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Agentes de socialización. Mecanismo de socialización.

Normas sociales: Las normas sociales son reglas generales que rigen el comportamiento de los
miembros de un grupo o sociedad. Son normas informales, a menudo de carácter implícito, que la
mayoría de personas acepta y cumple. Las normas sociales son un conjunto de reglas que deben seguir
las personas de una comunidad para tener una mejor convivencia, a las que se deben ajustar las
conductas, tareas y actividades del ser humano. El conjunto o sistema de normas, reglas o deberes que
regula las acciones de los individuos entre sí. Las normas sociales son aquellas que regulan, de forma
implícita, las relaciones entre los seres humanos. Su fin es facilitar la convivencia entre las personas que
comparten una comunidad.

Usos, costumbres y valores: Las normas sociales son un conjunto de reglas que deben seguir las
personas de una comunidad para tener una mejor convivencia, a las que se deben ajustar las conductas,
tareas y actividades del ser humano. El conjunto o sistema de normas, reglas o deberes que regula las
acciones de los individuos entre sí.
También se podrían definir como las reglas que una persona debe obedecer, para llevarse bien con las
personas, y tener una relación armónica con la sociedad incluyendo valores, tradiciones y costumbres de
dicha sociedad. Diferentes tipos de normas y tipo de desviación que implica su incumplimiento. Se
podrían resumir como la forma correcta de actuar en una sociedad.
Las normas sociales son reglas de comportamiento que están determinadas por la sociedad y se
transmiten a través de la educación y de las costumbres. Tienen como objetivo mantener el orden, que
resulta clave para una adecuada vida en sociedad.
Las normas marcan un modelo de comportamiento que establece qué es lo correcto y aceptable en un
grupo. Suelen estar basadas en valores y tradiciones y, a medida que la sociedad evoluciona, también
algunas normas suelen cambiar. Algunos ejemplos de normas sociales son: no hablar con la boca llena
mientras se está comiendo, respetar la señalética en la vía pública o dirigirse con respeto hacia los
demás.
Las normas o convenciones sociales pueden variar de una cultura a la otra, y lo que resulta correcto en
una nación puede resultar una falta de respeto en otra. En parte, eso se debe a que las normas surgen a
partir de las instituciones que conforman a una sociedad y que ejercen influencia en sus individuos.

Normas sociales: Las normas sociales y las jurídicas poseen un origen similar: forman parte de las
normas con que una sociedad decide por consenso regirse a sí misma y que organizan, estructuran y
articulan el trato cotidiano. Las normas sociales pueden respetarse de muchas formas, incluso
parcialmente, o pueden sustituirse por otras.

Normas jurídicas: las normas jurídicas poseen un rango mucho más formal, universal y coercible, ya que
su incumplimiento acarrea sanciones severas por parte del Estado. Provienen de una autoridad judicial o
legal y son coercitivas. Conforman el cuerpo de leyes con las que una sociedad se rige a sí misma.
Mientras que las normas jurídicas son inamovibles y definen el marco de justicia y de convivencia de las
sociedades.
Fuente: https://humanidades.com/normas-sociales/#ixzz7xR6wo2yi
Fuente: https://concepto.de/normas-sociales/#ixzz7xR4qDupA

Fuente: https://concepto.de/normas-sociales/#ixzz7xR4bLHOw

Fuente: https://concepto.de/normas-sociales/#ixzz7xR4Ckdev

Fuente: https://concepto.de/normas-sociales/#ixzz7xR3xcd4E y

Fuente: https://concepto.de/normas-sociales/#ixzz7xR3htTUq

https://es.wikipedia.org/wiki/Norma_social#:~:text=Las%20normas%20sociales%20son%20un,de
%20los%20individuos%20entre%20s%C3%AD.

Control social definiciones: El control social busca a través de la vigilancia de la gestión pública, velar
por la correcta inversión de los recursos públicos y garantizar la correcta gestión del servicio a la
comunidad a través de la participación activa de los ciudadanos a lo largo del territorio nacional. El
control social es el conjunto de prácticas, actitudes y valores destinados a mantener el orden
establecido en las sociedades.

Si el fenómeno de la desviación es una constante universal, también lo es la existencia de mecanismos


de control mediante los cuales la sociedad induce a los individuos a adecuarse a la norma. El control
social es el conjunto de mecanismos reguladores del orden social, mediante los cuales la sociedad, por
una parte, presiona al individuo para adherirse a las normas y, por otra, reprime la manifestación de los
comportamientos desviados.

De modo que el mecanismo más importante de control social es la interiorización de las normas y
valores de la sociedad a la que se pertenece. A través del proceso de socialización se prepara al
individuo para que ajuste su conducta a las normas de forma espontánea o incluso inconsciente. Los
mecanismos de autocontrol o de control interno aprendidos en dicho proceso son los más eficaces.

Socialización y control social: El individuo al nacer se encuentra en total dependencia del grupo que lo
recibe, y para sobrevivir requiere una protección considerablemente más prolongada que cualquier otro
animal. Sin ser recibido y protegido por el grupo, la vida humana cesaría de inmediato. Pero esta
insuficiencia está compensada con creces, porque a diferencia de los animales, cuya vida social está
basada en el instinto, el ser humano cuenta con capacidad de aprendizaje y con capacidad de comunicar
y transmitir lo aprendido.

Una vez que se ha nacido físicamente, se debe continuar naciendo. Se tiene que nacer para el grupo y en
ese proceso el organismo individual humano se convierte en miembro de la sociedad. Es un proceso de
aprendizaje que incorpora en el individuo el contenido cultural de los grupos concretos de la sociedad,
que realizan este proceso.

Conjunto de normas, regulaciones o mecanismos de diferente tipo que son establecidos explícita o
implícitamente por el Estado o un grupo de la sociedad para mantener el orden de los individuos y
permitir el desarrollo organizado de la sociedad. Estas reglas tienen como objeto mantener a los
ciudadanos dentro de un orden formalmente aceptado, de modo tal que se respeten normativas básicas
que contribuyan a la convivencia.
Formas de control social: El concepto de control social es muy amplio, y en su seno tienen cabida
mecanismos muy diferentes, que van desde las leyes mismas hasta los valores y creencias. Se hacen
cumplir de maneras:

Coercitivas, o sea, a la fuerza. Por ejemplo, las fuerzas policiales están allí para someter por la fuerza a
una turba que se niegue a respetar el orden público.

Persuasivas. Por ejemplo, las leyes que rigen dicho orden público son impartidas en la escuela, es decir,
a través de la educación, y fomentadas por los medios de comunicación.

Es por eso que el control social implica a menudo un control también cultural y político. En épocas
revolucionarias, es comprendido como una barrera que imposibilita el cambio y que actúa en favor de
las clases dominantes, dado que estas últimas poseen generalmente el mando del Estado.

En condiciones ordinarias, sin embargo, algún grado de control social es indispensable para sostener la
paz social y permitir la continuidad del ejercicio económico. O sea, es un elemento indispensable para
mantener a las sociedades estables, pero en sí mismo puede ser cuestionado y/o modificado.

Control social formal e informal: Existen dos tipos de mecanismos de control social: los formales
(oficializados por el Estado y presentes en la ley) y los informales (heredados de la costumbre y de las
tradiciones).

El control social formal, respaldado por el derecho y el orden constitucional, está compuesto por las
diferentes instituciones e instancias del Estado, tal y como los tres poderes públicos (ejecutivo o de
gobierno, legislativo o parlamentario, y judicial o de justicia), las ordenanzas municipales y otros
sistemas regulatorios. Por ejemplo, la creación de leyes nuevas que regulan la conducta, o la
implementación de una documentación universal para cada uno de los ciudadanos, son mecanismos
formales de control de la sociedad.

El control social informal, en cambio, no cuenta necesariamente con el respaldo explícito de una ley,
sino que proviene de la tradición, de las costumbres y de la vida social y cultural del pueblo. Sus
mecanismos por lo tanto son más diversos y cambiantes, y pueden variar significativamente de una
sociedad a otra o de una época a otra. Por ejemplo, las religiones y sus códigos morales, en los que
ciertos actos están permitidos y otros, en cambio, prohibidos, o los valores culturales tradicionalmente
arraigados, como el lenguaje (y por lo tanto la forma de expresarse, la cortesía y los nombres de las
cosas).

Sus prácticas: Por otro lado, los mecanismos de control social tanto formales como informales pueden
ser clasificados en coercitivos o persuasivos, dependiendo de la forma en que promueven su mensaje.
Cuando ésta tiene que ver con la obligación y la fuerza, se trata de mecanismos coercitivos, que
funcionan en base a coaccionar al individuo. En cambio, cuando se trata de mecanismos que lo
convencen, lo seducen o simplemente lo entrenan desde niño para ver las cosas de una manera,
podemos decir que son de tipo persuasivo.

http://sociologia5hum.blogspot.com/2017/05/socializacion.html

Fuente: https://concepto.de/control-social/#ixzz7xR9OL9AS

Fuente: https://concepto.de/control-social/#ixzz7xR975ifo
Fuente: https://concepto.de/control-social/#ixzz7xR8Zg8GN

El derecho como una forma de control social.

Historia del concepto control social: El término "control social" fue introducido por primera vez en la
sociología por Albion Woodbury Small y George Edgar Vincent en 1894; sin embargo, en ese momento,
los sociólogos solo mostraron un interés esporádico en el tema.6

Algunos filósofos sociales han desempeñado un papel en el desarrollo del control social como Thomas
Hobbes en su obra Leviatán que analiza el orden social y cómo el Estado ejerce esto usando el poder
civil y militar; así como De los delitos y las penas de Cesare Beccaria que argumenta que las personas
evitarán el comportamiento delictivo si sus actos resultan en un castigo más severo, afirmando que los
cambios en el castigo actuarán como una forma de control social.7 El sociólogo Émile Durkheim también
exploró el control social en la obra La división del trabajo social y analiza la paradoja de la desviación,
afirmando que el control social es lo que nos hace cumplir las leyes en primer lugar.8

La sociedad utiliza ciertas sanciones para hacer cumplir un estándar de comportamiento que se
considera socialmente aceptable. Los individuos y las instituciones utilizan el control social para
establecer normas y reglas sociales, que pueden ejercer los compañeros o amigos, la familia, las
organizaciones estatales y religiosas, las escuelas y el lugar de trabajo. El objetivo del control social es
mantener el orden en la sociedad y garantizar la conformidad de aquellos que se consideran desviados o
indeseables en la sociedad.7

Los sociólogos identifican dos formas básicas de control social:

Medios informales de control – Internalización de normas y valores por un proceso conocido como
socialización, que es "el proceso por el cual un individuo, nacido con potencialidades conductuales de un
rango enormemente amplio, es llevado a desarrollar un comportamiento real que está confinado al
rango más estrecho de lo que es aceptable para él por las normas de grupo".9

Medios formales de control social - Sanciones externas impuestas por el gobierno para evitar el
establecimiento de caos o anomia en la sociedad. Algunos teóricos, como Émile Durkheim, se refieren a
esta forma de control como regulación.

Como se definió brevemente anteriormente, los medios para imponer el control social pueden ser
informales o formales.10 El sociólogo Edward A. Ross argumenta que los sistemas de creencias ejercen
un mayor control sobre el comportamiento humano que las leyes impuestas por el gobierno, sin
importar la forma que tomen las creencias.11

El control social es considerado uno de los fundamentos del orden dentro de la sociedad.12

Antecedentes. Las funciones sociales del derecho.

El derecho y el cambio social: El Derecho([1]) como toda rama social, debe necesariamente adecuar sus
instituciones, sus elementos esenciales y en general la mayor parte de su estructura, a los cambios que
permanentemente se producen en las diversas áreas del conocimiento. Esto le permite tener vigencia
real para regular los nuevos hechos que se producen en el mundo contemporáneo.
Los avances científicos, tecnológicos, sociales y culturales, ponen a prueba la capacidad de adaptabilidad
del Derecho como ente regulador de este conglomerado casi imparable de nuevas situaciones, que se
generan a gran velocidad y que de no ser reguladas, conllevarían seguramente a generar situaciones
lesivas para las personas, contrarias por tanto a los fines del Derecho.

Ante este panorama, el Derecho trata en lo posible de adecuarse a este conjunto de cambios, sin
embargo no siempre es capaz de abarcar absolutamente a todos ellos, y es aquí donde juega un rol
preponderante su capacidad para adaptarse a las nuevas circunstancias, las que una vez reguladas por el
Derecho se traducen en instituciones jurídicas, leyes y otras formas de regulación jurídica.

Todos estos cambios constituyen una suerte de factores condicionantes en la evolución del Derecho,
pues exigen de éste una permanente adecuación, de manera que, mediante su capacidad de
adaptabilidad se produce una suerte de acoplamiento entre los diversos cambios producidos en el
mundo y el sistema jurídico, hecho que no necesariamente ocurre de manera paralela, al mismo tiempo;
sino que suele ocurrir que el Derecho no siempre logra adecuarse absolutamente a todos los cambios,
pero que no obstante, tarde o temprano son acogidos para ser regulados.

Las costumbres también experimentan cambios en la sociedad y se van transformando en fuentes del
derecho. Hace algunas décadas, la desigualdad entre varón y mujer era un hecho aceptado con
normalidad por la mayoría de países, y con ello la disminución de los derechos de la mujer;
posteriormente con el reconocimiento del derecho a la igualdad a nivel constitucional, se equiparó la
condición de la mujer a la del hombre, obedeciendo a la gran influencia del desarrollo de la mujer en la
sociedad. Otros casos relacionados con la costumbre y la moral son la homosexualidad, el travestismo y
el lesbianismo, que años atrás eran repudiados, pero que actualmente el Derecho ha entrado a calar en
su regulación, llegando ha permitirse por ejemplo el reconocimiento constitucional y con ello la
protección de estos sectores, los cuales gozan incluso de instituciones antes reservadas sólo para
hombres y mujeres como el matrimonio, la adopción; aunque en nuestro país estos hechos todavía no
han sido regulados, pero la realidad da evidencia de una aceptación relativa, siendo estos sectores cada
vez más aceptados. Un caso curioso sucedió en los tribunales de la ciudad de Chiclayo donde se admitió
una demanda en la cual el accionante -que era homosexual- solicitaba el cambio de su nombre por
considerarlo lesivo a su derecho a la identidad e integridad moral. Como vemos, estos sectores exigen
cada vez un trato igualitario en sus derechos como las demás personas de la sociedad.

La cuestión de si el Derecho2 es o no un factor de cambio social está íntimamente vinculada con el tema
de las funciones3 que cumple el Derecho. La Sociología del Derecho es la ciencia que dilucida la cuestión
en torno a la función que ha cumplido o ha de cumplir el Derecho. Se ocupa del problema del Derecho
como hecho social, del problema de la eficacia del Derecho. Aún más: se pregunta por las
interconexiones entre el Derecho y la sociedad, informándonos de si el Derecho válido es o no eficaz,
socialmente obedecido y vivido4.

El Derecho es un ente que cobra vida propia al intervenir en la regulación de los nuevos hechos y
circunstancias que se van originando por el conocimiento y el actuar del hombre. Nos hemos atrevido ha
tratar solamente algunos casos en los que se evidencia la actuación y la respuesta del Derecho frente a
los cambios sociales, culturales, científicos y tecnológicos del mundo contemporáneo, lo que nos
permite concluir preliminarmente que la capacidad de adaptabilidad que tiene el Derecho le permite
actuar dinámicamente para asumir los cambios que se generan en todas las esferas.
Partiendo de que el Derecho objetivo se mueve en el plano dialéctico del deber ser (validez) y del ser
(eficacia), cabría afirmar, siguiendo a Núñez Encabo, que «la ineficacia de una norma válida puede
provenir, además de por su falta de legitimidad(véase más adelante) y del carácter meramente retórico
de algunas normas, por su inadecuación con el orden jurídico, que las hace aparecer como desfasadas, o
porque sus mandatos o prohibiciones superan lo que Díez-Picazo denomina coordenadas de
obedecibilidad»5.

Lo que está fuera de duda es que el Derecho es un producto social. «Ex facto oritur ius», esto es, el
Derecho nace del hecho social, del grupo social6. Coincido con Gumplowicz cuando señala que «cada
esfera social tiende a reconstruir la posición que ha alcanzado en sus confrontaciones con otras bajo la
forma de Derecho»7. Se produce un trasvase de la sociedad al Derecho. La interrelación es permanente
y continua, generándose una relación de homogeneización entre sociedad y Derecho, que puede ser,
eso sí, mayor o menor.

Ahora bien, habría que preguntarse por las funciones que cumple el Derecho para que esta relación de
homogeneización entre sociedad y Derecho se cumpla. En mayor o menor medida, la función principal
que cumple el Derecho, por su propia derivación social, es la función de organización del grupo. De este
modo, un ordenamiento jurídico decaerá y perderá su eficacia (funcionalidad) y con ello su validez, si no
logra implantar una mínima organización social. El Derecho vendría a cumplir el papel de ordenador
consciente de lavida social. A propósito de ello, Domingo A. Labarca P. ha precisado: «En los textos
legales se objetivizan los criterios de regulación más relevantes -en la vida de la interacción de una
sociedad determinada-, para su clase dirigente. El derecho es la ley que impone el vencedor a los
vencidos en la contienda que día a día tiene lugar en la vida social. El triunfo de un derecho supone la
derrota de una forma antigua de relación entre los hombres. El derecho viene a fijar la reglas que deben
ser observadas para que una sociedad determinada pueda llevar adelante su cometido»8. Ahora bien, al
decir que el Derecho ha de tratar de instaurar un relativo orden en una determinada sociedad, no
pretendo sostener que el Derecho establecido sea siempre funcional y legítimo, aunque eso obviamente
sería lo deseable.

La función de organización social del Derecho se corresponde con la labor de «orientación social» que el
Derecho ha de cumplir. A mi modo de ver, la organización de la sociedad se consigue gracias a que el
Derecho no es simplemente una regla sino que sirve de orientación general de la conducta a través de la
influencia ejercida recíprocamente por los miembros del grupo, mediante modelos, más o menos
tipificados, coordinados o coordinables, institucionalmente9.

Junto a esta función se encuentra la función del tratamiento de conflictos declarados. Como ha señalado
V. Ferrari: «El Derecho puede ser utilizado tanto para dar lugar a conflictos como para resolverlos. Al
ofrecer criterios ampliamente aceptados para regular el desarrollo del conflicto, puede llevar a los
sujetos a reconsiderar permanentemente la propia posición y las propias chances de prevalecer en la
interacción social y, por otro lado, el conflicto continúa a pesar de las decisiones contingentes con las
que se condiciona su desarrollo entre los propios contendientes y los demás: lo que importa, pues, es
verificar que a través del Derecho, simplemente se proponen o se imponen modelos de
comportamiento respecto a los que los contendientes se encuentran más o menos constreñidos de
facto a relacionarse en cada caso en la evolución de la relación conflictual»10.

Por último, está la legitimación del poder como función importante que el Derecho ha de cumplir. Esta
función resalta el hecho de que todos los sujetos que disponen de capacidad de decisión o que desean
ampliarla pueden hacer uso del Derecho para conseguir el consenso sobre las decisiones que asumen o
deben asumir. Obviamente, el Derecho cumplirá su función legitimadora más fácilmente cuando
además de él se deprenda su carácter legítimo.

Las funciones del Derecho apuntadas hasta aquí se podrían considerar como inherentes a la estructura
interna del mismo, de tal modo que resulta impensable un Derecho ajeno a las mismas. En primer lugar,
es, en cierto modo, absurdo un Derecho a-orientativo. Pues el Derecho se compone de reglas dirigidas
más o menos directamente a orientar comportamientos. En segundo lugar, resulta contradictorio, e
incluso paradójico, pensar en un Derecho que no se ocupe de la regulación y gestión de conflictos
declarados. Pues el Derecho actúa siempre ofreciendo pautas y criterios para la regulación y solución de
los conflictos. En tercer lugar, y en ello coincido con Ferrari, el Derecho en ningún caso puede utilizarse
de modo a-legitimativo y menos aún de manera deslegitimadora de las decisiones del sujeto que lo
invoca11.

Ahora bien, así como las funciones hasta aquí descritas forman parte de la propia razón de ser del
Derecho y no pueden utilizarse de modo diferente o incluso opuesto, en mi opinión, no ocurre lo mismo
con las instituciones del Derecho; puesto que a partir de ellas se pueden lograr objetivos incompatibles
entre sí. A través del Derecho puede orientarse tanto una política reaccionaria o conservadora como
innovadora o hasta revolucionaria. Del mismo modo, el Derecho puede utilizarse en una dirección
integradora, de integración social, o también en una línea desintegradora, de desintegración social, en el
caso de una sociedad atomista y conflictual.

Siguiendo a Elías Díaz, cabe sostener que el Derecho como sistema de organización de un grupo
englobaría dentro de sí las siguientes vertientes: a) Sistema de control (controla el cambio) y de
integración social (integra en las diferentes transformaciones). b) Sistema de información (informa sobre
las claves de la transición) y de seguridad (seguridad ante lo novedoso o nuevo)12. A continuación,
aunque brevemente, examinaré cada una de ellas.

El derecho desde una perspectiva antropológica: La antropología del derecho, legal o jurídica hunde sus
raíces en el estudio de fenómenos jurídicos contextuados en sociedades, quizá mal llamadas, “sin
estado” como los pueblos indígenas y las comunidades aborígenes y tribales, sin embargo, sus aportes
no se limitan a estos espacios.
La antropología jurídica estudia los sistemas normativos de control social que conforman cualquier
sociedad, especialmente el sistema jurídico, así como los objetivos y funciones que tiene el derecho en
la satisfacción de las necesidades humanas y sus aspiraciones sociales. Por otro lado uno de sus
principales campos de estudio es la investigación del comportamiento humano regulado en una
sociedad determinada. Establece principios que expliquen las similitudes y diferencias entre los sistemas
normativos de las distintas sociedades humanas, con el objetivo de formular propósitos generales sobre
el fenómeno jurídico.

La antropología jurídica tiene la necesidad de comprender tanto la naturaleza del derecho como la
naturaleza humana. Teniendo en cuenta que todo derecho se fundamenta en norma, y esta es
formulada y proviene de la naturaleza del hombre, no podemos entender la ciencia jurídica sin la
intervención del estudio de la antropología. Es decir, el derecho como ciencia que estudia las normas
tiene el objetivo de servir al hombre con el fin de lograr su felicidad, pero para ello requiere la
colaboración de otras ciencias como la antropología, sociología, psicología… Dentro del desarrollo del
derecho, la antropología jurídica busca la manera de crear normas jurídicas que sean lo más justas y
equilibradas posibles.

Según el autor Esteban Krotz, existen tres campos de estudio específicos de la antropología jurídica: el
campo del derecho comparado como campo de conflictos y de luchas; el derecho como mecanismo de
control social; el campo del derecho y la ideología. Esta división pertenece a la manera en que trabaja la
antropología en general: empieza con el estudio de los conflictos y termina con el estudio de la
ideología.

El objetivo de la antropología jurídica es encontrar el sistema o los sistemas de orden que pueda haber
en las relaciones sociales humanas, hallar las conexiones entre actitudes aparentemente inconexas,
formular proposiciones simples que las describan e idear pruebas que verifiquen la validez de tales
proposiciones. La primera y fundamental preocupación de la antropología jurídica es alcanzar la
objetividad, convirtiéndose en un instrumento jurídico normativo para mejorar la convivencia humana.

La antropología jurídica es una disciplina de la antropología cultural o social, afianzada durante el siglo
XIX y XX gracias a las investigaciones de importantes juristas y antropólogos como Henry Sumner o John
McLennan, que aplicaron los conceptos de la antropología cultural al estudio del derecho.

A pesar de que los conceptos de antropología y derecho pertenecen a dos disciplinas totalmente
diferentes, con métodos de investigación y terminologías muy diferenciadas, tienen un fuerte vínculo de
interrelación porque son campos de estudio que investigan la convivencia humana y sus
correspondientes problemas, debido a que es fundamental el correcto estudio de la aplicabilidad
humana y su comportamiento como miembros de una sociedad.
Según Fernando Silva en su obra Introducción a la antropología jurídica, los orígenes de esta disciplina se
encuentran en la etnografía y el derecho comparado. A medida que estas investigaciones fueron
haciéndose más complejas, y a raíz de la necesidad de determinar la naturaleza de las leyes, las normas
y los sistemas, las descripciones etnográficas y el resultado de la comparación de los sistemas jurídicos
tuvieron que cumplir con determinadas exigencias para ajustarse a las condiciones de universalidad que
exigen las explicaciones antropológicas. Es a mediados del siglo XIX, cuando las investigaciones
antropológicas ya gozan de una gran madurez y permiten contar con información fiable sistematizada
sobre diversas sociedades aisladas y técnicamente subdesarrolladas, que podemos hablar ya de
antropología jurídica.

Cambio social definiciones: La idea de cambio social es intuitiva y simple al consistir en la


transformación de la estructura social, atendiendo a las causas o factores que lo desencadenan y
describir como se presentan.3.1 Definición de Cambio Social En sentido amplio, el cambio social se
puede definir como la alteración apreciable de las estructuras sociales, incluyendo sus manifestaciones
en normas, valores y símbolos culturales, ahora bien por Estructura social hay que entender a todos los
patrones o pautas de acción e interacción social que se materializan en las instituciones sociales, es
decires la reificación de tales patrones sancionados por la sociedad. En este sentido la sociedad es el
conjunto de instituciones y de relaciones entre las mismas, por lo que el cambio social se define como el
cambio de las instituciones sociales particulares o en las relaciones entre instituciones. En la Sociología
se suele distinguir entre estructura social y cultura social para precisar el significado del cambio social,
ya que este cambio se refiere a transformaciones de la estructura y no del cambio cultural como
variaciones de fenómenos culturales (conocimiento, arte, religión, ética, etc.).Si por Cambio social se
entiende a todo lo que puede ocurrir en el curso del tiempo a los roles, a las instituciones o a los
órdenes que constituyen una estructura social: su surgimiento, crecimiento y decadencia. Su análisis
sociológico requiere un modelo, que según Gerth y Mill, que consta de 6 preguntas

Clasificación del cambio social: Los cambios sociales pueden clasificarse de muy diversas maneras, de
las que son ejemplo las siguientes:

-Si se tiene en cuenta el tiempo, nos encontramos con cambios producidos en un corto periodo de
tiempo o que tienen lugar en un largo periodo de tiempo.

-Según el ritmo en el que hayan tenido lugar pueden ser graduales o revolucionarios.

-En el caso de que se tengan en cuenta lo que son las consecuencias que han traído consigo, nos
topamos con cambios destructores o renovadores.

-Partiendo de lo que son las causas que originan el cambio, se puede hablar de cambios sociales
desconocidas o bien racionalmente establecidas.

-Según lo que es el origen del cambio, por otro lado, los cambios pueden ser exógenos o endógenos.

-Si se tiene en cuenta la naturaleza del mismo, nos topamos con los cambios sociales coyunturales y con
los estructurales. El derecho como producto social. Efectos del cambio social sobre el derecho. El
derecho como factor social. Efectos del derecho sobre el cambio social.

https://es.scribd.com/document/148625009/Socializacion-y-Control-Social#

https://definicion.de/cambio-social/
https://www.redalyc.org/journal/3636/363666928010/html/

https://www.derechoycambiosocial.com/revista003/cambio.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa_jur%C3%ADdica

https://17edu.org/introduccion-a-la-antropologia-del-derecho-2/#:~:text=La%20antropolog%C3%ADa
%20del%20derecho%2C%20legal,se%20limitan%20a%20estos%20espacios.

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