Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA


PSICOLOGÍA A DISTANCIA

UNIDAD III. LA PSICOLOGÍA Y LA CONDUCTA


ANTISOCIAL
INFOGRAFÍA

GRANADOS VILLAGRÁN MONTSERRAT – 312091790

MÓDULO 0305: EL CAMPO APLICADO DE LOS PROCESOS


SOCIOCULTURALES
DOCENTE: MTRO. DANIEL ALEJANDRO IBAÑEZ CASTILLO
GRUPO: 9344

JUEVES 18 DE ABRIL DE 2024


1

Introducción
De forma general se considera que la adolescencia es periodo crítico dentro
del ciclo vital del ser humano, representando también el inicio e incremento de los
problemas en el comportamiento, concretamente en el antisocial y delictivo
(Sanabria y Uribe, 2009). En este mismo sentido, es importante señalar de acuerdo
con García (2011) y Sanabria y Uribe (2009), que si bien las conductas antisociales
pueden ser consideradas como normales y adaptativas en ciertas edades del
desarrollo en el menor y no representan una significación clínica o social, cuando
éstas perduran y se presentan de manera extrema sobre todo en la adolescencia,
pueden tomarse como predictoras de la existencia de un desajuste psicológico,
individual y social; al final, la antisocialidad es un fenómeno complejo, evolutivo y
multicausal que tienen que ver con una interacción recíproca entre factores
ambientales y rasgos personales, siendo estos factores clave para su comprensión,
orientación y resolución (Martínez-Otero y Gaeta, 2024).

Como tal, la conducta antisocial durante las diferentes etapas del desarrollo
representa un objeto de gran interés y preocupación para distintos ámbitos
científicos como la psicología, sociología, psiquiatría, pedagogía y criminología; lo
anterior tiene que ver con que la presentación de este comportamiento e incluso
conductas delictivas en menores tiene grandes repercusiones, tanto a nivel
individual y familiar como social (Martínez-Otero y Gaeta, 2024). De forma
específica, la criminología, en su convergencia con la psicología, se encarga de
estudiar la conducta considerada como anormal, desviada o psicopatológica; se
ocupa del diagnóstico y pronóstico de la conducta del criminalizado mediante una
visión biopsicosocial (Rojas, 2006).

A continuación, se presenta una infografía que busca ayudar, por medio de


una visión tanto ilustrativa como informativa, a comprender la conducta antisocial
como tal, así como cómo es que la criminología y la aplicación de los programas,
tanto de prevención como de intervención, puede contribuir en este aspecto.
2
3

🔗 Enlace de la infografía:
https://www.canva.com/design/DAGCcLwun64/jTbFg-
hETIFMLaoIFUdQrA/edit?utm_content=DAGCcLwun64&utm_campaign=designsh
are&utm_medium=link2&utm_source=sharebutton

Conclusión
En la actualidad es bien sabido que, en México, las conductas antisociales,
y sobre todo las relacionadas con la delincuencia, han aumentado de manera
preocupante en los últimos años: ‘‘Un estudio llevado a cabo en la Ciudad de
México con más de 10,000 estudiantes de nivel medio y medio superior reveló un
incremento en este tipo de comportamiento en los jóvenes, y la tasa fue mayor en
las mediciones hechas entre 2000 y 2003’’ (Galvanovskis, 2011, citado en Espinoza,
2019, p. 28).

En este sentido, lo abordado con anterioridad respecto a la incidencia de la


criminología en sus distintas vertientes (sociológica, psiquiátrica y sobre todo la
psicología criminológica) sobre la intervención y prevención de la presentación de
un comportamiento antisocial cobra gran relevancia, ya que como sabemos el costo
de la violencia y la delincuencia en nuestro país es muy alto, ya que implica y una
desintegración dentro del ambiente personal de quién lo experimenta, pero también
una daño irreversible dentro de la misma sociedad.

Es por esto que considero que el papel del psicólogo en el ámbito criminal
es de suma importancia, ya que es solamente a través de la educación prosocial y
una intervención y prevención temprana que podremos generar un cambio en esta
problemática que acontece en nuestra sociedad actualmente; esta educación y
actuar para promover el bienestar y la convivencia, tiene que ver sí con un ambiente
institucionalizado, pero también con el ámbito familiar, ya que se puede generar un
gran cambio, por medio de un cuidado orientado a brindar protección, atención y
afecto, ya que muchas veces estos problemas conductuales agresivos se gestan
dentro del hogar en etapas tempranas por una falta de información e instrucción;
4

en definitiva, es verdad que recae en el psicólogo una enorme responsabilidad en


este sentido, ya que como vimos su actuar puede significar una mayor influencia y
posibilidad de cambio, aunque primero es crucial tomar consciencia al respecto y
creer en que puede suceder una transformación real por medio de un trabajo
conjunto y recíproco, entre los profesionales (de las ciencias sociales, de la salud y
la educación) y la sociedad.

Referencias:

Andújar, M. (2011). Conductas antisociales en la adolescencia. [Tesis de Maestría].

Universidad de Almería. https://en.zlibrary-mx.se/dl/19239110/47524f

Bartol, C. y Bartol A. (2017). Comportamiento criminal. Una perspectiva psicológica.

Pearson. https://america.org.ve/wp-

content/uploads/2020/10/Comportamiento-Criminal-Una-Perspectiva-

Psicoloigica.EMdD-1.pdf

Espinoza, E. (2019). Influencia de los rasgos temperamentales en conductas

antisociales delictivas que presentan los adolescentes del municipio de

Tejupilco. [Tesis de Licenciatura]. Universidad Autónoma del Estado de

México.

http://ri.uaemex.mx/bitstream/handle/20.500.11799/99886/eliseo%20esp%2

0psio.pdf?sequence=1&isAllowed=y#:~:text=Conducta%20antisocial%20es

%20considerada%20como,se%20les%20exige%20responsabilidad%20pen

al
5

García, R. (2011). Trastornos de la conducta. Una guía de intervención en la

escuela. Gobierno de Aragón. Departamento de Educación, Cultura y

Deporte. https://www.psie.cop.es/uploads/aragon/Arag%C3%B3n-

trastornos-de-conducta-una-guia-de-intervencion-en-la-escuela.pdf

Henao, G. (2011). La agresividad infantil: una propuesta de intervención y

prevención pedagógica desde la escuela. Revista Virtual Universidad

Católica del Norte, (33), 1-20.

https://www.redalyc.org/pdf/1942/194218961016.pdf

Martínez-Otero, P. y Gaeta, G. (2024). Abordaje educativo de los comportamientos

antisociales en adolescentes. Revista Iberoamericana de Educación, 94(1),

179-192. https://rieoei.org/RIE/article/view/6214/4797

Mulero, H. (2014). Terminó crimipedia: comportamiento antisocial. Universitas. pp.

https://crimipedia.umh.es/files/2015/07/Comportamiento-antisocial.pdf

Rojas, G. (2006). Psicología, criminología y delito: una visión panorámica. Ratio

Juris, 2(4), 97-106. https://www.redalyc.org/pdf/5857/585761346009.pdf

Sanabria, A. y Uribe, R. (2009). Conductas antisociales y delictivas en adolescentes

infractores y no infractores. Pensamiento psicológico, 6(13), 203-218.

https://www.redalyc.org/pdf/801/80112469014.pdf

Soria, V. (2005). La Psicología criminal: desarrollo conceptual y ámbitos de

aplicación. En Soria, V. y Sáiz, R. (coords.), Psicología criminal (pp. 25-58).

https://www.scenacriminis.com/wp-content/uploads/2021/03/Psicologia-

criminal-Miguel-Angel-Soria-Verde-1-Ed.pdf

También podría gustarte