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TESIS DE GRADO
SANTIAGO – CHILE
2011
AGRADECIMIENTOS
Haremos un análisis general de los temas que se han incluido, de los conceptos,
teorías y estudios de organizaciones nacionales e internacionales. Incluyendo
además, los resultados y análisis de una encuesta aplicada a docentes directivos
de tres escuelas.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
Son muchas las experiencias y las investigaciones que revelan altos grados de
incoherencia entre la teoría y la práctica en materia de liderazgo del director. Por
un lado, existe acuerdo en que éste debe actualizar su forma de gestión y mirar la
dirección con una visión más moderna y desarrolladora del potencial de todos los
miembros de la organización educativa. Sin embargo, al contrastar este discurso
con la práctica podemos comprobar que su accionar no siempre se ajusta a esta
visión. Más bien nos encontramos con direcciones autoritarias, centradas en los
aspectos administrativos, con pocos espacios para la reflexión pedagógica y
mucho menos comprometidas con el desarrollo de liderazgos en los profesores.
Como consecuencia, no se genera una realidad positiva y exitosa que logre los
estándares de calidad que se esperan.
Los líderes educativos pueden hacer una gran diferencia en la calidad de las
escuelas y de la educación que reciben niños y jóvenes. En los países que
integran la OECD se ha producido una tendencia a otorgar mayor autonomía a las
escuelas en la toma de decisiones, de manera que puedan adaptarse con mayor
facilidad a entornos cambiantes y poder así responder a las necesidades de la
sociedad actual. Las responsabilidades de los directores se han incrementado, al
igual que las expectativas acerca de su rol, como consecuencia su liderazgo se ha
convertido en un tema de gran interés.
La tesis que presentamos corresponde a una síntesis de las revisiones
bibliográficas que han sido investigadas por este equipo de trabajo, en busca de
conocer, comprender y analizar el factor “liderazgo directivo” y “calidad de la
educación” asociado este último a los resultados académicos y el desempeño de
los estudiantes según estándares de calidad nacional e internacional. En última
instancia, intentamos demostrar que las habilidades de liderazgo y una buena
gestión directiva centrada en los aprendizajes mejoran los resultados académicos
de los estudiantes y como consecuencia mejora la calidad de la educación al
interior de su unidad educativa.
Durante nuestro estudio hemos conocido los aportes de diversos autores que han
centrado sus investigaciones en la calidad educativa y las variables que lo
impactan directa o indirectamente, por citar algunos: Leithwood, Bolívar, Marzano,
Elmore, Bass, Fullan y otros que más adelante serán citados. Sin duda ha sido un
gran aprendizaje para las alumnas que han realizado esta tesis y sus teorías
sustentan nuestro trabajo y propuesta.
En el marco teórico definimos varios conceptos pertinentes al tema de estudio y se
analizan tipos de liderazgo: administrativo, transformacional, distribuido, sistémico,
pedagógico e instruccional. Además, se incorporan antecedentes de la situación
actual de los directores y la nueva ley de calidad.
En los fundamentos metodológicos planteamos el problema de investigación, las
fuentes de información utilizadas y los resultados de diferentes estudios
realizados, tanto por instituciones nacionales como internacionales, los que
relacionan el liderazgo directivo y resultados académicos en pruebas
estandarizadas como el SIMCE y PISA.
Se ha aplicado una encuesta cuyos resultados nos parecen de gran interés y
constituyen una mirada a nuestra realidad más inmediata.
Por último, presentamos nuestra propuesta de tesis con un perfil directivo cuya
gestión se centra en los aprendizajes de los estudiantes y que contempla las
mínimas competencias necesarias para lograr una mejor calidad educativa de
acuerdo a los estándares nacionales e internacionales actuales.
La palabra liderazgo no tiene una raíz latina, como la mayoría de los vocablos del
español, su origen es de la lengua inglesa y se deriva del vocablo “lead”. El verbo
“to lead” se refiere a la capacidad de conducir hombres. Por lo tanto, se puede
señalar lo siguiente:
El liderazgo implica propósito y una dirección. Los líderes persiguen metas con
claridad y tenacidad y responden por su cumplimiento. En algunos casos, le
corresponde al líder desarrollar y promover metas grupales; en otros, se trata de
un proceso más inclusivo, pero donde el líder es un actor decisivo. Finalmente,
hay otros casos donde el liderazgo consiste en centrar el esfuerzo en torno a una
visión que se origina en otro lugar. En el pasado se premiaba a los líderes
educativos por una gestión técnica eficiente de las escuelas o de los sistemas
(Rosenblum , 1994).
Con esta información general, podemos definir el liderazgo escolar como la labor
de movilizar e influenciar a otros para articular y lograr las intenciones y metas
compartidas de la escuela. La labor del liderazgo puede ser realizada por
personas que desempeñan varios roles en la escuela. En la misma línea de acción
definimos a los líderes formales como aquellas personas que ocupan cargos
formales de autoridad, pero que sólo son líderes genuinos en la medida que
desempeñen esas funciones. Las funciones del liderazgo pueden realizarse de
muchas maneras, dependiendo del líder individual, del contexto y del tipo de
metas que se persiguen. (Leithwood, 1999)
Actualmente, se afirma que no es posible una buena gestión escolar sin un buen
liderazgo. A su vez, el líder educativo debe cumplir diversos roles que son
transversales y no excluyentes, tales como: la toma de decisiones, la entrega de
información, relaciones comunicacionales y otros más, que dan cuenta de las
múltiples capacidades y competencias que debe poseer un buen líder.
* La influencia idealizada; con la que el líder sabe que es ejemplo para los
seguidores.
Este planteamiento supone una profunda redefinición del papel del director quien,
en lugar de ser un mero gestor burocrático, pasa a ser un agente de cambio que
aprovecha las competencias de los miembros de la comunidad educativa en torno
a una misión común. Este ejercicio de dirección como liderazgo se ve como una
práctica distribuida, más democrática, “dispersada” en el conjunto de la
organización, en lugar de ser algo exclusivo de los líderes formales (equipo
directivo) (Bennet, Wise, Woods, y Harvey, 2003; Woods, Bennett, Harvey y Wise,
2004). Genera un fuerte impulso al liderazgo múltiple del profesorado que parte de
una formación basada en el colegio, estrategia que permite aprender de los
compañeros y de los proyectos puestos en práctica. Los directivos facilitan e
impulsan el desarrollo profesional, creando una visión compartida de la escuela, lo
que supone romper con el aislamiento y el individualismo de las prácticas
docentes, apoyando que la comunidad se mueva en torno a dicha visión
(Crawford, 2005). El liderazgo distribuido facilita a todos realizar el trabajo de
forma más eficiente y destacada; con él se fortalece a individuos ya destacados.
Exige la asunción de un papel más profesional por parte del profesorado, quien
asume funciones de liderazgo en sus respectivas áreas y ámbitos (Elmore, 2000)).
El liderazgo comienza a verse menos como de un individuo y más como de una
comunidad, asumido por distintas personas según sus competencias y momentos.
En esta nueva visión la principal tarea del director es desarrollar la capacidad de
liderazgo de los demás, estimulando el talento y la motivación.
Es claro que este estilo de liderazgo, bastante sugerente, no está tan lejos de ser
una realidad en nuestros colegios. Ya que exige como se ha comentado, un
profundo cambio en la cultura de las escuelas, y del conjunto del sistema
educativo, que debe afectar no sólo a la práctica de los colegios, sino también a la
formación inicial y permanente de los profesores, a las condiciones laborales de
los mismo, entre otros aspectos. Aspectos que claramente ha comenzado abordar
hoy en día a través de la Ley de Calidad en Educación.
"Se trata de una idea que cambia la manera como se organiza una escuela",
explica Joseph Flessa, profesor asociado del Departamento de Teoría y Estudios
de Políticas Educacionales del Instituto para Estudios en Educación de Ontario,
Universidad de Toronto. Al respecto, ¿qué sucede con el director en una
organización que se ordena así? Mucho, dice el académico. "Él debe hacer un
diagnóstico de lo que sucede en su escuela, detectar qué le falta, dónde se está
fallando, cuáles son sus fortalezas y recibir las ideas y ver quién puede encargarse
de la mejor manera de lo que se necesita mejorar", dice el investigador.
Probablemente, agrega, estos cambios traerán conflictos. "Pero eso es bueno,
porque el conflicto es información y permite saber qué hay que cambiar”.
I.3.4. Liderazgo Sistémico.
Las relaciones que el sistema establece con su entorno pueden ser más o menos
eficientes dependiendo de su capacidad de acoplamiento*, de esta forma los
sistemas deben tomar decisiones para reducir la complejidad a través de la
selección y actualización continua de las posibilidades que existen, estableciendo
límites y consiguiendo su identificación con el sistema, generando la oportunidad
de especialización debido a la selectividad impuesta por sus propios códigos, por
ejemplo, “la belleza es asunto de los cánones del arte”.
El liderazgo sistémico se está consolidando cada vez más como un recurso más
amplio para el mejoramiento escolar, constituye una respuesta para los colegios
de bajo rendimiento. Este enfoque promueve la relación entre las escuelas que se
encuentran dentro del entorno de la organización, así es como los líderes de cada
una de ellas se comprometen y responsabilizan no solo por su realidad sino que
también por los resultados y el éxito de las otras escuelas. Esta relación sistémica
considera también la directa comunicación con las instituciones gubernamentales,
estableciendo “una nueva relación entre las escuelas y el Gobierno, esto incluye
elevar la productividad en educación, alcanzar un mayor nivel de justicia y
asegurar un mejoramiento sustentable” (Miliband, David. 2003. Ex Ministro de
Estado de Estándares Escolares, Inglaterra). Kofman and Senge (1995. P.27)
resume muy bien la idea medular al plantear que: “… la característica que define
a un sistema es que no puede ser comprendido en función de sus partes
aisladas… el sistema no depende de lo que hace cada parte sino de cómo cada
parte interactúa con el resto”.
Creemos importante también considerar las ideas del liderazgo sistémico que
expone Michael Fullan (2004) quien en Pensadores sistémicos en acción señala
de manera textual:
Sin embargo, esta visión del liderazgo era claramente insuficiente. En principio era
estática, dado que se basaba en la identificación de las características de las
escuelas que funcionaban bien, pero no de las que tenían que mejorar. Igualmente
suponía un planteamiento implícitamente jerárquico, dependiente de que los
directivos ejercieran firmemente su autoridad sobre los subordinados (Veenman,
Visser y Wijkamp, 1998). Es decir, generaban una dirección para la estabilidad, no
para el cambio. De esta forma, parecía claro que si se quería una dirección que
ayudara a transformar la escuela, había que seguir por otro camino.
Sin embargo, de liderazgo técnico hay muy poco. Una encuesta aplicada en más
de 600 establecimientos urbanos a lo largo del país lo confirma claramente: sólo
27% de los docentes afirman que su director les entregó apoyo individual en el
último año para mejorar sus prácticas de enseñanza; menos de un tercio afirma
que el director discute temas educacionales con sus profesores, y sólo 13%
plantea que los directores observan frecuentemente sus clases (“mandato” de la
nueva LGE a los líderes escolares…).
Los datos indican que esta suerte de mediocridad en la gestión pedagógica de los
directores se da tanto entre los establecimientos municipales como entre los
particulares. Esto hace evidente que no basta un entorno de gestión más
desregulador y que otorgue mayores atribuciones a los directores para que las
prácticas directivas buscadas efectivamente se pongan en marcha.
La primera y principal legitimidad del buen director le viene dada por su condición
previa de buen docente, (Taylor). En Chile se ha comenzado a propugnar un
director como líder pedagógico, que subraye el concepto de comunidad, la
importancia de los valores compartidos, que pone el énfasis en la comunicación y
en la toma de decisiones compartidas y que entiende el colegio como fuente de
identidad. En contraposición a este modelo, desde la perspectiva eficientista se
está abogando por un liderazgo técnico basado en criterios de competencia,
eficacia, responsabilidad, profesionalidad y vocación directiva.
1. corporal o biológica
2. psicológica o afectiva
3. social
4. trascendente
Una vez que la inteligencia humana tiene claro el porqué o el para qué, la voluntad
elige y pone en movimiento a la totalidad de la persona, quien se encamina hacia
aquella cosa, pensamiento, o acción que ha considerado.
Las emociones nunca han sido muy bien recibidas en el lugar de trabajo.
Tradicionalmente, en muchas ocasiones se nos ha pedido “dejar las emociones en
casa”, pues se ha creído que para ser eficaces, debemos tomar decisiones y
desarrollar estrategias con base en una inteligencia lógica y fría. Sin embargo, las
emociones son parte fundamental de lo que somos, de lo que hacemos y de
nuestra relación con los demás. No podemos dejarlas de lado, peor aún, hacerlo
nos garantiza que tales emociones, reprimidas, irrumpirán de pronto provocando
conflictos que afectarán el ambiente, la comunicación y el logro de objetivos
educacionales.
Comunicación
Las experiencias de cada sujeto no son sólo los sucesos, sino una reelaboración
interna y personalizada. Por eso, aunque varias personas "oigan" un mismo
mensaje, no todas lo interpretan de la misma forma. Cada cabeza es un mundo.
1. Saber comunicarse:
2. Saber escuchar.
3. Retroalimentación
El líder educativo habrá de tener presente que en momentos difíciles una de sus
principales fuerzas, para bien o para mal, serán sus emociones y las de su grupo.
Lo primero que necesita es salirse del contexto crítico, ver los acontecimientos
desde fuera, con una mirada distinta, renovadora, objetiva que realmente
descubra y no repita estereotipos. Su actitud analítica y proactiva le ayudará a
romper con la lógica de quienes están inmersos en el problema y pasar a una
lógica fresca, nueva y divergente, que le permita evaluar la situación y manejar
adecuadamente el problema para salir de la crisis.
Reconocer y manejar lo primero que aflora en las personas ante una situación
crítica permitirá al líder no sólo afrontar la tormenta, sino fortalecerse ante la
adversidad.
“Cada planteamiento hecho por un observador nos habla del tipo de observador
que ese observador considera que es.”
Los tres postulados básicos de la ontología del lenguaje son los siguientes:
Al respecto uno de los aspectos más importantes que afirma el autor corresponde
a la afirmación de que diferentes sistemas de administración generan tipos
diferentes de individuos, que son capaces (o no) de hacer las cosas de muy
distintos modos y, por lo tanto, de volverse (o no) cada vez más capaces. Este
paradigma, señala, es igualmente válido en relación a cualquier otro sistema social
(v. g. sistema familiar, sistema educativo, sistema de salud, sistema de gobierno,
etcétera). Sin embargo, no podemos olvidar que, mientras que el sistema
condiciona lo que somos en tanto individuos, no es menos válido que somos
nosotros, en tanto individuos, los creadores de ese mismo sistema.
Actos lingüísticos:
-Afirmaciones. Las afirmaciones corresponden al tipo de acto lingüístico que
normalmente llamamos descripciones. En efecto, ellas parecen descripciones. Se
trata, sin embargo, de proposiciones acerca de nuestras observaciones.
Cada vez que ejecutamos un acto lingüístico adquirimos un compromiso y
debemos aceptar la responsabilidad social de lo que decimos. El hablar nunca es
un acto inocente.
Cada acto lingüístico se caracteriza por involucrar compromisos sociales
diferentes. En el caso de las afirmaciones, el compromiso social guarda relación
con la necesidad de establecer de manera efectiva que la palabra cumple con la
exigencia de adecuarse a las observaciones que hacemos sobre el estado de
mundo.
Por lo tanto, cuando afirmamos algo nos comprometemos con la veracidad de
nuestras afirmaciones ante la comunidad que nos escucha. Contraemos una
responsabilidad social por su veracidad. En otras palabras, nos comprometemos a
la posibilidad de proporcionar un testigo que corrobore nuestras observaciones o,
en su defecto, de cumplir con cualquier otro procedimiento que, en la comunidad a
la que pertenecemos, se acepte como evidencia.
Cuando hacemos afirmaciones hablamos del estado de nuestro mundo y, por lo
tanto, estamos hablando de un mundo ya existente. Las afirmaciones tienen que
ver con lo que llamamos normalmente el mundo de los «hechos».
La declaración de ignorancia
La declaración de gratitud
La declaración de gratitud
La declaración de amor
Adicionalmente, a partir del año 2005 (Ley 20.006) se estableció un régimen único
para optar al cargo de director a través de concursos para el sector municipal y se
estableció una duración en el cargo de director de 5 años, luego de lo cual el
director en ejercicio puede volver a participar de un nuevo proceso de concurso.
En el año 2007 del Programa de Liderazgo del Centro de Perfeccionamiento,
Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP).
• Mayores atribuciones. Así mismo, los directores que sean nombrados por este
mecanismo, tendrán más y mejores herramientas para lograr sus metas. Podrán
formar sus equipos directivos que serán de su exclusiva confianza: Subdirector,
Inspector General y Jefe Técnico, sin tener que llamar a concurso como se hace
actualmente.
Otra nueva atribución de los recién nombrados directores será que podrán
despedir anualmente, hasta un 5% de su dotación docente de entre aquellos que
se encuentren calificados como básicos o insatisfactorios en la última evaluación.
En los casos de establecimientos de 20 docentes o menos, la facultad
mencionada tendrá como mínimo a un docente.
Por último, cada director podrá crear mecanismos de evaluación descentralizados
como una herramienta de gestión interna y podrá entregar incentivos o
incrementar remuneraciones según los resultados de esta evaluación. El Ministerio
contará con un banco de perfiles y de convenios de desempeño “tipos” para que
puedan ser utilizados por los municipios como referencia.
Se analizan los datos reunidos para descubrir qué variables están relacionadas
entre sí y de esta manera el investigador puede llegar a interpretar los resultados.
II.3. Parametrización
Tema de investigación
El tipo de liderazgo que debe ejercer el director de una unidad educativa para
desempeñar una gestión de calidad orientada a lograr mejores aprendizajes en los
estudiantes.
Contradicción
Para que el director de una unidad educativa alcance óptimos resultados
académicos y su gestión sea eficaz, debe ejercer un tipo de liderazgo centrado en
el aprendizaje, no obstante, comúnmente se ejerce un liderazgo administrativo,
adquiriendo este último mayor relevancia dentro de las prioridades en el proceso
educativo.
Problema científico
¿Qué tipo de liderazgo educativo debe ejercer un director para fomentar y lograr
una gestión de calidad en una unidad educativa?
Objetivo de la investigación
Determinar el tipo de liderazgo más eficaz que debe ejercer el Docente Directivo
para mejorar los resultados académicos de sus estudiantes y lograr una gestión
directiva de calidad en la comunidad educativa que lidera.
Tareas Científicas:
• Estudiar los tipos de liderazgo ejercidos por diferentes instituciones que
hayan tenido altos resultados en pruebas estandarizadas.
• Realizar un análisis histórico de los tipos de liderazgo que se han llevado a
cabo en nuestro país y sus respectivos resultados.
• Hacer una revisión de los estudios hechos por Instituciones internacionales,
a algunas escuelas y las variables que influyeron en sus resultados.
• Conceptualizar el liderazgo educativo aplicado en nuestro sistema
educativo.
• Definir de manera teórica los tipos de liderazgos educativos que, a nuestro
parecer, en el sistema educativo actual.
• Proponer la definición de un Perfil con 10 Competencias que debe tener un
líder educativo para dar respuesta a la demanda de nuestra sociedad y
alcanzar estándares de calidad en su gestión.
II.4. Metodología
Todos los criterios anteriormente señalados dan cuenta del interés por evaluar las
competencias directivas al interior de la institución educativa que se está
midiendo. Dentro de nuestro ámbito de estudio, nos resulta particularmente
relevante la gran variedad de afirmaciones relacionadas con la gestión del
director/a o del equipo directivo en general, sujetas a la evaluación de los
docentes. Así, el profesor se enfrenta a la siguiente pregunta: ¿Cuán de acuerdo
está Ud. con las siguientes afirmaciones relacionadas con el director o directora de
este establecimiento? Luego encuentra las siguientes afirmaciones a las que debe
responder según se señaló anteriormente:
-Creo que el director o directora de este establecimiento hace bien su trabajo.
-Siento que puedo confiar en el director o directora de este establecimiento.
-Creo que las decisiones que el director o directora toma están bien orientadas
para enfrentar los desafíos de este colegio.
-Es efectivo y oportuno en resolver los problemas de este establecimiento.
-Otros. (Ver anexos con los cuestionarios completos)
En los años 2000 y 2001 se aplicó un cuestionario para Directores que contenía
preguntas relativas a características personales, formación profesional, gestión y
administración, proyecto educativo, plan y programa de estudio, entre otros. En la
base de datos del MINEDUC no es posible encontrar los resultados de esos
cuestionarios. Resulta muy penoso que no se haya seguido implementando esta
evaluación a pesar de que, a nuestro juicio, resulta de gran importancia para
orientar la gestión del director hacia mejores prácticas de mayor eficacia e impacto
en los resultados académicos y permite identificar la mantención de malas
prácticas. La percepción que tienen los docentes sobre sus líderes no deja de ser
importante, así como también la percepción de todos los miembros de la
comunidad.
Los resultados de la Prueba PISA, aplicada por la OCDE a sus países miembros y
a otros países socios de dicho conglomerado, permiten conocer el nivel de
desempeño académico de acuerdo a los estándares de calidad internacionales.
Entre los países participantes de la medición se encuentran varios
latinoamericanos además de Chile, como Argentina, Colombia, Panamá, Perú y
Uruguay. En Chile se utilizó una muestra de 200 establecimientos distribuidos a lo
largo de todo el país, con un total aproximado de 5.500 estudiantes de 15 años. El
objetivo de la prueba es medir, en forma comparativa, las habilidades de los
jóvenes para usar sus conocimientos y destrezas con que enfrentar los desafíos
en la vida real. Las pruebas cubren temas en las áreas de lectura, matemáticas y
ciencias.
Hay diversos otros estudios realizados a partir de los resultados de las pruebas
PISA y todas concluyen en la importancia que reviste un buen liderazgo de los
directores de escuela en el desempeño de sus estudiantes. Para algunos su
influencia es considerada más bien indirecta debido a que sus acciones se
realizan fuera de la sala de clases, identificando cuatro principales formas por las
cuales los líderes cumplen esta tarea: apoyando y desarrollando la calidad
docente, definiendo metas y midiendo el progreso, administrando recursos,
estratégicos, y buscando la colaboración de socios externos.
El año 2010, la Fundación Chile realizó un estudio cuyo objetivo general era
“Conocer en profundidad las características de la dirección escolar en Chile, con el
fin de explorar la relación entre liderazgo educativo, el trabajo docente y los
resultados de los estudiantes”. Esta investigación se llevó a cabo durante más de
dos años, contemplando fases de investigación cualitativa y cuantitativa. Se
establece la relación entre los distintos criterios y prácticas según el Marco para la
Buena Dirección en las dimensiones: Establecer Dirección, Desarrollar personas,
Rediseñar la organización y Gestionar la Instrucción. (*Ver anexo).
En general la evaluación es muy favorable, pero es importante destacar que
aquella dimensión relacionada con los aprendizajes de los estudiantes es la más
débil, aun cuando los estudios señalan que la gestión instruccional o pedagógica
es la que más incide en los proceso de enseñanza y aprendizaje.
Es interesante también señalar la importancia del jefe de unidad técnica, quien
también ejerce un liderazgo en la escuela, este estudio señala que las prácticas
mejor evaluadas en este directivo son la atención y apoyo individual a los
docentes y la entrega de un modelo adecuado, correspondientes a la dimensiones
de Desarrollar personas.
Se destacan las siguientes prácticas como las que reciben las evaluaciones más
bajas:
Por otro lado, el estudio señala que existe una relación positiva entre las prácticas
directivas y los resultados SIMCE, por lo tanto, escuelas con mejores prácticas
directivas tienden a lograr mejores resultados en estas evaluaciones.
Se destaca que existe una actitud defensiva y con baja autocritica, coincidente en
el personal docente y directivo de los establecimientos estudiados, frente a
situaciones de evaluación asociadas al Mineduc. Este es percibido como un ente
controlador, lo que afecta la veracidad de la información entregada por los actores
en las diversas preguntas que se les hacen. Esto se ve afectado aún más por
cierto desconocimiento y desvalorización de las herramientas y dispositivos de
gestión y apoyo que ofrece el Ministerio y por la poca confianza en la continuidad
de las estrategias implementadas que manifiestan tener los docentes y directivos
de muchos de los establecimientos consultados para este estudio. Al analizar las
prácticas de liderazgo que diferencian los directores que obtienen buenos
resultados de aprendizaje de los que no lo consiguen, es posible establecer una
tipología que reconoce cuatro estilos de liderazgo. Los primeros dos, participativo
y autoritario están asociados a buenos resultados académicos. Los otros,
externalizador y centralista se encuentran más vinculados a malos resultados de
aprendizaje.( “Situación del Liderazgo Educativo en Chile, Universidad Alberto
Hurtado. 2008))
En síntesis, esta investigación concluye que los directores que obtienen mejores
resultados académicos con sus estudiantes tienen su foco en el aprendizaje de
manera evidente. Todas sus acciones se concentran en asegurar y apoyar los
procesos pedagógicos siempre orientados al mejoramiento de los niveles de
rendimiento escolar. Están abiertos al cambio y a la innovación de nuevas
metodologías y modelos de gestión. Dirigen a su organización de manera
articulada con su PEI.
Los resultados de cualquier gestión directiva por eficiente que ésta sea dependen
al final de cuentas de cuánto influya el director como un buen líder en las acciones
que realiza el profesor al interior de la sala de clases. De acuerdo con el estudio
comisionado por la Wallace Foundation (Leithwood, Seashore, Anderson y
Wahlstrom, 2004), el desempeño de los docentes sería una función de sus
motivaciones y de sus habilidades, así como también de las condiciones en las
cuales desarrollan su trabajo. El rol que cabe al liderazgo directivo pasa por
comprometerse y ejecutar prácticas que promuevan el desarrollo de estos tres
elementos recién mencionados. Leithwood y Beatty (2007) señalan que un buen
desempeño docente no ocurre cuando se combina alta motivación con baja
habilidad, o alta habilidad y baja motivación. Del mismo modo, tampoco se
esperaría un buen desempeño cuando hay una alta motivación y habilidades pero
un ambiente de trabajo disfuncional, incluso sería esperable que este último
hiciera decaer los altos niveles iniciales de motivación y habilidad.
En Chile, los directores de escuela han sido una prioridad históricamente débil de
la política educacional. Sin embargo, en los últimos años, distintas modificaciones
legislativas han realzado su rol y ampliado sus funciones y atribuciones en los
planos pedagógico, administrativo y financiero (Liderazgo Directivo y Resultados
de los Estudiantes: Evidencia a partir de la Asignación de Desempeño Colectivo
Un análisis de las cortes 2005-2008* María Paola Sevilla Buitrón).
Luego de estas palabras, solo nos queda señalar que es necesario definir cuál
será el sentido de las escuelas en nuestro país. Nos encontramos frente a dos
aspectos inseparables dentro de la dinámica de cualquier organización, por un
lado la estructura y por el otro la función dentro del sistema. ¿Cuál de ellas define
a la otra?
El director de escuelas, como líder administrativo: tiene que estar preparado para
asumir los nuevos roles y los nuevos retos que los cambios de paradigma han
creado en la administración educativa; pero sobre todo, el director debe entender
que su capacidad como líder dependerá en gran medida de la forma en que lleve
a cabo las gestiones administrativas. Deberá hacer todo lo que esté en sus manos
para destacarse como un buen líder administrativo. De esta forma, el director de
escuelas tendrá todo el respaldo de los compañeros de la comunidad de
aprendizaje y se reconocerá como un líder participativo, eficiente, justo, y sobre
todo, exitoso.
El director de escuela, como líder del desarrollo docente: debe aprender a trabajar
con los profesores que tiene, generando reales y nuevas oportunidades para su
desarrollo y perfeccionamiento. Además de la creación de instancias de trabajo
colaborativo, innovación y construcción de nuevas oportunidades de aprendizaje.
Liderazgo Directivo, propuesta de tesis:
IV. CONCLUSIONES.
Se requiere un enfoque de redes, potenciando la labor de los establecimientos
escolares con aquella que se realiza en otros similares o cercanos, y creando
oportunidades para que los directivos aprendan unos de otros, fortaleciéndose en
el intercambio de conocimientos y experiencias, y confiando en el aprendizaje
entre pares.
La política educativa en el país debe asumir que sólo directivos con un fuerte y
decidido liderazgo centrado en el aprendizaje de los estudiantes podrán romper la
inercia y generar, en cada escuela y liceo, dinámicas a favor de la calidad.
V.BIBLIOGRAFÍA.
VI.ANEXOS.