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TEMA 4

LA SOCIEDAD

1.-La Sociedad Concepto


2.-Organización Y Desorganización social.
3.-Sociología Criminal.
4.-Desviación social y criminalidad como fenómeno
social.
5.-Factores sociales: Político, cultural, económico,
educativo y ecológico.

DESARROLLO
La Sociedad es un término que describe a un grupo de individuos marcados por una cultura en común,
un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus costumbres y estilo de vida y que se
relacionan entre sí en el marco de una comunidad. Aunque las sociedades más desarrolladas son las
humanas

Las sociedades de carácter humano están constituidas por poblaciones donde los habitantes y su
entorno se interrelacionan en un contexto común que les otorga una identidad y sentido de pertenencia.
El concepto también implica que el grupo comparte lazos ideológicos, económicos y políticos. Al
momento de analizar una sociedad, se tienen en cuenta aspectos como su nivel de desarrollo, los logros
tecnológicos alcanzados y la calidad de vida.

Es importante señalar que La sociedad existe desde que el hombre comenzó a poblar el planeta, aunque
su forma de organización sufrió variaciones a lo largo de la historia.

Organización Social
La organización social es un sistema inserto en otro más amplio,
que es la sociedad y con la cual interactúa; en otras palabras, es
toda aquella agrupación de personas que se establece a partir de
elementos compartidos, ideas en común, formas similares de ver
al mundo. Las organizaciones sociales existen desde el momento
en el que el ser humano empezó a vivir en sociedad.
Una de las características principales de la organización social es la de contar con un grupo de personas
que compartan elementos en común, intereses y valores similares o formas de actuar ante determinadas
situaciones. Al mismo tiempo, las organizaciones sociales se establecen siempre con un fin, por
ejemplo cambiar la realidad que rodea a sus miembros, aportar discusiones sobre determinados temas o
simplemente compartir un momento específico.

Desorganización Social
La desorganización social es una teoría sociológica que plantea la
influencia que tiene el vecindario en el que se cría una persona en
la probabilidad de que esta cometa crímenes. Fue desarrollada por
la Escuela de Chicago y es considerada una de las teorías
ecológicas más importantes de la sociología.

Según esta teoría, las personas que cometen crímenes se ven influenciadas por el entorno que los rodea,
incluso más de lo que son afectadas por sus características individuales. Es decir, el lugar donde viven
es más importante que su personalidad para determinar qué tan propensa es una persona a cometer un
crimen. La teoría infiere que hay diversos factores ecológicos presentes en ciertas comunidades que
afectan negativamente a los individuos. Entre estos factores están la gran cantidad de alumnos que no
terminan la secundaria, el desempleo, el deterioro de las viviendas y el abandono de los padres. En
1942 dos autores de la Escuela de Criminología de Chicago —llamados Henry McKay y Clifford
Shaw— desarrollaron la teoría definitiva de la desorganización social como producto de sus
investigaciones. Esta es una teoría relacionada principalmente con el estudio de los crímenes, y se usa
para predecir dónde puede ocurrir un crimen de acuerdo con el tipo de vecindario.

Según ambos autores, los lugares en donde más comúnmente se llevan a cabo los crímenes sus
habitantes suelen ser de etnicidades variadas, existe un alto nivel de pobreza y las condiciones de salud
son precarias. De acuerdo con los resultados de sus estudios, Shaw y McKay afirmaron que el crimen
no es reflejo de acciones individuales, sino del estado colectivo de los individuos. Según esta teoría, los
crímenes son actos cometidos como respuesta a condiciones de vida anormales. Suele usarse como
herramienta para predecir la ubicación y prevención de violencia juvenil, mediante la localización de
ambientes que cumplan con las características dadas.
La desorganización social es un proceso de desintegración o ruptura de un determinado orden de
organización. Es el resultado de un debilitamiento de las normas vigentes entre los miembros del grupo
o de la sociedad. La desorganización social produce confusión e incertidumbre entre los miembros de
la sociedad, debido a que sus tradiciones van perdiendo vigencia y sus normas dejan de constituir una
guía de conducta válida y generalizada. En una sociedad desorganizada los individuos tienden a
sentirse desarraigados y “anómicos”. No obstante, la desorganización social se refiere al fracaso de los
organismos institucionales, a la desintegración de vínculos y controles que hacen que el equilibrio
social pueda o no mantenerse. Abarca varios fenómenos como el conflicto social, el conflicto de
culturas, el desajuste entre los medios y los fines socialmente aceptados, y otros tipos de
incompatibilidades y contradicciones, asumiendo a veces la forma de normas y valores que resultan
incompatibles o contradictorios. Cuando los hombres dejan de compartir valores esenciales, la sociedad
se enfrenta a un debilitamiento potencial de los vínculos que mantienen unidos a sus miembros.
Quienes no utilizan cauces aceptables a través de los cuales puedan intentar el mejoramiento de sus
condiciones, llegan a ser enemigos potencialmente explosivos del orden existente que además optan
por tipos de conducta desviada para conseguir sus objetivos. En la actualidad el ser humano busca
superarse cada vez más así mismo, pero no es así de fácil, por naturaleza el hombre necesita de otros
para satisfacer sus necesidades. Desde el nacimiento la mayoría tiene la fortuna de contar con alguien
que lo ayude a seguir adelante, pero esa persona que lo sustenta pertenece a un grupo llamado sociedad,
la cual a su vez tiene una cultura, costumbres, tradiciones, modos de pensar, valores y normas entre
otras.
SOCIOLOGÍA CRIMINAL
La Sociología Criminal es la ciencia, que tiene por objeto el
estudio del delito en cuanto al fenómeno social, así como el de los
factores sociológicos que intervienen en su producción. Ésta como
orientadora de la lucha de la sociedad contra el crimen , concreta
sus conclusiones en la necesidad de atacar las causas generales
que favorecen su desarrollo mediante métodos de política
preventiva a los

a los que Ferri llamó substitutivos penales como medios de prevención social, y que deben comprender
toda una serie de medidas de orden económico, político, administrativo, educativo y doméstico, que
puestas en práctica por los gobiernos conducirían a disminuir y atenuar el porcentaje y la crueldad de la
conducta sociopática y de los hechos delictivos
Hoy en día, la Sociología Criminal se interesa en dos vertientes:

1. El conjunto de principios derivados del estudio estadístico de la masa de fenómenos criminales,


conjugados con el psicológico de los casos concretos, que permiten el estudio del delito como hecho
social y en sus relaciones con los factores criminógenos; éstos, procedentes del mundo circundante,
gravitan sobre los individuos y los estimulan a delinquir.
2. Comprende también la determinación de los recursos preventivos político-sociales de los que los
Estados pueden valerse en su lucha contra la criminalidad.

DESVIACIÓN SOCIAL

Es el término usado para denotar la conducta que viola lo que un


agrupamiento espera normalmente de las personas de acuerdo a las
normas sociales, según Merton. La desviación social “es definida
normalmente como la conducta que viola normas y expectativas de
cualquier sistema social o modo de dominación y ante la cual éste
reacciona con un dispositivo de control específico”.

Se plantea la desviación como una consecuencia de la marginación y ésta, a su vez, propiciaría la


inadaptación social. El comportamiento de cada individuo se ve afectado por la estrecha relación que
mantiene con su entorno, por lo que son múltiples los factores que lo pueden dirigir hacia una conducta
desviada

“La desviación no es un asunto de definición o construcción social”, sino que va en dependencia de las
normas establecidas por cada sociedad, esto es, la definición de una conducta desviada es arbitraria.
Entender la desviación envuelve el estudio de quienes rompen las reglas y de quienes las formulan. Por
tanto, no se puede definir la desviación de manera precisa, sino que se trata de explicar tomando en
cuenta la situación específica a la que se aplica tal concepto. “Es importante, entonces, considerar cómo
cierta conducta se relaciona a las reglas sociales y cómo otros reaccionan a ésta”. La conducta
conforme o ajustada “es la norma en la mayoría de los grupos sociales e, incluso, los individuos que
están etiquetados como desviados usualmente se atienen, la mayor parte de sus vidas, a las reglas
formales e informales”. Contra ese nivel de conformidad es que se mide y se compara la desviación.

Para considerarse un comportamiento, atípico o no, como una desviación social, éste “tiene que
quebrantar o alterar un estándar establecido por un grupo”. Es decir, una vez un comportamiento se
aleje de la norma social, positiva o negativamente, se considera como una desviación. La desviación
positiva es aquella que aspira a alcanzar una conducta ideal como lo es el caso de un líder, nerd,
científico. A diferencia de esa, la desviación negativa se dirige hacia lo deprimente como lo es la
conducta de los criminales.

Existen tres tipos principales de desviación social negativa: la pura, la secreta y la falsamente
acusada. Primero, la desviación pura incluye la mayoría de los crímenes que infringen las leyes y son
considerados como desviados por la sociedad. La desviación secreta, según Howard Saul Becker, es
aquella conducta que viola las reglas, pero que está muy bien escondida que nadie la ve o si la ven, la
ignoran. Ésta es disfrazada por el consenso entre las partes o por el poder de la persona que comete el
acto. Por último, la desviación del falsamente acusado se centra en el rompimiento de reglas
informales cotidianas, pero no de leyes, que propician el etiquetamiento de la persona que comete tal
acto. Usualmente, las personas con poco poder son las que se ven más afectadas por este tipo de
etiquetamiento debido a una conducta aparentemente desviada.

La conducta desviada se puede dividir en: Desviación Primaria la persona no sabe que está
comprometida en un acto desviado. Como resultado, ella no lo percibe negativamente. Por ejemplo, un
niño puede fumar cigarrillos si su grupo de amigos también fuma. Aquí, el niño realiza esta acción
junto con otros y no lo ve mal. Esta es una instancia donde podemos ver la desviación primaria. Si la
comunidad particular le pide al niño que deje de fumar y si el niño escucha a la sociedad, aceptando la
norma social, el niño no está etiquetado como un desviado. Sin embargo, si el niño no está de acuerdo y
continúa fumando, será penalizado en la comunidad. Si el niño no deja de fumar incluso después de los
castigos, allí podemos ver la desviación secundaria aquí la persona ya está etiquetada como desviada,
y aun así continúa realizando el acto desviado.

A pesar de las múltiples connotaciones o definiciones que se le pueden atribuir a la desviación social,
se debe tomar en consideración que toda persona en algún momento de su vida ha incurrido en una
conducta desviada, positiva o negativa, que quebranta las normas sociales establecidas dentro de su
sociedad.
LA CRIMINALIDAD COMO FENÓMENO SOCIAL
Por criminalidad se entiende el volumen de infracciones
cometidas sobre la ley penal, por individuos o una colectividad en
un momento y espacio. La criminalidad maneja como delito el
concepto normativo típico discriminado en los Códigos, la
fijación estadística de la criminalidad tendrá necesariamente que
referirse a los delitos tipificados, recogidos legislativamente en el
libro II del Código Penal porque la única concepción que se tiene
del delito es la que el Código trae.

Hasta ahora se ha considerado el delito como un concepto jurídico que los legisladores traducen en
prohibiciones, en formulas contenidas en un cuerpo principal de leyes denominado Código Penal, o en
otros códigos como el de Justicia Militar o en leyes especiales. El delito así estimado es un ente
jurídico, que describe una porción de aquellas acciones que la cultura especial de un pueblo considera
antijurídicas, esto es contradictorias con la regulación armónica de convivencia civilizada, que se ha
formado el país. Los delitos y los castigos resultan cuestiones concernientes a esa cultura específica de
una nación. Esta doctrina fue combatida después por quienes tuvieron otro concepto del delito,
estimándole fenómeno social. Entonces se dijo que no era suficiente que una persona hubiera nacido
constituida para que cometiera el delito, sino que encontrara en la sociedad un ambiente propicio para
la manifestación de su constitución innata de tendencias al crimen. De allí aquella expresión de
Alejandro Lacassagne al afirmar que “las sociedades tenían los delincuentes que se merecen.” La
criminalidad es un régimen exclusivamente humano, comprende los momentos funcionales de un
órgano único que es la sociedad, y lo más importante es pensar en la criminalidad como parte de la
movilidad social.
La criminalidad que se esta presenciando en el país, es una consecuencia muy activa del sistema
social imperante, por lo tanto, constituye un efecto de variadas manifestaciones, y no una causa,
de la actual inseguridad ciudadana. .
Siendo la criminalidad una consecuencia y no una causa de males sociales, no es correcto, pero
preocupante ver a las autoridades interesadas más en el tema el crimen, antes que la realidad en la que
funciona el sistema social (estructuras económicas, políticas y sociales básicas), cuyos componentes
centrales están reñidas con las causas estructurales de la criminalidad: es peligroso abordar la
criminalidad de forma instrumental, decidiendo en aposento o en Consejos de gobierno lo que se piensa
o no hacer.
El fundamento social del crimen práctico es que en una sociedad cualquiera, algunas conductas están
permitidas y otras están prohibidas.
Las primeras, dependen de la cultura, del devenir social; las segundas del sistema jurídico y del control
gubernamental. Las sociedades del primer mundo tienen otras formas de criminalidad, menos
sangrienta. Domina básicamente el delito galante, filosófico, o el que se inspira en las tecnologías.
El crimen es un potencial comportamiento y al mismo tiempo una conducta negativa, incluso del
hombre socialmente bien orientado. Pero el problema aquí planteado es la criminalidad de los
fracasados del sistema social, y porque esto ha ocurrido.

FACTORES SOCIALES DE LA CRIMINALIDAD


Para hablar de los factores sociales de la criminalidad, hay que
hacer referencias a las teorías que tratan de explicar los factores
causales de la criminalidad las cuales se resumen en dos tipos:
BIOLÓGICAS Y SOCIALES.
Las teorías biológicas, sostienen que los factores están siempre
en el individuo, terreno sobre el cual obra el ambiente; de tal
modo que lo social sólo incidirá sobre la forma y frecuencia del
delito.
Las teorías sociológicas, en cambio, dan importancia absoluta o predominante a los factores externos o
sociales y confieren escaso valor a lo individual (los hombres, naciendo iguales, serán buenos o malos
conforme al ambiente en el cual vivan y se desarrollan).
Por esto desde hace mucho tiempo, en criminología se habla de factores endógenos y exógenos
(internos y externos) de la criminalidad; los primeros, han sido definidos como aquellos que por su
naturaleza son intrínsecos al sujeto, en tanto que ser biológico y psíquico (la herencia, por ejemplo); y
los segundos, como aquellos que siendo extraños a la naturaleza constitutiva del ser humano, la
influyen en forma variable según las condiciones del medio y la capacidad de percepción del sujeto. A
estos últimos se los divide en físicos (medio ambiente no constituido por seres humanos, altitud, latitud,
clima medios de comunicación, barrio, habitación, etc.), familiares (antecedentes de la familia, su
composición, sus condiciones morales, económicas y culturales) y sociales (amistades, trabajo, centros
de diversión, organización social y política, la cultura del medio, la economía, la influencia religiosa)
En realidad, estos factores (endógenos y exógenos) influyen en la producción del delito, concurriendo
en constelación.
Quedó señalado que los factores sociales de la criminalidad son elementos extraños a la naturaleza
constitutiva del ser humano, pero que la influyen en forma variable según las condiciones del medio y
la capacidad de percepción del sujeto.
Por su parte la Sociología Criminal ha destacado la importancia de los factores político, cultural,
educativo, económico y ecológico entre otros.

FACTOR POLÍTICO
Cuando se habla de este factor se está haciendo referencia al
gobierno, a la administración pública, en este sentido, si se
considera la criminalidad como un fenómeno sociopolítico,
aparece adecuado pensar que la misma siempre estará presente en
toda sociedad que tenga un gobierno que la gobierne o la
“desgobierne”. Sin organización política no existiría el delito ya
que ningún hecho es considerado delictivo hasta que el Estado le
da esa definición.

Por otra parte, cuando el gobierno es mal administrador (gobiernos ineficaces y corruptos), pueden
constituirse en factor inmediato de producción de conductas delictivas. En este sentido, la naturaleza
de los delitos está en gran parte determinada por la naturaleza de la organización política vigente en un
tiempo y lugar dados; así, por ejemplo, en USA. Habrá algunos delitos que no existen en la UU.RR.SS
y viceversa (aunque también los habrá similares).
Por otra parte, cuando el gobierno es mal administrador (gobiernos ineficaces y corruptos), puede
constituirse en factor inmediato de producción de conductas delictivas (los comentarios huelgan);
también lo será en forma indirecta, en la medida en que cree condiciones favorables a la conducta
delictiva y no tome las pertinentes medidas de prevención.

FACTOR CULTURAL
Cultural es el nombre con que se designa a todas las realizaciones características de los grupos
humanos Para la escuela positivista moderna el delito refleja, en buena parte, el ritmo evolutivo cultural
de toda sociedad: a mayor cultura y desarrollo de la tecnología, el delito, en consecuencia, presentará
variaciones cualitativas y cuantitativas.
Dentro de esta perspectiva, la Sociología Criminal se ha ocupado de estudiar, entre otras, las relaciones
posibles entre criminalidad y grado de instrucción, criminalidad y medios colectivos de difusión (cine,
televisión, radio y prensa) criminalidad y actividades recreativas.

a.- Criminalidad y grado de instrucción: Durante el siglo


pasado prevaleció la idea de que el desarrollo de la instrucción
haría disminuir la delincuencia, sin embargo, las investigaciones
realizadas al respecto en Europa y en USA. No produjeron
resultados definitivos. Se encontró, sin embargo, que el
analfabetismo no juega un papel esencial con relación a la
delincuencia (como también se creyó durante mucho tiempo); su
nivel puede permanecer

su nivel puede permanecer igual aunque se generalice la instrucción (en Francia, de 1851 a 1931,
disminuyó el número de analfabetos en un 90%, pero el nivel de criminalidad no experimentó
variación). En cuanto al sistema educativo o de instrucción pública, éste es una verdadera calamidad,
siendo el principal insumo social, excluyendo a muchos de los niños, que luego serán los jóvenes
infractores (la criminalidad es un problema de la gente joven). Sobre qué base un país aspira al
progreso social, si la escuela no funciona, y además es costosa para el ciudadano humilde. ¿Cómo es la
escuela en el medio rural? Pero el crimen es un fenómeno esencialmente del medio urbano

b.- Criminalidad y medios de comunicación social: El cine, la


televisión, la radio y la prensa no son malos ni buenos en sí
mismos (sólo son vehículos de difusión); si pueden serlo los
mensajes que por su intermedio llegan al público. Es criterio
generalizado que el cine tiene efectos perniciosos sobre los
espectadores juveniles, por sus características, falta de espíritu
crítico y por su tendencia hacia la identificación, que los puede

llevar a reproducir conductas que han visto en las pantallas.


La televisión cumple un papel similar al del cine, con la ventaja del relativo aislamiento del espectador,
pero con la desventaja de la invasión del hogar y la gratuidad del espectáculo; hechos que favorecen el
que diariamente la violencia, el crimen, el desorden familiar y la negación de los valores morales
establecidos, sean proyectados dentro del hogar.
Aquí el problema reviste mayor gravedad por el poco o ningún control de calidad en la programación
de las televisoras comerciales; y porque, además de a los jóvenes y adultos, su influencia alcanza
también al público infantil.
En opinión de Arnoldo García Iturbe (1972), el cine y la TV suelen ser verdaderas cátedras de
delincuencia (en la actualidad, el cine y la televisión están marcadamente orientados hacia el sexo, la
violencia y el delito), los cuales, puestos como lo están al servicio del escándalo y del mal gusto,
causan un grave daño a nuestra población, especialmente a nuestros jóvenes. Una de las características
del cine (señala) es que en las funciones correspondientes a películas censura A (aptas para todo
público) se proyectan como propaganda partes de películas censura B y censura C, precisamente las
partes más escandalosas y más violentas.
En cuanto a la radio, también predominan en ella los mensajes negativos, especialmente en los espacios
informativos, en los cuales se suelen reseñar los hechos delictivos en forma más detallada (prensa
hablada) y en la emisión de radionovelas a las cuales se trata de hacer más efectivas en su truculencia
para compensar la ausencia de las imágenes.
A la prensa se confiere menor influencia criminógena. En todo caso, el público analfabeta está fuera de
su área de influencia directa; pero, como todo medio de comunicación social, la prensa puede ser usada
como instrumento de manipulación colectiva y siempre podrá constituir para algunos sujetos
(adolescentes y jóvenes, en especial) una fuente suplementaria de estímulos que los oriente hacia las
conductas antisociales. Aparte de las páginas completas de propaganda gráfica de las películas en las
que en forma nítida se presentan desnudos y escenas porno atentatorias contra la personalidad en
formación de los niños, que en todo hogar tienen acceso a los periódicos y que, desde luego, no
necesitan saber leer para interpretar gráficas.
Se ha señalado que la prensa venezolana tiene los siguientes aspectos negativos:
* Tendencia sensacionalista (algunos diarios)
Publicación de fotografías o ilustraciones obscenas, vulgares o de mal gusto (publicidad de carteleras
de cine y teatro).
* Y el enfoque exagerado en la información sobre hechos delictuosos.
Factor Económico
El socialismo científico de fines del siglo pasado consideró que la criminalidad era un fenómeno de
anormalidad social por influencia económica; en tanto que la llamada “escuela socialista”, la consideró
como una consecuencia directa del capitalismo, sin embargo, en los países de regímenes no capitalistas
también existe la criminalidad. En verdad, el factor económico en la criminalidad es de extrema
complejidad, baste saber que, por ejemplo, tanto la pobreza como la riqueza pueden influir en su
producción.
a.- En relación con la pobreza Es un hecho que la carencia
de los medios indispensables para la satisfacción misma de las
necesidades individuales y familiares (falta de trabajo, de
vivienda adecuada, de servicios elementales, etc.), puede
crear en los individuos un estado emocional susceptible de
transformarse en sentimiento de inferioridad y de frustración
que, así mismo, puede convertirse en odio o resentimiento
hacia toda la sociedad, considerada como responsable de tales
penurias.

También puede generar rebeldía constante que suele traducirse en frecuente violación a las leyes,
consideradas como instrumento de opresión y explotación; pudiendo además, generar irrespeto hacia
las autoridades; actitudes todas ellas que pueden desencadenar en perpetración de delitos.

b.- En cuanto a la riqueza, no es menos cierto que las


situaciones de bonanza y de extrema facilidad para la obtención
de los bienes en la sociedad de consumo (lo cual conlleva a la
perdida de la conciencia del valor de los objetos) se constituye,
en gran medida, en fuente de la más moderna criminalidad: la
criminalidad no convencional (económica, de cuello blanco, de
los poderosos.)

Factor Ecológico
El término ecología es utilizado para determinar la relación de
los seres vivos con su medio ambiente, o lo que es igual,
estudia las relaciones entre los organismos y sus hábitats
(Flores, 2012), lo que permite determinar, cómo es la
distribución de éstos en este último, cómo es su
comportamiento y cómo es la influencia que cada uno ejerce en
el otro (medio-individuo y viceversa).
Al adaptar esta concepción de ecología, al ámbito criminal, se busca definir un concepto y dar una
explicación a la criminalidad, basada en esa influencia del medio en los individuos, el cual, bajo ciertos
factores, contribuye a crear escenarios aptos para el desarrollo de una conducta criminal.
En ese sentido, con fundamento en lo expresado por autores como Flores (2012), Martínez (s/f) y
García de Mármol León (2001), puede entenderse como Ecología Criminal, el estudio de hechos
delictivos fundamentados en la influencia y la relación con el medio ambiente o lugar donde se
desenvuelven los individuos que los cometen, es decir, La Ecología Criminal, estudia determinados
factores físicos y sociales del medio donde se desarrolla y convive el individuo que comete hechos
delictivos, cuya conducta criminal, es producto de la influencia de dichos factores y de la relación de
éste con el medio. La ecología criminal es una teoría que se deriva inicialmente, de la Escuela
Criminológica Francesa o de Lyon, que abordaba el hecho criminal, como un fenómeno social y de
imitación, donde era la sociedad quien “hacía” a los delincuentes, por lo tanto, éstos no nacían.

Posteriormente, la ecología criminal toma mayor énfasis, con la Escuela Cartográfica de Quetelet y
Guerry, que a mediados del siglo XIX, mediante su estudio estadístico denominado “Estadística
Moral”, afirmaban la correlación del delito con el entorno social y físico que rodeaba o donde convivía
el sujeto criminal; elaboraron mapas y datos estadísticos, buscando medir las variaciones en el índice
de criminalidad de diferentes áreas geográficas europeas

Estas investigaciones, condujeron a Quetelet, por su parte, a la formulación de su Teoría sobre La Ley
Térmica de la Delincuencia, la cual especificaba que los crímenes contra las personas, eran más
frecuentes en los climas y estaciones calurosas. Mientras que los crímenes contra la propiedad,
prevalecían en los climas fríos y en el invierno. En la misma Ley contempló, que el crimen no es un
fenómeno individual sino de masas. Igualmente, Quetelet, llegó a formular por primera vez la hipótesis
de la Deprivación Relativa, referida a la toma de conciencia de las personas con respecto a las
desigualdades sociales, lo que puede dar lugar a la aparición de sentimientos de injusticia y
resentimiento, convirtiéndose éstos, en factores que influyen en el delito en las clases pobres de las
ciudades. Así mismo, afirmó, que el crimen es el resultado necesario de la organización social, de
forma tal, que la sociedad prepara a los criminales, constituyéndose en instrumentos que ejecutan
dichos hechos delictivos. A su vez, determinó, que los jóvenes eran más propensos que los adultos a
cometer crímenes. Guerry, por su lado, relacionó varios factores sociales, resaltando los estudios que
relacionaban el crimen y la pobreza, así como también, la falta de educación asociándola al crimen. Sus
conclusiones respecto al primer factor, fue que la pobreza no es en sí misma, causa de los delitos contra
la propiedad, más bien, el factor principal, reside en la oportunidad que se le presenta al sujeto, para
delinquir.
La teoría ecológica aparece estrechamente relacionada con la llamada “escuela de Chicago”, Esta
teoría fue desarrollada en la Escuela de Chicago, la cual se caracterizó por estudiar la criminalidad
desde una perspectiva ecológica, relacionando al fenómeno con la estructura social en que se
desenvuelve y en función del ambiente que lo rodea (Vázquez, 2003). Entre sus principales exponentes
esta Ernest W. Burgess, quien parte de la idea central de la Escuela ecológica, la cual es denominada
como la “Hipótesis zonal”, para ilustrar el análisis de la delincuencia en la ciudad. Para él las zonas
denominadas de transición era un área con graves problemas de integración, una zona de desorden y
por lo tanto potencialmente delincuente (Jones, citado por Vázquez, 2003). Esta directriz se mantuvo
en las investigaciones llevadas a cabo por la Escuela de Chicago, enclavada en aquella orientación y
mediante la cual relacionaron particulares comportamientos con el medio en el cual ellos se producían.
Esta perspectiva impulsó, una nueva tendencia en los estudios de los fenómenos sociales.
Manejando que los actores o protagonistas interactúan entre ellos, pero en estrecha relación con el
medio. La ciudad o ciertas áreas de ella fueron consideradas en muchas investigaciones, como el
ámbito en el cual los comportamientos de sus habitantes resultaban influenciados. (Bergalli y Rivera
Beiras, 2006). Clifford R. Shaw y Henry D. Mckay desarrollaron sus trabajos en el área de los estudios
ecológicos, han hecho un estudio sobre la delincuencia juvenil en Chicago, obteniendo importantes
datos acerca de su naturaleza y gravedad en las grandes comunidades urbanas (Shaw y Mckay, 1942).
Una de las conclusiones de los diversos estudios realizados por Shaw y McKay, radica en que la
diferencia entre delincuentes y no delincuentes no reside en rasgos o caracteres individuales como son
la personalidad, inteligencia o condición física, sino en ciertas características de los barrios en los que
los delincuentes viven.
Específicamente afirman que los barrios en los que hay un índice de mayor delincuencia, también
tienen otra serie de problemas como invasión de industrias, inmigración, edificios deteriorados,
mortalidad infantil entre otras enfermedades siendo, a su vez, los residentes en estos barrios los que se
encuentran más desfavorecidos económicamente de la ciudad.
Se explica en estos lugares, una clara emergencia de tradiciones criminales y delincuentes de estos
barrios desorganizados socialmente, revistiendo una particular importancia, la íntima asociación de los
jóvenes con bandas y otras formas de organización criminales, ya que los contactos con estos grupos,
en virtud de su participación en sus actividades, les hace aprender las técnicas de actuación, y además
les relaciona con sus compañeros en la delincuencia, adquiriendo las actitudes propias de su posición
como miembros de dichos grupos (Shaw y McKay). Para estos autores, la delincuencia “hunde sus
raíces en la vida dinámica de la comunidad”, resumiendo las conclusiones de uno de los estudios
realizados por ellos, en que las áreas de rentas bajas, donde hay una gran miseria y frustración; donde,
en la historia de la ciudad, grupos de inmigrantes y emigrantes han traído juntos una gran variedad de
instituciones y tradiciones culturalmente divergentes; y donde existen grandes disparidades entre los
valores sociales a los que aspira la población y la disponibilidad de facilidades para adquirir esos
valores de forma convencional, el desarrollo del crimen es una forma de vida organizada y muy
marcada. Vázquez (2003), resalta que desde esta perspectiva ecológica, los autores consideran que la
solución al problema de la criminalidad, no reside en tratamientos individualizados a los delincuentes,
sino en apuntalar el tradicional control social en los barrios desorganizados para lograr su
estabilización.

ABG. LOURDES BRIZUELA


REFERENCIAS CONSULTADAS
https://leyderecho.org/desorganizacion-social/
http://documents.tips/documents/la-criminalidad-como-fenomeno-social.html

https://www.medwave.cl/link.cgi/Medwave/Series/GES01/5267

https://html.rincondelvago.com/factores-sociales-de-la-criminalidad.html

http://www.criminalistica.net/forense/index.php?option=com_content&view=article&id=177:la-
criminalidad&catid=19&Itemid=111

https://www.monografias.com/docs/La-Ecologia-Criminal-F3RW8VPCDGNY

https://www.buenastareas.com/ensayos/Ecologia-Criminal/4585274.html
file:///C:/Users/Gil/Downloads/La-conducta-antisocial-y-el-ambiente-en-los-que-se-
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https://www.lifeder.com/desorganizacion-
social/#:~:text=La%20desorganizaci%C3%B3n%20social%20es%20una,m%C3%A1s%20importantes
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https://www.lifeder.com/desorganizacion-social/
https://www.sijufor.org/informacioacuten-relevante-en-materia-forense/que-es-la-sociologia-criminal

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