1.

La detentacion de poder:
En este texto, Martín-Baró explora cómo la detentación de poder se manifiesta a través de
la moralidad y el control social. La detentación del poder se refiere al ejercicio del poder
por parte de las clases dominantes para mantener su posición privilegiada y controlar a las
clases subordinadas.

Primero, Martín-Baró señala que las clases dominantes imponen sus valores morales a la
sociedad a través de instituciones como la familia, la escuela, la iglesia y los medios de
comunicación. Estas instituciones actúan como mecanismos de control al definir qué se
considera "bueno" y "malo".

Además, la transgresión de estas normas morales genera sentimientos de culpa y vergüenza

en los individuos, lo que los lleva a conformarse a las expectativas sociales impuestas por
las clases dominantes. Esto contribuye a mantener el status quo y a perpetuar el poder de
estas clases.

Para reprimir cualquier disidencia moral, las clases dominantes recurren a la violencia, la
censura y la discriminación. Estos mecanismos aseguran que aquellos que desafían las
normas establecidas sean silenciados o castigados.

Martín-Baró también proporciona ejemplos concretos de cómo se manifiesta esta

detentación de poder a través de la moralidad y el control social. Por ejemplo, la religión ha
sido históricamente utilizada para legitimar el poder de las clases dominantes y controlar a
la población. Del mismo modo, el patriotismo se emplea para fomentar la obediencia al
Estado, incluso cuando sus intereses no coinciden con los del pueblo.

Además, la moral sexual tradicional ha sido utilizada para controlar la sexualidad de las
mujeres y mantenerlas en una posición subordinada, reflejando cómo las normas morales
pueden ser instrumentalizadas para perpetuar el poder de ciertos grupos sobre otros.

Concluyendo, Martín-Baró argumenta que la detentación del poder está estrechamente

relacionada con la moralidad y el control social, ya que las clases dominantes utilizan estos
mecanismos para mantener su posición privilegiada y reprimir cualquier desafío a su
autoridad.
 2. Socializacion moral:

La socialización moral es un proceso fundamental en la formación de los individuos dentro

de una sociedad. Consiste en la internalización de las normas y valores sociales que rigen el
comportamiento humano en una comunidad específica. Este proceso comienza en la
infancia y se extiende a lo largo de toda la vida, influyendo en la forma en que las personas
interactúan y se relacionan con su entorno social.

Para comprender la socialización moral, es importante destacar tres elementos clave:

Primero, la interiorización de normas. Los individuos aprenden a comportarse de acuerdo

con las normas sociales establecidas, incluso cuando no hay una supervisión externa. Esto
significa que, a medida que crecemos, internalizamos las reglas y expectativas de nuestra
sociedad, lo que influye en nuestras acciones y decisiones cotidianas.

Segundo, el sentimiento de culpa. Cuando un individuo transgrede estas normas sociales,

experimenta un sentimiento de culpa que lo motiva a ajustar su comportamiento para
alinearse con las expectativas sociales. Este sentimiento de culpa actúa como un
mecanismo de control interno que promueve la conformidad con las normas establecidas.

Y tercero, el desarrollo de la conciencia. La socialización moral contribuye al desarrollo de

la conciencia individual, permitiendo a las personas evaluar sus propias acciones y las de
los demás desde una perspectiva moral. Esta conciencia moral les ayuda a discernir entre lo
que está bien y lo que está mal según las normas sociales de su comunidad.

En resumen, la socialización moral es un proceso continuo en el que los individuos

internalizan las normas y valores de su sociedad, desarrollan un sentido de responsabilidad
moral y aprenden a comportarse de acuerdo con las expectativas sociales. Este proceso es
fundamental para la cohesión y el funcionamiento de la sociedad, ya que establece las bases
para la convivencia pacífica y el respeto mutuo entre sus miembros.