la Península


Ibérica. Esta sociedad está envuelta en un halo de mito por los textos clásicos y porque
aún no conocemos la ubicación exacta de la ciudad. Una figura muy importante de estudio
Tartessos fue Adolf Schulten, que creyó haber descubierto la capital del Estado en la isla
de Sancti Petri, cerca de Cádiz, sin embargo, resultó ser un establecimiento romano. Tras
muchos fracasos al intentar ubicar la capital de Estado tartésico se cambió el modelo de
investigación para intentar definir una cultura tartésica en lugar de Estado. En los textos
clásicos Tartessos se representa como un lugar rico en metales preciosos, plata y oro.
Tartessos es tanto el nombre de la ciudad como el del río, que pasa junto a ella como la
región sobre la que tendría influencia. Los textos de Heródoto sitúan a Tartessos En las
costas Sudoccidentales de la Península Ibérica y les presenta como una entidad política
con gran capacidad de comercio con los pueblos colonizadores. Como hemos dicho,
Tartessos pasó a entenderse como una ciudad-estado, a una cultura propia que abarcaría
desde el bronce final hasta la edad de Hierro. Podemos situar esta cultura en las alturas
medias de las serranías de Sevilla. Crece el número de poblados y se ocupan nuevos
territorios donde la población se dedica a la agricultura y el pastoreo. Comienzan también
a habilitarse zonas de baja montaña, aproximándose a la costa y estableciéndose dos
núcleos diferentes de población, uno en las cercanías de Huelva y otro cerca de Sevilla.
El foco de Huelva entorno al 800 a.C. guarda mucha relación con la actividad minera,
donde encontramos varios poblados de carácter minero que podrían estar relacionados
con la llegada de colonizadores fenicios, Ya que la llegada de estos comerciantes estimuló
la explotación de minas y provocó que la población se acerca a la costa.

Encontramos dos hipótesis para explicar el origen de la cultura tartésica. La


Rupturista que defiende que el avance fue debido al periodo orientalizante, por la llegada
de pueblos colonizadores fenicios y griegos. Los indígenas adoptaron estos nuevos
elementos creando una nueva cultura tartésica. Por otro lado, tenemos los que defienden
la hipótesis Continuista, la cual dice que esta cultura surge por un desarrollo natural de
los pueblos indígenas. Cuando los fenicios llegaron ya estaba formada y era
suficientemente fuerte para restringir el avance fenicio, limitándole a la zona levantina.
Este esplendor de Tartessos provocaría que los fenicios llegasen al lugar para comerciar.
La llegada de los colonizadores en torno a 700 a.C. Provoca un esplendor de
esta sociedad tartésica. Vemos como esta población tartésica acepta las novedades
introducidas por los colonizadores, esto lo podemos ver en el urbanismo, en la
cerámica y en artículos de lujo. Este floreciente comercio con los colonizadores
mejora mucho la economía y, por lo tanto provoca un aumento demográfico, lo que
conlleva la aparición de nuevos poblados. Comenzamos a ver entidades protourbanas
y poblados mineros muy desarrollados. Gracias a las necrópolis vemos que es una
sociedad jerarquizada, esto se acentúa más tras la llegada de los fenicios. Los cuerpos
se incineran y se inhuman. A finales del s.VIII a.C. con la llegada de fenicios
encontramos enterramientos familiares tradicionales y otras cámaras individuales
para diferenciar al difunto con ricos ajuares. En La Necrópolis de la Joya en Huelva
encontramos túmulos de enterramientos colectivos y cámaras individuales con
túmulos artificiales, llamados tumbas principescas. En ellas encontramos ricos ajuares
de oro, plata y armas. Hay otras necrópolis en el interior, como Cruz del Negro y otras
costeras, como Las Cumbres. En las necrópolis también hay tumbas de fenicios
indicando esta convivencia pacífica por el carácter comercial de la población fenicia.
También es destacable la superposición de túmulos, haciendo que aquel individuo del
túmulo tapado no pueda ser venerado, por lo que vemos que la aristocracia no solo
tenía un poder económico, sino también político e ideológico.

Si de algo podemos estar seguros es de que Tartessos estaba gobernada por


reyes. Los testimonios que tenemos sobre estos Reyes están mezclados con elementos
míticos y legendarios. Ejemplos son Gárgoris, el del cual se dice que descubre la
apicultura y su hijo Habis, el cual dice, que trae a los tartesios la agricultura y les dota
de leyes. Es por esto que muchos autores defienden que la monarquía de Tartessos era
teocrática, y que tiene origen en la Edad del Bronce. Otro rey del que se tiene mucha
información es Argantonio, del que se dice que gobernó 80 años y vivió entre 120,
por lo que muchos historiadores lo relacionan más con una dinastía en vez de con una
única persona. La época de este monarca es la más próspera de todo Tartessos.
Heródoto se refiere a Antonio como un tirano, estos eran individuos que habían
asumido el poder por distintos medios diferentes a las tradiciones hereditarias. En
Grecia se asociaba al surgimiento de las tiranías con el desarrollo comercial, por lo
que se cree que Argantonio, busco el apoyo de los comerciantes y artesanos para
destronar a la aristocracia tradicional. Se cree que la palabra Argantonio proviene de
la palabra indoeuropea argant, que significa plata, por lo que éste sería conocido como
“el señor de la plata”. Otros autores defienden que hubo una llegada de pueblos
indoeuropeos que penetraron en el territorio tartésico y consolidaron una monarquía
teocrática y militar, siendo éste el origen europeo de Argantonio. Como hemos dicho,
es difícil conocer con certeza como era la monarquía tartésica, ya que esta está
envuelta en mucho vomito y hay varias imprecisiones. No conocemos si hubo varios
reinos o si hubo uno que dominaba sobre los demás. En el ámbito de la monarquía
tartésica, destacan los monumentos funerarios, la mayor parte son del siglo VI a.C.
diferenciándose mucho de las simples tumbas de pozo, por lo que puede ser que
pertenezcan a una aristocracia. Algunas de estas sepulturas están tan bien elaboradas
que pueden estar relacionados con la realeza y la mitificación de la misma.

A comienzos del siglo V a.C. Tartessos colapsó, pero no conocemos las causas
ni las consecuencias debido a la ausencia de fuentes que traten el tema. Por lo que
para conocer el panorama previo a la llegada de los romanos, como la
indoeuropeización de la Meseta Central y el surgimiento de la civilización Ibérica,
debemos centrarnos exclusivamente en estudio arqueológicos. Esta crisis se trató de
explicar de explicar por factores externos. Los conflictos entre cartagineses llevaron
a los griegos a buscar nuevas rutas comerciales, estableciendo colonias en las costas
catalanas. Esta tensión entre foceos y Cartagineses desembocó en la batalla de la
Alalia. Esto se produjo tras la conquista de la ciudad de los voceros por parte de los
persas. Lo cual les obligó a migrar hacia Italia, estableciendo una colonia en Córcega.
Su situación Mediterráneo amenazaba los intereses comerciales de los cartagineses.
Al igual que el de los etruscos, por lo que ambos se aliaron para luchar contra los
foceos. Sin embargo, los foceos se hicieron con la victoria pero se vieron obligados
igualmente a abandonar sus colonias. Hoy día se explica este colapso por factores
internos como el agotamiento de las minas de plata y el decaimiento de la demanda
de la misma. Vemos como la cerámica, fruto del comercio con los colonizadores, es
mucho más tosca, lo cual evidencia un debilitamiento de la economía de la población
tartésica. Esta crisis económica conllevó también una crisis social, lo cual podemos
evidenciar en la destrucción voluntaria de tumbas aristocráticas o de Reyes. A esto
hay que añadir también la presencia cartaginesa en la zona del territorio de Tartessos,
podemos apreciar esta presencia gracias a las llamadas Torres de Aníbal, las cuales
eran fortificaciones cartaginesas que controlaban las rutas comerciales de los de los
pueblos mineros. Esta presencia cartaginesa en territorio peninsular también la
podemos ver en el segundo Tratado entre Roma y Cartago en la II guerra Púnica.

El papel que desempeñan los griegos y fenicios en la conformación de las


sociedades peninsulares es clave. Lo cual podemos ver con el establecimiento de colonias
en Ampurias y Rodas, y como estas influyen en los pueblos ibéricos mediante el
comercio. Este comercio con los colonos sería el factor que explica el surgimiento de las
primeras ciudades ibéricas. Esta gran influencia de los griegos en los pueblos ibéricos la
podemos ver también en la adopción del alfabeto jonio para escribir la lengua Ibérica.

Cancho Roano, en Badajoz, es uno de los yacimientos clave para descubrir el fin
del mundo tartésico. Este yacimiento fue interpretado como un altar de cenizas o de
sangre, pero en realidad resulto ser un palacio santuario de tipo semita que fue reducido
a cenizas. Además de ser el centro político también estaba rodeado de almacenes y
comercios. El monarca que regía esta construcción probablemente tenia atribuciones
divinas. Las cerámicas áticas que encontramos en el yacimiento dan a entender la
importancia que tuvo este lugar en el comercio colonial entre los siglos VI-V a.C. estas
cerámicas serian intercambiadas por metales y oro y plata de la zona, además de productos
agropecuarios. Este enclave se cree que fue destruido aun mientras tenia una gran
actividad comercial. Su final parece estar vinculado a la sustitución de las vías
comerciales entre Cádiz y Huelva, el fin de una dinastía o debido a causas políticas. Lo
que si sabemos con certeza es que este enclave parece guarda relación con la etapa
postartésica y los procesos que se produjeron en esta durante los siglos V y IV a.C.

Los cambios sucedidos entre los siglos V y VI a.C. son el panorama donde
surgirán los nuevos pueblos prerromanos de los que tenemos constancia en las fuentes
literarias clásicas. Vemos cambios étnicos, económicos y políticos. También destaca la
desaparición de pueblos de fuentes anteriores como a los que hacía referencia periplo
masaliota recontado por Avieno. La sustitución de pueblos parece guardar relación con la
indoeuropeización de la meseta por la llegada de pequeños grupos que conformaron una
elite guerrera. El colapso de Tartessos también conllevó al fin de la economía palacial, en
la que el monarca deja de tener aspecto divino para estar mas vinculado a la guerra. Las
luchas entre Cartagineses contra griegos primero, y romanos después, introdujo en la
península el comercio de esclavos y el mercenariado.
LOS PUEBLOS DEL SUR DE LA PENINSULA IBERICA

En el sur encontramos una de serie de pueblos con mucha interacción con los
pueblos del Mediterráneo, estos pueblos tuvieron una pronta romanización y además eran
los mas avanzados de la península. Estos pueblos son los turdetanos y túrdulos y los
bástulos y bastetanos. También hay que destacar a los oretanos que guardan mucha
relación con estos pueblos.

El pueblo turdetano es considerado el heredero directo de Tartessos. Este pueblo


esta muy bien documentado por su gran interacción con los pueblos colonizadores y la
conquista romana. Este pueblo tenía una uniformidad cultural a diferencia de los demás
pueblos iberos, además gracias a los historiadores clásicos conocemos que tenían un
complejo sistema de leyes. En un principio encontrábamos dos pueblos, los túrdulos, que
habitaban la Andalucía Oriental y los turdetanos, que ocupaban el sur de Andalucía, hecho
que acabaría con la llegada de la romanización.

De los bastetanos y bástulos tenemos bastantes referencias por parte de autores


clásicos, pero sin embargo hay muchas versiones, por lo que es difícil sacar conclusiones
acerca de ellos. Sabemos que en época romana Bastetania tenía capital en Basti (Baza) y
también había núcleos de población en las vegas de las montañas penibéticas. No
conocemos donde situaba la ciudad de Basti, pero gracias a varias necrópolis sabemos
que había una gran población en el siglos IV a.C. Por otro lado, tenemos a los bástulos
que se sitúan en la zona meridional, entorno al Peñón de Gibraltar. Varias ciudades de los
bástulos eran de fundación fenicia, como Málaga. Hay autores que defienden que este
pueblo provenía del norte de África y se asentó en la península en el siglo III a.C. por
orden de Aníbal. La diferencia entre bastetanos y bástulos nace en el diferente grado de
interacción con los púnicos. Se trató de relacionar a los bastetanos con la cultura de las
tumbas de cámara que se expanden por buena parte del territorio andaluz y que llega
incluso a Murcia, mostrando la expansión de estos pueblos beneficiándose del control de
las rutas comerciales del comercio griego.

Los oretanos tenían problemas en su situación geográfica y su definición cultural.


Algunos autores los sitúan en la meseta meridional, mientras que otros los sitúan entre el
Guadalquivir y el Guadiana y algunos llegan a situarlos en la costa. Esto se puede explicar
por un reajuste territorial de los romanos. En lo que si concuerdan los autores es en el
nombre de sus ciudades, Castulo y Orisa u Oria. Castulo se encuentra en la actual Cazlona
(Jaén) siendo este un territorio rico en plata. Las ciudades de los oretanos comprendían
Ciudad Real y Jaén. Otro problema es de la filiación étnica. Según el testimonio
arqueológico vemos una cultura ibérica, mientras que los autores clásicos hacen
referencia a un poblamiento germano indoeuropeo. Schulten y otros historiadores tras
estudiar los textos de Polibio dividen a los Oretanos en dos ramas diferentes, los oretanos
iberos, reclutados por Aníbal y los Oretum Germanorum. Por otro lado tenemos la
hipótesis que defiende que oretanos e iberos son dos pueblos diferentes por lo que
deberíamos explicar la iberización de oretania, una zona inicialmente indoeuropea. Este
proceso de iberización corresponde al siglo VI a.C. por el comercio griego, atraído por
las minas de Cástulo, dicho comercio conllevaría un enriquecimiento de las élites, que se
expanden políticamente. Las minas de Sisapo también ayudaron a fortalecer el comercio
con los griegos. Castulo era la principal ciudad y se remonta hasta el siglo VIII a.C. el
origen de esta ciudad esta relacionada a fenicios que realizaban las metalurgia y tras un
avance demográfico vemos como los elementos fenicios tienen cierta influencia de los
pueblos indoeuropeos. Esta ciudad siguió siendo importante en época cartaginesa donde
había una casa real al que supuestamente pertenecía la mujer de Aníbal.

En cuenta la economía de estos pueblos diremos lo siguiente. Los geógrafos


hablaban de la fertilidad del suelo ocupado por los turdetanos y túrdulos, en la zona del
Guadalquivir. Estos pueblos tenían un gran carácter urbano y los autores les atribuyen
cientos de ciudades, por lo que estamos hablando de un gran grupo de población
sustentado en una muy buena economía debido a la exportación de productos
agropecuarios por la gran fertilidad de sus tierras. Estrabón también hace referencia a la
gran riqueza y calidad de metales que tenía el suelo turdetano. Sin embargo, debemos
tener en cuenta que Estrabón escribe ya después de la romanización por lo que no sabemos
si estos aspectos serían aplicables también durante época prerromana. Los recursos de las
minas de Castulo y Sisapo fueron objeto de interés de los colonizadores desde el siglo V
a.C. y posteriormente fue objetivo romano en las guerras con Aníbal. Toda la costa
meridional estaba ocupada por factorías de pesca y salazones de origen fenicio y
cartaginés. Las minas de Huelva de época tartésica siguieron siendo explotadas al igual
que la de Rio Tinto.

La monarquía era uno de los rasgos característicos de los turdetanos ya que estos
territorios estaban dirigidos por monarcas que se remontarían a época tartésica. Los
amurallamientos de las ciudades muestran una época de conflictos entre diferentes
monarquías con el fin de seguir acumulando poder y subordinar al pueblo vencido a su
poder. Tenemos datos muy tardíos y fragmentarios acerca de estos monarcas turdetanos,
pero sabemos de monarcas con grandes ejércitos bajo su poder. Sin embargo, tras la
llegada romana estas monarquías serian fragmentadas y perderían poder, pero sabemos
de intentos de sublevación por parte de los turdetanos como en la ciudad de Hasta en el
192 a.C. conocemos la pervivencia de estas monarquías hasta época de las guerras civiles
de Cesar. Estos monarcas acumularon grandes riquezas y algunos de ellos fueron incluso
mitificados, sin embargo, gracias a estudios de las necrópolis turdetanas sabemos que no
acumulaban tanto poder como los marcas tartésico, ya que tienen un ajuar menos rico.

A cerca de la sociedad sabemos muy poco ya que los historiadores se dedicaban


al estudio de hechos militares, pero gracias al testimonio de las necrópolis sabemos que
nos encontramos ante una sociedad estratificada. A la cabeza de estas aristocracias y
monarquías se encontraban lideres militares probablemente pertenecientes al substrato
indoeuropeo. También tenemos constancia de una aristocracia vinculada con el comercio,
pero no sabemos nada sobre si existía una aristocracia religiosa al frente de los templos y
santuarios. Presedo intentó reconstruir esta sociedad basándose en el estudio de las
necrópolis. En estas necrópolis no presentaban grandes enterramientos diferenciando a
individuos de la sociedad, sin embargo, sí que había algunas pocas tumbas con un
aparente carácter real. Otro tipo de tumbas estaban relacionados con las familias cercanas
al monarca, las cuales formarían el comitatus. Por ultimo encontramos tumbas en cista
que estarían vinculadas a guerreros o artesanos y el grueso de la sociedad que se
incineraba en cerámicas y se enterraban en un hoyo. El arte figurativo permite distinguir
dos grupos, los jinetes y aristócratas. Conocemos que en estas sociedades había una
especie de servidumbre, en la que los habitantes de los núcleos mas pequeños estarían en
una situación de semidependencia de otro grupo de población mas grande. Algunos
autores les comparan con los hilotas utilizados por los espartanos como esclavos públicos,
pero lo mas probable es que estos turdetanos hayan adoptado el modelo empleado por los
cartagineses en las ciudades púnicas, ya que estos tuvieron mucha influencia en la zona.

En cuanto a la religión hay muy pocas fuentes y todas son escritas por autores
extranjeros que no vivían la religión y los cultos desde dentro, por lo que es una visión
muy helenizada de esta religión. Estrabón nos habla de santuarios destinados al culto de
héroes y dioses griegos de los cuales Schulten dice que guardan relación con la
colonización focense. Otros apuntan a que estos templos están relacionados con mitos
rodios y atenienses, aliados de Roma durante la época de conquista del sur de la Península
Ibérica. En el ambiente funerario encontramos cerámicas con dibujos de divinidades
iberas de las que desconocemos nombre y atribuciones. Lo que si está claro es que las
religiones importadas de próximo oriente guardan un papel importante en el mundo ibero,
ya que estos pueblos nacieron en su mayoría por el comercio con estos pueblos
colonizadores. Estos elementos con carácter religioso no serian venerados por la
población indígena si no que serían vistos como elementos de prestigio por su carácter
exótico. Baal y Astarté eran unas de las divinidades mas representadas, ambas de origen
fenicio, pero la divinidad mas importante era la del dios Melkart de Tiro identificado con
el Hércules romano. El templo mas importante dedicado a este dios se encuentra en Cádiz.
Este Heraclion tuvo mucha influencia en las poblaciones aledañas. En cuanto al culto
propiamente indígena encontramos dos representaciones. El llamado “señor de los
caballos” en territorio bastetano, aunque el carácter exclusivamente indígena de esta
divinidad es discutido ya que encontramos representaciones muy parecidas en otros
territorios como Grecia y Mesopotamia. De la que sí sabemos con certeza que es una
divinidad con origen indígena desde tiempos neolíticos, esta mujer esta relacionada con
la vida, muerte y fertilidad, se la suele representar en un trono con adornos. Las dos
representaciones mas famosas de esta divinidad ibera son la Dama de Elche y la Dama de
Baza, ambas identificadas como una divinidad protectora de los difuntos. Vemos otras
representaciones de divinidades femeninas, en este caso se las representan dando el pecho
a un niño. En relación a los espacios de culto sabemos que los santuarios de las ciudades
son de época muy tardía, pero este hecho está en duda ya que la mayoría de ciudades
iberas se encuentran bajo grandes ciudades actuales dificultando su excavación y estudio,
por lo que tenemos más información de los santuarios rurales. La mayoría de los
santuarios se sitúan en territorio rural bastetano y guardan relación con los manantiales a
los que se les atribuían propiedades medicinales. En estos santuarios se encuentran
numerosos exvotos de hombres, mujeres y animales fabricados en talleres próximos a los
santuarios.

LOS IBEROS

El término íbero es muy difícil de definir, ya que hay muchas variantes


geográficas, étnicas y culturales. En un primer lugar los mitos griegos denominaban Iberia
al extremo Occidente de la Península Ibérica, posteriormente, tras la conquista romana,
el término Iberia se aplicó a toda la península. En la ora marítima de Avieno se restringe
a los íberos, al territorio de la costa levantina. Este territorio tiene un gran desarrollo entre
los siglos VI y V a.C. produciéndose un gran avance demográfico, que conllevará
aparición de ciudades y una jerarquización del territorio. En este periodo también
encontramos el desarrollo de la escritura. Todo este desarrollo está muy vinculado a los
pueblos colonizadores. A pesar de que en unos primeros momentos se creyó que las
lenguas de estos pueblos iberos eran de origen indoeuropeo, ahora se cree que estas
lenguas son fruto de la evolución de las lenguas habladas por el substrato indígena en el
milenio II a.C. Encontramos presencia de diferentes elementos indoeuropeos, además de
la cultura de los campos de urnas de Cataluña, por lo que se cree que hubo una llegada de
grupos de personas centroeuropeas, pero no fueron suficientes y acabaron siendo
absorbidos por la población local. Entre los iberos no había uniformidad cultural y
política. Estos pueblos iberos se relacionaron entre ellos produciéndose uniones entre
ellos y provocando la aparición y desaparición de pueblos. Hay muchas discordancias en
las fuentes a la hora de situar geográficamente todos estos pueblos. Podemos afirmar que
los contestanos se situaban en la costa sudeste entre Cartagena y el Júcar. Los edetanos
se asentaban en la ciudad de Edeta en el cerro de San Miguel de Liria habitando un
oppidum. Los ilervagones son situados por Plinio, entre el Mijares y el Ebro. Los
cesetanos son situados por el mismo Plinio, en la zona norte del Ebro, y su principal
ciudad era Tarraco para ellos conocida como Cese. Para situar a los Layetanos hay
muchos problemas, ya que en algunos textos se les sitúa en la costa y en otros en el interior
en la zona del Ebro. Los indigentes son situados por Estrabón entre el Ebro y Los Pirineos,
por lo que sería en este lugar donde se estaría se asentarían las colonias griegas de
ampurias y rosas. Según Tito Livio Ampurias tenía una estructura doble, por un lado una
ciudad Ibérica y por otro una griega separada por unas murallas, pero este hecho no es
constatado por la arqueología, ya que no se han encontrado indicios de ninguna ciudad
mixta. En en la zona de Aragón y el interior de Cataluña destacan los ilergetes, este pueblo
se opuso fuertemente a los romanos en favor de los cartagineses. Habitaban ilerda. Según
las fuentes se dice que este pueblo es el primero conquistado por Aníbal tras cruzar la
frontera del Ebro. Otros pueblos conocidos en esta zona son los ausetanos, los sedetanos
y los bergistanos, ceretanos y otros pueblos pirenaicos. En cuanto a Islas Baleares, en el
en época prerromana solo estaban habitadas Mallorca y Menorca. Ibiza comenzó a ser
habitada tras la fundación de una colonia cartaginesa. los Baleares eran grandes honderos
que eran utilizados como mercenarios en los conflictos entre griegos y cartagineses de los
siglos V y IV a.C. Estas poblaciones habitaban cuevas naturales o artificiales que también
eran empleadas como sepulturas, aunque también se conocen poblamientos de cabañas.

La economía de los pueblos iberos estaba fundamentada en la ganadería, aunque


en algunas regiones como Cartagena y Ampurias también tiene mucho impacto el
comercio con los pueblos colonizadores. Estos practicaban una agricultura de secano. En
cuanto a sus producciones materiales destacan las cerámicas de color ocre con detalles en
rojo, en ellas se aprecia una gran influencia griega, y la metalurgia. La tierra explotada
por estos iberos se cree que estaba vinculada a la familia, aunque no podemos negar que
existiesen grandes propiedades con mano de obra esclava. Los iberos tenían dos grandes
rutas comerciales. La via Heraklea, asociada con el camino recorrido por Hércules tras
robar las vacas de Gerión, esta ruta iría desde el sur de la Galia atravesando los Pirineos
hasta llegar a las costas levantinas y catalanas. La otra ruta atendería al comercio fluvial
a través del Ebro y sus afluentes. El comercio interior estaba predominado por los metales
y minerales, ya que no todos los pueblos tenían acceso a estos productos casi de primera
necesidad en aquellos tiempos. El comercio con el exterior es el visto anteriormente,
vinculado sobre todo a los pueblos colonizadores y sus cerámicas y demás elementos
considerados de prestigio por los indígenas que eran intercambiados por textil, cereal,
aceite y vino. En este comercio juegan un gran papel los griegos, gracias a su colonia
establecida en Ampurias. Esta colonia actuaria de intermediaria entre los iberos y los
territorios de la Magna Grecia y Sicilia. Como ya hemos comentado anteriormente los
autores clásicos escribían a cerca de estas relaciones entre griegos e iberos en la ciudad
de Ampurias, aunque realmente había un ambiente de desconfianza entre ambos pueblos,
llegando al punto de que los griegos no dejaban que los iberos entrar a su ciudad para
comerciar.

La moneda comienza a desarrollarse en el siglo III a.C. por el contacto con los
pueblos colonizadores, por ello las primeras monedas las encontraremos en zonas de
costa. En la franja mediterránea encontramos monedas de plata, mientras que en
Andalucía serán de bronce. Con la llegada de los romanos la moneda se extendería a otros
pueblos que o bien acuñarían la suya propia, como la zona celtibera, o utilizarían la de
los conquistadores romanos.

Debido al gusto de los historiadores antiguos por las guerras, los aspectos sociales
son más difíciles de tratar. Se postula que la población se dividía en aristocracia,
campesinado y esclavos. La aristocracia militar se vio enriquecida por la posesión de
grandes propiedades y sus contactos comerciales con los pueblos colonizadores, pero
desconocemos el papel que desempeñaban en dichos intercambios. Las tropas están
compuestas por pequeños y medianos propietarios, además de esclavos. Acerca de la
esclavitud no tenemos muchas evidencias, ya que la citada anteriormente de la mina de
Cástulo está relacionada con el método utilizado por los cartagineses. Estrabón dice que
la diferenciación social se basaba en piratería, hazañas militares, comercio y flujos de
parentesco. Según este modelo tendríamos a los basileus, reges, príncipes y senatus que
vivian de la piratería, el comercio y la tierra. Por debajo está la clase militar al servicio de
los anteriores.

Los iberos se regían bajo el poder de una monarquía o una república, siendo esta
segunda forma de gobierno la mas abundante. Tenemos constancia de monarquías en
varios pueblos de la península como los ilergetes, destacando sus dos monarcas Indíbil y
Mandonio, que crearían conflictos tanto con romanos como cartagineses. Esta diarquía
ha sido un objeto muy interesante de estudio para tratar de conocer su origen. Este modelo
se asemeja bastante al visto en la Galia. Indibil y Mandonio deben su relación al
parentesco ya que ambos son cuñados probablemente para ganar poder. Los edetanos
fueron otro de los pueblos de la península con monarquía, en esta destaca Edecón, el cual
rindió honor a Africanus y este a cambio liberó a su familia, con este movimiento de
Edecón muchos pueblos aledaños se unieron a Roma. La fuerza de estas monarquías
iberas nace en el poder militar, pero las alianzas matrimoniales también juegan un papel
muy importante. Otro sistema de gobierno importante fue uno que se asemejaba a la res
publica formando un consejo de aristócratas, aunque este modelo podía convivir con la
monarquía de caudillos como vemos en el caso de Mandonio. Es interesante el caso de
Sagunto donde encontramos una republica con influencias de Masalia y Ampurias. En
esta ciudad según Tito Livio habría un senado conformado por terratenientes y
comerciantes.

En tiempos de la conquista romana se producen pactos y alianzas entre los pueblos


iberos y los propios conquistadores. Estas relaciones basadas en la fides (confianza)
articulan conceptos como hospitium, clientela y devotio. Esas instituciones no sería una
imitación del modelo romano, sino que tendrían ciertas características que las convertirían
en instituciones propiamente ibéricas. Estos pactos de hospitalidad y clientela se
establecían entre dos partes. En el pacto de hospitalidad ambas partes serán iguales,
mientras que en la clientela habría una parte con más poder que la otra. En muchas fuentes
tenemos la convivencia de ambos pactos, lo cual es imposible dentro del mundo romano.
Por lo que o bien se cree que los indígenas no comprendían las diferencias entre hospitium
y clientela, o que tenían sus propias instituciones con características diferentes a las
romanas, lo cual es más posible. También destacan otros tipos de fides como la clientela
militar y la devotio. Estos pactos era un mecanismo coyuntural muy utilizado para regular
las relaciones internas entre aristocracia y pueblo.

Sobre la religión de los pueblos iberos tenemos muy poca información pero
sabemos que estaba influenciada en gran medida por los pueblos colonizadores, ya que
hay templos y objetos de culto dedicados a deidades griegas. En cuanto a religión ibera
encontramos estatuillas relacionados con una diosa de la fertilidad. También encontramos
representaciones de una mujer sentada amamantando a un niño. Esto unido la Dama de
Elche nos lleva a la idea de que los íberos tenían una divinidad nutricia, relacionada con
la fecundidad, cosechas y que acompañase a los muertos en el paso a la otra vida. El lobo
también es un elemento muy representado y se le relaciona con la masculinidad. En los
montes encontramos cultos al dios romano Júpiter, mientras que en las ciudades hay
templos de carácter semita y griego. Un caso aparte son las religiones de los pueblos de
Cataluña y el Alto Aragón.

El ajuar funerario de los iberos no es una excepción y esta relacionado con la


dotación de instrumentos que acompañen y sirvan de ayuda al muerto en la otra vida.
Encontramos diferentes formas de enterramiento y de tumbas en función del sexo y la
posición social. Encontramos desde incineraciones en pequeños fosos, hasta auténticos
mausoleos. Los guerreros solían estar enterrados con su con sus armas, mientras que las
mujeres suelen tener un ajuar relacionado con el adorno personal, espejos y objetos de
culto. En los rituales funerarios encontramos la quema de perfumes para purificar e
incluso ceremonias militares para honrar la muerta de una persona importante como fue
el caso de Viriato. En las divinidades de ultratumba podemos encontrar la representación
de la Dama de Elche que serviría como una acompañante del difunto en su paso al más
allá.
LOS PUEBLOS CELTIBEROS

Estos pueblos guerreros localizados entre la cordillera ibérica y el Jalón


supusieron un gran problema para los romanos. Estos pueblos se dividen en diferentes
partes. En el valle del Ebro encontramos belos, titos y lusones. En la Meseta Central a los
arévacos y pelendones. Por último, tendríamos otros pueblos como los berones y los
vacceos. Según Estrabón todos estos pueblos provienen de una migración celta del norte.
El término celtíbero es muy problemático y según los historiadores griegos y Diodoro de
Sicilia, estos nacerían de los matrimonios entre celtas e íberos. Para Schulten serian iberos
en tierras celtas, pero resultaron ser lo contrario, celtas de iberia. Que no haya menciones
a los celtiberos anteriores al siglo III se relaciona con que estos pueblos se unieran para
enfrentar a Roma.

Los lusones crean una gran resistencia ante Roma en tiempos de la II Guerra
Celtiberica (182-178 a.C.). A esta causa se unirían después los belos y los titos. Se cree
que estos pueblos eran dependientes el uno del otro. Segeda es la ciudad mas importante
y acuñaba su propia moneda. Otra ciudad importante es Contrebia Belaisca. Se cree que
los lusones son un pueblo autóctono que se vio desplazado por los belos, no obstante, su
toponimia muestra una raíz celta.

Los arévacos son el pueblo que más resistencia opuso a Roma. Según Schultenn
provienen de tribus húngaras, mientras que Plinio dice que el nombre de este pueblo
proviene del río Areva. Sus asentamientos mas importantes fueron Numantia y Pallantia.
Según Plinio, este pueblo contaba con los pendelones de las serranías de Soria como su
aliado.

Los vacceos se enfrentaron a Aníbal en las guerras púnicas, fueron aliados de


Sertorio y participaron en guerra de Numancia. En el 29 a.C. Augusto manda la guerra
contra cántabros y astures para defender a este pueblo. Estos se asentaban en Castilla y
León y nacen del choque entre celtiberos y pueblos de la Edad del Hierro de la zona de
Valladolid en el siglo V a.C.

Todos estos pueblos son de origen celta y tienen una lengua propia muy
emparentada con las lenguas de los pueblos celtas de Europa oriental. De todas estas
lenguas la más conocida y documentada es la celtibérica, aunque su traducción aún no ha
sido posible debido a los pocos textos encontrados. Esta lengua adoptó el silabario Ibero.
Actualmente se cree que el celtibérico. Es una lengua que se separó en un momento muy
temprano de la lengua celta.

La formación de estos pueblos se produce antes de la llegada romana, durante la


Segunda Edad del Hierro. Los estudios más novedosos colocan a los celtiberos en el
Duero. La cultura material de estos pueblos parece seguir un patrón durante los siglos III
y II a.C. pero esto cambia con la llegada de los romanos y comienza a haber diferencias
entre los pueblos. Vacceos, arévacos y pelendones están en el mismo grupo de lengua
celtibera, mientras que al oeste de los vacceos se habla el lusitano. La cultura celtibera se
desarrolla mucho en estos dos siglos y comenzamos a ver los albores del urbanismo con
la construcción de nuevos oppidums con casas de planta rectangular o bien la ampliación
de otros oppidum existentes, lo que indica un gran aumento demográfico. Este desarrollo
se debe a la evolución de este pueblo como al contacto con los iberos que traería con ellos
también el contacto con los pueblos colonizadores. Esta evolución se aprecia en
producciones artesanales y el ajuar funerario.

Las fuentes nos hablan de otros pueblos prerromanos indoeuropeos que ocuparon
la meseta como los bebrices que se alimentaban de lácteos y sus derivados y habitaron la
zona del Turia. Los ocaldes son citados por Polibio cuando dice que son uno de los
pueblos enviados por Aníbal a África. Es poco factible que todos los ocaldes fueran
enviados a África, por lo que se cree que los que permanecieron en la península fueron
absorbidos por los carpetanos. Estos carpetanos son descritos por el mismo Polibio como
un pueblo muy fuerte militarmente. De este pueblo se sabe conflictos contra Aníbal
después de que este conquistara Zamora y Salamanca. Estos se opusieron a formar parte
del ejercito de Aníbal y este les envió de vuelta a la península mientras cruzaba los
Pirineos, incluso envió a sus altos cargos a África como rehenes. En el 209 a.C. este
pueblo fue reclutado por Asdrúbal para ayudar a su hermano. Tras la toma romana de
Toledo comienza la pacificación de Carpetania entre los años 182 y 179 a.C. Tras esto los
carpetanos pasaron a ser aliados de roma. Este pueblo habitaría la zona del Tajo, siendo
sus principales ciudades Alcalá de Henares y Toledo. Este pueblo tiene la misma lengua
y cultura que oretanos y el mundo ibero. Según Tito Livio estos pueblos realizan las
mismas actividades que los demás celtiberos, destaca su gran agricultura y ganadería en
las montañas, también menciona su gran actividad minera.
La economía de estos pueblos celtíberos se basa en la ganadería y la agricultura,
siendo la ganadería el más importante. En la ganadería y que destacar el papel que
desempeña la trashumancia. Los autores clásicos dicen que esa trashumancia no era
posible debido al ambiente de tensión continua entre los pueblos prerromanos, sin
embargo, esto no era más que propaganda para justificar la conquista romana. Los
diferentes pactos de clientela y hospitalidad evidenciados por arqueología desechan esta
imagen de los celtíberos como pueblos violentos. En las zonas próximas a los ríos se
practica una agricultura basada en el cereal y los productos fruto de la huerta. gracias al
bronce de Botorrita sabemos que estos pueblos conocían la agricultura de regadío y la
construcción de acequias. Se cree que las tierras eran de carácter comunal, mientras que
el ganado era de ámbito privado. Sin embargo, lo común era que la tierra estuviera
dividida en dos, una parte sería de uso comunal y la otra de uso privado. Que los autores
clásicos hablen de las formidables espadas que tenían estos pueblos nos habla de su gran
manejo de la metalurgia y siderurgia. Encontramos pequeños talleres siderúrgicos y
metalúrgicos que enviaban sus producciones a Italia.

La aristocracia era de carácter militar y suele estar envuelta con un halo de mito.
Polibio nos habla de un guerrero que retaba todos los días a enfrentarse a él a un romano,
hasta que al fin Escipión Emiliano le dio muerte. Probablemente este guerrero celtíbero
era uno de sus líderes aristocráticos. Estos nobles tienen a su servicio toda una red de
clientes, además, tienen un gran poder militar. Por debajo de estos encontramos a los
hombres libres que correspondían al ejército militar. Este Ejército no era suficientemente
fuerte para hacer frente a Roma, por lo que realizaban pequeñas escaramuzas. Se cree que
los celtíberos estaban divididos entre sí. Por un lado, los jóvenes y por otro los mayores.
Los mayores querían vincularse a Roma, mientras que los jóvenes no.

Los celtiberos se organizaban en ciudades-estado. Esto se debe al gran avance


urbanístico de la Segunda Edad de Hierro. Los primeros en hacer esto fueron los de la
zona del Ebro, ya que tenían más contacto con la zona mediterránea. Este fenómeno se
desarrolla en plena conquista romana. Las grandes ciudades tienen un grupo de pequeñas
ciudades alrededor sobre las que tienen influencia. Estas grandes ciudades acuñaron
moneda. Que esta moneda fuera acuñada en épocas anteriores a la conquista romana, nos
lleva a pensar que no se acuñaba para pagar tributos a los romanos. En el bronce de
Contrebia aparecen dos instituciones formadas por un consejo aristocrático con un pretor
al frente. También encontramos cargos militares que dirigirían el ejército, pero no
sabemos si estos tenían poder en el ámbito político. Si los conflictos entre clases altas y
populares eran muy grandes podían ser llevados ante diferentes tribus celtiberas. El mas
importante de esta especie de consejo de tribus era la Symachia de Numancia, esta estaba
liderada por los arévacos.

Estos pueblos tenían instituciones similares a las de griegos y romanos.


Encontramos estos pactos de clientela y hospitalidad grabados en bronce que podían ser
expuestos en las calles. Este pacto era grabado tanto en el anverso como en el reverso.
Esta práctica no surge por imitación de los modelos romanos, ya que se conocen tratados
entre pueblos indígenas. También se cree que imitaban la iconografía romana, pero estos
elementos se encuentran en diversas civilizaciones. En la confección de estos pactos se
cree que había algún tipo de práctica ritual.

Sabemos muy poco de la religión de los celtíberos. Estos dejaban que los
cadáveres de los guerreros fueran comidos por los buitres para que de esta manera
llegasen al cielo. Sabemos que adoran algunas divinidades de Centroeuropa, como Lugh.
Estos celtíberos adoraban a diferentes dioses y, según Estrabón, rendían culto, tanto culto
espiritual como a la naturaleza. Según los romanos, éstos adoraban al Dis Pater, el cual
es un Dios de la sabiduría. En tierras gallegas encontramos varios santuarios consagrados
al dios Lugh, el cual era un Dios de la luz, bardos y artesanos. En estos cultos no
encontramos figuras antropomorfas. Por lo que las figuras encontradas no sabemos decir
si son dioses o simplemente elementos de su bestiario. Sus enclaves religiosos atienden a
santuarios al aire libre, llamados Nemeton, en los que se colocaban exvotos y diferentes
elementos religiosos. Se conocen sacerdotes y mujeres, las cuales eran descritas como
profetas. La religión tenía un papel muy importante en el día a día de estas sociedades, ya
que, por ejemplo, las bodas se celebraban durante la festividad del dios Lugh. En el
mundo funerario podía jugar un papel importante en la astrología, ya que encontramos
representaciones de esvástica, rosetas y círculos. Autores clásicos hablan de una práctica
que consistía en decapitar a los muertos. Estas que a veces cubrían de aceite y se
adornarían con oro. esta práctica, la encontramos representada en Fíbulas y urnas
funerarias. También encontramos representaciones de monstruos y animales en muchas
pinturas, pero no sabemos muy bien qué significan, aunque lo podemos asociar con cultos
espirituales típicos como la fecundidad y la fertilidad del suelo.
LOS PUEBLOS DEL OCCIDENTE DE LA PENÍNSULA

el pueblo más importante del oeste antes de la llegada de Roma eran los lusitanos.
en ese territorio, también encontraríamos a los túrdulos, vettones, célticos y cónicos.
gracias al estudio de inscripciones de la zona del Duero y el Tajo. Conocemos una lengua
llamada lusitano. Estos lusitanos eran descritos como el pueblo más poderoso de todos
los íberos. Es tal su poder que en el 155 a.C. llegan incluso a enfrentarse a aliados de
Roma en la zona de Andalucía, donde posteriormente se asentarían. Los historiadores.
presentan este lugar como un sitio rico en frutos, ganadería y minerales. Siendo el ganado
su principal forma de vida. El caballo era un animal de gran prestigio, no solo por motivos
bélicos, como podíamos encontrar en otros pueblos, sino también como fuerza de tiro.
Uno de los pueblos que más desarrolló esta caballería fueron los vettones. Estos pueblos
no solo subsistirían a base de producir alimentos, sino que también recurrirían a la caza y
la pesca. Debido a la geografía de la zona, la agricultura era muy importante para los
lusitanos, ya que era una tierra muy fértil. La minería era muy importante para estos
suscitarnos, ya que alcanzaron un gran desarrollo en la metalurgia. La ausencia de vías
de comunicación nos lleva a la idea de que el comercio era de carácter regional y corto
alcance, pero podrían haber utilizado lo que posteriormente sería la vía de la plata.
Encontramos materiales de cerámica por toda la Península Ibérica, aunque con la caída
de los tartessos hubo un decaimiento en este comercio con los pueblos colonizadores. He
llegado de los romanos, transformó la economía pasando a una en la que tenemos moneda
y estaba vinculado a un ámbito urbano, aunque esto sería escaso hasta época imperial.

Todo el poder recaía en una aristocracia muy reducida. Esta aristocracia era de
carácter militar y tenían un gran número de guerreros a su disposición. Esta sociedad se
diferenciaban dos clases, por un lado, tenemos la aristocracia militar que lidera los
ejércitos y por otro el pueblo. Aunque las fuentes también nos hablan de la existencia de
esclavos y siervos. Conocemos el gran poder que tenía esta aristocracia estudiando las
necrópolis ya que éstas tienen un gran ajuar vinculado al ámbito bélico. Esta aristocracia
militar no solo tenía ejércitos a su disposición, sino que también poseían grandes tierras
y cabezas de ganado. La propiedad del ganado era una de las mayores expresiones de
riqueza que había. Estos jefes militares en elegidos por el pueblo en asambleas.
La propiedad privada y la desigualdad económica llevó a que se desarrollase el
bandolerismo, el cual era motivo de la mayoría de las guerras contra los romanos. En el
siglo II y I a.C. Un problema social derivado del desigual reparto de las tierras llevó a que
la población más pobre se viera obligada a actuar como mercenarios de otros ejércitos o
que formasen sus propios ejércitos, saqueando a otros pueblos más prósperos. Este
bandolerismo tendría su propia causa social y sería diferente el practicado por otros
pueblos como los cántabros. También se cree que los vettones realizaban este acto de
bandolerismo, ya que eran aliados de los lusitanos en las guerras del 155 a.C.

Estos lusitanos y vetones eran liderados por una Jefatura militar, dentro de éstas,
destaca la figura de Viriato. Durante las guerras del siglo II a.C. estos ejércitos fueron
liderados por diferentes jefes militares, llamados hegoumenos por los griegos. Estos
líderes no pertenecían a un linaje, sino que eran elegidos por el pueblo. Encpntramosa el
termino dux para hacer referencia a Viriato. En estudio de la figura de Viriato es muy
difícil, ya que está cargado de leyenda y mito. Las fuentes presentan abierto como un
Pastor lusitano que sobrevivió a la matanza de Galba en el 150 a.C. Tras escapar lideraría
al ejercito lusitano en las guerras contra Roma durante el 147 y 139 a.C. derrotando a
ejércitos consulares. Sus victorias frente a los romanos hicieron que Roma estableciera
un foedus con Viriato. En dicho foedus se le nombraba amicus populi Romani. Se le
otorgaban los territorios y reconocía su poder. No obstante, Roma intentó conspirar contra
él y ordenó que alguien del círculo cercano de Viriato le asesinara mientras dormía. El
poder de viriato se asentó en el sudoeste de la Península Ibérica, formando un gobierno
independiente al romano que adquiría la forma de una monarquía similar a la helenística.

Tenemos muy pocas fuentes para conocer la religión de los pueblos del Occidente
de la península. Conocemos las esculturas de verracos con grabados a los que se les debe
atribuir un valor simbólico. Además, la arqueología ha constatado la existencia de
santuarios. Algunos de estos verracos son considerados vetones, ya que son de época
anterior a la conquista romana y pertenecen a los siglos V y II a.C. Estos verracos
representaban cerdos, toros y jabalíes. Se cree que tenían algún tipo de significado en
relación al crecimiento y reproducción de los animales que representaban Ya que estos
serán la base de la economía ganadera. También encontramos relieves que representan
caballos y demás animales, en zonas muy concretas, normalmente en la entrada de los
castros. La arqueología ha demostrado que hay santuarios, dentro de las ciudades. Estos
santuarios estaban a cielo abierto y estaban relacionados a un espacio natural consagrado
a un Dios. Dentro de estos santuarios hay rocas con acanaladuras que están relacionadas
con los sacrificios de sangre. Conocemos la práctica de sacrificios humanos en estos
pueblos en situaciones especiales, como puede ser una ratificación de paz. También
encontramos numerosas inscripciones votivas y la existencia de varias divinidades. Las
dos más conocidas de los vettones son el dios Vaelicus y Ataecina. El primero sería un
Dios lobo vinculado a la ultratumba y los fieles acudían a su santuario para pedir el
remedio de alguna enfermedad. La segunda, era inicialmente la divinidad tutelar de
Turobriga, pero se expandiría territorialmente.

LOS PUEBLOS DEL NORTE DE LA PENÍNSULA.

Según Estrabón, estos pueblos del norte vivirían de forma sencilla consumirían
agua o cerveza en lugar de vino, dormirían en el suelo, llevaban el pelo largo, no conocían
la moneda, sino que comerciaban con trozos de plata recortado y tenían barcos de cuero.
Esta unidad cultural, de la que habla Estrabón no es cierta, ya que había diferencias en
cuanto a lengua, economía y religión entre los diferentes pueblos. Estos pueblos fueron
los últimos en ser conquistados por Roma. Y perduraron hasta el inicio de las guerras
cántabro-astures el 29 a.C. Estas guerras se prolongaron hasta el 25 a.C. con victoria para
los romanos, que establecieron Augusta Emérita como capital de Lusitania. Este periodo
de paz duró hasta el 23 a.C. Cuando los astures y cántabros, que habían sido
comercializados como esclavos en la capitanía, se rebelaron matando a sus dueños. Fue
entonces cuando Agripa encabezó una gran represión contra estos pueblos del norte.
Mandó ejecutar a la mayoría de su población y obligó a los que sobrevivieron a
establecerse en valles para poder controlarlos.

Los galaicos emplazaban en el extremo noroeste entre el río Duero y el mar


Cantábrico. El concepto de galaicos, como un pueblo diferenciado, es producto de la
conquista romana. La etnia de estos pueblos también es una incógnita, ya que se puede
relacionar tanto con galos como con celtas, ya que estos últimos tenía un asentamiento
junto al cabo Nerion (Finisterre). Estos galaicos vivían en castros, dentro de los cual esas
viviendas seguían siendo de planta circular. Dentro de esos pueblos galaicos destacan los
ártabros, ya que su puerto era muy importante. Según Plinio, estos galaicos se distinguían
se dividían en dos conventus jurídicos, lucenses y bracarenses.
Al este de los galaicos se situaban los astures. De estos tenemos más información
debido a las guerras de Augusto contra ellos y los cántabros. La frontera entre galaicos y
astures la establecía el río Navia, Mientras que la frontera con los cántabros la establecería
el río sella. El territorio astur se expandiría al sur, rebasando la cordillera cantábrica.
Estrabón cita que una vez que es más importante estos astures era Noega. Tarde Plinio
dice que el astures están constituidos por 22 populi que se dividen en augustanos y
transmontanos, pero que ambos conforman un mismo convento jurídico Estableciendo su
capital en Asturica Augusta (Astorga). En cuanto a sus poblados, sabemos que los de
Occidente son castros con cabañas circulares similares a los galaicos, mientras que en
Oriente las cabañas tienen una forma más o menos rectangular. Las armas y cerámicas y
violencia en la penetración de grupos celtas de la meseta en este territorio.

Para el estudio de los cántabros tenemos las mismas fuentes que para los astures.
Tras la derrota de los astures, el cual era el núcleo que más resistencia opuso a Roma, los
romanos pusieron su atención en reprimir a los cántabros. Antes el conflicto militar había
conflictos comerciales entre cántabros y romanos. De esta manera, Augusto les declaró la
guerra alegando que saqueaban territorio de pueblos aliados. Algunos historiadores
atribuyen 8 ciudades, mientras que otros 9. Las numerosas estelas encontradas que hacen
referencia a una de estas ciudades muestran una gran conciencia de grupo. Otros pueblos
del norte menos conocidos son los turmorgos, caristios, várdulos y autrigones.

En cuanto se economía, los autores clásicos se presentan como salvajes,


comparándoles con el mundo civilizado. Sin embargo, gracias a estos textos, sabemos
que el nivel de desarrollo económico de estos pueblos era inferior a los de la Meseta
Central. En la subsistencia de estos pueblos tiene un papel muy importante, la recolección
de frutos como puede ser la castaña. Junto a esta recolección aparece la ganadería como
otro de los pilares de su economía. Esta ganadería sería especies menores como cabras y
cerdos. De estos animales se aprovecharía la lana y la leche para hacer los alimentos del
día a día, mientras que la carne es los dejaría para momentos especiales. También tenían
caballos citados por Estrabón como los asturcones. También tenían una agricultura de
huerta y de cereales, especialmente cebada, centeno y mijo. Estos campos serán
cultivados por mujeres mediante el uso de azada, ya que aún no contaban con arado. Esta
zona contaba con una gran riqueza minera, sobre todo destaca el oro aluvial que sería
empleado para realizar toda la joyería que encontramos en los castros. Sin embargo, estos
recursos mineros no eran explotados por los indígenas hasta la llegada de los romanos.
Tenemos otras actividades secundarias destinadas a proporcionar las herramientas
necesarias para la vida cotidiana. Como vemos, la economía de estos pueblos estaba muy
poco desarrollada y no fue hasta la llegada de los romanos que se introdujo a la moneda.

Su sociedad presentaba rasgos que la diferenciaba del resto de los pueblos de la


península En un principio se creía que seguían una organización gentilicia o tribal, pero
esto se puso en duda en los años 80. La población no se encontraba repartida de manera
uniforme y sabemos que las principales ciudades se situaban al sur de la cordillera. Los
pequeños castros, situados en las zonas de alta montaña, no eran un lugar de residencia
de la población, sino que podían ser una especie de puntos de control de rutas de
comunicación o algún punto de resistencia extrema ante la conquista. actualmente se cree
que había una división de la población entre aristocracia y el pueblo libre. La presencia
de esta aristocracia se deduce por las joyas encontradas en los castros y por la presencia
de esculturas de guerreros. Por otra parte, el pueblo libre estaría conformado por pequeños
propietarios, pastores y agricultores con capacidad para armarse. Estrabón hace referencia
a una ginecocracia dentro de los pueblos cántabros. Uno de los temas más debatidos es la
existencia o no de una organización gentilicia. En el norte se establecieron dos zonas con
diferente organización. Al noroeste tendríamos las centurias, mientras que en la otra área
tendríamos a gentilidades. Esta organización estaría basada en la continuidad y no la
territorialidad. Según caro Baroja esta sociedad se organizarían en primer nivel en las
divisiones tribales, llamadas populi, aquí encontraríamos astures y cántabros. Por debajo
encontraríamos fracciones de las diferentes tribus y por último, los clanes. Recientes
estudios apuntan más a una organización territorial que a una basada en él, parentesco.

Estrabón cuenta que los galaicos no tenían dioses. Hay muchas contradicciones
entre los autores clásicos acerca de la religión de estos pueblos, por lo que es muy difícil
interpretarla. Las palabras de Estrabón se interpretan en el hecho de que los galaicos no
tenían representaciones de sus dioses. Según Estrabón los celtíberos y sus pueblos vecinos
rendían culto a un dios en las noches de luna llena, por lo que se por lo que se cree, que
estos adoraban a la luna. La deidad identificada con Ares atiende a diferentes nombres en
función de los pueblos. Gracias al epigrafía romana conocemos los nombres de diferentes
deidades asociadas al sol, al agua, la vegetación, los caminos, la guerra… También
encontramos cultos de origen celta, como puede ser el de los dioses de Lug y Matres. El
primero es un dios solar, de la inteligencia, la magia y de los artesanos y comerciantes.
Por otro lado, tenemos a Las Matres, que están relacionadas con la fecundidad, la
naturaleza y puede que el más allá. Entre las montañas de León y Asturias hay un gran
número de inscripciones dedicadas a un dios solar que podría relacionarse con el Júpiter
Romano. antes de época romana. Antes de la llegada de los romanos solo se ha conocían
la existencia de santuarios a cielo abierto vinculados con la naturaleza. sobre El Mundo
funerario, sabemos muy poco, ya que no sabemos casi nada acerca de las necrópolis, lo
que sí sabemos es que la práctica más común debió ser la incineración.

EPÍLOGO

vemos como antes la llegada de los romanos, lo que caracterizaba la Península


Ibérica, era una gran heterogeneidad de etnias, lenguas, formas de vida, de organización
social y de economía. tras la conquista romana y posterior romanización, todo Esto se
homogeneizó. Sin embargo, la desaparición de todos los pueblos prerromanos, no sé
produjo de la misma manera, ni se produjo al mismo tiempo. Estas sociedades no se
entregaron de manera total al modo de vida romano. Más bien fue un proceso de
interacción entre romanos y estos pueblos, en el cual predominaba los intereses romanos,
y acabaron creando una sociedad hispanorromana.

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