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NOMBRE DEL ALUMNO: Samuel Moreno Robayo.

CARRERA: Maestría en Educación.

NOMBRE DEL CATEDRÁTICO: Mtra. Alma Roció Meza Delgado González.

NOMBRE DE LA SIGNATURA: Liderazgo y Gestión Educativa

NOMBRE DE LA ACTIVIDAD: Actividad 2. “Funciones y rasgos del liderazgo


pedagógico en los centros de enseñanzas”

FECHA DE PRESENTACIÓN: del 24 al 30 de Marzo del 2019.

INTRODUCCIÓN

El presente documento, propone un reporte de lectura, acerca de las


“Funciones y rasgos del liderazgo pedagógico en los centros de enseñanzas”del
autor Guillermo Rodríguez-Molina.el cual se pregunta quiénes son los líderes,
los procedimientos de acompañamiento o supervisión, describiendo los
momentos de retroalimentación y autoevaluación.

Entre el contexto se logra establecer que el liderazgo se expresa mediante un


estilo de toma de decisiones que asume, impulsa y desarrolla una nueva cultura
en las Instituciones. El liderazgo del equipo directivo y singularmente de su
director, se convierte en el agente más determinante para diseñar y desarrollar
programas que mejoren las organizaciones educativas.

LAS FUNCIONES Y RASGOS DEL LIDERAZGO PEDAGÓGICO EN LOS


CENTROS DE ENSEÑANZAS

Gestión y función del líder pedagógico

Hoy, cuando la sociedad contemporánea coloca su prioridad en la Educación y


el objetivo de esta, según Mogollón, (2006) es formar un “hombre crítico y
apto para convivir en una sociedad, que participe activamente en los procesos
de transformación social”, y el valor agregado que tiene para una nación es el
desarrollo del capital humano.

La educación dentro del contexto contemporáneo se evidencia en el desarrollo


de la sociedad del conocimiento o de la innovación, cuyos logros tienen su
expresión más directa y palpable en los resultados de los aprendizajes de los
estudiantes, toda vez que se incrementan los mecanismos que permiten
evidenciar la efectividad de la educación.

Liderazgo pedagógico

Se entiende como el norte de la bitácora en la mejora de los aprendizajes de los


estudiantes. La gestión administrativa, que ocupa la mayor parte del tiempo
habitual de los directivos, se subordina a la dirección pedagógica. Toda una
tradición ha contribuido, por el contrario, a que quien asuma la dirección escolar
tenga como funciones ser delegado de la administración y responsable del
cumplimiento de la normativa (como propone ahora, en una vuelta al pasado, la
LOMCE); cuando en los países mejor situados a nivel internacional, tiene un
papel más profesional de liderazgo pedagógico. Si bien una cosa es dedicarse
todo el día a asuntos de gestión, en otros muchos casos son complementarios:
no puede haber buen liderazgo sin tener asegurada una buena gestión.

El liderazgo directivo es uno de los factores escolares más importantes en el


aprendizaje de los estudiantes (Leithwood, Harris & Hopkins, 2008). Asimismo,
la “investigación empírica ha producido diversos modelos de prácticas de
dirección y liderazgo educativo, y reportado la existencia de un repertorio de
prácticas que son realizadas por la mayoría de los directivos líderes que tienen
éxito en sus escuelas” (Day, 2007, en López-Gorosave, Slater & García-
Garduño, 2010, p. 33).

La dirección escolar desempeña un relevante papel en la escuela que funciona


bien. En particular cuando, en lugar de limitarse a la gestión, se centra en hacer
de la escuela proyecto de acción colectiva al servicio de proporcionar la mejor
educación para todos. En un contexto de mayor autonomía de las escuelas y,
paralelamente, mayor responsabilidad por los resultados, se precisa una
articulación pedagógica que tiene que ir más allá de las habituales funciones de
gestión. Inicialmente, sin embargo, estas nuevas perspectivas suelen generar
resistencias por parte de los directivos, que ven ampliadas sus funciones y
responsabilidades, como por el profesorado, que ven invadidas sus prácticas
individualistas. Por ello, la calidad de las escuelas va a depender en gran
medida de la competencia, dedicación y estilo de liderazgo del equipo directivo
(Álvarez, 2001, en Cuevas & Díaz, 2005), compuesto por el director o rector, el
vicerrector académico, el coordinador académico o el jefe técnico pedagógico;
este último ocupa un lugar preferente en los programas de política educativa.

Tareas del líder pedagógico

Las experiencias vividas por el líder pedagógico en instituciones exitosas de


acuerdo con un estudio del Ministerio de Educación (Mineduc, 2008 a), en los
siguientes procedimientos y acciones que realizan en las instituciones
educativas:

 Ajustan estilo a las necesidades (contexto), se adecuan diversos estilos.


 Son buenos para gestionar y liderar cambios en la institución en su
disciplina.
 Son buenos administradores y ejecutores de tareas más concretas y
prácticas.
 Autocríticos (les resulta más fácil diagnosticar y resolver).
 Más rigurosos y controladores (supervisan, evalúan, hacen seguimiento
al trabajo docente).
 Más progresistas, innovadores, dispuestos al cambio, aceptan desafíos,
preocupados por la actualización, renovación, etc.
 Mayor proyección o visión de futuro (visión de contexto, planificación,
organización).

Según Balzán, la tarea del líder pedagógico se establece en tres dimensiones:


planificador, organizador y evaluador.

DIMENSIONES DEL LIDER PEDAGÓGICO


PLANIFICADOR ORGANIZADOR EVALUADOR
Se determinan objetivos Se orienta el trabajo, las Se verifica lo planeado y
de calidad actividades a realizar, organizado
jerarquiza
Se decide qué hacer, Asignación de Se reorienta el proceso
cómo hacerlo, cuándo actividades a los de acuerdo a los
hacerlo y quién. diferentes miembros de resultados de la
la comunidad educativa evaluación
Se establecen las Establece la estructura Se verifican si las metas
metas: eficaz, eficiente, funcional de la si se alcanzaron eficaz y
institución educativa eficientemente
Se determinan los Ordena los elementos Se realiza de forma
problemas y las que intervienen para el permanente
soluciones más viables acompañamiento
pedagógico

Se resalta el rol de la gestión directiva del currículo y el impacto de la formación


del directivo como líder pedagógico y generador de una cultura de colaboración,
que ha de avanzar en:

La competencia de gestión, básica para encamina al Centro hacia el logro de


los objetivos de mejora del programa con la implicación y el convencimiento del
líder.
La competencia de carácter humano, representada por los auténticos valores
de la acción del directivo, que se identifica como líder, cabeza de la cultura
innovadora y receptivo ante lo que le puedan aportar sus colaboradores,
actuando con la empatía, sensibilidad, afán de veracidad, honestidad y don de
gentes.

La competencia técnica, requiere al Director del Centro una nueva cultura de


disposición a la mejora que consolide la visión del centro como transformador,
actuando de modo integrado e institucional, con un conocimiento profundo de
los modelos y los programas de diversidad educativa.

Supervisión pedagógica

El concepto supervisar en educación históricamente fue entendido como una


acción de fiscalización marcada de autoridad sobre el personal supervisado; sin
embargo, ha evolucionado entendiéndose como un proceso único e integral,
cuya acción va dirigida a asesorar, ayudar, apoyar, a compartir, a contribuir
para que el docente en servicio progrese en su propia formación y en el mejor
desempeño del quehacer pedagógico, que le faciliten el desarrollo de los
aprendizajes y el logro de los objetivos educacionales.

Existen modelos de supervisión en educación, donde uno de ellos se


caracteriza por tener categorías como: inspección, tecnológico, clínico y crítico,
este último con un gran auge entre las instituciones educativas y su parámetros
están conformados por cuatro elementos:

La confrontación, para determinar las causas, razones y concepciones que


apoyan las teorías, y, finalmente, la reconstrucción, que determina cómo se
cambia o hace en forma eficiente la supervisión o acompañamiento (Angulo,
1999, en Mogollón, 2006). Este modelo se centra en la acción del supervisor-
supervisado o acompañante-acompañado y su tarea, que influyen en las
prácticas del aula

Otro modelo de supervisión escolar es el “democrático y centrado en lo


pedagógico: la supervisión ampliada” Tiene acción y aporta a los ámbitos de:

 La evaluación de los aprendizajes y de la misma institución, y sus


procesos de cambio.
 Liderazgo pedagógico y transformacional.
 La inclusión de estrategias de orientación al estudiante.
 La formación de equipos de trabajo.

Acompañamiento pedagógico
Se entiende el acompañamiento como un proceso relacionado con el ayudar sin
invadir al otro, con el fin de caminar juntos hacia metas colectivas.
Etimológicamente, la palabra acompañamiento proviene del latín cumpanis que
significa compartir tu pan, es decir “tu experiencia y la mía a la luz del
aprendizaje mutuo” (MEN, 2009). La metáfora del “ir juntos”, permite
comprender el acompañamiento como una mediación que revitaliza y recupera
el quehacer educativo en comunidad y otorgar sentido a la acción docente. “Ir
juntos” entonces significa escuchar, enlazar para construir en lo colectivo y
poder transformar desde allí las prácticas en la escuela. Acompañar implica
también recuperar el saber de la experiencia, entendido como un saber de la
alteridad (Skliar y Larrosa, 2009), un saber que acepta la sorpresa del otro, de
la otra, de lo otro del mundo, y que se interroga por sus necesidades y sentidos,
y por lo adecuado de la relación (Van Manen, 2003).

Procedimientos en el acompañamiento

El acompañamiento pedagógico es un proceso sistemático y permanente,


mediado por el acompañante, quien interactúa con el docente participante para
promover la reflexión crítica sobre su práctica, el descubrimiento de los
supuestos teóricos que están detrás de ella, evaluar su pertinencia al contexto
sociocultural y arribar a la toma de decisiones de los cambios necesarios para
una transformación y mejora constante, promoviendo de esta manera el logro
de aprendizajes en una perspectiva integral. El acompañamiento pedagógico
busca fortalecer el desarrollo personal del docente, a partir de procesos
vivenciales que permitan el fortalecimiento de la autoestima y la mejora de sus
actitudes para una relación asertiva con sus pares y estudiantes, generando un
clima institucional adecuado para la convivencia escolar.

Los procedimientos ofrecen un soporte técnico y afectivo (emocional, ético y


efectivo) para impulsar el proceso de cambio en las prácticas del docente. Está
centrado en el desarrollo de las competencias de los docentes a partir de la
asistencia técnica, el diálogo y la promoción de la reflexión del maestro sobre su
práctica pedagógica y de gestión de la escuela.

CONCLUSIONES

Podemos concluir, que la gestión y la calidad de la educación coinciden en


señalar la importancia del liderazgo para una dirección de calidad en los centros
educativos. El director, como principal responsable de la gestión escolar,
cumple un papel central al articular, conducir y facilitar una serie de procesos al
interior de la escuela. La calidad de las escuelas depende de la calidad del
equipo directivo, en tanto sus miembros ejerzan un liderazgo eficaz, que influya
en las motivaciones, capacidades y condiciones de trabajo de los docentes,
quienes, a su vez, moldearán la práctica pedagógica en las aulas y, por
consiguiente, los aprendizajes de los estudiantes (Barber y Mourshed 2008;
Pont, Nusche y Moorman 2008). En la gestión escolar, existen dos tipos de
liderazgo que se diferencian por su función: uno orientado hacia la
administración de los centros educativos, y otro centrado en los aspectos
curricular y pedagógico (Rodríguez-Molina 2011).

El liderazgo administrativo consiste en que el director se hace cargo de la fase


operacional de la institución educativa, lo que conlleva las responsabilidades
referidas a la planificación, organización, coordinación, dirección y evaluación
de todas las actividades que se llevan a cabo en la escuela.

Los directivos deben servir de guía y apoyo a la labor del maestro, compartir y
poner su experiencia a disposición del quehacer pedagógico, de manera que se
genere una articulación real entre los distintos niveles de enseñanza, entre los
sectores de aprendizaje, en relación al uso de recursos pedagógicos, métodos,
formas de enseñanza, estructura de clases, normalización, ambiente de
aprendizaje y planificación entregando retroalimentación inmediata, de manera
de que genere un estándar para la organización, asegurando la instalación de
prácticas pedagógicas y aprendizajes en el mediano y largo plazo para los
estudiantes.

BIBLIOGRAFÍA

El Liderazgo y La Nueva Ciencia. Margaret Wheatley. (Libro). Editores Granica.

Leithwood, K., Harris, A. & Hopkins, D. (2008). Seven strong claims about
successful school leadership. School Leadership & Management, 28 (1), 27-42.

López-Gorosave, G., Slater, C. & García-Garduño, J. M. (2010). Prácticas de


dirección y liderazgo en las escuelas primarias públicas de México. Los
primeros años en el puesto. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y
Cambio en Educación, 8 (4), 32-49. Recuperado el 23 de septiembre de 2010
de: http://www.rinace.net/reice/numeros/arts/vol8num4/art2.pdf. Consultado el
23-09-2010.

Rodríguez-Molina, G. (2011). Funciones y rasgos del liderazgo pedagógico en


los centros de enseñanza.
http://educacionyeducadores.unisabana.edu.co/index.php/eye/article/view/1921/
2510

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